000.
Blanco.
Todo era blanco a su alrededor, era el único color que lograba identificar.
De forma inesperada, se encuentra en un lugar desconocido y un chico de espaldas está al frente suyo. No sabe por qué, pero comienza a avanzar hacia él.
Y sin decir nada, lo abraza por detrás, de una forma tan íntima y especial que hace a su estómago sentir mariposas por doquier. Siente una sensación cálida en su pecho al tenerlo entre sus brazos y una sonrisa se eleva de las comisuras de sus labios cuando le escucha reír. Sentía que amaba ese sonido. Entonces agachó un poco su cabeza para poder besar cortamente detrás de su oreja y las risas del contrario se intensificaron.
Puede escuchar claramente como el chico le dice un "Detente, Jungkook", mientras se volteaba para mirarle de frente.
Entonces Jungkook pudo contemplar su rostro. Tan lindo, tan fino y tan auténtico. Su cabello era color dorado y el color de sus ojos almendra. Tenía una hermosa sonrisa, demasiado perfecta y blanca que le hacía suspirar. Le atrajo en seguida. Era bastante guapo, bien atractivo.
Se quedó embobado mirándole por varios minutos mientras este le hablaba pero él no podía escuchar que le estaba diciendo, sólo sabía que le estaba hablando.
Nunca había visto a ese chico en su vida.
No sabía quién era.
Lo único que sentía era calidez en su corazón, como si le dijera "este es tu hogar".
No supo a que rumbo había tomado la conversación pues de pronto el chico rubio rompe el poco espacio personal que tenían para tomar su rostro entre sus suaves manos y hacer ademán de unir sus labios.
Y antes de completar aquella anticipada acción, antes de poder saborear aquellos apetitosos labios de ese hombre...
Despierta. Otra vez.
Casi de un golpe abre los ojos, mirando instintivamente a su alrededor como un paranoico y al percatarse de su evidente soledad, cierra sus ojos de golpe mientras suelta un fuerte suspiro de decepción.
Lo había soñado, de nuevo.
Se incorpora de su cama y se sienta en el borde de esta, revolviendo su cabello negro y limpiando suavemente sus ojos conforme bostezaba.
Joder. Llevaba teniendo el mismo maldito sueño desde hace dos semanas seguidas. Y no tenía idea del por qué. Era demasiado extraño, ni siquiera sabía quién era ese chico. Juraba que nunca lo había visto en su vida.
¿Entonces cómo era posible soñar con alguien a quién no conoces?
Con un completo desconocido.
Lo peor es que siempre se despertaba cuando venía "la mejor parte", cuando estaba a punto de besarlo. Siempre se despertaba y odiaba eso.
Ni modo, es lo común de los sueños, despertar cuando viene lo mejor.
Restándole importancia como siempre lo hacía, decidió levantarse de su cama al percatarse de que eran las 7:30 a.m y entraba a trabajar a las 9:00 a.m. No tenía que darle tantas vueltas al asunto, lo más probable todo eso era producto de su imaginación. Como el origen de todos los sueños.
Aquello no podía ser real, los sueños nunca son reales.
Además, no podía existir alguien así de perfecto.
Definitivamente era su imaginación.
Se dió una ducha caliente gracias al frío que hacía afuera. La ciudad estaba cubierta de nieve por la temporada de invierno que hace unas semanas llegó, provocando que todos los ciudadanos cambiasen sus ropas y rutinas de verano a unas más adecuadas al clima. Después de eso se dirigió a la cocina donde se preparó tranquilamente unas tostadas junto a un chocolate caliente.
Jungkook vivía solo en un apartamento que él mismo pagaba con su propio salario.
Tenía veintiún años y estudiaba gastronomía los lunes, martes y viernes en la universidad por las noches, a su vez por las mañanas se dedicaba a trabajar en una cafetería cuya demanda era muy alta debido a su popularidad y le dejaba un muy buen salario el cuál le ayudaba a pagar su apartamento y sus propios lujos.
Jungkook amaba cocinar. Era su pasión y por eso estaba estudiando para dedicarse a ello.
Sólo le faltaba un año más y lograría por fin graduarse después de su gran esfuerzo.
Al terminar de desayunar, lavó el plato y tomó su mochila para colocarla en uno de sus hombros para finalmente salir del departamento. Vivía en un edificio de cinco pisos, y él permanecía en el tercero, así que tenía acceso a utilizar el ascensor. Presionó el botón mientras esperaba con algo de impaciencia a que las puertas se abrieran, pues debía de ser siempre puntual en su trabajo.
Gracias al cielo las puertas metálicas se abrieron y él rápidamente entró, sin embargo cuando hizo ademán de presionar el botón de cierre una voz femenina lo detiene.
—¡Espera! ¡Espera!
Alza la mirada e intenta no soltar un suspiro de fastidio al ver que se trababa de su pesada vecina. Sin embargo, la espera por caballerosidad. La chica rápidamente entra al ascensor y le sonríe radiante.
—Gracias.
—Tranquila —responde devolviéndole la sonrisa y finalmente presiona el botón al primer piso.
El ascensor comienza a bajar.
—Buenos días —saludó amablemente la chica castaña cuyo nombre era Jisoo— ¿Cómo estás, Jungkook?
—Buenos días, Jisoo —regresa el saludo de la misma forma— Estoy bien, ¿y tú?
—También.
El azabache asiente con la cabeza y vuelve su mirada al frente. El silencio gobernando el pequeño lugar hasta que ella lo volvió a romper.
—Amaneció muy frío hoy, ¿no? ¡Dios mío! ¡El suelo me congelaba los pies!
—Sí, es correcto —respondió— Cada día empeora más. Por eso debemos estar bien abrigados, es más propenso a enfermar con este clima.
—Exacto —rió tímidamente y después miró al chico de reojo— Ahm... Por cierto, me gustaría saber si ya pensaste en lo que te había propuesto antier...
—¿Antier? —le miró.
—Ya sabes, lo de salir y eso...
—Ah.
La razón por la que su vecina le resultaba pesada es porque era demasiado evidente que ella tenía un fuerte crush con él. Jisoo definitivamente no sabía disimular, y siempre estaba encima de él cada vez que salía de su apartamento. Intentando cualquier cosa, ya sea sacarle conversación en el ascensor, regalarle algo que ella había cocinado para que él lo evaluara (cuando en el fondo sabía que ella no lo había cocinado y simplemente lo compró en el supermercado de al lado) Y en muchas ocasiones se vestía con ropa corta y ajustada a su cuerpo la cuál le definía su perfecta figura, con la intención de llamar su atención o "provocarlo".
Pero la verdad es que a Jungkook no le atraían para nada las mujeres.
Es gay, o sea, le gustaban los hombres.
Simplemente que Jisoo no lo sabía ya que era algo secreto que sólo las personas de su círculo cercano lo sabían y tampoco se lo estaría contando a una chica que apenas conocía.
Así que solamente la rechazaba, como siempre acostumbraba a hacer y como haría ahora.
—Uy —hizo una mueca— Lo siento. No podré ir. Tengo planes con unos amigos —mintió.
Jisoo inmediatamente hizo una cara triste.
—¿Otra vez? Pero siempre sales con ellos, nunca tienes tiempo para salir conmigo.
—Ya te he dicho que tengo una vida ocupada, será en otra ocasión, ¿sí?
—¿El próximo miércoles por la noche? —insistió esperanzada.
—Ahm... —inmediatamente el ascensor se detuvo y las puertas se abrieron y Jungkook no dudó en salir como un rayo de ahí— ¡Nos vemos!
—¡Espera! ¡No me has respondido! —exclamó saliendo también del ascensor.
—¡Adiós! ¡Llego tarde! —se despidió saliendo rápidamente del edificio.
—¡Jungkook! —reclamó la castaña deteniéndose y cruzándose de brazos, enfadada— No podrás evitarme para siempre, algún día vas aceptar... —habló sola y con decisión.
[ ☕ ]
Finalmente Jungkook llega a la calle donde se encontraba la cafetería en la que trabajaba y se adentra rápidamente a ella, el olor a café puro gobernando inmediatamente sus fosas nasales, un exquisito aroma que nunca se cansaría de oler. El lugar se hallaba vacío puesto que aún no habían abierto.
—¡Buenos días, Kookie! —le saludó su compañera de trabajo quién se encontraba arreglando las mesas.
—¡Buenos días, Moonbyul! —respondió sin mirarle puesto que debía de ir a la parte de atrás y colocarse su uniforme.
Estando allí, se topó inmediatamente con el gerente, Kim Seokjin, quién era el mayor de todos y el que más experiencia tenía trabajando en la cafetería.
—Llegas tarde —fue lo primero que le dijo apenas lo visualizó.
—Lo sé, y lo siento —se disculpó, guardando su mochila en su locker y colocándose el uniforme, el cuál consistía en un delantal negro a la cintura junto a una camisa de mangas largas y cuello tortuga del mismo color, cubierta por otra color blanca y de botones. Además de pantalones y zapatos también negros.
—Te perdono, pero recuerda que debes de llegar temprano para comenzar a calentar el café y preparar la repostería.
—Claro, claro —murmuró mientras se veía al espejo ordenando un poco su cabello negro— Estoy en eso.
Seokjin suspiró, bajando su mirada a su reloj.
—Al menos no llegas tan tarde como Hoseok. Demonios, ese muchacho tendrá problemas...
—No seas tan duro con él, Jin. Recuerda que apenas tiene dos semanas aquí, está aprendiendo —pidió apacible.
—Lo sé, pero en una hora abrimos y no ha hecho acto de presencia. No puedo seguir tolerando estas irresponsabilidades por tanto tiempo, tampoco quiero que se le haga costumbre...
—Ya llegará —aseguró, rezando internamente porque su amigo llegase ahora mismo.
Y efectivamente, media hora después, Jung Hoseok entró a la cafetería completamente agitado como si hubiese corrido un maratón y probablemente así fue. Seokjin no tardó en cruzarse de brazos y hacerle mala cara.
—¡Lo siento mucho, el autobús me dejó! —justificó.
—Hoseok no puedo tolerar el que sigas llegando tarde, prácticamente todo el trabajo inicial lo terminaron haciendo tus compañeros y tu brillabas por tu ausencia.
—¡Pero-...!
—¡Oh vamos, Seokjin! —Jungkook se entrometió en la conversación, abrazando a Hoseok de lado— Fue un pequeño error y Hoseok promete que no lo volverá a hacer, ¿verdad? —le miró.
El castaño asintió fugazmente con una sonrisa.
—¿Ves? ¡Resuelto! Ahora vamos a trabajar, Hobi —tomó su brazo y lo sacó rápidamente de allí.
—¡Espe-...! Ahg —Seokjin volteó sus ojos cuando los jóvenes ya se habían ido— Estos muchachos... —protestó dándose la vuelta para continuar su labor.
Por otro lado los empleados terminaban de ordenar y preparar la cafetería antes de abrir sus puertas, en total eran tres: Moonbyul, Jungkook y Hoseok. Más que compañeros de trabajo, eran amigos, pues habían logrado crear un pequeña amistad que los hacía pasarla bien y apoyarse unos a otros cuando habían problemas personales durante el trabajo.
—Gracias por salvarme de esa, Kookie —dijo Hoseok mientras distribuía las monedas en el cajero— Te debo una, bueno... —rió— Te debo muchísimas.
—No es nada, amigo —palmeó su hombro— Solamente te pido que de verdad intentes tomarte más en serio este trabajo sino quieres que te corran. Llegará un punto en el que ya no podré seguir defendiéndote.
—Entiendo perfectamente, lo haré —asintió— Es que soy muy despistado, ya sabes.
—Yo también lo soy, pero te acostumbras a todo y a organizarte.
—Claro, intentaré hacerlo. Realmente necesito este trabajo.
—Lo sé —sonrió levemente.
Finalizada la conversación, Jungkook caminó hasta la barra de pedidos y apoyó levemente su cuerpo en la superficie mientras soltaba un largo suspiro, comenzando a hundirse en sus pensamientos.
—¿Qué tienes, Kookie? —le preguntó Moonbyul cuando pasó a su lado con la escoba en mano.
Cabe destacar que sólo sus amigos más cercanos le decían "Kookie".
—Nada, sólo... —resopló— Volví a tener aquel sueño...
—¿El del chico rubio y hermoso?
Jungkook se sonrojó inmediatamente, talvéz lo había descrito de una forma muy exagerada y personal.
—Sí, ese mismo. Todo pasó exactamente igual y siempre termino despertando en el mismo momento. Oficialmente llevo dos semanas seguidas soñando lo mismo y siento que mi cabeza va a explotar.
—Uhm... —la chica rubia hizo una mueca— ¿Y seguro que nunca lo haz visto antes?
—No, nunca. Sólo en mis sueños. Y, ahg, ya sé que todo esto es producto de mi imaginación pero no entiendo por qué mi cerebro no crea nuevos sueños que no sea el mismo de siempre. Quiero decir, ¿no tengo más imaginación o qué? ¡Al menos imagina que lo beso, estúpida mente! —se autoregañó.
Moonbyul soltó una risa mientras negaba con la cabeza y se alejaba.
—¿Qué prefieres? ¿Soñar eso o tener una pesadilla? —le preguntó Hoseok quién también sabía del famoso chico de los sueños— Porque si es tan lindo como lo describes, podrías intentar manejar tus propios sueños.
—Desgraciadamente no soy ese tipo de personas que tienen sueños lúcidos. Ojalá fuera así, a ver si quizás de esa forma me sueño algo diferente...
—¿Te imaginas poder hacer eso con los sueños húmedos? —agregó el castaño— Uy, el montón de cosas que haría con chicos y chicas...
Jungkook inmediatamente le dió un golpe.
—Eres un asqueroso.
—¡Oh, vamos Jeon! Como si tu fueras un pan de Dios.
—Sí, sí... —murmuró— Yo también lo haría.
—¿Ves?
Se miraron con una sonrisa cómplice y prosiguieron a chocarse los puños.
—Ahg, hombres... —soltó Moonbyul mirándoles con desagrado para después retirarse de allí— Y luego que porque soy lesbiana...
Minutos después abrieron la cafetería y los clientes no tardaron en llegar, comenzando a llenarse poco a poco. Los empleados desempeñaron perfectamente su trabajo durante todo el día.
Y a pesar de mantenerse ocupado, la mente de Jungkook seguía divagando en los recuerdos de su sueño.
Específicamente recreando la parte en la que iba a besar al chico.
Imaginando que realmente lo besaba.
BuenO, he regresao con una nueva historia uwu. Esta será algo diferente a lo que acostumbro a hacer o escribir, tampoco será un cambio radical pero sí tocaré temas sumamente importantes y hasta controversiales. Quiero hacer de esta historia, una historia versátil, donde haya un poco de todo, sin perder la esencia o idea principal que se desarrollará. He pensando y planeado en este fic desde hace mucho tiempo y estoy ansiosa porque finalmente pueda sacarlo a la luz.
Espero que realmente les guste y le den su apoyo, uwu.
No les daré ningún spoiler de la trama o lo que vendrá más adelante en la historia pues ya ustedes lo irán viendo solitos... Sólo les diré que el Jungkook y Jimin de esta historia van a ser completamente diferentes a los que acostumbro a hacer, ya lo verán. uwu
Mañana subiré otro capítulo, y quizás tarde un poquito en escribir los demás porque este año entré a la universidad y es un poco más complicado ahora pero no imposible, así que haré todo lo posible para mantener viva la historia.
Sin más que decir, me despido <3 chau, les tkm.
Bangtan hizo comeback y yo también, uwu. ¿Qué les pareció? Yo lo amé, es un álbum tan personal y eso lo hace tan bello y valioso...
Nos vemos, chau. X2
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