Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𖥻 𓄼 ☕ Fσυɾ ꒱

Pasó una semana desde que SeokJin le dió el número de Jimin a Jungkook y ahora se la pasaba escribiéndole al menor casi todo el día, volviéndose algo cercanos, considerándose como amigos. Hablaban día y noche, reían... No se habían dado cuenta de las muchas cosas que tenían en común. Era otro día en el que Jeon se encontraba en el café con su amigo Hoseok, quien trajo a su pareja Yoongi esta vez.

—No puedo creer lo que voy a decir... pero este café está buenísimo. Espero me invites más veces, príncipe. — habló el rubio de piel pálida, apretando una de las mejillas del castaño, haciendo que éste se sonrojara.

— Por todos los cielos, si iban a hacer una escena así, ¿porqué no mejor en su casa o en otro lugar? Me pone muy avergonzado. — los miró asqueado el pelinegro, quién saludo con la mirada a Jimin, quien estaba atendiendo a otra mesa.

—Ah, cállate Jk. Muy bien que deseas hacer lo mismo pero con el chico de por allá. — le miró pícaro Hoseok, quien regresó su mirada a su pareja. —Yoongi, amor, ¿cuándo dijisteque te harías el tinte? — acarició el cabello de éste.

—-Hoy mismo, en la tarde. Quiero ponérmelo de color menta. — respondió, mostrándole una pequeña sonrisa.

— Ya quiero verte con ese color... de seguro te quedará muy bien, cariño.

Hoseok se mordió el labio inferior, provocándo a Yoongi.

— Ugh, ya váyanse a coger... — susurró el pelinegro, apartando la mirada de ellos, dándosela al celular. Empezó a escribirle al de labios gruesos que trabajaba en la misma cafetería.


Se escuchó una risa por parte del joven, quien miró a Jungkook con una sonrisa, haciendo convertir sus pequeños ojitos en medias-lunas. Jungkook se sonrojó y sonrió, mostrándo sus dientes de conejito, provocando que el menor se estremeciera de lo adorable que se veia.

"Me gustas. Me encantas. Me fascinas. Mucho, demasiado, bastante. No sabes cuánto... Eres completamente perfecto." Era lo que pensaba el mayor. Verlo sonreir era algo que empezaba a llenarlo poco a poco... Ya eran cercanos, ya se conocian, ya eran amigos.

Y ese era el problema... Sólo eran amigos.

Eso deprimía a Jungkook. Por un lado, podía hablarle por celular, llamarlo, hacer videollamadas. Jamás se esperó poder hacer eso... De verdad que le debía la vida a SeokJin. Creo que hasta más... Le debe la existencia... Muchas gracias por hacer que nuestro protagonista pudiera estar y ver mucho mas allá de una cafetería al chico que le sacaba suspiros, al chico que quería tanto abrazar, besar, darle mimos y consentirlo siempre.

— ¿Jungkook? — llamó el castaño. —Tierra a Jungkook... — le dió un pellizco en la mejilla, acto seguido, éste le respondió.

— ¿Hoseok? ¿Qué paso? — preguntó el pelinegro, sobándose la mejilla.

—Vaya que ese niño te pone a volar, Jungkook— rió Yoongi. Jungkook rodó los ojos.

En eso llega el rubio a la mesa y se sienta a un lado de Jungkook. Éste sonrie, formando un sonrojo un poco notorio en sus cachetes. El menor lo miró con ternura.

— Hola Hoseok hyung, hola Kookie hyung... — saludó de manera tímida. — Me senté aquí porque quiero conversar y porque estoy muy cansado... y eso que apenas empieza el día... ¿no los molesta?

—Para nada, Minnie. —la respuesta llegó de manera rápida, por parte del tatuado. Jimin sonrió y abrazó el brazo del mayor.

El rostro de Jungkook llegó al límite del sonrojo cuando el rubio se acostó en su brazo, aún abrazándolo. Las caras de la pareja en frente contenían las ganas de gritarles que se besaran de una vez. SeokJin y Taehyung veían desde la caja la mini escena en aquella mesa y no dudaron en tomar fotografías. El peliazul con ganas de chillar, mientras el pelimorado se decía a sí mismo: "Eres grande, eres un dios, eres un genio, SeokJin."

Pasaron más o menos 3 minutos antes de que el empleado se levantara de aquella mesa y volviera a su puesto de trabajo, no sin antes sonreirle al pelinegro, guiñando un ojo. Yoongi empezó a golpear a su amigo de manera divertida y pícara.

—Ese es mi hijo, mierda. Juntando ganado. A tu edad tenía más de 5 chicos como ganado y a los 5 los tuve por 1 día. Los mejores 5 días de sexo de mi vida — sonrió victorioso el menor de estatura, sin ver que su pareja tenía la mirada furiosa pero feliz al mismo tiempo.

—Abstinencia. 5 meses. Ya. —fue lo único que tuvo que decir Hoseok para que su novio se le arrodillara ante sus pies para rogarle no le diera abstinencia, pero Hoseok estaba decidido.

—Mi amor, mi vida, mi príncipe, mi bebé, dulzura, cariño, melocotón, cielo, el amor de mi vida, la madre de mis hijos... no me des abstinencia. —rogaba el pálido.

—No. ¡Nos vemos Kook!— sonrió al nombrado mientras se iba con un Yoongi abrazado a su pierna derecha, fingiéndo llorar.

Se escuchó un grito a las afueras del local, un grito al que Jungkook no pudo evitar reirse.

A los lejos se encontraba Jimin, viendo cada detalle del mayor. Le parecía bastante atractivo, tenía una belleza natural diferente a las de otros hombres coreanos, ya que éste no parecía coreano pero lo era. Le estremecía el hecho de mirarlo a los ojos por mucho tiempo... su mirada era penetrante. Mucho. Y eso le encantaba, de alguna forma.

—Jiminnie, deja de pensar tanto en Jungkook y ven a servir estos pedidos. — se le acercó el pelimorado, despertando al menor de los dos.

— Es que me parece lindo el hecho de que al no tener una belleza natural como la que conocemos, tiene una belleza que me deja sin palabras... Adoro sus tatuajes, el los hace lucir tan bien. No parece real pero lo es... —le respondió el menor.

— ¿Porqué no mejor vas allá y le invitas a una cita?—sonrió Seokjin, provocando que el rubio se sonrojara fuertemente.

— No creo que acepte. Se ve que después del desayuno estará muy ocupado. — respondió.

—Son amigos, seguro te hace un espacio un día de éstos para salir. —le entregó SeokJin unos platos— Ahora, este café va a la mesa 8, el pastel y el americano en la 12, un caffé latte en la 1 y los dos frappés sorpresa en la 17. Se enfría, apurate.— rió y éste le miró mal, pero con un toque de diversión.

El día pasó rápido para Jimin, quién ya iba a cerrar el local. En eso nota una silueta en la puerta. Era Kook.

—Hola, Minnie.— saludó.

—Hola. ¿Pasa algo? — pregunta el rubio, algo confundido.

—Es que... Q-Quería saber si... ¿quieres ir a una salida conmigo? —tardó un poco en terminar la frase, pero Jimin abrió los ojos como platos mientras formaba una sonrisa.

—¿Será como una cita? —sus ojos tenían brillo, sus mejillas un leve sonrojo y en sus labios una cálida sonrisa.

—...Sí. — terminó el mayor.

—Entonces sí quiero ir a una cita contigo. ¿Cuándo? — el menor buscó su celular para anotar la fecha.

— Sábado. Éste sábado. ¿Nos encontramos aquí? —preguntó el pelinegro. El rubio asintió.— Entonces te espero aquí después de tu turno. Nos vemos. —se retiró.

Jimin se tira al piso, aún sorprendido.

— Es una cita... —dijo para sus interiores, emocionado para que llegue el sábado.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro