Capitulo 5
Quiero gritar.
¡Quiero gritar!
Con la cara enterrada en mis manos, suelto un grito de frustración retenido.
¡No me ha vuelto a hablar ese alfa tonto!
Aún sigue mirándome en los pasillos, varias veces hemos mantenido contacto visual, parece mantener su distancia.
i¿Pero tanta insistencia para satisfacerse con un tonta cita?!
Bueno, cita no le llamaría... Quizá solo una salida, sí.
Pero aun así, ¡¿Por qué estoy molesto?! i¿Por qué lo busco en todos lados también?!
- Uh... Veo que ahora tú también lo miras todo el rato, que ternura. - Jeongin aparece de la nada y ruedo los ojos.
- Cállate.
Cuando volteó hacia el frunzo el ceño al ver un envase plástico y un vaso de bebida para llevar en sus manos.
- ¿Fuiste a comprar merienda?
El me da una amplia sonrisa. Una sonrisa muy
sospechosa. Es su sonrisa de que algo hizo.
- Te lo manda tu alfa. - dice y estira sus brazos hacia mi.
Inmediatamente lo miro con extrañeza.
- ¿Que dices?
-Vino hacia mi, me preguntó si era yo tu mejor amigo o algo y me dijo que te diera esto de su parte. -explicó mientras seguía tendiéndome lo que tenía en mano.
Mi mirada se desvía a los lados, buscándo a ese alfa puro en algún lado.
Lo consigo a lo lejos, en otra mesa con otro alfa al lado, pero me está mirando a mi.
Por alguna razón me siento nervioso. Mis manos sudan un poco y mi corazón aumenta su ritmo. Rápidamente volteo y tomó de las manos de Jeongin ambos envases.
Me siento en la mesa, el envase triangular es
transparente, pero parece tener un papel en la parte de adentro de la tapa, el de la bebida está caliente y desprende esa esencia imposible de no reconocer.
¿En serio era verdad lo de llevarme algo dulce?
Trago grueso, pensando que quizá así podría tragarme mi desenfrenado corazón y a mi omega idiota que brinca emocionado por la atención de la alfa.
Jeongin parece divertido por mi expresión, le doy una mala mirada mientras se sentaba frente a mi con una risa.
Abro dónde está el pastel, es el mismo que pedí hace dos días cuando salimos juntas. Tomo la nota que está en el interior de la tapa.
«Deberias sonreír más, tus dientes son muy bonitos
Atte: tu alfa»
Lo odio.
Lo odio, simple. Un maldito alfa puro, insistente y que solo da cumplidos baratos para tenerme en su cama.
Repito aquello varias veces. No quiero que mi corazón siga latiendo. ¿Por qué alabaría mis dientes? Seguro se está burlando de mí.
Solo hago el papel bolita y lo tiro al suelo, tomo el tenedor que venía con todo y le doy un bocado al pastel.
Oh, Dios, sigue siendo muy rico.
Miro de reojo el envase del café. Lo tomo y lo abro. Inmediatamente esa esencia caliente a café y chocolate mezclados llega a mis fosas nasales.y toda tensión de mi cuerpo desaparece.
Llevo días sin quejarme del olor de ese alfa. Parece que lo ha estado neutralizando, ya que es muy suave.
Así que el tonto de mi omega se siente acurrucado por el aroma de la bebida, por lo tanto, me siento extrañamente relajado. Mis manos empezaron a temblar y mi omega empezó a gritar.
«¡Alfa! ¡Alfa, aroma, ya!»
Quiero sentir ese aroma de ella.
Cierro los ojos y suspiro. Omega idiota, ¿Acaso no ve que si estoy más de tres minutos dentro de ese increíblemente fuerte aroma podría desmayarme?
«¡Quiero aroma de alfa! ¡Abrazos de alfa!»
Si el idiota de mi omega fuese fisica ya lo habría pateado.
Sin darme cuenta, levo más tiempo del que pensé olfateando el aroma caliente que desprende la bebida. Pero me quedo un par de segundos más. Complazco a mi omega de recibir un poco más de su olor, ya que es la única forma de sentirlo que tengo ahora mismo.
¿En serio un predestinado tiene que causar todo esto?
Si ese alfa es tan insistente es porque el idiota de mi lobo vive llamándolo, en las noches llora por el y cuando lo veo chilla cuando no siente su aroma.
Por alguna razón, pienso que lo hace a propósito, que sabe que es la única forma que tengo de sentir su olor. No es igual, para nada, en Hyunjin el olor a café es más marcado y el lejano chocolate es bastante dulzón, en cambio el café en mi mano tiene todo más mezclado, procesado y suave.
¡Debo dejar de pensar tanto en ese tonto alfa!
Tomo un sorbo del café y suelto un pequeño gruñido de satisfacción. El sabor a café es mucho más soportable con el chocolate mezclado y me pernmite tomármelo con tranquilidad.
Por un momento, le agradezco a Hyunjin. Por más que quería no demostrarlo cuando salimos, la comida era deliciosa, una buena merienda para un domingo a las tres de la tarde, pero sigue siendolo aunque no sea domingo.
Inconscientemente, lo busco con la mirada. Sigue en el mismo lugar, el alfa a su lado charla con el, pero nuestros ojos se encuentran.
A pesar de estar lejos, puedo sentir su inquietud, su leve ansiedad por saber que pienso respecto al regalo.
Acepto sonreírle, recordando también la nota que me había dejado. El sonríe ampliamente al punto de que sus ojos se pierden y voltea hacia su amigo para mostrarse feliz.
Jeongin tiene razón, es tierno.
«Alfa bonito..» suspira mi lobo y ruedo los ojos, pues tampoco puedo negar lo que acababa de decir.
Termino la merienda con calma y bastante tranquilidad, siempre olfateando profundamente el café antes de tomarlo. Me siento relajado, creo que llevaba mucho sin sentirme así.
Lo vuelvo a buscar con la mirada, está vez no consigo la suya en mi, pues está charlando con alguien.
Está charlando con Kim Seungmin , el omega bonito y popular un año menor que yo.
«¡Alejar omega de alfa!» suspiro y ruedo los ojos, quito la vista de ahí. Si lo ignoro, quizá mi omega puede dejar la idiotez.
Pero inconscientemente gruño y eso llama la atención de Jeongin .
-¿Todo bien?
-Todo perfecto. -el mal tono que sale de mi no lo noto hasta un par de segundos después y siento hartazgo ante mi omega controlandome.
Jeongin se ve confundida y mira a los alrededores.
-Ah, Kim-entiende y Felix rueda los ojos. - Creo que es el manager del equipo de Volley de ese alfa. Bangchan está ahí.
Mi omega está enojado, casi lo siento golpear mi pecho para que haga algo para alejarlo de el alfa. Pero no podría a mi importarme menos con quién sea que se esté metiendo Hyunjin y no me importa lo mucho que mi lobo se queje.
Si Hyunjin se va con otro omega, es mil veces mejor y menos molesto.
Mi lobo se entristece ante ese pensamiento y ruedo los ojos cuando siento un nudo en la garganta.
-Relájate, fiera, el alfa de al lado parece tener corazones alrededor, no tu querido alfa. -Jeongin comenta y miro de nuevo hacia allá, pues si, el alfa extranjera al lado de Hyunjin parece intentar hablar de forma torpe con el
omega mientras Hyunjin solo se ríe.
-No me importa nada de eso. -digo y me levanto dispuesta a botar la basura e irme rápido de ahí.
Jeongin me mira con diversión y me empieza a resultar algo irritante.
Pues si, estoy molesto, pero es solo porque el idiota de mi omega está celoso.
Me pregunto cuando dejará de estar detrás de ese alfa. Espero abra los ojos pronto.
Por primera vez en dos días, siento ese inconfundible aroma detrás de mi. Está suavizado, no lo siento casi. Al parecer otra vez está usando un neutralizador.
-Hola, Felix. -saluda.
Volteo hacia el. Tiene las manos en los bolsillos y mira a cualquier lado que no sean mis ojos. Trago grueso. Siento mi corazón en mi garganta.
-Hola, Hyunjin-devuelvo el saludo y, tras unos segundos de silencio, continúo-. Gracias... Por la merienda. No tenías por qué mandarlo con Jeongin .
Sus ojos se iluminan y me mira con estos abiertos, una mezcla entre impresionado y alegre. Su extraña felicidad me invade también, puedo sentirlo. El rasca su nuca con una sonrisa de un lado con algo de nerviosismo antes de volver a mirarme.
-Creí que no querrías que me acercara... O algo así. - murmura.
Me encojo de hombros. No voy a admitir para nada que esperaba que siguiera buscándome luego de nuestra salida. Igualmente solo era la tonto de mi lobo el que lo buscaba... Cómo siempre, supongo.
-Mientras tengas tu aroma así, supongo que está bien.
Su expresión se entristece un poco.
-Bueno, solo quería saber si te agradó el regalo - murmura sin mirarme.- Nos vemos el lunes, Felix.
Hace una pequeña reverencia para voltearse.
¿Solo eso piensa hacer? ¿No va a intentar salir conmigo otra vez? ¿No va a hacer sus idioteces de alfa ni a tratarme de omega? ¡Maldita idiota indescifrable!
Gruño con algo de molestia.
-Oí que juegas Volleyball. -por alguna extraña razón el comentario sale de mi sin darme cuenta.
El voltea y me mira con algo de confusión.
Créeme que estoy igual de confundido que tú.
-S-Si... Tenemos un equipo varias de aquí. dice. De hecho, voy a practicar ahora.
«Alfa atleta...» logro detener a el idiota de mi omega antes de que empiece a imaginar al alfa en ropa de deporte y sudado (cabe destacar que ya es tarde).
-Siempre he sido pésima con los deportes, -añado, pues no es mentira. La última vez que busque un balón me tropecé conmigo mismo al primer paso.
El me da una sonrisa cálida.
-Quizá algún día pueda ayudarte con eso. -dice con precaución a mi reacción, pero no consigo ánimos de responderle mal, no cuando fui yo quien empezó la conversación.
-Puede que algún día vaya a ver.
El me sonríe ampliamente, como esa sonrisa que me había dado más temprano, una sonrisa cuadrada que deja sus ojos casi invisibles.
Sí, definitivamente es bastante tierno.
-Bueno, Felix, me tengo que ir. El lunes quizá también te traiga algo.
-Lo estaré esperando.
Me atrevo a darle una sonrisa que el corresponde antes de irse. A pesar de los neutralizadores, sigo sintiendo su aroma a felicidad.
Miro el techo, como si algo interesante hubiese en el más que un vacío blanco oscurecido por la falta de luz. No siquiera está la simpática familia de arañas debido a que fui gritándole a mi madre que las quitara.
No puedo dormir y mi mente aprovecha esto para vagar en ese alfa pura.
Nuevamente siento mi corazón latir y mi lobo parece igual de despierto que yo.
Suspiro y por un momento pienso, ¿Qué pasa si cedo? No tengo ni idea pero un escalofrío recorre mi cuerpo y me pone los pelos de punta al pensar en alguna cosa mala.
¿Me haría daño si lo llego a rechazar de verdad? iMe forzaría a algo solo porque ahora le di señales de que me agrada? ¿Su insistencia dejará de ser tierno y con su debida distancia en algún punto?
Se supone que encontrar a mi predestinado sería el mejor momento de mi vida.
Me veía de la mano con un alfa común, de esas que no destacan casi, muy normales, muy tranqtuilas. Con un encuentro dramático dónde terminemos mirándonos durante minutos antes de que me invitara a salir y el resto se diera por si solo.
Con Hyunjin fue así, algo dramático y luego me invitó a salir, pero, es decir, ¡Es un alfa puro! ¡Me llamó como su omega de la nada y me marcó con su aroma!
Además de que su olor me causa mucha molestia.
Llevo mi mano hasta mi cuello, acaricio esa cicatriz que siempre evito de algún modo. Mi loba tiembla ante malos recuerdos.
Suspiro y pienso, ¿Por qué justo tenía que ser un alfa de sangre pura? Perdonaría todo si no estuviese tan asustada de lo que podría hacerme por sus instintos.
Hyunjin es atractivo y muy lindo. No me cabe duda de que también puede ser detallista y atento. Pero no quiero relacionarme con el. No me importa nada, no quiero relacionarme con el sabiendo su parte en la jerarquía.
Lo siento, pequeño lobo. Pero no voy a acercarme de más a ese alfa.
«P-Pero, es mi alfa...»
Suspiro y me enrollo en las sábanas. Una repentina tristeza me invade, otra vez mi omega controla mis emociones.
No sé que hacer.
Me asusta relacionarme de más con ese alfa, pero tampoco quiero caer en depresión por culpa de mi lobo.
Cierro los ojos, pero detesto no poder dormir de inmediato para soñar que soy un astronauta que arma una fiesta de té en la luna y olvidarme de este revoltijo de emociones.
Solo dejaré que pase lo que pase, lo único que haré será mantener distancia.
Cualquier falta de ortografía o nombres no coincididos se editarán al finalizar la historia.
🌊 Cuanto tiempo, paso por aquí para avisarles que se estará actualizando la historia hasta nuevo aviso. Debido a algunos inconvenientes se actualizará hasta que tenga todos los capitulos completos, con los nombres y corregidos.
Nos vemos compita
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