Capitulo 14
—Hyunjin, tengo que hablar contigo. —trago
grueso cuando el firme tono de voz de mi hermano me sobresalta.
He tenido una semana maravillosa, siento que he dado finalmente el paso que me hizo entrar en la vida de Felix de forma oficial, mi lobo está feliz, yo estoy feliz. No necesito esto ahora.
—¿Sí, Hyung? —no sé qué me quiere reclamar, he ocultado muy bien el supresor...
—¿Puedo saber exactamente cuando fue tu último celo?
Siento cada parte de mi cuerpo tensarse ante la pregunta y volteo hacia Taemin, quien me mira de forma dura desde la puerta de mi habitación. Me siento increíblemente intimidado ante el.
Por unos momentos me quedo callado. No sé si responder con la verdad, aunque lo más probable es que ya mi hermano haya notado la ausencia de mi celo y por ello me está reclamando.
Decido no mentir, inhalo hondo.
—Cinco de agosto.
Taemin suspira con frustración y acaricia su entrecejo con dos de sus dedos.
—Sabes bien que ya han pasado más de dos meses, ¿Verdad?—me pregunta lentamente, yo solo asiento—. Y sabes que debería de ser cada cinco semanas como máximo, ¿Verdad?
Trago grueso, intento prepararme mentalmente para la ola que se viene.
—No creas que no noto que casi no se siente tu aroma todavía. Sigues tomando supresores, Hyunjin. ¡Los dejaste para que no pasara esto y mírate!
—No estoy—...
—¡Por supuesto que aún los estás usando, Hyunjin! El retraso del celo es el principio, ¡Te vas a pasmar, desmayar, estás en pleno desarrollo por Dios! —cada palabra que suelta me hace sentir más y más pequeño—. i¿Por qué es tan importante para ti usar esto ahora?!
Sus cuestionamientos bruscos me causan dolor de cabeza. Quiero que pare, no lo entiende, no lo entiende. Solo me siento vivo cuando estoy cerca de Felix...
—Por favor, Hyung... —no sé exactamente que significa ese ruego con voz rota, ¿Que se calle o que me escuche? Creo que son los dos.
Taemin me sigue mirando, su aromay ojos ardiendo en molestia me hacen sentir intimidado y pequeño. El único alfa que me hace sentir inferior e intimidado es el.
—¿Por favor qué, Hyunjin?
—Tae, encontré a mi predestinado.
Por un momento un silencio sepulcral adorna mi habitación. Tae frunce el ceño.
—Por favor, Hyunjin. Eso no existe, son tontas
leyendas urbanas. ¿Eso que tiene que ver? —aprieto mis labios con molestia y respiro hondo.
—el es muy sensible a mi aroma y yo.. yo quiero acercarme a el, pero no puedo sin tener ni un poco de eso encima.
—¡Todo esto es por un omega, Hyunjin?! —su grito me hace encogerme aún más.
—Tae…
—¿Qué pasa aquí? —es mi madre quien aparece en la puerta de mi habitación con semblante molesto—.¿Cuál es el griterío de ustedes dos?
Taemin me mira con su ceño fruncido más suavizado. A pesar de todo, el no le había dicho a mi madre que es lo que está pasando conmigo.
Sin embargo, parece que se hartó.
–Hyunjin está usando neutralizadores en exceso, mamá. Ya está teniendo problemas, lleva más de un mes de retraso en su celo.
Ante la presencia de ambos, me siento muy pequeña, mamá me mira con una pizca de preocupación y molestia y solo puedo sentarme en mi cama y tapar mi rostro.
Me siento molesto, triste y frustrado. No puedo hacer nada más, mi lobo ruega por Felix y si lo ignoro es peor que usar un poco de neutralizador.
—Hyunjin, ¿Eso es cierto?
No veo caso en negarlo. Asiento.
—Lo dejaste tras el primer indicio de que ibas a estar mal, vuelves por un omega?
—¿Es por el omega que me contaste?—ahora mi madre se dirige a mi.
—¡Creí que eras más maduro que esto, Hyunjin!
—¡Ya basta!—grito en un intento de parar las constantes voces, las lágrimas ruedan por mis mejillas por la presión y los reclamos y solo tapo mis oídos para no escuchar las habladurías.
Para mí suerte, se hace un silencio, mi madre y Taemin se quedan callados al verme llorar. Yo no adoro el neutralizador, yo no adoro hacerme daño. Solo quiero que mi lobo se sienta feliz al poder estar cerca de Felix , solo quiero sentir a mi lobo. ¿Pueden si quiera intentar entenderme o escucharme al menos?
Cuando el silencio parece fijo, respiro hondo antes de hablar.
—Encontré a mi alma predestinada. No me importa si es un mito o una leyenda, pues conseguí al único omega que ha logrado despertar mi lado animal explico tranquilamente, mi tono y ánimos se encuentran por el subsuelo y eso se nota en mi voz—. El es muy sensible a mi aroma, y al ser tan fuerte por mi casta, no me puedo acercar a el sin que sufra algún malestar. Solo quiero acercarme a el y conocerlo más, y solo me cuesta un poco de neutralizador, ¿Es mucho pedir?
—No tienes porqué hacerlo por un omega, Hyunjin —ahora Taemin me habla más calmado—. Te estás haciendo daño. Así el te haga conectar con tu loba, no vale la pena si ni siquiera te puedes acercar a él.
—No lo entiendes, Tae. Me siento vivo con el, mi lobo me pide por el. No soy capaz de mirar a otros omegas y solo pienso en el todo el tiempo —respiro profundo para retener mis lagrimas——. No hagan que me aleje de el, no cuando el me está aceptando en su vida… inevitablemente mi voz se rompió un poco.
—Vale la pena tener consecuencias feas a largo plazo solo por hablar con un omega, Hyunjin? —es mi madre quien pregunta cautelosamente.
Por supuesto que no, aún tengo un cuerpo en desarrollo, también es peligroso el retraso de mi celo, sí. Pero solo quisiera estar con el.
—¿Pueden dejarme solo? —pregunto, para mí Sorpresa, asienten antes de irse.
Ya solo en mi habitación solo puedo tirarme en la cama y llorar. No he logrado acercarme por completo a Felix sin una pizca de neutralizador. ¿Por qué justo cuando el me deja acercarme? ¿Por qué justo con un gran avance?
Yo no pedí tener un aroma tan fuerte y dulzón, yo no pedí que justo mi alma predestinada sea hipersensible a ello, yo no pedí sentirme tan desconectado de mi lobo hasta que conocí a Felix.
Dejando las lágrimas con mi almohada, me permito desahogarme por la frustración que siento en mi.
Al llegara la cafetería, es la primera vez que me siento desanimado al comprar algo para Felix. Pensaba que está vez podría sentarme a comer algo con el y charlar. Pensaba que iba a poder caminar junto a el y volver a tomarlo de la mano, no que volvería a pedirle el favor a Jungwon que le dé lo que yo le compré.
Podría acercarme a el, o hablarle manteniendo mi distancia, pero me encuentro tan desanimado que no puedo hacer nada de eso.
Hoy tampoco habría práctica por mantenimiento del gimnasio, así que solo me queda llegar a casa y deprimirme.
Por mi cabeza no pasa ni la idea de salir con otro omega. Podría tener en frente al mejor de todos que aguante mi aroma y no huya de mí e igualmente seguiría prefiriendo conocer y descifrar a Felix.
Aunque ahora parece que volvimos al inicio.
—Chico, ¿Murió alguien?
Ni siquiera las tontas ocurrencias de Jisung mne hacen reír.
—Sí, yo. —es lo único que digo antes de pegar mi cabeza a mi mesa y dejar deprimirme. No presto atención a la clase, no hago apuntes. Solo quiero que acabe ya el día e irme a mi casa a llorar.
Todo el día he hecho lo posible para no ver ni buscar a Felix. No lo quiero ver y luego sentirme peor por no poder acercarme. Quizá incluso me hubiese dejado besarlo hoy.
Cuando siento su aroma intento no inhalarlo y huyo de él, lo siento a la espalda, no quiero voltear, no quiero verlo, no quiero verlo y sentir que no puedo hacer nada. Huyo como un maldito cobarde deprimido.
Sin embargo, en un pasillo casi desierto, siento su aroma a mi espalda otra vez, pero antes de huir lo escucho.
—¡Hyunjin!
Me está llamando.
Tragó grueso y simplemente detengo el paso, sigo sin querer mirarlo, no quiero. Menos cuando su aroma se acerca más y más..
—Tú! ¡Estúpido!
¿Qué?
Volteo hacia el y mi corazón se parte incluso más cuando veo sus ojos brillantes por lágrimas. Abro los ojos e intento acercarme pero, como siempre, el retrocede unos pasos.
¡Está llorando! ¿Es mi culpa? ¡Dios!
—No me equivoqué contigo, idiota.. —el murmura con rabia y abro los ojos.
—F—Felix, ¿De qué hablas?
—i¿Después de ayer me evitas así?! ¡¿Es en serio?! iTienes alguna puta idea de lo que me cuesta confiar en ti para que luego me hagas esto?!
ii Qué?! No puede ser!
Intento de nuevo acercarme a el pero vuelve a
retroceder.
—Felix…
—Me endulzas así y luego me evitas, ¡Eres asqueroso! — las lágrimas empiezan a brotar de sus ojitos y solo puedo entrar en pánico, mi pecho duele y siento un horrible terror. No creí que se lo fuese a tomar tan mal.
—Felix, por favor, no es eso. Es que—.. intento
tomar su mano pero él se zafa de mi agarre y vuelve a retroceder.
—Eres la mierda que pensé que eras! ¡Un maldito alfa pura que solo se quiere aprovechar de mí! ¡Pues jódete mejor!
Siento por un momento un terror horrible cuando el se da la vuelta. Corro hacia el, tomo su brazo para voltearlo, tomar su rostro y darle un beso.
El beso no dura nada, el empuja mi pecho y se aleja de mi.
—Felix, escúchame, ¿sí?
El beso pareció haberlo tranquilizado un poco. Al menos ya no se ve tan molesto. Me alejo de el y permanece parada con mala cara.
—¿No recibiste lo que te compré?
—Ni siquiera dejaste una nota. —el murmura y yo trago. Es cierto, no tenía ánimos para escribirle algo.
Ahora mismo quisiera ir y abrazarlo o besarlo más para tranquilizarlo, pero no puedo, no puedo y eso me molesta profundamente.
—Perdóname, Felix. Hoy ha sido un mal día para mí. Sin embargo, mis palabras no parecen tranquilizarlo, el se tensa——. Tengo libre hoy después de clase, ¿No quieres que salgamos juntos? Me gustaría hablar contigo, Lix.
El se queda callado unos segundos con la mirada pegada en el suelo. Realmente odio no poder acercarme a él y tomar sus manos para tranquilizarlo.
—Dónde? —su voz sale en un murmullo a penas audible. Sonrío al saber que ha aceptado mi propuesta.
—Solo algo simple, Lix.¿Te gustaría un helado? Noto en su aroma y el lindo brillo de sus ojos que le entusiasma la idea. No puedo evitar sentir mi corazón latir ante su bonita expresión.
Hay un silencio, por unos segundos. Un silencio que me resulta algo incómodo. Sin embargo, noto a Felix inflar el pecho y se acerca a mi.
Antes de notar algo, sus labios se posan en mi mejilla. Rápidamente se aleja de mi y recupera el aire.
¿Me besó sin respirar?
Mi corazón late con fuerza y siento mis mejillas
sonrojadas. Mi sonrisa parece estar tatuada en mi rostro. El me da una sonrisita de labios juntos y se va.
Eso sin dudas me subió completamente el ánimo.
A pesar de que Felix aún busca la mínima excusa para seguir rehusándose a acercarse a mi. Desde ayer sé que al menos intenta ceder más a mi, y eso me pone feliz. Aunque me hubiese gustado más darle un buen abrazo para que sepa que mi mal humor no significa nada malo hacia el.
Después de unos cuantos minutos en la entrada, logro sentir como el dulce aroma a caramelo de Felix se cuela en mi olfato, por lo que no puedo evitar sonreír y mirarlo mientras se acerca a mi.
Ninguno dice ni hace nada, el no se acerca más por mi aroma y simplemente nos sonreímos mutuamente antes de tomar camino uno al lado del otro.
A pesar de que me frustre la distancia, no hay nada que pueda hacer ya mismo, así que solo me dispongo a disfrutar el momento de caminar junto a el en silencio, aunque sé que sería mil veces mejor si fuese tomando su mano.
Cuando llegamos a una pequeña y bonita heladería, el pasa primero, sus ojos al mirar el lugar se iluminan de forma tierna y solo puedo sonreír ante lo precioso que el es.
Mira los dulces, los trabajadores y los menús en pantallas de televisión y sonríe ampliamente.
Me gusta verlo así, feliz, feliz de un modo infantil y muy bonito.
Ambos tomamos asiento en una mesa, al ser día de semana no hay tanta gente, así que no estamos rodeados ni hay mucho ruido. Cada uno se sienta a un extremo de la mesa y me dispongo a ver cómo el chico más bonito que alguna vez pude ver empieza a mirar el menú con un brillo en sus ojos que parece el de un niño pequeño emocionado.
Si el me pide toda la heladería se la daría, no sé cómo, pero lo haría, así me tuviese que quedar trabajando aquí de por vida para pagarlo todo.
Luego de pedir, solo puedo mirarlo, se ve precioso hoy con su cabello suelto, lleva el collar que le regalé. La forma de sus labios me parece preciosa y adoro sus lindos cachetes.
El levanta la mirada hacia mi y solo puedo reír con nerviosismo cuando nota que quizá lo estoy mirando de más. Intento evitarlo mirando yo misma el menú a pesar de ya haber pedido.
Tengo una pregunta para el, pero se queda atorada en mi garganta. Inhalo hondo y me atrevo a conseguir su mirada.
—Felix, ¿Puedo preguntarte algo? —pregunto, al parecer capto su atención y el asiente—. ¿Hay alguna razón por la cual seas tan sensible a mi aroma?
Mi pregunta parece tomarlo por sorpresa, el abre los ojos y desvía la mirada. ¿Es una pregunta sensible? Temo haberlo incomodado.
Una amable chica deja nuestros pedidos, rompiendo el hielo tenso que se armó tras mi pregunta. Felix no dice nada durante unos segundos mientras observa atentamente su brownie con helado.
Cuando abro la boca para disculparme, el habla primero.
—Soy sensible a los aromas de los alfas puros en general —toma una cucharada de su postre antes de continuar—. Son muy fuertes y yo desarrollé un olfato hipersensible al ser expuesta a esos aromas tan intensos.
Es lo único que dice, sin expresión. Continúa comiendo y la verdad es que quedé con más dudas que respuestas.
¿Expuesto a esos aromas? ¿A qué se refiere?
—¿Cómo que expuesto a esos aromas? —me atrevo a preguntar con precaución.
Felix me mira, parece neutral, pero noto en su mirada un brillo triste y siento en mi pecho que si le afecta.
—Sí, estuve expuesto a esos aromas hace un tiempo. – noto en su tono y forma de hablar que quiere que cierre el tema, y lo hago.
—Gracias por decirme. —digo de corazón. Parece tonto, pero me guste que Felix confíe en mí lo suficiente para aunque sea no evitar completamente la pregunta, a pesar de que quedé con esa espina de curiosidad—. Lamento lo de hoy, los neutralizadores me están haciendo daño y debo dejarlos completamente. Me frustró no poder acercarme a ti y por eso decidí evitarte, fue algo tonto.
—¿Tanto así? —el parece genuinamente preocupado. Le doy una sonrisa algo triste y asiento.
—Sí, no quería hacerlo, me gusta estar cerca de ti. — comentó en un murmullo sin mirarlo.
—A mi también... —si no tuviese un buen oído, no lo hubiese escuchado, lo dijo en a penas un susurro y mi corazón late como un loco desenfrenado.
Sonrío ampliamente. A pesar del poco contacto físico, me siento mucho más cercano a Felix.
Cualquier falta de ortografía o nombres no coincididos se editarán al finalizar la historia.
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