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AVISO: Esta adaptación viene de un fic GL por lo tanto ahi pronombres femeninos que se me van incluso los nombre, espero entiendan que no siempre veo los errores y les agradeceria que me dijeran en donde estan estos, gracias.

Lobo idiota.

¡Lobo idiota! ¡Lobo idiota!

¡¿Cómo es posible que le haya gruñido a Serim?!

Ay, Dios, fue la cosa más vergonzosa del día.

¡Además justo cuando vino ese alfa puro idiota para que mi tonto lobo otra vez estuviera soltando corazones y suspiros! ¡Más porque ahora sí pude sentir su aroma!

Lobo idiota, lo odio.

—¿Pasa algo?

—No estoy de humor, Jeongin. —mascullo ante sus intenciones de burlarse de mí.

—¿Qué pasó? ¿Volverás a salir con tu cuchurrumi?—burla.

Siento una punzada de estrés en mi cabeza. ¡Este idiota!

Christopher me invitó a acompañarlo a su práctica. —recalco el nombre de ese alfa, algo que parece darle mucha ridícula gracia a Jeongin.

—¿Práctica de que? No me jodas que estás con un futbolista que te va a dedicar goles. — habla, perplejo.

Ruedo los ojos.

—No estoy con el y juega Volleyball.

—Los hombres que juegan Volley son muy sexys, Seungmin, intenta no entrar en celo ahí mismo —me da una sonrisa entre burlesca y sugerente y solo suspiro para drenar las ganas que tengo ahora mismo de golpearlo.— ¿Eso te tiene con esa cara? La última vez que saliste con el te veías brillante, con tu mala cara pero brillante.

Ruedo los ojos y por un momento me pregunto si es buena idea contarle.

—Es solo que la cagué con un alfa. —admito y el me mira, curioso— Park se me acercó y hablamos un poco, pero cuando ví a Christopher mi lobo simplemente hizo todo lo posible por rechazar a Serim y al final le gruñí sin querer. —murmuré, afligido.

—Es normal, no es tu noviecito.

—¡Jeongin!

El se encoge de hombros.

—Cuando tu omega se encapricha con algo, no puedes hacer nada al respecto. Si a tu lobo no le agrada Serim, no va a dejar que pase nada.

—Serim es amable y un simple y aburrido alfa común, mi lobo debería quererlo a el y no a ese alfa puro idiota.

—Bueno, dicelo a tu lobo, no a mí. —saca su celular y le pone su atención a él—. Yo sigo diciendo que le des una oportunidad a ese alfa puro. Se ve puro de corazón también.

—Como si un alfa pudiese ser "puro de corazón"—ruedo los ojos.

Hablar con Jeongin se está volviendo como hablar con una pared últimamente.

Hoy pude sentir el olor de Christopher cuando se me acercó. Sin embargo, no era igual de fuerte que la primera vez. Al parecer sigue usando neutralizadores.

Mi lobo se sigue quejando un poco, el odia esas cosas, jamás las uso. Pero detesta mucho más no sentir a Christopher, pero yo me alegraba de que fuese así. ¡Porque de seguir siendo así no le hubiese gruñido a Serim!

Dios, eso de verdad que fue muy vergonzoso. Mi lobo solo gritaba una y otra vez que "su alfa" estaba cerca y que ahora sentía su olor más nítido. Llegó a un punto que cuando rechacé si quiera voltear a ver a Christopher, mi lobo gruñó cuando Serim se acercó un poco.

¡¿Es que no lo notas, tonto?! Serim es un alfa común, dulce y nada insistente y torpe como Christopher. ¡¿Por qué estás tan encaprichado?!

Ojalá fuese la única vez que me lobo se muestra agresivo por culpa de ese alfa puro. Cuando se me acercó a preguntarme algo el misma omega que días antes había hablado con Christopher, me comporté inexplicablemente grosero por culpa de mi tonto omega.

«¡Omega tonto cerca de alfa!» ruedo los ojos, ignorandolo.

¡No nos debe importar! Fui grosero sin razón.

Mi discusión interna para cuando estoy esperando a Christopher. Me siento extrañamente ansioso. ¿Por qué acepté venir? ¿Por curiosidad? ¿Lástima? Quizá sea una mezcla entre las dos, me causa curiosidad ver un entrenamiento de cerca y a la vez me da algo de lastima esa cara de cachorro suplicante que Christopher tenía.

Quizá también me dé algo de curiosidad verlo jugar.

Levanto la mirada y ahí está, Christopher se acerca hacia mi con una amplia sonrisa y un bolso colgando en su hombro.

—Hola, Min.

¿Acaba de abreviar mi nombre?

De aquel modo solo me llama Jeongin muy pocas veces, pero extrañamente algo en su voz me hace sentir mis mejillas arder. ¡Estoy sonrojado! ¡Jesús, que vergüenza!

Volteo el rostro para evitar que me vea así, es vergonzoso y ridículo.

—Oh, yo... Lo siento... —lo oigo murmurar, se escucha desanimado—. Creo que me pasé de confianzudo. ¿No te gusta que te llame así?

En realidad, sí.

—Me da igual. —me encojo de hombros y me volteo, realmente hago todo lo posible para que no vea lo mucho que me afecta—. ¿Nos vamos?

El camino es silencioso, pero no es incómodo, Christopher desprende un aura de emoción infantil que por más que quiera negarlo, es bastante reconfortante. Sin mencionar que el suave aroma a mi café favorito es suave y un poco más notorio. Mi lobo está feliz, está cerca de el alfa y lo puede olfatear. Supongo que así se calmará un poco.

Por un momento pensamientos abruman mi cabeza, ¿Y si no me está llevando a ninguna práctica? ¿Y si simplemente he sido muy blando e ingenuo? Christopher es muy entusiasto para ser una personalidad real.

Caminando, me alejo unos pasos de el, desconfiado y analizo bien las calles.

Sin embargo, a los pocos segundos, me noto cerca de el otra vez, bastante, nuestros hombros se rozan y solo puedo pensar en que es culpa de la acera, muy pequeña para ir dos personas lado a lado, si, es eso.

Sin embargo, el roce de nuestros brazos me crea la creciente necesidad de tomar su brazo. Suspiro, definitivamente Jeongin tiene razón y debería empezar a buscar alguna pareja, pero Christopher solo está atrasando eso.

Mi lobo amenaza con gruñir y ruedo los ojos, se perfectamente que el quiere que la primera opción para una pareja sea Christopher, pero todo está mal con eso, es un alfa puro, es muy torpe, insistente y ni siquiera la conozco bien. Hablamos un par de veces pero no puedo conocerlo bien.

¿De que me sirve saber que es un amante de las películas, los videojuegos y los animales? ¿De que me sirve saber que ama a los gatos y que quisiera tener uno a pesar de ser alérgico a ellos? ¿O saber que de pequeño tenía una manta que juraba que la hacía invisible y en navidad la usó para que Santa Claus no la viera pero el sí verlo a él?

Bueno, quizá presté más atención a nuestras charlas de lo que pretendía hacer. Pero todas son anécdotas de el pequeño, ¡Todos cambiamos! Quien sabe en qué clase de alfa puro, impulsivo e idiota se pudo haber convertido.

Es decir, ¡Es un alfa puro de dieciocho años! Alfa, puro dieciocho años, ¡Todo apunta a qué está en la etapa más idiota de toda su vida! ¡Y eso que no ha llegado a los veinte!

Todos mis pensamientos se esfuman repentinamente cuando siento una mano tomar la mía, y esa tonta calidez que me brinda se posa en mis mejillas.

¡Me está tomando de la mano! ¡¿Cómo se atreve?! ¡¿Qué le pasa?! ¡¿Cómo se atreve a tomarme con su ridículamente grande, suave, cómoda y cálida mano?!

Pff, su mano es muy grande comparada con la mía.

¡Pero ese no es el punto!

Volteo a verlo, me es inevitable no hacerlo. ¡Parece un tomate! Dios, se ve muy tonto, ¡Y a la vez tierno! ¡¿Cómo puede un alfa puro ser así?! Sin dudas es irreal. ¡Estoy seguro que está actuando!

Respiro hondo para intentar calmarme, estoy tan escandalizado que me corazón late muy deprisa. ¡Ni hablemos de mi tonto omega que está pegando ridículos brincos y chillidos felices, por favor!

La caminata me resulta eterna, hasta que finalmente logró ver un gimnasio. Christopher tira de mi mano para llevarme hacia él.

—Somos un buen equipo independiente, aquí entrenamos. —sonríe, y quiero golpearlo por lo linda que es su sonrisa. ¿Los alfas idiotas tienen que sí o sí ser lindos acaso?

Abre las puertas y quedó fascinado por el lugar, es grande, algunos chicos parecen practicar jugadas sobre la red y otros hacen ejercicios. La cancha es grande y los techos altos, logró ver un lugar desde el cual un par de chicos más jóvenes observan.

—¡Eh! ¡Christopher! —saluda un chico desde la cancha que fácilmente puede tener la misma altura que el. Su saludo llama la atención de la gran mayoría de presentes que empiezan a saludar a Christopher con amplias sonrisas.

—¡Capitan! —sale un alfa, coreano, inmediatamente la logro reconocer como su amigo, ese que siempre está con el.

—Hola, Changbin. ¿Todo en orden?

—Si quitamos a el idiota de Hwang, sí, todo en orden. —guiña y me voltea a mirar—. Oh, ¿Trajiste a tu omega? Se ven muy lindos de las manos. —ríe y su recordatorio me hace notar que no he soltado en ningún momento a Christopher.

Inmediatamente separo mi mano de la suya, ¿Cómo puede ser que no la he soltado? De verdad que he estado muy distraído.

Antes de que me defienda diciendo que no soy su omega. Christopher es quien habla.

—Es Seungmin, es solo una amigo. —sonríe, pero noto esa sonrisa poco sincera por alguna razón.

Me siento pequeño de repente, hay muchos olores mezclados y siento muchas miradas sobre mi. Sin embargo, Christopher me toma de los hombros y solo ese toque me hace sentir un poco más protegido de algunas intensas miradas.

—Felix-shine, ¿Podrías cuidar a Seungmin un momento? Me iré a cambiar. —llama a ese omega tan irritante que mi lobo detesta.

Oh, cierto que Lee es manager del equipo.

—Lo haré, hyung. —el omega australiano le sonríe ampliamente, sonrisa que el alfa le corresponde antes de soltarme e irse—. ¡Hola, Seungmin hyung! ¿Cómo estás?

Mi omega gruñe, pero afortunadamente logro retenerlo.

—Hola, Felix, supongo que bastante bien.

—¡Me alegro! —sonríe—. ¿Y eso que viniste con Chan?

Bien, se llaman por apodos mutuamente, está perfecto, sí. A mí no me molesta, es a mi lobo, claro.

El empieza a caminar y yo lo sigo.

—El me invitó a verlo jugar. Y como estaba libre solo acepté —me encogí de hombros.

—¡Hey! ¡Felixie! —el alfa amigo de Christopher llama desde la cancha—. ¡Te dedico esta!

Toma carrera, pero cuando salta a hacer un remate, el pase llega demasiado tarde. Quien le había hecho el pase era también un alfa, quizá más alto que Christopher, de cabello rojo y mirada inexpresiva.

Ante su rotunda falla, Changbin (creo que era así) pisotear el suelo de mala gana y le dedica una mirada asesina a su compañero, quien parece ignorarlo.

—¡¿Qué clase de armada fue esa, Hyunjin?! ¡¿Fue para una tortuga acaso?! ¡Fue pésima!

—El atacante también debe acomodarse a la forma de jugar del armador. —es lo único que dice el alfa alte en su defensa, se encoge de hombros.

—¡Estamos en práctica de remates, Hwang! ¡No en un partido nacional! ¡El armador debe acoplarse a quien remata! ¡Si no, no gana ninguno!

—No me voy a conformar con tu juego mediocre, solo te estoy animando a mejorar, Seo.

El mas bajo de ambos se acerca a el otro alfa, cerca de su rostro gruñe.

—Por eso solo eres un calientabancas, ¡Eres malo!

—Solo estoy en la banca porque el capitan esta en mi misma posición .

—No te preocupes.— Felix me susurra al oído.

—Si, siempre suelen se así.—ahora me hablo una voz femenina madura desconocida. Volteo y me encuentro con una alta mujer delgada —. Soy Park Jihyo, la entrenadora acá.

Me da una sonrisa la cual correspondo y estrecho mi mano con la suya.

—¿No deberían hacer algo?— Cuestiono, pues aquellos dos realmente parece que se besan o golpean por lo cerca que están mientras se dan malas miradas y gruñidos.

—Nope—Felix dice con extrema tranquilidad— ahí viene el capitán a poner orden. 

—¡Ustedes dos! ¡¿Que fue lo primero que les dije?! —la voz de Christopher me hace sobresaltarme y voltear hacia el, se escuchó gruesa, imponente y molesta.

Ambos alfas parecen intimidarse ante la presencia de Christopher y se separan inmediatamente.

Es ahí cuando relamo mis labios y tragó grueso al mirarlo. Con una simple camiseta deportiva que tapa parte de su cuerpo, su buenos musculos se notan más, pero se ve bien, sus shorts deportivos que no llegan a cubrir sus rodillas.

Trago grueso al ver su brazos descubierto, se pueden ver los abdominales que se marcan en su camiseta, sus largos brazos y piernas tienen marcados músculos nada exagerados que lo hacen ver inexplicablemente atractivo.

No me hagan hablar de la forma en la que está su cabello, por favor. Es muy vergonzoso admitir que se me está haciendo atractivo ver como acomoda su cabello.

¡¿Por qué los más idiotas son los más atractivos?!

Una vez termina de acomodar su caballo, se cruza de brazos y le da una dura mirada a los dos alfas que hace nada estaban discutiendo. Ambos miran al suelo, afligidos.

—Changbin, ¿Qué fue lo que te dije?

Por su tono, hasta yo me sentí regañado.

—Que no pelee con el idiota Hwang por hoy. ¡Pero el empezó!

—No me importa quien empezó. ¿Acaso quieren que les suspenda la práctica de hoy? ¿De verdad son incapaces de estar un día sin pelear?

No estoy prestando atención a la escena, lo admito, solo puedo mirar lo bien que le sienta la jodida ropa de deporta a ese alfa puro. ¡Me siento avergonzado pero tampoco puedo mentir! Mi lobo ahora mismo se está derritiendo, y por alguna miradas de un par de alfas cerca, se que mi aroma les está llegando.

Pero, a mi, aún me logra llegar el aroma de Christopher, y eso, joder, lo hacer ver muchísimo más atractivo.

Suspiro hondo, tratando de calmar las hormonas. Bien, el muy estúpido es increíblemente guapo, pero ¡Eso no le quita lo idiota ni lo alfa puro!

Ya sabía, ¡Para esto me quería aquí! El muy narcisista quería que me pusiera caliente con vero jugar para luego aprovecharse de mi. ¡Que ni lo crea que por ver sus musculos bien marcados y sus piernas me voy a dejar caer!

Pero, ¿Cómo es posible que con dieciocho años tenga buenos musculos tan generosos y piernas tan largas? La genética debe adorarlo.

Inconscientemente bajo la vista hacia mi brazos. Bien, puede que no tenga tanto como el tonto manager, ¡Pero me defiendo bien! Además, soy más bajo que el, así este a punto de cumplir dieciocho es bastante entendible.

Frunzo el ceño al ver a Felix, pero me tranquilizo un poco al solo verlo reírse de los dos alfas regañados.

—Ambos son un amor. —Dice en medio de una risa y me siento tonto por tratarlo tan mal en mi mente. Creo que me estoy dejando guiar mucho por mi lobo.

¡Que es entendible que esté callado! Está más que hipnotizado tirando feromonas por culpa de mirar a ese alfa.

—¡Bien! Partido amistoso —cuando parezco pisar tierra finalmente, el regaño parece haber acabado—. Entrenadora Park, usted separe los equipos.

Al estar la mencionada a mi lado, Christopher mira en mi dirección y nuestros ojos se encuentran durante unos segundos, me sonríe ampliamente y regresa a lo suyo. ¿Que hago aquí solo por el? Solo los novios son los que acompañan a su pareja a algún entrenamiento, esto es ridículo.

Además, ¿Cómo puede sonreírme tan dulcemente después de causar miedo en dos de sus compañeros? Eso debería decirme muchas cosas de el.

La entrenadora separa los equipos, los dos alfas peleones quedan en el mismo, pero antes de que Chabgbin se queje, Christopher le da una mala mirada.

Felix me dice que es mejor que ayude a controlar el otro equipo, así que va con ellos, por lo que yo me quedo en la banca del lado del equipo donde se encuentra Christopher.

De todas, solo reconozco a Jisung, quien es amigo de Jeongin. También a Chaeryeong, pues he hablado un par de veces con ella. Sin embargo, Jeongin me ha contado que Ryujin y ella están algo... Raras.

De resto veo a un par de omegas, uno bajito de cabello negro, la cual el color de su chaleco es distinto al resto del equipo, si no mal recuerdo, es una posición especial que necesita ser diferenciada del resto, solo que no recuerdo el nombre. También hay un par de omegas y unas betas de las cuales no reconozco nada.

El grupo se reúnen y discuten lo que parecen ser estrategias, más que todo sugeridas por Christopher. Por alguna razón, su liderazgo también resulta algo atractivo.

El partido va a dar comienzo, mientras todos se ubican, Chtistopher para frente a mi.

—Deséame suerte —estira su puño y me sonríe. No puedo evitar devolverle la sonrisa y chocar puños con el.

—Suerte.

Según me mencionó Felix dentro de un tiempo libre, Christopher cumple el puesto de armador, que es quien prepara las jugadas para los atacantes que rematan. Su puesto es de los más importantes, pues es el quien tiene que pensar en pocos segundos el lugar y la persona correcta para que den un golpe exitoso.

Si bien no es el que más se mueve o la que hace las emocionantes salvadas. Su mirada de concentración y la forma en la que analiza todo antes de que siquiera empiece la ronda, me resulta bastante admirable, parece fundido con la cancha. Su equipo va ganando, y puedo ver las enormes ganas de pelear que tienen aquel duo al otro lado de la red cada que pierden un punto.

Luego de preguntarle a la entrenadora que papel cumplía el chico bajito de chaleco de distinto color, que solía entrar y salir de la cancha intercambiando puestos con Jisung, la entrenadora Park me explico que es un líbero, especializado en recibir y defender en la parte trasera de la cancha, y cambia de puesto con algún defensa cuando la formación la pasa hacia el frente.

No mentí cuando le mencioné a Christopher en medio de nuestras charlas que esto me resultaba interesante, lo es, y también es divertido de ver por las ocurrencias de los chicos.

Finalmente se da por finalizado el partido, el equipo de Christopher resultando victorioso y los dos coreanos enemigos discutiendo por no haber predecido que Christopher no se lo iba a pasar a quien bloquearon.

Y como si todo el look deportivo de Christopher no fuese lo suficientemente atractivo, ahora se le suman las gotas de sudor que bajan por su frente y cuello hasta perderse. Su pecho, hombros y espalda brillan por el sudor y me siento un depravado por encontrarlo atractivo en lugar de asqueroso.

Estoy casi seguro que cualquiera notaría en mi aroma lo inquieto que estoy.

El colmo fue cuando se acercó a su bolso, que había dejado prácticamente a mi lado, para tomar agua, su suave aroma acarició mi olfato y mi lobo estaba más inquieto que nunca.

El toma un largo sorbo, se nota sediento. Al terminar limpia su boca y suspira. Me mira y me dedica una amplia sonrisa.

—¿Qué tal?

—Estuvo entretenido. Eres buen líder. —es lo único que diré, estoy muy inquieto por su presencia como para decir algo más.

Pero Christopher parece bastante contento con la respuesta, así que solo me dedica una amplia sonrisa antes de volver con los demás a empezar otros entrenamientos.

Para cuándo todo termina y todos ya se están cambiando y yendo, yo he hablado con un par, el omega que era líbero se llama Hyeongjun, hablamos un poco y también intercambiamos números, también charlé un poco con Jisung y Chaeryeong antes de que Christopher les llamara con mala cara a seguir la práctica.

Para cuándo casi todos se habían ido, solo quedábamos la entrenadora, Changbin, Hyunjin, Felix, Christopher y yo.

—¡Felixie! ¿Quieres que te acompañe a casa? —el alfa más alto habló hacia el manager quien le sonrió ampliamente.

—¡No, no! Yo te acompaño, Felix-ah. —se le unió Changbin, empujándolo un poco.

Felix rió y solo tomó a ambos alfas.

—Vamos los tres.

Ambos alfas se dieron malas miradas antes de retirarse junto a la omega.

—Siempre me suelo quedar recogiendo, si quieres puedes irte, Seungmin. De verdad fue un placer que hayas venido. —su tono era bastante suave y dulce, junto a una pequeña sonrisa.

Su expresión se me hace linda, ya se cambió nuevamente a ropa diaria y me mira con un lindo brillo en sus ojos.

De verdad me gustaría darle una oportunidad. Pero no confío del todo en el.

—¿Estarás bien solo, Chris? —la entrenadora cuestiona y Christopher afirma para que la mayor se retire.

Afuera está el atardecer, a estas horas no me gustaría irme solo, y mucho menos dejar a Christopher recogiendo todo el solo.

—¿Puedo ayudarte? —pregunto.

El me mira unos segundos, parece incrédulo antes de sonreírme y asentir.

—Solo queda llevar los balones y chalecos al almacén. Puedes llevar los chalecos.

—Soy fuerte, puedo llevar los balones.

El me sonríe, casi parece enternecido por mis palabras.

Recojo los balones sueltos y los pongo en su contenedor, el cual empujo detrás de Christopher, siguiéndolo a lo que parece ser el almacén. El momento donde recogemos todo es silencioso, más no incómodo, y se siente ciertamente reconfortante.

—Dejalos por aquí. —me señala y yo le hago caso—. Gracias por ayudarme.

—No hay de que, todos deberían ayudarte, que seas el capitan no significa que debas hacer todo. —Le resto importancia y el ríe, puedo ver un brillo algo apagado en sus ojos a pesar de la leve oscuridad del lugar—. ¿Estás cansado?

—Un poco —se encoge de hombros—. Pero me gusta mucho esto. Significa mucho para mí que hayas venido.

Mi corazón está palpitando con fuerza en mi pecho, y es estúpido. Pero su tono de voz y su sonrisa suenan tan sinceras que no puedo evitar acercarme a el y romper mi regla de más de un metro de distancia.

El me mira, aún puedo notar en su aroma un poco más fuerte ante el tiempo desde que se colocó el neutralizador y en sus ojos que hay algo más que quiere decir.

Y, afortunadamente y sin que yo le pregunte, lo dice.

—¿Por qué viniste? Creí que como no te agrado tanto ibas a rechazarme, o dejarme plantado.

Bueno, yo también me hago esa pregunta.

—No lo sé—decido ser honesto—. Supongo que de verdad sentía curiosidad. Y pude notar que esto verdaderamente te gusta. —intento restarle peso a mis palabras lo más que puedo. Pero no lo logro del todo.

—¿Puedo preguntarte algo, Seungmin? —su mirada baja, está mirando mis manos e intenta alcanzar una con la suya.

«Mano de alfa...» por un momento pienso rechazarla, pero decido hacerle caso a mi omega y el toma mis dos manos con las suyas.

—Está bien.

Un silencio reina, por alguna razón siento su presencia más cerca. El está más cerca. Parece querer buscar refugio así. Sin embargo, mis ojos no se alejan de los suyos.

—El alfa de esta mañana... ¿Te interesa?

No.

—Un poco, tal vez.

¿Por qué mentí? Simple, estoy asustado. Lo debo admitir, mis manos bajo las suyas están empezando a sudar y mi corazón está latiendo muy rápido.

Estoy siendo muy blando con el, no debería, el va a seguir detrás de mi, y no quiero eso.

No quiero estar con un alfa puro. Y es mejor rechazarlo de forma sutil que siendo brusco.

Sin embargo, noto como se tensa en nuestro agarre, en su aroma noto también su inquietud, y en sus ojos algo de tristeza.

En lugar de molestarme y pensar que se está victimizando como siempre, mi pecho se hunde un poco.

—Bien, bien, sí. Lo siento —incluso triste se ve lindo—. No debí, bueno, preguntar eso —ríe nervioso. ¿Acaso su aroma es más fuerte o ell está más cerca? Creo que es ambas.— ¿Nos vamos? Ya hemos recogido todo...

La calidez de su presencia, su aroma suave, no en su máximo esplendor pero lo suficiente para cautivarme y sus manos aún junto a las mías me causan una increíble sensación de confort.

¿Esto se siente estar junto a tu predestinado?

Me dejo llevar por la sensación antes de entrar en cordura, Christopher es extremadamente lindo y no puedo evitar bajar la mirada por su rostro hasta que me encuentro con sus labios.

—¿S-Seungmin?

«Mi alfa...».

No fue mi omega, fue lo que pensé yo antes de juntar mis labios con los suyos.

¡Regrese! Luego de no actualizar en años (semanas) gracias a los que me tenían fe y a los que no también, yo tampoco me tenia fe.

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