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ACLARACIÓN: ¡Hannah va a aparecer y esta va a hacer mayor que Christopher! Bueno eso era todo disfruten :D ¡no olviden comentar! Los comentarios hacen el espíritu de la lectura (no se que dije que pero se ve genial)
¡Seungmin me sonrió, me buscó conversacion y miró mal a Felix cuando estaba conmigo!
Todo el fin de semana he parecido un tonto cachorro emocionado aún por el avance que había tenido con Seungmin.
¡Es que me pone feliz!
Mi lobo está igual o incluso más contento que yo, se siente vivo y energético en mi pecho. Intento recordar la última vez que la sentí así. La respuesta es nunca, nunca había sentido a mi alfa tan presente.
Changbin, Hyunjin, Felix, todos me preguntan que me tiene tan radiante.
Mi alma predestinada me tiene así de radiante.
Miro la selección de pasteles de la cafetería.
Me pregunto si le gustará un cheesecake de fresa. ¿Le gustaran las fresas con chocolate? Creo que hace poco la vi comer eso con su amigo. Quizá algún día pueda ofrecerle comerlas juntos. Aunque me gusta un poco más la comida salada. ¿Debería invitarlo a almorzar? Quizá deba ingeniarmelas un poco más, ¿Y si piensa que lo quiero hacer engordar?
—¿Algo en que la pueda ayudar? —el llamado de la empleada llama mi atención.
Creo que me quedé pensando mucho rato.
—Eh... Me da un vaso mediano de café con chocolate y un cheesecake de fresas. Los dos para llevar. —pido a la amable joven.
Ella me da una amplia sonrisa amable y anota mi pedido en un pequeño papel antes de darse la vuelta y pedirlo.
¿Debería dárselo yo mismo esta vez? Cuando le hablé no fue tan duro como antes.
De camino al instituto sigo con ese debate interno. Puedo volver a pedirle el favor a su amigo (si no mal recuerdo es Jeongin), pero puede resultarle molesto.
Bien, me acercaré yo.
Para mí suerte, está sentado en la misma mesa de siempre en el patio del lugar. Está solo.
Bien, ¡Esta vez no va a ser tan duro conmigo!
A una distancia considerablemente larga, el parece notarme y me mira con una expresión indescifrable.
Siento nervios golpeándome, de repente mi corazón acelera su ritmo y siento sudor frío. No parece tener cara de querer tenerme cerca.
Suspiro e intento volver a tomar calor para acercarme a el, pero cuando veo su expresión recuerdo una cosa.
No he usado los neutralizadores hoy.
Y de repente todas mis oportunidades de sentarme a conversar con el se desmoronan frente a mi rostro.
—Em... Ten—extiendo lo que tengo en manos hacia ella-, de verdad me puso feliz que te haya gustado el otro día. Esta vez es un cheesecake de fre-...
—Gracias— me interrumpe, casi sin aliento—. Muchas gracias. Pero... ¿Podrías...?
Mi ánimo decae tan rápido como puede caer una piedra desde lo alto de un edificio.
Perfecto, Christopher. Todo estaba yendo bien.
—¡Sí, sí! Lo siento, de verdad olvidé los neutralizadores hoy... —al mirar su expresión suplicante me doy cuenta de que sigo aquí y solo hago una inclinación de cabeza—. Lo siento, adiós, Seungmin.
Mientras me alejo, me siento como una completa estúpido. Debí mandarlo otra vez con Jeongin, debí recordar los neutralizadores esta mañana.
¡Pude haber hablado con el!
Mi lobo chilla entre molesto y triste y solo vuelve a recostarse. Hace días no se recostaba así. Parecía tener intenciones de quedarse ahí.
Me reprendo mil y un veces por ser tan despistado y me sigo preguntando porque mi aroma le resulta desagradable al punto de casi desmayarse.
Tomo el cuello de mi camisa e inhalo mi propio aroma desde ahí. Es dulzón y fuerte, pero, ¿Tanto? Felix lo soporta perfectamente siendo una omega, además de que ninguna del equipo se queja de él.
A Seungmin le gusta el café con chocolate, ¿Tan sensible es al olfato? ¿Le causaré algún tipo de repudio?
Para colmo, no tengo ningún tipo de neutralizador aquí. Así que no podré acercarme a el hasta mañana.
Christopher Bang, eres un idiota.
Al día siguiente no se me pasa ni por un segundo aplicarme el neutralizador suficiente para tener mi aroma controlado todo el día.
Quiero invitar a salir a Seungmin después de clases, quiero hablar con el un rato.
Por alguna razón, al rociarme con el neutralizador, siento en el pecho un chillido de mi lobo.
Sé que lo odia, pero nunca lo había oído protestar.
De por sí, nunca lo había oído.
Mi mano tiembla por un segundo.
Suspiro y dejo el envase a un lado. Ahora los nervios me causan sudor frío y paso mis manos por mi rostro.
Mi lobo se queja, pero Seungmin también. Quiero estar con Seungmin aunque sea un día, pero mi callado y aislado lobo me acaba de chillar para que no use más el neutralizador.
He avanzado con Seungmin, no puedo quedarme a más de cinco metros solo por no querer usar esto.
Suspiro y me rocío las otras dos veces necesarias para que mi olor se cubra casi por completo.
Tranquilo, no pasará nada.
Me aguanto casi todo el día las ganas de acercarme a Seungmin directamente. No quiero parecer molesto ni insistente otra vez.
Me aguanto casi todo el día las ganas de acercarme a Seungmin directamente. No quiero parecer molesto ni insistente otra vez. Quizá eso le de un poco de miedo, así que voy aprendiendo a controlar a mi lobo y su necesidad constante de ir hacia su omega.
Consigo el momento perfecto sin darme cuenta, pues Seungmin está recogiendo cosas en su casillero mientras avanzo por el pasillo.
Me acerco a el a paso calmado, siento el agradable aroma a caramelo que desprende y mi lobo entristecida se anima al tenerla cerca.
—Hola, Seungmin. saludo.
El me mira un momento y cierra su casillero.
—Hola, Christopher. —saluda también, con mucha más simpleza y un rostro neutral.
Bien, al menos no me rechazó.
—Queria disculparme por lo del otro día. — empiezo, unos pequeños nervios repentinos causan sudor frío en mis manos.
—¿El otro día?—cuestiona, desconcertado, parece no recordarlo.
—Ya sabes, vine sin neutralizadores y te molesté —recordé, algo avergonzado—. Perdón por eso.
—Oh—ahora sí parece recordarlo, ¿tan irrelevante fue para el haberle hablado?—. No te preocupes-su tono más cálido me hace sonreír—, me gustó mucho el cheesecake.
¡Amo, amo, amo su sonrisa! ¡Es muy lindo!
Mi sonrisa amenaza con volverse gigante, solo puedo retenerla mordiendo mi labio inferior.
—¿Te gustaría...? No sé, ¿Sentarnos a hablar?— lucho lo mas que puedo para que mi voz no se vaya, me siento feliz y nervioso a la vez.
El suspira.
Bueno, ahí viene.
—Christopher, escúchame.
—Ya sé que no quieres una relación, no estás interesado en ningun alfa y menos en uno puro. —anticipo su discurso, con una molestia en el pecho —No voy a insistir o a forzarte a salir conmigo y, de hecho, quería pedirte disculpas por mi actitud algo inquietante al respecto. Solo quiero que nos conozcamos, sin segundas intenciones.
El me mira, parece dudar y la entiendo, pero lo que digo es verdad. A pesar de que me duelan sus discursos y su constante rechazo, voy a salir de ese lado, así quizá pueda acercarme a el.
Sus brillantes ojos de un lindo color marrón me miran. Sus ojos son de las cosas más lindas que he visto nunca. Trago ante mi pensamiento y sonrio un poco de forma inconsciente.
Debo parecer un tonto.
—Está bien— oh Dios, podría brincar de emoción en este momento— ¿A dónde quieres sentarte?
Toques en la puerta me hacen voltear. Frunzo el ceño y dejo a un lado el neutralizador. Camino a la puerta y la abro.
Hannah está del otro lado de brazos cruzados.
—¿Has estado en casa estos días?
Frunzo el ceño, ¿Ahora que le pasa? Puedo oler su molestia.
—Por supuesto que sí. —ella me da una mala mirada y entra a mi habitación de forma inexplicablemente grosera para mí—. Hey, ¡Hannah!
¡Está revisando mi escritorio!
—Esto—alza algo en su mano— ¿Por qué está casi vacío?—Agita el neutralizador en mi cara —¿Crees que no sé que lo compraste hace menos de un mes?
—Eso es mío, ¿Qué te pasa? ¿Qué tiene?— intento acercarme y quitárselo, pero la tonta de mi hermana lo aparta de mi alcance.
—Christopher, ¿Por qué has estado usando tanto? Dijiste hace dos semanas que lo dejarías de usar. ¿Sabes el daño que te está haciendo? ¿Por qué lo dejaste de usar en primer lugar? Tu olor ya casi no se siente en toda la casa en ningún momento del día.
Trago grueso.
Sí, dejé de usar el neutralizador porque me empezaba a hacer daño. ¿Y qué? En años no lo hizo, ¿Lo va a hacer ahora? ¿Cuando más lo necesito?
Sin decir nada, me acerco y arranco el neutralizador de su mano.
—¡Christopher!
—Hannah, por favor. Basta. Estoy bien, ¿Si? De verdad lo necesito.
—¿Para qué?—se planta en el suelo con los brazos cruzados. Su mirada dura me hace encogerme un poco.
—No es asunto tuyo.
—Cualquier cosa que le haga daño a mi hermano es asunto mío.
—Hannah, dámelo, ¿Si? De verdad lo necesito.—ruego. Desesperado.
Desde ese día que me senté a charlar con Seungmin, me he sentido muy feliz y animado. Sigo trayendole postres y dándole algunas palabras. Pero hoy quería volver a hablar más con el. Quería invitarlo a mi entrenamiento ya que me dijo que le interesaba el Volley.
No puedo retroceder cuando voy tan bien.
Hannah me olfatea desde donde está y hace una mueca.
—¿En qué piensas? Ni siquiera puedo saber bien que tienes.
—Hannah... Por favor... —vuelvo a rogar—, solo por hoy, ¿Si? Luego si quieres lo puedes confiscar.
Ella me mira, poco convencida pero suspira y me devuelve por fin mi salvación.
—Christopher, el exceso en el que lo has usado es dañino. De verdad. No entiendo por qué lo estás volviendo a hacer.
Porque solo así puedo estar cerca de el. No puedo retroceder, todo está yendo muy bien.
—lo necesito, solo está vez, ¿Si?
Ella suspira y asiente. Finalmente camina hacia la puerta de la habitación.
—Si vuelves a eso, le diré a Mamá, sabes bien que la charla durará un buen rato. Usa poco, por favor.
Asiento solo queriendo que se fuera.
Miro el neutralizador en mis manos y mi lobo solloza en mi pecho. Quizá Hannah tenga razón, sé que sí, pero Seungmin no ha huido de mi, Seungmin me ha soportado y es solo a causa de mi olor que no me puedo acercar a el.
¿Cómo es posible que me sienta libre y encerrado a la vez con alguien?
Suspiro y decido hacerle un poco de caso a Hannah, solo rocío los suficiente para que mi olor sea aguantable.
Espero no huya de mi.
Estoy nervioso.
¿Y si me puse muy poco y huye? ¿Y si ya colmé su paciencia y me rechaza? ¿Y si simplemente no acepta y no viene conmigo a la práctica? ¿Y si ya consiguió otro alfa? ¿Y si simplemente nunca llegamos a nada romántico?
Solo le he dicho de sentarnos a charlar y darle los postres en estas dos semanas, pero en realidad, no ha sido el en ningún momento quien se ha acercado primero.
Quiero pensar que simplemente sigue en su burbuja de no querer nada con nadie, y que no sea una burbuja de no querer nada conmigo.
Mis manos sudan todo el día, no puedo parar de mirarlo de lejos y grunir cada que un alfa se le acerca.
Hoy la vi charlar muy animadamente con un alfa pelinegro, creo que es menor que yo. Pero Seungmin le ofrecía sus sonrisas más seguido y se veía mucho más blando con el.
Puede que el corazón me haya dolido un poquito.
Bueno, en realidad tuve los ojos acuosos todo el rato que los ví charlar. El alfa es muy bonito, mucho más delicado, fornido y atractivo que yo. Y Seungmin se veía cómodo con el.
¿Por qué conmigo no es así?
Me he disculpado por mis primeras actitudes y he evitado hacer cosas que lo puedan incomodar.
Sin embargo, el no es tan blando conmigo como con aquel alfa.
Por un momento tiemblo y dudo, ¿Es buena idea invitarlo a venir conmigo? Puede aburrirse. ¿Y si vuelvo a gritarle a Changbin y Hyunjin y se asusta y no quiere volver a verme jamás?
—¿Todo bien?—me sobresalta la mano de Changbin—. Tienes cara de perrito asustado.
—Changbin, prométeme algo. —pongo mis manos en sus hombros, le doy una severa mirada. Estoy hablando en serio y quiero que lo sepa.
—¿Que cosa?
—No pelearas con Hyunjin hoy, ¿Si?
El pucherea.
—¿Por qué? Es divertido.
—Voy a invitar a alguien a la práctica y no quiero que me vea malhumorado por ustedes.
Changbin hace una mueca y se encoje de hombros.
—Solo dile al Idiota Hwang que no se meta conmigo.
Te acercas, lo saludas, le preguntas si quiere venir a verte y te vas.
Te acercas, la saludas, le preguntas si quiere venir a verte y te vas.
Suspiro hondo, repitiéndome aquello una y otra vez.
Es simple, puedo hacerlo.
El está solo, caminando por el pasillo. Así que a paso nervioso me acerco a el. Pero no lo hago mucho, mantengo mi distancia ante la poca cantidad de neutralizador que usé.
—Hey, Seungmin.
El voltea y me mira, no hay nada que leer en su mirada, ni está esa sonrisa simpática que le había dado al otro alfa.
Basta, Christopher. Ese no es el asunto.
—Ah, hola, Chris.
¡Abrevió mi nombre! ¡Oh, Dios! ¡Voy a morir ahora mismo! ¡Abrevió mi nombre!
No puedo evitar que mis mejillas se tienen calientes y una sonrisa amenace con salir de mi. Quizá sea una idiotez, quizá Seungmin ni siquiera le dió importancia. Pero yo sí, y me pone feliz.
—¿Cómo estás? ¿Tienes algo que hacer al salir de clases?
Por favor di que no, por favor di que no. Por favor, Seungmin, por más que me odies di que no.
—Bueno, iba a salir con alguien pero el no puede, así que no.
¡Dios! ¡De verdad existes, Dios! ¡Gracias por escucharme!
—El otro día dijiste que te interesaba el Volleyball y ya sabes, yo juego y... —estoy haciendo un movimiento idiota con las manos. Jesús, parezco un tonto, así que bajo las manos rapidamente. ¿Te gustaría venir a la práctica de hoy?
El me mira. Se lo piensa.
Está pensando mucho.
Bueno, al menos no es un no rotundo, se lo está pensando.
—Bueno, está bien.
Mis ojos se abren y sonrio ampliamente, me aguanto las ganas de abrazarlo y brincar con el en brazos.
¡Estoy feliz!
¡HASTA LA PRÓXIMA!
NO OLVIDEN VOTAR, ALGÚN ERROR NO OLVIDEN EN DECIRME
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