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Capítulo 60: El último vuelo.

Finalmente, cuando desperté aún estaba aturdida por lo que había sucedido. En un primer instante no recordaba nada, pues la sala en donde me encontraba era blanca y estilizada, así que supuse que me encontraba en el laboratorio y que Tony o Banner acababan de inyectarme el suero. Me senté en la cama, con la mirada perdida en el vacío de las paredes, hasta que resolví que lo mejor sería ir a buscar a los demás, en especial a Steve. Cuando puse un pie sobre las frías baldosas de la estancia, el suelo dio una leve sacudida, muy similar a lo que se siente cuando hay turbulencia en un avión.

A partir de ese momento comprendí que realmente no había ningún laboratorio, ninguna prueba de suero o simulación, como tampoco ningún Steve, en realidad me encontraba en el Helicarrier y Rogers había desaparecido tras la batalla contra Deborah. El peso de la realidad cayó sobre mí de forma brutal: sin censuras, sin tapujos. Devastada, me aferre al único objeto solido que tenía cerca, la cama en la que yacía antes, (que en realidad era una camilla) e inicie a llorar silenciosamente, cubriéndome el rostro con las sábanas, como si con hacer tal cosa pudiera olvidar todo lo que había sucedido. Allí radicaba otro de mis problemas, no sólo lo que había sucedido me atormentaba, también era el tiempo que había transcurrido mientras estaba inconsciente, las preguntas inundaron mi mente, especialmente aquellas que hacían referencia a Steve. ¿Lo habrían encontrado? ¿Estaría vivo? Sólo podía recordar aquella escena en la que la aeronave estallaba en mil pedazos.

Necesitaba respuestas y rápido, no toleraba la idea de estar allí sin saber o hacer nada, ya estaba consciente, no había mejor señal que esa para que pudiera salir y buscar las respuestas por mi cuenta, estaba pensando en ello cuando entró una mujer con el pelo recogido hacia tras en una coleta. No tenía pinta de enfermera como tampoco de doctora, aunque iba vestida como tal. Al verme su rostro se transformó, casi como si no esperara verme allí, sentada sobre la cama.

-No creí que despertarías tan pronto.

-Últimamente nadie se alegra de verme mejor- dije molesta.

-Veth- dijo la mujer, a lo que note algo en su voz muy familiar- Supongo que aún no lo sabes- dijo como si yo no hubiese hablado.

- ¿De qué habla? - interrogué atónita y asustada cuando aquella mujer estuvo lo bastante cerca.

-Cuando estabas bajo medicación, pensé que era mejor no venir hasta que pasará un tiempo. - dicho esto se quitó la peluca, dejando al aire una cabellera rojiza y llamativa.

- ¿Nat? - dije peor de confundida- ¿Qué sucede?

- se supone que debes estar en aislamiento hasta que te mejores para que estuvieras al tanto de lo que sucedió.

-él... ¿esta...? - dejé la frase sin terminar, realmente no podía articular palabra.

-No- me interrumpió de golpe ella- aún no sabemos nada de él, eso es todo.

- ¿Quieres decir que está desaparecido? - dije hablando con fuerza.

-Si- suspiro Nat, se notaba que estaba agotada, en todo el sentido de la pablara.

-tengo que buscarlo- dije enérgica, empujando las sabanas.

-¡Veth! Se supone que aun debes permanecer en reposo- exclamó la pelirroja.

-No voy a quedarme en una cama cruzada de brazos si eso es lo que sugieres Nat. Además, ya he dormido lo suficiente y puedo mantenerme en pie, supongo que no hay mejor señal que esa para probar que ya estoy mejor- repuse, elevando el tono de mi voz.

-Quizá no lo suficiente, aún estas débil- repuso casi sin fuerzas- Además Fury no sabe que me encuentro aquí. Tan solo vine a visitarte. No quiero tener problemas.

-Ni yo- asegure mirando hacia un rincón- Ya pensaremos en algo.

Una hora más tarde la nave aterrizó en las instalaciones de Fury, varios paramédicos me trasladaron en una camilla hacia mi habitación allí, mientras me llevaban en la camilla desperté y le hice un guiño a Nat: el plan había sido puesto en marcha.

-Agente Romanoff, ya puede retirarse, ella necesita descansar. - reprocho uno de los paramédicos.

-Lo entiendo- repuso ella inclinándose sobre mi cama- solo déjeme quedarme unos minutos más.

-De acuerdo, pero no se demore mucho- insistió el hombre.

-Tómelo por hecho- aseguro ella con la más cálida sonrisa.

Una vez la puerta estuvo cerrada abrí los ojos y susurré.

- ¿Se ha ido?

- Así es- aseguro mi amiga- vamos apresúrate.

Minutos después salíamos juntas de la habitación, evitando a los guardias y a las cámaras de seguridad. Nat usaba su ropa de agente y yo llevaba la bata de doctora encima y el pelo recogido en un moño alto. Al parecer la distracción funcionaba, pues nadie nos prestaba atención o al menos eso parecía ser.

-Nat- dijo Clint aproximándose a nosotras- ¿cómo esta...? - de pronto la frase quedo sin terminar en cuanto reparo en mí.

- ¿Tú? - pronuncio esta vez, dirigiéndose a mí- Creí que...

-Lo sé, es una locura- reprocho Nat- pero no me hizo caso de quedarse en cama. - Clint me miro sonriente.

-Nunca te cansas de dar problemas, ¿no es así?

-Exacto ¿qué sería de ustedes sin mí? - dije irónica- es bueno verte de nuevo Barton.

La charla quedo sin terminar, pues Nat nos cortó de golpe.

-No quiero interrumpir solecitos, pero debemos apurarnos si es que piensas salirte con la tuya Veth.

-No es para tanto- respondí con inocencia a lo que ella me lanzó una mirada furibunda.

-Suena divertido. Me uno- Clint de nuevo con sus bromas, sonreí casi agradecida de que se quedara allí.

-Iremos a la sala de mando, allí podremos averiguar que ha pasado con Rogers. - dijo Nat mirándome.

-Yo iré por el auto- agrego Clint cuando el ascensor paro en nuestro piso.

-De acuerdo, solo tengo una duda ¿Qué hace que todo esto sea tan confidencial?

-Tus poderes Veth- dijeron ambos a unísono.

-No entiendo. - resolví exasperada.

-Lo que hiciste allá, nunca se imaginaron que el suero pudiera tener tales efectos, siendo un experimento- se explicó Clint mirándome de reojo y al ver mi mirada iracunda añadió- sin ofender.

-Lo que quiere decir es que ahora solo están interesados en tus progresos, de modo que comunicarte lo de Rogers sólo lograría alterarte y probablemente causaría que te enfermaras, en conclusión, te necesitan sana y salva.

-Ya- dije a modo de restarle importancia al asunto, sólo podía pensar en Steve.

Cuando llegamos al nivel del hangar, Clint se separó de nosotras y fue en busca del auto.

De repente mis manos iniciaron a sudar y tenía un nudo en el estómago, Nat al advertirlo me dijo risueña.

-Sólo para que lo sepas, quiero decirte que nunca estuve de acuerdo con tu plan.

-Gracias- arqueé una ceja- No me seas de ayuda.

- Lo siento. Bueno ya llegamos, espérame aquí. No tardo- accedí y me escondí tras unas columnas. Nat no tardo más de cinco minutos en reaparecer tras la enorme puerta de la sala A.

-Despejado, vamos que no tenemos mucho tiempo.

Cuando entramos en la sala, me sentí levemente mareada y con jaquecas, sin embargo, atribuí todo al estrés de la situación y a los recuerdos.

Justo al frente tenía una enorme pantalla en donde se observaban varios puntos, supuse que esos eran los lugares donde habían hecho explosión las naves, pero no era así, uno de los puntos llamo mi atención, estaba cerca de la costa, trate de ver más de cerca hasta que la voz de Nat regresó mi atención.

-Son los lugares donde han tratado de buscar los cuerpos.

- ¿Los cuerpos? – dije confundida.

-Sí, después de la explosión solo encontraron el cadáver de Deborah, pero no hay rastros de Melanie o de Steve.

-Entiendo- suspire- ¿Realmente encontraron a Deborah? Quiero decir que si realmente está muerta.

-Eso parece- dijo Nat mientras observaba un punto marcado con color azul en la pantalla- aquí- dijo señalando y expandiendo la imagen- aún no hemos revisado esa zona, está casi a 20 metros río abajo, reconsideramos varias veces si debíamos pasarlo por alto, pero teniendo en cuenta que la explosión cubrió un radio de casi 100 metros...

Deje de prestar atención por un instante mientras me dejaba caer en una silla, estaba realmente agotada, no había rastro de Steve y a pesar de que todo hubiera acabado aún quedaban piezas en el rompecabezas, entre ellas la principal para mí: ¿Dónde estaba Steve?

- ¿Hola? - la voz de Nat me sacó de mis pensamientos- ¿Cómo dices? Perfecto, ya vamos para allá.

- ¿Qué sucede?

- Clint ya tiene listo el auto, iremos a ese punto de la costa a buscarlo. Debemos darnos prisa.

Minutos después nos hallábamos en el auto conduciendo por una de las avenidas de Manhattan, había un silencio imperante en el auto y la verdad estaba lo suficientemente casada como para querer romperlo. La cabeza me dolía y tenía frio, así que resolví dormir en el asiento trasero mientras llegábamos.

-Veth, vamos despierta dormilona- la voz de Clint era suave, casi como la de un padre despertando a su hija de una pesadilla- vamos, debemos apurarnos. - aun así, estaba lo suficientemente entorpecida (no sé si por los calmantes que me dieron en recuperación o por el aturdimiento y el cansancio), como para no saber en dónde ni con quien estaba.

-No, quiero dormir un poco más Jess.

- ¿Qué? Veth soy yo, Clint. – me incorporé con dificultas hasta que al final reconocí a Barton.

-Lo siento. Es solo que estoy cansada.

-No hay problema, vamos que tenemos prisa.

-Entiendo.

Caminamos un poco mientras recorríamos la zona, sin embargo, no había rastro de Rogers por ninguna parte. Estaba frente a la orilla del río, me distraje mirando las olas que llegaban como pequeñas ondas hasta la orilla, dando lengüetazos sobre las frías rocas. Hasta que un grito agudo distrajo mi atención, era Nat. Antes de volverme observé el perímetro y me pareció ver que algo se movía a lo lejos, quise ver de qué se trataba, pero el alboroto me obligo a regresar.

Corrí hacia Natasha, pero antes de poder alcanzarla, alguien se abalanzo sobre mí y me hizo caer al suelo, inicié a gritar y a forcejear, hasta que sentí un pinchazo en el brazo, mi jaqueca aumento y caí nuevamente dormida.

Cuando abrí los ojos me encontraba de nuevo en S.H.I.E.L.D. más exactamente en el laboratorio, lo supe al instante, pues al primero que vi fue a Banner. Me miraba casi con pesar y melancolía.

-Lo siento, pero era la única manera de que te calmaras.

- ¿De qué hablas? ¡ay! - dije mientras me llevaba la mano al bazo donde me habían inyectado. - ¿Qué paso?

-No debiste salir de aquí sin avisarnos- dijo él, evidentemente molesto, sonaba como un regaño- necesitas tu dosis de suero ahora más que nunca.

-Lo siento Bruce, pero sabes que ahora necesito encontrar a Steve más que nada en el mundo.

-muy bien que haces tu trabajo, por poco y haces que los maten por entrar en un área restringida, de suerte que ibas con Nat y Clint, de otro modo estarías en graves problemas. Y aún peor hubieras muerto por la falta del suero Veth.

- ¿A qué viene todo esto?

-Todo lo que sucedió con Deborah ha causado uno que otro problema por aquí Veth, tienes que entenderlo.

- ¡Deja de hablarme como a una niña! - le espeté molesta.

-Entonces deja de portarte como una Verónica- lo mire fijamente, algo asustada por su reacción, una cosa era tener una discusión con Bruce Banner y otra muy diferente a entrar en pelea con Hulk- Mira- suspiro- Veth debes entender que solo queremos ayudarte, ahora tu vida depende de este suero y no sólo eso, aquí las cosas andan algo tensas, ya lo verás por ti misma.

Suspire y por poco entro en llanto, era denigrante que dependiera de un suero para vivir y por ende de las mismas personas que estaban cansadas de mí. Bruce lo notó, se acercó y se sentó junto a mí.

-Veth, las cosas se pondrán difíciles por aquí y lo mejor es que estés preparada para lo que venga.

- ¿Para lo que venga? ¿acaso te parece poco? - sonreí.

-lo sé, por eso sé que serás fuerte y lo soportarás. ¿Lista?

- ¿Tengo otra opción? - respondí nerviosa. Banner me miro indeciso- dime de una vez Bruce.

-El cuerpo que encontramos el otro día en realidad era Melanie, ella murió en la explosión, pero no hay rastro de Rogers.

-Es por eso que debemos buscarlo- insistí.

-Hacemos todo lo que podemos.

-no es suficiente Bruce.

Banner me miro como si quisiera decirme algo más, pero en ese instante Stark entraba en la habitación.

-Veth ¿Cómo te encuentras pequeña? - antes de que pudiera decir palabra agrego- ¿Has visto lo locos que andan por aquí? Porque yo sí.

-Hola Tony- sacudí la cabeza. - me encuentro mejor, gracias y también me alegra verte.

- a mi igual, te dije que contigo nunca nos aburriríamos - me sonrió- supongo que hora sabes lo nuevo que hay por aquí.

-Tony ¿Te encuentras bien? - dije examinándolo con la mirada.

-Sí ¿Por qué no habría de estarlo? ¿Qué hay de ti, las jaquecas?

-Disminuyen con cada dosis.

-Eso es perfecto Veth, pronto ya verás que desaparecerán por completo.

-Eso espero. – rodé los ojos- Vamos, no evadas el tema. ¿qué es lo que te pasa?

-Estoy algo inquieto es como si hubiera algo que no quisiera decirnos el hombre del gran parche- dijo refiriéndose a Fury.

- Igual yo-esta vez fue la voz de Banner la que llamo mi atención.

-Bueno, solo quiero decirte que ahora hay muchos que van a querer hacerte preguntas aquí y afuera por supuesto. Debes de estar preparada. ¿entiendes?

-Lo entiendo Tony.

-Perfecto, te quiero pequeña, suerte.

Minutos después llegaron dos agentes a pedirme que me dirigiera a la sala A, así lo hice, en cuanto llegue allí observe a Clint y a Nat sentados en una enorme mesa con Fury sentado a la cabecera.

-Buen día señorita Mcgouth.

-Buenos días -respondí yo, aunque el saludo no pretendía ser nada amistoso.

Fue una reunión larga y dispendiosa, allí Fury me explicaba lo sucedido en las naves, la desaparición de Steve y que estaban haciendo lo necesario por encontrarlo y que yo debía seguir en el tratamiento con el suero de Tony, pues también debían investigar como revertir los efectos que Deborah había logrado al alterar el suero. En fin, todo fue una sucesión de aclaraciones, preguntas y respuestas aburridas. No obstante, al final de la reunión Fury dijo con voz firme:

-Señorita Mcgouth, una cosa más.

- ¿sí? - dije girándome para verlo de frente.

-Es necesario que regrese a su vida civil, S.H.I.E.L.D. se ha encargado de mantener en bajo perfil la situación, pero ya es hora de que se reinserté en la vida común y por tanto se aparte de su vida como agente.

-No comprendo lo que me está solicitando ¿acaso me está despidiendo?

-En pocas palabras, sí. Pero más que despedirla es pedirle que se reintegré a la vida de civil mientras aquí adelantamos investigaciones sobre lo sucedido. Por el suministro del suero no se preocupe, nosotros nos encargaremos de suministrar semanalmente la dosis adecuada.

-¿Qué hay de Nat? Ella debe reintegrarse también.

-La agente Romanoff será reubicada, es necesario por su seguridad.

-Fury, no lo haga- dije casi sin voz.

- Lo siento señorita, pero es lo mejor.

-No lo entiende, ¡tengo que quedarme aquí y buscarlo! - termine gritando.

-Veth...- dijo Nat para tranquilizarme.

-Lo siento señorita, pero eso es algo que no pienso negociar. Dicho esto, se da finalizada la sesión.

Una vez Fury se retiró, salí como una exhalación de aquella sala, a la salida me encontré con Tony y Banner. Tony al verme salió a mi encuentro, mientras mis ojos se llenaban de lágrimas.

-Veth, mírame, sé que no es justo- tomo mi rostro entre las manos- pero te prometo que vamos a encontrarlo, lo prometo. De hecho, Thor ya se encuentra fuera buscándolo.

-Gracias Tony- dije con un hilo de voz.

-así se habla pequeña, no llores, ya verás que en un parpadeo Rogers estará aquí dándonos sus odiosas órdenes a todos- una sonrisa se escapó de mis labios- Ven acá- me atrajo hacia él y me abrazo.

Me despedí de todos y fui a mi habitación por mis cosas, al parecer mi aventura había llegado a su fin y no era precisamente un final feliz para mí. Inicie a jugar a mover telepáticamente las cosas de lugar hasta que comencé a empacar, una vez hube terminado me senté en la cama y entre la mesilla de noche encontré un dije con las iniciales "CY", tome el collar con fuerza y lo apreté contra mi pecho, en mucho tiempo, ésta era la primera vez donde era consciente de que a partir de ahora no había nada que pudiera hacer.

Una vez fuera de la habitación me dirigí hacia el hangar donde me notificaron que se encontraba Clint para llevarme a casa. El auto avanzo por las calles que tantas veces había recorrido a lo largo de mi vida, pero que ahora me resultaban completamente desconocidas; como ahora lo era yo misma, una desconocida, no sabía ni quien era ni lo que debía hacer, es como si todo lo que componía la pintura de mi vida se hubiera diluido en medio de tinta negra en segundos, dejando tan solo una enorme mancha borrosa y amorfa.

-Hey. No te sientas mal Veth, no fue tú culpa.

-Clint- suspire- no sabes cuantas veces me he preguntado eso a mí misma.

Cuando llegamos a casa Clint se despidió como de costumbre, aunque había un dejo de tristeza en su voz. Al finalizar, me entregó un papel en el que había escrito un número de teléfono.

- ¿Qué es esto? - pregunte risueña- ¿acaso quieres seguir en contacto?

-algo así, llámame- hizo la seña de teléfono con la mano y la movió un poco-recuerda que la extensión es 611.

- de acuerdo. - dicho esto Clint subió al auto y se marchó.

Un par de horas después llame al número, efectivamente era para hacer una llamada, pero no a un teléfono cualquiera, en realidad era un código para acceder al radar del helicóptero de Clint.

-Número de serie. - la voz computarizada de la grabación me altero.

-611- dije temerosa de que no fuera así

-Código aceptado- suspire.

-Hola, supuse que llamarías- la voz de Clint al otro lado de la línea me devolvió el aliento.

- ¿Clint? Soy yo, Veth. ¿Qué sucede?

-Estamos buscando a Rogers, enciende la computadora y conéctala a tu teléfono, podrás observar todo desde aquí arriba.

-están locos de remate- sonreí- gracias por esto.

-No hay de qué.

- ¿veth? - esta vez era la voz de Nat la que me hablaba- estamos sobre volando el mismo punto de la última vez, Tony y Thor se encuentran observando un poco más de cerca en el rio, vamos encontrarlo.

Duraron toda la tarde buscándolo sin embargo las noticias no eran nada alentadoras: no había señales de él por ninguna parte, mi preocupación se convirtió en ansiedad, inicie a morderme el labio y a apretar los puños. Hasta que la voz de Tony me tomo por sorpresa.

-No sé si lo has notado, pero por el aire y la radioactividad después de la explosión es algo difícil buscarlo aquí, además está anocheciendo. Haremos el ultimo sobrevuelo a la zona.

- ¿el último vuelo?

-Si Veth, si esto no funciona...- hizo una pausa- volveremos mañana ¿de acuerdo? - aun así, sabía que sus palabras no albergaban esperanza alguna.

-De acuerdo Tony- dije para tranquilizarlo.

Me quede conectada a la computadora, tomando café para evitar quedarme dormida, quería estar atenta a cuando lo encontraran, sin embargo, la cafeína no ayudo de mucho y la inactividad de la búsqueda, no lograron más que dejarme agotada, hasta que finalmente me quede dormida en el sofá.

-Veth... ¿sigues allí? - la voz al otro lado de la línea era insistente.

-¿Qué? Hmm... si- dije adormilada.

-Veth responde- insistía Tony al otro lado de la línea.

- ¿Si? Tony, aquí estoy. -respondí levantándome con brusquedad.

-Excelente. Veth ¿estás sentada?

- ¿Qué? ¿Por qué diablos me lo preguntas? - dije exaltada, mirando la pantalla, no veía mucho pues ya era de noche y la visión nocturna de la cámara no era nítida y mucho menos clara.

-Si no lo está te diría que lo mejor es que te sientes, ya sabes por comodidad y posibilidad de desmayos.

-Tony...- dije impaciente- Ve al punto.

-Okay, más vale que te lo advertí.

- ¿Qué sucedió?- insistí.

-Lo hemos encontrado Veth. ¡encontramos al Cap.!

En ese momento un gritito se escapó de mis labios mientras incitaba a reír nerviosamente, creí que era un suelo, pero era verdad lo habían encontrado. No dude en iniciar a atacar a Tony con un montón de preguntas como era mi costumbre de reportera.

- ¿Cómo está? ¿está bien?

- en este momento no puedo decírtelo con certeza, será llevado a S.H.I.E.L.D. para ser atendido por los médicos.

En ese momento no pudimos seguir hablando pues la comunicación se cortó, pero lo habían encontrado y eso era todo lo que me importaba, Fui corriendo por mi bolso para dirigirme a las instalaciones de Fury, no podía esperar más tiempo, tenía que verlo.

Salí a la calle y paré al primer taxi que vi.

¡Hola! ¿Cómo están? Espero que muy bien, bueno como había dicho me demore nuevamente un montón de tiempo para publicar, pero ya casi estamos próximos al final de la historia, espero que les este gustando, pues esta historia es para ustedes. Como siempre quiero agradecerles por su apoyo a la novela y por tener paciencia conmigo, muchas gracias por los votos y por sus comentarios.

¡Espero les guste! Nos leemos en otro capítulo (:

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