Pronto llegaron las felicitaciones de todos allí, en especial note un cambio en Steve, me había ganado mi lugar entre los demás agentes. Y con ello una nueva faceta iniciaba.

-Buen día señorita- saludo Steve mientras salíamos hacia la base de Fury, nos necesitaban allí.

-Hola Steve, ¿he tardado mucho?- pregunte con una sonrisa burlona, pues había tenido que sacarme prácticamente a rastras de mi casa.

-Sí. En todo caso- suspiro meneando la cabeza- vamos.

Caminamos hasta encontrar el auto de Nat y Clint estacionado y nos dirigimos hacia S.H.I.E.L.D.

-¿Para qué crees que Fury nos haya llamado?- pregunte mientras salíamos de la calle de mi casa y entrabamos en la avenida.

-No lo sé, supongo que es algo importante- su expresión era fría- no suele hacer este tipo de cosas, a menos de que se trate de algo serio.

-¿Es por lo de las señales extrañas en los radares?- al principio lo había dicho con inocencia y naturalidad. Después me mordí el labio con fuerza, me había ido de la lengua.

-¿Cómo lo sabes?- me interrogo de inmediato, aun así su voz era tranquila.-espera- hizo una pausa- la única vez que se ha hablado del tema tu no estabas allí. Fue la otra noche, en la torre Stark.

Debía confesar. Mejor luego.

-No. O bueno, de alguna manera sí.

-¿Te escabulliste en la reunión?- pregunto esta vez mas alterado.

-No- me lanzo una mirada afilada que inmediatamente me hiso hablar- Bueno... sí.

-¡Es increíble!- exclamo él levantando una mano y golpeándola contra el volante- ¿No puedes obedecer mis órdenes por una vez?

Negué con la cabeza y sonreí.

-No puedo- le mire cariñosamente.- simplemente tenía curiosidad.- dije resueltamente como si pudiera justificarme.

Después de un momento Steve me miro con más paciencia y dijo:

-De todos modos lo sospeche.

-¿Cómo? - le mire confusa.

-Nunca obedeces mis órdenes Veth, así que no me sorprende que lo hallas hecho. Lo seguirías haciendo así estuvieras atada a este auto.

Me reí.

-Ya me conoces- me encogí de hombros.

Silencio. Decidí encender la radio, aunque minutos después la apague, únicamente lograba hacer el ambiente más incómodo.

Cuando llegamos bajamos rápidamente del auto y nos dirigimos a la oficina de Fury.

-Después de estudiar las señales, encontramos que son señales electromagnéticas...- en ese momento la voz de Fury se detuvo de golpe mientras que Steve y yo entrabamos en el lugar.

-Capitán Rogers, señorita Mcgouth, recuerdo haberles dicho que fueran puntuales.

Ambos mantuvimos el silencio mientras nos ubicábamos junto a Nat y Tony. Acto seguido, Fury siguió con su charla.

-Como les decía, los radares de S.H.I.E.L.D han recibido señales de una actividad extraña muy cercana a la ciudad de Nueva York, al principio fue calificada como una amenaza menor, pero ahora, esta actividad se ha incrementado y nos hace creer que puede ser obra de Loki.

-Imposible - aseguro Thor- de ser así, ya lo sabría, pues no he escuchado de ningún portal que lo haya traído hasta aquí.

Una vez descartado Loki (en ese momento no tenía idea de quien era, hasta que después Nat me explico que se trataba del malvado medio hermano de Thor). Pasamos a buscar otras opciones.

-¿Hay alguna zona donde haya un gran registro o incremento de actividad?-pregunte de repente.

Todos se miraron pensativos, los unos a los otros para finalmente, dirigir la mirada a Fury.

-Si la hay, esta entre Manhattan y Bronx.

-Entendido. Entonces allí es donde deberíamos iniciar la búsqueda.- intervino Nat.

-Perfecto. Su trabajo es encontrar la fuente de todas estas señales y detener lo que sea que las cause.

Todos asentimos, aun así tenía mis dudas.

-¿Cuándo se van?- pregunte en un tono bajo.

-Hoy.- respondió el hombre de gabardina y parche- Usted irá con ellos.

"Me lo imagine"- pensé mientras caminaba hacia mi habitación.

Una extraña sensación me recorría todo el cuerpo y las manos me temblaban levemente. Para nada era una buena señal. Estaba nerviosa, no solo por ser mi primera experiencia en campo abierto; en una experiencia real, sino porque presentía que no sería nada bueno.

Cambie mi ropa de civil por uno de mis trajes y salí de la habitación. Espere al elevador y cuando abrió sus puertas me encontré con Clint.

-Te veo en el hangar- anuncio él mientras bajaba en un piso superior.

Nuevamente sola me tome un tiempo para respirar.

"Tranquila todo saldrá bien, es como una simulación"- pensaba con optimismo, aun así no siempre era de las que pensaba positivo- "La única diferencia es que esta vez pueden matarte en serio".

El hangar era amplio, con techos altos mientras largas bombillas de neón iluminaban el lugar, al igual que el estacionamiento, se hallaba cerca de la superficie. Allí había varias aeronaves de diferentes tamaños, observe a Banner frente a una y me alegre de ver un rostro conocido por allí.

-Doctor Banner- dije aproximándome a él- ¿Listo para irnos?

-Me temo que no- respondió sonriente. Lo mire desconcertada.

-Es solo una misión de sondeo, además no quiero que el otro sujeto aparezca por allí.-su expresión era seria y cruda, carente de emoción como si hablar de aquello le convirtiera en piedra.

-No le entiendo. ¿Qué sujeto?

En ese momento ninguno pudo decir nada más, pues Nat se aproximaba con Steve a su lado, Banner se apartó y me deseó suerte. La iba a necesitar.

-Capitán américa- dije sonriente al observar con detalle al hombre frente a mí- sin duda las rayas al estilo patriota le van muy bien.

- Gracias señorita, usted tampoco está mal.

Ambos sonreímos, aunque debía admitirlo, ese traje se ajustaban muy bien a su estilo, por no decir que a su figura.

Estaba abstraída en mis pensamientos hasta que me ordenaron subir a la nave.

-¿Así que era cierto que irás con nosotros?- pregunto Tony.

-Aquí me tienes-extendí los brazos y me observe- supongo que es un sí.

-Ya era hora de que aprendieras del mejor, los veré en un rato- con un movimiento de cabeza se alejó.

-La humildad ante todo- dije sarcástica, aunque Tony se encontraba muy lejos para escucharme.

Una vez en la nave Clint encendió los motores y partimos, no tenia deseos de charlar, estaba a punto de enfrentarme a algo completamente desconocido y la sola idea me formaba un nudo en el estómago.

-Estamos sobre volando la zona- indico Clint. - deberán bajar aquí, luego les daré alcance.

-¿Lista?- dijo Steve poniendo una mano sobre mi hombro.

-Supongo. - dije fingiendo firmeza aunque por dentro deseaba derrumbarme en ese instante.

-Los dejare cerca al edifico, no tarden mucho en bajar.

Así fue, tan pronto la escotilla se abrió, Nat, Steve y yo nos apresuramos en llegar a tierra.

-Veth- dijo Nat- ve con Steve, yo iré a la cabeza.

Asentí.

Avanzamos y finalmente llegamos a las plantas inferiores del edifico, no había nadie por allí.

-¿Estas segura de que es por aquí?- pregunte en voz baja, aun así Nat me lanzo una mirada asesina.

En ese momento varios hombres aparecieron a la defensiva por los alrededores, sin duda no nos esperaban.

"Recuerda el entrenamiento"- me gritaba interiormente. Me gire y vi que Steve estaba ocupado con un grupo de tipos, decidí arreglármelas por mí misma.

Inicie a luchar, tenía un arma muy similar a la que había usado durante la simulación. Inicie a disparar a diestra y siniestra, en todo caso, en esos momentos, era lo mejor que podía hacer.

Finalmente nos reagrupamos, aun habían muchos enemigos y éramos muy pocos.

-¿Stark, donde estás?- pregunto Nat al intercomunicador.

-Creí que había llegado tarde a la fiesta- respondió Stark y acto seguido un rayo rompió un muro lateral del lugar, varios hombres cayeron al suelo. Iron Man había hecho su aparición.

-Gran entrada- dijo Steve, en un tono bastante serio para parecerse al de una broma.

-Avancen a los niveles superiores, los veré allí.-fueron las palabras de la reluciente armadura.

Iniciamos a subir por unas lúgubres escaleras hasta que en un piso más alto nos dieron alcance.

-¡Veth!- escuche gritar a Steve- sube tu sola, nosotros nos encargamos.

No había nada que decir, no me estaba preguntando, era una orden y no estaba dispuesta a desobedecerla.

Subí corriendo los escalones hasta llegar a la planta más alta del lugar. Estaba desolada. Inicie a investigar, a lo mejor pudiese encontrar algo que fuese de ayuda. Inicie a avanzar por el suelo de cemento mientras mis zapatos hacían un rítmico repiquetear con mí andar, escuche un sonido escurridizo a mis espaldas, como el de algo que se arrastra, me gire de inmediato a inspeccionar.

-"Relájate Verónica, es el miedo"- me dije para tranquilizarme, enfunde nuevamente el arma y avance un par de pasos más, nuevamente el sonido se repitió, con más fuerza, aun así lo que sea que lo provocara era mucho más rápido que yo, pues cuando me gire no vi nada.

Seguí allí y observe una silueta negra y ágil por el rabillo del ojo, no estaba sola.

-Vamos, sal y da la cara- amenace mientras con una mano temblorosa buscaba el arma entre mis ropas.

En ese momento, una brisa me indico que esta vez el movimiento había provenido de la derecha, muy cerca de mí, sin embargo, esta vez cuando me gire me encontré con una figura muy pequeña, se trataba de una niña. Llevaba el cabello rubio recogido en trenzas que le caían tras los hombros, un vestido blanco y una cara de porcelana, me arrodille y le dije:

-¿Así que fuiste tú quien me ha asustado?

Asintió con la cabeza. En respuesta sonreí.

-¿Qué hace una pequeña como tú en este lugar? ¿Te has perdido?- no hubo respuesta, decidí insistir- Ven conmigo te ayudare a encontrar a tus padres. - Le tome de la mano.

En el instante en que mi mano entro en contacto con la suya, sentí una sensación eléctrica subir por todo mi brazo hasta colarse a mi cabeza, caí de costado e inicie a chillar, el dolor era insoportable. Levante la vista y vi que la niña se giraba para convertirse en una mujer alta, de cabello lacio, largo y negro como ébano.

Clint en ese momento estaba por la zona, pues escuche el silbido de una flecha y un pequeño estallido de una chispa, alguna de sus flechas con corriente, segundos después la chica se estremecía bruscamente.

-Veth ¿Estas bien?- sentí que me asían por los hombros.

Con todas mis fuerzas trate de volver en mi misma y asentí.

-Vamos- observo a la chica sobre el suelo, quien de vez en cuando se estremecía.- este lugar me da mala espina.

No dije nada y me limite a ir junto a él. Los demás no tardaron en unirse a nosotros y pronto nos encontrábamos en una sala muy extraña, consistía en un largo pasillo negro que al final desembocaba en un enrome transformador eléctrico, al cual estaban unidos varios cables.

Avanzamos con cautela, Steve y yo en el centro, Nat y Clint a la cabeza y Stark en la retaguardia. Observe a una misteriosa figura con capa negra delante de nosotros, parpadeé varias veces para asegurarme de que la imagen era verdadera, sin embargo, no era la única que lo había visto.

-Avanzaremos con cautela- ordeno Steve mediante el intercomunicador.

-Lamento informar que no estoy de humor para eso Cap.- dijo Tony adelantándose hasta la figura.

-¡Stark!- gritó Steve, por desgracia, ya era demasiado tarde.

La figura se giró en su dirección, llevaba la capucha calada, era imposible ver su rostro. Con un rápido movimiento de manos por parte de la persona de la capa un rayo atrapo a Tony, justo en el corazón, donde estaba el centro de energía del traje, en ese momento la intensidad del rayo aumento: Estaba sobre cargando el traje de Tony hasta estropearlo o algo peor. Se escuchaba el forcejeo de Tony para zafarse del eléctrico enlace.

-¡Tony!- grite asustada ante la visión.

Rápidamente Clint y Nat se lanzaron al ataque, aun así no sirvió de mucho, sin ningún problema el hombre frente a nosotros, con un movimiento de manos hiso que ambos agentes cayeran sobre el suelo, la figura regreso su atención a Tony, quien ya se hallaba de rodillas. Exasperada, actué guiada por un impulso.

-No, Veth, espera- escuche decir a Steve, demasiado tarde. Ya me había lanzado a la carrera. Sin embargo, no corrí con mejor suerte que mis compañeros, en cuestión de segundos me hallaba en el suelo. Lo que más recuerdo fue lo que sucedió después.

Steve tomo su escudo y con habilidad se adelantó y cuando el enemigo lo noto lanzó un rayo azul en su dirección, en este caso, Rogers fue mucho más rápido y lo bloqueo con su escudo, el rayo reboto y fue directo hacia su agresor, quien a su vez, se giró un poco y evito el choque. Se lo había tomado personal y ahora su objetivo era Steve.

Una vez Tony estuvo libre, Nat y Clint corrieron a ayudarlo. Me puse en pie y me aproxime.

-¿Cómo está?- pregunte.

-Bastante mal- respondió el mismo Tony- se han fundido todos los conectores y J.A.R.V.I.S no puede repararlos.

-te sacáremos de aquí- aseguro Clint mientras se pasaba un brazo metálico tras el hombro.

-Te ayudo- se ofreció Nat- Veth quédate aquí Steve va a necesitar de tu ayuda.

-nos llevamos a Stark- indico la voz de Nat por el intercomunicador.

-Entendido- respondió Steve.- Veth bloquéale la salida.

Observe a nuestro oponente y mientras avanzaba me adelante e inesperadamente, le di una patada en un costado que le hiso retroceder, luego otra en el vientre, aun tambaleante con un leve movimiento de manos, una luz brillante me dio alcance, una sensación adormecedora me recorrió todo el cuerpo y me dejo inmóvil, caí nuevamente.

En ese momento aprovecho para escapar. Se adelantó hasta el transformador de energía, apoyo una mano en él y un enceguecedor destello se formó alrededor de la silueta, encogiéndola mientras el brillo lo absorbía todo.

-¿Así que estos son los vengadores?- escuche una voz algo extraña, como si fuese distorsionada- ¿Los grandes héroes de Nueva York?- su tono expresaba ironía y zozobra.

-¿Quién se supone que eres tú?- pregunto Steve.

Una risa seca y tenebrosa broto del otro extremo de la sala.

-Lo único que deberían recordar es: Cuando todo juegue en su contra, cuando el agua y el sol se estremezcan, cuando la energía y la luz del día sean sus peores enemigas. Cuando vean que han fallado. Recuerden: yo ya habré estado allí.- escuche un estallido, el resplandor se intensifico y pronto todo lo que vi fue oscuridad.

Rápidamente unos brazos fuertes y familiares me envolvieron. Todo era una mezcla agria y amarga, de oscuridad y silencio sepulcral, miedo y tensión. Cerré los ojos y me deje llevar creyendo que todo había sido un mal sueño.