Capítulo 18: Clint y Tex.
-Mucho gusto- dijo el hombre cuando estrechamos nuestras manos.
- El placer es todo mío- respondí con cortesía.
Nos sentamos en la mesa y Clint pidió un latte macchiato, hablamos un poco, sobre todo de la mudanza.
-Algún día deberían invitarme a su casa- dije en broma, aunque ambos se miraron pensativos.
-Por supuesto Veth- sonrió Lucy.
-Sería un gusto que conocieras nuestra casa- complemento Clint.
-Gracias, me avisan la hora y ahí estaré- asegure.
Unos minutos después Lucy se levantó de la mesa.
-Debemos ir a hacer el papeleo- le recordó a su novio quien al escuchar esas palabras de puso en pie.
- Supongo que yo también me voy- tome mi bolso y me puse en pie.
-Te llevaremos- dijo Clint.
- Gracias.
Cuando salimos de la cafetería nos dirigimos a una zona de parqueo donde observe el lujoso auto.
Clint se apresuró a abrirnos la puerta, primero yo y después Lucy, pues el auto era dos puertas y el asiento del copiloto se inclinaba hacia adelante para que los demás pasaran, eso fue justamente lo que hiso Clint. Luego rodeo el auto hasta que llego al lugar del conductor.
- Que caballeroso- me dirigí a Lucy.
-Solo lo hace porque estás tú aquí- se burló ella.-Clint no es lo que se dice exactamente romántico.
Nos mantuvimos en silencio cuando Clint entro.
-Bonito auto- señale mirando el interior.
-Gracias, a cierta persona le resulta muy sobrio.- dijo mirando a Tex.
El auto se puso en marcha mientras bromeábamos sobre las diferencias que tenían ambos y sobre su convivencia, formaban bonita pareja, no eran muy afectuosos o empalagosos pero era muy notorio que tenían un lazo fuerte y único, una conexión muy especial, además eran muy tiernos, muy a su modo, claro.
Cuando me dejaron en mi casa baje del auto y me despedí deseándoles suerte y que quedáramos otro día, mientras buscaba las llaves de la casa escuche el acelerador del auto al arrancar.
Cuando por fin logre entrar a mi casa tomé el móvil y llame a casa.
-¿Mama?- pregunte extrañada al oir su voz al otro lado de la linea y me asegure de que ese era el número correcto.
- Verónica, cielo- dijo mi madre con afecto.
- ¿Cómo te encuentras?- pregunte con cuidado de no sonar preocupada. Recordaba lo que había dicho Jess.
-Bien mi niña ¿Qué tal todo allá? Escuche que el verano esta fuerte, usa bloqueador.- sonreí y apoye una mano sobre la cintura mientras la otra sostenía el móvil.
-Tranquila mama estoy bien, perfectamente. ¿Cómo esta papa?- hubo una pausa. Insistí con cierto tacto. - ¿está bien?
-Si por supuesto querida-sabía que no era cierto, era mi madre y sabía que lo hacía por no angustiarme pero sería justo que ella misma me dijera la verdad.
- ¿Dónde está Jess?- pregunte un poco seria. Sin embargo, tenía que entender que ellos estaban mucho peor que yo.
- Salió hace un momento. – respondió mi madre.
- ¿tú crees que tarde mucho?
- No creo, ¿cuándo piensas venir?
- No lo sé- ciertamente no lo sabía- quizás en unas semanas, para el cumpleaños de Cris.
-Apuesto a que se pondrá muy contento- observó mi madre.
- ¿Mama?
-¿si?
-¿segura de que está todo bien?- dije haciendo énfasis a mis palabras.
- Si mi vida. De verdad.
- ¿También papa?
- Si ha tenido gripe, pero ya se repondrá.- dijo sin problemas mi madre.
- No dudes en decirme cualquier cosa que pase- dije casi rogando- por favor mama, confía en mí.
-Está bien mi niña. Tú y Jess siempre se han preocupado por nosotros- dijo mi madre con un hilillo de voz.
-Ustedes también - dije con la misma carga sentimental.
-Tengo que dejarte hija, tu tía Bonnie viene en camino- dijo reprimiendo cualquier tipo de tristeza o preocupación.
- Bien, adiós mama.
Suspire con tristeza no sabía si enojarme con mi madre por no contarme la realidad en la granja o simplemente iniciar a llorar por la desesperación de no poder hacer gran cosa, no obstante, mama era una mujer fuerte y ayudaría a mi padre a reponerse, dándome espera a que realizara el viaje para el cumpleaños de Cris, allí usaría el pretexto del viaje para darle el dinero a mi hermana y poder hablar con más tranquilidad, esta vez con toda mi familia. Teníamos que aclarar las cosas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro