Terminando de guardar algunos cambios de ropa en la maleta, Yoongi la dejó en el suelo junto a un par de cajas con libros, joyas y otras cosas que su pareja deseaba llevarse a su casa con él.

Una leve sonrisa creció en el rostro de Min al pensar que Igualmente había ganado, ya que de todas formas Jimin se estaba mudando a su casa, y a pesar de que este dijo que solo se llevaría unas pocas cosas, realmente se estaba llevando todo lo importante para él, lo que solo significaba una cosa.

Jimin tampoco tenía planeado volver al departamento, a pesar de que no iba a venderlo o arrendarlo.

Eso estaba bien para Yoongi, como su pareja había dicho antes, el departamento se encontraba cerca del trabajo, por lo que le convendría tenerlo en caso de que se les hiciera muy tarde a la hora de volver a casa o cualquier evento que podría suceder a futuro.

Tomando su teléfono cuando este comenzó a sonar, Min contestó la llamada de su abuela.

—Ya era hora de que contestaras —bufó la mujer mayor.

—No debí de haber tardado más de cuatro tonos —respondió, arqueando una ceja.

—Lo que sea —resopló—. JiHoon pareció interesarle un curso sobre música, date una vuelta por la casa para que veas de que se trata y la información que entrega el lugar —ordenó.

—Hoy no podré hacerlo, estoy con Jimin cambiando sus cosas a mi casa y luego dentro de poco tenemos que ir con el médico para el control de nuestro bebé —explicó.

—Entonces en la tarde me estaré dando una vuelta con el chico y llevaremos todo —decidió luego de pensarlo—. El abogado también ha llamado —anunció.

—Espero que no hayan dejado libre a mi madre —expresó con disgusto.

—Según lo que me explicó, con todos los cargos de tu madre, ella pasará una larga estadía en la cárcel —informó felizmente—. Más o menos, hasta que tu bebé sea un adolescente, si es que no se te ocurre tener más.

—Tendremos más —anunció Yoongi decididamente—. Solo es cosa de decidir el tiempo —indicó con una sonrisa completa.

—Me imagino que tu pareja estará feliz de saber esto —respondió con un ligero tinte de humor en su voz.

—Lo estará —aseguró—. Te dejo, debo asegurarme de que cierta pareja mía no esté haciendo fuerza innecesaria —explicó.

—Me gusta, ese chico siempre te mantiene atento —expresó divertida antes de cortar la llamada sin más.

Negando, Yoongi guardó su celular en el bolsillo y bajó al primer piso. Sus cejas inmediatamente se fruncieron al contemplar a las personas que había contratado para que ayudaran con la mudanza, observando embobados a su pareja mientras este se movía guardando y recogiendo cosas, inclinándose o agachándose para revelar ese espectacular trasero.

Mordiendo el interior de su boca para no gritar y sobresaltar a su pareja, quien parecía estar ajeno a todo mientras se concentraba en guardar sus cosas, Yoongi terminó de bajar las escaleras.

Los tres idiotas que habían estado observando embobados a su chico, inmediatamente se movieron fingiendo haber estado trabajando todo ese momento.

—Bebé —llamó, acercándose.

—¿Qué sucede? —preguntó, levantándose y parpadeando con esos puñeteros ojos hermosos verde jade.

Y vistiendo ropa de verano suelta que de igual forma revelaba su sensual figura, por supuesto que querrían echarle una miradita.

Chasqueando su lengua con molestia, Jimin le observó con una ceja alzada y una silenciosa pregunta, pero por supuesto que Yoongi no respondió.

Él simplemente acortó toda distancia y se apoderó de la boca de su pareja en un apasionado beso mientras sus manos recorrían esa sensual figura, finalmente deteniéndose en ese firme trasero perfecto para apoderarse de este en un agarre posesivo, que les decía a los otros que era suyo tanto como su beso.

Cuando finalmente le dio la oportunidad a su pareja de respirar, Yoongi trasladó sus besos a la comisura de sus labios.

—Hay que ir con el médico para ver a nuestro hijo —le recordó mientras trasladaba sus besos a lo largo de su mandíbula bajando por su cuello.

Con un pequeño gemido escapando de su boca, Jimin cerró sus ojos y le dio más espacio a su pareja, inclinando su cabeza hacia atrás mientras elevaba sus manos llevándolos a sus hombros.

—Seguro, pero será más fácil si no me levantas una jodida erección, cariño —se quejó Jimin, moviendo suavemente sus caderas.

Soltando una ligera risa alegre, Min finalmente se alejó depositando un pequeño beso en el chupetón que había creado justo en el medio antes de alejarse un poco para contemplar aquellos ojos bonitos observándole con cierta diversión traviesa.

—¿Estás contento ahora con tu demostración alfa de que soy todo tuyo? —preguntó con una dulce sonrisa.

—Al menos no te desnude e hice el amor frente a ellos —se encogió de hombros, subiendo sus manos a su cintura.

—Uy, qué fetiches más raros tiene, señor Min —expresó riéndose alegremente.

—Como si pudieras decir algo, asistente Park —bufó—. ¿O debería de recordarte la vez que te ocultaste bajo mi escritorio? —le observó con una sonrisa ladina.

—Recuerdos que hay que repetir en algún momento —dijo mordiendo ese relleno labio inferior ligeramente rojo.

—¿Quién está tentando ahora? —gruñó y le besó interrumpiendo esa carcajada alegre.

Soltando un suspiro alegre, Jimin rodeó con un brazo el cuello de su pareja y con su mano libre la alzó ahuecado un costado del rostro de su hombre.

—¿Realmente tenemos que irnos ahora? ¿No tenemos tiempo para darle una despedida al departamento? —preguntó, acariciando con su dedo pulgar el labio inferior de su pareja.

—No me tientes —espetó Min, besando ese dedo travieso—. Quiero saber cómo está nuestro bebé, los controles son importantes —le recordó.

—Lo sé —suspiró Jimin, besándole castamente antes de alejarse—. ¿Vamos?

—Cuando lleguemos a nuestra casa, podremos darle la bienvenida ahora que te mudaste oficialmente —decidió Yoongi, acariciando la curva de su trasero antes de colocar su mano en su espalda baja, manteniéndola ahí protectora y posesivamente—. Vamos —anunció, guiándolo a la entrada.

—Me gusta como suena eso —sonrió Jimin completamente conforme—. Aprovecharé de preguntarle al doctor si ya está bien volver al trabajo —comentó colocándose sus zapatillas antes de salir.

—Pensé que te gustaba trabajar desde casa —le observó Min, siguiéndole fuera del departamento.

—Bueno, ciertamente tiene sus ventajas —aceptó deteniéndose frente al ascensor a la espera de este—. Pero no puedes trabajar siempre desde casa para acompañarme, extraño un poco el movimiento, hablar con mis compañeros y tienes que admitir... Que solemos distraernos bastante en la casa —le observó con una sonrisa traviesa—. Si no me distraes tú, yo lo hago, y al final terminamos trabajando más que en el propio trabajo por ello —rió suave.

—No puedo argumentar contra ello —aceptó Min—. Al menos, ahora la única preocupación que tendré será ver que obedezcas las indicaciones del médico y nada más —expresó.

—¿Quieres decir que el juicio de tu madre ya terminó? —exclamó observándole con sorpresa.

Yoongi asintió y observó a los tres trabajadores cuando las puertas frente a ellos se abrieron finalmente.

—Terminen de llevarse las cajas de arriba y abajo, y luego cierran —ordenó Min—. Si las cosas no están en mi casa para cuando llegue, tendré más que una queja que presentar a su jefe y una demanda por acoso contra mi pareja —indicó oscuramente.

—Lamento la actitud de mi pareja —expresó Jimin con una dulce sonrisa ante la mirada sorprendida de los tres trabajadores—. Pero habla en serio —anunció, acurrucándose a su costado.

Sin decir una palabra, los tres hombres se apresuraron en salir del ascensor, dejando una gran distancia con la pareja.

—Ahora, dime cómo fue el juicio de tu madre —exigió mientras subían al ascensor—. ¿Tendremos un descanso pequeño o uno largo?

—Según lo que me explicó mi abuela, no tendremos que preocuparnos de ella hasta que nuestro bebé sea mayor —respondió apretando el botón del lobby.

—Gracias a Dios, Taehyung querrá festejar luego de que le cuente esto —sonrió feliz.

—¿Lograste comunicarte con él finalmente? —le observó.

—Algo así, en realidad Jungkook tuvo piedad de mí y me llamó para decirme que Tae estaba descansando merecidamente luego de que se arreglaran las cosas finalmente —explicó.

—Bueno, considerando que desaparecieron tres días será una suerte si alguno de los dos no termina en silla de ruedas —resopló, saliendo del ascensor una vez las puertas se abrieron.

—Como si nosotros no hubiéramos actuado igual luego de arreglarnos —recordó—. Por cierto, podría habérseme escapado que oficialmente me estoy mudando contigo, así que... No te sorprendas si alguno de los dos aparece en la tarde —informó saliendo al estacionamiento.

—Mientras no se queden a dormir —pronunció, y rodeó el auto de su pareja para sentarse en el asiento de copiloto.

—Taehyung ya reclamó una de las habitaciones como suya —comentó con una sonrisa divertida.

—Lo sacaré si comienza a traer sus cosas, cada habitación ya tiene su dueño —anunció antes de subirse al auto.

—Taehyung debe tener una habitación o será capaz de meterse en la cama con nosotros —indicó luego de subirse.

—Son cuatro habitaciones, la principal es de nosotros, la segunda es de JiHoon y las otras dos de nuestros hijos —declaró—. Como ves, no hay espacio para él más que en el jardín trasero, si quieres le consigo una casa para perros —comentó pensativo.

—No seas tan desgraciado con él —indicó Jimin apenas aguantando su risa al imaginarse a su amigo en una casa de perros—. Taehyung es de los que te lo devuelven al doble —le recordó, saliendo del estacionamiento.

—Difícilmente veo que pueda hacer eso —resopló.

—Oh, yo no me atrevería a retarlo de esa forma —rió bajo—. Hablamos del mismo chico que llevó a su pareja a la casa de mi hermano y le hizo follarle en su despacho solo para cumplir una fantasía suya que surgió en la adolescencia —indicó riendo ante el recuerdo de la llamada horrorizada de su Hyung tras finalmente darse cuenta.

—Ya veremos quién gana —expresó simplemente Yoongi.

Observando la pequeña figura de su bebé en el monitor señalado por el médico, Jimin sonrió al igual que su pareja.

—¿Cómo se ve? —preguntó Yoongi.

—Todo se ve perfecto —anunció el doctor Shin, con su mano recorriendo el extraño objeto en su vientre para ver bien al bebé—. Con doce semanas has llegado al final de tu tercer mes, Jimin, y el pequeño está creciendo y desarrollándose de la forma correcta —informo satisfecho.

—¿Cuándo podremos saber qué es? —preguntó el pelinegro con emoción.

—Supuestamente, por estas semanas sus genitales ya están formados, pero de igual forma es difícil distinguir... Y este pequeño no nos quiere ayudar a averiguarlo —explicó con una sonrisa, moviendo su mano.

—Si es una cosita terca como su papá, dudo que nos muestre ahora si no quiere —indicó Yoongi ligeramente divertido.

—¿Perdón? —exclamó Jimin con una risa sorprendida—. Querrás decir si es una cosita determinada como tú, que si no quiere, entonces simplemente no lo hará sin importar lo que le digamos o hagamos —corrigió.

—Bueno, que sea terco o determinado, de igual forma parece que no nos estará mostrando nada más por hoy —anunció el médico, alejando su mano y entregándole papel higiénico para que limpiaran el abdomen—. Quizás la próxima consulta tendremos algo más de suerte.

—¿Algo que tener en cuenta? —preguntó Yoongi mientras limpiaba la pequeña curvatura donde estaba su bebé.

—Las mismas de siempre, nada de esfuerzo y estrés, y esto seguirá siendo lo mismo hasta el final del embarazo —anunció levantándose—. Como dije antes, por esta etapa las náuseas y vómitos deberían de disminuir, aun así yo te aconsejo que evites la comida picante.

—¿Y la dieta que me dio? —preguntó Jimin.

—Pueden seguir con ella por ahora, todo se ve bien y generalmente no la cambio hasta el quinto mes —explicó—. Es normal si te duelen las pantorrillas y tu vientre comience a extenderse, te aconsejo que evites utilizar ropa demasiado ajustada —comentó.

—No hay problema —aseguró Jimin bajando de la camilla una vez estuvo listo.

—Esto es todo por hoy, chicos —les sonrió el médico—. Nos vemos en la próxima cita, la enfermera les llamará para agendarla —prometió abriendo la puerta.

—Gracias por todo —se despidió Jimin y observó a su pareja cuando este no se movió—. ¿Yoongi?

—¿No nos dará la ecografía esta vez? —cuestionó observando al doctor Shin.

—Cierto, gracias por recordarme —exclamó, cruzando la habitación inmediatamente—. Aquí tienen —anunció, entregándole el sobre con las fotografías y CD.

Con el sobre en sus manos, Yoongi se despidió del médico y salió junto a su pareja con una sonrisa satisfecha.

—Necesito comprar pantalones pronto, la mayoría son ajustados y aunque me siguen quedando buenos, no quiero estar buscando a última hora —explicó Jimin entrelazando sus dedos cuando su pareja tomó su mano.

—Vayamos mañana que no hay nada que hacer —expresó Yoongi.

—¿Por qué no ir ahora? —le observó—. Estamos cerca de un centro comercial.

—Jungkook me envió un mensaje que me dejó algo preocupado —anunció, subiendo al ascensor junto a su pareja.

—¿Qué fue lo que te dijo para dejarte preocupado? —preguntó alzando una ceja con diversión.

—No dio muchos detalles, pero tengo un mal presentimiento —respondió.

Observándolo divertido, los ojos de Jimin se desviaron hacia una mujer que prácticamente estaba devorando a su hombre con la mirada.

Cuando la extraña acomodó su camiseta, Jimin leyó totalmente sus intenciones de perra en celo.

—Disculpa... —pronunció con un suave tono tierno mientras tocaba el hombro de Yoongi con aparente timidez.

—Cariño, tienes algo aquí —anunció Jimin, logrando que su pareja le observara.

—¿Dónde? —preguntó Min.

—Justo aquí —anunció, plantando un beso en sus labios—. Lo sé, no fue nada —sonrió lamiendo su labio inferior antes de apartarse.

Pero como ya sabía que pasaría, por supuesto que Yoongi no le dejó ir así como así e inmediatamente persiguió su boca arrastrándolo en un beso fogoso que solo se vio interrumpido cuando las puertas del ascensor se abrieron.

—Debes de asegurarte de limpiar bien, bebé —indicó Yoongi, arrastrando sus labios por su mejilla hasta su oído—. Eres adorable cuando marcas territorio —murmuró en su oído.

—¿Marcar territorio? —bufó Jimin mientras salían—. Esto es hacerlo —anunció, soltando su mano para arrastrarla a su trasero, apoderándose de un glúteo antes de observar hacia atrás.

Contemplando a la mujer del ascensor que les seguía observando no muy feliz, Jimin le sonrió y susurró un muy claro "mío" Para luego besar el cuello de su pareja y volver su vista al frente victorioso.

—Ahora, eso es marcar territorio —declaró mientras salían de la clínica.

—Y una buena estrategia hacerlo en la entrada donde la mayoría nos observó, especialmente los que están detrás del mesón —indicó dirigiéndolos al estacionamiento.

—Hey, tanto tú como yo ya nos estábamos aburriendo de las insinuaciones del personal, fue un dos en uno —exclamó alegre, sacando su teléfono cuando este comenzó a sonar con mensajes continuos.

—¿Taehyung? —preguntó Yoongi, deteniéndose frente al auto de su pareja.

—Algo así, me ha añadido a un grupo y a ti igual —respondió, entregándole la llave a su pareja para que él condujera—. Mi hermano y su esposo también están —anunció.

—Tengo un mal presentimiento —pronunció Yoongi, abriéndole la puerta a su pareja.

—El grupo se llama "Party en casa" y están enviando fotos —informó divertido.

Cerrándole la puerta a su pareja, Yoongi rodeó el auto y se subió.

—Dime que no es nuestra casa —pidió tras subirse.

—No lo sé, las fotos solo son de Taehyung medio desnudo con Jungkook y la comida —explicó tecleando en su teléfono.

—¿Ellos son los únicos enviando fotos? —preguntó saliendo del estacionamiento.

—Uh, nop. Hyung y Jin también están enviando —respondió—. Jinnie subió de la comida y... Namjoon está enviando un video ahora, espera —pidió mientras lo descargaba.

Encontrándose con un semáforo en rojo, Yoongi aprovechó para acercarse a su pareja y ver.

—Muéstrame —ordenó y Jimin reprodujo el video.

En este, se escuchaba música de fondo con Taehyung cantando a todo pulmón y a Jin con Jungkook corriendo para lanzarse a una piscina.

—Bueno, se parece un poco a nuestro jardín trasero, pero nosotros no tenemos una piscina —comentó Jimin.

—Nosotros no, pero nuestros vecinos sí —anunció Yoongi, enderezándose y poniéndose en marcha una vez el semáforo cambio.

—¿Te refieres a la casa de al lado que estaba en venta? —preguntó observándole con sorpresa.

—Exactamente —asintió—. Y temo, según las palabras de Jungkook, que tenemos unos nuevos vecinos bastante problemáticos y entrometidos —expresó chasqueando su lengua no muy felizmente.

Y Jimin simplemente no pudo aguantarlo, estalló en carcajadas alegres.

—Es el karma por lo de la casa del perro —se rió el pelinegro—. Y lo mejor es que Tae ni siquiera sabía de eso.

—Al menos tendrá casa propia —resopló.

—JiHoon y tu abuela también están ahí —informó Jimin dejando de reír para revisar su teléfono—. Nos están preguntando cuando llegaremos y... Mis padres también están —pronunció, logrando que su pareja le observara rápidamente.

—¿Seguro de que quieres ir? —preguntó Yoongi, girando a su izquierda.

—Ya los he castigado el suficiente tiempo, supongo que es hora de comprobar si realmente han cambiado como dijo Hyung—expresó encogiéndose de hombros, respondiendo el mensaje—. Pero si mamá comienza con el tema de nuevo, será mejor que la lances a la piscina —ordenó.

—No tengo problemas mientras me defiendas de tu padre —aceptó.

—Hecho —sonrió y observó animadamente por la calle cuando comenzó a reconocer las casas—. Puedo escuchar ya la música —comentó y su sonrisa solo creció más al percatarse de la voz de su mejor amigo haciendo eco de la canción.

Estacionándose frente a su casa, la pareja se bajó y fue a la siguiente, donde JiHoon les esperaba para abrirles el portón.

—¿Cómo les fue con mi sobrino? —cuestionó el menor, apenas cruzaron la puerta.

—Tan bien como podríamos esperar —aseguró Jimin, sonriéndole dulce—. Y, te he traído el regalo prometido —anunció, entregándole la ecografía.

—¿Querías ver a tu sobrino? —preguntó Yoongi observando a su hermano con una sonrisa pequeña.

—Tenía curiosidad —respondió observando la imagen—. Se sigue viendo tan raro como siempre —comentó, pero aun así guardó con cuidado la fotografía.

La pareja sonrió ante el menor mientras le seguían por alrededor de la casa.

Para cuando llegaron al jardín trasero, Jimin rió al encontrar a su mejor amigo cantándole a su pareja en lo que le bailaba.

—Bésame. Háblame al oído y ven mátame. Recorrer tu cuerpo es un placer —cantó Yoongi en su oído, sorprendiéndolo—. ¿Qué? ¿Creías que Taehyung era el único que conocía ese tipo de música? —preguntó burlón, besando su sien.

Y como si se percatara de su presencia, Taehyung inmediatamente cambio de canción para cantarla directamente hacia Jimin.

—Escápate conmigo esta noche, bebé. Te quiero comer, te va a encantar. Tú sabes que conmigo siempre la pasas bien. Te quiero comer, tus labios besar

Riendo ante el canto de su amigo, Jimin se alejó de su pareja y aceptó el micrófono que le extendía para cantar junto a él.

Observado a su pareja divertirse, Yoongi alzó una ceja silenciosamente cuando sus suegros se acercaron a él, sin quitar la mirada de su hijo.

—Nosotros queríamos disculparnos por lo ocurrido en el departamento —expresó Tae-pyun.

—Creo que deberían de esperar a que Jimin termine de cantar para seguir —indicó, volviendo su vista a su pareja.

—Conozco a mi hijo —pronunció la mujer mayor—. Sin importar lo que digamos, él seguirá sin creernos, por eso preferimos demostrarle con acciones que hemos cambiado —explicó.

Sabiendo que aquello era probablemente la mejor decisión, Yoongi no dijo nada.

Cuando su pareja se acercó a ellos nuevamente, observó a sus padres quienes simplemente se disculparon sin decir promesas dudosas.

Observándolos en silencio, Jimin finalmente soltó un suspiro antes de acercarse y abrazar cortamente a cada uno.

—Una palabra y mis amigos los tirarán a la piscina —advirtió—. Y ni sueñen que les daré información de su nieto —amenazó.

—Perfectamente recibido —aseguraron ambos.

Y entonces, otro escándalo apareció desde el interior de la casa con hombres semis desnudos comenzando a invadir el jardín mientras bailaban.

La mirada de Yoongi inmediatamente viajó hacia Taehyung, quien le sonrió y lanzó un beso.

—Esto es una fiesta honey, y no es una sin strippers para celebrar la mudanza de todos —anunció Taehyung a través de la música.

—Definitivamente una fiesta mejor que las pomposa a las que iba por la empresa —anunció la abuela de Yoongi, observando satisfecha a los jóvenes que se paseaban por el jardín, jugando con todos los invitados.

—Oh Dios, no sé si JiHoon está traumado y extasiado —comentó Jimin, llamando su atención.

Su mirada inmediatamente fue hacia su hermano, quien estaba siendo rodeado por dos de los bailarines, observando entre horrorizado y encantado sus cuerpos semi desnudos que bailaban cerca, pero sin invadir su espacio personal.

Observando a Taehyung, Yoongi alzó su mano y le señaló antes de pasar su pulgar sobre su cuello. En respuesta, Tae se carcajeó y se refugió en los brazos de Jungkook.

Riendo alegremente con ello, Jimin rodeó el cuello de su pareja y le distrajo besando sus labios.

—¿Sabes? Nunca pensé que terminaríamos así —expresó sobre sus labios Jimin.

—Ni yo —anunció, rodeando su cintura con sus brazos—. Pero me alegro de haberte seguido buscando luego de que me insultaras y abordaras en aquella fiesta.

—Y yo que fueras tan tú, un imbécil, arrogante y estúpido demonio con buen amigote entre las piernas —expresó juguetón y le besó callando sus réplicas—. Te amo —anunció sonriendo hasta perder sus ojos.

—Yo también te amo —respondió Min con una sonrisa.

—Ven, vamos a salvar a tu hermano y evitar que mi Hyung le dé un ataque de celos por ese tipo que le baila a Jin —anunció alejándose con una alegre carcajada.

Siguiéndolo, Yoongi sonrió más feliz que nunca en su vida.

Realmente... Agradecía el día en que Park Jimin entró en su empresa y a su vida, aun si tardó en darse cuenta de ello.

—¡Bailemos! —exclamó su pareja y lo apegó a su cuerpo.

Aun si solo colocó sus manos en su cadera de forma posesiva, de igual manera disfrutó de su pareja y de estar rodeado de sus seres queridos.

FIN.

•

•

•

•

Como siempre, hay epílogo esperando, pero sí, ya hemos terminado con esta historia, espero que la hayan disfrutado tanto como yo y que le de mucho amor a la nueva historia Yoonmin con estilo vikingo 💕

Extrañare escribir sobre esta pareja y las travesuras de tae y Jimin, pero ya nada que hacer, a seguir creando historias solamente 😞💕

Se me cuidan un montón mis copitos, un abrazote y un besote!! <3

Cancion mencionada "besame" de Manuel Turizo y "Escapate conmigo" de Wizin y Ozuna.