
Capítulo 66 •💘
Jimin se encontraba frustrado, tenía los malditos resultados frente a él, y aun así, no se atrevía a abrirlos.
Simplemente sentía que no era correcto hacerlo solo.
Mentira.
No quería hacerlo solo, deseaba que su supuesta pareja estuviera ahí con él para poder leerlos juntos, pero como había estado enojado la mayoría del día por culpa de la madre de Yoongi y la actitud come mierda bastarda de este...
Aunque quería explicarle para que abrieran el correo juntos, a la vez, no deseaba hablarle todavía.
Si había algo que molestaba a Jimin, era cuando Yoongi se alejaba utilizando su posición superior del trabajo, el imbécil lo sabía, y aun así la utilizó para esquivar su estúpida pregunta respecto a su madre.
¿Por qué no podía simplemente preguntar?
Eran pareja, estaba bien si quería saber qué ocurría con la mujer que ansiaba separarlos, pero aun así...
Min estúpido Yoongi se negaba a contarle al respecto.
Y peor aún, las crueles palabras llenas de satisfacción malvada de esa mujer seguían rondando en su cabeza.
¿A qué se refería con que era un simple juego? ¿De qué apuesta hablaba?
La semillita de la duda había sido plantada con ello y Yoongi con su actitud no estaba ayudando en nada.
Maldición, si tan solo el baboso de su pareja le explicara las cosas, entonces no estaría calentándose la cabeza con posibles tonterías.
Probablemente ella solo había dicho esas cosas para molestarlo, y ahí estaba él, cayendo en su tonto juego, ya que su estúpida pareja no deseaba contarle nada.
Jimin soltó un resoplido molesto con ello.
Yoongi simplemente se había encerrado en su oficina sin decirle absolutamente nada, y la única vez que intentó entrar durante el día, fue mandado al carajo.
¿Cómo se supone que no iba a estar molesto con su pareja entonces?
Con el día transcurriendo sin señal alguna de Yoongi, solo había logrado que esa malvada semilla plantada en su cabeza más su propia mente, comenzaran a armar drama.
Imaginando escenas donde al final de todo, resultó que solo había sido una distracción para Min todo ese tiempo solo para llevarle la contraria a su madre un tiempo, una puesta entre ellos para llevárselo a la cama y listo.
—Esto es estúpido —murmuró, pasando sus manos por su cabello.
Si tan solo Yoongi no estuviera actuando como un idiota y realmente hablara con él, en ese momento no estaría llenando su cabeza de idioteces hasta provocarle un mal de estómago.
Observando la esquina de la pantalla de su computador, Jimin suspiró al contemplar que ya era hora de irse a su casa.
Y tan casado y frustrado como se sentía, realmente deseaba su cama en ese momento, con montones de halado para mejorar su mal humor.
Ordenando sus cosas, se levantó y su mirada fue directo hacia las puertas de la oficina de su jefe cuando una de esta se abrió finalmente.
Observando la pantalla del computador con su correo abierto, sus labios se torcieron.
Por muy molesto que estuviera con el idiota, había prioridades de las que hablar.
—Necesitamos hablar —anunció.
—No en este momento, asistente Park, tengo una importante reunión con mi madre —descartó, sin mirarlo—. Mañana a primera hora puede hablarme en la oficina —anunció.
Haciendo puño su mano, Jimin contuvo las ganas de golpear ese horrible rostro apuesto y totalmente arrogante como la mierda.
"Sigue siendo tu jefe, Jimin" se recordó y plantó una sonrisa en su rostro, aquella dulce, inocente y totalmente falsa que tanto le molestaba a Min.
—No, señor Min, en realidad, no es nada importante —declaró, cerrando la pestaña del computador y apagando la pantalla inmediatamente—. Que tenga buen viaje, señor Min, espero que tenga una estupenda cena con su madre —expresó alegremente, listo para salir de ahí y golpear algo.
—Tienes unos documentos que revisar en mi oficina —interrumpió Min, su mirada quemando en su nuca.
—Mañana llegaré a revisarlo, señor Min —respondió sin detenerse.
—Los quiero listos para mañana a primera hora, asistente Park —indicó fríamente, logrando detener a Jimin.
Tomando una profunda respiración, el pelinegro observó como las puertas del ascensor se cerraban ante él, llevándose a la mayoría de los otros trabajadores y se dio vuelta para observar con sus ojos verde jade llenos de molestia silenciosa a su tonta pareja estúpida.
—Claro, por supuesto señor Min, trabajaré con ellos desde mi casa —anunció, destacando la última parte mientras volvía por sus pasos y lo evitaba al pasar por su lado.
Observando la carpeta en el escritorio, Jimin fue directamente hacia ella y se dio vuelta solo para ser atrapado por su pareja, quien le robó un beso de esos que enroscaban los dedos de sus pies y le dejaba sin aliento, nublando toda su mente.
—Espérame esta noche en tu casa —susurró en su oído.
—Vete a la mierda —respondió y sin poder contenerse, alzó su pierna, golpeándolo justo en su entrepierna mientras le sonreía hasta perder sus ojos.
Exclamando ahogadamente de dolor, Min retrocedió.
—Actuaste todo el día como un bastardo arrogante, no has querido hablar conmigo directamente, ahora te aguantas tu mierda y me dejas solo —espetó enojado y se alejó antes de que Min tuviera otra oportunidad de atraparle—. Que disfrute su cena, señor Min, y que no se ahogue con su comida —se despidió saliendo de la oficina con un cierre de puertas algo duro.
Solo en su oficina, Yoongi dejó escapar un largo suspiro mientras sus manos se cerraban con fuerza sobre su escritorio, aceptando el dolor que se merecía por ser, como dijo su pareja, un total bastardo durante todo el día.
Gruñendo, pasó una mano por su cabello, apenas conteniendo las ganas de ir tras su chico luna y quitarle su claro enojo con besos y caricias, con una dura follada contra la pared para luego hacerle lentamente el amor en su cama.
Pero no podía.
Jodidamente no podía mover sus manos, por más que deseaba ir y quitar esa molestia en esos puñeteros ojos hermosos para calmar el dolor que él mismo había provocado ahí.
Cualquier cosa que... No, sabía perfectamente lo que su madre seguramente le había dicho a su pareja y sabía que con su actitud solo estaba empeorando malditamente todo.
Pero si no hacía eso, JiHoon...
Con su teléfono sonando, Min observó con desagrado el número de su madre y contestó la llamada no muy felizmente.
—Espero que ya hayas arreglado todo con ese tipo y estés viajando —anunció Nara—. La cena será servida pronto, y no quieres que cierto invitado especial pase hambre, ¿o sí?
—Voy en camino —gruñó, y cortó la llamada sin desear escuchar ni una mierda más.
Haber sacado repentinamente a JiHoon de la residencia que le cuidaba, había sido un golpe inesperado y rápido que le tomó por sorpresa.
Mucho más, tras enterarse de que lo mantenía atrapado en una habitación en la mansión, sin importarle cuánto odiaba su hermano estar encerrado.
JiHoon podría estar tranquilo en ese momento gracias a los libros y su colección de rocas, pero pronto querría volver al lugar que ya consideraba su casa con los demás y él tenía que solucionar todo antes de que la situación de su hermano se volviera mala.
Tomando sus cosas, Yoongi observó su teléfono contemplando el chat de su pareja y los miles de mensaje que le había enviado durante todo el maldito día, pero ninguno fue revisado, lo cual explicaba la actitud de Jimin.
Soltando un suspiro, salió de ahí y le envió un mensaje a esa persona otra vez, preguntándole como iba todo.
Pero al igual que las veces anteriores, no hubo absolutamente ninguna respuesta, lo que significaba... Que tenía que seguir colocándose en las manos de su madre y permitir que moviera los hilos.
Soltando un sonido molesto, salió de su oficina y se aseguró de echarle llave antes de alejarse.
Su mirada se posó un momento en el escritorio de su pareja y una molesta opresión apareció en su pecho.
Y con tantos ojos en el piso, Yoongi no había podido hacer nada para remediarlo.
Sabiendo que su madre tendría ojos en el edificio y en su piso para vigilarlo, no le había quedado de otra más que mantenerse encerrado en su oficina y rechazar cualquier intento de Jimin por hablar.
Incluso ese último movimiento había sido riesgoso al llamarlo a su oficina para darle la carpeta donde le explicaba lo que sucedía al ser ignorado sus mensajes, no sabía si los ojos de su madre seguían estando por ahí, pero no podía soportar que Jimin simplemente se fuera sin saber nada.
Y todo por culpa de su madre.
Torciendo sus labios hacia abajo, Yoongi se detuvo y llamó al ascensor.
Esto tenía que terminar pronto, le estaba matando que su madre le estuviera obligando a escoger entre su hermano o su pareja, él no tendría por qué estar eligiendo a ninguno, no quería hacerlo.
No cuando su corazón ya le estaba mostrando la respuesta, y no podía abandonar a JiHoon como hizo su padre, pero Jimin era... Se había vuelto su todo.
—Yo... Siento si molesto, señor Min —pronunció una persona a su costado, sacándolo de sus pensamientos—. Sé que tal vez no me conoce, pero soy amigo de Jimin-ah y... Solo me preguntaba si ustedes estaban bien, ya que no los vi juntos en todo el día —expresó.
—Sería bueno si se concentrara más en su trabajo y no en cosas sin importancia, señor Byun —anunció fríamente, subiendo al ascensor cuando las puertas finalmente se abrieron.
Ignorando la presencia molesta a su lado, Yoongi se bajó tan pronto como estuvo en el lobby.
—Hey, jefe Min —exclamó una voz confiada, y entonces una cabellera blanca apareció en su campo de visión.
—Estoy ocupado ahora —espetó, cruzando las puertas.
—Lo sé, vas con Jimin-ah, ¿no? Se veía bastante mal hace un momento —expresó Hoseok, logrando que Min se detuviera.
Los labios de Yoongi se quisieron mover para preguntarle a qué se refería, pero solo los apretó con fuerza y observó al frente, esperando.
—Fue una suerte que Taehyung y Jungkook aparecieran y lo obligarán a subirse al auto, parecía que en cualquier momento se iba a desmayar luego de que se topara con tu ex —prosiguió.
—No sé por qué me dices esto, ya no es mi asunto —anunció fríamente, y luego se alejó subiéndose al auto que se detuvo frente a él.
Dejando completamente confundido a Hoseok y a cualquiera que había estado a su alrededor en ese momento.
Jodida mierda, ¿qué había hecho su madre ahora para arruinar su relación?
La incertidumbre le estaba irritando.
Entrando en la casa de su madre, Yoongi fue inmediatamente recibido por el mayordomo.
—¿Dónde está? —cuestionó.
—Su madre se encuentra en el despacho, joven Min —respondió quitándole su abrigo.
—Sabes perfectamente de quién hablo —espeto con dureza.
—Su antigua habitación —respondió, sin mirarlo.
—Llave —ordenó, estirando su mano.
El mayordomo negó despacio.
—Su madre la tiene con ella —explicó, y se retiró rápidamente.
Maldiciendo por lo bajo, Yoongi se dirigió al despacho de su madre y se detuvo al contemplar la puerta entreabierta.
—Te juro que nunca pensé que todo terminaría de esta manera —se rió su madre—. Solo contraté al chico para que fuera el espía de mi hijo.
—Pudo haberme dicho que también le pagó para que engatusara a Yoongi-ah y le quitara esa reputación de playboy que tenía —resopló Yu-ri—. ¿Sabe el horror que pasé tras descubrirlos juntos?
—No creí que pudiera hacerlo realmente, sabes de la fama de mi hijo —indicó—. Si hubiera sabido que Yoongi todo este tiempo solo estuvo jugando con él también, no me habría calentado tanto la cabeza al pensar que realmente ese par se había enamorado —resopló.
—Uhm, yo tampoco me esperaba eso por como actuaron en el campamento —indicó—. ¿No será solo una mentira de Yoongi? —expresó.
—Mentira o no, el chico está esperando el bebé de otro hombre, Yoongi le dejará con esto —anunció.
—¿Y si el bebé es de Yoongi? —dudó Yu-ri.
—Tengo pruebas de que el chico se estuvo viendo con su ex mientras salía con mi hijo, solo tenía el rostro de santo —se burló, estallando en una carcajada malvada.
Haciendo puños sus manos, Yoongi observó fijamente la puerta entreabierta en lo que intentaba calmarse para no estallar.
Su madre realmente era una estúpida si creía que iba a caer en ese jueguito con una actuación tan pobre.
Jimin era suyo y nunca estaría con nadie más que él, ciertamente se encargó de que otros se dieran cuenta de que le pertenecía dejando marcas visibles en su piel.
"Soy tan tuyo como tú eres mío" Le había dicho su chico luna incontables veces y él sabía que era así.
Por lo que solo una persona estúpida y sin neurona alguna caería en ese show tan bajo.
Pero... ¿Por qué añadir al juego un bebé y sacar un ex que sabía que Jimin dejó de interesarle hacía mucho?
Taehyung ciertamente se burlaba de esa basura en cada oportunidad que lo recordaba.
De pronto, a su mente llegó los momentos en que atrapó a Jimin vomitando en el baño a escondidas, y como en el campamento arrugó su nariz con desagrado al percibir ciertos aromas de las comidas que antes comía sin problema.
Su pareja le había asegurado de que no era nada en ese momento, pero... ¿Y si sí lo era?
¿Y si Jimin si estaba esperando a su hijo y por eso su madre hizo mención del ex?
—¿Qué mierda hice? —gruñó pasando una mano por su cabello con frustración.
Las palabras que le dijo Hoseok también le golpearon de pronto, dejándole sin aliento.
¿Qué mierda le había dicho Yu-ri para que Jimin se colocara tan mal? ¿Esa perra le habría contado de las estupideces que le dijo a su madre para engañarla al seguirle la corriente?
—¿Está bien, joven Min? —preguntó el mayordomo, observándolo con atención.
—¿Qué crees que haces dejándome esperar aquí? —exclamó la mujer mayor en la puerta, logrando sobresaltar al mayordomo.
—Discúlpeme, mi señora —expresó el hombre, inmediatamente acercándose para tomar su abrigo.
—Ve a buscarme un vaso de agua —ordenó.
—En seguida, señora —anunció, retirándose rápidamente.
Cuando Yoongi alzó su mirada, se encontró directamente con su abuela.
—Tardaste —anunció, enojado.
—Tenía cosas que arreglar —respondió, chasqueando sus dedos y logrando que hombres uniformados de negro entraran a la mansión—. Busquen en cada habitación hasta que encuentren a mi nieto y sáquenlo de aquí —ordenó, y todos se colocaran en movimiento.
—¿Qué crees que estás haciendo en mi casa? —exclamó Nara, saliendo enojada de su despacho junto a Yu-ri.
—Saco a mi nieto de aquí, que más —respondió obvia y luego observó a Yoongi—. Ahora tú, sal de aquí y ve por ese chico antes de que lo pierdas completamente por las estupideces de estas perras —ordenó.
La mirada de Yoongi se posó sobre su madre, quien parecía estar totalmente perdida y confundida, sin comprender, que ya había perdido el control de la situación.
—Cuida de JiHoon —pidió, observando directamente a su abuela.
—¿Con quién crees que estás hablando? —espeto observándole enojada—. Llevo años esperando que finalmente salieras bajo la falda de esa perra y me hablaras por ayuda —expresó con molestia.
Tragándose sus palabras, ya que perfectamente ella también podía haberse acercado y ofrecer su ayuda, Yoongi se dio vuelta y se alejó sin escuchar a su madre.
Tenía una explicación que ir a ofrecer y perdón por el cual suplicar.
Y por Jimin y su hijo, lo haría.
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Y aquí el siguiente caps, mis queridos copitos <3
En realidad, había tenido la intención de subirlo ayer junto al otro, pero tenía una migraña horrible que no me dejó hacer nada 😞
Espero que lo hayan disfrutado, se me cuidan! un abrazote y un besote <2
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