Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 55 •💘


Sentando en el restaurante en el cual su hermano le había citado, Jimin observó la hora en su reloj de muñeca y arrojó un suspiro.

—¿Y bien? —preguntó, observando a su Hyung sentado frente a él, comiendo como si nada.

—¿Bien? —repitió Namjoon, observándolo.

—No se supone que nos juntamos simplemente para comer en silencio —indicó, tomando de su copa de vino.

—Pensé que te gustaba esta comida, es tu restaurante favorito —le observó.

—No he dicho nada que diga lo contrario, pero de pasar días simplemente ignorándome, para luego llamarme de repente pidiéndome juntarnos, es porque tienes algo que decirme, ¿o me equivoco? —alzó una ceja.

—Tienes razón, pero probablemente lo que realmente tengo ganas de decirte, no es de tu gusto —suspiro Namjoon, tomando la servilleta para limpiar sus labios.

—Si es cualquier insulto hacia mi hombre o excusa para terminar mi relación, probablemente no —aceptó, dejando su copa sobre la mesa—. Por lo que será mejor que pienses bien lo que me vas a decir, si no quieres que me enoje y me largue de aquí —advirtió—. Y entonces tendrás que esperar a que yo quiera llamarte, y los dos sabemos lo resentido que puedo ser a veces —le sonrió suave.

Soltando un suspiro, Namjoon cruzó los brazos sobre su pecho y le observó fijamente.

—Solo dime algo antes —pidió.

—¿Qué cosa? —preguntó Jimin.

—¿Por qué él? —cuestionó Namjoon—. ¿Por qué de todas las personas que existen en el mundo, tuvo que ser justamente él? —preguntó con su rostro expresando desagrado.

—¿Por qué él? ¿Por qué no podía ser él? —preguntó en cambio.

—Creo que sabes perfectamente la razón de ello —indicó con sus labios curvados hacia abajo.

—Bueno, eso es cierto —aceptó—. Pero, precisamente por eso te digo, ¿por qué no él?

—¿Es en serio? —gruñó, molesto.

—Relaja tus humitos si quieres seguir conversando —ordenó, observándole con sus ojos entrecerrados.

—Lo intentaré —aceptó, obviamente no muy feliz por ello.

—Ciertamente puedo entender tu duda con mi elección, considerando que sé en primera persona lo idiota, imbécil y bastardo que puede ser Min —suspiró.

—Te recuerdo que muchas veces llegaste quejándote conmigo al respecto —indicó su hermano sin poder contenerlo.

—Sí, es cierto —asintió—. Nuestras personalidades siempre chocaban cada vez que nos encontrábamos, por lo que cuando decidió egoístamente ascenderme a su asistente personal, instintivamente supe que las cosas iban a cambiar —expresó.

—Me estás diciendo que ese bastardo-...

—Silencio —interrumpió observándole con reproche—. Y será mejor que no sueltes lo que está pasando por tu cabeza en este momento porque Yoongi puede ser un bastardo exigente, pero nunca uno injusto —informó.

"A menos cuando se trate de sexo y celos" pensó, pero obviamente se guardó eso para sí.

Eso era algo que definitivamente Namjoon no querría escuchar y no era el mejor momento para molestar tampoco.

—¿Entonces? ¿De qué va esto? —pronunció un poco frustrado.

—De que estando tan cerca de Yoongi, descubrí un lado de él que no es... Malo, ni tan bastardo como siempre muestra a otros —explicó—. Conocí a un Min Yoongi que no muestra ante el resto del mundo.

—En teoría, ¿me estás diciendo que te enamoraste de él porque se mostró solo algo amable? —alzo una ceja.

Jimin resopló sin poder contenerse.

—Créeme, Min Yoongi puede ser todo, pero ¿amable? —negó divertido.

—¿Entonces? —parpadeó confundido.

—Ese idiota me mostró que realmente tiene sentimientos, que puede ser considerado y atento cuando quiere —expresó—. No diré que no es un bastardo, porque sería mentira, Yoongi puede ser muy idiota e irritante a veces, sería tonto de mi parte simplemente ignorarlo, pero... Tiene sus lados buenos —contó, con una leve sonrisa.

—¿En serio? ¿Y cómo cuáles? —cuestionó su hermano alzando una ceja, obviamente sin creerle.

—No te diré —negó—. Porque independientemente de lo que yo te diga, para ti seguirá siendo malo —bufó—. Solo te diré, que de las pocas relaciones que he tenido hasta ahora y de los juegos tonto por ahí, esta es la única vez en la que le he sentido tan... Bien —expresó—. No te diré que Yoongi cambió completamente para salir conmigo, porque eso sería mentira, pero su carácter tiene su encanto cuando sabes controlarlo —sonrió ladino.

—¿Y qué hay de todo lo demás? —interrogó—. Su vida como mujeriego, su puesta prometida —indicó.

—Su vida como mujeriego terminó antes de comprometerse, y sobre su supuesta prometida, a estas alturas ya deberías de saber que terminaron, ¿no? —le observó.

—Las redes sociales pueden mentir —se encogió de hombros.

—Bueno, es de mi agrado decirte que esta vez no lo han hecho —anunció—. Yo estuve presente cuando terminaron.

—¿Te usó como razón para terminar?

—No —negó—. En realidad, fue todo lo contrario —anunció.

—¿Qué quieres decir? —preguntó confundido.

—Yoongi me pidió que no fuera porque no quería que me viera involucrado en ese asunto y luego los demás pensaran en mi como un rompe relaciones y eso —explicó—. Si fui, fue porque Taehyung me convenció de hacerlo.

—Debí de imaginarlo —suspiro su Hyung, pasando una mano por su corto cabello castaño claro—. Entonces, ustedes dos ya están saliendo —repitió.

—Estamos saliendo, sí, pero el mundo no lo sabe si es lo que te estás preguntando —expresó.

—¿Por qué? —gruñó.

—Razón uno, se supone que es mi jefe —alzó un dedo—. Dos, no se permiten las relaciones en la empresa por lo que obviamente no podemos ser cariñosos ni decir nada en esta —levanto otro—. Y tres, no te puedo decir mucho al respecto, pero fue la madre de Yoongi quien lo amenazó para comprometerlo con esa mujer, y si se entera de mí, él está seguro de que intentará algo para separarnos —explicó.

—¿Por qué su madre haría algo como eso? —indagó más calmado.

—Porque aparentemente quiere unir su familia con unos amigos cercanos y aumentar su poder, por lo que no encontró mejor manera que comprometer a su hijo con la hija de esas personas —explicó.

—Perra.

—Dije lo mismo —sonrió Jimin.

—¿Con qué lo chantajea? —cuestionó.

—No te lo puedo decir —negó—. Es un asunto importante para Yoongi —explicó.

—¿Es algo que te afecta directamente? —le observó pensativo.

—Uhm, no a mí, pero sí a él —respondió.

—De acuerdo —asintió—. Pero en el momento en que descubra que te está engañando, le cortaré a su amiguito —amenazó.

—Amigote —corrigió el pelinegro con una sonrisa—. Tiene un amigote.

—No abuses, Jimin-ah —advirtió con sus ojos entrecerrados.

—Está bien, está bien —se carcajeó—. Es que era un punto importante que tenía que dejar en claro —explicó.

—No realmente —bufó—. Pero ya puedo ir viendo por donde nace tu verdadero interés en él —se burló.

—Tener un buen rostro también le da puntos extras —le sonrió inocente.

—Idiota —negó.

—Entonces, ¿ya todo bien ahora? —preguntó esperanzado.

—Algo así, todavía necesito tener la charla con él —anunció.

—Si sabes que tus amenazas no serán tan efectivas como con los otros, ¿no? —le observó alzando una ceja—. Yoongi está a otro nivel, esta vez atrapé a un tiburón.

—No me importa, igualmente quiero darle la bienvenida a mi manera —gruñó juguetonamente.

—De acuerdo, bien —le sonrió—. Veré cuando tiene un fin de semana libre y lo llevaré a casa —prometió—. Solo, espero que no le digas nada a mamá —pidió.

—¿Por qué? —le observó.

—Porque ya sabes cómo es ella, entrará a su mundo de fantasía y como las otras veces que me obligaste a presentar a mi pareja, hablará de amor a primera vista, que el único y luego el matrimonio para el final happy —resopló—. ¿Realmente quieres escuchar sobre matrimonio con Min? ¿Y mis supuestos hijos con él?

—No le diré nada a ellos —prometió rápidamente, viéndose disgustado con esa idea.

—Perfecto, entonces te aviso cuando podemos ir —decidió.

—Suena bien —asintió—. ¿Tienes tiempo para el postre o te voy a dejar? —preguntó.

—Ya no tengo tiempo —anunció revisando la hora—. Pero tomaré el postre de igual manera, me lo llevaré y comeré allá —explicó, llamando la atención de un camarero.

—¿Le llevarás a él?

—Así como tú le llevarás a tu pareja —indicó.

—Touche —le sonrió ladino.

—He traído el postre —anunció Jimin una vez entró en la oficina de su pareja—. Wow, ¿por qué esa cara de ogro? —preguntó tras cerrar la puerta detrás de él.

—Contesté por equivocación una llamada de mi madre y comenzó a soltarme el sermón por terminar con Yu-ri —explicó con desagrado.

—¿No me digas que escuchaste toda esa mierda? —alzó una ceja, acercándose.

—Claro que no, le corté, pero sé que esto significa que en cualquier momento aparecerá por aquí —suspiro resignado y le observó cuando se sentó sobre su escritorio, a su lado—. ¿Cómo te fue a ti con Namjoon? ¿Otra vez intentó convencerte de terminar conmigo? —preguntó con una sonrisa ladina.

—Nop, esta vez realmente hablamos —respondió abriendo la bolsa para entregarle su helado en vaso con tapa—. Claro que fue luego de una intensa batalla de miradas, pero finalmente lo hicimos.

—¿Entonces ya no molestará? —alzó una ceja mientras recibía su helado.

—No lo creo, tal vez sea algo molesto, pero ¿cuándo no lo es? —se encogió de hombros—. Eso sí, nos invitó a la casa porque quiere amenazarte como lo hizo mis parejas antiguas —contó divertido mientras comía de su helado.

—Si sabe que conmigo no funcionará eso, ¿cierto? —preguntó finalmente abriendo su helado.

—Se lo dije, pero ya sabes, él puede ser tan terco como tú —expresó con un suspiro.

—Busca un día libre e iremos —decidió y observó su helado—. Dame del tuyo, quiero probarlo —ordenó.

—Tienes el tuyo ahí —indicó, alejando su helado lentamente.

—Pero el tuyo se ve diferente, quiero probarlo —argumentó.

—Bien, pero entonces probaré el tuyo también —advirtió.

—Hecho —asintió y le observó acercar su helado nuevamente—. Dame —ordenó abriendo su boca.

—Eso es tan cursi —le sonrió.

—Solo dame helado —gruñó.

—Pero es lo que hacen las parejas realmente cursis —se rió, sin hacer nada—. Y ambos sabemos que ninguno de los dos somos así.

—Solo dame una tonta cucharada de helado —resopló molesto.

Cuando el pelinegro siguió simplemente riendo ante la idea, Yoongi bufó y abandonó su helado en el escritorio antes de tomar el asunto entre sus manos.

Corriendo su silla hacia atrás, se movió hasta estar frente a su pareja y entonces colocó sus manos en su cadera y tiró de él hacia adelante, sentándolo a horcajadas sobre su regazo con la ayuda de este.

—Si digo que quiero que me des helado, lo haces sin pensar en lo cursi que es —gruñó y abrió su boca, esperando.

—Nunca te habría tomado como un hombre cursi —se burló sonriendo hasta perder sus ojos, finalmente dándole la cucharada de helado.

—Yo no diría que esto es cursi —indicó lamiendo sus labios.

—Cursi como la palabra no, pero si vemos en la posición en la que estamos, yo diría romántico —aclaró entretenido—. Ahora dame de tu helado.

—Ahí está —señaló el escritorio.

—Me obligaste a darte en la boca, así que tú también lo tienes que hacer —advirtió, removiéndose en su regazo.

—Quieto —ordenó, golpeando suavemente su cadera—. No hay tiempo para jugar a nada, a esta hora ya todos deben de estar volviendo a sus oficinas —advirtió.

—Entonces aliméntame —dijo obvio.

—¿Quién es el cursi ahora? —bufó antes de tomar la cuchara.

Abriendo su boca, Jimin esperó que el sabor a menta inundara su paladar, pero por el contrario, observó sintiéndose traicionado cuando su pareja se comió la cucharada.

Antes de que pudiera quejarse al respecto, Yoongi colocó una mano en su nuca y luego tiró de él para comerse sus labios.

Sintiendo el sabor a menta, Jimin no pudo hacer nada más que tararear felizmente mientras más probaba de la boca de su pareja.

—Definitivamente me gusta comer helado de esta forma —sonrió lamiendo sus labios.

—¿Esto sigue siendo cursi? —se burló Min.

—Nop, esto entra en la categoría de caliente —le sonrió, rozando sus labios.

Cuando un molesto sonido interrumpió, Jimin intentó alejarse, pero esa mano en su nuca se lo impidió volviendo a juntar sus labios hambrientos por el otro.

—Espera, mi teléfono no deja de sonar —pronunció entre sus labios.

—Déjalo sonar —gruñó Min, internándose más en su boca.

Y Jimin estuvo bastante tentado a seguirlo, pero su deber como asistente le recordó que seguía en el trabajo, lo que le obligó a alejarse para disgusto de ambos.

—¿Por qué...? —la pregunta de Min quedó en el olvido tras contemplar a su madre entrar sin aviso alguno a su oficina, justo a tiempo para el momento en que Jimin se levantaba de su regazo

—No estabas en una maldita reunión —exclamó enojada, y luego se concentró en Jimin y lo cerca que estaba de su hijo, observando a detalle entre ambos—. ¿Es por esta cosa que has terminado con Yu-ri? —cuestionó con obvio disgusto.

—Terminé con Yu-ri porque me aburrió seguir fingiendo algo que no somos —aclaró, negándose a acomodarse o a reconocer que sus labios probablemente estaban tan rojos como los de Jimin de tantos besos.

—Y felizmente estabas fingiendo hasta que esta puta se te acercó —acusó.

—Buenas tardes, señora Min, soy Park Jimin, el asistente personal de su hijo por si ha olvidado mi nombre —se presentó Jimin con una adorable sonrisa amable y radiante.

—Puta personal querrás decir —bufó.

—Uh, no. ¿Necesita que le explique sobre los deberes de un asistente personal? —se ofreció amablemente.

—No, sé perfectamente cuales son los deberes de un asistente personal, yo también tengo uno —respondió furiosa.

—Bueno, entonces creo que nuestros significados respecto a este trabajo varían, pero cada uno tiene sus formas de trabajar, ¿no? —expresó sonriendo de aquella manera dulce que tanto había odiado antes Yoongi, y que tanto le estaba gustando presenciar en ese momento.

—¡Tu! —exclamó observándole escandalizada—. ¿Qué me estás queriendo decir?

—¿Se supone que dije algo malo? —preguntó con sorpresa.

—¡Sal de aquí ahora mismo! —ordenó.

Pero Jimin se quedó quieto mientras le sonreía a su jefe.

—Está bien, asistente Park, puedes retirarte —aceptó Yoongi, ocultando sin éxito su sonrisa divertida.

En realidad, ni siquiera hizo el intento.

Jimin asintió y luego se acercó tomando su helado antes de retirarse silenciosamente, dejando a madre e hijo solos en la oficina.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro