Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 53 •💘


Empujando más arriba sus lentes negros, Jimin tomó su gaseosa y bebió un sorbo por la pajilla mientras su mirada vagaba casualmente por la ventana que estaba a su costado derecho.

—Tu turno —anunció, bajando la mirada para concentrarse en su comida.

Alzando la cabeza, Taehyung acomodó su gorro en su cabeza mientras observaba a su alrededor.

—Aún no hay señal —anunció—. Espera, ¿qué auto dijiste que conducía?

—Si está con su chofer, es una van color negro, si es solo, un Hyundai génesis igualmente negro —respondió—. ¿Lo has visto? —pregunto, apenas resistiendo la tentación de alzar su cabeza.

—Creo —contestó—. Detrás de ti, sentido contrario, delante de un auto azul —indicó y volvió a bajar la cabeza para concentrarse en su comida.

Siguiendo la indicación de su amigo, Jimin observó el automóvil lujoso, elegante y negro con sus ojos entrecerrados, y sus cejas se fruncieron ligeramente al contemplar a dos personas bajar de este.

—Nunca me dijo que llegaría con ella —gruñó, alejando la vista cuando su pareja observó a su alrededor antes de rodear su auto.

—¿Es posible que la perra esa le emboscara en su casa? —preguntó Taehyung, lamiendo sus labios tras comer un trozo de carne.

—Sí, es posible —suspiró, dejando ir un poco su molestia—. Si Yoongi la citó repentinamente luego de negarse a juntarse con ella, debe de saber que algo malo está ocurriendo —expresó quitándole una papa frita a su amigo para untarla en salsa de tomate antes de llevársela a la boca.

—Bueno, nuestros dos objetivos han entrado al restaurante —anunció su mejor amigo—. ¿Cómo proseguiremos? —cuestionó observándolo con interés.

—No lo sé —arrugó su nariz—. En primer lugar, no se supone que debería de estar aquí, ¿recuerdas?

—Mientras él no te descubra no hay drama —aseguró descartándolo como si nada.

—Solo porque este usando un gorro y lentes no significa que no me vaya a reconocer —resopló Jimin.

—¿Quieres entrar y escuchar como termina con esa mujer? —preguntó observándole con una gran sonrisa, ignorando lo que dijo.

—No podemos entrar sin una reservación —le recordó.

—Eso no fue lo que te pregunté —indicó—. ¿Quieres entrar si o no?

—No.

—Mentiroso —acusó.

—Se supone que debo de decir que no —resopló—. ¿Qué clase de pareja sería si persigo a mi hombre a una cita en la cual supuestamente está... Terminando con su supuesta prometida? —termino con el ceño fruncido en confusión.

Eso... Sonaba mal y confuso hasta para él, con razón su hermano podría haberse enojado más de lo habitual.

—Serías un hombre que sabe cuidar lo que es suyo —indicó su amigo, limpiando sus labios tras mancharlos con algo de salsa—. Solo piénsalo, con todo lo que me has dicho de esa relación no relación, ¿realmente crees que esa mujer deje ir a tu hombre fácilmente, honey?

—No parecía particularmente interesada en conectar con Yoongi a diferencia de sus otras amantes —indicó y soltó un bufido molesto—. Alguna de esas perras siguen llamando como si nada, ignorando todo lo que les digo —recordó torciendo sus labios con molestia.

Esas perras ni siquiera estaban enviando regalos buenos o alguno realmente y aun así molestaban.

—Y esto seguirá así hasta que pongas algo en ese hombre que lo reclame como tuyo —aseguró Tae—. Solo míralo, es un bastardo, pero es uno guapo y con dinero —indicó—. Pero nos estamos desviando de lo importante, estoy seguro de que esa perra intentará jugarle sucio a tu hombre.

Jimin negó y luego dudó, torciendo sus labios mientras tragaba su comida.

—Yoongi es demasiado inteligente como para caer en cualquiera de sus mentiras —aseguró.

—Hay muchas formas de burlar la inteligencia de uno, en especial cuando subestiman al contrario —comentó—. Solo mírame a mí, soy la viva prueba de ello.

Mordisqueando su labio inferior, el pelinegro volvió a observar en dirección al restaurante donde su pareja se encontraba cenando con una mujer posiblemente peligrosa.

—Mierda, ya me dejaste dudoso —se quejó, quitándose el gorro para pasar una mano por su cabello.

—Solo te dije algo que ambos sabemos que puede pasar, encanto —sonrió y alzó su mano para tomar de su gaseosa—. ¿Y? ¿Qué dices?

—No sé cómo harás para meternos ahí —negó Jimin, observándolo—. Es un lugar de etiqueta que no puedes entrar sin reservación previa —insistió y eso fue todo lo que necesito Taehyung para saber que había ganado.

—Relaja tus nalguitas de melocotón, bebé, tengo mis trucos para lograrlo —le aseguró guiñándole un ojo.

—Nada ilegal, ¿cierto? —le observó con sospecha.

—No, al menos no lo creo —se encogió de hombros—. Dudo que nos metan a la cárcel nuevamente por ello.

Soltando un suspiro, Jimin agitó su cabeza decidido a no pensar en ello y se levantó una vez terminó de comer.

—Bien, pero nada de terminar en la cárcel —advirtió y su mejor amigo sonrió enormemente.

Siguiéndolo afuera, ambos cruzaron la calle y pasearon frente al restaurante.

Cuando Taehyung se internó en un callejón, Jimin dudó solo un segundo y luego le siguió.

—¿Qué piensas hacer? —preguntó cuando observó al rubio golpear la puerta metálica.

—Tú solo sígueme —respondió y su atención se concentró en la mujer mayor del otro lado de la puerta.

—¿Taehyung? —parpadeó la mujer.

—Señora Jong —pronunció Tae con su rostro lleno de preocupación de un segundo a otro—. Yo... Necesito su ayuda —expresó con tono doloroso.

—Oh, querido —expresó la mujer, observándole preocupada—. ¿Qué sucede?

—Yo... Estaba disfrutando con mi amigo una cena fuera del menú sano —señaló fuera del callejón—. Y entonces, yo vi... Mi pareja... —torció sus labios con dolor.

—Vimos a su pareja entrar a este restaurante muy cariñosamente con una mujer —completó Jimin, observando a su mejor amigo con preocupación—. Lo siento, Tae.

—No, no lo digas —negó, limpiando una falsa lágrima—. Sé que nunca me quiso presentar a su familia, pero... Esta no puede ser la razón, ¿cierto? —preguntó, observando a la señora Jong—. Por favor, yo... Necesito comprobarlo —rogó.

—Oh, querido —se lamentó la señora y observó sobre su hombro—. Está bien, tengo un plan —anunció—. Dense la vuelta y entren por el frente, les estaré esperando y les guiaré por las mesas disponibles —decidió.

—Eso suena perfecto —sonrió Taehyung con emoción.

—Solo pido que te retires tranquilamente si ya comprobaste lo que necesitabas, sabes que los disturbios no están permitidos aquí, y no quiero meterme en problemas —expresó.

—Descuide, yo me aseguraré de que no cometa una locura —prometió Jimin.

Asintiendo solo un poco dudosa, la mujer retrocedió y cerró la puerta.

—Bueno, vamos —exclamó Taehyung.

—Podrías haberme dicho que este fue uno de tus muchos trabajos —indicó Jimin, siguiéndolo.

—No lo recordé hasta que nos acercamos —observó a su alrededor—. Mi plan principal era robarnos unos disfraces o uniformes y colarnos en el interior —explicó.

—Tch, menos mal habías dicho que no era nada ilegal —refunfuño saliendo del callejón.

—Disfrazarse no es ilegal, mi corazón —le guiñó un ojo antes de entrar en el restaurante.

Justo como había dicho la señora Jong, ella ya les estaba esperando una vez entraron. Al verlos, fingió revisar su reservación y luego los llevó a través de las mesas.

—Díganme cuando estén cerca —pidió en un susurro.

—Es por aquí —anunció Jimin, logrando que los demás también se detuvieran.

—Esa es nuestra mesa —señaló Taehyung una libre a espaldas de Yoongi, cosa de que este no pudiera verlos.

—Tienen media hora antes de que lleguen las personas que reservaron —indicó la señora Jong mientras fingía entregarles el menú.

Quedando solos, ambos alzaron la mirada y se concentraron en la mesa de Min.

—¿Logras escuchar algo? —preguntó Jimin, mordisqueando levemente su labio inferior.

—No, pero considerando la expresión de esa tipa, ya debió de haberle dicho la mejor parte —anunció Taehyung, observándola fijamente—. Mierda, observa el menú, observa el menú —chillo Tae y Jimin inmediatamente obedeció.

—¿Qué sucede? ¿Te vieron? —indagó solo un poco ansioso.

—Min debió de sentirse observado porque comenzó a observar a su alrededor, pero no creo que nos haya alcanzado a ver —respondió—. Finge preguntarme algo, haré como que busco a un camarero para preguntar.

—Hecho —aceptó el pelinegro y bajo el menú solo para encontrarse directamente con esos ojos acaramelados.

Colocando una gran sonrisa en su rostro, Jimin puso su mejor expresión inocente y le saludó tímidamente con su mano.

—Nos atrapó —anunció entre sus labios.

—Querrás decir que a ti te atrapó, corazón de chocolate —aclaró Taehyung, manteniendo el menú arriba.

—No pienses en abandonarme ahora —gruñó bajándole el menú—. En primer lugar, toda esta cosa fue idea tuya —indicó.

—Y tú fuiste el tonto que me siguió —argumento levantándose repentinamente—. Iré al baño por un segundo, si me disculpas... —expresó el muy cobarde, dejándole solo.

Siguiéndole con la mirada, sintiéndose totalmente traicionado, Jimin ni siquiera se percató en el momento en que su pareja tomó asiento frente a él.

—¿Cenando solo, asistente Park? —cuestionó repentinamente Yoongi.

—Señor Min, qué coincidencia —exclamó con fingida sorpresa—. No, mi amigo ha ido al baño, ¿y usted?

—También se ha retirado un momento —respondió, observándole fijamente en busca de una respuesta.

Observando a su alrededor para asegurarse de que nadie les prestaba atención, el pelinegro frunció ligeramente sus labios.

—No fue mi idea, es de Taehyung —se excusó—. Él no creía que esa mujer te fuera dejar en paz tan fácilmente por lo que me convenció de venir a defender lo que es mío —explicó con tono bajo.

La expresión de Yoongi se relajó un poco con eso, demostrándole a Jimin que no se había molestado realmente.

—Dulce, pero tengo todo bajo control —aseguró—. Tengo que volver, después seguiremos hablando de esto. No te acerques, no quiero que seas expuesto en esta situación o quedarás mal visto —ordenó levantándose de la mesa.

Siguiéndolo con la mirada, Jimin le vio volver a su mesa justo en el momento en que su invitada aparecía.

—Te dije que esa perra no le dejaría ir tan fácilmente —exclamó Taehyung, dejándose caer en el asiento frente a él.

—¿Qué quieres decir? —le observó curioso.

—La escuché hablando con alguien cerca del baño, no sé quién era, pero quieren meterle una droga a tu hombre y hacerle creer que se acostó con ella y que ha quedado embarazada —explicó rápidamente—. Ahí, a ese mismo camarero detuvo antes y le entregó la bolsa —indicó señalando al joven que se detenía al lado de ellos.

—Eso sí que no —gruñó Jimin y se levantó de su mesa, con su mejor amigo caminando a su lado.

Cuando observo a esa perra hacer un brindis e instar a su pareja a beber, Jimin aceleró su paso y gruñó cuando un camarero se le cruzó, interponiéndose en su camino.

Apartándolo con un empujón, observó a su pareja casi beber de la tonta copa.

—No te atrevas Min Yoongi —espetó adelantándose y quitándole la copa de sus manos para arrojarle el contenido en el rostro de la tipa, quien inmediatamente chillo horrorizada.

—¿Me quieres decir qué significa esto, asistente Park? —preguntó alzando una ceja.

Jimin parpadeó observándole solo unos escasos segundos confundido.

—Lo siento, señor Min —pronunció automáticamente, apenas conteniéndose de no retroceder al encontrarse con esa mirada molesta—. La copa tenía una droga —explicó.

—¿Qué quieres decir? —espetó con el ceño fruncido.

—Yo escuché claramente cuando tu acompañante aquí le decía a alguien más algo sobre drogarte y acostarse contigo para hacerte creer que la dejaste embarazada —interrumpió Taehyung—. Mi amigo solo actuó sin pensar para salvar a su jefe.

—¡Eso es mentira! —exclamó Yu-ri, levantándose enojada—. ¡Yoongi! No le puedes creer a esta gente sucia —chillo.

Observando entre ambos, Min finalmente dejó escapar un suspiro solo un poco molesto.

—Lamentablemente, tengo razones para creerles y mi asistente no tiene razón alguna como para mentirme ni interrumpirme en su día libre —expresó, levantándose—. Descuida por la cena, la cancelaré antes de irme —anunció y compartió una mirada con Jimin antes de irse.

—Y ese imb-...

Tomando la mano de su mejor amigo, Jimin le interrumpió con una leve inclinación de cabeza, pidiéndole que no siguiera. En otro momento le habría dejado, pero si estaba relacionada con la madre de Yoongi, estaba seguro de que no era para nada bueno meterse con ella.

—Vámonos —pidió tirándole de su mano.

—¡Ustedes! ¿Cómo se atreven a interrumpir así y decir tales mentiras? —exclamó Yu-ri, señalándolos.

—Vamos, Tae, no vale la pena gastar nuestro tiempo en ella —indicó Jimin cuando su amigo se le quedó observando con todas las intenciones escritas en su rostro.

—Tal vez no, pero definitivamente mis manos estarán muy a gusto por darle unos cuantos golpes —gruñó, sin dejar de observar a la mujer—. Es más, toma mi gorro cariño, yo voy por esta perra —exclamó y fingió que se acercaba, asustándola.

Rodando sus ojos, Jimin tiró de su amigo sacándolo del restaurante mientras este seguía discutiendo con esa mujer que le gritaba estupideces.

—Esa perra no sabe más que ladrar —espetó Taehyung una vez salieron—. ¿A dónde iremos ahora? Ese imbécil mal agradecido ni siquiera nos dio un gracias y te trató como un completo extraño —se quejó—. ¡Incluso se fue sin esperarnos!

—Se supone que no debería de haberme acercado, él me lo dijo —suspiro, colocando distancia entre ellos y el restaurante.

—No me digas que no estás molesto porque te conozco —le observó.

—Me chocó un poco que me tratara tan fríamente —aceptó—. Y aunque sé que hay una razón para ello, sí me molesta que me hubiera dejado ahí —confesó con una mueca en sus labios.

—Ya decía yo que estabas muy tranquilo cuando lo único que hicimos fue ayudarlo —resopló—. Oye, ¿ese no es el auto del bobo ese? —preguntó deteniéndose para observar el auto estacionado en la orilla.

—Sí, lo es —respondió juntando brevemente sus cejas al ver a su amigo acercarse mientras buscaba algo en sus bolsillos—. ¿Qué piensas...?

Antes de que pudiera terminar su pregunta, Jimin se sobresaltó cuando su mano fue atrapada y su cuerpo tirado hacia a un callejón, y entonces su boca estaba siendo asaltada con insistencia.

Y si no hubiese reconocido esa boca y ese cuerpo, habría reaccionado luchando seriamente, pero lo único que hizo fue rendirse.

—Te dije que no intervinieras —gruñó Yoongi sobre su boca luego de darle un respiro.

—No me iba a quedar quieto cuando esa perra quería drogarte —refunfuñó.

—Tenía esa posibilidad en la mente —indicó Min, juntando sus frentes—. Actuaste imprudentemente cuando te dije que no lo hicieras, no quiero que esa perra ni mi madre se vayan en tu contra cuando aún me tiene en sus manos —expresó molesto.

—Pero supiste cubrir demasiado bien la situación —le recordó—. Tan bien que hasta me molestó —chasqueó su lengua.

—Lo siento —sonrió Min, besando la comisura de sus labios—. No quiero que sospechen de nosotros cuando aún no encuentro una forma de amenazar a mi madre.

—Te dije que dejaras a Tae y a mí ayudarte con esto —reprochó, finalmente rodeando su cuello con sus brazos—. No tiene sentido que terminaras con ella si aún no le podemos decir a los demás lo que somos.

—No será por mucho tiempo —prometió, besándolo por última vez antes de alejarse.

—¡Por fin! Ya me estaba volviendo viejo mientras los veía comerse la boca —exclamó Taehyung observándole con los brazos cruzados.

—¿Celoso? —se burló Min.

—Por favor, como si nunca hubiera probado esa boca y manoseado ese culo —se carcajeó Taehyung.

Yoongi observó a su pareja, quien se encogió de hombros.

—Jóvenes tontos descubriendo su sexualidad —explicó—. Descuida, nada realmente serio —prometió.

—Sí, solo fue toqueteo inocente que sigue existiendo hoy en día —le sonrió el contrario.

—Bueno, ahora te aguantas porque es mío —anunció Yoongi, rodeando el cuerpo posesivamente de Jimin.

—Y también mío, recuerda que solo lo comparto contigo —le gruñó Taehyung.

—Yo soy quien lo está compartiendo contigo —corrigió Min.

—Bien, dejemos esta conversación infantil y mejor vamos a casa a discutir qué hacer con la perra madre de Yoongi —interrumpió Jimin.

Pero por supuesto que fue ignorado por ambos, hasta que se aburrió y simplemente se alejó de ellos dirigiéndose al auto.

¿Por qué no podía tener una pareja y un mejor amigo normal?

Jimin nunca lo sabría.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro