Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 52 •💘


Cuando Yoongi salió del ascensor dando pasos largos y fuertes, Jimin supo inmediatamente que su pareja no estaba para nada feliz.

Y no era el único que se había percatado de su aura amenazante, porque cada empleado que había estado en el pasillo se apartó inmediatamente del camino o se internó otra vez en su oficina.

Incluso él, que había estado hablando con Baekhyun, inmediatamente terminó la conversación con su compañero y cada uno se fueron directamente a sus puestos.

—Asistente Park, a mi oficina —ordenó Min con voz autoritaria.

Y cuando los ojos del pelinegro se encontraron con aquellos color caramelo, se estremeció suavemente al observar una pared fría e irritada siendo reflejada.

—Aish, modo idiota está activado otra vez —se lamentó en un murmullo.

—Asistente Park —llamó otra vez antes de desaparecer detrás de la puerta.

—¿Qué hicieron los demás ahora? —se quejó levantándose de su escritorio sin mucho ánimo.

No quería estar con su jefe cuando este estaba en modo imbécil arrogante activado, solo traería problemas para cuando volviera a ser su pareja.

Observando por el pasillo, se encontró con algunos rostros que le observaban con simpatía.

"Bien, aquí veremos si realmente podemos ser una pareja, aun cuando somos jefe y empleado" pensó y tomó una profunda respiración antes de entrar.

—¿Señor Min? —llamó al no verlo en su escritorio, cerrando la puerta detrás de él.

Y en cuanto esta se cerró, un cuerpo apareció de la nada y lo empujó contra la puerta.

Un brazo apareció sobre su cabeza y una mano agarró de su nuca, antes de que pudiera pensar, unos labios estaban sobre los suyos y una lengua interrumpió entre ellos, saqueando todo su interior bucal, impidiendo que su gritito para nada varonil escapara de su garganta.

Solo tardo unos segundos para reaccionar, pero Yoongi siendo tan intenso apenas y si le dejó responder, robándole todo el aliento y pensamiento racional antes de alejarse.

Jadeante, sus ojos jade se encontró con los de su jefe y Jimin instintivamente se relajó y confundió un poquito al no encontrar lo mismo que había estado viendo antes.

—Mierda, necesitaba esto —exclamó Yoongi, volviendo a acercar sus labios para rozarlos y succionar levemente el superior, antes de atraparlo suavemente entre sus dientes.

—Uhm, estoy un poco confundido aquí, Yoongi-ah —pronunció, colocando sus manos en su cintura enfundada en traje.

—Necesito una distracción para no ir a matar y descuartizar esa bola de imbéciles que trabajan para mí —gruñó, y bajó sus manos para tomarlo de los muslos y alzarlo.

Cuando Jimin se aferró con fuerza con sus brazos y piernas, Yoongi lo traslado hasta los sofás, donde tomó asiento con su pareja sentado en su regazo y entonces enterró su rostro en la curvatura de su cuello, donde le acarició con su nariz, oliendo de su perfume perfecto.

—Una distracción... —murmuró el pelinegro, arqueando su cuello para darle más acceso a su pareja.

—Sí, como no quiero desquitarme contigo como antes, ni llamaré a nadie que no seas tú para tener sexo, es tu deber distraerme así —explicó, comenzando a dejar besos en su piel.

—No tengo ningún problema —sonrió el pelinegro, enredando una mano en ese cabello rubio cobrizo sedoso—. Y tampoco estaría en contra de algo de sexo sucio y rápido —ronroneó.

Las manos de Yoongi se tensaron en su cintura y luego se trasladaron hacia su esponjoso trasero firme, apretándolo con fuerza.

—No me tientes, bebé, que aún hay demasiada gente en la oficina y ayer utilizamos el último condón antes de retirarnos —le recordó.

—Uf, si, ni me lo recuerdes —sonrió Jimin—. Mi trasero te sintió durante todo el maldito viaje a mi departamento.

—Como debe de ser —gruñó satisfecho Min, mordisqueando su piel.

—Ay, señor Min, me dejará marcas —pronunció con un pequeño gemido.

—Me gusta verlas —murmuró empujándolo más cerca por su trasero.

—Y a mí sentirlas, bastardo posesivo, pero será difícil de explicar unas marcas en mi cuello que no tenía antes de entrar aquí —le recordó, y aun así, empujó su cuello hacia él.

Gruñendo bajo en respuesta, Min soltó su trasero para desabrochar los primeros botones de su camisa, dejando expuestas sus clavículas para su placer.

—Mierda, baja un poco más y encontrarás un tesoro marrón rojizo —jadeó Jimin.

Yoongi rió suavemente sobre su piel y negó, subiendo a su boca.

—Sabía que me ayudarías a quitarme este humor de mierda —expresó con un suspiro.

—No me importa hacerlo, lo prefiero mil veces a que el bastardo frío con el que pensaba que me iba a topar —confesó, plantando muchos besos castos en esos labios delgados.

—Te dije que ese idiota no volvería contigo —le recordó, atrapando su rostro entre sus manos—. Tengo que decirte algo.

—¿Quieres que haga bien el trabajo de esos idiotas? —adivinó.

—Sí, y no —respondió—. No quiero que hagas su trabajo, solo supervisa que lo hagan bien —indicó—. Segundo, ya le dije a Yu-ri que se juntara conmigo y aceptó fácilmente.

—¿En serio? —alzó ambas cejas con sorpresa—. Pensé que no querría considerando que piensas terminar con ella.

—No le dije para qué quería, solo que nos juntáramos y como está desesperada por aparentar que en realidad estamos saliendo ahora que todos hablan de ello, obviamente aceptó —explicó.

—Tiene sentido desde que rechazaste cada invitación que ella hizo durante esta semana sin siquiera darle la hora del día —recordó Jimin con una ligera sonrisa—. ¿Cuándo se lo dirás?

—Esta misma tarde nos encontraremos y le terminaré —explicó.

—¿Puedo ir contigo?

—No —respondió y besó esa mueca infeliz entre esos rellenos labios—. Yu-ri es una chica de papi que hace todo lo que le digan, no quiero que la agarre contigo si te ve ahí conmigo —explicó—. Y conociéndola, es probable que haga un escándalo y te culpe de romper nuestra relación, dejándote como el malo.

—No había pensado en ello —reconoció—. Pero he trabajado mucho en mi imagen, dudo que crean todo lo que ella diga.

—Mejor evitemos problemas, no quiero asesinar a cada idiota que te trate mal —expresó Yoongi, recargando su espalda en el respaldar de su silla.

—¿Realmente harías eso? —preguntó Jimin observándole con algo de sorpresa.

Resoplando, Min apretó sus mejillas con sus manos, logrando que aquellos labios abultados se fruncieran en un pequeño piquito de pollito.

—Ni siquiera sabes en lo que te has metido aún, Jimin-ah —expresó con aquella sonrisa ladinamente malvada y sexy—. Pero no importa, ya aprenderás —aseguró, y besó sus labios.

Y Dios, Jimin realmente estaba viendo eso.

Descubrir que el bastardo de su jefe no era solo un idiota frío y sin sentimientos, estaba comenzando a golpear duro dentro de él, de una manera que no le había afectado en sus antiguas relaciones.

Pero, ¿cuándo había siquiera salido con alguien parecido a Min Yoongi?

Exacto, nunca.

Si ya le gustaba al idiota posesivo y celoso, no quería imaginar cuando saliera el lado romántico y cursi de Min.

—Vamos a comer —anunció su pareja, dándole un descanso a sus labios—. No te quiero después con un humor de mierda por privarte de comida —chasqueó su lengua.

—Nunca estoy con un humor de mierda —indicó.

—Actúas desagradablemente dulce y luego te quejas por lo bajo —indicó Min—. Sabes que odio cuando actúas todo sonrisitas dulce y tono amable.

—Lo sé, por eso lo sigo haciendo —se rió bajo, enderezándose—. Y lo siento, pero hoy toca almorzar con Taehyung —le recordó.

El ceño de Min inmediatamente se frunció ante sus palabras.

—No entiendo por qué tienes que ir a almorzar con él, soy tu pareja, debería de tener más prioridad que tu mejor amigo —refunfuñó.

—Hey, no te quejes que tu solito aceptaste este trato con Taehyung —le recordó, alzando sus manos para comenzar a jugar con el cabello de Min como tantas veces soñó—. Es más, yo debería de estar enojado con ustedes por organizar mi tiempo sin siquiera consultarme al respecto, estando ahí mismo también.

—Sí lo hicimos, al final te pregunté si estabas satisfecho con el resultado y dijiste que sí —le recordó.

—Solo porque ya habían organizado todo y tenía hambre —se excusó—. No quería seguir esperándolos mientras acomodaban qué días pasarían conmigo y por cuántas horas —resopló y se inclinó más cerca para besar sus labios—. Ahora te aguantas, y ya me voy o llegaré tarde —anunció.

Yoongi chasqueó su lengua y observó hacia la puerta.

—Tres, dos, uno... —murmuró y luego, esta se abrió repentinamente, revelando a Jungkook.

—Taehyung rechazó almorzar conmigo porque se iba a juntar contigo —refunfuñó observando molesto a Jimin.

—Tú tampoco dijiste nada cuando ellos hacían sus planes malévolos con mi tiempo —le recordó Jimin, levantándose del regazo de Yoongi—. Nos vemos después, trata de no asustar ni hacer llorar a nadie mientras no estoy —pidió antes de salir de la oficina tras arreglar su ropa.

—¿Los seguiremos? —preguntó Jeon una vez se quedaron a solas.

—No soy tan infantil como hacer eso —expresó, pasando una mano por su cabello para ordenarlo uno poco luego de que su pareja jugara con este.

—Dices eso solamente porque dejaste marcas en él que dicen que está domado —se quejó su amigo—. Yo ni siquiera tuve la oportunidad de ello.

—No es mi culpa —respondió levantándose—. Vamos a comer, si me quedo aquí y me topo otra vez con algunos de esos idiotas buenos para nada, mi humor volverá a estar agrio otra vez.

—Bien —suspiró siguiéndolo fuera de la oficina—. Taehyung me contó que planeas terminar con cierta molestia —recordó—. ¿Realmente lo vas a hacer?

—Si quiero que nadie mire y toque lo que es mío, debo de demostrarlo, y no puedo hacer exactamente eso cuando supuestamente estoy saliendo con alguien —explicó entrando en el ascensor.

—Pero tu madre... Ella volverá a amenazarte —le recordó.

—Estoy buscando una forma de solucionar esto —suspiró—. De momento solo seguiré el consejo de JiHoon y no soltaré lo que ya es mío —anunció.

—Tienes suerte, Jimin ya aceptó lo suyo, el mío sigue luchando con eso, a pesar de que ya es más receptivo —suspiró.

Observándolo, Yoongi negó y salió una vez las puertas se abrieron.

—Habla con Jimin, él debe saber cómo podrás ganártelo —le recordó.

—¿Crees realmente que quiera ayudarme? —preguntó esperanzado.

—Depende de lo realmente sincero que parezcas —indicó encogiéndose de hombros.

Jimin rodó sus ojos y observó a su mejor amigo seguir refunfuñando mientras cocinaba algo de carne en la parrilla en el sencillo local de comida que habían elegido al azar.

—Tae, solo déjalo —pidió, tomando sus palillos para coger algo de kimchi.

—No puedo dejarlo —gruñó, dando vueltas la carne—. Es que no es justo que tenga que compartir tu tiempo con él —refunfuñó—. Siempre ha sido todo mío y algo de Nam hyung.

—Deberías de estar feliz de que hayas llegado a una clase de acuerdo con alguien como Min —le recordó—. Ya sabemos cómo es él, que incluso lograras sacarle un contrato escrito a mano con un horario que ustedes mismos planearon, es algo grande —indicó—. Algo que nunca había sucedido antes —recordó, frunciendo sus labios.

—Porque solo habías estado saliendo idiotas —bufó el rubio—. Ahora te conseguiste otro, pero inteligente y que si está interesado en pasar tiempo contigo y marcarte por todos lados —indicó señalando el cuello de Jimin, donde estaban expuestos los chupetones.

—Mierda, seguramente no me abroché bien los botones —expresó al observarse a sí mismo.

—Si, claro —sonrió Taehyung—. Lo has hecho a propósito.

—No, aun no puedo hacerlo —le recordó, agarrando un trozo de carne para envolverla en lechuga y otros acompañamientos—. Al menos no hasta que Yoongi termine con la tal Yu-ri —explicó.

—¿Aún no se mueve con eso? —indagó su mejor amigo.

—Supuestamente hoy se van a juntar —respondió Jimin, cubriendo su boca mientras hablaba—. Quise ir con él pero me advirtió que no era buena idea, porque le iba a terminar y podría echarme la culpa como un rompe parejas y todo eso.

—Tiene razón —asintió Taehyung—. Pero si realmente tienes curiosidad, siempre podemos ir a cenar al mismo lugar —le sonrió.

—Después te preguntas que por qué eres una mala influencia —negó con un suspiro.

—Tú solo busca el lugar y yo me encargo de lo demás —le guiñó un ojo.

Divertido y demasiado tentado para negarse, el pelinegro sacó su celular y comenzó a investigar al respecto, no debería de ser muy difícil de encontrar considerando que planeaba todo el día de su pareja.

—Por cierto, ¿cómo van las cosas con Jungkook? —recordó de pronto Jimin.

—Meh —se encogió de hombros, distrayéndose con su propio celular—. Estamos como en algo, podría decir que saliendo, pero me gusta molestarle diciendo que no lo sé —rió—. Si el idiota supiera que es el único hombre que ha logrado mantenerme en la cama más de una vez se le subiría ese gran ego a la cabeza, por lo que me gusta mantenerlo a raya así —explicó.

—Eres malvado —rió Jimin, observándole divertido un momento.

—No te quejes, es mi truco para mantenerlo en línea y conmigo —se excusó—. Más interesante, ¿cómo van las cosas con tu hermano? —preguntó Taehyung.

—Sigue sin querer hablarme —respondió con un suspiro—. SeokJin me hablo ayer para preguntarme al respecto y le conté todo, supongo que a Hyung todavía le cuesta aceptar la verdad.

—Y probablemente no lo haga hasta que Yoongi realmente termine con esa mujer y anuncie lo tuyo —indicó su amigo.

—Lo sé, es un poco extraño no tener ninguna información de él, espero que se le pase pronto el berrinche —expresó con un suspiro—. Se enojará cuando vea que ustedes hicieron planes con mi tiempo y le dejaron fuera de ello.

—Le pasa por baboso —rió Taehyung.

—Listo, te he enviado la dirección del lugar —anunció dejando su celular—. ¿Qué sucede con tu rostro? —preguntó al verle haciendo esa extraña expresión.

—Yo... Tengo una necesidad estúpida —anunció, mordisqueando su labio inferior.

—No quiero saber —negó rápidamente.

—Pero es que... Solo mira —exclamó y se levantó para sentarse a su lado, mostrándole el video de un chico que estaba sentado sobre una cosa que vibraba mientras intentaba tomar bebida.

—¿Y qué se supone que pensó tu mente con esto? —preguntó confundido.

—Ahora, necesito saber cómo se siente follar arriba de una de esas cosas —anunció—. ¿Te imaginas como debe de sentirse que te follen sobre uno de esos sillones para masajes? ¿La polla también vibrará dentro tuyo mientras te follan? ¿Será como un consolador humano? —expresó pensativo.

—Joder, no —se quejó Jimin, pasando una mano por su rostro al imaginarse aquello—. Ahora por tu culpa también tengo una necesidad estúpida —refunfuñó y su mejor amigo se rió.

—Bueno, mi querido bizcocho, creo que solo hay una forma de averiguar esto, ¿no? —le sonrió moviendo sus cejas.



_______________________________________

Teahyung y sus necesidades estúpidas 😂😂

Espero que hayan tenido un buen fin de semana mis copitos, nos vemos, un abrazote y un besote! se me cuidan! <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro