Saliendo del baño vestido solamente con un bóxer después de una refrescante ducha, Jimin agarró su sudadera color negro con sus bolsillos junto a sus mangas grises y se la colocó antes de tomar una toalla más pequeña para terminar de secar su cabello.

Dejando la toalla alrededor de su cuello, Jimin se dirigió hacia el mueble que tenía cargando su teléfono y se detuvo al contemplar la caja plana, aterciopelada y un poco más grande que un cuaderno que le habían regalado sus padres.

Abriéndola, observó los anillos, aros y pulseras que había en el interior, todos hermosos y totalmente su estilo.

Los diseños variaban incluyendo distintos tipos de joyas que combinaban con sus ojos verde jade, y lo que más le gustaba, era que dichas formas jugaban dándole unos toques delicados, pero no demasiado femeninos, mientras que otros eran más varoniles o una combinación de ambos.

—Bueno, al menos siguen recordando mis gustos —murmuró colocándose uno de los anillos antes de cerrar la caja y guardarla en el interior del cajón de la cómoda donde estaban los demás accesorios.

Porque sí, tenía un cajón especialmente dedicado para sus anillos, aros y pulseras, era un pequeño placer culpable suyo, al igual que su colección de lentes.

Tomando su teléfono, finalmente lo desconectó al ver que había cargado lo suficiente y lo desbloqueó.

Sin pensar, su mirada quedó fija sobre el contacto de su jefe, aun esperando que este le enviara un mensaje para decirle que todo había sido una broma y si estaba despedido.

Pero este no se lo había dicho en la oficina, ni cuando salió de esta, ni cuando llegó a su casa, por lo que ya era hora de que fuera pensando seriamente en una respuesta, porque estaba seguro de que ese hombre le presionaría con una a primera hora tras llegar al trabajo mañana.

Sacudiendo suavemente su cabeza, entró en el chat de su mejor amigo, pero este todavía ni siquiera había visto su último mensaje luego de discutir que no podía pedirle a uno de sus tíos que molestara a Min estúpido Yoongi tras asegurarle que no había sido despedido.

—Gran momento para decidir ignorarme, Taehyung-ah, no me dejaste ni contarte en que terminó esa conversación —refunfuñó guardando su celular en su bolsillo antes de salir de su habitación.

Entrando en la cocina, comenzó a sacar los ingredientes para preparar su cena, pero mientras cocinaba, su mente seguía vagando sin descanso hacia la propuesta del demonio.

—Está mal por donde sea que lo veas Jimin-ah, es tu jefe —suspiró, agitando su cabeza.

Podía pensar en todas las cosas que podrían ir mal si terminaba por aceptar, pero de alguna forma, las promesas de buen sexo lograban eclipsar cada una de aquellas excusas.

—Tal vez es bueno que Tae todavía no haya visto mis mensajes, él no es la mejor persona a la cual pedir un consejo —murmuró, y le bajó la llama a la cocina para poder sacar su teléfono y eliminar el mensaje.

Si su amigo le preguntaba, simplemente le diría que se equivocó de chat y listo.

Aunque por supuesto, eso no había solucionado su problema principal.

¿Qué hacer con la propuesta de Min Yoongi?

¿A caso le despediría si le dijera que no?

¿Realmente podía decirle que no?

Si era sincero, lo haría simplemente por el placer de decirle que no, pero...

—Es una propuesta bastante tentadora —refunfuñó y mordisqueó su labio inferior.

No podía pedirle un consejo a nadie del trabajo por obvias razones, y aunque Jin era su mejor opción, a este tarde o temprano se le podría salir el secreto con su hermano y no deseaba preocuparlo de forma innecesaria.

Recién se había casado con su hermano, ambos tenían que ser nada más que felicidad y amor.

—¡Ya llegué! ¡Mi corazón de chocolate! —anunció aquella conocida voz.

—¿Taehyung-ah? —pronunció con sorpresa, retrocediendo para observarle en su entrada quitándose sus zapatillas.

—Adivina quién encontró sus llaves —sonrió, mostrándoselas.

—¿Qué haces aquí? —preguntó, volviendo a prestarle atención a las ollas—. ¿Has venido a cenar?

—A ver, cómo es ese cuento —pronunció entrando y abriendo el refrigerador—. Hey, ¿y mis cervezas?

—No he ido al súper —respondió.

—Bueno, será —suspiró y sacó una botella de zumo junto a dos vasos—. Entonces... ¿Cómo es eso de una emergencia, qué no es un 3312, pero qué podría serlo? —cuestionó, empujando un vaso a través del mesón de la isla.

—¿Si viste mis mensajes y no me respondiste o entraste al chat? —refunfuñó, tomando un sorbo de zumo.

—Mi cuerpo estaba algo ocupado en ese momento —respondió, con una estúpida sonrisa en su rostro.

—Si te bañaste antes de venir, ¿no? —entrecerró sus ojos.

—¿Por qué crees que este fabuloso cabello luce así, honey? —resopló, señalando su cabeza.

—Haré como que te creo —respondió apagando las ollas.

—Entonces no evadas más el tema y suelta el chisme, ¿qué hizo el imbécil de tu jefe ahora? ¿Al final si te despidió? —cuestionó, sacando los platos.

—No, pero bueno... Podría comenzar diciendo que descubrió que yo era el chico del club y... Con el que se acostó en aquella fiesta de Navidad —contó, sirviendo la comida.

—Fuertes declaraciones señoras y señores —expresó, tomando asiento en un banquillo—. Por cierto, huele increíble.

—Solo es algo de bibimbap a lo pobre, no tenía todos los ingredientes y no quería salir a comprarlos —suspiró tomando asiento frente a él.

—Solo te faltaron algunas verduras y las reemplazaste con trocitos de pollo —descartó moviendo su mano, restándole importancia—. Entonces, ¿el baboso ese no te despidió?

—Uhm... No así, de hecho, me explicó algo y... —suspiró.

—Solo ve directo al punto, Jimin-ah —resopló.

—Me propuso tener sexo con él —anunció—. Mierda, Tae —exclamó, parándose para ir al lado de su amigo y golpear su espalda suavemente.

Tomando el vaso de zumo, Taehyung lo bebió todo y luego observó a su mejor amigo.

—¿Me quieres matar? —exclamó, jadeante.

—Tú me dijiste que fue directo al punto —le recordó, volviendo a su asiento.

—Sí, pero baby, nunca pasó por mi mente esa propuesta indecente —negó—. O sea, sé que tienes un culo fenomenal y sabía que te lo ibas a dar vuelta, pero esto...

—Ah, resulta que todo este tiempo en realidad era bisexual —comentó.

—¿Un bisexual que solo se acuesta con mujeres? —alzó una ceja—. A mí no me engañas bebé, te lo diste vuelta y punto.

—O solo le recordé lo bueno que es estar con otro hombre —se encogió de hombros.

—¿Y por qué te pidió precisamente a ti que tuvieran sexo si ha sido peor que un asno las últimas semanas? —interrogó.

—Resulta que todo este tiempo lo que le molestaba era mi fachada del perfecto secretario dulce, inocente y alegre —respondió—. Así que, con todo lo ocurrido, descubrió que no era realmente así...

—¿Te está amenazando con despedirte si no te acuestas con él? —exclamó, estrellando sus manos en la mesa.

—En ningún momento dije eso —bufó.

—¿Entonces?

—Por alguna razón, su madre lo está obligando a comprometerse con la hija de su amiga y él fingirá que lo hace mientras busca una forma de salir de eso —explicó—. La cosa es que cómo obviamente no se va a poder acostarse con cualquiera y no lo hará con su "prometida" Creyó que era una excelente idea hacerlo conmigo desde que soy su asistente, todos creen que es hetero y ya comprobamos que somos compatibles.

—Bueno, el tipo tiene cerebro, eso es seguro —asintió—. Y siendo lo horrible que te ha tratado, realmente nadie sospecharía que está golpeando el culo en la oficina mientras los demás trabajan.

—Tae.

—Bien, nadie sospecharía que estás saltando sobre su polla en esa silla de jefazo que tiene.

—Para.

—O que se la estás comiendo en la oficina escondido bajo su escritorio.

—Que te calles —estalló, con su rostro sonrojado.

—Aha —pronunció con una sonrisa traviesa—. Te lo estabas imaginando, quieres que eso suceda —acusó.

—Es imposible no imaginarlo cuando eres tan gráfico —refunfuñó.

—¿Sabes que significa eso?

—¿Qué deberías dejar de ver tanto porno o escribir un libro pervertido? —alzó una ceja.

—Que te lo quieres comer tanto como él a ti —sonrió triunfal.

—No sabes eso —resopló.

—¿Qué cosa? ¿Que tú te lo quieres comer o que él te quiere morder? —preguntó.

Jimin observó su plato.

—Que él me quiere comer —reconoció.

—Cariño, esa clase de hombre fácilmente podría tener a cualquier tipo a sus pies y esconder bien su romance, pero te escogió a ti porque no te puede olvidar —argumentó.

—Me eligió porque nadie sospecharía —corrigió.

—Estoy seguro de que podría lograr lo mismo con otro tipo, pero te eligió a ti porque te desea a ti —insistió—. He estado junto a ti cada vez que se han intentado comer en el bar, y si eso solo es el preludio de lo que realmente va a suceder en esa cama, joder baby —gimió agitando una mano frente a su rostro.

Sin poder evitarlo, el hermoso peligro lamió su labio inferior ante el recuerdo.

—¿Qué crees que debería de hacer? —preguntó finalmente.

—Obviamente que comértelo y chuparlo tanto como puedas —respondió al instante.

—Tae —se rió, negando con su cabeza.

—Oh, vamos —sonrió, moviendo sus cejas—. Imagina todas las fantasías pervertidas de oficina que podrías cumplir si aceptaras —indicó.

—No creo que quiera juntar lo personal con lo profesional —negó suave.

—Será una relación meramente de sexo puro, morboso y sucio, quieran o no, estarán pensando en el otro y follándoselo en su mente hasta que finalmente suceda —comentó—. Además, si realmente quiere disimular, tendrá que ocurrir en su oficina, porque sería muy extraño que te saque a un hotel en la noche.

—Soy su asistente personal, él puede llevarme a todos los viajes que hace ahora —le recordó.

—Mejor aún, conocerás nuevos lugares follando —exclamó aplaudiendo—. Quiero un trabajo así por favor.

—Deja de pensar en el sexo, Tae —se rió.

—Pero si de eso se trata esta propuesta indecente. El hombre quiere follarte hasta el cansancio y tú quieres ser un conejito devorado, no le veo el problema —se encogió de hombros—. Además, el tipo puede ser un hijo de puta y todo, pero es guapo el condenado.

—No puedo negar eso —suspiró Jimin.

—Ves, el tipo ya pasó la prueba del rostro y comprobaste que jode cómo Dios griego el desgraciado, su arrogancia tiene base en ese punto —argumentó.

—Si sabes que está mal follar con mi jefe, ¿no? —preguntó alzando una ceja—. Yo soy el que más perdería si nos descubrieran.

—Entonces no dejes que te descubran —dijo obvio—. Además, ¿no valdrá la pena un despido por un trasero bien golpeado? —sonrió pervertido—. Solo piénsalo corazón, necesitas un descanso, algo de diversión sucia, un verdadero hombre que te haga sentir el cielo en el infierno luego de la desgracia que resultó ser HyoSang.

—Agh, ¿por qué tenías qué mencionarlo? —se quejó, arrogando su nariz.

—Para que vieras que te puedes topar con muchos más hombres así hasta que encuentres un tesoro nacional cómo lo puede ser Min Yoongi —argumentó.

—Pero el tipo es un idiota —le recordó.

—Pero guapo.

—Eso no soluciona su personalidad —suspiró—. ¿Te imaginas que esté saltando en su polla y comience a quejarse de mi mediocre trabajo? "asistente Park, estás haciendo un pésimo trabajo, utiliza bien esos muslos que no están de adornos, mueve tu trasero" —pronunció imitando la voz de Min.

—Oh, mierda —exclamó Taehyung entre risas—. Por favor, tienes que ponerte a grabar si eso sucede.

—Claro que no, tonto —resopló riendo.

—Pero bueno, en ese momento tú le podrás responder, ¿no? —sonrió—. Si dijiste que ya sabe cómo hablas de él cuando no está presente y que te prefiere así que toda una cosita dulce, ¿cuál sería el problema si le dices sus verdades?

—Bueno, eso es verdad —aceptó, sonriente—. Aquella noche que pasamos, el que me quejara y me burlara pareció que solo le encendió más —recordó.

—Ahí lo tienes, si ya te puedes ver follando otra vez con él, entonces ya tienes una decisión —indicó levantándose para servirse otro plato de comida.

—¿Sabes? Una persona normal, un amigo normal, me habría intentado convencer de la pésima idea que es esto, no decirme los puntos buenos —argumentó divertido.

—Ahora, ¿desde cuándo aquí alguno de los dos es normal? —preguntó volviendo con él—. Además, solo vives una vez en la vida y después no tendrás edad suficiente como para hacer esta clase de idioteces —argumentó.

—Odio que tengas razón —comentó.

—¿Le dirás a tu jefe que sí? —preguntó.

—No le daré una respuesta inmediata, la fiesta donde anunciará su compromiso es en unos tres días, le haré sufrir como él ha hecho conmigo por esa respuesta —dijo con una dulce sonrisa.

—Oh, me gusta, me gusta —sonrió Taehyung, con una sonrisa malvada—. Además, quién sabe, tal vez puedas darle un toque de humanidad y ternura a ese corazón de Grinch que tiene.

—Lo dudo —resopló—. Tú mismo lo has dicho, solo será sexo sucio, así que esto es mejor que esto quede entre nosotros —advirtió—. No quiero que mi madre se haga ilusiones de un príncipe azul y mi Hyung pegue el grito en el cielo por acostarme con su enemigo.

—Solo entre nosotros —asintió—. Por cierto, me comí al amigo de tu jefe antes de venir —comentó de forma casual.

Jimin parpadeó un par de veces, asimilando la información y luego sonrió.

—¿Estuvo bueno?

—Para chuparse los dedos, pero solo fue algo de una vez —aseguró.

Jimin dudó.

—¿Le dijiste eso? Porque por lo que he comprobado, Jeon puede ser igual de idiota obsesivo que Min —expresó algo preocupado.

—Relaja esa nalga, honey, si se lo dije —respondió despreocupado—. Esta noche duermo aquí —anunció.

Jimin asintió, más que acostumbrado a la presencia de su amigo en su casa.

Pero esa noche, cuando Jimin se fue a acostar, lo que menos esperaba, era soñar con Min estúpido Yoongi.

¿Por qué jodidos el desgraciado tenía que verse bien incluso en sus sueños? ¿O follarlo tan bien?

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Hola mis hermosos copitos!

Espero que hayan disfrutado el cap de hoy y quería avisarles que, para quienes están interesados en mi insta estoy subiendo fotitos de todas mis historias para que se hagan una idea más clara cuando describo ciertas cosas, sin contar los spoilers que subo de vez en cuando y ciertas parte de las historias que solo están ahí 🤭

Hoy mismo he subido fotos del departamento de Jimin por si tienen curiosidad <3

Mi insta es sakaikuro_daay

Se me cuidan un montón mis copitos! animo con la semana y recuerden que se les quiere! <3