Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 16 •💘


—Es imposible —exclamó Jimin, dejándose caer hacia atrás en su cama para luego acurrucarse más en las mantas que lo rodeaban—. Estúpido Grinch, lo hizo a propósito —refunfuñó.

—Nada es imposible en esta vida, mi querido corazón, a menos que se trate de recuperar tus bragas —comentó Taehyung entrando en su habitación con dos tazas humeantes de chocolate caliente.

—¿Puedes olvidar eso? —se quejó, lamentándose mientras se incorporaba nuevamente.

—Imposible —respondió riendo, entregándole una de las tazas mientras tomaba asiento a su lado—. Especialmente desde que hasta inventaste una excusa para no ir a trabajar y enfrentar al demonio.

—Yo no he inventado ninguna excusa —resopló, calentándose sus manos con la taza llena de chocolate caliente y malvaviscos flotando en esta—. Me resfrié por salir del tonto hotel solo con mis pantalones y camisa —argumentó y contuvo un estornudo arrugando su nariz.

—Eso nunca ha sido un impedimento en el pasado para ir a trabajar, querido —le recordó.

—Bueno, pensé en tomarme mi licencia médica, considerando que me resfrié principalmente por culpa de mi jefe y así aprovechaba en concentrarme completamente en mi trabajo para ganarme mis merecidas vacaciones —explicó, suspirando felizmente cuando bebió un sorbo de chocolate.

—¿Cómo vas con eso?

—Misión imposible —se lamentó—. No importa cuánto trabajo intente adelantar, siempre aparece más y el demonio no me deja tranquilo aún desde su oficina —se quejó—. Se supone que yo ni siquiera debería de estar trabajando en este momento, las licencias son para descansar.

—Trabajas porque así lo quieres —le recordó tranquilamente—. ¿Qué haremos en año nuevo? —preguntó.

Jimin soltó un pesado suspiro.

—Esa es la fecha para mi sentencia de muerte.

—Corazón, concéntrate aquí —reprochó Taehyung, chasqueando sus dedos frente a su rostro.

—Mi hermano me dijo que las pasara con ellos, que supuestamente nuestros padres llegarían a casa a tiempo para pasarla con nosotros —respondió, observando la pantalla de su computador.

—Genial, amo tu comida, pero tu hermano tiene un chef con título y todo en su casa-mansión —sonrió—. ¿Crees que realmente tus padres se presenten a tiempo? —preguntó curioso.

—Nop —respondió sin dudarlo ni un segundo—. Contando con el último mensaje de mi madre, está muy feliz en un crucero por Egipto, conociendo las pirámides y todo eso —explicó.

—Eh, de Egipto a Corea del Sur es un largo viaje —silbo.

—Y se están divirtiendo, dudo que vengan realmente, pero no le quise arruinar las esperanzas a mi hermano —negó.

—Es que él todavía está chiquito, es como si creyera en Santa Claus aún —se lamentó.

—Es mayor que nosotros y más alto también —le recordó, observándolo divertido.

—Quizás es mayor que yo, pero ¿más alto? —negó—. Discúlpame querido, pero el único aquí con complejo de enanez eres tú.

—Hey, no soy un enano —refunfuñó.

—Dice el que usa zapatos con plataformas y taco —argumentó divertido.

—No sé por qué se supone que eres mi mejor amigo —refunfuñó—. Siempre me molestas con lo mismo.

—Y tú siempre te molestas por lo mismo —rió y lo abrazó para besar ruidosamente su mejilla—. Está bien, no desesperes, cariño. Ahora, hay que planear lo que haremos una vez salgamos de la casa de tu hermano, no quiero pasar una aburrida noche otra vez como lo fue nuestra Navidad —le recordó.

—Ya te dije que no fue mi culpa resfriarme —se quejó, tomando uno de los pañuelos para sonarse—. Y deberías de agradecer que ya estoy mejor.

—Estás mejor gracias a mis cuidados —se jactó.

—Qué cuidados si solo viniste a invadir mi cama y atacar mi cocina —refunfuñó, divertido.

—Me dueles, Jimin-ah —exclamó, llevando una mano hacia su pecho como si lo hubieran apuñalado—. Todo lo que he hecho por ti y dices que no ha sido nada —dramatizó.

—No exageres, ya te estás poniendo como mi hermano cuando le conté que me resfrié esta mañana —rodó sus ojos.

—Hey, compara pero no ofendas, honey —reprochó—. ¿Significa esto que tu hermano nos estará visitando? —preguntó de pronto.

—Le dije que no era necesario que viniera a verificar cómo me encontraba, pero utilizó de excusa el querer entregarme mi regalo —explicó y se comió los malvaviscos una vez se bebió todo el chocolate caliente.

—¿Tal vez debería de prepararme para recibirlo? —preguntó, con una malvada sonrisa posándose en su rostro.

—No le vas a recibir desnudo ni le harás creer que estamos saliendo —advirtió, entrecerrando sus ojos en su dirección.

—¿Por qué no? A su pareja ciertamente pareció no importarle cuando salí a saludarlos así la última vez —le recordó, riendo.

—Es Jin, ni siquiera le importan los maliciosos rumores de que supuestamente estoy saliendo con su pareja —resopló.

—Eso es porque sabe que a pesar de ser hermanastros, ustedes realmente se quieren como hermanos, a diferencia de los demás, que ni siquiera saben que son familia y se toman la sobreprotección de Namjoon hyung como... Bueno, un amante atento y cariñoso —se rió.

—Ni me lo recuerdes, Namjoon y mi madre aún están intentando convencerme de que acepte su apellido, pero al menos mi padrastro entiende que quiero mantener el de mi papá y que eso no significa que no los quiera —resopló y justo en ese momento, su teléfono comenzó a sonar—. ¿Estuviste jugando con mi celular otra vez? —cuestionó cuando una canción desconocida llenó la habitación.

—¿Te gusta? Es la canción perfecta para tu hermano tóxico —se rió—. "Si no le contesto se desespera, piensa que con otra estoy haciendo lo que le hacía ella"

—Deja de cantar y ayúdame a encontrar mi teléfono —ordenó, riendo.

—Lo escondiste debajo de la cama luego de que Death Vader te molestara por quien sabe cuántas veces en la mañana —respondió.

Dejando la taza en la pequeña mesita de noche al lado de su cama, Jimin se inclinó y observó bajo de esta, encontrando rápidamente su teléfono.

Enderezándose, contestó la llamada de su hermano.

—Del uno al diez, ¿qué resfriado estás realmente? —cuestionó su hermano una vez contestó.

—Uh, diría que al comienzo de la semana estaba en un ocho, pero ahora en un tres —respondió—. Solo me queda un poco de tos y moco —comentó.

—No te olvides del dolor de cabeza —le recordó Tae, cambiando distraídamente los canales de la TV.

—¿Dolor de cabeza, tos y mocos? Eso suena más bien como entre un seis y siete —expresó—. ¿Tal vez deberías de ir nuevamente con un médico?

—No, estoy mucho mejor a como estaba en Navidad —aseguró, tirándole un papel sucio a su amigo—. El dolor de cabeza solo es por el estrés —explicó.

—No me digas que aun estando con una licencia, Min estúpido Yoongi te obliga a trabajar desde casa —cuestionó y Jimin pudo sentir el enojo a través de la llamada.

—No, él no me dijo nada —prometió—. Yo lo estoy haciendo por mi propia cuenta para tener vacaciones la primera semana de enero, pero así como voy, lo veo imposible —suspiró, deprimido.

—No hagas pucheros, baby, siempre puedes tirar otra licencia y nos vamos de viaje con tu hermano —expresó Taehyung.

—No me gusta estar de acuerdo con ese tipo, pero, tiene razón —anunció su hermano, habiendo escuchado perfectamente.

—Ese tipo tiene nombre —le recordó Jimin.

—Sí, lo sé, pero pronunciarlo me deja un mal sabor desde que recuerdo en todos los problemas en los que te has metido por él —expresó infelizmente.

—Hyuuuung —se quejó y observó a su amigo cuando este le quitó repentinamente el teléfono.

—Óyeme, tal vez sea mala influencia, pero que sepas que yo no soy el único que da ideas locas cuando toma. O si no, pregunta a Jimin-ah que...

Enderezándose como un rayo, Jimin tomó una almohada y la empujó contra el rostro de su mejor amigo y recuperó su celular.

¿Qué fue eso? —preguntó su hermano.

—No es nada, Taehyung-ah queriendo molestarte como siempre —aseguró, sentándose sobre el estómago de su amigo, quien luchaba por liberarse.

—Está bien —dijo, dudando un poco—. Ya estamos llegando a tu departamento, ¿por qué no te abrigas y sales a recibirnos?

—¿Quieres que salga al frío estando resfriado? —pregunto frunciendo sus cejas, dudando.

—No digo que salgas en pijama, como seguramente estas, digo que te abrigues y bajes, con Jin trajimos algunos regalos, incluyendo los que enviaron nuestros padres —explicó.

—Pregúntale si a mí también me enviaron regalos, pregúntale, pregúntale —pidió Taehyung una vez logró apartar la almohada de su rostro.

—TaeTae pregunta si hay regalos para él —expresó, bajándose.

—Sabes que sí, es el hijo adoptivo de esta familia, me guste o no —resopló, y Jimin no pudo evitar reír con ello al saber que era verdad.

Desde que ambos se volvieron amigos a temprana edad, los dos fueron inseparables, pasando juntos por los altos y bajos cuando se trataba de la familia.

—De acuerdo, vamos a bajar —anunció.

—Abrígate bien, los estaremos esperando en el estacionamiento del edificio —indicó antes de cortar la llamada.

—Uy, ¿qué crees que te han enviado esta vez tu madre y tu padrastro? —cuestionó Taehyung, observándolo—. ¿Será otro viaje pagado como el del año pasado?

—Dudo, Namjoon mencionó algo de hablar con papá de mi regalo, por lo que tengo miedo —expresó, levantándose de la cama.

—Uy, ¿será entonces una mansión cerca a la de ellos para nosotros dos? —exclamó siguiéndolo—. No te confundas, quiero tu departamento, pero una mansión no se le niega a nadie —expresó sacando ropa de su clóset también para abrigarse.

—Creo que debes de decir que no echarías de menos tu propio departamento, pero siendo que pasas más tiempo en el mío que en el tuyo... —negó.

Colocando una bufanda, además del gorro, los guantes y su chaqueta, Jimin salió de su departamento junto a su mejor amigo, quien no dejaba de parlotear exaltado por los regalos que podrían recibir.

—Ya sé, un crucero por el mundo —anunció con entusiasmo.

—No lo creo, saben que estoy trabajando y eso es algo que cuesta dinero, como todo lo otro que has dicho —resopló, observando los números del ascensor cambiar.

—Por favor, a tu padrastro lo que menos le falta es dinero, al igual que a tu hermano y a ninguno le interesa gastar cuando se trata de ti —resopló.

El pelinegro frunció sus labios y de pronto, observó a su amigo con grandes ojos.

—¿Qué? ¿Qué sucede? —pregunto este.

—No hace mucho le estuve comentando a mi madre sobre un compañero de trabajo que se compró una moto y que me había quedado gustando lo suficiente como para querer aprender a andar —expresó.

—Y tu hermanos nos citó en el estacionamiento.

—Y dijo que había hablado con nuestro padre sobre mi regalo.

Cuando las dobles puertas fueron abiertas, ambos casi lucharon a empujones por quien salía primero de este y corrieron en busca de su hermano, encontrándolo recargado en su auto visiblemente lleno de regalos.

—¿Y la moto? —preguntó Tae.

—¿Qué moto? —preguntó Namjoon, observándole con extrañeza.

—Pues la qué...

Sin dejarle seguir, Jimin le pegó un pequeño codazo a su amigo y luego se acercó a su hermano, saltando para abrazarlo efusivamente.

—Feliz Navidad, Hyung —saludó.

—Feliz Navidad, Minnie —sonrió automáticamente, rodeándole con sus brazos.

—Eh, parece que has estado trabajando desde la última vez que nos vimos —comentó, apretando los músculos de sus brazos mientras se apartaba.

Namjoon rió un poco y pasó su mano por su corto cabello castaño claro.

—Tengo un hombre guapo que mantener —se encogió de hombros.

—Vaya, puedo ver a Jin hyung divirtiéndose en el dormitorio —ronroneó Taehyung, picoteando con su dedo todo el torso de Namjoon.

—Deja eso —ordenó el mayor, apartando ese dedo.

Luego, lo tiró a su cuerpo y le dio un abrazo igual de intenso que el de Jimin, pero más corto.

—Feliz Navidad para ti también, diablillo —saludó desordenando su rubio cabello.

—Ay, sabía que me querías en el fondo de tu cora —exclamó alegre—. Feliz Navidad.

—Muy en el fondo —murmuró.

—Hyung —advirtió Jimin y este se encogió de hombros—. ¿Qué pasa con tu auto? Solo te faltó traerte tu árbol de Navidad —comentó observándolo.

—Te dije que traje muchos regalos —le recordó, sin moverse para sacarlos del interior.

—¿Y Jin hyung? Creí haber escuchado que también venía —recordó, frunciendo el ceño.

En respuesta, su hermano sonrió, finalmente apartándose de su auto.

—Sígueme —anuncio, comenzando a caminar.

—¿Si crees que se trate de la moto? —susurró Taehyung a su lado, siguiéndolo.

—Dudo —respondió—. ¿Por qué estamos saliendo? —preguntó en voz alta, observando el perfil de su hermano.

—Obviamente, porque creí qué te gustaría probar tu nuevo regalo antes de entrar a abrir los demás —explicó y se detuvo justo a tiempo para que un hermoso auto deportivo se detuviera frente a ellos.

—¿Es un Porsche? —preguntó el pelinegro casi sin aliento al admirar el hermoso y elegante automóvil.

—Un Porsche de carrera —asintió orgulloso—. Un deportivo con motor naftero de 3.0 litros, con una configuración de seis cilindros que otorga la posibilidad de disponer de 450 CV —describió orgulloso.

—¿Y en palabras para simples mortales como yo? —preguntó Taehyung.

—Corre a 100 km por hora en 3,4 segundos y tiene una velocidad máxima de 308 km por hora —explicó.

—En teoría, un hermoso regalo peligroso por el cual hubo mucho drama —anuncio SeokJin, bajándose del auto—. Pero tanto tu madre como yo les convencimos de que era mucho mejor que una motocicleta, y de lo responsable que eres —sonrió acercándose—. Así que agradece no haber terminado con un auto para padres —resopló observando a su pareja, quien no se mostró para nada avergonzado al encogerse de hombros.

—Gracias, gracias, gracias —exclamó abrazando a Jin y luego a su hermano—. No puedo creer que recordaras que me gustaba este auto, te lo comenté cuando recién nos estábamos acercando —recordó encantado.

—Para que veas que desde ese tiempo ya te quería como mi familia —le sonrió, mostrándole un mortal hoyuelo.

—Y luego que porqué los demás dicen que son amantes —se burló Jin.

—Vamos Jimin-ah, hay que probar esta hermosura —exclamó Taehyung.

—Tú al volante —anunciaron la pareja con sincronía.

—Nunca me dejan hacer nada divertido —gruñó Tae, subiéndose al asiento de copiloto.

—Nosotros llevaremos los otros regalos adentro, vuelvan pronto y con cuidado —ordenó Namjoon, observando a su pareja entregándole la llave a su hermano.

—Dile gracias a padre cuando llame para saber mi reacción —pidió, dirigiéndose a su hermoso auto.



________________________________

Canción: Plan B, si no le contesto.

Espero que hayan disfrutado de la actu mis copitos <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro