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Roma Mitológica

Día 8 Bozal.
Ship: Omega Lelouch x Alfa Suzaku.

♥Ω♥

Esto no debería ser posible...

Era la frase que se repetía con frecuencia oculta en la cabeza del soberbio príncipe romano durante todo el partido de Latrubculi.

Se podría decir que el Príncipe Lelouch de Roma, un honorable Omega y onceavo hijo del Emperador Romano Charles, no tenía muchos pasatiempos o vicios conocidos salvo el placer de derrotar a sus oponentes en el juego de tablero de estrategia originario de Egipto. Solo dos personas en su vida han logrado vencerlo en su amado juego, su hermano mayor el Príncipe Schneizel y...

... la mujer frente a sí.

Ya puede sentir el dolor de cabeza formándose. Nunca ha podido vencer a esta mujer que siempre lleva una Lira y aparece y desaparece a su gusto, pero hoy su rendimiento fue peor que el de costumbre, para su inmenso disgusto.

Mirando los 4 peones que rodean a su Dux, 3 de los 4 era propios, Lelouch solo puede tragar la amarga derrota.

—Gana de nuevo Lady Palas.— A pesar de la amargura no duda en reconocer su victoria. Lady Palas es una contrincante formidable y una presencia refrescante dentro del palacio.

Odiaría perder tal respiro a su monótona vida.

—No lo hizo tan mal Su Alteza.— La sonrisa de la mujer era enigmática y encantadora, si Lelouch no hubiera desarrollado inmunidad con los años podría quedar encantado. —Ha mejorado desde nuestro último partido.

—Lo dudo, pero gracias por las palabras.

—No soy condescendiente.— Ahí esta otra vez el algo innombrable en su mirada.

La verdad la mujer a veces lo asusta, la forma en que lo mira... Como si su alma fuera más clara que las aguas del Tíber... Pero nunca le ha hecho daño hasta el momento y en realidad se comporta como una especie de mentor.

Lelouch desconfía de sus verdaderas intenciones, pero sus palabras nunca han sido mentiras.

Significa que a pesar de haber sido rodeado por sus propios peones debe haber hecho algo bien para merecer un elogio.

—Yo, eh. Gracias.— Finalmente acepta. —Disculpa por dudarlo, siento que hice un movimiento estupido.

—Es humano equivocarse.— Esa era diversión es su voz. —Me obligarte a mostrar mi verdadera habilidad en este juego, por eso perdiste.

Eso le llamo la atención lo suficiente para olvidar su dolor de cabeza.

—Sabía que te contenías pero... Pensar que finalmente te obligué a enfrentarme de verdad...— No pudo terminar, era un honor que no esperó recibir hasta más tarde en su vida.

No había dudas de que un día se enfrentarían de verdad ¿Porque otra razón ella vendría voluntariamente a jugar contra un príncipe romano si no fuera para buscar un buen contrincante?
Pensar que solo me tomó 10 años llegar a este punto.

—Dudo mucho que puedas vencerme, pero me diste un buen desafío.— Señala con una mirada su dux atrapado. —Calculo que con este nivel puedes derrotar a tu hermano mayor.

Vencer a Schneizel... El Alfa favorito del imperio... —Entonces tomaré su palabra Lady Palas.

Entonces el dúo pasó el rato conversado de sus experiencias en el juego y pasaron a los últimos acontecimientos en la ciudad, sobre todo de las últimas actividades de Lelouch, por limitas que sean como Omega, hasta que finalmente escucharon pasos detrás de la puerta interrumpido su conversación.

—Con su permiso.— Los sirvientes saben que no pueden pasar a los aposentos del Principe Omega sin su permiso, por lo que esperan fuera de la puerta para entregar el mensaje. —Su alteza Principe Lelouch la princesa Nunnally lo está esperando en el comedor.

—Ya veo, dile que voy en seguida.— Tomando la pieza de Dux en la mano comenzar guardar el juego de Latrubculi. —Solo tengo que terminar algo.

Una vez guardadas la piezas de marfil en la caja lacada al lado de su nido se va, no puede dejar esperando a su querida hermana mucho tiempo.

Al salir no tiene que mirar para saber qué desde hace un tiempo es la única alma en la habitación.

Ω•Ω•Ω

Después de cenar el principe sigue con demasiada emoción como para dormir. Tomó todo en el para no revelarle a su hermana que la Diosa Minerva finalmente lo enfrentó como un igual en un partido de Latrubculi.

Finalmente no lo hizo. No solo porque Nunnally no sabe de sus encuentros frecuentes con la mujer de la lira, Palas Athena, Minerva o cualquier nombre por el que se le conozca, sino porque nunca sabes si Marte está escuchando.

No quiere la atención de los dioses en su hermana, ya es demasiado peligroso para Nunnally que Lelouch la tenga.

Recostado detrás de docel de telas en su nido el dolor de cabeza se ha calmado un poco, dejando a la luz los primeros signo de un pre-calor formándose entre sus piernas como resultado de la montaña de emociones del día.

Eso lleva a otro problema ¿Que puede hacer un Omega en la oscuridad cuando tiene demasiada energía cómo para dormir?

A Lelouch se le ocurre... una perfecta forma... de quemar energía...

No sería la primera vez ni la segunda, pero para evitar llamar la atención indeseada trata de mantener tales actividades espaciadas en su calendario.

Evocatus Jeremiah— No tiene que hablar muy fuerte para saber que el hombre está escuchando desde fuera de la puerta. —Traeme al Gladiador.

—Como ordene su alteza.— El viejo buen Jeremiah, ni siquiera tartamudeo ante las implicaciones de tal orden.

Hace que uno se pregunte que hizo la madre de Lelouch en su tiempo en la Guardia Pretoriana para merecer tal lealtad a sus hijos omegas aún tantos años muerta.

Sin duda es útil para el actual Lelouch cuando quiere desahogarse con su esclavo alfa.

Mientras esperaba se lamió los labios de anticipación mientras desataba el umbo de la toga para dormir y después quitar el perquam brevis, finalmente quitándose la prenda de lana lavanda y arrojandola al otro lado de la habitación.

Aún faltaban días para la fecha programada, pero el hormigueo en su vientre lo convence del adelanto inofensivo.

No tiene que aguardar mucho cuando el Gladiador, su esclavo, su alfa elegido, es empujado sin ceremonias en sus aposentos y la puerta cerrada con fuerza desde fuera por el Evocatos. Es una tentación a la vista con sus gruesos músculos tostados, cabello castaño mayormente rapado, gran estatura, ojos intensos de oliva y rasgos extranjeros orientales que parecen cincelados por las musas.

El ex-gladiador parece un héroe salido de las apopeyas.

La maravilla de Alfa solo vestía un humilde taparrabos y deslumbrantes cadenas le ataban los antebrazos a la espalda, conectadas por otra cadena al collarín de cuero en la garganta y finalmente un bozal de oro puro encerraba bajo barras los afilados dientes Alfas.

La boca de Lelouch se hace agua y aprieta vientre a ver los músculos del cuello apretados por el collarín de cuero negro, antes de bajar lentamente a sus pectorales erguidos, a los abdominales marcados y finalmente se traga un gemido al admirar el miembro claramente erguido que sobresale sin pudor de taparrabos.

Si antes no estaba excitado ahora si lo está.

El Omega respira con fuerza para calmarse y se atraganta con el fuerte aroma almizclero de un alfa excitado.
Tragando una maldición al sentir resbaladiza deslizarse entre sus piernas trata de actuar imperturbable mientras se sienta en el nido, antes de hacerle una señal para que gladiador se acerque.

—Ven esclavo.

El Alfa entrecierra los ojos con desconfianza y se niega a moverse, a lo que Lelouch frunce el ceño molesto, pero por dentro secretamente celebra. Enojado y emocionado por la insubordinación deja que la magia del glamur que cubre sus ojos se disipe en el ojo izquierdo, revelando su Geass al esclavo.

—¿No hemos pasado ya por esto, Suzaku?— Deja que la amenaza se asiente. Ambos saben que Suzaku es inmune a nuevas órdenes del Geass ya que está bajo una desde su tiempo sobreviviendo en el coliseo, pero eso no quita el hecho de que ahora es solo un esclavo bajo el príncipe romano. —¿No quieres sentirte bien?

—Lelou-

—¿Te di permiso de usar mi nombre?— No dejo terminar hablar al alfa. —Sigues olvidando tu lugar en Roma mi estupido esclavo.— En unos pasos sale del nido y agarra la cadena del collarín del alfa, con un jalón de la cadena siente su excitación subir mientras obliga al alfa a inclinarse para encararlo. —Eres mi propiedad.— Desliza un dedo desde los pectorales del hasta acariciar con el pulgar la curva de la cintura debajo del taparrabos. —Tu vida ha sido mía desde que te paraste en las arenas del coliseo por primera vez...— Mete la mano debajo de la tela y aprieta. —... hasta que te saque de ellas.— Lo suelta y saca la mano. —Desde que mi magia te salvó incontables veces en combate y finalmente te compre.— Susurra en su oido —Eres mío Suzaku.

Consciente y sin desaprovechar su desnudez, sin soltar las cadenas el principe omega obliga al esclavo alfa a enterrar la nariz en la curvatura del cuello y hombros justo sobre la glándula de olor. Mientras acariciaba el cabello corto del alfa no se olvida de frotar sus miembros.

Para cualquier otro Omega en su posición le sería indignante tener que rebajarse a tal nivel para seducir a un simple esclavo, pero para Lelouch le era emocionante predecir las acciones que tomará el Alfa ¿Como reaccionará el gladiador? ¿Gritara mientras lo empuja lejos o se dejará llevar al nido para continuar a lo que lo trajeron? Sea cual sea todo estará bajo el control del Omega.

El Alfa obviamente estaba siendo afectado por el fuerte aroma de Omega excitado y la estimulación detrás del delgado taparrabos. Para empezar su voluntad contra el omega no tan fuerte por las fuertes gracias a feromonas de pre-calor que desprende el omega, si la gran protuberancia en su entrepierna lo demuestra. La desobediencia era más por costumbre que por que falta de voluntad real. El esclavo conocía su trabajo y en su estado no quería nada más que empujar al príncipe en el nido y montarlo hasta que no pudiera caminar, pero ha aprendido que por algun fetiche su amo se emociona cuando se resiste primero.

—Omega, omega, omega.— Le gana un fuerte tirón de cabellos y gruñido. —... Amo.

Lelouch gruñe satisfecho y lame sobre la glándula de feromonas del alfa, a lo que esté responde con un gemido ronco.

—¿Quieres sentirte bien esclavo?

—... Si.

—¿Quieres hacerme sentir bien, alfa?

—¡SI!

El juego previo finalmente terminó. Por más que lo deseara el Alfa no podía cargar al Omega con los brazos atados en cadenas, por lo que Lelouch se conformó con arrastrarlo de la cadena al a nido, donde se acostó de espalda y obligó al alfa a arrodillarse entre sus piernas.

—Primero complaceme y después...— El Omega hace una pausa, dejando el resto a la interpretación. —Bueno, primero se un buen alfa y lame.

El ex gladiador no necesitaba más indicaciones. Suzaku se inclina hasta de cara al agujero húmedo de su amo, inhala el olor a Omega del príncipe hasta casi intoxicarse antes de dar una torpe lamida.

El bozal de oro ha demostrado ser un obstáculo para que se lo coman, pero Lelouch comprende que es un mal requerido para sus actividades nocturnas. Si quiere mantener su vida no puede haber chisme de ninfomanía sobre el en la corte, y para evitarlo no deben quedar mascaz en su cuerpo, ya sean marcas de mano o de dientes debe estar limpio.

Esa es la verdadera razón de las cadenas y el bozal. Suzaku es un tonto musculoso y puede ser brusco cuando se emociona, por eso a su esclavo nunca se debe permitir tocarlo a su placer y siempre debe estar restringido, así se previene un accidente como huellas de dedos en las caderas o Minerva no quiera, una mordida en el cuello.

Ahoga un gemido cuando finalmente siente la lengua saborear su agujero. Cuando creó el nuevo bozal de oro dejo específicamente un hoyo entre las barras lo suficientemente ancho como para pasar la lengua sin impedir su función anti-mordidas. Su alfa solo tenía que acostumbrarse antes de dominarlo.

Y vaya que lo domino.

Cada vez que la lengua entraba se retorcía la explorando la cavidad húmeda, la sensación extraña en las paredes provocaba gemidos positivos. El Alfa era implacable contra el agujero rosado, sin permitir que ni una sola gota de resbaladizo escapara del orificio o su boca. Cualquiera confundirá la ambrosía con los líquidos del Omega por la manera que el Alfa bebía del tierno agujero.

—Si... Suzaku.— Gimió. —Más, succiona más ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!— Lelouch sollozó por un movimiento repentino de la lengua. —¡De nuevo!

El esclavo cumplió, provocando otra serie de gemido del príncipe.

—Ahh.— Gimió de nuevo el Omega Real. —¿Te gusta el sabor de omega, alfa? ¿Quieres beberme todo?

Su única respuesta un empuje más fuerte del bozal contra su trasero.

—Entonces bebe cómo el animal que eres.— No se olvidó de jalar el cabello del esclavo para acercarlo más.

El esclavo alfa no necesito más indicaciones para redoblar su trabajo, escarbando con la lengua las cavernas húmedas del príncipe omega con ahínco y vigor, recibiendo tirones de cabello y gemidos en respuesta.

Al cabo de un tiempo el placer del Omega dió paso a la incomodidad cuando el estupido bozal de oro comenzó lastimarle el trasero. No importa lo que buena que fuera esa lengua no podía ignorar el metal frío contra la piel sensible, por lo que con desgana tiro de la cadena para alejar al alfa de su rosado agujero.

—A-amo.— Suzaku estaba confundido por la brusca separación, apenas hablando entre bocanadas de aire luego de trabajar tanto con la boca.

—Shh, shh.— El príncipe selló sus labios detrás del bozal dorado con un solo dedo, mientras que con la otra mano desataba la inservible tira de tela en la cintura. —Me hiciste sentir bien ¿Quieres sentirte bien?

Suzaku comenzó a temblar se anticipación, apenas reprimiendo su excitación.

—Si.— Más que una declaración salió como un gemido ronco, el olor de Omega excitado lo estaba volviendo loco y sus Feromonas de Alfas brotaban a mares. —Por favor amo.

La paciencia de Lelouch también se estaba acabando, jugando con su agujero lo abrió con dos dedos y finalmente le hizo una ceña al esclavo, su rostro estaba sonrojado pero aún así el príncipe no dejaba de sonreír con soberbia. —Ven.

El Alfa no se demoró, con movimientos practicados logro enfundarse en esas divinas paredes carnosas aún con los brazos atados, provocando un gemido de ambos príncipe y esclavo. El miembro del alfa era apretado por esas misma paredes que saboreó hace nada, resbalando de entre la mancha del Omega y su propia saliva alfa.

El Omega no estaba mucho mejor, las paredes previamente burladas por la lengua del alfa estaban más sensibles que de costumbre, provocando que sujetase con fuerza al alfa para que fuera despacio. Una vez enfundado Lelouch no le permitió a Suzaku moverse mientras se ajustaba a la intrusión.

—Quieto.— Cuando el esclavo no se detuvo tiró de nuevo de la cadena. —No me gusta repetirme.— La promesa de castigo no se dijo pero se escucha fuerte y claro.

De mala gana el esclavo extranjero se detiene, no importa lo mucho ansía moverse Suzaku aprendió que cuando el príncipe romano ordena algo no se debe contradecir. Estaba bien al principio porque ya era parte de la rutina, pero una vez iniciado el sexo si no se obedecían las exigencias del príncipe omega habría consecuencias para el ex-gladiador.

De verdad no quiere que lo echen de regreso a su alcoba desnudo con el miembro duro de nuevo. El Príncipe Lelouch es lo suficientemente mezquino como para cortar de repente el acto sexual aún sin estar satisfecho todo con tal de que Suzaku tampoco lo esté. Lo sabe porque pasó más de una vez.

Puede que el príncipe romano no someta a Suzaku a castigos físicos, pero el dolor de una erección frustrada es igual de insoportable. Sobre todo cuando su cuerpo ha probado la fruta más dulce de Roma, el Alfa asiatico varado duda que otro Omega pueda satisfacerlo después saborear el cuerpo más sagrado que esta tierra occidental tiene que ofrecer.

Algunas noche se deja llevar y sueña con soltar sus cadenas y arrancar el bozal que vale más que su vida para devorar al arrogante príncipe como los dioses mandan. Ya no recibir órdenes del príncipe y sus palabras encantadoras y hacerlo gemir hasta que olvide su nombre y solo cante Suzaku Suzaku Suzaku Alfa Alfa Alfa con esos labios peligroso suyos. Arrancar la magia herética de sus ojos malditas para obligarlo a ver a Suzaku y solo Suzaku y largarse de esta tierra pagana a donde este Príncipe Romano sea solo el seductor y adorado Omega del Gladiador.

Pero al igual que la probabilidad de librarse de una orden de esos ojos malditos, la fantasía del esclavo es sólo eso, una fantasía.

Así que Suzaku hace lo mejor que sabe hacer y lo único que lo ha mantenido con vida desde que fue capturado durante una campaña y vendido a la arena de gladiadores: obedece.

—Si amo.

Es díficil pero los esfuerzo del esclavo eventualmente dieron resultados. Después de un tiempo el Omega finalmente se adaptó al bastón de carne entre sus piernas y dió visto bueno al alfa para moverse.

Después de ser advertido antes el Alfa ahora es cuidadoso y sale con cautela del abrazador calor, tragando un gemido propio y provocando otro del príncipe. Una vez a la mitad embiste de nuevo al Omega causando que este abrazase su cuello con fuerza y provoco que perdiera el equilibrio y cayera de acostado en la cama, para irritación del omega.

—Un momento.— Lelouch se le ocurrió intentar una nueva posición. Separándose con un gemido se sienta en el nido y recuesta de costado al Alfa, recuesta su propia espalda desnuda contra el pecho de hierro del esclavo mientras rodea su cuello encadenado con un brazo y con el otro guía al miembro duro del alfa de regreso a su vacío agujero. —Intentalo ahora.

Con una sola estocada el esclavo se enfundó de nuevo en esa carne principesca con renovada facilidad. Gustandole la nueva facilidad que le traía la nueva posición le siguió una segunda estocada y otra y otra hasta que tenía al príncipe gimiendo debajo de su cuello.

—Ah, Suzaku. Ah, ah. Buen alfa, buen alfa. Haciéndome sentir tan bien.— Una estocada más profunda que las anteriores lo deja sin aliento por un momento. —N-nada ¡A-ah! mal. Como esperaba, ahh, del alfa que elegí. Ahh-

El prodigioso alfa finalmente encontró ese punto especial e inescrupulosamente comenzó a apuntarle con fuerza llevando al Omega Real a una ronda de gemidos.

—Bastardo, me quieres volver l-loco.— A pesar de la queja Lelouch en ningún momento le ordenó que se detuviera. El pre-calor que lo inicio todo finalmente se convirtió en celo después de tantas Feromonas y actividades sexuales. —¡Te ordenó que no pares!

—¡Si mi amo!— El Alfa también estaba siendo afectado por el celo del Omega, no lo suficiente para inducir un celo propio, pero como para perderse en el celo del príncipe. —Mi amo. Mi Omega.

Lelouch se estremeció al sentir la lengua húmeda alfa saborear su propia glándula de olor. Gimió ante la sensación del frío oro del bozal contra su cuello y la calidez de la lengua sobre su glándula sensible, la nueva sensación no es del todo desagradable y pero tampoco placentera, pero la lengua lo compensa y solo puede gemir cada vez que raspa su glándula sensible.

Recuerda que esta abrazando el cuello del alfa y sin pensar entierra más la cabeza de este contra su cuello persiguiendo la placentera sensación de la saliva de Suzaku perfumando sus Feromonas Omega. Su otra mano no es ociosa y comienza a jugar con sus propios pezones en busca de más placer.

Se siente sublime pero rápidamente se vuelve demasiado. Demasiadas sensaciones. La lengua, sus pezones, la barra de carne atacado su punto sensible.

Es mucho.

El viene.

Con la poca fuerza que le queda se empuja del pecho del alfa, separándose con éxito de este. Siente como su agujero se vacía mientras se corre por todo el nido, junto el gruñido iracundo de Suzaku al negarle la liberación.

Solo tiene un segundo para respirar cuando es acorralado por el Alfa insaciado. Con la habilidad de alguien obligado a no utilizar los brazos logra sujetar las muslo del príncipe con los suyos propios y deslizar su miembro venoso entre ellos.

Lelouch deja escapar un fuerte gemido al sentir esa dura barra de carne frotar sus muslos, agujero y otras sus partes bajas sensibles.

Esto es parte del acuerdo. El príncipe omega no podía darse el lujo de dejar que un alfa se corra dentro de él o lo anude, por lo que antes de correrse siempre los obligaba a separarse. Por supuesto esto no era justo para el esclavo alfa, por lo que implícitamente tiene permitido follar sus muslos hasta correrse.

La barra de carne era implacable entre los muslo sudados del Omega. Lelouch miraba hipnotizado como la cabeza del miembro se frotaba contra el suyo al asomarse rítmicamente con cada vaivén de su alfa. Podía sentir que su celo progresaba con cada gruñido y gemido del alfa en su oreja, acercándolo cada vez más a un segundo orgasmo.

—¡Suzaku, Alfa!

—... Amo, amo, amo. Omega, Omega, Omega...

Entre gruñidos y gemidos los dos vinieron al mismo tiempo, manchando sus entrepiernas y el nido del príncipe con semen y líquido preseminal. Lelouch inhala fuerte al sentir el nudo alfa crecer en sus piernas inmovilizadas y el metal dorado del que se escapa una lengua perezosa sobre su glándula ultra sensible.

Después de bajar del orgasmo el celo terminó y se da cuenta de que eso es todo. El pre-calor solo lo llevó a un celo falso. Un celo sin duda gratificante, pero falso.

Se debate por un rato si hacer que Jeremiah se lleve a Suzaku de regreso a su alcoba, sin duda ese bozal y cadenas deben ser incómodos, pero al sentir el nudo ente sus glúteos y la lengua en su glandula la idea le parece menos y menos atractiva.

... Quizás más tarde. No puede tener a su alfa caminando por los pasillos del palacio con un nudo sin bajar y taparrabos.

♥Ω♥FIN♥Ω♥

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