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Capítulo 3

Antes el mínimo de palabras de mis capítulos eran 2.500, ahora serán 3.500. Espero que le den mucho amor a este capítulo porque me estaba muriendo de dolor mientras lo escribía. (Estoy en mis días). Al final del capítulo se explican algunas palabras que quizá no conozcan. 

PD: Mañana subo la playlist del fic. 

.      .     .

Sorbió la última porción de sus fideos antes de abrir la segunda lata de cerveza que reposaba sobre la mesita y dio un largo trago terminando más de la mitad del contenido de una. Miró la simple habitación de hotel que se encontraba hecha un desastre debido a todas sus cosas que se encontraban esparcidas por el lugar.

Jamás pensó que terminaría viviendo en una habitación de motel.

Su teléfono sobre la mesita sonó y la pantalla se iluminó mostrando la llamada de su amigo Wooyoung. Se levantó del suelo donde había estado sentado e ignoró el sonido del aparato para pasar de largo hacía el cuarto de baño con la idea de tomar una ducha antes de dormir.

Mientras el agua caliente se deslizaba por su cuerpo su mente se dedicó a poner en orden los acontecimientos recientes, desde la ruptura con Miyeon, su nuevo trabajo y sus nuevos colegas, en especial, el oficial Min Yoongi.

Sentía que le esperaba un largo camino por recorrer. Desde que había decidido estudiar ciencias forenses el objetivo era encontrar a su hermana, o al menos, alguna pista sobre ella. Sin embargo, ahora que lo pensaba no tenía un plan concreto para llegar a su objetivo. Aunque apenas había sido su primer día de trabajo y quedaba tiempo para pensar en algo.

Al menos ahora quizá podría tener la ayuda del oficial Min.

Salió de la ducha envuelto en una toalla y se secó el pelo antes de acostarse a dormir, pensando en que quizá debería llamar a Miyeon, solo para preguntar cómo estaba, ya que la pelirroja había dejado en claro que ni siquiera intentara arreglar las cosas, y él era consciente de que una reconciliación estaba increíblemente lejos.

A decir verdad, quería autoconvencerse de que extrañaba a su novia, porque era una persona con la que había estado durante años y se suponía que habían formado un vínculo bastante fuerte, pero ahora que las cosas se habían dado de aquel modo se preguntaba si realmente había sido amor o un fuerte sentimiento de aprecio y agradecimiento.

Había escuchado que las personas debían luchar para seguir adelante por sí solos luego de una ruptura, y aunque ese no parecía ser su caso, se preguntaba cómo estarían siendo las cosas para Miyeon.

Al final decidió que le daría un poco más de espacio antes de llamarla y se quedó dormido tan pronto como cerró los ojos, sintiendo el peso del cansancio del día agotarlo por completo.

Quince minutos antes de que empezara su turno se bajó en la parada frente a la central con un mocaccino en una mano y su bolso en otra. Hizo su camino hasta el interior del lugar saludando a todas las personas que encontraba en su camino hasta el laboratorio y al llegar a la zona de la sala de autopsias se percató de que había bastante movimiento incluso a primera hora.

—Buenos días, doctor Park —saludó uno de los oficiales que se encontraba custodiando la puerta del lugar. Jimin respondió el saludo con la cabeza y pasó de largo hasta el laboratorio para poder dejar sus cosas y tomar su bata antes de volver a la sala de autopsias.

El oficial se hizo a un lado inmediatamente dejándole entrar y una vez dentro observó a Jungkook examinando un cuerpo sobre la mesa de autopsias. Se acercó en silencio sin querer interrumpir al médico quien parecía ya haber terminado su trabajo, e internamente se preguntó a qué hora habría llegado.

—Buen día, doctor Jeon. —Jimin saludó educadamente mientras observaba el cuerpo sobre la mesa, el cual pertenecía a una chica de al menos diecisiete años de edad con múltiples heridas a lo largo de su cuerpo y lo más resaltante, un corte en su garganta.

—Buen día, Park. ¿Qué tal el primer día de trabajo? —cuestionó Jungkook mientras anotaba algunas cosas en su informe.

—No me puedo quejar. Creo que cogeré el ritmo pronto —afirmó y por curiosidad echó un pequeño vistazo al informe.

Causa de muerte: Suicidio.

Jimin frunció el ceño y volvió a mirar el cuerpo sobre la mesa. Había marcas en sus muñecas que indicaban que habían sido atadas bruscamente durante un tiempo prolongado, aparte, parecían haber señales de desnutrición e incluso había marcas de golpes en su rostro. Y lo más obvio era el corte limpio en su garganta, el cuál era muy poco probable que pudiera haberse hecho ella sola.

— ¿La causa de muerte fue esa herida en su garganta? —cuestionó Jimin tratando de no sonar demasiado entrometido.

—Así es. Se trata de un suicidio. Al parecer era abusada por su padre —respondió Jeon con simpleza—. ¿Podrías hacerme el favor de entregarle este informe al oficial Min? Aún tengo que limpiar aquí y me pidió tenerlo listo antes de las ocho.

Jimin no dijo nada más respecto al caso y tomó el informe antes de salir de la sala, pero sin abandonar la sensación de que algo parecía no tener mucho sentido en aquello. Aunque tampoco podría tomarse el atrevimiento de juzgar el trabajo del Doctor Jeon, quien probablemente tenía muchísima más experiencia que él.

—Buenos días. ¿El oficial Min está en su oficina? —preguntó a una de las mujeres de la recepción.

—Buen día, doctor. Creo que en este momento se encuentra en la sala de archivos —respondió la mujer señalando el pasillo de la derecha.

Asintió con la cabeza y luego caminó en la dirección señalada mientras leía los grabados en las puertas hasta dar con la correcta. Ingresó al lugar sin molestarse en tocar la puerta y una vez dentro observó las paredes repletas de estanterías y cajones etiquetados con distintos nombres y fechas.

— ¿Oficial Min? —llamó mientras daba unos pasos alrededor intentando dar con el hombre.

Leyó algunas de las etiquetas sobre los cajones sobre los cajones solo por curiosidad, algunas solo tenían el número del caso y otras algunos nombres más específicos, como también algunas otras con evidencia y cosas por el estilo. Al cabo de algunos segundos escuchó el sonido de puerta al abrir y cerrarse y se dio la vuelta percatándose de que había una puerta al final del pasillo donde se podía leer "Confidencial. Solo personal autorizado". El oficial Min salió de allí y cerró la puerta con llave antes de caminar en su dirección.

Su sonrisa jovial le recibió e hizo una pequeña referencia a modo de saludo. —Doctor Park, buenos días. ¿Me estaba buscando?

—Buen día. Eh, sí. El doctor Jeon me pidió que le diera esto —dijo ofreciéndole la hoja que llevaba en su mano.

—Gracias, le pedí que lo tuviera listo temprano —agradeció sin borrar la sonrisa y Jimin estuvo a punto de retirarse de no haber sido detenido por sus palabras—. Si le parece puedo invitarlo a desayunar.

Jimin frunció el ceño y estuvo a punto de preguntar ¿Por qué?

—Se lo agradezco. Pero tengo trabajo, creo que me saltaré la comida hasta el almuerzo —el rubio se mordió la lengua después de hablar y se preguntó si no estaría siendo demasiado grosero al rechazarlo de esa forma—. Si gusta yo puedo invitarle el almuerzo.

Aunque la idea no le pareciera demasiado tentadora, sentía que debía hacerlo por educación. Era su segundo día de trabajo y no quería que el oficial tuviera motivos para pensar que estaba siendo grosero.

—Yo invito —accedió el pelinegro—. Búscame en mi oficina cuando empiece tu descanso.

Dicho esto el mayor se retiró sin decir una palabra más y Jimin se quedó de pie allí durante algunos segundos antes de salir también no sin antes echar un último vistazo a aquella curiosa habitación.

Su jornada de trabajo comenzó en el laboratorio, donde el día de hoy tendría que realizar algunos exámenes de dactiloscopia y toxicología. Se metió de lleno en ello, analizando muestras mientras llenaba los informes correspondientes. En el resto de la mañana el doctor Jeon no volvió a aparecer por allí por lo que se mantuvo solo hasta el mediodía.

El tiempo pasaba con rapidez y Jimin se sentía cada vez más satisfecho con su trabajo, si bien había elegido aquella profesión por motivos externos no podía negar que se le daba bien y se sentía cómodo en ese ámbito laboral. Aquel laboratorio contaba con tecnología de punta, la cual no había conocido ni siquiera durante sus pasantías y pese a que el lugar era lo bastante grande parecía no haber más forenses aparte de Jungkook y él.

Como si hubiese sido invocado, el doctor Jeon apareció dentro de la sala y caminó hacía la impresora para recoger algunos papeles sin reparar mucho en su presencia, Jimin tampoco le prestó demasiada atención y siguió con su trabajo al analizar unas cuentas huellas en una de las evidencias.

El contrario salió de la habitación tan rápido como había entrado sin notar que un par de hojas se habían salido de la carpeta y habían ido a parar al suelo. Jimin trató de detenerlo sin embargo este iba demasiado apurado como para escucharlo. El rubio se levantó de su asiento dispuesto a tomar la hoja y una vez la tuvo en su mano no pudo evitar curiosear un poco.

Al parecer era parte del informen del cuerpo de esa mañana, sin embargo, al leerlo solo se extrañó más. En el examen toxicológico no se mostraban indicios de hubiera alguna sustancia en el cuerpo de la víctima, pero aun así recordaba que el mismo informe que había entregado al oficial Min decía totalmente lo contrario. Otra discrepancia que pudo notar a simple vista era el hecho de que las huellas del agresor (que se suponía era su padre) dejadas en su cuerpo, no coincidían en nada con las del hombre.

Jimin frunció el ceño mientras releía las hojas de arriba abajo sin parar, no pudo evitar que aquella información le dejara un mal sabor en la boca y buscó en su mente todas las explicaciones lógicas posibles. La puerta fue abierta con brusquedad apenas sacándolo de su estado de impresión y de lo que siguiente que fue consciente fue que Jungkook arrancó las hojas de su mano, y pese a que su expresión fuese neutra, podía ver como cierta ansiedad cruzaba sus ojos.

— ¿Hay algo mal con esos análisis? —cuestionó Jimin aunque bien hubiese querido que sonara como una afirmación. Jungkook apretó los labios antes de responder.

—No creo que lo haya. Quizá ha malinterpretado algo, doctor Park —respondió con voz calmada.

— ¿No es ese el informe detallado del cuerpo de esta mañana? —volvió a preguntar Jimin alzando esta vez la vista para mirarlo a los ojos, Jungkook mordió el interior de su mejilla en señal de molestia.

—Hay varios informes mezclados. Le pido que no se meta demasiado en mis asuntos o podría parecer que está insinuando que no hago bien mi trabajo —habló con voz cauteloso y aquella última oración hizo que Jimin se mordiera la lengua.

—No quise ofenderlo, doctor. Me disculpo si mi actitud ha estado fuera de lugar. —Si bien aquello no era exactamente lo que quería decir, creía que era lo mejor dejarlo por ahora a menos que quisiera meterse en problemas.

Jungkook no dijo nada más, solo lo miró en silencio durante algunos segundos, como si tratase de leer a través de él. Luego de eso, se dio la vuelta para volver a salir de la habitación, dejando a Jimin allí con sus pensamientos yendo de aquí para allá, tratando de poner en orden todo lo que había sucedido. Mentalmente se dijo que estaba demasiado paranoica y quizá solo estaba buscándole la vuelta a todo. Probablemente eran varios informes mezclados, eso sucedía varias veces, comparaban algunos casos con otros similares para ver si había algún patrón que pudiese dar alguna pista.

Quizá solo era mucha coincidencia. No tenía que haber algo raro. Pero aún así... ¿Por qué las huellas de aquel informe no coincidían? ¿Había sido algún análisis fallido?

Alejó toda idea respecto al tema de su cabeza y volvió a su cabeza notando que faltaba solo una hora para su descanso y debía estar listo para ir a almorzar junto al doctor Min.

Pudo terminar su trabajo pese a las distracciones, ya que, por más que lo intentara las dudas siempre volvían a asaltar su cabeza hasta que se encontraba totalmente perdido en sus pensamientos. A las dos en punto se levantó de su asiento y tomó su celular junto a su cartera antes de salir del laboratorio. La central parecía tranquila debido a la hora, en ese momento la mayoría debía estar aprovechando su descanso o encerrados en sus oficinas con demasiado trabajo.

Tocó la conocida puerta dos veces y luego de oír la voz desde adentro ingresó al lugar, no más allá de unos cuantos pasos como para que el oficial pudiese verlo. Tan pronto como Yoongi lo vio dejó de hacer lo que estaba haciendo en su ordenar y se puso de pie para tomar su abrigo antes de caminar hacía él.

—Doctor Park. Lo estaba esperando —habló con voz relajada mientras le hacía una seña para que saliera primero. El hombre cerró la puerta de su oficina con llave y luego de eso ambos caminaron a la par hasta la salida del lugar.

— ¿Esperó mucho? —cuestionó Jimin algo avergonzado.

—No. Estaba entretenido con el trabajo así que no fui consciente del paso del tiempo —respondió con simpleza—. ¿Conoce algún lugar? O ¿Hay algo en especifico que quiera comer?

Jimin lo pensó algunos segundos. —Hm. Realmente no conozco nada por la zona. Si no le molesta, insisto en que usted elija.

Yoongi asintió y una vez estuvieron afuera Jimin apreció el cielo azul completamente despejado. Le dedicó una mirada al oficial, quien caminaba con las manos dentro de los bolsillos de su abrigo, luciendo tan impecable como de costumbre. Con su atuendo completamente negro y su cabello bien peinado hacía atrás, acompañado de su perfume fuerte con aroma amaderado pero fresco al mismo tiempo. Jimin agitó su cabeza al darse cuenta de que le estaba prestando más atención de la necesaria y volvió su vista al frente percatándose apenas de que incluso habían cruzado la calle.

—El lugar no está lejos y el clima parece agradable. Espero que no le moleste caminar —habló Yoongi tomándolo por sorpresa y se preguntó si había notado sus miradas indiscretas.

—Uhm. No hay ningún problema, estoy acostumbrado a caminar ya que no tengo auto —soltó con simpleza. Yoongi le dedicó una mirada rápida.

—Es cierto. Acabas de salir de la universidad —dijo sonando más como una afirmación para sí mismo.

Unos cuantos pasos después estuvieron frente a un restaurante que lucía simple pero bastante bonito. Una vez dentro Yoongi eligió la mesa e incluso acomodó la silla para que él pudiese sentarse. Jimin agradeció con la cabeza tratando de no prestar demasiada atención a aquel gesto y solo leyó el menú en silencio.

Ambos ordenaron su comida y luego de eso ninguno de los dos dijo nada durante un rato. Yoongi miraba fascinado los ojos de Jimin siendo reflejados por la luz que brindaba el gran ventanal a su lado, su ojo izquierdo era de un color azul celeste mientras que el derecho era de un intenso color avellana adornados por una gruesa cortina de pestañas que contrastaban de forma exquisita con su piel apenas bronceada y su cabello rubio platino.

Jimin sintió la mirada del contrario sobre él demasiado intensa y sintió la necesidad de hablar para romper la tensión que se formaba entre ellos. Parpadeó varias veces y carraspeó antes de hablar temiendo que su voz temblara.

— ¿Le molestaría si pregunto donde vive, doctor Park? —Yoongi habló primero y Jimin agradeció al cielo—. Me causa curiosidad ya que sé que no es de aquí y apenas acaba de salir de graduarse.

Jimin meditó su respuesta durante algunos segundos y se debatió entre si decirle la verdad o no. —Antes vivía con mi novia. Pero terminamos y ahora... Me estoy quedando con un amigo mientras consigo un lugar propio.

Yoongi pareció algo sorprendido debido a su respuesta y Jimin se preguntó si no le había creído o porque tenía esa expresión.

—Si quiere puedo conseguirle un adelanto de su salario —ofreció el oficial y antes de que Jimin pudiera responder fueron interrumpidos por el mesero quién apareció para dejar su comida. Agradecieron y luego de que Jimin probara un poco de su plato volvió a hablar.

— ¿No sería demasiado pedir un préstamo ahora? Ni siquiera he cumplido una semana completa de trabajo.

—Normalmente no se lo darían, a decir verdad. Pero puedo servir de mediador en ese caso, si le parece bien —respondió con simpleza y Jimin se preguntó si el oficial Min era así de interesado por todos sus empleados.

—No se preocupe. Puedo esperar, mi amigo no tiene problema en que me quede con él —mintió. Si bien no tenía mucho dinero para seguir pagando el hotel tampoco podía tomarse el atrevimiento de recibir un adelanto ahora mismo.

—Está bien. Pero si cambia de opinión no dude en decírmelo.

Durante algunos minutos se mantuvieron en silencio, esta vez no era uno demasiado incómodo ya que ambos se encontraban concentrados en su comida. El ambiente del lugar era cómodo y pese a la hora no se encontraba abarrotado. El teléfono de Jimin sonó en su bolsillo pero aún así se dedicó a ignorarlo ya que sabía que probablemente se trataba de Wooyoung. Su amigo debía estar intentando dar con él como un loco, pero en ese momento no estaba listo para enfrentarlo y tener que contarle que Miyeon lo había lanzado a la calle.

—Doctor Park. Ayer quise preguntar algo sobre su hermana, pero temí ser demasiado imprudente —habló Yoongi captando su atención. Jimin le hizo un gesto para que hablara sin problemas—. ¿Ha considerado la idea de que ella no este con vida?

La voz de Yoongi sonó cautelosa y Jimin sonrió casi con sarcasmo. Había perdido la cuenta de las veces que había escuchado esa pregunta.

—Esa fue la misma razón por la que decidí estudiar ciencias forenses, oficial Min —respondió con simpleza—. Sólo quiero saber que sucedió con ella. No importa cuál sea el final de eso. Al final el cuerpo no es más que un recipiente para nuestra alma.

Yoongi analizó las palabras de Jimin con detalle, aquella había sido una respuesta bastante curiosa. — ¿Tiene alguna idea de lo que podría haberle hecho venir a Daegu?

Jimin relamió sus labios y miró su plato medio vacío antes de volver a hablar. —Sé que Daegu tiene grandes bandas dedicadas a la de trata de blancas.

Por primera vez desde que había conocido a Min Yoongi pudo ver como su expresión relajada se desvaneció por algunos segundos.

— ¿Cree que su hermana fue secuestrada? —cuestionó el oficial, y a diferencia de otras veces esta vez su voz sonó fría. Jimin dio un sorbo a su vaso de agua antes de responder.

—Creo muchas cosas, oficial Min —soltó con tranquilidad—. E iré descartándolas una por una hasta dar con la que es.

— ¿No le parece un terreno muy peligroso como para recorrerlo por su cuenta? —Yoongi le miró a los ojos mientras hablaba, y había algo más allá que no lograba ver—. ¿Cómo piensa empezar si quiera?

De repente el oficial Min se veía rígido, no estaba sonriendo, al contrario sus labios solo formaban una fina linera y sus ojos parecían arder en llamas. Jimin pensó que solo estaba preocupado porque se metiera en problemas si seguía por ese camino y cuando estuvo a punto de hablar fue interrumpido por una voz familiar.

— ¡Park Jimin! —gritó Jung Wooyoung, su mejor amigo, parado justo a su lado dispuesto a hacer un escándalo—. ¡Llevo una hora parado llamándote a tu celular desde el otro lado de la calle mientras te veía comer aquí e ignorar mis llamadas!

Jimin enrojeció debido a la vergüenza y enseguida le hizo señas para que bajara la voz—. Baja la voz. Van a pensar que estás loco.

— ¡¿Y eso qué?! Estoy indignado ahora mismo. Hace una semana que no puedo contactar contigo y ahora que te encuentro estas aquí muy tranquilo con este hombre —respondió molestando señalando a Yoongi quién había recuperado su expresión habitual y ahora parecía divertido con la situación.

—Te llamaré después, Wooyo. Este es mi jefe así que deja de avergonzarme —suplicó Jimin deseando que su amigo le prestara atención por primera vez en su vida.

— ¿Después? Debes estar loco. Vienes conmigo ahora —soltó antes de tomar su brazo y obligarlo a ponerse de pie para sacarlo del lugar apenas dejándolo disculparse.

Yoongi se rio de la situación mientras veía a Jimin cubrirse la cara al mismo tiempo que era arrastrado fuera del lugar por su amigo. Terminó su comida en solitario y luego de pedir algunas cosas para llevar pagó la cuenta y se marchó.

Antes de volver al trabajo tenía otro asunto que atender por lo que solo tuvo que llamar a uno de sus choferes para que lo recogiera de inmediato en el lugar. La conversación con el doctor Park lo había dejado en ascuas. Se preguntaba hasta donde sería capaz de indagar el rubio y más aún si tendría algo de que preocuparse.

— ¿A dónde vamos, señor? —cuestionó el chófer.

—Ve a la casa junto a la colina. Que sea rápido, necesito volver antes de las cinco —ordenó.

En el camino al lugar ideó mentalmente un plan para mantenerse las espaldas cubiertas y para eso necesitaría un poco de ayuda. Al menos hasta que Jimin descubriera que en realidad su hermana estaba "muerta". Pero eso llevaría un poco más de tiempo.

Jimin estaba siendo curioso para su propia seguridad, sin embargo, a Yoongi le comenzaba a agradar el doctor por lo que sería una lástima tener que callarlo de la forma tradicional. En cierto punto le resultaba hasta divertido, como si estuviesen jugando al juego del cazador y el ratón.

Al cabo de largos minutos el auto aparcó frente a la entrada de la conocida casa y apenas salió del vehículo ingresó al lugar siendo seguido por uno de sus guardias. Atravesó la sala de estar hasta las escaleras que daban al sótano y bajó estas hasta dar con la puerta cerrada. El guardia abrió la puerta para él y una vez dentro visualizó a la persona conocida sentada en el suelo esposado a la pared.

—Tengo buenas noticias. Al fin he encontrado un uso para ti —habló captando la atención del chico quién le miró con cierto recelo.

— ¿Qué es ahora? ¿Saco de boxeo? ¿Juguete sexual? Si es lo segundo, mejor paso —respondió con brusquedad y Yoongi lo cayó al instante con una bofetada.

—El confinamiento te ha vuelto rebelde al parecer. No es nada de eso. Debes vigilar a alguien —explicó el pelinegro.

— ¿Eso significa que saldré de aquí? —cuestionó el menor con ojos esperanzados.

—Sí. Pero dependerá de ti que permanezcas fuera —advirtió—. Y pobre de ti si tratas de acercarte a tu noviecito. De ser así esta vez no tendré piedad con ninguno de los dos.

Dicho esto se levantó dispuesto a salir. —Volveré en la noche para darte las indicaciones completas. 



*Toxicología: La toxicología forense implica el análisis y la interpretación de muestras biológicas y no biológicas para identificar la presencia de sustancias tóxicas en el cuerpo humano o en el entorno.

*Dactiloscopia: La dactiloscopia forma parte de la biometría, una ciencia basada en el reconocimiento de las características físicas o biológicas de una persona para identificarla. No hay dos personas con las mismas huellas dactilares; ni siquiera los gemelos homocigóticos.

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