ʚ 5.
YeJi parpadea para darse cuenta, entrecerrando los ojos ante el sol que entra por sus persianas. Gira la cabeza y se sacude cuando se encuentra con una masa de cabello azabache.
Sonriendo, se desliza más cerca de su compañera de cama y envuelve sus brazos alrededor de la cintura de la otra mujer. ChaeRyeong solo suspira y se hunde en el abrazo antes de reanudar sus suaves ronquidos.
La mayoria de las veces, ChaeRyeong pasa la noche en la habitación de su novia. Por un lado, YeJi tiene su propia ducha en la que pueden tener sexo sin molestar a RyuJin. Y una bañera en la que puedan tener sexo. Y una cama más grande que es mucho más fácil de compartir que la de ChaeRyeong. Y, en realidad, YeJi solo quiere que ChaeRyeong esté lo más cerca posible de ella.
—Mmm —ChaeRyeong gime y gira en los brazos de su novia, para enterrar su rostro contra la clavícula de YeJi—. ¿Por qué estás despierta tan temprano?
Sonriendo, YeJi desliza sus dedos en los cabellos de ChaeRyeong y comienza a peinarlo.
—Ya son las once. Tienes que estar en la pista en una hora.
ChaeRyeong bosteza y se enrosca más en YeJi.
—Odio las prácticas de fin de semana. Solo quiero quedarme en la cama contigo todo el día.
El corazón de YeJi se derrite y se inclina para besar a su novia en los labios, que se joda el aliento matutino.
—Si te levantas, te haré tostadas francesas cuando vuelvas. —soborna.
ChaeRyeong se sienta y mira a la mayor.
—Juegas sucio. Si prometes hacer tu crema batida de vainilla, me apunto.
Riendo, YeJi se sienta y empuja a ChaeRyeong fuera de la cama.
—Trato hecho. Ahora ve a prepararte antes de que JiHyo venga a buscarte. Me entristecería que te asesinara.
ChaeRyeong mira dentro de la bolsa de regalo antes de volver a mirar a YuNa mortificada. YeJi le arrebata la bolsa y mira dentro.
—¡¿Le compraste a mi novia un arnés para su cumpleaños?!
YuNa se ríe.
—Solo intento darle vida a tu vida sexual. Piensa en ello como un regalo para ambas.
—Pero nuestra vida sexual está bien. —protesta ChaeRyeong, todavía con la cara roja.
—Oh, créeme, lo sé. Puedo escuchar lo saludable que es tu vida sexual todas las noches. Compré tapones para los oídos y todavía puedo escucharlo. En realidad, probablemente debería haberte comprado una mordaza. Entonces tal vez el resto de nosotras podríamos conseguir algo de sueño.
ChaeRyeong balbucea indignada por un momento, antes de cruzarse de brazos y dejarse caer en su silla.
—No soy ruidosa en la cama
YeJi levanta las cejas hacia su novia.
—Estoy bastante segura de que tengo una pérdida auditiva parcial por tu culpa.
—Deja de exagerar, YeJi. Yo también estuve allí y estoy bastante segura de que el nivel de ruido fue razonable —cuando YeJi simplemente frunce los labios, ChaeRyeong resopla con petulancia y se queja—. Se supone que debes ser amable conmigo. Es mi cumpleaños.
—He sido amable contigo. Te invité a comer sushi, te compré un lindo vestido para esta noche y te conseguí ese libro que estabas esperando.
—Maldita sea YeJi ¿No hubo sexo de cumpleaños? —pregunta YuNa.
—No, también hubo sexo.
YeJi definitivamente había conseguido que ChaeRyeong se corriera un par de veces antes de que se levantaran de la cama. Y luego otra vez en la ducha. Había sido una mañana productiva.
—Oh, lo sé. Solo estaba haciendo una conversación.
ChaeRyeong mira a YuNa y YeJi.
—YeJi ¡Preferiría que no le dijeras a nuestras compañeras de cuarto cuando hemos tenido sexo!
YuNa pone los ojos en blanco.
—Demasiado tarde para eso amiga mía. Estoy bastante segura de que nuestros vecinos saben cuándo has tenido sexo.
—Está bien ¿Podemos dejar de hablar de que YeJi y ChaeRyeong tienen sexo? Acabo de comer una galleta y me gustaría digerirla como se debe —RyuJin entra a la sala de estar y se detiene en seco cuando ve el contenido de la bolsa de regalo todavía en el regazo de ChaeRyeong—. ¿Qué diablos?
—YuNa aquí pensó que era una gran idea para un regalo de cumpleaños. —explica YeJi con los ojos en blanco.
—Está bien, esa cosa es enorme. YuNa ¿Por qué eres tan rara?
YuNa se encoge de hombros.
—Cuanto más grande, mejor ¿Por qué crees que sigo durmiendo con Kai?
—¡Oh, Dios mío, no acabas de decir eso! —RyuJin exclama con los dedos en los oídos—. ¿Por qué mis dos mejores amigas tienen que acostarse con miembros de mi familia?
Bailar con ChaeRyeong es casi tan bueno como tener sexo con ella.
Una vez que ha tomado unas copas y baja la guardia, tiene una forma de moverse que realmente pone a YeJi en marcha. ChaeRyeong ahora está presionada contra su novia, sus ágiles caderas se balancean junto con el fuerte golpeteo del bajo. YuNa ha estado dándole tragos toda la noche y ahora está varios pasos borracha.
Un suspiro escapa de los labios de YeJi cuando ChaeRyeong desliza su muslo entre los de la pelinegra con mechones y comienza a dejar besos a un lado de su cuello. YeJi tomó varios tragos y el alcohol que fluye a través de su sistema la hace sentir mareada. Ella toma la mejilla de ChaeRyeong y presiona sus labios juntos y luego se están besando en la pista de baile. YeJi lame el labio superior de la boca de ChaeRyeong, lo que hace que la otra chica gimoteé y mueva sus caderas contra las de su novia. Hay manos en su trasero ahora y una palpitación sorda entre sus piernas y está bastante cerca de hacer cosas en la pista de baile que harán que las echen.
—¡Dios mío, busquen una maldita habitación, ustedes dos! —YuNa grita por encima de la música mientras se acercaba con varios tragos en la mano.
YeJi separa sus labios de los de ChaeRyeong, pero no hace ningún movimiento para alejarse más
—¿Qué quieres, YuNa?
—Esa no es una forma agradable de tratar a tu mejor amiga, YeJi Unnie —le da a cada chica dos caballitos tequileros llenos de algún tipo de brebaje verde—. ¡Toma, bebe esto! ¡El cantinero dijo que te joderán!
Es comprensible que YeJi esté un poco indecisa. La última vez que YuNa pronunció esas palabras, se despertó entre los arbustos frente a un hogar de ancianos con una camiseta larga de Blackpink y pantuflas de gato. Y nada más. Había sido un momento oscuro en su vida.
Pero cuando ChaeRyeong simplemente se encoge de hombros y toma los dos tragos sin desmayarse, la mayor hace lo mismo.
Es una idea tonta.
YeJi se despierta a la mañana siguiente sin recordar los eventos que siguieron después del bar. Sabe que está desnuda y todavía un poco borracha, por lo que puede adivinar lo que probablemente sucedió cuando regresaron. ChaeRyeong todavía ronca a su lado, aunque está completamente envuelta en el edredón de la cama.
Cuando YeJi finalmente decide que realmente necesita un vaso de agua para deshacerse de la sensación algodonosa en la boca y se levanta de la cama, escucha un gemido del bulto.
—Santo infierno ¿Qué hicimos anoche?
YeJi mira preocupada el montón de sábanas sobre la cama.
—¿Qué ocurre nena?
Las mantas se mueven y gimen miserablemente.
—Me duele la cabeza, creo que voy a vomitar y mi vagina está en llamas
—¿Tu... Vagina?
—Ugh, se siente como si alguien hubiera empujado una motosierra allí.
YeJi está perpleja y muy preocupada hasta que ve las correas negras y el silicón púrpura que se asoma por debajo de la cama.
YeJi duda en hablar, sabiendo que su novia va a reaccionar de forma exagerada.
—Uhm ¿ChaeRyeong? Creo que sé lo que pasó...
Una cara pálida aparece desde los confines del burrito de mantas.
—¿Qué me has hecho?
—Es posible que hayamos usado o no tu regalo de cumpleaños cuando regresamos del bar.
Admite YeJi tímidamente. ChaeRyeong parece confundida antes de darse cuenta y sus ojos se estrechan peligrosamente.
—¿Quieres decir qué pusiste esa cosa dentro de mi? ¡Es prácticamente del tamaño de tu brazo!
—Cariño, estábamos borrachas. Además, se necesitan dos para bailar tango, ya sabes —ChaeRyeong sigue mirándola con los ojos entrecerrados y suspira—. Quizás no sea suficiente, pero lo siento. Trataré de nunca tener sexo borracha contigo de nuevo.
ChaeRyeong resopla y pone los ojos en blanco.
—Como sea ¿Puedes al menos traerme un vaso de agua y algunos analgésicos? No creo que pueda levantarme sin vomitar proyectiles.
La mayor hace una mueca, pero asiente y se vuelve para dirigirse al baño. Se da la vuelta cuando escucha un grito ahogado detrás de ella. ChaeRyeong está roja y tiene la mano sobre la boca.
—¿Tengo que agarrar el basurero? ¿Puedes llegar al baño?
—Perdón por estar de mal humor. Estamos a mano.
YeJi entrecierra los ojos ante el repentino cambio de actitud.
—¿Qué quieres decir con que estamos a mano?
—¿Cómo se sienten tus hombros? —ChaeRyeong pregunta aparentemente de la nada.
—Uhm, están un poco adoloridos, gracias por preguntar —YeJi hace una pausa—. Espera ¿Qué pasa con mis hombros?—ella trota hacia el baño, ignorando el latido sordo en su cabeza. Se gira frente al espejo del tocador, tratando de mirarse bien la espalda. Hay varias marcas de arañazos en sus omoplatos—. ¿Qué diablos, ChaeRyeong?
—¡Lo sé, lo siento!
La de mechones rosas regresa a su habitación y le pasa el agua y unas aspirinas a su novia.
—¿Estás segura de qué no eres una especie de mujer lobo o algo así?
ChaeRyeong se traga las pastillas antes de dejar el vaso en la mesita de noche.
—Para ser justas, eso es, con mucho, lo más grande que jamás haya estado allí.
YeJi de repente se siente muy culpable y gatea sobre la cama, abrazándose con su novia.
—Lo siento mucho ChaeRyeong-ah. Debí ocultarlo antes de salir.
ChaeRyeong suspira y se mueve hasta que está medio encima de YeJi, con la cabeza metida debajo de su barbilla.
—Está bien. Obviamente lo disfruté, y tus hombros son una muestra, además probablemente me sentí relativamente bien en ese momento. Tal vez solo caminaré con una bolsa de guisantes congelados en mis pantalones por un tiempo.
YuNa definitivamente se ríe cuando ve a ChaeRyeong caminando rígidamente por la tarde. ChaeRyeong no puede sentarse sin estremecerse durante dos días más.
YeJi se pregunta cuándo ella y ChaeRyeong se convirtieron en el tipo de pareja que orina con la puerta del baño abierta. Ella juró que nunca sería la persona que estaría bien con ese tipo de familiaridad, pero cuando ChaeRyeong entra tambaleándose en el baño una mañana y simplemente gruñe un saludo a YeJi, quien se está arreglando el cabello en el fregadero, antes de dejarse caer. Sus pantalones de pijama y sentarse en el inodoro, La mas baja no puede encontrar en sí misma que le importe. Y tiene que ahogar una risa cuando mira y ve a ChaeRyeong cabeceando donde está sentada.
—¿Estás bien ahí, nena?
ChaeRyeong resopla y se despierta sobresaltada, sonrojándose y alcanzando el papel higiénico.
—Estoy bien. Estudié hasta tarde anoche. Tengo un gran examen hoy.
YeJi se da la vuelta para darle a su novia un poco de privacidad y busca entre la pila de ropa en el piso del baño una camisa que huele a medio limpio. Se conforma con su camiseta roja extra grande de la biblioteca de la universidad y se cambia rápidamente. Se da vuelta cuando escucha el sonido del inodoro y sonríe con cariño mientras observa a ChaeRyeong arrastrarse hacia el fregadero para lavarse las manos y cepillarse los dientes,
—¿Trabajas hoy? —ChaeRyeong murmura alrededor de su cepillo de dientes.
—Solo hasta las tres ¿Quieres qué te recoja de la práctica?
ChaeRyeong escupe y se enjuaga la boca.
—Sí, por favor ¿Puedo llevarte a una cita esta noche?
YeJi sonríe y presiona su espalda contra la de ChaeRyeong, envolviendo sus brazos alrededor de su cintura y sonriendo al reflejo de la otra chica en el espejo.
—Por supuesto. Hemos estado demasiado ocupados para salir aquí últimamente.
—Lo sé —ChaeRyeong se recuesta en el abrazo—. Quiero compensarte.
La de mechas sonríe lascivamente.
—Haces un buen trabajo compensándome todas las noches.
ChaeRyeong se estira hacia atrás para golpearla en la cadera.
—Eres imposible. Sabes lo que quise decir.
—Sí —acepta YeJi—, simplemente me gusta presionar tus botones. Realmente quiero salir contigo esta noche. Lo prometo.
—Bien. Haré reservas.
—¡Uh lala reservas! ¿Alguien está tratando de tener suerte esta noche? —YeJi bromea antes de besar el hombro de ChaeRyeong—. Pero, en realidad, no tienes que llevarme a ningún lugar agradable. Sé que no has podido trabajar tanto con la pista ahora.
—Lo sé —la menor sonríe—. Pero tú lo vales.
La mas baja está bastante segura de que está completamente enamorada de ChaeRyeong al cien por ciento.
YeJi se siente como una princesa cuando se presenta en la exposición de su galería con ChaeRyeong del brazo. Ha convencido a su novia para que se ponga un vestidito negro ceñido y está bastante segura de que tiene la cita más sexy de todo el edificio. Por supuesto, YuNa y RyuJin las acompañaron y están observando y riéndose de una pintura que se supone que es una flor, pero tiene un parecido desafortunado con los genitales femeninos.
YeJi niega con la cabeza y les envía una mirada de advertencia antes de volverse hacia la pelinegra a su lado y llevarla al área donde cuelgan sus propias obras.
—YeJi —murmura ChaeRyeong mientras mira los dibujos al pastel y al carboncillo dispuestos en la pared—, estos son increíbles.
YeJi solo sonríe con orgullo. Ha trabajado duro todo el año para juntar todas sus piezas. La mayoría son interpretaciones abstractas de la vida cotidiana. Ha recreado a su perro de la infancia, botellas de licor vacías, incluso hay una representación abstracta de su residencia actual. Definitivamente es el estilo con el que se siente más cómoda. Sin embargo, está más orgullosa de sus bocetos más realistas. RyuJin y YuNa comparten un trozo de pastel en la mesa de la cocina. Kai y JiSoo haciendo una coreografía de baile. Una recreación de una fotografía de su padre. ChaeRyeong.
Los labios de ChaeRyeong se curvan y un rubor pinta sus mejillas mientras observa el dibujo de sus rasgos dormidos.
—No sabía que dibujabas esto.
—Tienes el sueño bastante profundo —YeJi se encoge de hombros—. Me levanté temprano y no pude volver a dormir y tú eras hermosa, así que te dibujé. Espero que no sea demasiado espeluznante.
ChaeRyeong solo sonríe tímidamente y toma la mano de su novia.
—¿Qué hay de mí junto a la pista?
—Estabas tan concentrada. Además, tu uniforme es realmente atractivo. No sé si te he dicho eso alguna vez.
YeJi se queda en silencio mientras le da tiempo a ChaeRyeong para asimilar el resto de los bocetos que la mayor ha hecho de ella. Le preocupa que tal vez ahora su novia piense que es una gran acosadora.
—YeJie, estos son increíbles —la voz de ChaeRyeong es baja y reverente—. ¿Cómo te las arreglaste para que mi pelo de cama se viera atractivo?
YeJi lleva sus manos unidas a sus labios y presiona un beso en los nudillos de ChaeRyeong.
—Eres el tema más hermoso que una artista podría desear. Facilita mi trabajo.
ChaeRyeong se estremece.
—No puedes decirme cosas así en público. —los ojos de ChaeRyeong se lanzan a sus labios y YeJi realmente quiere besar a su novia en algún lugar que no esté lleno de compañeros y profesores.
Agarra la mano de ChaeRyeong y la saca de la galería y la atraviesa por los pasillos del Fine Arts Center. Terminan en el área de backstage del pequeño teatro, envueltos por pesadas cortinas. Las luces de emergencia en la barandilla ofrecen la única iluminación, pero a YeJi no le importa porque actualmente tiene sus labios pegados al cuello de ChaeRyeong.
—Unnie —jadea ChaeRyeong—. YeJi, tienes que dejar de hacer eso.
YeJi chupa más fuerte y muerde, disfrutando del gemido que adorna.
—No quiero. —palmea el pecho de ChaeRyeong sobre su vestido.
La menor se arquea ante el toque y enreda sus dedos en el cabello de YeJi.
—Por favor. Voy a tener que tirar esta ropa interior.
—Mmmm. —YeJi tararea contra la oreja de ChaeRyeong. Levanta el dobladillo del vestido de su novia y presiona su mano contra el centro de su chica.
—¿De verdad quieres que me detenga?
Con las caderas sacudidas contra la palma de YeJi, ChaeRyeong echa la cabeza hacia atrás.
—¡Mierda!
—Shhh... Nunca escucharé el final si nos atrapan.
ChaeRyeong traga saliva y se desliza un poco por la pared antes de abrir las piernas en señal de derrota. Sonriendo contra la piel del cuelo de la pelinegra, YeJi presiona un beso húmedo allí mientras tira de las bragas de ChaeRyeong a un lado y la penetra.
ChaeRyeong gime, sus músculos se tensan alrededor de los dedos intrusos, y YeJi tiene que tapar la boca de su novia con la mano libre. Ella sabe que necesita liberar a la chica antes de que alguien venga a buscarlas, así que agrega otro dedo y aumenta el ritmo de sus embestidas.
YeJi tiene tres dedos dentro de su novia y ChaeRyeong está aullando en la palma de la mano cubriendo su boca con cada embestida. Hace poco para amortiguar el ruido, pero ChaeRyeong está cerca y YeJi realmente quiere verla correrse, así que continúa.
Ella maniobra su pulgar para que presione el clítoris de ChaeRyeong. Luego, la mas alta se arquea contra la pared y se estremece y gime contra su novia antes de que sus piernas se rindan.
Se necesita toda la fuerza de YeJi para mantenerlas se pie y suspira aliviada cuando ChaeRyeong finalmente vuelve en sí misma y se endereza para ponerse el vestido en su lugar y acomodarse el cabello.
—Vamos. Deberíamos volver a la galería. —YeJi toma la mano de ChaeRyeong y la jala hacia la puerta iluminada en rojo por el letrero de salida que cuelga sobre ella.
—¿Pero qué hay de ti? —ChaeRyeong pregunta, aunque no da mucha pelea.
—Esta noche. Podemos usar tu nuevo juguete.
ChaeRyeong se sonroja, pero no parece del todo desanimada por la idea.
—Bien. Simplemente no podemos decirle a YuNa que nos gusta o terminaremos con algo aún más vergonzoso la próxima vez.
YeJi hace una mueca, imaginando abrir un consolador de dos puntas en Navidad.
—Acordado.
YuNa pone los ojos en blanco con exasperación cuando YeJi y ChaeRyeong finalmente regresan a la galería.
—¿En serio? No puedo llevarlas a ustedes dos a ningún lado sin que ustedes se escapen para hacer algo desagradable. Es como cuidar a dos conejos en celo.
—No tenías que venir con nosotras. —ChaeRyeong se encoge de hombros y se inclina hacia YeJi.
—¿Y no ver a la gente más extraña del campus? Creo que no. Quiero decir, solo los fanáticos vienen a estas cosas ¿Viste a esa chica con tatuajes en la cara y cabello enorme...?
—Esa es mi profesora de medios digitales, YuNa. —suspira YeJi.
—Oh, mierda. Mi error.
RyuJin se une a ellas, con un plato de cubos de queso y galletas saladas en la mano.
—Tienes que decirles que consigan mejores bocadillos, YeJi. Necesitan comprar esos pequeños bocadillos. O tal vez albóndigas —ella mira a YeJi y ChaeRyeong con recelo—. ¿A dónde fueron ustedes dos de todos modos? Espera. Probablemente no quiero saber ¿Verdad? —ella muerde un cubo de queso—. De verdad, sin embargo. Incluso un plato de jamón seria mejor.
—Sí, o algunos cerdos en una manta y salsa de queso. Eso sería bueno. —asiente YuNa, tomando una uva del plato de RyuJin y arrojándola al aire antes de atraparla en la boca.
YeJi está bastante segura de que sus amigas son las personas con menos clase del planeta.
—Se supone que solo son bocadillos ligeros para que los clientes no tengan hambre mientras disfrutan del arte. No quieren nada desordenado aquí.
—Está bien —reconoce YuNa—. Pero vas a preparar la cena esta noche. Pasé suficiente tiempo preparando mi estomago mientras esperaba que regresaras de tu rapidito ¿Dónde lo hicieron de todos modos? ¿Cabina de luz?
—Oh, Dios mío —se queja RyuJin—. ¡Te he dicho una y otra vez que no hables de ellas teniendo sexo mientras estoy comiendo!
/
YeJi se despide de sus compañeras de clase antes de seguirles por la puerta principal del centro de bellas artes.
—Gracias por venir esta noche. Significa mucho para mí.
RyuJin envuelve su brazo alrededor de los hombros de su amiga y le planta un sonoro beso en la mejilla.
—No me lo perdería por nada del mundo.
—Sí, teníamos que venir a ver lo que has estado haciendo como ermitaña en tu habitación todo el mes. Quiero decir, además de tirarte a tu súper sexy novia.
RyuJin gime disgustada y ChaeRyeong se sonroja pero no dice nada en defensa de YeJi. Y La mayor del grupo no está segura de si amar u odiar a sus mejores amigas.
El equipo de relevos de ChaeRyeong termina cuarto en la carrera que los calificaría para la competencia estatal. YeJi la encuentra sentada sola en las gradas, escuchando música y mirando al vacio. Sentada a su lado, la de mechas rositas le quita suavemente uno de sus auriculares.
—Oye.
—Ey. —ChaeRyeong sigue mirando al frente.
—Nena, no fue tu culpa. JiMin se lesionó y ChaeWon tuvo un mal comienzo. Hiciste lo mejor que pudiste.
ChaeRyeong todavía no mira a YeJi.
—Deberían haberse esforzado más. Así hubiéramos terminado un lugar mejor.
—Entonces tendrías que encontrar a alguien para reemplazar a JiMin en la próxima carrera. Cojeaba cuando se salió de la pista.
—Hubiera sido mejor que... Olvídalo. No lo entenderías. —ChaeRyeong vuelve a colocarse el auricular y YeJi trata de no sentirse herida por la forma en que su novia la trata.
—Cariño.
—No quiero hablar de eso YeJi. Solo déjame en paz.
La mandíbula de ChaeRyeong está apretada y YeJi sabe que si empuja mas, tendrá una pelea en sus manos.
—Bien. Voy a comprar unos nachos y será mejor que estés lista para dejar de ser una perra conmigo cuando regrese.
Parpadea para contener las lágrimas que queman sus ojos y pisotea las gradas hacia el puesto de comida. Duele más de lo que le gustaría admitir cuando ChaeRyeong no la persigue.
ChaeRyeong todavía está donde YeJi la dejó, regreso con papas fritas y queso naranja probablemente radioactivo en la mano.
Se sienta al lado de la otra chica y suspira con tristeza cuando su presencia es ignorada una vez más. Come en silencio observando el resto de las carreras del día.
—Lo siento.
YeJi pego un salto cuando ChaeRyeong finalmente rompe su silencio. Se arriesga a mirar a su lado y se encuentra un par de ojos vidriosos.
—Está bien. —murmura todavía un poco enojada.
—No, no lo esta. Fui terrible contigo. —los ojos de ChaeRyeong están realmente llorosos y YeJi arroja rápidamente sus nachos a un lado y pasa su brazo alrededor de los hombros temblorosos.
—No, cariño, por favor no llores. Estoy bien. Te perdono.
—¿En serio? Pero te grité sin razón.
—Sé que no te gusta sentir que fallaste. Estabas frustrada y yo estaba haciendo preguntas.
—Pero eso no significa que deba arrancarte la cabeza. —argumenta la menor, finalmente relajándose en el abrazo.
—No, pero recuerdo que le tiraste el mando a la cabeza a YuNa cuando te ganó en Mario Kart.
ChaeRyeong se burla.
—Ella estaba haciendo un baile de la victoria. Se lo merecía.
—Bueno ¿Qué hay de esa vez que atacaste a RyuJin después de que ella ganó Monopoly?
—Ella estaba fanfarroneando y me estaba molestando.
YeJi asiente.
—Está bien ¿Qué hay de la vez que golpeaste a Kai en los-...
—Bien, bien —interrumpe ChaeRyeong—. Soy una terrible perdedora. Simplemente me vuelve loca cuando no soy la mejor. Sé que es estúpido.
—Oye, está bien. Creo que me dí cuenta después del incidente del pastel de cumpleaños.
ChaeRyeong se sonroja y acaricia la mejilla de su novia.
—¿De verdad no estás enojada?
—Lo estaba —admite—. Pero haces esa cosa de cachorro pateado con los ojos que hace que sea imposible permanecer enojada. Además, sé que el sexo será increíble esta noche.
JiSoo hace una propuesta de matrimonio un sábado. Ella invita a RyuJin y a todo su grupo de amigas a su restaurante favorito y todas cenaron en el patio bajo las luces centelleantes colgadas entre los árboles.
Han estado juntas durante seis años, por lo que no sorprende a nadie cuando JiSoo se mueve de su silla para arrodillarse al lado de RyuJin.
Ella llora cuando ella abre la caja del anillo y YeJi siente que su corazón se hincha por su amiga. Por supuesto, RyuJin dice que sí y lanza sus brazos alrededor de su nueva prometida.
Están sentadas alrededor de la mesa del patio bebiendo champán en celebración cuando la banda comienza a tocar. Es un asunto pintoresco; solo dos hombres tocando un piano y una guitarra acústica haciendo versiones de canciones, pero esta noche se siente perfecto. RyuJin es la primera en dirigirse a la pequeña pista de baile, arrastrando a JiSoo con ella. Ella la sostiene cerca y se balancean lentamente con las notas suaves.
YeJi mira a ChaeRyeong. Ella asiente con la cabeza al ritmo de la música y el suave brillo de las luces centelleantes se refleja en sus ojos. Ella es hermosa. YeJi se pone de pie y ofrece su mano. ChaeRyeong está perpleja por el gesto hasta que su novia asiente hacia la pista de baile.
YeJi cree que ChaeRyeong dirá que no por un breve segundo, antes de que una sombra de sonrisa aparezca en sus labios y ella acepte, permitiéndose que la lleven más cerca del escenario.
La mayor se complace cuando ChaeRyeong coloca su mano en la parte baja de su espalda, tomando la iniciativa. Ella le sonríe a su novia y canta la canción en voz baja mientras ella y ChaeRyeong se mueven por el piso.
—Te ves hermosa esta noche.
YeJi se sonroja y mira a ChaeRyeong a través de sus pestañas.
—Gracias. Tú también.
Continúan bailando en un cómodo silencio hasta que termina el número y la banda inicia una melodía mucho más lenta.
YeJi piensa que ChaeRyeong pondrá una excusa para ir y sentarse a la mesa, pero solo la acerca por la cintura. Sonriendo YeJi enrolla sus brazos alrededor del cuello de ChaeRyeong. Ella ve a YuNa haciendo mímica amordazándose por encima del hombro de su novia, pero ella simplemente le dispara al pájaro y continúa bailando.
Nadie le va a quitar este momento. La canción está a la mitad cuando ChaeRyeong inclina la cabeza y besa delicadamente a YeJi en la mejilla.
—Te amo. —susurra ChaeRyeong.
YeJi apenas lo escucha, pero hace que las mariposas en su estomago se agiten salvajemente y su corazón se sienta como si estuviera a punto de salirse de su pecho. Se aparta un poco de ChaeRyeong para poder mirarla a los ojos y no encuentra nada más que adoración en sus ojos.
—Yo también te amo, nena. —responde, antes de inclinarse hacia adelante para capturar los labios de la otra mujer.
La banda sigue tocando de fondo y están rodeadas de sus amigas, pero todo en lo que YeJi puede concentrarse es en los labios de ChaeRyeong sobre los suyos y, mierda, ChaeRyeong la ama. Eso es algo realmente perfecto.
FIN
¡Gracias por leer!
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