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ʚ 3.

La relación de YeJi y ChaeRyeong no vuelve a la normalidad después de la reunión en el sofá. 

YeJi está bastante segura de que es porque ahora que ha visto a ChaeRyeong retorciéndose debajo de ella, es difícil ver otra cosa. No es que se estén evitando activamente, porque no es asi. Las cosas son simplemente... Incómodas. YeJi está bastante segura de que ni siquiera puede hablar con ChaeRyeong ahora sin tartamudear y ha visto a la menor sonrojarse más en la última semana que en todo el tiempo que la conoce. Afortunadamente, no parece ser suficiente para avisarles a YuNa y RyuJin que algo sucedió. Simplemente continúan con su vida cotidiana habitual mientras que YeJi se desliza lentamente hacia las profundidades del caos.

La de mechones rosados casi desea que no haya pasado nada entre ella y ChaeRyeong. Casi. Por supuesto, se siente increíblemente culpable por traicionar la confianza de RyuJin, sin embargo, la sensación cálida y hormigueante que siente cuando piensa en el incidente supera con creces la culpa. Ella piensa que ChaeRyeong siente lo mismo, si sus pupilas dilatadas y retorciéndose cada vez que están cerca la una de la otra es una indicación.

Se necesita una buena semana y media para que la rareza se calme un poco. Luego vuelven a compartir la sala de estar para la tarea (aunque ninguna de las dos se sienta nunca en el sofá) y fingen que nada de la sórdida verdad ha ocurrido entre ellas. YeJi está bastante segura de que son amigas nuevamente y todo es genial, excepto por el hecho de que no puede dejar de imaginarse la cara de su compañera de cuarto durante el orgasmo. No es gran cosa.

La segunda vez que sucede, es casi tan inesperado como la primera. YuNa está organizando una pequeña reunión en su casa para algunos de sus compañeros de clase. YeJi tiene un examen mañana y está dando vueltas en la cama. Ella puede escuchar el golpeteo del bajo en la sala de estar y los universitarios borrachos vitoreando algún juego tonto de beber alcohol a lo desgraciado. Hay un estrépito seguido por el sonido de los gritos de YuNa atravesando la pared, y luego se encuentra tirando su edredón con un resoplido de enojo y entrando al baño.

También podría ducharse si va a estar despierta toda la noche.

Se está secando el cabello cuando nota que su teléfono parpadea con una notificación. Ella descubre varios mensajes de texto perdidos de ChaeRyeong.

Chaer♡

¿Por qué los amigos de YuNa son tan ruidosos?

¿Es tan ruidoso en tu habitación?

¿Puedo ir a ver una película a tu habitación para que podamos quejarnos juntas de nuestra horrible compañera de cuarto?

RyuJin de alguna manera está durmiendo a través de esto.

¿Hola?

Eso es todo, voy a tu habitación.

YeJi se ríe de los mensajes de texto impacientes y responde pidiéndole a ChaeRyeong que le dé un par de minutos para vestirse, antes de dejar caer la toalla y regresar a su habitación.

ChaeRyeong está sentada en su cama y levanta la vista de su teléfono cuando escucha el sonido de la puerta del baño abriéndose. Ambas chicas se congelan. YeJi está desnuda.

Hwang YeJi está desnuda y ChaeRyeong está en su habitación sentada en su cama mirando a la chica como si fuera un frasco de Nutella.

—Joder, lo siento, YeJi. Acabo de recibir tu mensaje y estaba a punto de irme y ahora estás desnuda y-...

YeJi está tratando de proteger su desnudez lo mejor que puede con sus manos, mientras se acerca poco a poco a su tocador.

—Sí, claro que sí —ChaeRyeong no debe darse cuenta de que esta mirando, porque YeJi comienza a sentirse como un animal de zoológico en una exhibición. Se mueve incómoda y trata de encontrar la manera de ponerse el pijama sin exponerse más—. Uhm ¿ChaeRyeong? ¿Puedes darte la vuelta o cerrar los ojos para que pueda ponerme la ropa?

ChaeRyeong parpadea con sus ojos vidriosos y abre y cierra la boca varias veces mientras un rubor sube por su cuello y sus mejillas.

—Dios. sí. Lo siento. Tal vez me debería ir.

—¡No! —ChaeRyeong parece sorprendida por el estallido, pero YeJi realmente no quiere que se vaya—. No. Por favor, quédate. Me cambiaré muy rápido y luego podremos ver nuestra película.

Están sentadas en la cama de la mayor, con Los Vengadores en la televisión, pero ninguna de las dos está prestando atención a lo que sucede en la pantalla. El silencio desde que YeJi se cambió ha sido incómodo y prolongado. Para YeJi es porque todavía puede sentir los ojos de ChaeRyeong en su cuerpo, y está bastante segura de que si trata de hablar con su compañera de cuarto, las primeras palabras que saldrán de su boca serán:

‹‹¿Quieres follar hasta que ambas nos desmayemos?››.

—¿YeJi? —ChaeRyeong mira al frente, con la mandíbula apretada y las piernas cruzadas sobre el colorido edredón de su compañera.

—¿Sí?

ChaeRyeong finalmente vuelve su mirada hacia la rubia.

—Tal vez podríamos dejar que lo que sucedió en el sofá vuelva a suceder. Solo si quieres.

YeJi mira boquiabierta a la otra pelinegra.

—¿Estás loca? Hay una habitación llena de gente, ChaeRyeong.

—Están organizando una fiesta. No nos escucharán con su música.

YeJi quiere discutir, realmente quiere, pero ahora ChaeRyeong le está mordiendo el lóbulo de la oreja y le está haciendo cosas raras a su cerebro.

—Esto parece una muy mala idea...

—Deja de hablar y quítate la ropa.

Dos minutos después, YeJi está desnuda nuevamente y la cabeza de ChaeRyeong está enterrada entre sus muslos. ChaeRyeong se come a la otra chica como si fuera su trabajo y YeJi está bastante segura de que nunca antes se había sentido tan bien. Siente que su mente se está desmoronando y que se acaba vergonzosamente pronto.

Tan pronto como se recupera la pelinegra mayor voltea a ChaeRyeong sobre su espalda y la presiona contra el colchón. Está segura de que nada de lo que ha sucedido en su existencia se compara con la sensación de ChaeRyeong atrapando sus dedos por primera vez.

YeJi tiene que taparle la boca a su compañera de cuarto para que todo el vecindario no escuche su orgasmo. Cuando ambas están desnudas, sudorosas y saciadas, ChaeRyeong se acurruca al lado de YeJi, y suspira con lo que parece satisfacción.

—¿Vas a volver a tu habitación? —YeJi pregunta, aunque si pudiera elegir, ChaeRyeong se quedaria en su habitación, desnuda, para siempre.

ChaeRyeong bosteza contra la clavícula de YeJi y se desliza más cerca.

—No sé si puedo escabullirme por la casa sin ser notada. A menos que quieras que me vaya ahora.

Sacudiendo la cabeza, la mayor jala a ChaeRyeong hacia el colchón.

—No, está bien. Quédate.

ChaeRyeong no da mucha pelea.

—Recuérdame que me levante lo suficientemente temprano para volver a mi habitación.

Nadie activa una alarma y ChaeRyeong se ve obligada a arrastrarse por la cocina para evitar que la detecten, mientras que YeJi interfiere dejando caer un cartón de leche al suelo y estallando en lágrimas falsas, alegando que está a punto de comenzar su periodo. RyuJin y YuNa compran la distracción y afortunadamente ChaeRyeong llega a su habitación y YeJi no muere a manos de su mejor amiga.

La tercera vez, ChaeRyeong acaba de llegar de cortar el césped. YeJi la encuentra en el lavadero. ChaeRyeong lleva un sostén deportivo y pantalones cortos de baile, su cabello está recogido en un moño desordenado. Hay sudor goteando por su cuello y escote y huele como una cortadora de césped.

La mayor está casi avergonzada de estar excitada por ella en este momento.

—¿Por qué tuvieron que elegir una casa con un patio tan grande? ¿No se les ocurrió que tendríamos que mantenerlo cortado para que la policía del césped no apareciera en nuestra puerta?

YeJi puede ver los labios de la otra chica moviéndose, pero sus palabras están cayendo en oídos sordos. Ella realmente no quiere nada más que arrojar a ChaeRyeong al suelo del cuarto de lavado y follarla hasta que no pueda mantenerse en pie, pero ya cruzaron la línea dos veces, y no está segura de si pueden seguir jugando si sucede una tercera.

Tragando saliva, YeJi se dice a si misma con firmeza que hoy no va a tener sexo con ChaeRyeong sobre la secadora. Y luego la otra pelinegra gira los hombros para quitarse le tención de la cortadora de césped de sus brazos, y YeJi no puede hacer nada mas que ver cómo se contraen sus músculos.

—¿Hay alguien más en casa?

ChaeRyeong la mira confundida y se pasa el dorso de la mano por la frente.

Uhm, no. YuNa está trabajando y Ryu fue a ver a JiSoo ¿Por qué?

En lugar de responder, YeJi pega sus labios a los de ChaeRyeong, se traga el gemido de sorpresa y empuja a su compañera de cuarto contra la lavadora.

Mm ¿Estás segura de qué deberíamos estar haciendo esto de nuevo? —ChaeRyeong cuestiona incluso mientras engancha sus piernas sobre la cadera de YeJi, e inclina la cabeza hacia un lado para darle acceso a mordisquear y chupar su cuello.

—No, pero luces jodidamente caliente en este momento y necesito liberarnos antes de que tu prima regrese.

—Estoy, uh, estoy tan repugnante en este momento, sin embargo —YeJi desliza una mano en sus pantalones cortos—. Oh, está bien. Oh, Dios mío, ahí mismo. Sí, podemos hacer esto. Solo rápido. J-Joder, YeJi U-Unnie. No sé cuándo volverá RyuJin.

YeJi sale con YuNa a almorzar un día en que ambas tienen la tarde libre. No han pasado mucho tiempo juntas este semestre y YeJi siente que la ha estado descuidando a favor de escabullirse con ChaeRyeong. Se siente culpable, pero saber que YuNa ha estado haciendo lo mismo con Kai, aunque mucho menos furtivamente, la hace sentir un poco mejor.

—Entonces, estoy un poco sorprendida de que tú y la señorita encantadora e inquietante aún no se hayan tocado ni un poquito.

YeJi casi arroja batido de fresa por toda la mesa y siente el rubor hasta la punta de las orejas.

Uhm ¿Qué?

YuNa se rie de su expresión horrorizada y sumerge otra papa frita en salsa de tomate.

—¿Qué? No es tan loco. Parece que ustedes dos quieren comerse la una a la otra cada vez que están en la misma habitación.

Definitivamente es posible ponerse más roja de lo que ya estaba.}, y ahora YeJi está bastante segura de que sus mejillas son probablemente de un encantador tono magenta.

—No estamos durmiendo juntas. Solo somos amigas.

Oooh, tranquila. No dije que lo estuvieran. Solo que deberías considerarlo. Sácalo de tu sistema.

YeJi internamente se palmeó la cara. Ella ya lo había intentado y definitivamente no ayudó.

—Sabes que RyuJin me mataría.

YuNa le da un mordisco a su hamburguesa y la mastica pensativa por un momento.

—A la mierda RyuJin. No literalmente porque eso seria extraño y luego JiSoo sería la que te mataría, pero en serio ¿A quién le importa lo que ella piense? ChaeRyeong es una mujer adulta y puede decidir por sí misma con quién quiere tener sexo caliente y sucio.

—YuNa...

—No, no he terminado —Interrumpe YuNa con otro bocado de hamburguesa y YeJi se pregunta cómo se hizo amiga de una Dongsaeng tan grosera—. ChaeRyeong-ssi te desea. Cada vez que te mira, sus ojos se vuelven suaves y en forma de corazón, y parece que quiere arrastrarte de regreso a su habitación y hacerte cosas malas.

—Tal vez esa es solo su cara. —argumenta débilmente.

—Tonterías. Cada vez que me mira, es como si quisiera asesinarme con una cuchara oxidada. Sabes, realmente deberías acostarte con ella. A la mierda un poco de esa agresión reprimida.

YeJi pone su cabeza en su mano y se queja. Venir a almorzar con YuNa fue una idea terrible.

—Sí, bueno ¿Qué pasa contigo y Kai?

YuNa se encoge de hombros, su expresión es desvergonzada.

Meh.

—¿Solo meh?

—Es un buen polvo, lo admito, pero no sé si alguna vez habrá más que eso. Sabes que prefiero a las chicas.

YeJi niega con la cabeza lo cómoda que se siente YuNa hablando de esto.

—¿Y cómo se siente RyuJin acerca de que te acuestes con su hermano?

Riendo, YuNa roba uno de los aros de cebolla de YeJi y lo mastica mientras responde.

—Bueno, definitivamente no le gusta, pero no nos ha repudiado ni nada por el estilo. Creo que en realidad lo ha aceptado. Al menos, no pretende vomitar cada vez que estamos todos en la misma habitación.

—Eso es genial.

YeJi duda que RyuJin tenga la misma reacción si se entera de lo que sucedió en el sofá. Y en su cama. Y en la lavadora. Dios, se siente como una desviada en este momento.

—Sí, ella lo superará —YuNa aparta su plato vacío y arroja suficiente dinero en efectivo para las comidas de ambas en la mesa antes de ponerse de pie—. Vamos, princesa. Pagué el almuerzo, ahora puedes pagar la película y las palomitas de maíz caras.

—Necesito que tengas sexo conmigo.

—¿Perdón?

YeJi está en su escritorio en su habitación escribiendo en un papel cuando ChaeRyeong atraviesa la puerta y la cierra de un portazo. Normalmente ella no cuestionaría a una mujer hermosa que le hace proposiciones, sin embargo, esta es ChaeRyeong haciéndole proposiciones sin razón, por lo que es comprensible que dude un poco.

—YeJinie, por favor.

Sin pedir su consentimiento, ChaeRyeong abre el botón de sus propios pantalones cortos antes de capturar la mano de la pelinegra mayor y guiarla dentro de sus bragas. Está absolutamente goteando y YeJi tiene que preguntarse qué es lo que tiene a la menor tan nerviosa, y por qué acude a su compañera de cuarto para un orgasmo prohibido en lugar de consultar a su almohada de confianza.

Por más tentada que esté YeJi de zambullirse y ver a ChaeRyeong perder el control nuevamente, algo la está molestando en toda esta situación. Se encuentra con los ojos de ChaeRyeong y son más oscuros de lo que nunca los ha visto. Su labio inferior está atrapado entre sus dientes y su estómago tiembla contra el interior de la muñeca de YeJi.

—ChaeRyeong, yo... —YeJi hace una pausa cuando la aludida hace un ruido desesperado como si no supiera lo que hará si ella le niega esto. La de mechas suspira—. ¿Estás segura?

Ante el asentimiento de ChaeRyeong y en contra de su buen juicio, YeJi permite que sus dedos se humedezcan donde han estado atrapados durante los últimos minutos y los arrastra hasta el clítoris de ChaeRyeong, envolviendo su brazo libre alrededor de la cintura de la pelinegra cuando las caderas de la chica se sacuden hacia adelante por el toque. La mas alta por un centímetro se lamenta cuando la mayor comienza a frotar círculos alrededor de su clítoris, y YeJi está segura de que nunca escuchó un sonido más sexy.

El ángulo es incómodo y su muñeca no tarda mucho en empezar a doler. Finalmente se harta de intentar masturbar a ChaeRyeong en medio de su dormitorio y saca la mano de los pantalones cortos de su compañera de cuarto.

YeJi no puede evitar sonreír ante el gemido desesperado que se le escapa a ChaeRyeong por la pérdida de contacto, y la expresión decepcionada con los ojos muy abiertos que revolotea en sus rasgos. Empuja los pantalones cortos y las bragas de la otra hasta los tobillos, antes de empujarla hacia la silla del escritorio. ChaeRyeong parece confundida hasta que la chica se arrodilla sobre la alfombra frente a la silla, y luego la pelinegra se quita los zapatos y los pantalones cortos y abre las piernas; abriéndose a YeJi.

La mayor se toma un momento para absorber la vista ante ella. ChaeRyeong es al cien por cien, sin lugar a dudas, la mujer más hermosa que jamás haya visto, y mucho menos vista medio desnuda en la silla de su habitación. Su rostro está sonrojado y el cabello despeinado, los ojos oscuros por el deseo, el pecho palpitante contra su sencilla camiseta negra. Está abierta, mojada, deseosa y tan, tan rosada y tentadora.

YeJi se acercó un poco más y puso sus manos en la parte superior de los fuertes muslos de ChaeRyeong y la miró a los ojos entrecerrados. Espera el asentimiento de la menor antes de bajar la cabeza hasta que el aroma embriagador de la excitación de ChaeRyeong la golpea. YeJi presiona un suave beso en el interior de un muslo tembloroso, y luego se inclina hacia adelante y arrastra su lengua a través de los pliegues ajenos. Puede escuchar el crujido de la silla cuando ChaeRyeong echa la cabeza hacia atrás con un gemido prolongado. Ella sonríe y provoca la entrada de la chica antes de moverse para envolver sus labios alrededor del clítoris de la misma y chupar con fuerza, golpeando la dura protuberancia con su lengua. Los dedos delgados se enredan en los cabellos de YeJi y la empujan más adentro de ChaeRyeong. 

YeJi desliza uno y luego dos dedos dentro de ChaeRyeong y procede a follársela.

Cuando ChaeRyeong llega, sus talones se clavan en los hombros de su compañera y sus uñas rascan el cuero cabelludo de la pelinegra con hermosas mechas rosadas. La mayor se retira de entre las piernas de su compañera de cuarto una vez que esta finalmente se desinfla y se relaja en la silla. se pone de pie y se desliza en el regazo de ChaeRyeong, sentándose a horcajadas sobre sus muslos todavía temblorosos en la silla del escritorio. Los brazos de ChaeRyeong se elevan para rodear su cintura y YeJi la besa suavemente. Y luego una vez más, por si acaso.

—¿Quieres decirme de qué se trata todo eso? —ChaeRyeong se sonroja y entierra su rostro en el pecho de YeJi, antes de murmurar algo. La mayor acaricia su cabello azabache y empuja sus hombros hasta que puede ver su rostro—. No puedo entenderte.

ChaeRyeong suspira y mira su regazo.

—Dije, no podía... Ya sabes... Sola. Y he estado muy estresada y necesitaba que lo hicieras.

YeJi levanta las cejas.

—¿La almohada ya no te sirve?

ChaeRyeong gime y echa la cabeza hacia atrás exasperada.

—Pensé que acordamos no volver a hablar de eso nunca más. Simplemente se siente mejor contigo, está bien. No puedo sacarte de mi cabeza y realmente interfiere con mi enfoque cuando estoy tratando de... Aliviar la tensión. Me acerco tanto, pero no puedo terminar. Es realmente un inconveniente.

—Entonces ¿Decidiste correr el riesgo de que RyuJin nos escuchara y entrara aquí para matarme? ¿No es mi vida más importante para ti?

—Está en su habitación con JiSoo. Estoy bastante segura de que no escuchó nada. Deja de ser tan dramática.

YeJi se burla.

—No creo que te des cuenta de lo ruidosa que eres. Haces ese ruido de cachorro cuando estás a punto de correrte

—¿Cachorro ladrador? ¡¿Por qué diablos no me callaste o me besaste o algo así?! —ChaeRyeong se ve horrorizada y avergonzada, y YeJi asume que ninguna de sus amantes anteriores consideró necesario divulgarle esta información.

Sintiéndose un poco culpable por avergonzar a la menor, YeJi se inclina y la besa, mordisqueando su labio inferior antes de alejarse.

—Es algo caliente y en realidad. Me permite saber que estoy haciendo bien mi trabajo.

—Bueno, podría haberte dicho eso. —murmura ChaeRyeong.

—Solo acéptalo, Chaer; eres ruidosa en la cama y yo soy una Diosa del sexo.

La nombrada pone los ojos en blanco y se ríe antes de tirar a YeJi al suelo y subirse encima de ella. 

A partir de ese día, YeJi y ChaeRyeong ya no intentan seguir una ceremonia o andar de puntillas en torno a su lujuria compartida. El sonrojo incómodo de ChaeRyeong se transforma en sonrisas tímidas dirigidas en su dirección cuando nadie más está mirando. YeJi está bastante segura de que ChaeRyeong incluso le hace un guiño un día durante la noche de la cena de compañeras de cuarto. Casi se ahoga con su refresco.

YeJi realmente no está segura de cómo llamar a su... Relación. Seguro que no son novias, aunque una pequeña parte de ella realmente desearía serlo. No hablan de aniversarios, no se abrazan (mucho) y no tienen citas. Ella podría llamarlo amigas con beneficios, pero ni siquiera está segura de si ChaeRyeong las consideraría amigas. Eventualmente ella decide que tal vez es mejor simplemente llamarlo como es.

Son solo compañeras de cuarto que follan regularmente.

Más que una base regular, de verdad. Tienen mucho sexo. Por ejemplo, YeJi está bastante segura de que ella y ChaeRyeong follan más que YuNa y Kai, y esos dos han estado haciéndolo como conejos últimamente. YeJi está más relajada que nunca y han pasado semanas desde que ChaeRyeong tiene su cara de zorro del cierto gruñón. Se convierte en un problema cuando no pueden estar juntas en la misma habitación sin ponerse nerviosas. Definitivamente ha habido más de una ocasión en la que han tenido que excusarse por separado de la noche de cine para ir a hacer un rapidito en el cobertizo, porque ese es el único lugar en el que están seguras de que sus compañeros de cuarto no pensarán en buscarlas.

La mayor del grupo sabe que RyuJin empieza a sospechar. Sí, ella y ChaeRyeong han estado pasando más tiempo juntas, pero han tratado de tener cuidado. Mas o menos. Entonces ¿Qué pasa si van juntas al supermercado al menos dos veces por semana y se van por más de una hora solo para regresar con una bolsa de manzanas o leche? Realmente les gusta ir de compras ¿De acuerdo? YeJi no menciona que la mayor parte de su tiempo lo pasan estacionadas en un callejón apartado.

Para empeorar las cosas, RyuJin definitivamente atrapa a ChaeRyeong en su paseo de la vergüenza una mañana. 

YeJi se olvida de poner la alarma nuevamente, y ChaeRyeong termina durmiendo en la habitación de la pelinegra mayor mucho más tiempo del que pretendía. YeJi observa cómo ChaeRyeong corre alrededor de su habitación en busca de su pijama. 

Ella trata de no mirar su trasero más de lo aceptable.

—Cálmate. Encontraremos alguna forma de sacarte de aquí.

ChaeRyeong le lanza una mirada fulminante.

—No me digas que me calme. Nos van a atrapar y RyuJin no volverá a hablarme nunca más. Probablemente te va a dar una paliza. O hará que JiSoo y Kai lo haga.

Aww ¿Estás preocupada por mí? ¡Qué dulce!

—No, simplemente no quiero tener que tratar de encontrar otra chica que esté de acuerdo con el sexo constante sin ataduras.

YeJi desea que el comentario no haya dolido, pero lo hace y fuerza una alegre sonrisa en su rostro.

—Y así, la magia se ha ido.

Sin embargo, ChaeRyeong debe notar la fugaz expresión de dolor, porque sus ojos se suavizan y se sienta al lado de YeJi en la cama por un momento, dándole un beso en la mejilla.

—Lo siento, me exalte. Ahora ponte algo de ropa para que puedas comprobar si la costa está despejada.

YeJi observa a ChaeRyeong caminar de puntillas por la mitad del pasillo y llegar casi a la cocina cuando la puerta de RyuJin se abre, y ella mira a las dos chicas en el otro extremo del pasillo con una mirada entrecerrada.

—¿Acabas de salir de la habitación de YeJi?

La mirada de ChaeRyeong se vuelve desafiante bajo el tono bastante grosero de RyuJin y levanta la barbilla para mirar a su prima.

—Sí, lo hice.

YeJi chilla. ChaeRyeong realmente está tratando de hacer que la maten. 

RyuJin se vuelve hacia YeJi, quien levanta las manos en señal de rendición.

—¿Eso es cierto Unnie?

Luchando por cualquier mentira, YeJi se frota las manos sudorosas y se retuerce en el acto.

—Sí.

El rostro de RyuJin se sonroja y YeJi realmente quiere vivir para ver su vigésimo primer cumpleaños.

—¡Pero solo porque necesitaba tomar prestado mi desodorante! Se la hacía tarde y no quería molestarte y yo ya estaba despierta, así que aquí estamos.

—¿Desodorante? —RyuJin mira a ChaeRyeong en busca de confirmación, quien pone los ojos en blanco ante YeJi, pero afortunadamente elige seguirle el juego.

—Sí, YeJinie realmente me salvó la vida. Dios, no quiera que huela a sudor en el gimnasio.

La mayor se estremece internamente ante el tono excesivamente alegre y obviamente falso de ChaeRyeong, y le ruega a RyuJin con los ojos que crea la mentira. Finalmente, RyuJin asiente y le sonríe a su mejor amiga.

Oh, está bien !Y aquí estaba yo pensando que ustedes dos habían dormido juntas anoche! ¡Qué tonta soy! Voy a hacer panqueques ¿Alguien quiere algunos?

YuNa sale de su habitación entonces, dándole a YeJi una sonrisa de complicidad y un guiño, y YeJi está bastante segura de que escuchó un ‹‹con todo tigre›› susurrado antes de seguir a RyuJin y ChaeRyeong a la cocina. Enterrando su cara entre sus manos, YeJi lamenta su habilidad para tomar decisiones y su libido incontrolable. Ella va a morir antes de que termine el año escolar.

¡Gracias por leer!

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