Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Resurrección

Me desperté, no tengo idea de dónde estoy ni el porque estoy aquí. Me duele el cuerpo, me siento cansado, duele tanto que podría caer inconsciente de nuevo. Necesito levantarme.

Intente hacer el esfuerzo para ponerme de pie, pero mi cuerpo no respondía a duras penas si consigo mover mis dedos. Estoy empezando a creer que es mejor que me quede aquí hasta que pueda moverme, descarté rápidamente ese pensamiento quien sabe que podría sucederme si me quedo aquí sin hacer nada. Antes de que pudiera hacer otro esfuerzo de levantarme sentí como alguien movía mi cuerpo y me colocaba sobre algo.

Dejé de intentar levantarme y concentre todas mis energías en abrir los ojos, conseguí abrir mis ojos pero mi vista se encontraba igual de mal, veía todo borroso y solo alcanzaba a distinguir unos ojos dorados. Parpadeé un par de veces para tratar de arreglar mi vista, cosa que sucedió paulatinamente cuando por fin se aclaró mi visión pude apreciar completamente a la persona que tenía enfrente.

Una mujer, no mucho mayor que yo, cabellos blancos y ojos dorados que parecían carentes de vida, utilizaba un vestido completamente blanco junto con un peculiar velo de sangré negro que contrastaba con su ropa.

Intente hablar, pero volví a fracasar, mi boca se movía pero no podía soltar ni una sola palabra, me rendí decidí dejar de intentarlo y esperar a que ella dijera algo.

-Hola, bienvenido de vuelta- musitó con una voz que demostraba tranquilidad

Parecía que no tenía ninguna intención hostil contra mía, por lo tanto, decidí ponerme de pie. La chica al parecer se dió cuenta de mis esfuerzos y me tomo de la espalda ayudándome a sentarme, aún me sentía lo suficientemente cansado como para no querer pararme, empecé a mirar alrededor por lo que logré ver estoy, en un callejón relativamente aislado. No recuerdo cómo fue que llegue aquí ni en qué parte de Vein estoy.

-¿Dónde estamos? Y ¿Cómo llegue aquí?- pregunté a la nada, mientras sostenía mi cabeza tratando de recordar algo

-No pasa nada...yo tampoco lo recuerdo-

La chica de blanco habló con una calma sorprendente, como si no fuera algo importante, me molestó un poco pero decidí dejarlo de lado, es cierto que no es el momento para pensar en esas cosas. Derepente se levantó de su lugar, para inmediatamente mover su brazo señalando un pequeño árbol blanco.

Me sorprendió, cuando mire alrededor no lo noté, quiero pensar que fue porque no estoy en el mejor estado posible, pero antes de que pudiera decir algo ella habló.

-Vamos allí- ordenó con serenidad, aunque no sé movió, parecía esperar a que me levantará

No me negué, no había nada más que pudiera hacer, por lo tanto en levanté, de nueva cuenta volvió a apoyarme, así que está vez si logré ponerme de pie. Pero cojeaba y arrastraba mis pies, cuando vió que logré ponerme de pie retomó su caminar hacia el árbol, yo la seguí ella iba notablemente más rápido que yo, por eso hacia pequeñas pausas en su andar para no dejarme atrás.

-Puedo ir más despacio- me ofreció la chica de blanco, pero me negué haciendo un gesto con la mano mientras hablaba

-No es necesario-

La mujer asintió y siguió con su camino, intente acelerar un poco mi caminar cosa que logré pero la diferencia no era tanta como para ser algo a considerar, ella no hablaba mucho de vez en cuando hablaba tratando de calmarme o informándome que tanto faltaba para llegar al lugar.

-Aqui es- anunció que por fin habíamos llegado al lugar, la caminata no fue tanta pero a mí me pareció eterna, por el estado en el que me encontraba

La peliblanca se agachó, y empezó a tocar las raíces del árbol con sus dedos y mientras lo hacía empezó a hablar.

-Todos en todas partes están sedientos- no entendí a qué se refería -Existe un manantial que cura esa sed. Uno que emana lágrimas de sangre- escuche lo que decía atentamente ya que parecía que me estaba explicando algo -O al menos eso dicen-

La chica se levantó de su lugar y voltio a verme, para después invitarme a acercarme, yo obedecí, pero repentinamente sentí un intenso dolor en el cuerpo aún mayor al que había sentido al despertar, obligándome a caer de rodillas, al caer noté que unas extrañas marcas negras habían aparecido en mi rostro y a su vez sentí pequeños golpes de memoria que me provocaron dolores de cabeza, pero no eran lo suficientemente claros como para entenderlos.

Mientras seguía de rodillas la chica tomo uno de mis brazos y para mí sorpresa me mordió, con la suficiente fuerza como para provocar que me sangrara, mi sangre cayó en el árbol y comenzó a crecer, sorprendiéndome todavía más, alcé la cabeza para notar que el árbol había revivido y que pequeños frutos de color rojo están apareciendo en las ramas del árbol.

-Asi qué, eres tú...- susurró la mujer para después acercarse para cortar uno de los frutos del árbol -Esto es para ti-

Me dió el fruto, no sabía ni que era o que hacía, ni siquiera cómo se comía. Pero mi brazo se movió solo aceptando el regalo para después dirigirlo a mi boca y succionarlo con mis colmillos, yo no lo recordaba pero parecía que mi cuerpo si así que me deje llevar y lo comí.

Y como por arte de magia, volví a caer dormido.

--------------------------------------------------------------

Me desperté, pero está vez fue por un golpe, al parecer alguien me lanzó desde una zona considerablemente alta aunque no dolía, incluso podía decir que me sentía como nuevo lo que sea que me haya hecho ese fruto me recompusó completamente.

Rápidamente empecé a ver a mi alrededor ya que tenía un mal presentimiento, algo había pasado mientras estaba durmiendo, voltee a mi derecha y logré ver a la chica de blanco se encontraba durmiendo así que no quería molestarla, me ayudó por eso quiero dejarla descansar.

-Tranquilo chico- escuché una voz a lo lejos, se escuchaba abatido como si no tuviera energías -¿Quieres saber dónde estás?- pregunto el hombre que ya había logrado ubicar, tenía puesta una extraña máscara de gas y un velo de sangré bastante desgastado, aunque tampoco es que yo estuviera mejor

-Obviamente quiero saber dónde éstoy- conteste un poco molesto, no solo por el hecho de ser secuestrado si no por lo estúpida que fue la pregunta

-Tranquilo chico, entiendo que estés molestó pero no arreglarás nada con eso- habló el hombre enmascarado, parecía que el tampoco quiere estar aquí -Estas en una prisión, por lo que escuche un grupo de recolección te encontró a ti y a la chica durmiendo debajo de una fuente de sangre- explico el revenant sin moverse de su lugar -Asi qué tomaron todas las gotas de sangre que pudieron y los trajeron aquí para usarlos como mano de obra- siguió explicando el hombre, aunque podía notar un poco de enfado en su voz -...igual que a todos los demás- terminó de explicar señalando a muchos más revenants que no había notado, al parecer todas habían sido obligados a trabajar para ellos

Ya veo...gracias por explicarme -agradecí genuinamente, tener un poco de información nunca está demás -¿Podría saber tu nombre?- realmente quería conocer su nombre, igual el de la chica de blanco pero nunca tuve la oportunidad de preguntarle, y la respuesta que medio me dejó anonadado

-No lo recuerdo-

No pude ocultar mi sorpresa, como es posible que alguien pueda olvidar su nombre, yo no recuerdo nada de antes de despertar, pero al menos recuerdo mi nombre. Necesito informarme más sobre los revenant, soy conciente de que soy uno el problema es que más allá de eso no se nada.

-No te sorprendas tanto chico, eh muerto tantas veces que no lo recuerdo- intento calmarme mientras soltaba pequeñas risas de su situación, como si para el fuera una simple broma -Y no te molestes en preguntarle a los demás, tampoco lo recuerdan- está vez tenía un semblante deprimente como si lamentara la situación de los demás -Dime, ¿tu si recuerdas tu nombre?-

Me quedé callado un rato, pensando si debería responderle, decidí decirle mi nombre como agradecimiento por la información -Si...me llamó Shigure- decirle mi nombre no debería significar ningún problema, de todas formas necesitaba seguir conversando con este hombre -Pero eso es lo único que recuerdo, ni si quiera se para que son esas extrañas máscaras, y las llamadas gotas de sangre, agradecería mucho que pudieras explicarme- mis palabras parecieron sorprender mucho al hombre, no solo por el hecho de recordar mi nombre, si no más bien por mi falta de información sobre el mundo

El Revenant accedió a explicarme lo más importante sobre la situación de este lugar y los revenant, fácilmente podría decir que estuvo más de 10 minutos explicándome el contexto del mundo. Y no negare que más de una cosa me dejó extremadamente sorprendido, la revelación de que las máscaras se usan para evitar el miasma, junto con la sed de sangre que al parecer es lo que me había sucedido antes debido a la exposición al miasma, pero lo que más me impacto fue que Vein se encuentre lleno de revenants que sucumbieron a la sed convirtiéndose en perdidos. Seres sin razonamiento que diambulan por la eternidad esperando revenants para asesinar. La escasez de gotas de sangre fue algo que me preocupó aún más, que el recurso más valioso de Vein estubiera desapareciendo gradualmente es algo alarmante y me hace entender la desesperación que sienten algunos al buscarlas que es aún mayor debido al sistema de impuesto creado por un tal Gregorio Silva.

-Ya veo...muchas gracias por tomarte el tiempo de explicarme-

-No te preocupes mocoso, te ibas a enterar tarde o temprano- dijo entre pequeñas risas sardónicas

Al parecer le deprimía un poco pensar en esas cosas, pero no es tiempo de preocuparme por eso. Necesito encontrar una forma de escapar de aquí junto con la chica peliblanca, no la voy a dejar aquí, no después de haberme salvado la vida.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de alguien bajando unas escaleras, dirigí mi atención a la persona que estaba descendiendo. Parecía ser el jefe del lugar o por lo menos alguien con un puesto relativamente alto.

-¡Levántense! ¡Malditos inútiles! Que encontráramos unas pocas gotas de sangre no significa que puedan sentarse sin hacer nada-

Su tono de voz me irrita, hablá como si fueramos sus esclavos, es realmente molesto hace que me den ganas de golpearlo en la cara. Pero sería estúpido de mi parte hacerlo ahora mismo, estoy completamente desarmado y en su territorio probablemente a cualquier señal de rebeldía me matarían para dar el ejemplo, así que me resigne a aguantar su molesta voz.

-¡Tu! El recién llegado, sígueme y trae a la chica contigo- su orden me sorprendió, no por el hecho de que me hablara imaginé que algo así pasaría ya que era mano de obra nueva, si no por el hecho de que me la chica a mi lado se había levantado ni siquiera lo había notado, es muy silenciosa a decir verdad

-Esta bien- fue lo único que dije, voltee a ver a la chica y le pedí que me acompañará acepto seguirme sin ninguna queja

-¡Ah! Cierto, toma una de las máscaras que se encuentran ahí- obedecí y recojí dos máscaras una para mí y otra para la chica, parecer si cuidaban su mano de obra al menos lo suficiente para que no mueran

Después de hacer eso subí las escaleras detrás de el, seguido por la peliblanca. Antes de llegar a la cima voltee a ver abajo todos parecían aliviados ya que ellos no eran a los que se habían llevado, no los culpo parece que trabajar aquí es realmente un infierno. Llegué a la cima y fui recibido por un hombre de cabello largó grisáceo con una máscara que cubría todo su rostro acompaño del tipo que me llamó junto con otro, ambos armados parecían la escolta del primero.

Solo con ver su equipamiento pude deducir que el era el jefe, su velo de sangré es diferente al que usan los otros dos y constantemente les da órdenes a otros revenant. Es bastante obvio que el es el jefe, al notar nuestra presencia tomo dirección a nuestra ubicación, seguido de el trajeron a otra persona al parecer es otro trabajador, lo ignore y fijé mi atención al hombre que venía hacia nosotros.

-Con que tú eres la nueva carne de cañón, esperó que seas más útil que los inútiles de allá abajo- ignore la forma en la que me había llamado, tratando de no molestarme, aún no era el momento para armar un escándalo -¡Oh vamos!, ¿no vas a contestar?- se dirigió a mi con falso aburrimiento, obviamente estaba tratando de provocarme no caería en algo tan obvio. Cuando entendió que no pensaba contestarle comenzó a hablar, pero fue detenido por la aparición de otra persona

-Todos están secos...no tiene sentido que sigamos buscando...menos con el miasma tan denso- el hombre tartamudeaba al hablar, se le notaba desesperado tratando de persuadir a su jefe -Que tal si mejor...- no termino su oración, ya que fue callado por el golpe de una bayoneta, al parecer uno de los secuaces lo había golpeado

-No vengas a quejarte conmigo, si te vas a quejar con alguien que sea con Silva y su estúpido sistema de impuestos- le hablo al tipo del suelo, dándole a entender que no le importaba ni un poco su opinión -Pronto vendrán los recolectores, y si seguimos así lamentablemente no tendremos ninguna gota que darles- está vez se dirigió a todos los presentes, había un poco de desdén en su voz junto con molestia al parecer esos impuestos le molestan más de lo que pensé -¡Asi qué larguensé a buscar esas malditas gotas!-

Los dos tipos que acompañaban al líder tomaron al rebelde de los brazos y se lo llevaron a otro lugar, por la dirección que tomaron creo que lo mandaron a buscar gotas otra vez, realmente empecé a sentir un poco de lastima por el. Fruncí el seño con molestia ya me estaba hartando de este maldito lugar, quería irme lo más pronto posible. El revenant al lado mío notó esto y me miró como si entendiera mi malestar, por lo visto a él también le molestaba este lugar.

-Te entiendo, pero este no es el momento ni el lugar- me susurró el hombre, tratando de evitar que hiciera una estupidez pero era innecesario tengo suficiente autocontrol

-Lo sé-

Después de ese breve intercambio de palabras, el líder volvió a hablarnos a nosotros, está vez se notaba malicia en su rostro -Ahora les toca a ustedes-

Los mismos tipos que se habían llevado al otro hombre se acercaron a nosotros y nos obligaron a movernos siendo seguidos de cerca por el mayor, por lo que pude ver nos quieren llevar a un maldito subterráneo, no sé cómo pretenden que encontremos algo de valor en ese lugar. Lo único que encontraríamos son restos de lo que alguna vez fue la ciudad y peor aún ni siquiera tienen la descendía de darme un arma el tipo al lado mío tiene un gran martillo pero lo más probable es que lo haya conseguido por su cuenta, por eso descarto la idea de que me lleguen a dar algo.

-Un momento...tu te quedaras aquí con nosotros- el maldito arrogante detuvo a la chica de blanco, ahora sí había cruzado todas las líneas, me detuve con intensión de atacarlo pero antes de que hiciera algo siguió hablando -Podrán recuperarla cuando regresen, a cambio de las gotas de sangre que encuentren, obviamente- habló con confianza pero sin soltar a la chica, pero gracias a eso evité hacer una locura

-Muy bien, pero la quiero sin ningún rasguñó...¿Entendido?- por primera vez me digne a contestarle, solo que lo primero que le dije fue una amenaza, mi tono de voz puso nerviosos a los otros dos, pero el jefe no se inmutó ni un poco

-Trato hecho-

Di media vuelta y seguí con mi camino, más molesto que antes ya que no puedo hacer nada ahora mismo, mi enojo era tan obvio que incómodo un poco a mi acompañante, por lo tanto trato de calmarme.

-No te preocupes, es un bastardo pero cumple sus promesas- me habló con confianza en su voz, como si ya hubiera sucedido algo similar -¿Cómo crees que conseguí mi martillos?- hizo un gesto con sus brazos presumiendo el arma que llevaba consigo con nostalgia

-Ah por cierto- el maldito nos volvió a interrumpir, sinceramente ya me estaba hartando si tanto quiere que nos vayamos que nos deje de hablar -Escuche por ahí, que el cazador a estado por aquí , así que intenten no morir- el maldito se está divirtiendo al molestarnos, realmente empiezo a pensar que cualquier lugar es mejor mientras el no esté

Ahora sí, sin más interrupciones seguí el caminado hasta que llegue a lo que parecía ser una entrada de metro o un subterráneo, la verdad no lo sé con lo deteriorado que está el lugar no se distingue, poco después de llegar visualice unas escaleras me acerque a ellas siendo seguidos por mi acompañante. Pero justo antes de empezar a bajarlas los tipos que estaban acompañándonos, nos proporcionaron una patada en la espalda provocando que cayéramos al subterráneo.

Que le pasa a esta gente, ¿mi espalda tiene escrito avienten me o algo? Todas las personas con las que me encontré desde que me desperté me estuvieron lanzando como si fuera un maldito trapo, si todos los de Vein son así mejor me acostumbro a las caídas.

Dejando esos estúpidos pensamientos de lado me resigne a la caída, esperando no morir en el proceso aunque tampoco me gustaba la idea de cómo se sentiría el golpe, pero ya qué.

--------------------------------------------------------------
Y ahí vamos con otra nueva historia, pero está vez basada en el videojuego Code Vein, sinceramente el juego no habla mucho sobre los detalles de su historia así que la mayoría de las cosas tendré que inventar las o tratar de adaptarlas hasta que yo lo considere lógico.

Pues eso es lo único que tengo que decir sobre sobre la historia, no hay mucho que dicer exceptuando que algunos personajes serán de una única aparición me refiero a que solo aparecerán una vez en esta historia ya que el juego nunca habla sobre lo que les sucedió y si me inspiró y tengo ganas talvez me invente sus historias.

Ahora sí eso es todo como siempre les dejo datos sobre los personajes presentados

(Algunas de las imágenes son capturas del propio juego)

Shigure

Chica de blanco

(Solo pongo a esos dos porque serán los únicos que seguirán siendo importantes después)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro