Varios minutos más tarde el escuadrón ya podía divisar la torre de comunicaciones y el edificio principal. El grupo estaba agazapado detrás de una roca gigante en la falda de la colina, vigilantes y alerta. No parecía haber señales de ningún ataque. Darik, ojeo su Pulso en busca del mapa que les había enviado el marshall.

El Pulso era un elemento electrónico implantado en la piel y conectado al cerebro que permitía enviar señales, datos y archivos a la retina del ojo de su portador. Además, permitía comunicarse con otros Pulsos. Obviamente este "invento" fue patentado y lanzado al mercado por la Unión, a un precio insignificante, haciendo que se extendiera a una velocidad vertiginosas por un gran numero de sistemas.

-Abrid el mapa - ordenó Darik. 

Los demás obedecieron. Una vez tenían los planos en su visión periférica asintieron. El edificio principal no era muy grande. Tenía una sola planta. En el plano, Darik y los demás podían diferenciar varias salas. La recepción, un baño y la sala de control. 

-Nuestro objetivo, la sala de control - indicó Darik - . No sabemos cuánta gente puede a ver dentro, pero no dispararemos a matar, así que poned vuestros rifles en modo aturdimiento. 

- ¿Modo Aturdimiento? - preguntó extrañado Colt - Darik, te vas a meter en la boca del lobo, yo no iría tan blando.

Darik bufó. Era el momento de contarlo.

-Mirad. Ahí dentro puede que haya alguien que sepa dónde están nuestros amigos, así que como podréis deducir, no pienso abrirme paso pegando tiros a diestro y siniestro.

-Espera, ¿QUÉ? - preguntó Colt mientras su mandíbula se abría un palmo.

-¿Qué narices estas diciendo? - dijo Selina igual de incrédula. El resto estaban en silencio. Mirándole y preguntándose si lo que acababa de decir era una mentira. Cady le miraba con una ligera compasión en los ojos.

- La noche antes de abandonar el complejo, un chico se cruzó conmigo y me dijo algo que no esperaba. Los conocía. Sabía sus nombres. Me pidió ayuda, no me dio muchos detalles.

- ¿¡Y nos lo cuentas ahora!? - clamó Colt.

- No sabía si fiarme de él, y todavía sigo sin estar seguro. Le dije que me lo pensaría y me dio este dispositivo -  Darik sacó un dispositivo parecido a un pin electrónico aunque que algo más grande. Disponía de un botón en un extremo y un led amarillo que parpadeaba en el extremo opuesto - . Me dijo que sí quería ayudar y encontrarles pulsase el botón.

- ¿Ayudarle en qué? - preguntó Selina.

- No lo sé. No lo dijo y tampoco pregunté - respondió con sinceridad Darik. 

Colt no paraba de moverse de un lado para otro fruto de sus nervios y enfado. Selina se masajeaba las sienes intentando relajarse. Amantha y Diz no decían nada. Se habían quedado petrificados. No los culpaba por ello sobretodo después de la avalancha de información que habían recibido.  Cady simplemente le miró y le asintió con la cabeza. Hiciese lo que hiciese estaría con él.

-Chicos, sé que no tengo derecho a pediros esto, pero no puedo hacer esto solo. Si hay una mínima posibilidad de encontrarlos o de saber qué les ha pasado, os pido que me ayudéis - suplicó Darik. La respuesta tardó en llegar. 

-Cuenta conmigo - dijo Cady mientras le ponía una mano en el hombro y sonreía. Diz, Amantha y Selina se miraron los unos a los otros, esperando que uno de ellos diese su veredicto. 

-Que remedio... - dijo a regañadientes Selina mientras ligeramente se acercaba más a Darik y Cady. Varios segundos más tarde, Diz y Amantha la imitaron sin decir nada. 

Colt seguía andando de un lado a otro sin parar, lanzando maldiciones a diestro y siniestro, obviando la presencia del resto. De pronto, se paró. Levantó la cabeza hacía el cielo con los ojos cerrados, suspiró y se dirigió con el resto.

- Te juro  por el cosmos que como muramos te mato - sentenció Colt mientras alzaba un dedo en señal de advertencia y amenaza.

A Darik se le escapó una sonrisa. La había fastidiado y por obvias razones el resto había renegado de su autoridad. Quería cambiar las cosas y demostrar  a su escuadrón y a sí mismo que era el líder, el capitán y que debía seguir siéndolo . Y este era el primer paso. Se acabó esperar. Después de casi una semana sin informes o detalles sobre el paradero de sus amigos, Darik se agarraría a un clavo ardiendo, a cualquier pista por pequeña o falsa que fuera. Era su esperanza. Si todo esto salía mal acabaría destrozado, pero le daba igual. Se lo debía, a todos. Y no volvería a fallar. 

-Gracias - dijo Darik mientras miraba uno por uno a sus compañeros.

-Esta bien, ¿cuál es el plan? - pregunto Colt con algo desdén.

-No parece haber signos de lucha y la torre sigue transmitiendo la señal codificada en bucle, asi que hemos de suponer que los pocos trabajadores de la estación estarán retenidos como rehenes. 

-¿Crees que estarán dentro? - preguntó Cady. Darik entendió a quien se refería.

-Ojalá que sí, pero debemos estar preparados para cualquier cosa - respondió Darik - Esperemos no tener que apretar el gatillo ahí dentro. En marcha. 

El grupo ascendió por la colina en formación en cuña por parejas ligeramente agazapados, prestando atención al terreno. No hubo ningún incidente, por lo tanto no tardaron en llegar al edificio principal.  No tuvieron que forzar la puerta ni nada parecido.  La recepción de la instalación era pequeña, con un pequeño mostrador con un terminal parecido al de la comisaria. Detrás del mostrador, se apreciaba una silla forrada de cuero desgastado y en la pared de atrás, colgado, estaba la insignia de Comunicaciones Estelares Unión. La insignia, que era de neon, estaba formada por un circulo,  y en su interior una torre de comunicaciones. El grupo avanzó por una puerta que quedaba a la derecha que les condujo a un pasillo sin ventanas. El techo de la instalación era bastante bajo, había vigas de metal  que se cruzaban cada dos por tres por toda su superficie. El pasillo doblada hacía la izquierda y al final había una puerta metálica. En la instalación reinaba un silencio sobrenatural excepto por el propio sonido que generaba la energía del generador para mantener la señal activa. 

-La sala de control - señaló Darik con un gesto de su cabeza.

 El grupo avanzó lentamente, con los fusiles en alto y en modo aturdimiento. La puerta metálica se abrió. En su interior, paneles de control llenos de botones y luces atestaban la sala. En uno de los rincones, manipulando uno de los paneles de control habían tres personas. Dos de ellas, conocidas. Una de ellas, sin previo aviso, se giró. Era un chico, de estatura media, rubio, y el flequillo le tapaba parte del ojo derecho. La persona que tenía a su derecha era una chica de pelo corto con los lados rapados y el cabello peinado hacía un lado. La persona de su izquierda era un chico y tenia el pelo negro. Darik los reconoció a los tres. 

-Vaya, vaya, pero mira quién ha venido - dijo el chico de rubio con una sonrisa de oreja a oreja. Las otras dos personas, que estaban atentas a los paneles, se giraron. 

Colt, que iba a la retaguardia del grupo, avanzó al frente al ver que el resto se quedaba quieto sin hacer y decir nada.

- No es posible - dijo Colt al llegar al frente y al ver delante de él a dos de sus antiguos compañeros.