
Preludio: El despertar de Xana
En una oscura habitación se encontraba una esfera que en su interior se encuentra una chica dormida, quedado encerrado recuerdo o todo vínculo con el mundo real, convirtiéndose en la guardiana de Lyoko sin saber que había dos personas con ella en ese mundo virtual.
Mientras ella dormía pacíficamente sin saber nada del mundo "exterior", del mundo real hasta que un día, un estudiante de la Academia Kadic descubre la existencia del superordenador en una fábrica abandonada próxima a su Academia.
~
En medio de la noche, se puede ver una habitación desordenada, iluminada solo por el resplandor de la pantalla de la computadora, un estudiante modelo estaba despierto a la mitad de la noche y se pone delante de su computadora, grabando un diario de lo que le ocurrió.
–Diario de Jeremie Belpois. Academia Kadic, alumno de cuarto de primaria. 9 de octubre. –Dice el genio mientras escribe y teclea sobre su ordenador.
Encima de su mesa, a cada lado de su computadora, se encontraban dos robots en miniatura.
–Hace unas semanas estaba buscando unas piezas para terminar mi robot en miniatura. Como aquí no encontraba nada, decidí buscar en la fábrica abandonada que hay cerca de la Academia.
El rubio había entrado a la fábrica.
–Pensé que ahí habría un montón de material mecánico que me podría ser útil. Y no me equivoque, era increíble. Me encontré con una especie de laboratorio informático con escáneres. Y sobre todo, una pasada de ordenador.
Al entrar a la fábrica que era enorme por dentro. Parecía contener bastante metal y equipo; sin embargo, estaba conectado a otro equipo.
A partir de ahí, el estudiante más nuevo caminó un poco más en este nivel encontrando telarañas, arañas y animales muertos. También había un ascensor que Odd decidió probar.
Subió al ascensor. Bajo un nivel solo para entrar en una habitación con una enorme megacomputadora o supercomputadora con todo tipo de tubos conectados debajo.
–Por ahora, no se lo he dicho a nadie. Es mi pequeño secreto. Es lo más chulo que me ha pasado en la vida. Y eso no es todo, aunque aquella noche estaba muerto de miedo, decidí arrancar el ordenador.
Como el ascensor no llegaba al segundo piso, decidió intentar bajar más. Pensó que podría haber algún tipo de fuente de energía para esa computadora.
El ascensor se abrió a una habitación con tres cilindros largos y abiertos que tenían más cableado en la parte de atrás. Una habitación fresca, pero nada aquí gritaba poder. De hecho, la habitación parecía oscura. Tal vez tenía la misma fuente de energía que la computadora o algo diferente.
Jeremie presionó el botón de bajar y terminó en una habitación fría que contenía un objeto lejano en el centro. En el momento en que se abrió la puerta, la máquina misma se elevó del suelo con un panel que se abrió revelando una manija.
Jeremie se acercó a la palancha. Las manos le sudaban de miedo, toma valor y alza las manos hacia la palanca.
–Espero que no tenga que arrepiente de esto. Vale, ya. –Jala la palanca y todo se activó en una asombrosa exhibición de luz
Al encenderse el superordenador, en un mundo oscuro y deshabitado, se encontraba el virus y de una persona de su edad, despiertan de su largo 'letargo'.
La joven empieza a despertar.
Una vez que despierta, empieza a moverse mientras la esfera de donde la tenía encerrada empieza a vaciarse para luego empezar a romper su estructura y empieza a mover sus manos, sus pies y su cuerpo lentamente mientras se rompe la esfera.
Una vez que la esfera se haya roto, ella se libera de su prisión para luego tocar el suelo después de mucho tiempo desde que el superordenador fuera apagado y desmantelado.
Una vez que ella toca el suelo por primera vez, sale de esa esfera, ve una luz para luego ir a una habitación continúa. En esa habitación se encuentra toda clase de información sin que ella lo supiera, había mucha clase de diferentes archivos, expediente, coincidencias, información clasificada, etc.
La joven hada sin saber nada de lo que está ocurriendo, envuelta por la curiosidad decidió tocar uno de esos archivos y cuando lo hizo una pantalla digital apareció en frente de ella. La joven asustada sin saber qué hacer decidió arriesgarse sabiendo que podría ser peligroso o no, pero aún así se arriesgo y empezó a investigar quién era el que había encendido el superordenador y con qué propósito lo había hecho.
–Datos almacenados, CPU, discos duros, datos clasificados, sector 5, sistema de torres... desactivas... Todo normal. Parece que XANA aun no ha despertado, eso es bueno por ahora... –Cierra la pantalla– Pero la verdadera pregunta... ¿Quién ha encendido el superordenador y me ha despertado?... –Pregunta la guardiana.
La hada seguía investigando todo lo sucedido.
~
Jeremie retrocedió de vuelta al ascensor y subió hasta donde vio que la habitación con los tres cilindros estaba encendida. Eso parecía una buena señal, así que subió a la sala de monitores con esa computadora. Todo estaba encendido, por lo que Jeremie fue hacia la silla y giró hacia la computadora.
–Bueno. Vamos a ver que tienes aquí dentro, amigo. -Dijo mientras la computadora terminaba de cargarse y una vez encendida, un IA aparece en la pantalla y mostró a la hada de antes.
Jeremie miró la pantalla para ver que los ojos rosa de la chica hada brillaban con confusión.
–¡Wow! –Se sorprende de lo que ve– ¿Qué es esto? ¿Un videojuego?
La hada miró a su alrededor con confusión.
–¿Quién... quién eres? ¿Dónde estoy? –Preguntó en voz suave.
La chica lleva un vestido rosa de dos tonos diferentes de rosa y en la parte superior es negro, guantes purpura hasta arriba de los codos y sandalias descalzas negras con decoradas con joyas de corazones morados. Tiene unas grandes alas de diferentes colores con joyas rojas colgando de ellas y están cubiertas de polvo de hadas. Su cabello es color blanco con mechas rosadas largo con una corona trenza en la parte superior de su cabeza con dos trabas de corazón azul y un collar de corazón rosa.
–¿Eh? –Dijo igual de confundido o más, que ella.
~
A la mañana siguiente en la Academia Kadic, empiezan las clases normalmente, en eso en uno de los pupitres, se encuentra un chico cabello castaño y ojos a juego. Llevaba una camisa verde claro debajo de una camisa verde oscuro abierta y pantalones cargo a juego.
–Ah... ¿Eres Ulrich Stern? –Pregunta un chico de trece años con pantalones de color púrpura oscuro, una camiseta rosa oscuro debajo y una camiseta de manga larga de color púrpura claro en la parte superior entró en el salón de clases. También tenía el pelo rubio con una raya de ojos morados y marrones.
–Eso depende. –Dijo el chico sentado– ¿Quién lo pregunta?
–Odd Della Robbia, su nuevo compañero de cuarto. –Odd se deslizó en el asiento junto a Ulrich.
–¡¿Qué?!
–Soy nuevo y el director ha dicho que comparta cuarto contigo. –Dice mientras Ulrich alza la ceja.
–O que te pegues más bien a mí.
–Tranquis. Soy un chico muy guay. De verdad. Y no vas a notar que estoy ahí.
–Más te vale. –Le ve serio– No nos conocemos de nada, así que vamos a ir despacito, ¿vale?
–Vale, despacito.
Una niña entró al salón de clases y Odd se fijó en ella. Tenía el pelo largo y negro y los ojos a juego. Su atuendo consistía en pantalones color granate debajo de una falda salmón y una camisa rosa con un corazón amarillo que dejaba ver su estómago.
Se acercó caminando directamente hacia la mesa de Ulrich y Odd.
–Hola, Ulrich, cariño. –La chica declaró- Tengo algo muy importante que decirte.
–¿Importante como... he perdido mi rimel o mi camiseta rosa? –Ulrich se burló.
La chica no parecía entenderlo –No, no es nada grave. Es sobre tú y yo, Ulrich. Si quieres saber más, ven a mi cuarto esta noche. Cuento contigo.
Ella se alejó y Odd miró a Ulrich, que solo había prestado poca atención a la escena –Ulrich, querido, ¿quién es esa monada?
Ulrich lo miró –Sissi. Es la hija del director. Los tíos flipan con ella pero ella sólo flipa conmigo.
–Eso mola bastante. –Le dijo.
–¿Guay? Es una tonta y una bruja también. –Dijo apoyando su codo en la mesa mientras descansaba su frente en su puño cerrado.
–En ese caso, no mola nada. –Odd simplemente se encogió de hombros.
~
La campana de la escuela sonó indicando el final de la clase.
–Y el camarero dice: ¡No tengo ancas de rana, es mi forma de andar! ¡Jajaja! –Odd se río mientras salía del edificio detrás de Ulrich– ¡Lo pillas!
Ulrich se detuvo –No. Pero lo que empiezo a pillar es que no me vas a dejar en paz. –Lo acusó, obviamente molesto.
–Tenemos que conocernos, y ya verás. Al final del día, no podrás vivir sin mí.
~
La hada seguía buscando la razón de por qué había despertado hasta ahora después de un cierto tiempo.
–Parece que todo esta bien... por ahora.
~
De vuelta en la fábrica, Jeremie se sentó en la silla frente a la computadora y comenzó a escribir en el teclado.
–Inteligencia artificial, ¿puedes escucharme? –Preguntó.
La IA estaba en la pantalla y levantó una mano –Si, pero te importaría llamarme de otra forma, ¿por favor?
–De acuerdo. –Puso su mano en su regazo, pensando– ¿...Te gusta de nombre... Um... "Mika"?
La hada inclinó la cabeza –¿Mika? ¡Me gusta! –La recién nombrada Mika asintió– Pero lo que de verdad quiero es que me cuentes qué hago en este universo virtual.
–Eso no es tan fácil. –Se levantó las gafas– Pero ya tengo un par de respuestas. Eres parte de un mundo virtual llamado "Lyoko". Y, tienes que intentar salir de ahí.
~
La ahora "Mika" miró alrededor de un área de cilindro que era azul con un letrero iluminado en el piso y las paredes tenían códigos constantes que aparecían.
–Busca una puerta, o algo así. –Dijo Jeremie.
Mika se levantó y miró a su alrededor. Vio un pasillo delante de ella y avanzó. Se detuvo frente a la pared, ya que parecía un callejón sin salida cuando colocó sus manos sobre ella.
Mika miró a su alrededor antes de negar con la cabeza –Jeremie, no encuentro nada. Yo...
Su mano causó una ondulación. Cuando ella tocó más, comenzaron a aparecer más ondas.
–¿¡Huh!?
Luego pasó la mano y, de repente, la detuvo. Salió de ella y se acercó a una zona parecida a un bosque, ya que lo que parecía una torre. Ella miró hacia el cielo y los árboles parecían subir y la parte superior no se podía ver.
Y mira todo asombrada.
–Jeremie, yo... Qué raro. Tendrías que ver esto. –Comenzó a caminar lentamente hacia adelante mientras miraba a su alrededor.
–Me encantaría. –Dijo la voz de Jeremie– ¿Podrías transmitirme una imagen?
–Lo intentaré. –Dijo Mika.
~
Jeremie sacudió su pie con impaciencia mientras miraba la pantalla esperando que algo sucediera.
–¿Eh?
Entonces, apareció una pantalla que mostraba a Jeremie un bosque con árboles enormes.
–Wow. –Dijo Jeremie asombrado cuando la pantalla se reflejaba en las lentes de sus lentes.
De repente, más pantallas comenzaron a aparecer en las otras pantallas del superordenador que mostraban una gran esfera. El gran objeto circular a su lado se iluminó y mostró la misma imagen solo más grande.
–¿¡Huh!? ¡Mika! No solo hay un bosque... ¡Hay un mundo entero!
~
–Cuento con cuatro sectores. –Dijo Jeremie– Y cada uno es distinto.
Mika seguía caminando lentamente pero luego se detuvo.
–¿Uh...?
Dos extrañas criaturas parecidas a insectos salieron de detrás de los árboles y ambas tenían un extraño símbolo en sus cabezas.
–¿Uh, Jeremie? No... estoy sola en el bosque. –Dijo vacilante– Hay unos... animales. –Dijo sonando un poco asustada.
~
Jeremie se inclinó hacia adelante asombrado –¡Es increíble! ¡Ese mundo virtual tiene todo un ecosistema con criaturas vivas! ¿Puedes acercarte?
~
Las criaturas comenzaron a disparar láseres a Mika y ella apenas esquivó saltando fuera del camino.
Mika corría tan rápido como podía.
–¡Jeremie, me atacan! –Mika gritó angustiada.
Las criaturas estaban corriendo justo detrás de ella.
–¡Corre, Mika! ¡Vuelve a la torre!
Un láser disparó a su lado, pero luego otro golpeó su espalda, empujándola al suelo frente a la torre.
~
Jeremie escuchó a Mika gritar y un tipo de identificación con la imagen de Mika apareció en la pantalla y sonó con urgencia con la tarjeta parpadeando en rojo.
Jeremie saltó de la silla –¡Mika! ¡Date prisa!
~
Mika se levantó con los láseres todavía disparándole. Se las arregló para acercarse, pero recibió un disparo y fue empujada con dureza hacia la torre y aterrizó de lado débilmente.
Parecía estar segura ahora en la torre ya que las criaturas no la seguían adentro.
La pantalla dejó de parpadear en rojo y el pitido también se detuvo.
–Uf... –Suspira de alivio de que este bien– Ah... Estás recuperando tus puntos. –Dijo Jeremie.
~
Una chica con el pelo corto y negro, que llevaba todo de negro, introdujo una moneda en la máquina expendedora, toma el vaso y removió todo lo que había dentro.
Ella camino pasando de lado a Odd y Ulrich. La morena parecía haber estado mirando a la chica mientras pasaba.
Una chica de cabello corto rosa, que llevaba todo de rosa, pasó por allí también como ella caminó hacia la máquina.
–Sabes una cosa. –Comenzó Odd mientras sostenía su vaso– Esa novia tuya, Sissi...
La niña presionó un botón y sacó el vaso de plástico, la hizo girar en su vaso y luego tomó un trago.
–Sissi no es mi novia. –Gruñó Ulrich mientras sostenía una lata de refresco. Los dos no parecían prestarle atención esta vez.
–¡Guay! –Odd se alegró cuando arrugó su vaso y lo arrojó a la papelera– Entonces está libre.
Jeremie también caminó hacia la máquina –Hola, Schaeffer. –Le saluda de lado de ella.
–Hola Belpois.
Jeremie sacó una moneda. La conversación terminó tan rápido como comenzó para que los chicos no hubieran insistido en lo que estaban hablando.
–Te digo que es estúpida. –Dijo Ulrich- Además, no te ofendas, pero no eres su tipo.
Jeremie depositó una moneda y presionó el botón 6 cuando la chica comenzó a alejarse.
–Ya, eso me lo dicen mucho, pero...
De repente, un rayo comenzó a encender a Jeremie, le puso los pelos de punta y las gafas se le cayeron y dejó escapar un grito.
–¿Belpois? –Ulrich y Schaeffer gritaron.
Jeremie se derrumbó contra la máquina cuando sus lentes estaban a su lado.
Ulrich y Schaeffer dejaron caer sus bebidas y corrieron hacia el lado del rubio.
–Eh, Belpois, ¿estás bien? –Ulrich preguntó mientras se ponía sus gafas de nuevo.
Jeremie no respondió.
–¡Recibió una electrocución de más de mil volteos! ¡De prisa, hay que llevarlo a la enfermería! –Dijo colocando un brazo del niño sobre sus hombros.
–Nos lo llevamos a la enfermería. –Le dijo Ulrich a Odd– Díselo al profesor.
–Mhm. –Odd se fue corriendo.
Ulrich colocó el otro brazo de Jeremie sobre sus hombros y los dos llevaron al rubio a la enfermería.
Mientras lo ayudaban a alejarse de la máquina, esta comenzó a encenderse al azar, como si fallará e apareció un símbolo extraño en ella.
~
En Lyoko, la albina empieza a despertar tirada en el suelo de su habitación para luego sentir las pulsaciones de XANA.
–Oh, no. XANA se ha despertado.
~
En la enfermería, el brazo de Jeremie tenía un tensiómetro analógico alrededor mientras la enfermera, una mujer de cabello rubio y ojos negros aplicaba más aire.
–No es nada grave. –Dijo la enfermera- Es sólo una descarga eléctrica y unas quemaduras superficiales.
Ulrich estaba de pie junto a la cama con una sonrisa y Aelita cruzó los brazos mientras se apoyaba contra la pared a su lado, pensando en esa repentina descarga eléctrica.
–No tiene nada. Es puro cuento. –Dijo Ulrich en tono burlón.
–Muy gracioso, Stern. –Dijo Jeremie con una sonrisa mientras la enfermera retiraba la banda de su brazo– Pero, muchas gracias a ambos.
Ulrich estaba en la puerta –De nada. Me pasaré a verte después de mi clase de artes marciales. –Cerró la puerta.
–...Espero que te mejores pronto. –Dijo Aelita.
–...Gracias.
~
–¿Cómo estáis? –Un hombre con una venda en la cara y que vestía ropa de gimnasia– Me alegra ver que habéis venido muchos.
Ulrich era el único delante de él, ya que llevaba una camiseta sin mangas y pantalones negros mientras se sentaba en el suelo.
–Calleri Pachar, Sōjutsu, Jujutsu. No, no son platos del restaurante chino del Dragón de Oro. Jajaja.
La chica de antes que tenía el cabello cortó y negro caminaba con algo de ropa gris y con borde rosa camina hacia ellos.
–No te ofendas, Ishiyama. –Se disculpó con Ishiyama.
–No es ninguna ofensa, señor. –Dijo Ishiyama– Y soy japonés.
–Ya, bueno, da igual. –Se frotó el puente de la nariz cuando se sentó– En fin, son técnicas de combate que pueden salvar la vida. Como me paso a mí cuando era un guarda forestal en Canada.
–¿En serio? –Ulrich preguntó– ¿Qué pasó?
–Aquella noche, estaba disfrutando de unas tortitas con sirope junto a la hoguera. –Mientras hablaba, Ulrich entrecerró los ojos hacia Ishiyama– Cuando me atacó un castor salvaje.
Ulrich lo miró divertido.
–Sus dientes afilados se lanzaron sobre mi yugular, pero pude salvarme gracias a mi maestría de la furiosa mano mortal de Leafon-chang.
–¡Jajajaja! –Ulrich e Ishiyama se rieron de su historia.
–¿Qué? ¿Qué tiene de gracioso eso?
–Discúlpenos, señor. –Dijo Ishiyama mientras se reía.
–Hubiera sido mejor que no nos lo contará. –Dijo Ulrich mientras se reía.
–Bien. Bueno. Basta de risa. Poneos en grupos de dos.
Los dos se levantaron y caminaron detrás de él, técnicamente ya agrupados.
Ishiyama se inclinó y los dos se pusieron en posición. Se acercaron e Ishiyama lanzó algunas patadas cuando Ulrich se agachó para esquivarlas y trató de hacerla tropezar con un puñetazo en las piernas. Eso falló cuando Ishiyama dio la vuelta con el impulso y aterrizó de pie con una postura. Ella movió su cabeza moviendo su flequillo que se había puesto en su rostro mientras permanecía en una posición.
–Hm. No está mal. –Dijo Ulrich mientras rebotaba ligeramente– Para un principiante.
–¡Hya! –Ishiyama saltó al aire y le lanzó una fuerte patada en la cara y lo tiró al suelo.
Tan pronto como aterrizó de espaldas, ella lo sujetó por los hombros y él la agarró por los suyos tratando de empujarla. Los dos se miraron el uno al otro.
–No está mal, –Dijo el maestro– pero os queda mucho por aprender. Ya vale por hoy, chicos. Haced el saludo y largaos a dormir.
Ulrich e Ishiyama se pusieron de pie. La chica hizo una reverencia y Ulrich le dio la espalda y se alejó.
Ishiyama lo miró sorprendida por su rudeza, pero luego entrecerró los ojos –Hay que saber aprender a perder.
~
Ulrich acababa de terminar su clase de artes marciales con una chica un año mayor que él. Ahora estaba en su ropa normal mientras caminaba hacia, lo que es más probable, su habitación de residencia.
Él abrió la puerta.
–¡¿Huh!? –Ulrich vio el desastre que era su lado de la habitación, se sorprendió.
Los CD estaban tirados en el suelo, zapatos, libros, papel y mantas.
Su atención pronto fue atraída por un pequeño perro de pelaje gris que se enterrándose en las mantas de su cama.
–¿Pero qué pasa aquí? –Ulrich gritó– ¿De dónde a salido ese chucho?
Odd se sentó en su cama, que era opuesta a la de Ulrich –Ah... Es Kiwi, mi perro. Esta nervioso, nada más. Entendiéndolo. No está acostumbrado a estar encerrado.
–¡Mira esto! –Ulrich exclamó– Mis CD, mi ropa, lo ha destruido todo y... y él... ¡Augh! ¿Has visto lo que ha hecho en mi cama?
Odd se levantó, se acercó y luego se encogió un poco al ver lo que Kiwi había hecho.
–Lo siento, pero no podía sacarlo con tanta gente. No se permiten perros en Kadic.
–¡No me digas! ¡Seguro que al director le va a interesar esto! –Cerró la puerta de golpe.
–No te preocupes, Kiwi.
Kiwi arrancó la almohada.
~
Jeremie estaba en su computadora en su habitación escribiendo lejos.
De repente, la pantalla se apagó.
–¿Hm? ¿Qué es esto? –Comenzó a presionar los botones cuando la pantalla se volvió estática y se volvió negra con un extraño letrero rojo en ella– Ese símbolo me suena de algo.
De repente, un robot que estaba a su lado comenzó a temblar y el mismo signo apareció en la lente antes de atacar a Jeremie.
~
Ulrich estaba caminando por el pasillo y Aelita estaba a punto de cruzarlo.
–¡Aaaah! –Grito Jeremie de dolor mientras estaba conmocionado.
Ulrich y Aelita lo escucharon y giraron cuando Ulrich abrió la puerta de la habitación de Jeremie con Aelita justo tras de él.
Irrumpieron en la habitación. Al principio, miraron hacia la cama antes de notar que los pequeños robots sorprendían a Jeremie.
–¿Belpois? –Aelita gritó.
–¡Aguanta! –Dijo Ulrich.
Los dos se acercaron rápidamente cuando Ulrich lanzó hacia adelante y quitó el robot de la cabeza de Jeremie, mientras la niña trató de quitarle el que tenía su pie.
El de su pierna se movió rápidamente y la sorprendió.
–¡Ah! –Grita y la pateó hacia la pared y Ulrich empujó al otro también hacia la pared.
Ambos robots fueron aplastados y ese extraño símbolo dejó la computadora de Jeremy dando tiempo a los chicos para respirar.
Los tres se quedaron allí confundidos.
–Tus amiguitos son un poco agresivos. –Dijo Ulrich– Deberías reprogramarlos.
Jeremie levantó su silla –Yo no he tenido nada que ver. –Miró a sus robots– Me han atacado de repente.
–¿Estás seguro? –Le cuestionó Schaeffer– Después de todo, tú las construido.
–No entendemos. –Dijo Ulrich– ¿Quieres explicarte?
–No. Olvídalo. –Dijo Jeremie y se volvió.
–Venga, cuenta. A lo mejor, te puedo ayudar. ¿Y si te ataca un secador de pelo y nosotros no estamos cerca?
–¡Stern! –Aelita le regaña.
–Ja, qué gracia. –Dijo sarcástico Jeremie.
Ulrich se sentó en la silla –No me pienso irme hasta que sepa qué pasa.
–Yo igual. A lo mejor, puedo ayudarte en lo que sea que tenga que ver con ordenadores. –Dijo Aelita.
Jeremie se apoyó en el escritorio en silencio.
Ulrich estaba empezando a girar la silla.
–Está bien. –Dijo Jeremie, agarrando la silla y deteniéndolo a media vuelta– ¿Qué tengo puedo perder? Ya estoy hasta el cuello. Será mejor que se los diga. –Se mete las manos en los bolsillos del pantalón– Es una locura. –Miró a los dos y luego comenzó a alejarse y cerró la puerta– Primero, prométanme que guardarán el secreto.
~
Jeremie condujo a Aelita y Ulrich a través de las alcantarillas hasta la fábrica con Jeremie en el medio.
–Ese túnel desde el gimnasio es bestial para ser pellas. –Dijo Ulrich.
–Sí. Y hay otro en el campus. –Dijo Jeremie.
–Eso explica la tapa de la alcantarilla. –Dijo Aelita.
Una vez dentro, había una cuerda colgando allí Jeremie fue el primero en deslizarse hasta el siguiente piso.
Aelita le siguió.
Ulrich no lo siguió tan rápido cuando miró hacia abajo justo cuando la chica aterrizó.
–¿Qué te pasa? ¿Tienes vértigo? –Jeremie preguntó.
–Uh... No. –Dijo Ulrich rápidamente y agarró la cuerda, deslizándose hacia abajo.
–Vamos, Stern. –Dijo Aelita con una pequeña sonrisa.
El trío tomó el elevador hasta la sala de computadoras.
~
–Entonces, ¿este es el megaordenador que has arrancado? –Preguntó Ulrich.
–Uh-huh. –Dijo Jeremie.
–En realidad, se llama un superordenador, es súper potente que una computadora normal y maneja más cosas que de la una normal no podría. –Dijo Schaeffer.
–Mientras lo analizaba, he visto que contiene un universo virtual llamado Lyoko.
–¿Sabes qué, Belpois? –Comenzó Ulrich– La descarga de esta mañana te ha chamuscado el coco. Esto es el centro de control de la fábrica. Nada más.
Jeremie se subió las gafas y comenzó a escribir en el teclado y apareció una pantalla con Mika –¿Ah, sí? ¿Y cómo le llamas a esto, eh? ¿Un programa para pintar puertas?
–Hola, Jeremie. –Dijo Mika.
–¿Quién es la chica del cabello blanco? –Preguntó Ulrich.
–¿Es una IA por de casualidad? –Aelita preguntó teniendo las manos sobre la cadera.
Jeremie asintió –Es Mika, una forma de inteligencia artificial que vive en Lyoko. Aunque todavía no sé qué hace ahí...
–No me tomes el pelo. La has programado tú, ¿no? –Dijo Ulrich.
–No. –Mika negó con la cabeza– Me he despertado cuando Jeremie ha reiniciado el superordenador. No sé quién soy. Me han borrado la memoria.
–Entonces, ¿Mika es tu nombre temporal?
–Sí. –Ella asintió.
–¿Podrías contarnos más sobre ella entonces, Belpois?
–Mika tiene que esconderse en una especie de torre. En cuanto sale, le atacan unos monstruos. –Dijo Jeremie mientras Mika asentía– Tienen que creerme Stern, Schaeffer. ¡Es un descubrimiento increíble!
–Digamos que lo es. –Comenzó Ulrich mientras se alejaba un poco– Y sí... ¿Y si es un videojuego gigante?
–Pues es un juego muy peligroso. –Comenzó a escribir en el teclado– Mis robots solo están programados para coger pelotas, y han intenta matarme, no lo olviden. Ustedes lo han visto.
Ulrich se sentó en la silla.
–Es más, al atacarme, apareció un símbolo en mi ordenador. El mismo que tenían los monstruos en Lyoko.
–Cada vez me gusta más. Quieres decir, que... esa cosa virtual que atacó a Mika, ¿también quiere matarte?
–Pues eso parece.
–¿Sabes, qué? Si eso es verdad Belpois, si es tan peligroso, deberías apagarlo y llamar a la policía. –Dijo Ulrich.
–Está bien, pero primero quiero ayudar a Mika a entender que está haciendo en Lyoko.
–¿Cómo?
–En serio. Y si tengo razón, podemos rematerializarla aquí en la Tierra.
Ulrich giró la silla –Eso ya es demasiado. ¿Puedes hacer eso?
–Ya lo verán, Stern, Schaeffer...
–Bueno, tienes mi ayuda. –Dijo Aelita.
–Espera, ¿crees su historia? –Ulrich preguntó sorprendido.
Ella asintió –Hay suficiente evidencia para demostrar que está diciendo la verdad. Si se tratara de un videojuego como tú dices, ¿por qué está escondido en una fábrica abandonada? ¿Quién creó esto y quién puso a Mika en él? Alguien que no quería que nadie se supiera sobre esto. Además, Belpois no parece el tipo de persona que mentiría sobre algo como esto.
–Gracias, Schaeffer. –Dijo Jeremie.
~
Sissi estaba en su habitación con su ropa arrojada al azar en el suelo y estaba en ropa interior buscando algo que ponerse.
–Este es absolutamente perfecta. –Dijo mientras sostenía un vestido rojo y tenía una máscara verde en la cara– Esta noche, mi querido Ulrich, serás mío.
~
–¿Qué es todo esto? –Preguntó Ulrich.
Estaban en otra habitación con cuatro cilindros grandes y solo uno estaba abierto en este momento.
–Escáneres. –Dijo Jeremie– Todavía no he encontrado un programa que nos traiga a Mika. –Entró– Pero si tengo uno que permite escanear a alguien y mandarlo a Lyoko. De hecho, el superordenador analiza tu estructura molecular en estas cabinas, luego separa tus átomos antes de digitalizarlos y recrear tu encarnación digital en el mundo virtual.
Ulrich se rascó la parte posterior de la cabeza –Traduce eso.
–Encontró una manera de enviar a alguien al mundo virtual, por medio de los escáneres y ser teletransportados a él. –Declaró la pelirosa– ¿Lo suficientemente simple para ti?
Ulrich tocó el escáner –Jeremie, esto no existe todavía. Es imposible.
Jeremie se cruzó de brazos y salió –¿Sigues sin querer creerme?
–Me encantaría, pero la virtualización es pura ciencia ficción.
Jeremie se sentó –¿Por qué no lo probamos? –Se puso de pie– Así lo verás tú mismo. Necesito un conejillo de indias.
–¿Un conejillo de indias? –Ulrich dijo– No hay problema.
~
Odd estaba profundamente dormido y roncando en su cama mientras Kiwi también estaba acurrucado en su cama.
–Eh, tengo una sorpresa para ti, perrito. –Ulrich susurró– Te vamos a virtualizar.
Kiwi jadeó con la lengua afuera.
~
El reloj marcaba las 8:10 y Sissi vestía un vestido rosa que mostraba su escote, las correas debajo de los hombros, el cabello recogido en un moño alto y botas rosas hasta la rodilla.
Ella gimió molesta y sacó su teléfono marcando a alguien.
~
Ulrich estaba a punto de levantar a Kiwi, pero luego sonó su teléfono, probablemente Sissi.
Kiwi comenzó a ladrar, y Ulrich cerró la boca, desafortunadamente, Odd se despertó y lo vio salir corriendo con su perro.
–¡Hey! –Odd gritó corriendo tras él.
~
Sissi se sentó molesta mientras su teléfono sonó esperando una respuesta, pero luego lo cerró y se levantó y salió de su habitación.
Justo cuando estaba a punto de doblar la esquina, Ulrich la pasó con Kiwi. Sin embargo, Odd accidentalmente la derribó al suelo y aterrizó encima de ella.
~
–¡Ey! ¡Ulrich, vuelve! –Odd gritó mientras corrían escaleras abajo de algún lugar y Sissi estaba justo detrás de él.
–¡Espera! –Sissi gritó.
Ulrich siguió corriendo y bajó las escaleras.
~
Odd irrumpió la puerta de la sala de calderas y abrió otra puerta y vio a Ulrich todavía corriendo.
–¿A dónde va? –Sissi preguntó– Seguro que tiene un lío con otra chica.
–Que va. No es una chica. Es Kiwi, mi perro.
–¡Ahh! –Ella casi se cae.
~
Ulrich jadeó bruscamente mientras se apoyaba contra la pared y apretaba el botón del ascensor para bajar. Justo cuando el ascensor bajaba, Odd y Sissi corrieron a verlo.
–¿Por qué se mete con Kiwi a esta fábrica? –Odd preguntó.
–Quién sabe. –Dijo Sissi– A lo mejor, quiere usarlo para un experimento horrible.
–Ves demasiadas pelis de terror.
–Tienes razón. Ha sido una tontería. Seguro que será algún sacrificio ritual o algo de vudú.
–Hmm...
~
Kiwi se sentó en uno de los escáneres, jadeando.
–Buen perrito. –Dijo Ulrich– No te muevas. –Subió al superordenador.
~
Al mismo tiempo, Odd y Sissi estaban usando otra escalera para bajar.
~
Jeremie se sentó en el superordenador con Aelita parada a su lado y Ulrich apareció.
–Todo en orden, Jeremie. –Dijo Ulrich– El chucho está en el escáner.
–A ver, qué tal. –Dijo Jeremie– No va a ser fácil.
~
En la sala de escáner, Odd y Sissi saltaron desde la parte superior del elevador, y la niña tuvo algunas dificultades para aterizar en el suelo.
–Estas cosas parecen ataúdes. –Dijo Odd.
–¡Sí! –Sissi dijo– Será la tumba de un faraón egipcio, ¿no?
~
Ulrich caminó hacia Jeremie.
–¿Estás listo? –Pregunto Aelita.
–Sí. –Jeremie escribe en el teclado- Bueno, todo preparado. Voy a ejecutar el programa.
~
–¡Kiwi! –Odd entra a uno de los escáneres, en el que estaba Kiwi– ¿Estás bien, chico? –Lo recogió.
Jeremie presionó un botón final.
Kiwi saltó de sus brazos.
–¡¿Eh?! –De repente, el escáner se cerró con Odd todavía adentro.
–¡Oh, no! ¡Te van a momificar! –Dijo Sissi.
~
Aelita se volvió confundida al escuchar la voz de Sissi.
–Transmitir, conejillo de indias. –Dijo Jeremie– Escanear, conejillo de indias.
Apareció la imagen de alguien con cola y manos con el pelo de punta.
–¿Eh? Pero espera... Ese perro tiene una forma extraña.
–¡Eso no es un perro! ¡Es Odd Della Robbia!
Odd todavía estaba en el escáner, parecía aterrorizado mientras estaba atrapado dentro.
–¿No puedes detenerlo? –Aelita preguntó preocupada.
Jeremie se agarró la cabeza –¡No sé cómo parar el programa!
–¡Socorro! –El grito de una niña llegó haciendo que los tres miraran.
–Qué tal... –Comentó Ulrich.
Ulrich y Aelita rápidamente corrieron hacia la escalera y bajaron a la sala de los escáneres.
~
Odd se materializó justo por encima del suelo con una cola de gato morada, orejas a juego donde deberían estar las normales y ojos dorados. Su cabello ahora estaba recogido y en una forma más bulbosa. Llevaba una camiseta sin mangas, pantalones y botas de combate que eran de color púrpura con toques de amarillo.
Una vez que se materializó, Odd cayó al suelo boca abajo.
–¡Ay! ¿Qué está pasando? –Odd se puso de rodillas, sacudió la cabeza y miró a su alrededor– ¿En dónde estoy? –Se puso de pie y luego se miró las manos y vio con sorpresa las patas moradas– ¿Eh? ¿Y qué hago disfrazado de gato morado?
–Eh... ¿Odd Della Robbia?... –La voz de Jeremie llamó desde arriba.
–¡Ahh! ¿Quién me llama? –Dijo asustado.
–Soy yo, Jeremie Belpois.
–¡¿ESTO ES UNA BROMA?! –Grita alterado y asustado al aire.
–Eh... No.
~
Ulrich aterrizó en la sala del escáner y Aelita estaba justo detrás de él.
–¿Sissi? –Dijo Ulrich.
–¡Oh! ¡Ulrich! –Sissi dijo, pero luego miró a Aelita– ¿Qué hace esa nerd?
Aelita la fulminó con la mirada –¡Mi nombre es Aelita!
–Ulrich, Aelita, no pasa nada. –Dijo la voz de Jeremie– Odd está sano y salvo en Lyoko.
~
–¿Estoy... en un videojuego...? –Odd preguntó– Parece el decorado de ninja de babilonia 3.
–En realidad, no lo sé. Es un mundo virtual, eso es seguro.
–...Guay.
De repente, Odd recibió un disparo por la espalda y lo sobresaltó.
Allí estaban las mismas criaturas de antes que atacaron a Mika y se dirigían directamente hacia él y cargaron sus ataques.
–Eso no es tan guay. –Odd se frota la espalda.
~
Jeremie estaba tecleando en el teclado.
–Ah, Jeremie, hay unas cucarachas gigantes que me están atacando. ¿Eso es normal?
–Sí. –Dijo Jeremie mientras veía en su pantalla la posición en la que estaban los tres, tanto Odd como los enemigos.
–Ah, entonces no me preocupo.
–Yo no me refería a eso. Tienes que salir de ahí.
~
–¡Ulrich, Aelita! Della Robbia está en peligro. –Sissi se asusta– Necesito tiempo para desvirtualizarlo. Ah... No sé qué hacer.
–Necesita ayuda. –Declaró Ulrico.
Sissi le ve confundida.
–¿Podrías mandarnos a Sissi, Aelita y a mí, a Lyoko?
–Bueno, puedo intentar.
–¡¿Qué?! ¿Mandarnos a dónde, Ulrich?
–A un mundo virtual, donde unos monstruos intentan masacrarte, ¿no querías salir conmigo? Pues ahora puedes.
–No, gracias. –Dijo Sissi– Prefiero el mundo real, el mundo virtual no me va. Además, no puedo faltar al entrenamiento de animadoras mañana. –Se señala a sí misma.
Ulrich la ignoró y entró en el otro escáner que estaba vacío.
–Adiós, gallina. –Ulrich le sonríe burlón.
–¡Jeremie, estamos preparado! –Dijo Aelita.
–¡Muy bien! Voy a iniciar el programa. –Dijo Jeremie.
Los escáneres se cerraron.
–Transmitir, Ulrich.
El viento y la luz se dispararon desde debajo de Ulrich y se volaron un poco el cabello y la ropa.
–Transmitir, Aelita.
Lo mismo le sucedió a ella.
~
–Escanear, Ulrich. Escanear, Aelita. –Dijo Jeremie sin darse cuenta de la chispa de los cables grandes– ¡Virtualización!
~
Odd logró perder esas cucarachas cuando escuchó a Jeremy.
–¡Odd! ¡Aguanta! ¡Ulrich Stern y Aelita Schaeffer, van a echarte una mano!
–Genial. –Odd asintió– Me estaba aburriendo aquí solo.
Arriba, Ulrich y Aelita se digitalizaron en el aire como él.
Los dos aterrizaron.
–¡Ay! –Ulrich y Aelita gimieron.
Los dos fueron cambiados también.
Ulrich lleva un traje de samurái, con la cara de un oni en la espalda y sandalias tabi con una espada al costado y una diadema.
Aelita lleva un traje blanco-verdoso y rosa basado en el atuendo de un elfo, en vez de orejas humanas, tiene orejas de elfo. En su oreja izquierda lleva un pendiente rojo redondo.
Los dos se pusieron de pie y miraron a su alrededor.
Ulrich y Aelita se miraron a sí mismos.
Ulrich notó la vaina en su cintura y sacó la espada y la agitó.
–¡Wow! ¡Esta espada es la bomba! –Ulrich la agita.
Aelita alzo sus manos crea dos esferas rosas de sus palmas y sonrío –Genial.
–¡Eso no vale! –Odd se quejó– ¿Por qué él es un samurai y ella una elfa? Eso mola mucho más.
–No tengo ni idea por qué. A lo mejor el ordenador lee los deseos del subconsciente y los proyecta en la reencarnación digital. –Dice Jeremie en forma de teoría.
–A lo mejor podría ser...
–Yo no sueño con gatos morados gigantes. –Odd se quejó– ¡Es más! Quiero un arma como la de Ulrich o poderes como los de Aelita, no estás garras, –Levanta las patas– que no sirven para nada...
De repente, una flecha salió disparada de la parte posterior de su pata y se dirigió directamente hacia los otros dos.
Ambos mueven la cabeza hacia un lado, evitando la pequeña flecha.
–¡Ten más cuidado! –Ulrich se quejó.
–¡Casi nos matas! –Se quejó Aelita.
–Hm... –Odd bajó la mirada a sus patas– Estas flechas sí que molan. Retiro lo dicho.
~
La puerta del ascensor se abrió y Kiwi salió con Sissi detrás de él Sissi jadeó con los ojos muy abiertos.
–¡Guau!
–Intentad localizar a Mika en la torre. –Dijo Jeremie– Esperad, os voy a dar las coordenadas.
–¿Quién es Mika? –Sissi preguntó, apareciendo de repente a su lado- ¿Qué es este trasto?
–Es... es el servidor del superordenador.
De repente, una pantalla de arriba se volvió negra y apareció el símbolo rojo de antes.
Kiwi comenzó a ladrar a los cables que chispeaban constantemente mientras comenzaban a moverse. De repente explotaron del suelo e incluso lo rompieron.
Sissi gritó cuando los cables chispearon y se agitaron en el aire.
~
Odd, Ulrich estaban caminando juntos por el sector con Aelita un poco detrás.
–¿Quién es esa tal Mika? –Odd preguntó.
–Una chica virtual que vive en Lyoko. –Dijo Ulrich.
–Ah, ¿aquí también hay chicas? Qué bien.
–No tengo ninguna idea, Della Robia. -–Dijo Aelita, notando que no habían tenido noticias de Jeremie.
–Jeremie, nos mandas las coordenadas. ¿O no? –Dijo Ulrich mientras miraba hacia arriba.
~
No sabían que Jeremy estaba tratando de evitar los cables.
–Jeremie, ¿te has dormido, o qué? –La voz de Ulrich llegó.
Jeremie se escondía tras de su silla mientras le disparaban electricidad.
Kiwi ladró a los cables mientras se agitaban y Sissi se escondía en el ascensor.
–Venga, ataca. –Dijo Sissi– ¡Ataca, chucho!
Los cables chispearon peligrosamente y asustaron a Kiwi y se escondió en el elevador.
~
Odd, Ulrich y Aelita seguían esperando una respuesta, desconocidos en la situación que estaba sucediendo.
–¿Eh? Miren. –Odd señaló en alguna parte– Veo una torre. –Ambos le ven verles y ven nuevamente la torre poniendo ambas manos en la cadera- Puede que sea esa.
Miraron y vieron una alta torre blanca con un aura azul a su alrededor.
Corrieron hacia ella y se quedaron afuera.
–¿No hay puerta? –Odd pregunto mientras se apoyaba en él.
Sin saber cómo entrar, entró con un grito.
Comenzó a caer, pero se agarró de una esquina de la plataforma.
Ulrich y Aelita lo siguieron, pero también cayeron y se agarraron a las piernas de Odd justo cuando estaba comenzando a levantarse.
–¡Ahh! No... ¡no puedo aguantar mucho más! ¡Pesan mucho! ¡Tira el sable!
–Eso ni lo sueñes.
El agarre de Odd resbaló –¡AH!
Él intentó levantarlos, pero eran demasiado pesados y comenzó a ser arrastrado con ellos.
Desafortunadamente, su fuerza no fue suficiente y los tres cayeron al pozo sin fondo gritando.
Extrañamente, salieron de la torre, pero el área parecía un terreno de hielo ahora en lugar de un bosque.
Los tres miraron hacia adelante cuando notaron una torre similar de la que salieron, pero la torre tenía un aura roja a su alrededor en lugar de azul.
–Vale, a ver... –Dijo Odd– ¿Dónde estamos? ¿Qué ha pasado con el bosque?
–Y yo que sé.
–Parece que las torres están conectadas entre sí y ahora de seguro debemos estar en otro lugar.
Ulrich notó brevemente una torre roja en la distancia –¿Chicos, mirad esa torre de ahí? Qué raro que no tenga el mismo color.
Todos lo miraron.
–Chicos. No sé por qué, pero tengo un mal presentimiento sobre este extraño silencio...
–¿Y esas criaturas? También son muy raras.
Miraron hacia un lado y vieron tres extrañas criaturas de bloque caminando hacia ellos.
El del medio se detuvo, giró la cabeza y parecía estar cargando.
–Deberíamos pirarnos, ¿no creen? –Los tres ascienden– ¡Vale! –Dijo Ulrich.
Los dos asintieron.
Los láseres comenzaron a dispararles. Los tres comenzaron a huir mientras seguían disparándoles.
~
Sissi se encogió en el ascensor mientras sostenía a Kiwi frente a ella como protección.
Jeremie cayó al suelo con dureza y luego agarró un trozo de metal. Fue elevado al aire por un cable y usó el trozo de metal para protegerse de otro cable que lo golpeó. Sin embargo, debido a que el metal conduce la electricidad, terminó sorprendido.
~
Los tres ahora estaban rodeados por las criaturas.
Se pararon espalda con espalda con sus armas desenfundadas Las orejas de Odd se movió al escuchar el sonido de uno de ellos cargando.
Ulrich reaccionó rápido y bloqueó el disparo con su espada y la hoja se iluminó en azul.
Aelita creó dos esferas rosas y les apunta para tratar de encontrar un punto débil.
Otro cargó pero con azul y le disparó hielo.
Ella rápidamente se agachó evitando el ataque. Luego cargó y disparó a Odd.
Ella rápidamente se colocó detrás de él y lo bloqueó con la hoja de su arco.
–Wow. –Odd dice.
–¿No puedes crear más esferas? ¡Dispárales! –Ulrich le gritó a la pelirosa.
–Nunca antes había disparado una esfera. –Dijo Aelita.
Cuando les dispararon, bloquearon el láser. Odd tenía un escudo morado saliendo de su pata cuando le dispararon.
Ulrich saltó sobre uno de ellos y aterrizó sobre su cabeza y cortó la parte superior tratando de penetrarlo.
Al ver que no hizo nada, saltó hacia atrás y aterrizó de nuevo con los demás.
Uno de ellos disparó y Aelita rápidamente junto las dos esferas y lo bloqueó.
–¿Cómo se matan a estos bichos? –Preguntó Ulrich.
–¡Ojala lo supiera! –Odd dijo.
–¡El punto débil tiene que estar en alguna parte! –Dijo Aelita.
–Oigan, ¿no sabréis cuántos puntos tenemos?
–¡No! –Ulrich bloqueó un tiro.
Un disparo golpeó a Odd y desapareció en píxeles.
–¡Odd! –Los dos dijeron sorprendidos.
Ulrich corrió y saltó, apuñaló su espada en el centro de la criatura y saltó.
Se agitó antes de explotar y las piezas desaparecieron.
–¡Toma! –Ulrich se puso de pie con una sonrisa orgullosa, pero luego recibió un disparo por la espalda y desapareció en pixeles al igual que Odd.
–¡Ulrich! –Aelita gritó.
Rápidamente saltó a un lado evitando un disparo.
Ella fulminó con la mirada al que disparó.
Ella bloqueó otro láser entrante.
–Su punto débil es el símbolo. –Dijo.
Ella saltó alto y rápidamente lanzó una esfera.
Todo fue lento mientras apuntaba y atacaba.
Al mismo tiempo, la criatura le disparó.
Los dos se cruzaron.
La esfera golpeó el centro de la imagen y se agitó antes de explotar como el otro.
El láser la golpeó y se convirtió en pixeles y ella desapareció a centímetros del suelo.
~
Los escáneres se abrieron. Ulrich estaba agachado, Odd se cayó al suelo y Aelita estaba de rodillas apoyada cerca de la entrada.
–Bueno, –Ulrich se frota la parte posterior de la cabeza- al menos estamos vivos.
–Uh... ¿Vivos? –Odd preguntó– Bueno, si tú lo dices. –Tiene su mano sobre su hombro– Pero creo que voy a vomitar.
–Sin embargo, desearía haber encontrado el punto débil antes. –Aelita jadea, recuperando el aire.
–¡AH! ¡SOCORRO! –Sissi grita.
~
Sissi todavía estaba asustada y llorando contra la pared del ascensor.
Jeremie estaba en el aire atado por algunos de los cables y otro estaba al frente con el objetivo de electrocutarlo.
–Uh, oh. –Dijo Odd.
Ulrich y Aelita ya estaban fuera y los tres se sorprendieron por la escena.
–¡Ulrich! –Sissi gritó llorando.
–¡Aguanta, Jeremie! –Ulrich gritó.
Ulrich agarró rápidamente una losa de metal y corrió hacia los cables con un grito de guerra. Él cortó los cables solo para recibir una fuerte descarga, gritando de agonía y envió a Ulrich al suelo.
Luchó por levantarse cuando el alambre chispeó sobre él.
Le disparó a él.
Rápidamente se cubrió la cabeza con el brazo. Entonces, se detuvo justo encima de él.
–A la segunda, va la ventila. –Dijo Odd– Te dije que al final del día no podrías vivir sin mí.
Había recogido la lámina de metal y también golpeó el cable en el mismo lugar y lo cortó.
Los cables comenzaron a caer por el suelo cuando Jeremie fue bajado.
Sissi dejó de encogerse y luego entró, ya que todo estaba tranquilo y los cables estaban flojos en el suelo.
Jeremie encendió el superordenador mientras los demás lo rodeaban.
–¿Mika? ¿Estás ahí? –Jeremie preguntó.
–Sí. –Mika apareció en la pantalla– ¿Vosotros estáis bien?
–Pues... estamos algo tocados. Pero podría haber sido peor.
–No lo sé. Y eso me preocupa. Si esta con esos monstruo...
~
En Lyoko, la torre roja que los demás vieron, todavía era roja.
~
Ya era de día en la Academia Kadic. Todos los estudiantes que vivían en los dormitorios ahora estaban en la cafetería.
Ulrich y Sissi estaban juntos en una mesa.
Ulrich tomó un trago de su bebida y estaba a punto de morder su croissant.
Sissi suspiró con asombro mientras lo miraba, y eso hizo que ya no comiera su pedazo de pan.
–¡Hola, tortolitos! –Odd llamó– ¿Habéis dormido bien?
Los dos lo miraron sorprendidos. El cabello de Odd ya no estaba suelto y ahora estaba en punta como en Lyoko
–¿Y ese peinado que llevas? –Preguntó Ulrich.
–Es el estilo Lyoko. ¿A qué es moderno? ¡Miau! –Dijo sentándose.
–Ugh.
–Buenos días... –Aelita bosteza cansada mientras caminaba hacia la mesa con un taza de café en la mano y su mochila sobre su hombro.
–Parece que alguien no durmió anoche. –Bromeó Odd.
–Estuve lo mejor que pude sobre lo que pasó anoche. –Dijo sentándose a su lado.
Odd comenzó a cavar en su comida, bastante desordenado.
–¿Siempre comes tanto? –Preguntó Ulrich.
–No. Hoy no tengo tanta hambre –Dijo con la boca llena y manchada.
–Me parece que difícil de creer. –Dijo con los ojos cerrados mientras tomaba un sorbo de café– ¿Alguien ha visto a Jeremie?
–Se ha pasado la noche trabajando con lo de Lyoko después de arreglar el ordenador.
–Ese tipo es un auténtico Einstein. –Odd se limpia la boca.
–¿Quién es Einstein? –Sissi preguntó.
~
Mika se encuentra descansando en su habitación y tiene un sueño bastante extraño...
En alguna habitación, unos hombres de negro estaban con una chica peliblanca que sería utilizada si algo saliera mal en el proyecto.
–Lyoko y tú fueron creados originalmente para destruir el proyecto Cartago,...
–...un proyecto militar diseñado para irrumpir comunicaciones enemigas que creó él mismo...
–La región Cartago parece ser la representación tridimensional de ese proyecto. Como deseaba destruirlo, aunque el motivo no esté claro,...
...construyó el superordenador para lograr esta tarea.
Mika sueña eso mientras se mueve inquieta en su cama.
–XANA es un virus múltiple que puede controlar la electricidad e intenta crear un ejército de robots y arañas cibernéticas, esclavizar a toda la humanidad y destruir a sus cinco adversarios principales...
Y para atacar el mundo real, activa torres en Lyoko, permitiéndole crear un fantasma o un espectro polimórfico para poseer algo o alguien y para atacar el mundo real...
–Tú deber es proteger Lyoko a toda costa y encerrar a XANA en tu interior para mantenerlo encerrado...
–¿Por qué yo? ¿Cuál es el objetivo de esa tal XANA...?
–Su objetivo es eliminar a los Guerreros de Lyoko, por ser los únicos que conocen su existencia y se oponen a sus planes junto contigo, la guardiana.
–Eliminar a _____... ...de una vez por todas...
Construir muchas réplicas, así como un ejército de arañas cibernéticas y robots muy poderosos... Tú deber es evitar a toda costa el despertar y el resurgimiento de XANA...
–¡¡NOOO!! –Despierta de un salto y alterada de la cama de ese sueño– Solo fue un sueño... –Abraza sus rodillas y esconde la mirada entre ellas– Solo fue una pesadilla... –Se echa a llorar por lo que soñó.
~
Mientras Mika investiga ese extraño sueño, Jeremie estaba en su habitación y en la pantalla de su computadora estaba Mika, ya que de alguna manera logró conectar su computadora con la de la fábrica.
–Por desgracia, tú no eres como Odd, Ulrich y Aelita. No puedo desvirtualizarte cuando pierdes todos tus puntos. –Le explicó Jeremie.
–Qué pena. Al menos ahora ya sé cómo cambiar de sector. –Dijo Mika.
–Sí, y también he descubierto para qué son las torres. Son portales entre el mundo real y el mundo virtual. Y cuando están rojas, es que están activadas.
–¿Estás seguro?
–Casi. Y podrían ser la forma de materializarte en la Tierra. Increíble, ¿eh? Qué ganas tengo contárselo a los demás.
~
En el, ahora nombre, sector de hielo, golpes extraños estaban en el suelo y se dirigen directamente a la torre activada.
~
–¿Quieres que volvamos a Lyoko, para que metamos a Mika en una torre roja? –Pregunta Ulrich.
Sissi, Ulrich, Aelita y Odd están sentados en un banco frente a Jeremie.
–Estoy seguro que es la única forma de traerla al mundo real. Es una pasada, ¿eh?
–Dirás que es un peligro. Anoche podríamos haber desaparecidos para siempre.
–Tiene razón. Es mejor que apaguemos el superordenador. Lo siento por Mika, pero ni siquiera es humana.
–Pero sigue siendo un ser inteligente. Tiene sentimiento como nosotros.
–Pero aun así no deja de ser artificial.
–Venga, no seáis así. –Insistió Jeremie– Solo os pido que vayáis una última vez.
–No podemos ni escapar de los monstruos. Seguro que nos eliminan a la primera. –Dijo Odd.
–Si al menos fuéramos cuatro, pero a Sissi le da miedo. –Ulrich le señala.
–¡¿Qué?! De eso nada. Yo quiero ir con vosotros a Lyoko, cuando acabe el entrenamiento de animadoras.
–Gracias, Sissi. –Jeremie y Aelita le sonríen– Este es el plan: en cuanto materialice a Mika en el mundo real, os doy mi promesa de que apagaré el superordenador. Mientras tanto tenéis que guardar el secreto.
–Lo prometo.
–Lo juro. –Los tres alzan la mano, en forma de promesa.
Ulrich se volvió hacia Sissi.
–Lo juro. –Dijo ella y se inclinó cerca de él– Estoy deseando que pinta tengo en Lyoko.
-Yo también. -Dijo Odd- Con un poco de suerte, no será que tenga las pintas más ridículas.
Ulrich saltó del banco y comenzó a alejarse.
–Ulrich, ¿a dónde vas? –Sissi preguntó– ¿No vienes a ver mi número de animadora?
–No, tengo importante que hacer. –Dijo sin volverse.
–Hmph.
~
Ulrich abrió la puerta del gimnasio.
–¿Buscas otra paliza? –Ishiyama preguntó con una sonrisa arrogante mientras se apoyaba en la pared junto a la entrada.
–No me gusta dejar las cosas a medias. –Dijo Ulrich con una pequeña sonrisa mientras cerraba la puerta.
–Muy bien. –Caminó hacia la mitad del gimnasio– Me gustan los retos.
–Pues ya tienes uno. –Le siguió.
Se pararon uno frente al otro como lo hicieron anoche. Se inclinaron el uno al otro y dieron vueltas en posiciones.
–¡Hyah! –Ulrich se lanzó rápidamente hacia ella para darle un golpe.
Ishiyama retrocedió evitando el golpe y comenzó a bloquear los golpes que intentó en la tierra.
~
En el sector del hielo, la torre todavía estaba activada.
En otra torre que era azul, en el sector del bosque estaba Mika y ella abrió los ojos de la mediación, sintiendo algo en ella.
–Es... –Mika se encontraba sentada en la plataforma, por estar investigando acerca de ese sueño que tuvo la otra noche.
–Sí, no cabe duda. Es ÉL... –Sale de la torre e investiga de dónde viene la torre activada.
~
Sissi salió de su habitación con su atuendo de porrista y un bastón en la mano.
–Uno, dos, tres, cuatro. –Cantaba mientras caminaba por el pasillo– ¡Se van a quedar de piedra!
Pasó junto a un enchufe que chispeaba como loco y salió un orbe eléctrico.
~
–¿Jeremie? ¿Aelita? –Mika llamó mientras se levantaba Jeremie– ¿Pueden oírme? ¿Jeremie? ¿Aelita?
Estaba completamente sola, ya que Jeremie y Aelita no la oyeron en absoluto.
~
–Al principio, pensé que Sissi me parecía una monada, –Comenzó Odd mientras caminaba junto con Jeremie y Aelita– pero cuanto más la conozco, más veo que es una... ¿Cómo decirlo sin ofenderla?
–¿Una pava? –Jeremie dijo.
–Exacto. Pensé lo mismo con Aelita. Parece una auténtica monada. Ahora que la conozco mejor, es una chica versión femenina de ti, Einstein.
~
–Una animadora anima sin parar. –Animó Sissi mientras giraba su bastón– ¡Llevamos faldas cortas y botas para marchar! Somos guapas hasta reventar, somos un bombón, que Kadic gané es nuestra misión.
Todos las miraron con expresiones inexpresivas mientras Jim le miraba severamente.
–¡Kadic! –Ella lanzó su bastón al aire. Sin embargo, fue un poco demasiado alto.
Luego aterrizó con dureza en la cabeza de Jim, lo que le hizo llorar un poco de dolor.
Sissi se río nerviosamente cuando dos niños, llamados Herb y Nicolas, fueron los únicos que aplaudieron.
–Lo siento, Sissi. –Dijo Jim– Ser animadora no consiste tirar un boomerang como un mandril.
Sissi lo fulminó con la mirada.
~
Mika caminó hacia la entrada y miró hacia arriba, contemplando si debía salir de la torre o no.
Apretó el puño y colocó su mano en la pared de la torre, dejando que la sacaran de la torre.
Mika salió y se encontró con el sector del bosque.
Mika miró hacia adelante y como ella todavía no sabía cómo utilizar sus alas, comenzó a correr.
~
Ulrich e Ishiyama jadearon, porque parecían haberse tomado un descanso de su lucha.
–¿Llevas mucho tiempo entrenando? –Preguntó Ulrich.
–Sí. –Dijo Ishiyama– Mis padres creen que soy una rara.
–Yo no. Por cierto, me llamó Ulrich. Tú, tú eres... Uh, ¿Yuri, no?
Ella no lo tomó con amabilidad y le dio una patada en las piernas, que cayó bruscamente sobre su espalda y se paró sobre él con una sonrisa.
–Se dice Yumi.
~
En Lyoko, un sector de montaña, Mika salió de una torre y miró a su alrededor.
Luego se fue corriendo. Se detuvo en el borde mirando a su alrededor, pero luego se quedó sin aliento, ya que casi fue disparada por un láser. Corrió y se escondió detrás de una roca mientras los rayos láser le disparaban.
Otra pequeña criatura cucaracha de antes, le estaba disparando.
~
–Traerme a la chica... –Dijo una extraña y espeluznante voz, mientras observaba lo que pasaba en Lyoko a través de un enorme espejo de cuerpo que se encontraba delante de él, en medio de la oscura sala.
En medio de esa oscura habitación, se encontraba una figura maligna, quién es el que operaba a las extrañas criaturas de Lyoko e iba tras de Mika.
–No me importa si muere, solo me importa su memoria para ser libre. ¡Traerme a...! –Exigió golpeando la mano de la silla con su puño mientras le daba órdenes a sus subordinados.
~
–Un mandril, ¿eh? –Sissi se quejó mientras caminaba por el pasillo con Herb y Nicolas siguiéndola– ¿Y por qué no un marcato de cola roja ya puestos?
Abrió la puerta y luego se volvió hacia los chicos a su lado.
–Oigan, pardillos. ¿Es qué pensáis seguirme todo el día?
–Eh, sí. –Dijo Nicolas.
–Somos tus mayores admiradores. –Dijo Herb– Hasta tenemos un club de fans llamado 'Los Amigos de Sissi'.
–¿Oh? –Sissi dijo impresionada– ¿Y cuántos fans hay en ese club?
–Pues nosotros dos...
–Ya. Pues volver a verme, cuando seáis al menos 50. Mientras tanto, como no me dejéis en paz... le diré a mi padre que se habéis colado a mi cuarto. ¡Hmph! –Cerró la puerta de golpe.
–Es todavía más guapa cuando se enoja, ¿verdad? –Dijo Herb.
Sissi abrió su armario y sacó dos camisas.
Curiosamente, una chispa pasó a través del alambre de metal.
–¿Eh?
Pasó más electricidad y salió la bola de electricidad haciéndola gritar.
Herb y Nicolas estaban a punto de abandonar el pasillo cuando la oyeron gritar.
Corrieron y abrieron la puerta, y se sorprendieron al ver a Sissi en el suelo y el orbe de electricidad en la habitación que la había conmocionado tanto física como mentalmente, pero luego implosionó y desapareció.
Sissi permanencia desmayada, con la percha que sostenía todavía chispeando un poco de la electricidad que conducía y los dos niños se quedaron en la puerta preocupados.
~
Aelita, Jeremie y Odd estaban juntos en la biblioteca y parecían estar solos esta vez.
Odd estaba trabajando en algunos deberes mientras Jeremie se sentaba a su lado usando su computadora portátil, ahora conectada a la supercomputadora, para acceder a una mecánica bastante interesante.
–Aja. –Dijo Jeremie mientras colocaba una mano sobre el hombro de Odd– Bingo.
–¿Lograste encontrar algo interesante en la búsqueda de la materialización de Mika? –Dijo Aelita interesa en la materialización de Mika.
–Así es.
–A ver. ¿Qué encontraste? –Dijo emocionada.
–Hace un par de días, encontré un programa en el superordenador llamado 'Vuelta al Pasado' y acabo de averiguar cómo se activa. –Luego notó que a Odd no le interesaba y volvió a su computadora portátil.
–Eso es genial, Einstein. –Dijo Odd– Pero, ¿me ayudan con mi trabajo de electroquímica?
–Odd, ¿piensas llamarme Einstein para siempre?
–Eh, ¿no te gusta? Oigan, ¿qué pasa con mi trabajo?
–Porque no dices que... La electroquímica es una ciencia que trata de la relación entre la electricidad y la química. –Notó que Odd estaba escribiendo todo lo que dijo.
–También puedes decir, que la electroquímica estudia sistemas polares opuestos que se compone en sus extremos de materiales conductivo.
–Pero, ¿entonces sólo tengo que decir eso?
–Pues no, claro que no. Tienes que poner ejemplos.
–...He visto a Sissi. Jim la llevaba a la enfermería. -Dijo un estudiante a su amigo cuando pasaron detrás de ellos.
–¿Qué ha hecho, le ha dado un tirón en el cerebro sumando dos más dos? –Se burló el otro estudiante.
–No, tío. Se ha electrocutado.
Los tres se miraron, pareciendo saber lo que había sucedido.
~
Mika todavía se escondía tras de la roca.
–Jeremie, Lita... ¿Están ahí? Contestarme.
Luego vio una forma en la que podría ir.
Mika alzó suelo pero cae al suelo y da una vuelta de carro, y corre de nuevo con la criatura disparando a sus talones y corriendo tras ella.
Se detuvo y otra criatura se acercó a ella.
Miró tras de ella y vio al otro también allí y estaba rodeada.
Corrió hacia el borde y miró hacia abajo, viendo el área debajo empañada.
Mika tomó aliento y saltó dando un salto de fe.
Las criaturas saltaron tras ella.
Afortunadamente, la tierra también estaba debajo. Ella aterrizó bruscamente y se agachó sobre una rodilla. Miró a su alrededor y vio que una de las criaturas seguía cayendo y desafortunadamente no golpeaba la tierra. El otro rebotó frente a ella y luego cayó de la misma manera que el otro y ambos encontraron su desaparición.
Se levantó, miró y vio a dos criaturas parecidas a avispas con el mismo símbolo en la frente volando tras de ella.
Se quitó y las avispas fueron tras ella.
~
Yumi esquivó un ataque de Ulrich y luego lo bloqueó.
Ulrich le lanza una patada voladora, pero ella lo esquivó. Luego se puso en una posición.
Ninguno de los dos notó la chispa del interruptor de la luz y luego la luz de la entrada parpadeo.
Ulrich trató de dejar de patearla, pero Yumi lo atrapó y comenzó a empujarlo hacia atrás, haciendo que se recuperara en una pierna. Él reaccionó rápido y la agarró por los hombros y tiró de ella hacia abajo.
Los dos rodaron un poco y luego la inmovilizó en el suelo con él arriba.
Los dos notaron lo cerca que estaban y se sonrojaron al verlo.
Ulrich se bajó de ella y se tumbó en el suelo junto a ella.
Los dos permanecieron en silencio por un tiempo mientras recuperaban el aliento.
–¿Lo dejamos en empate? –Yumi preguntó mientras se levantaba del suelo.
–Vale. –Dijo sentándose– Además, yo me voy. Mis amigos se estarán preguntando dónde estoy. Y los tuyos también.
–Yo no tengo amigos.
De repente, la luz comenzó a brillar y parpadear salvajemente.
–Wow. ¿Qué es esa cosa?
El orbe de la electricidad comenzó a salir provocando electricidad y llegó a ser más grande que antes.
–¡No hay tiempo para explicártelo! ¡Venga, tenemos que salir de aquí! ¡Rápido! –Él la agarró de la muñeca y salieron corriendo.
~
El director Delmas, también el padre de Sissi, abrió la puerta y corrió por el pasillo hacia Nicolas y Herb sentados afuera de la enfermería.
–Tú eres el que ha traído a Elizabeth aquí. ¿Qué ha pasado? –Les preguntó.
–Estaba en su habitación y la ha atacado un monstruo eléctrico que ha salido de la percha. –Explicó Nicolas.
–¡Te estoy hablando en serio, Poliakoff! Tú si que te vas a llevar una descarga.
Justo tras de la puerta estaban los dos rubios y la pelirosa que habían escuchado y habían fruncido el ceño al saber lo que sucedía.
~
Ulrich y Yumi corrieron por la puerta y Ulrich cerró la puerta tras de ellos cuando estaban en la sala de calderas.
–Esa cosa eléctrica parecía viva. –Dijo Yumi- ¿Qué está pasando?
Ulrich sacó su teléfono –¿Sí, Jeremie?
~
Jeremie, Odd y Aelita corrían por el bosque.
–¿Ulrich? ¡Bien! ¡Te necesito! –Jeremie dijo– A Sissi la ha electrocutado una especie de gigante...
–¿Cosa eléctrica?
–¿Eh? ¡Si! ¿Cómo lo supiste?
–Porque lo mismo me ha atacado en el gimnasio. Esto se pone cada vez más peligroso. Y todo por tu superordenador.
–Más razón para materializar a Mika enseguida. Tenemos que ir a Lyoko y llevarla a la torre roja. Si funciona, podemos apagar el ordenador esta noche. –Se detuvieron junto a la boca del bosque.
Aelita rápidamente abrió la tapa.
–Nos veremos en las alcantarillas. –Colgó.
~
Ulrich colgó y guardó su teléfono.
–Lo siento, Yumi, pero me tengo que ir. –Comenzó a alejarse.
–Espera. Parece que sabes lo que pasa aquí. ¿Qué era cosa eléctrica que nos atacó? ¿Y qué es ese superordenador del que hablas?
–Mira, no tengo tiempo para explicártelo.
–Vale. –Ella lo siguió y lo detuvo por el hombro– ¿Y tienes tiempo para el tercer asalto?
–Eres más cabezota que una mula.
–Así es. Y como no tengo amigos, tengo mucho tiempo.
–Aw, está bien. Te lo explicó por el camino.
~
Ulrich y Yumi saltaron sobre una tubería en la alcantarilla.
Se podría escuchar correr y eran los otros tres adolescentes. Se encontraron con Ulrich y una chica alta. La chica tiene el cabello negro hasta los hombros, ojos a juego y tez pálida. Llevaba pantalones negros, botas y una camisa de manga larga que dejaba ver su vientre.
–¿Eh? ¿Quién es esta chica? –Jeremie pidió.
–Es Yumi. Ha visto el ataque y sabe luchar. Así que he pensando...
–Vale, da igual. –Dijo Jeremie– Ahora tenemos que ir a la fábrica. ¡Vamos!
Los adolescentes, que saben lo que está pasando, se dirigieron a la fábrica.
Yumi se quedó en el lugar confundida, pero luego los siguió.
~
En Lyoko, Mika estaba escondida en una especie de cueva mientras miraba a su alrededor en busca de signos de avispas.
Salieron tras de Mika en la cueva, Mika salió corriendo y comenzaron a dispararle.
Uno de los láseres golpeó su brazo izquierdo y se encendió. Mika siguió corriendo y no se detuvo cuando le dispararon en los talones.
Vio la torre más adelante y corrió hacia ella cuando los láseres golpearon la entrada y no penetraron dentro.
Se detuvo en el centro de la torre y se detuvo cerca del borde. Mika cerró los ojos y se dejó caer.
Salió de la torre en el sector del hielo.
Dos criaturas de caja vinieron detrás y se pararon a cada lado de ella.
Los vio y salió corriendo una vez más con ellos disparándole.
~
Jeremie abrió la puerta por encima de la boca de inspección y salió con los demás tras de él y corrió hacia la fábrica.
Todos saltaron a una cuerda y se deslizaron hacia abajo cuando Ulrich y Yumi se quedaron atrás.
–¿Es que te asusta? –Se burló Yumi y se deslizó por la cuerda.
Ulrich la fulminó con la mirada y luego tiró de otra cuerda.
Desconocidos para ellos, el orbe de electricidad bajaba por las alcantarillas.
La puerta del ascensor se abrió con los cinco adolescentes adentro.
–¿Y quién es esa Mika? –Pregunta Yumi.
Jeremie entró en la habitación –La vas a conocer enseguida. Ir directamente a los escáneres y preparaos para la gran zabullida.
–¿Zabullida? –Yumi preguntó– Pero si no tengo traje de baño.
–Tranquila, no lo necesitas. –Dijo Odd.
Jeremie se sentó frente a la computadora y escribió en el tecleado –¿Mika? ¿Puedes oírme? ¿Mika?
~
En Lyoko, Mika seguía corriendo con las criaturas de la caja todavía siguiéndole.
–¡Jeremie! ¡Me... Me persiguen unos monstruos! –Mika dijo.
–¿Por qué has salido de la torre? ¿Estás loca? –Pregunto Jeremie.
–He oído unas pulsaciones... Y quería ver qué eran...
–Vale. Te envió refuerzos. –Jeremie miró la pantalla– Por ahora intenta esconderte donde puedas.
Mika corrió y vio una cascada por delante. Corrió y había una cueva detrás de Mika y entró. Mika saltó sobre los trozos de hielo que estaban en el agua allí y había un gran agujero frente a ella que conducía a algún lugar.
Se detuvo y retrocedió lentamente cuando vio que los monstruos seguían persiguiéndola.
Uno saltó sobre un trozo de hielo, pero cuando trató de equilibrarse, cayó al agua y se hundió.
El otro miró e intentó ver otra forma de cruzar.
~
Yumi se paró en medio de la sala del escáner y miró a su alrededor.
–Todo esto es pura fuerza ficción. –Yumi declaró después de escucharlo.
–Ah... Sí. –Dijo Ulrich– Solo que es real.
Ella entrecerró los ojos hacia él.
~
–¿Estáis preparaos? –Jeremie preguntó mientras tenía un bloc de notas con algo escrito en el teclado– Voy a ejecutar el programa.
~
Abajo, Odd y Aelita estaban en los escáneres.
–Transmitir Odd, transmitir Aelita. –Los dos escáneres se cerraron– Transmitir Ulrich. –La puerta del escáner se cerró.
–¿Es que te asusta? –Se burló Ulrich de Yumi con una sonrisa arrogante cuando la puerta del escáner se cerró.
–¡Esperar! ¡Yo también voy! –Yumi dijo.
Uno de los escáneres se abrió y Yumi entró corriendo.
–¡Vale! –Dijo Jeremie– Transmitir Yumi... Escanear Yumi... Escanear Odd... Escanear Ulrich... Escanear Aelita... ¡Virtualización! –Jeremie teclea la tecla enter y ellos cuatro son virtualizados a Lyoko.
~
En Lyoko, los cuatro comenzaron a digitalizar en el aire.
Odd, Aelita y Ulrich se materializaron y habían aprendido de la última vez que les permitía aterrizar de manera segura.
–Qué mal, sigo siendo un gato morado. –Dijo Odd.
Se volvieron detrás de sí y escucharon a Yumi gemir de dolor cuando aterrizó bruscamente.
Yumi al ser nueva, había terminó cayendo sobre su trasero como lo habían hecho ellos. Hablando de Yumi, ahora vestía un tipo de traje de geisha con el pelo recogido en un moño y con maquillaje blanco con colorete en las mejillas.
Ella se levantó y miró a su alrededor.
–Wow... Ese traje japonés no está nada mal. –Elogió Odd.
Yumi se miró a sí misma por todas partes, viendo lo que quería decir.
–¡No vale! Yo soy el único que parece un payaso en Lyoko. –Se quejó Odd.
Yumi miro a su alrededor –Ah... ¿Podéis decirme dónde estamos?
–En un mundo virtual. –Dijo Ulrich– Tranquila, ya te acostumbrarás.
–Daos prisa. –Dijo Jeremie– Mika os necesita. Está en peligro.
–Bueno. ¡Vamos allá! –Dijo Odd.
Los tres experimentados salieron corriendo.
Yumi se quedó en su lugar mientras los veía correr y luego corría tras ellos.
~
Sissi abrió los ojos y parpadeó un par de veces tratando de enderezar su visión borrosa.
La enfermera, su padre y Jim la rodearon. Su padre sostenía su mano con expresión preocupada.
–Mi cabeza... –Murmuró– ¿Qué ha pasado?
–Te pondrás bien, querida. Has debido electrocutarte con tu secador. –Dijo su padre.
–Electrocu... Oh no. –Se sentó– ¡No he sido yo, ha sido el súper-no-se-qué de Jeremie en la fábrica! ¿Dónde está Ulrich?
–No lo sé, querida. Por favor, mantén la calma.
–¡No! –Ella se sentó en el borde– ¡Ulrich está en peligro! Igual que Odd, Jeremie y Aelita. ¡Un monstruo eléctrico anda suelto, hay que encontrarlos!
Delmas puso una mano sobre su hombro –Cálmate. –La empujó sobre la cama.
–Claro que sí, y un osito de peluche gigante. –Se burló Jim.
–¡Papá, no estoy loca! –Sissi insistió en sentarse de nuevo– Jeremie Belpois ha encontrado un ordenador gigante en la fábrica abandonada. ¡Lo usan para entrar a un mundo donde unos monstruos disparan rayos!
~
El orbe de electricidad subió por la escalera de la alcantarilla.
~
En Lyoko, Mika todavía estaba donde estaba antes y retrocedió un poco más.
La criatura caja ahora tenía dos criaturas pequeñas a su lado.
La caja comenzó a cargar y disparó al trozo de hielo en el que estaba parada.
Mika cayó sobre su trasero mientras el trozo de hielo se movía. Las pequeñas criaturas saltaron sobre los trozos de hielo detrás de ella con bastante rapidez y ambos aterrizaron en un pedazo que se movió hacia el suyo.
Mika saltó al gran agujero en la pared y se deslizó hacia abajo como si fuera un tobogán.
Las pequeñas criaturas se miraron y parecían que una de ellas decía que estaba entrando.
Uno saltó sobre el trozo de hielo y aterrizó en el borde. El otro también saltó y lo catapultó al agujero, desafortunadamente, luego se hundió en el agua.
Mika se deslizó y cayó por el aire con la otra criatura detrás de ella. Aterrizó bruscamente en el suelo y se estrelló contra la pared de hielo que estaba allí.
La otra criatura salió girando y se estrelló con fuerza contra la pared de hielo y luego explotó.
Entonces, cuatro criaturas de caja salieron y la rodearon mientras se levantaba.
–Jeremie. –Llamó.
–¡Hya! –Ulrich gritó, apuñalando uno en el logo.
Aelita lanzó un esfera y atravesó el logo de otro.
Odd aterrizó cerca de Jesse cuando Ulrich y Aelita lucharon contra los láseres que les disparaban.
–Hola. ¿Eres Mika? –Odd le preguntó, mientras ella retrocedía un poco– Yo soy Odd. Tengo que admitir que eres una verdadera chica. –Le guiñó un ojo.
Ulrich aterrizó frente a él con la espalda hacia él y echó el brazo hacia atrás mientras levantaba su espada y bloquea un láser.
–No hay tiempo para ligar. Tenemos trabajo. –Vuelve a tener la vista al frente.
–Es verdad.
Yumi se miró a sí misma –¡Ey, yo no tengo armas! –Miró su espalda, y luego algo se deslizó de su faja amarilla y la sacó. Lo abrió y era un abanico rosa con diseños de flores de cerezo– ¿Un abanico? –Ve el abanico confusa, sin saber qué hacer con él.
–Prueba lanzarlo, ¿quién sabe? –Dijo Odd.
–¡HYAH! –Yumi lo arrojó y dio vueltas en círculos cortando el símbolo de la criatura restante y luego volviendo a ella.
–No está mal. –Dijo Ulrich.
–Me lo quedo. –Yumi atrapa su abanico y lo ponía detrás de ella mientras caminaba hacia ellos.
–Buen trabajo. –Dijo Jeremie– Ahora llevar a Mika a la torre roja para que pueda materializarla.
~
El señor Delmas, Jim y Sissi estaban en el bosque y la niña tiraba de la tapa de la alcantarilla.
–Vamos, Sissi. –Dijo Delmas– Esto es ridículo. ¡No vamos a entrar a las alcantarillas!
–Vale. ¡Dile eso a la policía cuando encuentres a Belpois y los demás carbonizados! –Espetó Sissi.
Los dos hombres se miraron atónitos.
~
Una pantalla se abrió en la pantalla de Jeremie y vio el orbe de luz en la fábrica.
–Eh, Odd. Creo que tengo un buen ejemplo para tu trabajo de electroquímica.
–¿Ah, sí? ¿Y cuál es? –Odd pregunto.
~
–Un buen monstruo eléctrico.
Todos corrieron hacia la torre roja.
–¿Dónde estáis? –Preguntó Jeremie.
–Estamos llegando a la torre. –Dijo Ulrich.
–Daos prisa. Esto empieza a ponerse feo.
~
La pantalla de Jeremie comenzó a emitir un pitido como alerta y el mapa se movió a la torre mostrando dos enemigos.
–Cuidado, hay más monstruos junto a la torre.
–Posiblemente sean los guardianes de la torre. Parece que no quiere que nos acerquemos o entremos a la torre a toda costa. –Dijo Mika.
~
Sissi, el Sr. Delmas y Jim corrieron a la fábrica al salir de la alcantarilla.
Se pararon arriba mientras miraban hacia la fábrica.
~
Todos corrían hacia la torre y más adelante aparecieron dos grandes monstruos rojos, y eran muy probablemente los enemigos de los que Jeremie les advirtió.
Todos disminuyeron la velocidad hasta detenerse con Odd y Aelita de pie delante.
–¿¡Cangrejos!? –Dijo Odd– ¿Quién quiere un poco de salsa? –Se toca el estómago mientras estos se acercan a ellos cuando comenzaron a correr y los chicos se separaron.
Odd giró en una de las paredes de hielo y luego disparó a un monstruo que apareció.
Ulrich hizo lo mismo y corrió hacia el otro.
~
Jeremie todavía estaba escribiendo en el teclado de la computadora, pero luego el orbe de electricidad comenzó a chispear sobre él y hubo una gran esfera de electricidad.
La cosa parecía haber puesto sus ojos en Jeremie.
~
Ulrich estaba corriendo mientras el monstruo lo perseguía y comenzó a disparar.
Se volvió y bloqueó uno que podría haberlo golpeado.
Se detuvo, pero luego cargó contra él y comenzó a correr una vez más.
Aelita estaba un poco lejos, creó una esfera y se concentró en el símbolo en la cabeza del monstruo detrás de Ulrich.
Ella lanza la esfera y esta rebotó en el caparazón.
–Grrr... –Gruñó antes de levantarse y apenas esquivar un láser.
Odd estaba trepando por la pared de hielo cuando el monstruo le disparó.
–¡Venga! ¡Lárgate, cangrejito! ¡Qué va a subir la marea!
Yumi corrió y arrojó su abanico mientras lo cortaba.
–Aw, no solo son feos, son duros. –Dijo Odd al ver que el cangrejo esquivaba sus flechas– ¡Ah!
Odd recibió un disparo y desapareció en pixeles.
El monstruo puso su vista en Yumi ahora y la persiguió.
Yumi pasó corriendo la gran pared de hielo que Mika estaba escondida detrás con el monstruo tras de ella.
–Jeremie... –Mika dijo.
~
De vuelta en la fábrica, Jeremie estaba en el aire siendo electrocutado por el orbe y luego arrojado a una pared y cayó con electricidad todavía en su cuerpo.
Sus gafas se habían caído mientras las buscaba.
–Odd se ha desvirtualizado. –Dijo la voz de Mika– ¿Jeremie?
El orbe estaba en el núcleo del superordenador y Jeremie gritó cuando el orbe se estaba volviendo más poderoso.
~
Ulrich y Yumi corrieron al lado ahora con los monstruos tras de ellos.
–¿Lo intentamos? –Preguntó Ulrich. Yumi asciende y ponen su plan en acción.
–Uh-huh. –Dijo Yumi.
Ulrich aceleró y se separó. Yumi se deslizó en el suelo y puso los pies juntos.
Ulrich saltó y Yumi lo empujó por sus pies con los de ella, lanzándolo al aire.
Aterrizó encima de uno de los monstruos y lo apuñaló en el logotipo.
–¡En el blanco!
Luego saltó y el monstruo explotó. Aterrizó detrás de Yumi.
Yumi se volteó cuando lanzó su abanico al aire y luego lo lanzó cuando lo atrapó de nuevo.
El ventilador rebotó y luego le disparó.
El láser golpeó su pierna y ella cayó de costado.
–¡Yumi! –Ulrich dijo preocupado y corrió hacia el monstruo.
Saltó sobre una de sus patas y lo arrojó lejos.
Aterrizó bruscamente frente a Mika y comenzó a desvirtualizarse.
–Ulrich...
–¡Mika, ve a la torre roja! –Luego se desvirtualizó.
Mika asintió y estaba a punto de correr, pero el monstruo bloqueó su camino.
–¡Mantente alejado de ella! –Aelita saltó sobre el monstruo y le lanzó una esfera en el símbolo– ¡Ve! –Le dijo a Mika.
Mika se agacha, junta sus manos y alza la cabeza mientras cierra los ojos y crea una barrera, delante del monstruo y, Yumi y Aelita van hacia ella.
–¿Has hecho está barrera? –La japonesa apunta la barrera que hizo la albina.
–Sí, eso creo.
El cangrejo comenzó a disparar, por lo que Aelita empujó a Mika en la otra dirección –Corre a la torre.
–Vale. –Mika asciende y se va a la torre, dejándolas atrás junto con el cangrejo.
El cangrejo seguía disparando y eventualmente rompe la pared.
–Jeremie, tranquilo. –Dijo Yumi– Mika está— ¡Ah!
El cangrejo vuelve a cargar y les lanza un rayo, desmaterializando a Yumi y Aelita.
~
Las puertas del ascensor se abrieron y allí estaban los dos hombres adultos y la adolescente.
Todos se sorprendieron al ver el orbe y el ordenador.
–¿Qué es todo esto? –Jim preguntó.
–¡Ahhh! –Sissi gritó.
Jim corrió hacia Jeremie, que esta en el piso –Ya verás cuando te...
El orbe de electricidad comenzó a electrocutarlo antes de acercarse a Jeremie.
~
Mientras en Lyoko, la hada llega a la torre siendo perseguida por el último cangrejo.
Mika corre hacia la torre roja y en eso ve que sus alas se mueven por sí solas.
–Hmm... –Ve sus alas moverse.
Luego de ver sus alas, empieza a moverlas, levita para luego volar haciendo varias piruetas en el aire, divirtiéndose por descubrir cómo funcionan sus alas.
Vuela dentro de la torre y luego apareció una pantalla frente a ella y la hizo saltar sobresaltada.
Miró a su alrededor para ver si algo lo hizo aparecer, pero luego se acercó y presionó su mano sobre él.
–Liliana. –Dijo con una sonrisa.
La palabra "Code" apareció en la pantalla.
Debajo apareció "Lyoko".
CODE
LYOKO
–Torre desactivada. –Dijo.
~
Jim cayó de ser electrocutado y el orbe explotó y desapareció.
–¿¡Qué está pasando!? –El Sr. Delmas preguntó– ¿Qué eran esas luces?
Ulrich salió de la escotilla y metió las manos en los bolsillos y se sorprendió –¡Sissi!
–¡Ulrich! –Dijo Sissi, sin escuchar el tono de traición en su voz, y luego corrió hacia él.
Yumi, Odd y Aelita treparon tras de él.
Sissi intentó abrazarlo, pero se echó hacia atrás para evitarlo.
–Nos juraste que no dirías nada. –Dijo Ulrich fulminándola con la mirada.
–¿Eh? –Tenía una mirada sorprendida- He venido a salvarte, Ulrich. ¿Y qué hace está china?
–¡Soy japonesa! –Yumi gruñó mientras se acercaba a Sissi.
Jeremie se levanta del suelo, apoyándose de la silla.
–¿Y qué pasa con Mika? ¿Está aquí? –Pregunta Jeremie.
–No, lo siento Jeremie. –Dijo Ulrich mientras todos fruncían el ceño– Pero no ha funcionado. No se ha materializado.
–Esperamos y todavía nada. –Dijo Aelita bajando la mirada.
Jeremie se volvió hacia el ordenador con tristeza.
–Muy bien. Ya basta. –Dijo Delmas– Belpois, te ordeno que apagues eso ahora y luego me vas a explicar exactamente qué pasa aquí. –Dice estrictamente haciendo que Jeremie le vea serio.
–Yo creo que hay que avisarle a las autoridades enseguida. –Dijo Jim.
–Yo también Jim. –Dijo Sissi– Es demasiado peligroso, ya os lo digo.
–Eres una traidora asquerosa. –Ulrich le gritó, molesto.
–No más que tú, Ulrich querido. –Le señala, igual molesta, para luego cruzarse de brazos.
–Vamos Belpois, apaga inmediatamente eso y sígueme. –Dice Delmas serio, poniendo su mano en su hombro.
–No. –Jeremie comenzó a escribir rápidamente en el teclado.
–¿Se puede saber qué haces? –Jim preguntó.
–Estoy ejecutando un programa nuevo. Con un poco de suerte, funcionará.
–¿Qué clase de programa? –Pregunta Ulrich alzando la ceja.
–¡Vuelta al pasado! –Jeremie teclea la última tecla.
Una luz brillante se disparó desde el centro del superordenador y envolvió toda la habitación.
Se extendió por todo el exterior de la fábrica y más allá y todo se volvió blanco.
~
Yumi puso una moneda en la máquina, toma su bebida, tomó un trago y se acercó a Ulrich y Odd que también estaban bebiendo algo.
Aelita también estaba caminando y tenía una mirada confusa. Además, el cabello de Odd estaba hacia abajo en lugar de hacia arriba. Casi como si el tiempo se restableciera a ayer...
–¿Qué ha pasado? ¿Qué hacemos aquí? –Pregunta Ulrich.
–Esto lo hicimos ayer. –Yumi arquea una ceja– No creéis que...
–Realmente funcionó... –Aelita murmuró.
Jeremie pasó junto a ellos –Ah, Schaeffer. –Dijo.
Los ojos de Aelita se abrieron estupefactos cuando Jeremie puso una moneda en la máquina.
–Einstein, eres un genio. –Dice Odd– Tú vuelta al pasado funciona.
–¿Cómo? ¿De qué me hablas? –Preguntó Jeremie.
–No habrás olvidado lo del superordenador, lo de Lyoko y lo de mi disfraz de gato morado, ey.
Jeremie los miró –¿Vosotros sabéis lo de Lyoko? ¿Cómo puede ser?
–Qué raro. –Dijo Yumi- Parece ser que lo del salto en el tiempo no funciona con él.
Aelita se agarró la barbilla, pensativa y luego chasqueó los dedos –Creo que podría tener una idea de por qué.
Ulrich arrojó su vaso y echó un brazo alrededor de los hombros del nervioso Jeremie.
–Venga, vamos a ponerte al día.
Yumi los siguió.
Los dos siguieron a los demás.
~
Ahora era de noche y todos estaban en la habitación de Jeremie. Los chicos y Aelita se sentaron en la cama de Jeremie, Yumi se apoya contra la pared, y Jeremie se sentó frente a su computadora con Mika en la pantalla
–¿Y por qué yo me acuerdo de nada?
–A lo mejor porque eres él único que no se ha digitalizado en Lyoko.
–Puede ser. Mañana voy a ir a la fábrica a primera hora para escanearme.
–No, Jeremie. Tenemos que apagar el superordenador y tú lo sabes. Es muy peligroso.
–Tiene razón. Por ahora habéis salido ilesos de esta.
–Pero, Mika...
–Liliana. –Guiñó un ojo– Al entrar a la torre, me... me acorde de mi nombre.
–Liliana... Es mucho mejor que Mika. Pero te prometí que traería al mundo real. –Se volvió hacia los demás- Dadme una noche más para intentarlo, ¿vale? Encontraré la forma.
Todos se miraron el uno al otro, y con su mirada parecían saber lo que todos estaban pensando y luego sonrieron de acuerdo.
–Vale. –Dijo Ulrich, hablando por todos ellos.
–Gracias chicos. –Dijo Jeremie con una sonrisa con los ojos cerrados
Ulrich se levanta de su cama –Nos vemos en la fábrica mañana para ver cómo vas.
Jeremie se vuelve al ordenador empieza a trabajar en él.
Luego todos salieron de la habitación.
Los cuatro adolescentes estaban ahora en el pasillo.
–¡Ulrich! –Una familiar voz molesta y chirriante llamó, haciendo que los cuatro miraran a la dirección– Qué haces aquí? Llevo una hora esperándote. ¡No me habían dejado plantada nunca! –Sissi llevaba el mismo vestido, zapatos y peinado que antes.
–Siempre hay una primera vez. –Dijo Ulrich– Si me disculpas, estoy con mis amigos.
Los cuatro adolescentes se alejaron por el pasillo.
–¡Me las vas a pagar! ¿Me has oído? ¡Ulrich!
–Esa tal Sissi me da mala espina. –Dijo Odd– Parece que nos va a dar mucho problemas.
Los cuatro se rieron juntos al escucharlo.
~
–Hola, ¿qué? ¿Has encontrado algo? –Preguntó Yumi.
–Sí. –Dijo Jeremie– XANA.
–¿"XANA"? ¿Qué es eso? –Pregunto Odd.
–Un programa súper peligroso, como un virus que puede controlar la electricidad y activa las torres en Lyoko para acceder a vuestro mundo. –Dijo Liliana.
–Entonces la torre roja, el monstruo eléctrico, ese símbolo raro, los monstruos de Lyoko... ¿Todo eso lo hizo XANA? –Pregunto Aelita.
–Sí, solo Liliana puede contrarrestarlo, desactivando la torre que usa para atacar al mundo real. –Dijo Jeremie.
–Lo que faltaba. ¿Y lo de materializar a Liliana? –Pregunto Ulrich.
Puedo hacerlo, pero necesito tiempo. Y es peligroso. XANA puede atacar en cualquier momento.
–Se razonable Jeremie. Es mejor apagar el superordenador. Mi deber era que XANA nunca volviera a este mundo. Es mejor apagarlo. –Dijo Liliana.
Todos fruncieron el ceño y cerraron los ojos y permanecieron en silencio.
–Oye, ya sabemos cómo neutralizar a XANA, sólo hay que llevar a Liliana a la torre activada. –Dijo Ulrich.
–Podemos parar los ataques mientras Jeremie intenta traer a Liliana a la tierra, ¿no? –Odd preguntó.
Los cuatro se miraron y parecieron saber a qué se referían una vez más.
–Es arriesgado, –Comenzó Yumi- pero deberíamos. Además somos guerreros de Lyoko, ¿no? –Odd y Ulrich chocaron los puños.
–Terminemos lo que empezamos. –Dijo Aelita mientras ella y Yumi se chocan los puños.
–Sí. –Dijeron los chicos, chocando sus puños.
–¿De verdad crees que puedes? –Pregunto Liliana.
–No me llaman Einstein por nada. –Dijo Jeremie– En unas semanas, lo conseguiré. Pero no olvidéis el pacto que hicimos, eh.
–No te preocupes. Sabemos guardar un secreto. –Dijo Yumi.
–A partir de ahora, somos un grupo. –Dijo Aelita.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro