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Capítulo 1: Osito Godzilla

Milly y Tamiya estaban en el pasillo fuera del gimnasio grabando para su informe de noticias. Fue un momento, emocionante, ya que todos fueron promocionados por el baile escolar que se celebraba todos los años.

Originalmente Tamiya la sostiene al revés, pero lo arregla a petición de Milly.

–Hola, queridos compañeros del colegio Kadic. Las súper reporteras Milly y Tamiya, os trae una exclusiva para hoy y es muy gorda. Porque sin duda, ya sabréis está noche es la gran noche del baile anual del colegio. –Dijo la niña pelirroja.

Tamiya se dirigió hacia las puertas del gimnasio para mirar adentro, apuntando su cámara a tres estudiantes alrededor de una escalera. Ulrich Stern, Odd Della Robbia y Yumi Ishiyama. Estaban mirando a otro de sus amigos en la escalera.

–Por desgracia no nos han permitido filmar el sitio donde tendrá lugar la fiesta, pero desde donde estoy, puedo ver a la chica que puede ser coronada reina del baile igual que el año pasado. Me refiero a la hija del director, Sissi. –Informó Milly, mirando el gimnasio, sonriendo.

Dicha niña salió del gimnasio y pasó por alto a la niña. El cabello negro y liso de Sissi fluía detrás de ella mientras caminaba y sus ojos negros miraban a cualquier parte excepto a las dos niñas de sexto grado.

–Vamos a hacerle algunas preguntas. –Milly dijo a la cámara antes de mirar a Sissi– Bueno, Sissi, ¿puedes decirles unas palabras a nuestros espectadores antes de la gran noche?

–Lo siento, solo habló con reporteros profesionales, –Dijo la hija del director mientras comenzaba alejarse. Uno de sus seguidores, un chico llamado Herb, cubrió la cámara para que no filmará ningún vídeo de ella– no puedo ver el tiempo con un par de pardillas.

–Y sin embargo, deja que Herb y Nicolas te sigan como si fueran cachorros. –Dijo una voz haciendo reír a Ulrich, Odd y Yumi.

Sissi se volvió y miró al gimnasio, a pesar de que no podía ver la fuente de la voz.

Milly observó a Sissi volverse y alejarse –Es para las noticias del cole. –Le ve triste– ¿Y la libertad de prensa? –Argumentó ella, desconcertada por haber sido rechazada por razones tan ridículas.

–Ay, Milly, las enanas como tú, no tienen libertad, ¿entiendes? –Preguntó Sissi, girándose para mirar a la chica de dos coletas. Ella puso sus manos en sus caderas.

Una chica de cabello corto hasta el cuello de color rosa bajó de la escalera. Esta vestida de un jersey rosa oscuro sobre una camisa de manga larga con capucha de color rosa claro con dos tiras borrosas y botas de rodilla de color rosa.

–Además, ¿para qué quiero yo tu reportaje? No tienes ni idea. Y tienes un problema... Necesitas una pareja. Y no conozco a nadie que quiera ir contigo. Y aunque, si se los pidieras... –Milly voltee la mirada a Herb y Nicolas– ...huirían como conejillos asustados. –Ellos dos agitaron sus manos con disgusto y se alejaron de ella.

–Milly estaban sacando lo mejor de ella y miró a Sissi– Paso de ellos. ¡Hay un montón de chicos! –Se defendió ella.

–¿Ah, sí? –Se burló Sissi. Ella río– ¿Y a qué estás esperando? Intenta encontrar uno.

–Milly enfocó sus ojos en el chico que sostenía la escalera en el gimnasio– Eh... Ulrich... –Él le ve– ¿Quieres... ir al baile conmigo? –Preguntó ella, las lágrimas empezaron a correr por sus mejillas cuando estaba tan molesta.

–Ulrich se sonroja por la vergüenza. Ella apretó los labios– Ah... Lo siento, Milly, no sería muy buena idea. Soy demasiado mayor y... bueno... Además, he quedado con alguien más...

–¿Lo ves? –Sissi se burla de ella– ¿Qué te había dicho? –Se cruza los brazos al pecho– Pero, no te preocupes, seguro que encuentras un chico para el baile de bebés. –Tamiya le ve molesta– Mientras tanto, ¿por qué no te vas a jugar con tus muñecas?

Milly miro hacia bajo, luego corrió hacia la puerta. Tamiya corrió tras ella.

–Ulrich, sé que no querías herirla, pero aun así no deberías dejar a Milly así. –Dijo la ojiverde antes de mirar a Ulrich– Y podrías haber sido mucho más amable con ella.

Ulrich la observó en silencio mientras caminaba junto a ellos hacia una caja de serpentinas. Miró a Yumi y Odd, luego miró hacia abajo.

Los cuatro chicos dejan de hacer lo que estaban haciendo para luego salir del gimnasio y encarar a Sissi y a su pandilla.

–Espero que estés orgullosa. –Yumi le ve molesta por lo que le dijo haciendo que ellos cuatro le vean molestos y enfados con ellos.

~

Jeremie estaba en su habitación en su computadora y estaba tecleando rápidamente. Aelita tocó la puerta y él le dejo entrar a su habitación, en eso la computadora hizo algunos pitidos y presionó un botón final.

Parecía ser enviada a Lyoko en el sector del desierto.

–Lily, somos Jeremie y Aelita. ¿Nos recibes?

Liliana estaba cerca de un gran agujero cerca de una torre.

–¿Lily? –Les llama haciendo que ella se conoce con ellos dos.

–Una pantalla se abrió en su computadora y ella apareció– Hola, ¿cómo están? –Ella les sonrío.

–Ja, muy bien. ¿Qué tal tú? –Dijo hablando al micrófono con una sonrisa.

–Bien. No he visto nada raro en las torres. Todo parece tranquilo... Bueno, por ahora.

–¿Sabes? Estamos progresando mucho en nuestra investigación. Para que vengas a vivir con nosotros.

–¡¿La clave para la materialización?! –Pregunta emocionada– ¿La han encontrado? –Pregunta más emocionada que antes.

–Ah... Pues no. Todavía no, pero estamos en ello. Es sólo cuestión de tiempo. Así XANA no podrá hacerte ningún daño. –Dijo Jeremie.

–Qué bien. –Dice Liliana aliviada por escuchar esa noticia.

–En cuanto tengamos la clave, serás virtualizada Lily. –Aelita.

–Eso lo sé. Estoy deseando que llegue ese día. Gracia.

~

Milly estaba llorando mientras abrazaba a su osito de peluche.

Las dos chicas estaban en su dormitorio mientras Tamiya se sentaba en la cama detrás de Milly.

–Milly, no llores. Iremos al baile, ya verás. –Dijo Tamiya y le puso una mano en el hombro– Y las noticias... Jim dice que no importa. –Sonrío tratando de animarla– Tenemos hasta las 9.

–Milly sollozó y se enjugó las lágrimas– ...Es perder el tiempo. Reconócelo Tamiya. No les importamos nosotras ni las noticias. –Mientras hablaban, el símbolo de XANA apareció en la pantalla de su computadora– Ay, les odio a todos, ¡a todos ellos! ¡Les odio a todo el mundo!

–No sabes lo que dices. –Su mejor amiga trató de decirle. Tamiya era la más sensata de las dos, y aunque estaba molesta por lo que Sissi había hecho y les había dicho y sobre ellas, no iba a llorar por eso– Es solo...

–Cállate. También estoy harta de ti también. Déjame en paz. –Le gritó la joven pelirroja. La puerta se abrió y ella salió corriendo de su habitación con su oso a mano todavía llorando.

Tamiya estaba de pie junto a la puerta mientras la observaba correr con el ceño fruncido.

–Es cierto. Ulrich podía haber sido más amable.

~

De vuelta en el gimnasio, Ulrich cortó un poco de cinta para pegar los cables al piso.

–¿A qué viene la cara larga? –Preguntó Yumi mientras se sentaba en el escenario, sin saber el porqué de su enojo.

Ulrich no le contesta.

–¿Es por Milly? –Le da en el blanco.

–Aunque hayas quedado con Lily, no es excusa para no ir con ella. –Dijo Aelita.

Odd vino cuando giró alrededor del micrófono.

–Podrías haberle dicho que sí. Lily lo hubiera entendido. –Dijo Yumi.

–¿Aunque yo fuera su pareja? –Odd preguntó por el micrófono que se suponía que estaba configurando.

Ulrich y compañía miraron a Sissi, que estaba de pie en una escalera mirando su propio reflejo en una bola disco.

–Sissi se ha pasado un montón. Si la crueldad es una cualidad de la reina del baile... Seguro que sale reelegida. –Comenta Urlich molesto.

–Jeremie se acercó a ellos con una caja y la dejó. No tuvo que oír toda la conversación para saber de quién estaban hablando– Es verdad, –Estuvo de acuerdo y se volteó a mirar a Sissi– pero Miss Mundo nunca vería eso.

–Odd puso el micrófono en el soporte y se echó a reír– Miss Mundo, ¿eh? Misereo miss mundo, más bien. –Exclamó y se río, haciendo que sus amigos se rieran con él.

Sissi gruñó furiosa en lo alto de la escalera.

~

En algún lugar en un cobertizo a las afueras del edificio de la escuela. Milly estaba adentro sonriendo un poco mientras sostenía su osito de peluche frente a ella.

–Suspira levemente– A ti no te importa mi edad, ¿verdad? Nos entendemos. No somos como esos niños mayores que siempre quieren mandar. Se creen que porque somos pequeños no contamos. Si por una vez fuésemos mayores, mucho mayores que ellos, no se reirían de nosotros. ¿Verdad?

–¡Milly! –Tamiya repentinamente llamó a Milly jadeando.

Se giró y vio a Tamiya golpeando la ventana.

–¿Milly? ¿Estás ahí? ¿Has terminado de llorar? –La busca con la mirada en el interior del cobertizo a través de la ventana– Rápido, tenemos trabajo. –Tamiya estaba de pie en una caja al lado del cobertizo para mirar dentro.

–Vale, vale, ya voy. –Dijo Milly. Colocó su osito de peluche contra una caja y se tocó la nariz en un boop– Tu quédate aquí. En seguida vuelvo.

Abrió la puerta y Tamiya estaba allí esperándola y luego cerró la puerta.

La música ominosa se reproduce mientras el humo negro sale de la bombilla y entra en los ojos de plástico del osito de peluche y se reemplazan con un símbolo rojo de XANA.

~

Sissi, Herb y Nicholas caminaron por el pasillo y Sissi agarró el asa de su dormitorio.

–Oye, espero que no vayáis a estar siguiéndome todo el día. –Dijo Sissi– Que yo sepa no sois especiales, así que no seáis lapas. No os necesito, ¿vale? Largo. –Ella abrió la puerta.

Los dos la miraron atónitos y luego Herb golpeó sus dedos.

–Ah, Sissi, hemos pensando... –Herb miró fijamente.

–Os daré un consejo, no penséis no os pega. –Entonces ella cerró la puerta.

Los dos estaban allí, pero Sissi los oyó caminar por el pasillo.

Ella sonrío y se quitó el flequillo de la cara mientras caminaba hacia su habitación, se sentó en su cama y se quitó los zapatos.

Algo estaba debajo de su cama, ya que su vista estaba sombreada en rojo con el código y el logotipo apenas se podía ver en el centro.

–Una banda de críos en el baile. Esto es de risa. –Ella se quitó los pantalones y puso algo de música. Caminó hasta su armario en ropa interior y calcetines– Y esa pinta tiene la cara de invitar a Ulrich. Es increíble...

La manta en el suelo comenzó a ser arrastrada por algo que no le prestó atención.

–Sissi seguía tirando la ropa tratando de buscar algo– Si alguien va a ir con Ulrich, esa solo puedo ser yo. Soy la estrella, soy la diva del cole.

Se alejó y la vista sombreada roja caminó hacia el armario.

Sissi se sentó frente a su espejo.

La vista movió algo de ropa y la vio.

Sissi tocó su cara por un momento y luego alcanzó algo.

La vista se acercó más a ella, concretamente al zócalo.

Sissi escuchó algo y miró mientras bajaba la música, pero no vio nada. La vista estaba bajo otro lugar detrás de ella.

Volvió a mirarse en el espejo. Se rascó un poco la espalda y luego se puso algo en la nariz para deshacerse de los poros y puntos negros bloqueados en la nariz.

La sombra de lo que fuera que la cosa caminaba sobre el mostrador mientras ella permanecía inconsciente.

Sissi se quitó lo que se puso en la nariz.

La cosa era ahora por su radio.

Sissi agarró algunos trozos de pepino y se los colocó en los ojos mientras su cara estaba completamente arrugada.

La cosa ahora estaba encima de ella, y accidentalmente movió algunos elementos, lo que provocó que se sacudieran y hicieran ruido.

–¿Quién es? –Sissi preguntó mientras sus ojos aún estaban cubiertos– Contesta. ¿¡Quién anda ahí!?

Los artículos sonaban aún más.

Sissi se quitó los pedazos de los ojos y miró sorprendida.

Los artículos cayeron desde arriba y luego todo cayó, creando un enorme polvo y haciendo que ella gritara. Se levantó y salió corriendo de su habitación.

~

Había una multitud cerca de la puerta y la puerta se abrió, revelando al Sr. Delmas y su hija que vestía una bata azul, la crema facial aún estaba puesta, y se encogía de miedo.

Mientras en otra parte de la escuela, Urlich, un chico de cabello marrón oscuro de aspecto desaliñado y ojos oscuros. Lleva un chaleco con una camisa en la parte superior y pantalones de carga, todos en tonos de verde, con entrenadores; se encontraba en su habitación hablando con la guardiana albina a través de un comunicador portátil que ella le dio hace tiempo para poder comunicarse con ella.

¿De verdad que estás bien?, pareces apagado. –Liliana nota su cara y gesto malhumorada– Venga, cuéntamelo. A lo mejor, yo podría ayudarte.

–Eso ya lo sé, pero no. Es algo de mi mundo.

Oye, el que no viva en la tierra, no significa que no sepa cómo te sientes.

–Cinderella... –Iba a protestar cuando escuchó el escándalo de afuera haciendo que Liliana le vea alarmante– Te habló después. –Se desconecta dejando a una confusa Liliana antes de irse de su cuarto y ver que estaba pasando afuera.

~

El Sr. Delmas, el padre de Sissi, le estaba consolando mientras la sacaba de los dormitorios. Cuando salieron, se encontraron con una multitud, Milly y Tamiya en frente.

–Vamos. Volver a vuestros cuartos. –Dijo el Sr. Delmas a los estudiantes que se habían reunido– No pasa nada.

Tamiya tomó una foto mientras Milly estaba de pie junto a ella.

–Creo que tenemos una súper primicia. –Dijo Milly con la libreta en la mano.

El señor Delmas y Sissi caminaron entre la multitud mientras los chicos vieron todo de pie detrás de una columna.

–Qué tal si echamos un vistazo, a ver si nuestro amigo XANA está metido en esto. –Sugirió Odd, un chico de cabello rubio engominado hacia arriba y tiene un mechón morado en el centro, ojos negros, lleva unos pantalones morados anchos y una camiseta por dentro rosa y una camiseta por fuera morada además de unas zapatillas amarillas.

Yumi tiene los brazos cruzados al pecho, asciende, estando de acuerdo con Odd.

Todos se dirigieron al dormitorio de Sissi a investigar, el cual era un desastre. Miraron adentro y vieron todo el desastre que ocasionó XANA.

–Tú, ¿qué opinas? –Ulrich le pregunto a Jeremie.

Yumi se subió al otro marco de la puerta para mirar también mientras Odd y Ulrich estaban en espera, vigilando si alguien encajaba cualquier pregunta que surgiera. Jeremie estaba de pie entre todos, en el medio de la puerta.

–Un simple cortocircuito. Tenía demasiadas cosas enchufadas a la vez. –Les dijo el genio rubio.

–Sí. Equipo de música, luces, depiladora y rulos a la vez. ¿Qué se esperaba? –Preguntó Yumi y se dio la vuelta, alejándose.

–Por no hablar del estimulador metal. Jeje. Aunque seguro que no sabría cómo usarlo. –Odd y Ulrich la siguieron,

–Eso debió haber causado el cortocircuito por sobrecalentamiento, probablemente. –Aelita se río al seguirlos, sin escatimar una mirada para mirar dentro de la habitación.

Jeremie se quedó callado mientras sostenía su barbilla, pero luego los siguió pensando.

Milly y Tamiya se acercaron y este último tomó una foto de la habitación para luego regresar al cobertizo para buscar el osito de peluche de Milly.

–No sé qué habrá pasado pero en mi opinión, se lo merecía. –Se escuchó la voz de Milly.

La puerta se abrió a las dos jóvenes.

–Estoy completamente de acuerdo. –Tamiya está de acuerdo con ella. Abren la puerta y se sorprenden de no ver el osito ahí.

Los dos se quedaron sin aliento al ver que el osito de peluche de Milly ya no estaba dentro.

–¡Oh, no! ¡Mi osito no está! –Milly exclama asustada por la pérdida de su osito.

–Aja. –Dijo una voz masculina y las chicas se pusieron tensas. Se dieron la vuelta y vieron a Jim de pie allí, mirándolas– Os he pillado. Está prohibido jugar en el cobertizo.

–Un momento, Jim. Ha sido mi... –Milly trata de explicarle pero Jim no le da tiempo de explicarle.

–No quiero saber más. Os he dicho mil veces que este sitio es muy peligroso para los niños. Mirad, esas herramientas oxidadas. ¿Qué os creéis que es un parque infantil? –Jim sacó a los niños del cobertizo y lo cerró.

–No, pero...

–Jim cerró la puerta con llave y se volvió hacia las chicas– Nada de peros. –Se voltea y les ve con las manos en la cintura– Espero que haya quedado muy claro. Está prohibido entrar. Esto es solo para adultos.

–Contigo, todo está prohibido. –Dijo Milly fuera de los límites.

–Escúchame bien, ¿eh? Yo que tú cambiaría mi forma de hablar, pequeñaja.

–¿Pequeñaja? –Con eso, se enfureció aún más– Soy pequeña, ¿y qué? ¿Solo los niños grandes pueden decir lo que piensan?

–Ah, con que os creéis muy mayores. Jeh. –Jim se cruza de brazos al pecho– Vale, muy bien. Con noticias o sin ellas, las dos estáis castigadas esta noche en vuestro cuarto.

–Genial. Muchas gracias, Milly, muy bien. Nos has dejado sin baile. –Le reprocha Tamiya a su amiga.

–¡Largo de aquí! –Jim las corrió, técnicamente de ahí.

Milly y Tamiya en el patio y Milly están llorando. En un intento de consolar a su amiga, saca las fotos que tomaron y se las enseña, en un intento de animarla.

Odd llevaba los CD del DJ al gimnasio cuando él miro y vio a Tamiya consolando a Milly, otra vez tristemente. Se acercó y dejo los CD que tenía que elegir para el baile de graduación para ver qué pasaba.

–¿Te pasa algo, Milly? –Preguntó Odd, mirando a las dos sentadas en el suelo.

–Le han robado su osito de peluche. –Dijo la joven de piel oscura, mirando a Odd.

–Y seguro que ha sido uno de los mayores. –Exclamó la joven pelirroja.

Tamiya estaba mirando las fotos que había tomado antes de la habitación de Sissi.

–Tamiya miró una de las imágenes y se sorprendió– Milly, tienes razón. –Dijo ella– Fíjate, es una foto del cuarto de Sissi.

Los tres miraron más de cerca.

Y miraron por encima de su hombro para mirar la foto de la habitación, y en ella estaba el oso de peluche de Milly.

–Eh, ahí está mi osito, escondido debajo de una almohada. –Dijo Milly señalando a su oso que estaba debajo de la almohada– Es increíble.

–Ah... Quién lo diría. –Odd se río– Pronto jugará con muñecas.

–Está bien. Vamos, tenemos que encontrarlo. –Dijo Milly, de repente en una misión.

–Si Jim nos pilla en su cuarto, nos la cargamos, Milly. –Señaló Tamiya.

–Volver al vuestro. –Les dijo Odd, tomando la foto– Yo me encargo de esto. –Se puso de pie y miró a su mimado compañero.

Las dos sonrieron a Odd mientras se alejaban para buscar el oso de Milly para ellos.

Odd toma los CD y se fue, con la imagen en la mano y el plan en la mente. Odd dejo los CD y luego se fue a una inspección al cuarto de Sissi.

~

Jim estaba en las puertas del gimnasio y los estaba cerrando, pero luego miró detrás de él y escuchó un susurro.

–¿Qué pasa ahora? ¿Quién anda ahí? ¡Da la cara!

Al obtener lo que quería, la sombra de una gran figura se apoderó de él y se veía at errado ante lo que estaba frente a él.

–Andante con cuidado. –Dijo adaptando una postura, ya que la sombra parecía ser de un oso– Soy cinturón negro.

La cosa rugió causando que se encogiera y se presionara contra las puertas.

–¡AAAHHHHH! –Su grito agudo casi femenino llegó.

~

Odd estaba confundido cuando estaba en la habitación de Sissi.

La almohada en la que se suponía que debía estar el oso se raspó y se volcó sobre la cama.

Odd volvió a mirar la foto y solo vio la almohada destruida junto con los carteles de Sissi.

Odd puso sus manos en sus caderas con incredulidad.

~

–¿Jim, seguro que esto lo que te ha atacado? –Preguntó el Sr. Delmas.

Jim estaba ahora en la enfermería, herido por lo que lo atacó. Él asintió vigorosamente con la cabeza ante su pregunta.

–El hombre levantó el papel mostrando un dibujo de un oso– ¿Y dices que es experto en artes marciales?

Él asintió con la cabeza vigorosamente de nuevo.

–Creo que sería mejor no llamar a la policía. ¿No, Jim?

Jim se cubrió con la manta como lo haría un niño aterrorizado en medio de la noche.

~

Los demás todavía estaban en el gimnasio terminando de instalarse.

–Lo que le ha pasado a Sissi... es un poco raro. ¿No creéis? –Preguntó Jeremie, escuchando los CD's para los resultados de que no estuvieran rayados o desordenados.

–Es un cortocircuito, un simple cortocircuito. ¿Qué otra cosa puede ser, sino? –Dijo Ulrich, tirando de la cinta. Aelita tiró a un poco de basura en la caja que Odd estaba sosteniendo.

–Pero esa es la cosa, no creo que lo fuera. –Él la miró– No creo que Sissi sola pueda causar todo ese daño, ni siquiera asustada.

–Aun así, no estoy tan seguro. Ustedes me entienden. –Dijo Jeremie preocupado porque sea un ataque de XANA.

–Yumi revisa los CD– Chicos, hablar más bajo. Las paredes tienen oídos, ¿sabéis?

Herb y Nicholas caminaron demostrando a Yumi que debían tener cuidado con lo que decían, sabiendo que se quejarían ante cierta diva.

–Yumi se levanta de la mesa y se estira, suspirando– Bueno, me voy a prepararme para el baile de esta noche... –Se volvió hacia ellos– A veces ser alumna no residente, es una lata.

–No te quejes. –Dijo Ulrich– No te despiertan a las seis de la mañana, tienes agua caliente y no tienes que dormir junto al guarro de Odd.

Yumi sonrío, saludó con la mano y se alejó.

Jeremie saludó con una sonrisa y Ulrich solo hizo lo último.

–Hasta luego. –Dijo Yumi antes de cerrar la puerta.

~

El Sr. Delmas cerró la puerta de la enfermería.

Se volvió y vio a Odd de pie allí.

–Odd, ¿estás buscando algo? –Dijo el Sr. Delmas viéndole en el pasillo de la enfermería.

–Ah... ¡No! Es que me enterado de lo que le ha pasado a Jim. ¿Saben quién le ha atacado?

–No. Por ahora creo que Jim debería descansar. –El Sr. Delmas hizo una bola un trozo de papel y lo arrojó a la basura antes de alejarse.

Le mira confundido y camina hacia el contenedor.

Odd sacó el papel mientras lo observaba alejarse y lo deshizo.

Odd lo mira y se queda sin aliento al ver al oso.

~

Ulrich, Jeremie y Aelita, habían terminaron de ayudar, estaban afuera en el patio cuando el sol comenzó a ponerse de pie. Fue entonces cuando Odd se le acercó con un papel. Jim, que estaba en la enfermería. Se dijo que había sido atacado, pero nadie sabía por quién, o en este caso qué.

–¿XANA es un oso de peluche? –Preguntó Ulrich mientras miraba el papel que su amigo y compañero de habitación le había entregado. Miró el dibujo en él, que fue dibujado por Jim.

–Sí, estoy casi seguro. –Le dijo Odd, apoyando el codo en su compañero de cuarto más alto.

–Eso podría explicar lo que le sucedió a Sissi. –Dijo Aelita– Aun así, ella se lo merecía.

–Siempre aparece cuando menos te lo esperas. –Dijo Jeremie después de pensarlo.

–Bueno, chicos, ¿quién se va y quién se queda? –Preguntó el niño vestido de púrpura.

–No puede ir uno solo. Es muy peligroso sin Yumi. Si va uno solo, nunca se sabe lo que se va encontrar. –Le explicó el genio, señalando lo que estaba a su lado a pesar de que todos sabían que no era lo que realmente quería decir.

–Me ofrezco voluntario. –Dijo Odd levantando un dedo y sonriendo, ofreciéndose de voluntario a ir a Lyoko solo.

–¿Qué acabó de decir, eh? –Dijo Jeremie le preguntó, mirándolo con una ceja levantada.

–Su mano se inclinó y levantó una ceja al otro rubio– ¿Tienes alguna otra idea? Ha habido dos accidentes. No podemos dejar el colegio sin vigilar. –Jeremie frunció el ceño en ese punto– ¡Y aunque volvamos al tiempo, si hay un accidente, se acabó todo! –Discutió Odd, haciendo que Jeremie se lo pensará.

–Tienes razón. –Ulrich concuerda con Odd mientras arrugó el dibujo del oso de peluche– Por eso le acompañó. –Aelita miró entre los tres– Aelita se quedará. Si encuentra alguna pista nos la pasarán. –Dijo Ulrich, arrojando el papel enrollado a la niña vestida y puso sus manos sobre los hombros de los chicos– Así el colegio no estará desprotegido.

–Es una buena idea. –Aelita concuerda con Ulrich– Saludar a nuestro amigo de mi parte.

Jeremie sonrío, pensando en su sexta amiga virtual.

~

Los tres salieron corrieron a la sala de calderas del gimnasio y se aseguraron de que estuvieran solos antes de abrir la puerta.

El edificio estaba abandonado y ya casi no lo utilizaba la escuela, lo cual era bueno, ya que la puerta que abría era un túnel que los llevaba directamente a las alcantarillas.

Odd abrió la puerta y los otros dos siguieron justo detrás de él.

Corrieron a través de las alcantarillas saltando la tubería y corriendo hacia donde había 3 patinetas y 2 scooter esperándolos.

Odd y Ulrich tomaron una tabla cada uno y Jeremie agarró el scooter y los tres se marcharon con el rubio morado al frente.

Odd y Ulrich ya estaban subiendo la escalera que conducía fuera de la fábrica y había colocado sus tablas contra la tubería de abajo. Jeremie lo siguió tan pronto como llegó e hizo lo mismo con el scooter.

Los dos primeros estaban arriba esperando que él subiera. Tan pronto como subió, se fueron adentro.

Salieron a un puente que conducía a una antigua fábrica abandonada. Corrieron a través del puente y tres cuerdas los esperaron y saltaron y se balancearon cuando se deslizaron por ellos y saltaron para aterrizar frente al ascensor.

Una vez dentro, Jeremie apretó el gran botón rojo y la puerta de metal se deslizó hacia abajo y el ascensor descendió.

El ascensor se detuvo en la supercomputadora y Jeremie salió mientras los otros dos permanecían dentro mientras la puerta se cerraba y descendía una vez más hacia el piso debajo del superordenador hasta la sala de los escáneres.

La puerta se abrió, Odd tiene una mano en la cadera y ambos tenían una sonrisa decidida.

Jeremie arriba rodeó el núcleo de la computadora con la silla cuando se detuvo frente a la pantalla.

Odd y Ulrich estaban abajo y parados frente a un escáner.

–¡Lily! –Dijo Jeremie al micrófono que tenía en la oreja– ¡Lily! ¿Lily? Soy Jeremie. ¿Me recibes?

Se abrió una pantalla y Liliana estaba allí.

–¿Qué tal? –Dijo haciendo aparecer su imagen en la pantalla. Ella le sonrío.

–Creemos que XANA ha lanzado un ataque. ¿Has notado algo? –Le preguntó.

–La albina negó con la cabeza– No, nada. Pero puedo investigarlo. –Le dijo ella. Él asintió.

–Lily, te envío a Odd y Ulrich. –Cuatro tarjetas de identificación aparecieron en la pantalla hasta detenerse en Odd y luego Ulrich– Aelita se ha quedado a ver si surge algún virus en el cole. –Le explicó. Dos figuras aparecieron en la pantalla– Odd y Ulrich, ya están listos.

~

Jeremie llamó a Aelita para asegurarse de que todo estaba bien y que la llamada estaba conectada a donde podría estar hablando por teléfono con ella y Liliana.

–¿Cómo vas tú, Aelita? –Jeremie preguntó por teléfono.

–Creo que tenemos un problema. –Informó Aelita paraba en un gran agujero redondo y había otros por delante que parecían grandes pasos– Y muy gordo. –Dijo viendo el problema.

~

Odd y Ulrich entraron en uno de los escáneres cuando escucharon la voz de Jeremie haciendo eco a través de un sistema de sonido en la habitación.

–Transmitiendo Odd... –Dijo Jeremie– Transmitiendo Ulrich...

Los escáneres cerraron sellando los dos por dentro.

–Escáner. –Jeremie presionó un botón

Odd y Ulrich cerraron sus ojos cuando un viento sopló sus cabellos y voló hacia arriba y crujió ambas ropas y luego giraron.

–Virtualización.

El viento se levantó soplando sus cabellos todo el camino y brillantes luces blancas los envolvieron.

~

Odd y Ulrich quedan suspendidos en el aire mientras sus cuerpos se materializaban lentamente.

Una vez completado la materialización, aterrizaron en cuclillas, pero cuando abrieron los ojos estaban en un lugar nuevo. El sector del desierto.

Y ya no estaban en su ropa normal. Llevaban sus trajes de Lyoko. Miraron a su alrededor y vieron una figura familiar que les saludaba.

Liliana los saludaba con la mano.

Odd tuvo que protegerse los ojos para verse mejor. Luego los dos corrieron hacia ella mientras estaba cerca de un gran cráter.

~

–Jeremie, esto es grave. –Dijo Aelita al teléfono– El oso se ha escapado del cole.

Aelita cerca de una sección destruida de la cerca y la pared de la escuela cuando las grandes huellas ya estaban en las calles.

~

–Liliana escuchó esto– Si XANA lo tiene bajo control, se volverá aún más furioso. Atacará a cualquiera que vea, ¡sobre todo a sus enemigos mortales! Como vosotros.

–¿¡Eh!? –Jeremie jadeó sorprendido.

~

–Los ojos de Aelita se ensancharon al darse cuenta– ¡Yumi! –Dijo con preocupación, saltó sobre el árbol que yacía frente a ella y salió corriendo de los terrenos de la escuela.

~

Odd, Liliana y Ulrich estaban en el borde del agujero mientras el Odd se agachaba en el suelo.

–¿Ven eso? –Dijo Liliana– La torre que ha activado XANA no puede estar muy lejos.

–Bueno, ahí abajo no está. –Dijo Odd mientras miraba dentro.

Los tres se dieron la vuelta.

–A lo mejor está en las mesetas próximas.

–No sé sobre eso. Algo no se siente bien con esto. –Dijo estando alerta Ulrich ante cualquier peligro.

–Ya es tarde. Ahí viene el comité de bienvenida. –Dijo Odd.

5 cucarachas corrían directamente hacia ellos.

Ulrich saco rápidamente su katana.

Las cucarachas se detuvieron y Odd les gruñe y la albina parecía nerviosa.

Las cucarachas los rodearon y, debido al agujero detrás de ellos, estaban acorralados.

–Odd, Urlich, cuidar bien de Lily. –Les dijo Jeremie mientras veía todo a través del superordenador.

~

El teléfono de Aelita sonó con el sonido monótono de llamar a alguien mientras corría por la calle donde también había autos dañados.

–¡Responde! ¡Por favor, contesta! –Ella jadeó.

~

De vuelta en casa de Yumi, su teléfono estaba sonando entre su ropa desechada.

Yumi se levantó de la bañera respirando.

~

–Odd, Ulrich, ¿qué está pasando? –Pregunto Jeremie.

Las cucarachas les estaban disparando un láser cargado debajo de su cabeza.

Odd dio una vuelta de carro esquivando los láseres y Ulrich estaba esquivando los láseres también.

¡Flecha Láser! –Odd disparó una flecha y destruyó una de las cucarachas.

¡Impacto! –La punta de la katana de Ulrich impacto sobre el ojo de la cucaracha y explotó, siendo destruido.

Liliana corrió por el camino del agujero.

–¡Ah! –Odd recibió un disparo alrededor de su abdomen y aterrizó bruscamente en su espalda, justo en frente del camino.

~

En la pantalla de Jeremie, apareció.

–¡Odd! Has perdido otros 10 puntos. –Le informa Jeremie.

~

–No me digas.

Ulrich se protegió de los láseres de las cucarachas con su katana.

Los dos se cubrieron rápidamente detrás del camino mientras llovían guijarros haciéndolos cubrir sus cabezas.

–Odd, Ulrich, me temo que no tenemos alternativa. –Dijo Liliana señalando el camino que levaba.

Los dos se volvieron hacia ella.

Odd jadeó cuando su mente se volvió borrosa.

–¡Noooooooo!

Vio a Liliana caer por el agujero con trozos de roca.

Un disparo de láser destruyó con fuerza una roca que lo sacó de su trance y cayó de espaldas.

Odd se levantó sobre sus pies y corrió tras Liliana y Ulrich justo detrás de él.

~

Afortunadamente, pudo subir los escalones de la residencia de Ishiyama y tocar el timbre.

El timbre de la puerta fue empujado, arriba hay una placa de identificación, ISHIYAMA.

Yumi todavía estaba en la bañera y volvió a aparecer al oírla.

Se cubrió el cuerpo con una toalla.

Después de unos momentos, volvió a tocar el timbre, presionándolo tres veces, con urgencia.

Yumi bajó las escaleras, todo se convirtió en unos calcetines a rayas rojas que alcanzaron la mitad del muslo, una falda marrón rojiza, una camisa sin mangas negra con cuello alto, unos guantes y unas botas.

–Ella abrió la puerta– ¿Aelita, qué estás haciendo aquí?

Aelita entró, sorprendiéndola.

–¡Oye! Cuidado.

–Lo siento. –Dijo girándose hacia ella– ¿Están tus padres en casa? –Preguntó apresuradamente.

–No, han salido. –Dijo Yumi. Fue en ese momento que Aelita se dio cuenta de su apariencia vestida, lo que no se apartó demasiado de su estilo habitual.

–Vale, vamos. –Dijo agarrando la muñeca de Yumi. La arrastró afuera, tratando de llegar aquí lejos de su casa– No podemos quedarnos aquí.

–Yumi retiró su mano, mirando a su amiga extrañamente– ¿Podrías explicarme que ocurre?

De repente, y, el suelo tembló, como un pequeño terremoto. Hizo que la japonesa voltee la cabeza.

–No hay tiempo para explicar, vamos. –Dijo Aelita mientras jadeaba y empujó ligeramente a su amiga hacia adelante, lo que llevó a correr por delante de ella.

El gran estruendo fue causado por el osito de peluche poseído cuando pisoteó justo afuera de la residencia Ishiyama.

~

Los tres seguían corriendo y las dos cucarachas restantes corrían tras ellos y dos más, así que eran 4 en total.

Odd y Ulrich miraron hacia atrás mientras seguían corriendo.

–Odd, Ulrich, cuidado. Solo les quedan 50/70 puntos. –Dijo Jeremie mientras ellos tres huían de las cucarachas.

¡Flecha Láser!

–¡Impacto!

Odd disparó dos flechas cada una, golpeando una cucaracha y la katana de Ulrich golpeó a una de ellas y la explosión hizo que la otra volará, cayendo a un lado.

Algunas rocas cayeron justo enfrente de Liliana.

Ella jadeó sacudiéndose hacia atrás con sorpresa, pero estaba demasiado cerca del borde y se cayó, justo como lo vio Odd.

–¡Noooooooo!

–¡Princesa! –Ulrich gritó.

Odd y Ulrich reaccionaron rápidamente, saltaron del borde y saltaron sobre las paredes hacia ella.

Cada uno agarró una de sus manos y Odd apuñaló sus garras contra la pared y Ulrich apuñaló su katana contra la pared.

Se deslizaron por la pared con Liliana gritando un poco.

Los dos por suerte dejaron de deslizarse hacia abajo. Los dos dejaron escapar suspiros aliviados. La cola de Odd se movió un poco hacia arriba cuando él suspiró aliviado.

–Eh, no podemos dejarte sola ni un segundo. –Dijo.

–Liliana colgó agarrando sus manos por su vida, pero vio una especie de cueva y vio cables que se encendían de color rojo– Odd, Ulrich, creo que he encontrado algo.

~

Una mujer gritó y cerró la ventana cuando un enorme oso de peluche pasó con el logo de XANA en sus ojos.

Abajo, muchas personas gritaban de miedo e incluso abandonaban sus autos para escapar.

Aelita y Yumi corrían tan rápido como podían por la calle mientras el oso los perseguía.

Atrás de ellos había unas huellas circulares en el suelo y coches aplastados.

–¡Por aquí! –Yumi dijo deteniéndose con Aelita y corrió a otro lugar.

El oso dobló la esquina aún buscándolas. Las dos habían corrido dentro detrás de algunas puertas y la luz del exterior se apagó. El oso pisó a su lado y debido a las grandes vibraciones que causó, terminó rompiendo la puerta de vidrio en la que habían entrado.

Se sentaron y se quedaron en silencio, esperando que el gigante oso pasará, esperando que estuvieran a salvo.

Una vez que el oso se fue, ambas se levantaron del suelo y Aelita sacó su teléfono y se puso un auricular en la oreja. Llamó a Jeremie y la llamada fue contestada de inmediato.

–Jeremie, soy Aelita. Yumi está conmigo. Volvemos al colegio para evacuar a todos. Dile a Odd y Ulrich que se den prisa. Esto se pone feo.

~

–Odd, Ulrich, dense prisa. El osito se está enfadando. –Les dijo Jeremie.

~

–Vale, vale. –Le dijo Odd.

–La torre no debe de estar muy lejos. –Les dijo Liliana mientras caminaba por la cueva mientras los cables se encendían.

–Entonces, andando, Cinderella. –Dijo Ulrich empezando andar por ese estrecho camino.

–Vamos a ver... –Dijo viendo las pulsaciones de XANA para luego seguir caminando.

Odd y Ulrich rápidamente corrieron a su lado y cada uno se paró a cada lado de ella.

Mientras van hacia la torre, escuchan un ruido detrás de ellos, se giraron y se quedaron sin aliento al ver a un Megatanque rodando, directamente hacia ellos.

Su armadura es indestructible. Ataca con un potente láser que dispara recto en todas las direcciones verticales. Para hacer este ataque, primero debe exponer su ojo por debajo de su madura, haciéndolo vulnerable en ese momento.

–¡Ah, Houston! Tenemos un problema. –Dijo Odd con nerviosismo.

–¡Vamos! –Ulrich toma la mano de Liliana y se van corriendo siendo perseguidos por el Megatanque.

~

Aelita y Yumi se detuvieron y jadearon en las afueras de la escuela.

–Yumi apartó su teléfono– Odd y Ulrich siguen sin encontrar la torre activada.

–Evacua las habitaciones, yo me ocuparé del gimnasio. –Dijo Aelita. Yumi asciende para luego ir corriendo hacia los dormitorios mientras Aelita corría en dirección opuesta.

~

Odd, Liliana y Ulrich todavía seguían corría y el Megatanque les seguía.

Más adelante, vieron una salida y el Megatanque estaba ahora a una pulgada de ellos. Saltan a un lado, una vez que salieron de la cueva cayendo al suelo mientras el Megatanque se estrelló contra una torre, la torre que estaban buscando.

Los tres miraron boquiabiertos cuando el aura de la torre estaba roja mostrando que estaba activada, lo que significa que XANA la usó para atacar el mundo real.

–Encontramos la torre activada, Jeremie. La mala, tenemos que luchar contra este megatanque. –Dijo Ulrich levantándose del suelo al igual que los demás y desenvaina su espada y se pone en pose de pelea.

–Genial, bien hecho. –Jeremie los felicita de haber hallado la torre– Ahora sólo queda desactivarla.

–Vale, déjame un minuto para saludar a un viejo amigo. –Dijo Odd poniendo las manos sobre la cintura.

–Odd, esto es serio.

–Déjate de cortesías. Odd, solo te quedan 50 puntos, y Ulrich solo te quedan 70 puntos. No puedes dejar que les dé.

Odd levantó la pata y Ulrich alzó su katana mientras se preparaba para saltar. El Megatanque se abrió y reveló su ojo en el centro.

~

De vuelta en el gimnasio, todos se divertían mucho en la fiesta de graduación mientras las luces brillaban.

Aelita caminó entre la multitud y miró a su alrededor sorprendido, pero luego accidentalmente se estrelló contra alguien.

Mira hacia arriba, viendo a Jim.

–Oye, Aelita, ya podrías haberte arreglado. Esto es increíble lo cutre que vas. –Dijo el profesor de gimnasia, mirando a la estudiante que había estado demasiado ocupada como para pensar siquiera en vestirse de manera diferente para la noche- Bueno, te lo paso por esta vez. Será por tus malas compañías. –Él no la estaba cuestionando, sino simplemente tratando de plantear su punto– Intenta relajarte y divierte, tienes cara de tragedia. –La dejó pasar y continúa su camino.

La voz rompió la música y fue el director Delmas, quien anunció que era hora de anunciar a la reina de la belleza de este año.

~

El Megatanque cargó y luego dejó escapar un gran disparo.

Odd rodó en el suelo por la explosión cuando golpeó detrás de él y Ulrich se detuvo.

–Eso sí que es una calurosa bienvenida. –Odd alza una de sus manos.

Megatanque volvió a disparar.

–¡Cuidado! –Ulrich gritó sacándolo del camino y el amplio láser golpeó la pared.

–¡Jeremie! –Le habla Liliana alarmada y preocupada por sus amigos– Odd y Ulrich no pueden salir de ésta.

~

–Sí que pueden. –Dijo Jeremie mientras en su pantalla aparecieron tres cartas.

Dos a la izquierda que muestra a ambos chicos y el otro que es el Megatanque y un VS aparece debajo.

–Odd, venga, tienen que dar en el blanco. Vamos chicos, hay que darse prisa.

~

–Y ahora, un año más. –Comenzó el Sr. Delmas.

Detrás de él estaban tres chicas y la que estaba en el medio era Sissi, que tenía una mirada arrogante e incluso empujaba a las chicas mientras estiraba las manos.

–Llega la hora de elegir a la jovencita que, en vuestra opinión, combina más que ninguna otra chica, encanto, gracia, belleza y elegancia.

Sissi se paró enfrente mientras trataba de eclipsar a las chicas detrás de ella.

–Y aquí está la primera candidata. –Extendió su mano y Sissi se acercó.

La presentación lo era todo y en el caso, el tiempo también.

Se detuvo cuando el director se detuvo. Ella lo miró, luego miró hacia la escalera que conducía al escenario.

Se acercó justo cuando el director presentaba a las chicas que corrían por el lugar de la reina de la belleza.

Ella se acercó al director y le quitó el micrófono. Él protestó, pero ella lo detuvo.

–¡Alto! –La voz de Aelita dijo, cortando el micrófono del Sr. Delmas– Escuchadme bien. Tengo algo muy importante que decir.

Todavía no había elegido las palabras adecuadas para decir, pero sabía que el tiempo se estaba reduciendo para todos y tenía que sacar a esta gente de aquí. Comenzaba a cuestionar si esta era la mejor idea, ya que ahora creía que habría sido más fácil hacer sonar una alarma de emergencia.

–Aelita estaba de pie sobre el escenario para asegurarse de que todos la miraran– Tenéis que salir de aquí. Hay que evacuar el gimnasio con calma. –Dijo al micrófono– No es broma, esto va en serio.

Todo el mundo no estaba exactamente en pánico, solo confundidos mientras la miraban.

–Nos va a ataca un oso de peluche gigante.

Todos inmediatamente se rieron.

Aelita frunció el ceño, asustada, porque nadie le creyo.

–¡Sí! ¡Lo sabía! –Jim gritó haciendo que todos se callaran- ¡Yo lo he visto! ¡He visto al oso de peluche gigante!

Todos se rieron de nuevo.

–¡Silencio! ¡Silencio! Callaos todos, banda de idiotas. –Dijo Sissi molesta- ¿Es que no veis lo que intenta hacer? Es una trampa. Una trampa para impedir que yo vuelva a ganar este año. ¿Un oso de peluche?, venga ya. ¿Y por qué no King Kong, ya puestos?

Entonces todo temblaba con dureza. La pared de detrás del escenario se rompió en pedazos haciendo que todos gritaran.

Justo allí estaba el osito de peluche con el logo todavía en sus ojos.

Sissi gritó mientras Aelita dejó caer el micrófono.

Todos gritaron y Sissi saltó rápidamente del escenario esquivando por poco el paso del oso y salió corriendo con la multitud.

El oso de peluche gigante controlado por XANA se metió en el pequeño agujero que había hecho y sobre el escenario.

El oso se giró y sus ojos brillaron al fijarse en Aelita.

~

Odd, Ulrich, ahora o nunca. –Les dijo Jeremie.

Odd tenía la mano lista para disparar.

El Megatanque se abrió y comenzó a cargar.

Ulrich rápidamente corrió hacia él.

Se disparó el ancho láser.

Rápidamente saltó a un lado y la explosión detrás de él, lo lanzó al aire.

–¡Ahora Odd! –Le aviso Ulrich.

Odd saltó de su espalda y se dirigió directamente al Megatanque. Se hizo retroceder un poco de su aterrizaje.

¡Impacto! –Le disparó directamente al logo.

El ataque lo envió de vuelta y se estrelló contra la pared y explotó con el impacto.

Liliana se cubrió del polvo. Odd aterrizó en el suelo y levantó los pulgares. Ulrich sonrío ante su éxito.

Jeremie soltó un silbido de alivio.

Liliana se paró frente a la torre y la miró.

–Vamos Lily. Todo depende de ti. –Dijo Jeremie.

Liliana dio un paso adelante y dejó que la entrada la llevara y salió a la torre. Mientras avanzaba, el suelo se iluminó. Ella caminó hacia el centro y tenía un aura azul claro que la rodeaba v la elevaron en el aire

~

Aelita levantó la vista asustada mientras el oso se alzaba sobre ella.

El oso levantó el puño y luego lo arrojó hacia ella.

Aelita logró quedarse fuera del camino y las ondas de choque del impacto rompieron las ventanas.

–¡Aelita! –Yumi gritó preocupada mientras estaba fuera del gimnasio con Milly y Tamiya, pero corrió para entrar y ayudar al niña.

Aelita todavía estaba corriendo pero el oso le golpeó en la espalda y la envió al suelo y el impacto lo dejó en el suelo.

~

Liliana aterrizó en otra plataforma y se encendió tan pronto como su pie la tocó.

Dio un paso adelante y se paró en el medio.

~

El oso se alzaba sobre Aelita.

Levantó la cabeza y su cara se ensució y quedó sin aliento por el miedo.

~

Liliana levantó su mano y apareció una pantalla y ella colocó su mano sobre ella.

LILIANA

CODE

-

~

El oso levantó su puño listo para acabar con Aelita.

Aelita intentó al menos cubrirse.

~

LYOKO

~

Aelita cerró los ojos y esperó el impacto.

Justo en ese momento el oso de peluche gigante estaba a punto de aplastar a Aelita, pero justo antes de que pudiera hacer eso, se detuvo porque la torre fue desactivada.

No vino el golpe. Abrió los ojos y vio al oso congelado como una estatua, como si el tiempo se hubiera detenido.

–Yumi apareció a lado de Aelita y se bajó a su altura, poniendo su mano sobre su hombro y la pelirosa le ve– Aelita, ¿estás bien?

–Sí. Estoy bien.

~

–Torre desactivada. –Dijo Liliana mientras la torre cambiaba de color de rojo a azul. Una vez desactivada la torre, Liliana sale de la torre y ve a Ulrich.

Ambos se vieron sonrojaron, sin apartar la mirada. No tenía que ser dicho; ambos se alegraron de que todos estuvieran bien.

En eso, Odd se pone en medio de ambos y los toma de los hombros, en un abrazo grupal haciendo que ambos chicos se sientan incómodos por ese inesperado abrazo suyo.

–O-Odd...

–Bien sabes que te gusta mis abrazos, Lily.

–Jamás he dicho lo contrario. –Dijo Liliana aceptando su abrazo.

–¿Listos para volver al pasado, Odd, Princesa? –Les pregunta Ulrich. Liliana le miró y sonrío.

La torre pareció cerrarse y todas las pantallas codificadas en las paredes bajaron hasta que toda la torre estaba negra.

El sonido de cuando se invierte una cinta VHS hizo eco y una luz brillante apareció debajo y se disparó.

La luz salió de la fábrica y comenzó a envolver todo.

~

Milly se quedó fuera de la puerta de pie y Ulrich estaba sosteniendo la escalera para que no se cayera Aelita.

–Ulrich... –Él le ve– Etto... ¿Quieres... ir al baile conmigo? –Preguntó ella, las lágrimas empezaron a correr por sus mejillas cuando estaba tan molesta.

–Ulrich sonrío y caminó hacia ella. Colocó sus manos sobre sus hombros y se agachó a su altura– Encantado, Milly. Quedamos a las ocho.

–¿Sí? –Sus ojos contenían lágrimas de alegría.

–Pues, claro. –Se levantó con las manos en las caderas y se volvió hacia la pared, donde estaba oculta una sombra de su amiga– Seguro que ella lo entera perfectamente. –Refiriéndose a Liliana.

Yumi, Aelita y Odd se pararon detrás de Ulrich, pero se enfrentaron a Ulrich y Milly.

–Además, mi admirador secreto me llevará esta noche, ¿no es así, Odd? –El rubio sonrío a su manera.

–¿Qué? –Sissi exclamó con Nicholas y Herb a su lado– Pero Ulrich... ¿Vas a ir con esa estúpida niñata?

–Pues mira, sí. –Dijo Ulrich cuando tenía un brazo alrededor de los hombros de Milly mientras todos se quedaban allí y Tamiya tenía su cámara grabando todo– Pero no te preocupes, cuando tengas un par de neuronas más, –Todos se habían divertido con la expresión al escuchar eso– puede que vaya contigo, algún año.

Sissi gruñó y se sonrojó por la vergüenza y la ira cuando se grabó en la cámara.

–¿Lo estarás grabando, verdad Tamiya? –Preguntó Milly.

–Ya te digo. –Dijo alegremente Tamiya– Esto es un notición.

–Un súper notición. –Dijo Milly.

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