Las cosas no habían cambiado en este último tiempo, en más, habían mejorado bastante.

Había leído de los efectos secundarios de un aborto; artículos de revistas, PDF de estudios científicos, tesis universitarias y debates entre los lados del tema. Entre casos de esterilidad, posible desarrollo de depresión o ansiedad, problemas entre la pareja, pero Taehyung no se sentió parte de aquel porcentaje de casos críticos.

Gracias a la ayuda de Yoongi, ese sentimiento de culpa se había ido. Porque si, apesar de haber sido Kim quien decidió interrumpir su embarazo, había algo de culpa y tristeza.

Ahora estaba mejor que nunca y su relación con Yoongi era algo que el ha cuidado. ¿Cambio? El sí, Min también. Sus percepción de las cosas eran con una mirada madura. Un episodio que puso en juego la confianza y la comprensión de ellos, aun así supieron tomarlo de un buen modo.

Confiaban en el otro, estaban viviendo juntos y Taehyung enfocado al cien en acabar lo poco y nada que le quedaba en la universidad en Seúl. Agust seguía con su trabajo con la ayuda extra de Kim ya que Chungha estaba en época de exámenes finales antes de vacaciones.

Ahora bien, ¿que era de sus padres?

El castaño debió confesar todo, el plan del aborto, que Min pagó todo y de su recuperación. Madre y padre estuvieron poco de acuerdo con esa decisión, teniendo en cuenta que eran un poco conservadores con el tema de la familia, sin embargo, mucho no podía hacer, menos revertir algo ya hecho. Kim esa tarde donde invito a sus padres a tomar café al apartamento de Yoongi con tal de que lo conocieran un poco más, acabo en un pequeño roce, no más que eso.

Al mayor le costaba aceptar que su único hijo estaba viviendo con un chico de un trabajo... poco convencional. Agust le hizo entrar en razón y que sobre todo, estaba totalmente enamorado y entregado a la relación que estaba conformando con Taehyung. Aún así, no hubo caso. La persona que medio comprendió fue su madre y eso a Taehyung le lleno su corazón, quería arreglar las.cosas con ellos, cerrar esa etapa que tuvieron basada en discusiones. Hasta los invito a su última presentación que se llevaría acabo el veintisiete de diciembre, en un par de semanas más.

La madre de Yoongi, era un tema muy aparte. Ella se fue, pasó a despedirse y ni disculpas pidió por haber dicho lo de Taehyung y Yoongi, y donde estaba. Pero bueno, Min la conocía el remordimiento y la culpa era lo que menos sentía su madre. No le tomaron otro tipo de importancia.

Era diciembre; invierno y navidad se aproximaban. Las fiestas en donde se daba cierre al año y de algunos problemas para comenzar a replantear los propósitos de año nuevo.

Park y Kim se encontraban en el centro comercial comprando algunos regalos para sus familias, y como no, a su respectivas parejas. Jimin era el más emocionado, mientras que Taehyung, estaba agobiando por la cantidad de gente.

—Podríamos cenar en el apartamento de Yoongi o en casa de Jungkook. ¿Qué dices? —preguntó Jimin.

—Mi madre dijo que cenaríamos con ella —dijo mirando las vitrinas con algo para su novio.

—¿Cenaríamos? ¿Acaso...?

—Sí, quiere que Yoongi cene con nosotros esa noche. Lo encuentro bien, solo que mi padre me preocupa... —Interrumpió a Jimin.

—Por lo menos hace el intenta, Tae.

Kim asintió con una sonrisa en su rostro.

—¿Buscas algo en espacial para él? —pregunto viendo con el castaño miraba una vitrina con ropa y trajes para hombres.

—Le diré que va a poder ir a la presentación de fin de año a la universidad. Ese es un regalo, y el segundo no sé...

—Jungkook igual ira, me pone nervioso solo pensarlo. —Rio. —Ahora, piensa en que le gusta y que no seas tu. —Bromeo.

—¡Jimin! —Exclamó en tono de regaño.

Ambos rieron y continuaron caminando hasta el sitio donde se encontraba los locales de comida. Ya era de comer algo o pasarían de largo.

La tarde se había pasado volando entre comprar algunas cosas buscando el regalo perfecto para las personas cercanas para ellos. Era agotador, pero no molesto, lo hacían con el corazón.

Taehyung dejo las bolsas en casa de Jimin, llevando algunas con tal de que su novio no sospechara de lo que le compro. Al final elogio algunas prendas que podían gustarle y lo demás que iba a hacer, estaba pensando el regalarle un poco de sus recuerdos que tuvieron ese tiempo.

Al entrar al apartamento vio que Yoongi aún no estaba, solo se veía Medianoche llegando a sus piernas para refregarse con ellas como saludos.

—Yo también te extrañé. —Le acarició el pelaje. —Prometo dejarte algo antes de irme, Medianoche.

Taehyung suspiró. Ya no le quedaba mucho para irse. En enero debía viajar a Londres para instalarse y en marzo comenzar.

La beca se le fue concedida junto a Jimin y Hoseok. Apenas le llego la carta y la leyó con Yoongi no pude estar más feliz, por un momento lo vio perdido, ya que había faltado. Min confesó que le daba tristeza que se tuviera que ir, aun así, estaba orgulloso de que estaba cumpliendo parte de sus sueños.

Lo iba a extrañar como no tenia idea. Y quería llevarse una parte de Agust a Londres.

Fue cuando a su mente vino algo que Yoongi una vez le propuso. Tatuarse.

Quería sentir lo que era ser tatuado por su novio, el mejor tatuador que había llegado de Daegu. Muchos lo elogiaban, y quería ser parte de sus clientela.

Min llego una hora más tarde, Taehyung había preparado algo de té mientras buscaba algún diseño para hacerse, con el cual su pareja podría guiarse.

—Traje comida. —Anunció dejando las bolsas sobre la mesa de centro. —Tú favorito y algo de fideos, pesadas ver alguna... ¿Me oyes? —Le busco la mirada.

—Apenas te oí que trajiste comida. —Afirmo. —Quería pedirte algo.

—Lo que sea. —Min se dejó caer a su lado.

—¿Me harías un tatuaje en el hombro? —preguntó jugueteando con sus dedos. —Estuve pensando y quiero llevar algo de ti a Londres, y que mejor que parte de lo que mejor haces.

El azabache asintió algo sorprendido.

—Mi cliente más esperado, al fin quiere que le haga un tatuaje. —Sonrió. —Sabes que puedo y estoy feliz de hacerlo. ¿Pensaste en algo?

Los dos se sentaron en el piso para abrir las cajas con comida y comenzar a cenar.

—Soy algo indeciso, así que te lo encargo. Sorprendeme Agust D.

—¿Alguna especificaciones, joven?

—Me conoces, así que... solo lo dejo en tus manos.

Tomo la mano de su novio entrelazando.

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—Voy a extrañar esto. —Murmuro Jungkook mientras estaba recostados en la cama mirando la televisión que mostraba una película.

—¿De cuando tan sensible, Jeon? —preguntó Jimin que descansaba sobre su pecho.

—Ya... Lo digo de verdad, te voy a extrañar. Prometo ir a verte a Londres en algún momento.

—Te estaré esperando entonces. —Jimin se sintió gustosos con aquellas palabras.

—No te enamores de ni un británico, aunque el acento te guste.

—¡Por favor! —Se levantó mirando con una sonrisa a su novio. —El único hombre que interesa eres tú, y cuando usas tu acento de Busan... es sexy.

Sonrió con el pecho inflado el chico. Feliz de oírlo

Park se sentía feliz de haberse topado con Jeon. Aunque al comienzo todo fue por placer y pasar una buena noches, las cosas se fueron dando de una manera que ni uno pudo imaginarse; dos almas libres que buscaban su propia felicidad. Todo aquello se derrumbo, de una manera diferente, pero no mala. Ahora esas dos perdonas buscaban la felicidad mutua; si uno era feliz, el otro también debía serlo y harían lo fuera para verse bien.

Jungkook adoraba la simpleza de Jimin. Transparente, honesto, romántico como él solo y claro que era hermosos, era innegable su belleza. Más allá, Jimin era ahora parte de su vida de una manera importante y soltarlo le iba a doler, pero era su sueño y si era feliz... El lo era.

Así como Yoongi, le dolía saber que el chico que le generó un huracán en su vida pronto se iría le partía el corazón, pero lo amaba y entendía que su sueño era importante para él.

Amar también es respetar los sueños de la persona que te importan. Dejarlos ir para que los cumplan no era una separación, era una pruebas para ver si la relación era cien por ciento real.

No lo dudaban, por más lejos, más estaría ahí para ellos. Era otro país, un mundo diferente, y debían estar ahí para oírlos cada día si era necesario.

Después de todo eso es amar. ¿No?

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Min estaba siendo peinado por Kim mientras estaba sentado a horcajadas sobre sus piernas para ver mejor que quedara ordenado. Yoongi sentía que le cepilla el cabello —aun largo— hacia atrás dejándole sus típicas mechas sueltas en la frente.

Taehyung rio y le beso los labios para levantarse, tomar perspectiva del resultado final. Se veía apuesto de traje, penando y una abrigo de tono café, largo, que le compro más unos zapatos lustrados. Kim lo hizo verse al espejo junto, ambos se veían bien juntos.

—¿Qué te parece, Yoonie? —preguntó apoyándose en su hombro.

—Nos vemos bien, espero que tu padre deje de mirarme con odio desde esta noche... —Le dijo cabizbajo.

—Espero lo mismo, pero si no pasa, no olvides que mamá igual está aprendiendo a quererte. —Se encogió de hombros.

—Aun me da miedo...

Taehyung rio un poco.

—Todo estará bien, si te sientes mal, solo dímelo. ¿Sí?

—Bueno. —Yoongi lo abrazo y su vista cayó sobre la mesa de noche del cuarto viendo el sobre blanco sobre esta. —¡Casi se me olvida! —Exclamó alejándose un poco de su pareja yendo hacia el sobre. —Tú regalo adelantado de navidad.

Taehyung enarco una ceja algo curioso.

—Yo igual te tengo uno... —Sonrió.

—Tú di el tuyo primero —dijo Min. —El mio te hará llorar...

—Entonces... déjame decirte Min Yoongi que eres el privilegiado de ir a la presentación de la universidad en primer fila, detrás de los profesores de Londres.

—¡¿De verdad?! ¡¿Al final pudiste hacer que fuera tu invitado?!

Taehyung asintió emocionado. Ambos se abrazaron emocionados, estaban contentos de poder compartir algo juntos, ahora parte de la vida de Taehyung.

—Gracias amor, en serio. Gracias por dejarme ser parte de tu vida.

—Lo mismo digo yo. Gracias por hacerme parte de la tuya. —Le beso los labios. —Ahora... tu turno.

—Se me olvida que aveces eres un poco interesado. —Bromeo el mayor y Taehyung ledio un pequeño empujón jugando con su novios. —Cierra los ojos y abre tus manos haciéndolas hacia adelante.

Taehyung acato órdenes algo emocionado, mientras que se mordió los labios.

—Tengo miedo... —Confeso.

—Tranquilo, sé que te gustará esto. —Min dejo el sobre sobre sus palmas. —Abre el sobre.

Taehyung rompió el sobre con cuidado de no dañar el contenido de dentro. Al tener el papel abierto, metió sus dedos y sacó una especie de ticket. Kim la leyó con detenimiento analizando cada palabra, sus ojos brillaban cada que avanzaba.

Vuelo de Corea del Sur a Londres.

—Yoon... Yoongi, yo... ¿Por qué? —preguntó al borde del llanto.

—Quiero que solo te preocupes de tu presentación en unos días más, apenas piensas en estas cosas e ibas andar atrasado buscando un pasaje de avión, así que... te lo compre. —Explico.

—Mi amor... —Se abalanzó para abrazarlo con más fuerza. —Me duele irme... pero prometo llamarte todos los días, y vendré a verte cada que pueda.

—Oye, oye... Estaré bien, me conociste siendo un tipo solo que se cuida solo, esta vez seré alguien con un novio, pero me seguiré cuidando de mi. Preocúpate de demostrar lo buenos que eres en lo que amas allá en Londres.

—Te amo. —Ambos se besaron con cariño. Un beso romántico.

—Yo igual te amo, Taehyung.

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La recta final de Coconut and Cigarete está cerca. Ojalá que estos últimos capítulos los disfruten y también, espero  que hayan disfrutado de esta historia que amo.

Gracias por leer.