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Capítulo 36

Taehyung había decidido ir al apartamento de Yoongi. No tenía la cabeza puesta en sus clases y no se sentía muy bien físicamente, le dolía la cabeza, estaba algo mareado y fatigado. Así que prefirió tomar un taxi y devolverse, además debía hablar con Min, prefería hacerlo ya antes de que el tiempo pasara y no pudiera hacer nada.

Antes de irse, Jimin le consiguió una cita para mañana a las diez con la doctora que ve y que le receta sus anticonceptivos. Taehyung torció sus labios al oírlo. Si tan solo hubiera puesto más atención en ello, nada de esto le estaría pasando y tampoco sufriendo del modo que lo hacía.

Cuando abrió la puerta vio a Medianoche frotarse en sus piernas, se agachó para acariciarlo y este solo un adorable maullido que le saco la primera y única sonrisa del día. Agust, a los minutos apareció tras oír la puerta se abría y cerrada, sonrió ampliamente al ver a su novio. Sin embargo, luego de besarle la mejilla, se percató de que no estaba de ánimo para besarlo en los labios, pues aparto el rostro y lo miro con pena.

—¿Qué paso? ¿Por qué traes esa cara, Tae? ¿Tiene que ver con tus padres? —preguntaba preocupado para ver si atinaba en algo y saber qué le ocurría.

—Tenemos que hablar —dijo sin darse tantas vueltas. Min sintió el pecho pesado. Antes de que pudiera preguntar algo el tatuador, el castaño continúo hablando. —Lo arruiné todo y-y... tengo miedo... mucho miedo, Yoongi.

—No te estoy entendiendo, Taehyung. Dime de una vez, me estás preocupando. —Exigió un poco alterado.

El menor lo miro apretando sus labios, intentando soportar las ganas que tenía de llorar. Cada que abría la boca para contarle, un nudo se formaba en el mismo lugar, impidiéndole hablar y decir toda la verdad. Solo ver el semblante duro de su pareja le hacía retractarse, pero ya no podía, ya sembró la duda en Agust.

—Confía en mí. Dime que pasa, por favor, para poder entenderte y ver si puedo ayudarte en algo. —Min le tomo el rostro entre sus manos limpiando las lágrimas con sus pulgares.

Taehyung le apretó las manos al mayor y suspiró pesado.

Estoy embarazado.

Yoongi se quedó completamente mudo, inmóvil, incluso soltó una risa nasal esperando que Taehyung le dijera que todo era una broma, pero aquella idea desapareció cuando Taehyung le mostró el mensaje de Jimin diciéndole la hora de la cita con la doctora. Retrocedió unos dos pasos dejando a Kim parado en el medio de la sala, se tomó la frente frotándosela en seña de frustración.

—¿Qué carajos Taehyung? —suspiró sentándose en el sillón, apoyándose sus codos en sus rodillas y así tomarse el cabello y peinarse hacia atrás, exhalando todo el aire de los pulmones.

—Supe hoy. —Empezó a hablar aguantándose las lágrimas. —Jimin me compro dos pruebas y ambas dieron positivo. Él me ayudo con la cita y si quieres, iré solo mañana, no quiero que te...

—¿Me mentiste? ¿Cierto? —preguntó ignorando todo lo que dijo. —Dime, ¿me mentiste?

Castaño negó repetidas veces.

—N-No, no... Yo... —Se detuvo a pesar.

Sí, lo hizo, dijo que se las estaba tomando cuando no era así y también, y para empeorarlo, dijo que confiara en él.

—¿Tomabas pastillas o no? —Repitió la pregunta, tomando una actitud severa sobre esta.

—A-Al principio sí, pero... luego nos dejamos de ver y-y me desordené. No las tomaba y en Jeju... No las lleve, las tenía en mi cuarto. —Confeso con las voz en un hilo al borde de quebrarse.

Min de lo molesto que estaba rio un poco, era una reacción debido a su nerviosismo.

—Sí, mucho nos servían que estuvieran en tu cuarto... —dijo sarcástico. Luego se puso de pie caminando en círculos. No sabía cómo disipar lo que estaba sintiendo en ese entonces. Enojo, tristeza y dolor. —¿Cuál era tu necesidad de decirme que sí y que confiara en ti?

—No sé... Yo solo lo dije y ya.

—¡No puedes solo pedir que confíen en ti porque sí! —Exclamo molesto. —¡Me mentiste en mi maldita cara, me mentiste! —Vocifero. —Tomando pastillas... ¡Una mierda Taehyung!

Kim se acercó a él para enfrentarlo.

—¡No me grites, tú eres igual de culpable que yo! —Le increpó en la cara.

—¿De esto se va a tratar? ¿Jugar a ver quién de los dos tiene más la culpa? —Cuestiono. —Entonces dejémoslo como yo tengo la culpa por confiar en ti y no usar un maldito condón las veces que cogimos. ¿Feliz?

El castaño se quedó callado bajando la cabeza.

—¡Di algo, joder! —Exigió.

—¡¿Qué quieres que te diga?! —Taehyung le busco la mirada. —No quiero esto, nada de lo que me está pasando, lo quiero; mi cuerpo entero... se siente desplazado de mí. —Se señaló. —¡Me duele la puta cabeza y quiero vomitar en este momento, pero estoy aquí, peleando contigo, Yoongi!

Agust respiro hondo. Ambos hicieron una pausa algo incómoda. El de cabello largo iba a sacar un cigarrillo, pero por un momento pensó en... en el estado de Taehyung, sería irresponsable de su parte hacerlo, así que cuando lo tuvo en la mano camino hasta la cocina para botarlo al tacho. El chico lo siguió hasta allí, apoyándose en la encimera.

—¿Qué quieres hacer? —preguntó Min mirándolo. —¿Pensaste en algo?

—No, aún no...

—¿A qué hora era la cita?

—A las diez, me tomaré el día, Jimin ya sabe —respondió.

—¿Y tus padres qué? ¿Les dirás? —Yoongi lo miro con algo de dolor en su pecho. —¿Te irás de aquí?

El castaño se giró para ver a su pareja, si es que este quería seguir siéndolo. La mirada del mayor daba solo tristeza y dolor que Taehyung igual podía sentir. Entendía el enojo, ya que él le mintió y lo hizo confiar en nada... Si era sincero, Kim se sentía más culpable que nadie, Min le insistió y él pasó de todo. Su mente estaba en partes distintas, divida en todo lo que quiera hacer, ahora que estaba un poco más libres de sus padres, los cuales no debían enterarse, al menos que sea bastante necesario.

—Hasta que decidamos que hacer, no les diré nada. Y no, no quiero irme, quiero estar aquí contigo en este momento porque siento que eres lo único que tengo ahora —dijo firme.

De cierta manera aquello calmaba un poco su agitado corazón.

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Habían recorrido un largo camino hasta el hospital donde Park se atendía. Luego de haber despertado tomaron desayuno en un sepulcral silencio que ni uno soportaba más. Sin más que hacer, emprendieron su viaje en el auto de Min que era igual de extraño el ambiente.

Cuando pasaron al hospital, se sentaron en la sala de espera, uno al lado del otro. Mientras estaban allí, Taehyung miraba alrededor jugueteando con sus manos, había una mujer embarazada de varios meses ya, con su vientre abultado que lo acariciaba con cariño. Desvió la mirada posándola en el mesón de la recepción.

Por otro lado, había llegado una enfermera a dejar a un chico que venía de donde mismo iba la pareja.

—Kim Taehyung. —Llamó mirando a todos lados, una vez vio al chico ponerse de pie le sonrió de manera amable. —Pase, la doctora lo está esperando. ¿Viene acompañado?

—Sí. —El tatuador se puso de pie enseguida.

Ella le hizo pasar con la doctora caminando por un pasillo con varias cosas de maternidad y paternidad. Afiches, calendarios, un chico caminando con un bebé en brazos... La verdad, era abrumador la cantidad de cosas relacionadas con el embarazo, que le afectaba tanto para Kim como para Min, quien el que tendría que pasar por los cambios del embarazo era él. La joven les señalo la puerta y se despidió de ellos.

Al entrar una mujer de cabello lacio, largo y una radiante sonrisa les saludo e invito a sentarse.

—¿Taehyung? ¿Verdad?

El chico asintió.

—Jimin me hablo de ti, y obvio debía preguntar... —Frunció los labios. —Estás en cinta y es normal tener miedo de muchas cosas, pero quiero sepas que no soy la doctora que quiere persuadir a sus pacientes con discursos, aquí estoy para revisarlos y orientarlos en lo que decidan. —Les hablaba los dos que se veían ansiosos. —Haré preguntas de rutina y pasaré a hacerte tu ecografía. Por lo que veo, son pareja, ¿no?

Yoongi y Taehyung se miraron.

—Sí... o eso creo —respondió el de tez pálida.

Kim le arrugó la frente. Jamás ha estado en sus planes terminar con él. De cierta forma se sintió ofendido.

«Estúpidas hormonas.»

Al cabo de un rato de preguntas incómodas que los ponían al filo de una discusión nueva, ya que Kim respondió de manera cortante y Min completaba la respuesta de una manera casi sarcástica que ponía a Taehyung nervioso. Aún estaba molesto y por su puesto que entendía, pero con solo oírlo le daban ganas de ahorcarlo. Entre la rabia y las hormonas, el castaño era un peligro. Desde luego que la mujer se daba cuenta del ambiente pesado que estaba en su consulta, no le cabía dudas de que esta situación la tenía al borde de colapsar, entre los nervios y algo de desilusión. Mucho más allá no podía indagar en la vida privada de sus pacientes.

Cuando Taehyung estuvo recostado sobre la camilla, la doctora se le acercó con una botella de gel. Sintió frío cuando el líquido espeso le toco la zona baja de su estómago. Respiro hondo y descanso la cabeza. Mientras tanto, el tatuador permanecía pendiente de la pantalla esperando que algo apareciera o se oyera algo, estaba tan nervioso que Kim podía ver como se mordía los labios y sé los lamía repetidas veces, también se llevaban los dedos a la boca con tal de morderlos.

—Bien... Veamos. —La doctora apretó uno que otro botón hasta que se vio algo en blanco y negro. La mujer le dio vuelta a una perilla, ala parecer era el volumen. —¿Lo logran ver? —Apunto a la pantalla un pequeño punto que trataba de enfocar. —Ahora, si subo el volumen se oyen sus latidos.

El latir resonó en los oídos de ambos. Ocasionando la misma marea de emociones, el castaño busco el contacto de la mano de Min. Al sentirlo, los dos entrelazaron sus dedos.

—¿C-Cuánto tengo?

—Siete semanas exactamente. Está todo en orden. —Sonrió.

Taehyung se sentó de golpe, haciendo arcadas y tapándose la boca para no vomitar. La doctora dejó del lado la ecografía y busco la papelera de se escribió. Se la entrego a la pareja del chico y este se la sostuvo corriéndole uno que otro mechón que se le cruzara. Al detenerse, la mujer le miro.

—Joven, ¿usted no quiere tenerlo? ¿Cierto?

El castaño se limpió la boca con algo de toalla de papel que le entrego la doctora.

Lo llevaba pensando en un buen rato, de hecho, desde ayer. Su respuesta era clara y la de Yoongi, tras su discusión de ayer, al parecer igual la tenía. Además, ambos se dijeron en su momento que un bebé no estaba dentro de los planes de ni uno, era una responsabilidad enorme, era dejar para después tantas cosas que aún tenían por pendientes, y que, si había un bebé, no las podría hacer y seguir postergándose su propia vida. Por supuesto que en esa tormenta había algo de felicidad, pensar que ambos podían llegar a tener un hijo que se pareciera al otro, los ilusionaba.

Solo que no era el momento ni las circunstancias para recibirlo. No aún.

No. No puedo y no... no deseo ser padre. Por lo menos yo. —Taehyung miro a Min.

Solo sé que... aún no es el momento indicado.

Ella asintió. Le limpio el gel al joven y fue hasta su escritorio.

—Siempre hay opiniones. —Ella dejó una tarjeta de presentación de una clínica. —Es una clínica bastante segura ubicada en Daegu. A veces trabajo allí con algunas o algunos pacientes. Solo que es un poco costosa, en este hospital aún no podemos realizar abortos. Espero que le sirva. Y si tomaron otra opinión, llámenme y te agendaré otra cita dentro de cuatro semanas más. —Anoto los datos en otra hoja aparte. —Avísenme cualquier cosa que necesiten. ¿Sí?

La pareja asintió.

Kim suspiro leyendo la dirección.

La decision estaba tomada.

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Min vio la foto que tenía de su padre guardada en la billetera, se acercaba una fecha importante justo ahora que todo se volvió un torbellino.

Taehyung se subió al auto, estaba algo alterado, pues su madre lo llamo, por su cara, seguro discutieron. No ha vuelto a su casa en varias semanas y ambos creían que estaba con Jimin cuando era una gran mentira. Park ni pasaba en su casa, sus padres estaban, sin embargo, sabía que su hijo tenía una relación con chico. Por un momento sintió envidia, pero sabía que los Park ponían limites y a la vez, liberales con Jimin.

Quizás eso le falto a Kim, un poco de confianza con sus propios padres.

—¿Podemos irnos? —preguntó colocándose el cinturón.

Yoongi guardo la foto y la billetera en el reposa brazos del auto. Encendió el auto, subiéndole un poco a la calefacción. Miro a su novio que sostenía la dirección y el numero de la doctora.

—Es decision tuya. Y te apoyare en lo que necesites. —Fue lo primero que dijo. Había sido sincero. Debía serlo, además no iba a ser un idiota del montón que le dejaba los problemas a la persona que cargaba con tal responsabilidad. Él no era de esos y nunca lo seria. —Tú serás el que pase por cambios hormonales y físicos, no te obligare a nada —dijo sin dejar de mirarlo. —Que te diga esto no quita que este enojado por haberme mentido, Taehyung.

—Sí, sabía que seguías enojado por eso dijiste que “creías” que éramos pareja. —Hizo comillas con sus dedos. —Y respondías tan pesado cada cosa. Actuaste como un idiota por cierto.

—Bien, perdóname por no saber como tomarme esto y trato de hacerlo de la manera más sana, porque créeme que tampoco es fácil para mí enterarme que mi novio esta en cinta de la noche a la mañana —dijo a la defensiva.

—Si vamos a seguir diciéndonos cosas, prefiero tomar un taxi donde Jimin.

—Huye, es lo mejor que sabes hacer, ¿no? —Le miro molesto. Taehyung igual. —No es primera vez que me cortas de ese modo.

—¿¡Puedes dejar de juzgarme o estar enojado!? —Exigió con molestia. —Lo último que quiero es pelear de nuevo contigo y no me lo estas haciendo fácil, Yoongi. Tú y tu sarcasmo, como siempre.

Hubo una pausa momentánea con un silencio prologando. Aun no salían del estacionamiento.

—¿Lo harás? ¿El aborto? —preguntó mirando a Kim.

—Es lo mejor para los dos, Yoongi, aún tenemos cosas que hacer… y quiero que nuestra relación dure, Yoongi. Lo digo en serio, t-te amo… m-mucho.

El tatuador miró fijamente el volante y lo apretó con fuerza.

—Yo igual te amo. Tanto que me duele enojarme contigo, pero no debió pasar esto… Mírame, tengo casi treinta y… aun no puedo ser capaz de decidir si quiero una familia o no, tú te… t-te iras… y-y quedaré en el mismo punto que en el que empecé en Seúl. —Hablaba con tristeza en su voz, intentado no mostrarse débil ante el chico que ahora necesitaba alguien estable.

—No… No, no estarás en ese punto porque cambiaste. —El castaño le giró el rostro con delicadeza viendo el par de lágrimas en Yoongi. —Eres lo mejor que me ha pasado este año, empezamos con el pie izquierdo, aun asi me diste la oportunidad de conocerte mejor, me diste una increíble semana que acabo… en esto… —Se encogió de hombro y sonrió débilmente.

Min igual soltó una sonrisa.

—Quizás… Si tú y yo hubiéramos estado en otra posición, con los sueños cumplidos esto sería lo mejor que nos pudo haber pasado en nuestra relación, pero ahora, ni tu ni yo estamos en esa posición, aun asi te amo, aunque hayamos peleado dos veces ya.

El de cabello largo le beso los labios con fuerza. Trasmitiendo toda esa pena y dolor que sentía por la situación en la que estaban. Se amaban y era lo que necesitaban para afrontar todo esto. Taehyung lo recibió gustoso el beso abrazándolo por los hombros y descanso su cabeza en uno de ellos. Le acarició la nuca en donde tenia el tatuaje en memoria de su padre.

Todo el discurso puso su corazón sobre la mesa exponiendo sus sentimientos.

—Gracias por no dejarme solo con esto…

—Jamás te dejare solo, no soy de esa clase. Esto es de ambos, y tal cual, saldremos. Te lo prometo.

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