El azabache lo tomo de las mejillas y lo atrajo hasta su rostro, plantándole un beso feroz y hambriento que dejo sin aliento a Jihoon.

El rubio quedo con los ojos abierto por el sorpresivo beso del chico que estaba dejando en él. En el momento que sintió como la ansiosa lengua del menor buscaba contacto con al suya, no tuvo más opción que rendirse ante él. Jihoon se abrió los pantalones y se posicionó entre las piernas de Kim, el chico soltó un jadeo sonoro que retumbo en todo el auto; se encontraba sensible que cada roce en su zona íntima lo hacía sentir vulnerable. Jihoon sonrió al oírlo jadear.

Taehyung metió su mano cálida debajo del bóxer de Lee. Rieron de manera cómplice.

-Tae, eres una caja de sorpresas... -dijo excitado al sentir un cosquilleo en su cuerpo.

El chico sonrió gustoso al oírlo. Kim desabrochó un poco su camisa dejando ver su pecho de tono moreno a la vista de Jihoon. Este último lleno sus labios haciendo chupetones y marcas que dejaban roja la piel del muchacho. Kim gimió lujurioso cuando vio como Jihoon se desabrochaba la camisa dejando ver su trabajando cuerpo y más aún cuando comenzó a besar el cuello y las clavículas.

Estaba disfrutando de cada caricia que la lengua hábil del chico le daba en su cuello. Más los toques le daba en sus pezones, provocando en él un huracán de sensaciones excitantes.

Al alejarse, lo tomo del rostro para besarlo otra vez, y fue ahí cuando ante sus ojos se proyectó la sonrisa y filosos ojos de Yoongi lo miraban con gran deseo y pasión.

No era Jihoon, sino que era Yoongi a quien veía.

Taehyung se quedó helado y con una cara de espanto, quedando paralizado y deteniendo toda acción. El calor que su cuerpo había sentido desapareció de golpe. Pestañeo un par de veces y su confusa visión desapareció dejando ver a un Jihoon totalmente confundido.

-¿Hice algo que no te gusto? -Taehyung estaba como una piedra. -¿Tae?

-T-Tengo que irme... e-esto e-está mal. Lo siento.

El azabache hizo que Lee se regresara a su asiento, arreglo sus prendas y salió del auto cerrándolo con fuerza.

Jihoon salió detrás de Taehyung, pero este caminaba más rápido de lo normal, prácticamente huyendo de él.

-¡Taehyung, espera! ¡Deja llevarte!

Kim se detuvo, dio la media vuelta y miro a Jihoon negando con la cabeza y nada más. El rubio se quedó donde mismo, confundido y sin saber qué le había pasado al chico.

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Jimin entro a la facultad saludando a sus más conocidos. Entre ellos destacaba Hoseok que le veía de un mejor ánimo que la semana de la presentación, vivía tenso y enojado, enfocado en que todos lo hicieran bien, cuando resulto, Hoseok se sintió agradecido con todos y, así mismo, los felicito por su esfuerzo. El pelirosa lo encontraba un buen chico y dedicado a lo que amaba.

Al pasar por la cafetería vio si Taehyung estaba ahí pidiendo su típico té de cada mañana. Mirando por los alrededores, en unas cuantas mesas del interior y exterior del comedor, no lo encontró. Extrañado camino hacia donde tenía clase teórica ese día.

Al llegar al aula había un gran silencio y vacía en un entorno, y acompañado con el ambiente vio al azabache en sus brazos que estaban puestos en el pupitre. Camino hacia él, que estaba ubicado en el último asiento de la quinta fila de asientos junto a la pared de la sala. Park ya intuía que algo andaba mal, normalmente Taehyung cada mañana estaba con una cara de pocos amigos en la fila fijándose en que nadie se le cruzara o le quitara el puesto o andaba ensayando con tal de que le fuera bien, ahora estaba casi que aislado.

-No haré preguntas, solo dime que pasa. -Jimin dejo su mochila en el pupitre y se sentó junto a Taehyung para apoyar su cabeza en el hombro de su afligido amigo.

-Tienes toda la razón Jimin, aunque me cuesta admitirlo.

Park estaba algo complacido, Kim era una de las pocas personas que admitía que la demás tenía la razón, porque él a menudo asegura que era dueño de la verdad, jamás se equivocaba y no cometía errores. Cuando ya lo admitía era porque definitivamente dejo el ego de lado o algo pasaba en mente y, quizás, corazón, que lo dejo casi derrotado sobre la mesa.

-Qué halago-bromeo tratando de apaciguar el pesado ambiente-, pero ya dime, ¿por qué dices eso?

-Me gusta Yoongi, y no sé si solo me gusta, porque anoche no pude dormir pensando en ello. -Confeso, Jimin quedo sorprendido.

-¿Cómo te diste cuenta?

-Besé a Jihoon y casi tuvimos sexo en su auto, en un rato a otro... me lo imaginé. -Se cubrió su rostro. -¡No sé qué me paso, no sé si bebí mucho o qué mierda, pero lo vi a él, Jimin! -Hablaba con exasperación. -¡Me imagine a Agust besándome y fue raro, pero a la vez confirme lo que te negué y-y... me negué a aceptar!

-Bueno, tampoco lo cuentes como una tragedia, Taehyung. Es normal que te guste o te sientas atraído por él. Solo relájate un poco.

-No me puede gustar, ¿entiendes?

-¿Y eso por qué? -pregunto sin comprender a su amigo. Taehyung bajo la mirada y junto a sus manos jugueteando con sus dedos. Hizo memoria y recordó lo que contó aquel día de la presentación. -Ya veo porque es, es por tu madre y porque te lavaron el cerebro creyendo que es socialmente incorrecto.

-Solo quiero hacer bien las cosas...

-Hacer bien las cosas no se significa que tengas que prohibirte sentir algo por alguien.

-Ya sé, pero nunca me sentí tan confundido con algo así, ya ni hablamos. ¿Para qué esforzarme en pensar si me gusta? -Se preguntó a él mismo, así como a Jimin. Si lo pensaba bien, él y Yoongi perdieron contacto hace días tras lo ocurrido entre ellos. No podía matarse pensando en alguien con quien ya no se ve ni habla. -Estoy perdiendo el tiempo con esto.

-Si esto te tiene confundido, no simplemente te gusta, hay algo más ahí -dijo Jimin apuntando su pecho en la parte en donde se hallaba el corazón.

Y si era cierto, pues Taehyung debía ponerse serio y aclarar las cosas con el dueño de su confusión y pensamientos, por más enojados que hayan acabado aquel día. Habérselo imaginado en esa situación no era algo normal, menos para Taehyung que ha pasado su vida enfocada solamente en él y qué novios no ha tenido, menos le ha gustado alguien o enamorado.

Porque ahora no sabía si le gusta o estaba enamorando de aquel tatuador con el olor a nicotina impregnando en su ropa.

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Jeon le dio un golpe bajo al tipo que lo ayudaba entrar los días jueves al medio día, mientras la música de fondo del gimnasio lo mantenía motivado y activo en el ejercicio. Cuando el tipo siguió haciendo que Jungkook lo golpeara en los guantes, su mirada se enfocó en un chico de cabello largo, oscuro y estatura un poco más baja que él. Piel pálida y mirada seria. Para ver mejor quien era el que lo miraba desde fuera del área de entrenamiento se detuvo y confirmo que era Agust el que estaba allí con ropa de deporte.

¿Acaso estaba soñando?

Cuando iba a preguntar sintió un golpe en la pierna que lo derribo a la colchoneta. Se quejó por el impacto y el entrenado rio mientras el extendía la mano para ponerlo de pie.

-No bajes la guardia, JK. Vas bien, nos vemos la próxima semana. -El entrenador se quitó el equipo dejando a un adolorido Jeon tratando de recuperar el aliento.

Camino hacia Min y este se estaba riendo al verlo cojear un poco.

-Qué llorón, pensé que lo tomarías como cosquillas ese golpe de tu entrenador. -Se burló.

-No hables, me dio en la pantorrilla... -Se frotó la zona afectada hasta que se fue disipando de poco a poco. -¿Y que te trae aquí? ¿Dejaste la vida de viejo con un gato para meterte en el mundo de la vida sana?

-¿Acaso me estás llamando sedentario? -cuestionó de manera ofendida y alzo una ceja.

-En efecto, sí. Tienes una vida sedentaria, y no, ir de mi estudio al tuyo no cuenta como deporte, menos dormir, Yoon.

-Idiota... -Le dio un empujón. -Llegue hace como dos horas; estuvo haciendo algo de CrossFit, estuve en barra y algo de flexiones. Oí golpe y quise ver cómo te pateaba el trasero. -Contó.

-¿Y eso por qué?

-Quería despejarme, ayer fue Jihoon a mi estudio a decirme mil y una estupideces. -Se hizo el cabello hacia atrás. -Lo peor es que... conoció a Taehyung en una fiesta de ricachones y hablaba del como si... si lo viera seguido. No sé...

-¡¿Conoció a Taehyung?! -Estaba bastante sorprendido. -No me lo hubiera imaginado.

-Yo menos, pero no me gusta para nada eso, conozco algo a mi madre y sé que trajo a Jihoon para buscarle pareja.

-Mmm... -Se quedó pensativo. -Estás celoso, amigo. -Dedujo bebiendo algo de agua.

-Te lo hubiera negado, pero luego de pasar casi toda una noche pensando en si era celos o preocupación, llegue a la conclusión de que me estoy pudriendo en celos y rabia, Kook.

-¿Entonces si te gusta Taehyung? -Lo miro fijamente.

-Mierda, sí -se frotó el rostro. -Me gusta y... y saber que Jihoon lo ve me molesta, y fui estúpido porque le deje bastante claro que me enoje al saber que se ven.

-Despierta, imbécil. Te están quitando al chico, ¿Qué esperas que te patea ese trasero pálido que tienes para que despiertes o que carajos?

Agust se quedó en silencio.

Taehyung no era su chico y de llegar a serlo debería pasar tiempo y bastante, para que, cupiera la posibilidad de llegar a ese punto. Ahora no eran nada, solo dos muchachos que se odiaban -o eso creían- que no se hablaban, haciendo que las cosas entre los dos acabaran peor. Min admitía que, si lo pasaba bien con Taehyung, escucharlo, quejarse, mirarlo a los ojos, verlo sonreír las pocas veces que lo hacía generaban un revuelo en su pecho que le aterraba. Jamás se había sentido así.

Con la aparición de Jihoon la cosa había cambiado, aún seguía aquel revoltijo de emociones más los celos.

Pensó mucho en lo que sentía y sí, podía firmar que ese chico le gustaba y verlo con su medio hermano le molestaba bastante.

-Ven, párate y deja enseñarte el mejor método para botar el estrés. -Jungkook golpe el saco de boxeo con la palma haciendo que Min lo viera como una fuente para deshacerse del estrés, frustración y enojo que tenía acumulada. Le vendo las manos y luego le colocó los guantes. -Imagínate a Jihoon.

-Tu mocoso... Eres increíble, Jungkook -rio.

-Ponte en posición. -Jungkook lo acomodó dejando en la posición correcta para que comenzara a golpear y no se lesionara alguna parte del cuerpo por dar tal el puñetazo en el saco. -¡Ahora, golpea el saco con fuerza, saca lo que tienes!

Min comenzó a golpear con la derecha, izquierda, dando golpes bajos y otros más arriba. Haciendo presión en el abdomen para no flaquear. Agust continúo golpeando hasta que sintió que su cuerpo estaba cansado.

-Ahora... -Agarro el saco dejando que Yoongi descasara un poco. -¿Qué te pasa con Kim? ¿Te gusta?

-¿Y...? ¿Y eso a qué viene?

-Responde mientras golpeas el saco. -Exigió.

-Me gusta. -Dio un golpe. -Aunque su carácter sea complicado, tiene algo... algo que me hace pensar en lo mucho que me gusta. -Dio un golpe con la izquierda. -Ese molesto chico... me atrae todo él. Es diferente y eso me hace pensar tanto que me duele la cabeza.

Jungkook sonrió al ver que su amigo se hizo el cabello húmedo hacia atrás y se dejaba caer a la colchoneta tras dar el último golpe en el saco. Le ayudo a quitarse los guantes y le entrego una botella con agua de electrolitos para que recupere un poco las energías que perdió haciendo ejercicio.

-Gracias. -Chocaron puños. -Pero hay otra cosa...

-¿Qué?

-Mi madre me invito a comer esta noche, con Jihoon.

Jungkook le volvió extender los guantes.

-¿Quieres desahogarte?

Yoongi rio y tomo los guantes poniéndose de pie para seguir golpeando el saco de boxeo que colgaba del techo.

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