¿Hermanastro de Yoongi? ¿Del mismo Min Yoongi?

La verdad no sabía si creerlo, pero la cara del chico gritaba miles de veces que sí lo era. Sus ojos, su boca, la nariz, el tono de piel, la sonrisa. Era igual que llegaba a dar miedo, era como ver una versión más agradable de Agust.

—A juzgar por tu cara, parece que no me crees. —Se rasco la nuca. —No ando hablando de mi familia, así como así, pero como dijiste que te recordaba a alguien, intuí que era a él.

—La verdad es... es que ¿es raro? —Kim no sabía cómo continuar la conversación.

—Tranquilo. —Sonrió un poco. —Me llamo Lee Jihoon. —Extendió su mano para presentarse al azabache.

Taehyung, poco confiado, estiro su mano y la estrecho con el chico. Cuando sus manos se tocaron al muchacho sintió extraño, no era por querer pensar en Yoongi, pero le daba la sensación que estaba con él. Era un tema bastante raro, o tal vez ya estaba ebrio luego de cuatro copas de espumante y por eso pensaba que veía a Agust, sonaba obsesivo, pero trataba de buscarle una explicación a este encuentro.

—T-Taehyung, Kim Taehyung.

—Un gusto, Taehyung, ¿te molesta si te invito una copa?

—Ya he bebido mucho, creo que sería bueno irme...

—Bien, yo te voy a dejar.

¿Acaso era Agust D hablando?

Taehyung sintió un poco de miedo.

—No es por ser desagradable, pero apenas te conozco —dijo con sinceridad—, no sé si confiar en ti, y no soy de los que llegan y se suben a auto de extraños...

«Mentiroso.»

Se dijo así mismo.

—Lo entiendo. Fue atrevido de mi parte...

—¡Jihoon!

La conversación se vio interrumpida por una voz femenina que lo llamaba desde el final del pasillo. Taehyung se dio la vuelta y Jihoon se apartó un poco para mirar quien lo buscaba. Había aparecido una dama bastante elegante con un estilo que gritaba por todos lados "costoso". Kim debía admitir que era hermosa; la mirada, su forma de caminar, su contextura. Era esas mujeres matriarcales. Quedo bastante sorprendido al ver que estaba se acercaba a Jihoon con gran confianza y pasaba su brazo por el del muchacho.

—Oh... ¿Y este muchacho quien es hijo? —preguntó con bastante interés al ver a Taehyung allí. Lo miró de pies a cabeza, la verdad le daba una buena impresión.

«¿Hijo? Oh por Dios... Es la madre de Yoongi.»

—Chocamos de camino. Se llama Taehyung, mamá -conto el joven presentando al azabache. Kim se inclinó para mostrarle respeto y saludarla.

—Un gusto, pero ya debo irme a casa. Mi madre debe andar buscando...

—Eres un lindo muchacho. —Taehyung abrió sus ojos ampliamente. —Jihoon tiene buen ojo —guiño a su hijo.

—Mamá, no empieces... —dijo entre dientes avergonzado.

—Por favor hijo, invítale algo. —La mujer se veía insistente.

—No, no... estoy bien —rio tímido—, no es necesario, además ya debo irme. Mi madre debe estar buscándome como loca.

—Comprendo, cariño, tranquilo. —Sonrió. —Fue... agradable conocerte, jamás vi alguien como tú.

¿A qué se refería con eso? Si su instinto no le fallaba, esa mujer estaba con los ojos puesto en Taehyung para acercarlo a su hijo, pero se veía que Jihoon no es estaba interesado en eso, le agrada un poco la verdad, pues no quería saber nada más de matrimonios y compromisos sin sentido. Aquello ya estaba bloqueado de su vida.

—¿Gracias? —sonrió tímidamente.

—¡Bien! Fue un gusto, Taehyung —dijo Jihoon caminando por lado junto a madre.

—Igualmente, Jihoon, adiós.

Cuando ya se había alejado suficiente, miró hacia atrás y le vio la espalda al azabache. Debía admitir que tenía un porte bastante elegante, hermoso y educado.

Algo le intrigaba de él, empezando que conocía a mediocre y malhumorado hermano con sueños banales y sin sentido. Aún recuerda el día que lo conoció a Yoongi una sola vez en su vida, y aquella vez fue cuando lo visito en el hospital. El desenlace de aquella visita terminó en una discusión poco agradable. Jamás lo volvió a ver y hoy, en su vuelta a Seúl conoce a este muchacho que ya había compartido un par de veces con él.
Taehyung al quedar solo, dejo ir todo ese aire contenido en su pecho. Se apoyo en la pared y trato de atar cabos.

Jihoon es el hermanastro de Yoongi, esa mujer es su madre... ¿y el padre? De seguro son hijos de diferentes padres, porque el parecido de la mujer con Jihoon y Yoongi era evidente. Tenía tantas dudas que necesitaba aclarar, pero tampoco podía ser tan descarado como para llegar donde Agust y ahogarlo en preguntas sobre su vida privada, agregando que ni uno se quería ver.

Tan pequeño era el mundo que una noche conocía a la familia de Yoongi sin quererlo ni desearlo.

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Domingo por la mañana y ambos amigos se reunieron en la misma cafetería. Jimin dejo pasar lo ocurrido la última vez que se vieron en la cafetería, todo porque de verdad quería a su amigo y sabía que Taehyung igual lo quería, aunque su manera de ser no era la más correcta de todas. Ahora lo invitó para hacerle un resumen de todo lo que paso en la fiesta y la palabra clave que uso Kim para hacerlo venir fue: "tengo algo importante que decirte". No podía negarse a ir y el tono de voz del azabache se notaba que lo requería.

Fue así como llego y vio a Taehyung sentado en la terraza de la cafetería, al sentarse Taehyung le pidió un café con leche descremada y un par de muffins para ambos. El joven al ver al pelirosa, enseguida soltó todo lo que había descubierto esa noche, incluso le conto que la mujer encargada de las becas igualmente lo andaba buscando, pero Jimin quedo en blanco cuando le dijo que Agust D, el tatuador que se acostaba con su amigo, lo iba a dejar a su casa, invitaba a salir y que le hizo el tatuaje, tenía un medio hermano.

La curiosidad por verlo lo mataba, quería comprobar que tan parecidos eran.

¿Sorprendido? Era poco como para expresar como se tomó la noticia de Taehyung. Estaba en blanco y no creía mucho, pero si su mejor amiga se lo estaba jurando por todo lo que amaba —y era poco— debía ser más que cierto.

—P-Pero... ¿Qué tan iguales eran?

—Era como ver un holograma, Jimin. Así de iguales, solo que Jihoon era más agradable que Yoongi... —Taehyung jugo con la bombilla y continúo tomando su té con leche. -Solo digo que, de verdad, no podía creerlo. Si no fuera por el cabello rubio será más igual todavía.

—A ti te pasa de todo, en serio, de todo. —Hizo énfasis.

—Soy un imán que atrae problemas o...

—¿Hombres guapos? —Jimin le guiño el ojo y Taehyung solo rio. —Bueno, pero tampoco has tenido problemas más allá de lo que paso entre ustedes y no has sabido nada de Agust.

—No... Y creo que luego de ver a Jihoon algo me decía que quería verlo, aparte vi a su madre... El jamás dijo algo de su familia.

—¿No crees que no dijo nada porque te veía como algo casual que no merecía saber de sus asuntos personales? —interrogó Jimin cruzándose de brazos y apoyándose en el respaldo de la silla. —Es justo que no te diga nada.

—Lo dijiste con sarcasmo —murmuro sacando un trozo de muffin.

—¿Y no hablaste con ese Jihoon? ¿Qué te dijo?

—Me soltó así de la nada que Yoongi es su medio hermano, yo quedé sorprendido, luego llego su madre y la mujer se notaba que quería que me acercara a Jihoon. —Conto mientras recordaba la insistencia y la exageración de amabilidad que expreso la mujer esa noche del encuentro. -No creo que lo vuelva a ver, esto quedara como una buena anécdota que te conté.

Jimin asintió y bebió de su taza. La conversación quedo hasta ahí y los dos amigos hablaban de la universidad, la beca, ensayos, horarios de clases y como no, de las vacaciones que ya se venían, solo debía aprobar los últimos exámenes que se acercaban. Jimin y Taehyung hace días que llevaban preparándose para ellos junto a Hoseok.

Mientras que ambos amigos hablaban cómodamente, a la cafetería llego un chico de cabellera rubia, camisa con línea beige y café, con un pantalón de vestir de un tono parecido al de la línea de su prensa superior, bien peinado; consigo igual traía un bolso colgado en su hombro y un abrigo en el brazo. Entre sus manos tenía un folleto de la cafetería y con la dirección. Algo perdido miro para todas partes, no sabía si estaba en la dirección correcta, entre eso que buscaba la dirección en el local, su vista cayó sobre un muchacho que reconoció como Taehyung, el mismo de la fiesta del viernes.

Se mordió el labio pensando un poco que hacer, si acercarse o no. Jugueteo con el papel hasta que decidió ir con él. Algo tenía que le llamaba su atención.

Camino entre las mesas hasta que llego donde Taehyung y un chico pelirosa.

—Hola, pensé que no te volvería a ver —saludo Jihoon con una sonrisa en su rostro.

Jimin llego a saltar al ver al chico.

«Mierda... Si se parecen.»

—¿Ji-Jihoon? —Taehyung se levantó de la mesa sorprendido de verlo. —No creí que volveríamos a vernos. -Rio nervioso.

—Paseaba por Seúl buscando una cafetería para tomarme un café y leer... No sé si es aquí. —Le mostro el folleto con la dirección.

—Si, es aquí. Es un buen lugar para leer —dijo Kim sin saber bien como continuar la conversación.

—Genial, pensé que me había perdido. Es segunda vez que vengo a Corea, es enorme... —Dijo mordiéndose los labios y viendo rápidamente a Taehyung a los ojos. —Ya tendré tiempo para ver a donde voy, mi madre se distrae con trabajo, yo conociendo más.

Park miro al joven. ¿Acaso andaba coqueteándole a Taehyung?

De pronto Taehyung alzo la mano para llamar al camarero, quien llego rápido.

—¿Qué te gustaría beber, Jihoon?

—Un americano estaría bien. —El camarero tomo la orden y se retiró. Jihoon vio como Kim le invitaba a sentarse junto a él y Jimin. —¿Acaso me estas invitando a beber algo? —pregunto intrigado.

—Si, te quede debiendo del viernes.

—Gracias, Taehyung.

Ambos se sonrieron.

El pelirosa parecía entender un poco más la amabilidad extraña de su amigo.

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Namjoon termino por guardar la guitarra en su estuche al igual que Yoongi lo hacia mientras mantenía un cigarrillo entre los labios. Jungkook por su parte estaba sentado en el escenario mirando el gran vacío que dejaron las persona esa noche en el pub mientras que se tomaba una botella de cerveza. Min miro la firma que tenía la guitarra antes de cerrar el estuche de esta, esa era la firma de su padre, la acaricio un poco recordado cuando se la regalo y toco una canción para él en el hospital.

«Te extraño.»

Se acerco a Jeon y le toco el hombre para pedirle una cerveza. Se sentó en el escenario dejando sus piernas colgando, mientras que las culpaba un poco fumaba y bebía de poco a poco. Jungkook lo mirara al igual que Namjoon con cierta preocupación. No había trabajado en todo el día, y llevaba con esa actitud de hace casi dos semanas. JK sabia la razón, Namjoon no, tampoco se atrevía a preguntar, respetaba bastante la vida de Yoongi y considero lo reservado que podía llegar a ser con sus asuntos personales, así que toda clase preguntas se las guardo.

—Así que tu madre llego a Seúl... —Jungkook suspiro luego de romper el silencio que había. —Que jodida mierda, esa mujer no se aburre de molestarte.

—Lo peor es que trajo al "hijito perfecto" —dijo haciendo comillas con sus dedos. —Cree que, trayéndolo aquí, me hará recapacitar sobre mi vida. —Le dio golpes suaves al tabaco dejando las cenizas desperdigas por el escenario. —Eso sí que es jodido...

—Oye, mientras que Jihoon no se asome por el estudio estarás bien —dijo Jungkook levantado la botella para darle un sorbo—, aparte, Jihoon te odia.

—¡Ni lo menciones! —exclamo. —¡Si asoma su pequeña persona a mi estudio lo corro, no a patadas, a puñetazos! ¡No lo quiero ver ni en pintura a ese... Agh! —Apagó la colilla y la dejo dentro de la bolsa donde venían las cervezas.

Namjoon algo -poco- sabía, más que nada que la relación familiar de su compañero de escenario era algo bastante difícil. Se acerco un poco y saco de la bolsa la botella de agua que compro Jungkook para él.

—Enfócate en lo tuyo y ya, Agust... Que las personas no te consuman la cabeza, sigue como has estado estos días.

—Quisiera... Pero hace tiempo que he dejado que una persona me consuma la cabeza por más que quiera... Es molesto, mierda... —suspiro frotándose la frente con su mano. —Debería ir a dar una vuelta por algún bar, que sé yo, recuperar mis viejos y malos hábitos.

—Suena a buena idea, pero deberías buscar algo estable —dijo Namjoon.

—¿No estarás diciendo que busque novio? ¿O sí?

—Si bueno... Eso digo.

—¿Y para tener un hijo como tú y Jin? —Namjoon se encogió de hombros y luego asintió con un poco de dudas. —Olvídalo, no lo hare. Nadie quiere a un tatuador como novio o como padre de sus futuros hijos.

—No es necesario el hijo... —murmuro Jungkook. —Quizás Nam tiene algo de razón.

—Lo dice el que sigue como amigo con ventajas de Jimin. —Lo miro de reojo dándole otro sorbo a la cerveza.

—¡Eres muy molesto!

Yoongi se quedó pensando en lo que Jungkook y Namjoon le dijeron. ¿Una relación estable? Negó para sí mismo. Ni loco, le gustaba seguir como estaba; soltero y con un gato, algo mejor que eso no hay y no le molestaba.

Quizás pensaba en Taehyung, pero pensaba en el cuándo llegaba a sus fosas nasales ese abrumador perfume a coco y jazmín, su cabello, la sonrisa, los labios tersos y suaves que humedecía con sus besos. Las veces que sus manos recorrieron cada centímetro de aquella piel de un tono canela exquisito, como gemía cuando por din estaba debajo suyo o esa noche en el auto que quedo realmente sorprendido por la habilidad de Kim a la hora de mover las caderas.

Se detuvo abruptamente. Se regaño mentalmente al seguir pensando en un chico que era diferente, lejano e imposible de tener.

Dejo la botella vacía de lado cuando su teléfono vibro. Desbloqueo la pantalla y se metió a la bandeja de mensajes donde vio uno de su madre, que ponía claramente que le gustaría invitarlo a cenar algún día con Jihoon...

«¿Cena con Jihoon? ¡¿Aun seguía en Seúl?!»

—¡Oh mierda!

Jungkook y Namjoon se quedaron mirando como Agust se dejaba caer al escenario y ahogaba un grito en su chaqueta.

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