Capítulo 19
La señora Kim cerró de un portazo que hizo retumbar vidrios y paredes de la casa, sobresaltando a su hijo y ama de casa que estaban allí. Taehyung ignoró por completo el ruido para dirigirse a las escaleras hasta su cuarto, para posteriormente encerrarse.
—Taehyung —llamó. El joven hizo caso omiso. —¡Kim Taehyung, detente ahora!
El chico se detuvo de golpe. Rodó los ojos mientras se daba la vuelta, sobre sus talones para mirar a su madre. Se cruzó de brazos y su semblante cambio a uno que demostraba su mal humor y poco deseo de ser regañado.
—Seré clara y concisa. No te quiero ver cerca de ese chico otra vez. ¿Oíste?
—Soy mayor de edad, sé con quién ando mamá, gracias por tu falsa preocupación y si eso es todo me quiero ir a mi habitación. Cuando se dispuso a subir otro escalón más, su madre lo volvió a detener.
—¡Taehyung! —gritó. —No te quiero cerca de ese chico; su aura me da mala espina, nada de confianza.
—Por favor, basta… —Pidió. —No me hace sentido esta repentina preocupación por mí.
—Soy tu madre, pensé que era obvio. Y una madre no deja que su hijo se arruine la vida con un tipo como Bogum. —Comentó refiriéndose a todo el asunto del matrimonio.
La mujer suspiró y siguió los pasos de su hijo que iban a su cuarto. Ella vio que el chico se dejó caer en la cama para recostarse por un momento. Sin más, entro sin permiso y cerro la puerta para mantener una privacidad de madre e hijo. La dama se sentó en la silla del escritorio del menor.
—Quiero estar solo —dijo sentándose en la cama, desafiando con la mirada a su progenitora.
—Sé que tu motivo de desaparecerte es porque tú y tu padre discutieron por… por Bogum. —Empezó a explicar cruzando sus piernas. —Y por eso quiero que sepas que ya no estoy a favor de esto, ni de lo que tu padre quiere para ti. Taehyung se sintió aturdido. ¿Acaso esa era su madre?
El chico se cambió de lugar hacia el borde de la cama para acortar distancia y hablar mejor sobre el tema. Que su madre haya confesado que no estaba de acuerdo con lo del matrimonio le daba mayor interés, prefirió poner atención.
—¿Cómo?
—No es difícil de entender. Eres desafiante, mordaz, con un carácter fuerte… No me hace sentido que te ancles a una vida mediocre con Bogum. ¿Casarte, tener hijos? Eso no es nada tú… “estilo”. —Hablaba su madre. —Te veo triunfando, aunque me duela saber que te gusta la danza en vez de la medicina o abogacía, pero demuestras ser el mejor y eso quería lograr en ti.
—¿Quieres decir que te estás oponiendo a mi matrimonio con Bogum? —Una sonrisa se dejó ver en el rostro de Kim. —Mamá… y-yo creí que te gustaba la idea.
—Al comienzo sí, pero cuando tu padre me contó por qué te fuiste enojado no podía seguir permitiendo algo así.
Taehyung estaba que brincaba de la emoción. Que su madre esté en cintra de la barbaridad de plan de casarlo con Bogum ya le daba ánimos para seguir con su vida como venía haciendo y tan solo pensarlo lo hacía feliz. Pero a su mente vino que su madre tenía una cualidad que podía ser buena y mala a su vez. Si ella daba algo, espera recibir otra cosa a cambio. Bajo los noveles de emoción de su cuerpo, se sentó derecho y miro seriamente a su madre.
—Bien, ¿pero dime el precio de esto, madre? —La mujer rio con una carcajada. —Por eso eres mi hijo… —Le tomo la barbilla. Se levantó de la silla y camino hacia la puerta. —Deja de escaparte con ese chico que llegaste hoy. Te dije que si vas a juntarte con alguien que sea de tú… altura —hablo de manera déspota—, te conviene tener relaciones con gente que te ayude a llegar a lo alto de tu carrera universitaria.
Taehyung cambió su expresión. Estaba algo apena ante la idea de dejar de ver a Agust, pero si así podía tener la vida que quiere, sin ataduras, sin el matrimonio del horror, arreglado y disfrutando de lo que tanto ama —la danza— lo iba a hacer. Al fin y al cabo, las noches juntos fueron disfrutas, pero debía madurar para lograr su objetivo vital y decirle adiós a Agust D era el primer paso para lograrlo. Pero… ¿Sería capaz de hacerlo?
Con él lo pasaba bien en todo ámbito. Le ayudaba a despejarse de sus problemas, aun así, sabía que era una mala influencia, una distracción que no le iba a permitir concentrarse en lo que hacía. Por más que una parte de él dijera que no lo hiciera, tenía que, su futuro era su sueño.
—Está bien, pero prométeme que harás que papá acceda.
Su madre extendió sus brazos para acurrucar a su hijo entre ellos. El azabache arrugó la frente con extrañeza, pero debía pactar el trato. Así mismo fue hasta ella y rodeo con sus brazos la espalda de la dama y está acaricio su cabello con amor.
—Resérvame un lugar para tu presentación.
El joven azabache miró a su madre con sus ojos brillante e ilusionados ante la idea de ver a su madre por primera vez en una presentación. Si esto era un sueño, lo iba a aprovechar antes de irse a la Londres.
⊰᯽⊱┈──╌❊ - ❊╌──┈⊰᯽⊱
Suspiró dándose vueltas en la cama, miró el techo y refunfuño molesto. Llevo su mano hasta la mesa de noche y tomo su teléfono para enviar otro mensaje. Eran las dos de la mañana y cierto chico de cabello azabache y aroma a coco que dejo impregnado en sus sabanas no lo dejaba dormir.
Desbloqueo el celular y envió el cuarto «¿Hola, ¿cómo estás?»
Con el transcurso del día había mandado el mismo mensaje cuatro veces. Uno en la mañana, otro en el almuerzo, uno cuando se fue a la cama y este ahora en la madrugada. Agust sentía que algo le había dicho esa señora que se apareció de la nada a bajar a Taehyung de su auto y necesitaba saber que fue que paso.
Mientras pensaba, sintió un peso en sus piernas. Alzó la cabeza y se encontró con una bola de pelo negra caminando en su dirección para acostarse en su pecho. Era su gato, Medianoche. El animal se acostó en el pecho, comenzó a amasar y ronronear sobre la playera de Min. Este sonrió y acariciar a su mascota.
—¿Crees que deba insistir o dejarlo? —El gato se acomodó sobre sus patas para dormir. Yoongi le acarició las orejas.
Yoongi miró el teléfono otra vez, pero sus ojos se abrieron al ver que un mensaje de Taehyung había llegado. Desde la bandeja de mensaje leyó un simple «Hola, estoy bien», pero le daba igual, su cara formo una sonrisa. Antes de poder escribir una llamada de Kim entró. Sin dudarlo contestó.
—¿No crees que no es una hora prudente para mandar mensajes?
Min frunció el ceño. El chico se oía frío.
—No podía dormir y quería saber si paso algo malo después con tu madre —confesó.
—Ya dije que estoy bien, y aprovechando que llamé... Creo que ya no es bueno que nos veamos más.
Agust apretó el teléfono. Si su instinto no fallaba, sabía que algo malo de verdad paso en esa casa.
—¿Y eso por qué? —preguntó de golpe.
—No eres bueno para mí, nada más que una distracción a lo quiero hacer en mi vida y siento que... que no puede salir nada bien de esto, Yoongi.
Soltó una risa.
—¿Me dices esta mierda luego de ponerte celoso en mi apartamento? —Hubo un silencio. —¿Sabes? Tienes razón, no sé por qué insistí en saber si estabas bien o preocuparme por ti, si en realidad todo esto era por follar.
—A-Así es... Dejémoslo hasta aquí, ¿sí?
—Haz lo que quieras.
Y corto. Lanzo en el celular en la cama haciendo que rebotase sobre el colchón.
¿Estaba molesto? Sí, bastante y era extraño, porque con los chicos con los que llego a estar, cuando estos le cortaban, le daba igual y lo sentía un alivio, pero Taehyung se estaba metiendo en su cabeza de una manera que lo estaba jodiendo, quizás por eso dolió un poco que le cortará.
Extraño hasta para él.
Fue así que, con un mal sabor de boca, fue cayendo dormido cuando el reloj ya marcaba diez minutos para las cuatro de la mañana. Lo último que sintió antes de caer el profundo sueño fueron los runruneos de su mascota.
Y con ese mismo mal humor, a la mañana siguiente apareció en su estudio para trabajar. No era un buen. Primero; despertó tarde por culpa de estar hasta las tantas pensando en algo sin nombre y que ni siquiera debía porque afectarle. Segundo; el agua de la ducha nunca salió a la temperatura que le gusta, así que acabó como un bloque de hielo de la regadera y por último; su primera cita de las diez llego una hora tarde, retrasando las demás que tuvo que programarlas nuevamente.
Ya eran las una de la tarde y estaba acabando con un tatuaje en el tobillo de no más de cinco centímetros, algo pequeño y rápido de hacer con la técnica y práctica de años que lleva. La chica sonrió agradecida y contenta del resultado. Apenas se fue Agust le dijo que Chungha que no le diera más citas. Quería comer, dormí y no saber nada más.
Se dejó caer en la silla del escritorio con la espalda pegada en el respaldo, suspiró pesado y miro el chat de Kim. Gruñó molesto y lo tiró sobre la mesada. Posteriormente, saco un cigarrillo y lo encendió inundado sus narices y organismo con el olor a tabaco.
Jungkook, quien se quitaba los guantes, vio esto y se apoyó en la pared para hablar con él.
—Alguien amaneció con el pie izquierdo... de nuevo.
—No ando de humor —murmuró exhalación el humo.
—¿Cuándo andas de humor realmente? —preguntó bromeando. Al ver que la reacción no fue positiva se retractó. —¿Paso algo? ¿Qué te molesta?
—Taehyung.
El chico abrió sus ojos sorprendidos.
—Pensé que ya era un tema superado, estaba con Youngjo. —Se apoyó en el escritorio.
—Lo pensé igual, pero cuando llegó a mi apartamento deprimido y haciéndome una jodida escena de celos que, por cierto, negó, me quedo claro que no estaba superado —habló con molestia—, lo peor es que me llamó en la madrugada para decirme que soy malo para él.
—¡¿Te cortó?! —preguntó exaltado.
—Sí, pero me da igual...
—Si te diera igual no estaría así, Chungha te dijo...
—Así es, yo le dije. —La chica apareció haciendo un escándalo con énfasis en el yo. Se sentó en el sofá dejando la agenda tirada junto a ella. —Te dije que ese chico daba mala espina y que te iba a mandar a freír espárragos, pero fuiste de necio.
Yoongi apagó el cigarro y se levantó de golpe.
—No eres mi madre para recordarme que la cagué. ¿Sí? —habló enojado. —Mejor me voy...
—Oye, trabajaste media mañana con tatuajes pequeños. —Sacó en cara. —No me pienso quedar solo con las cuatro citas de hoy.
—Bien, entonces día libre. Adiós.
Los dos que trabajaban con Agust se quedaron boquiabiertos por la reacción del mayor. Jungkook se quedó cruzado de brazos, apoyado en el escritorio, y Chunhga se sintió mal por haberlo hecho enojar más de lo que ya estaba, pero sabía que tenía algo de razón. Los chicos como Kim Taehyung se dejan influenciar y manipular fácilmente por sus padres.
Por más razón tuviera, tenía que hacer algo para que Yoongi pudiera disipar esa nube negra que traía.
⊰᯽⊱┈──╌❊ - ❊╌──┈⊰᯽⊱
—Medianoche, aún te queda comida en tu plato, gato malcriado... —farfulló.
Agust se fue a la mesa dejando su café americano para continuar con unos bocetos que tenía que hacer para las citas de esa semana. Estaba yendo a trabajar día por medio y solo hasta las doce del medio día, no se quedaba como antes hasta tarde, máximo nueve de la noche. El ánimo no le mejoro, así que se rindió.
Durante esos días bloqueo el tema de Taehyung y se enfocó en su trabajo, que era lo mejor que hacía. Claro que de por medio tuvo la sorpresiva visita de Youngjo, donde está de más decir que acabo con una habitación rebosante de jadeo y gemidos de ambos, pero… ya no era igual.
Tomó el lápiz y comenzó a trazar a medida que se iba guiando de imágenes que encontró. Puso un poco de música luego para acompañar su sesión de dibujo y hacerlo más ameno.
Al estar inmerso en sus asuntos, el fuerte ruido de la puerta, ser tocado le saco un susto que lo hizo saltar en la silla. Refunfuño entre diente por el susto, se levantó de la mesa y fue hasta la puerta abriéndola. Allí estaba Chungha con una sonrisa en la cara, y su mochila de la universidad.
—Dije que no haré citas en la tarde.
—No vengo a eso, vine para disculparme.
—¿Y eso por qué? —preguntó alzando una ceja.
—Por lo que te dije ese día en el estudio, no soy tu madre para regañarte por las estupideces que haces —dijo cabizbaja y jugando con su mochila—, y también perdón por pedirte que me vayas a dejar ahora, voy tarde. —Sonrió inocente la muchacha.
—Chungha, no me enojé, solo... solo no tenía ánimos de nada —confesó.
—Está bien, de todas forma, prometo no ser así—dijo levantando la mano en promesa—, pero ve a dejarme... hay una presentación en la universidad de la facultad de danza y me necesitan —contó rogando.
—¿Presentación en la facultad de danza?
—Sí, es hoy en un par de horas precisamente. ¿Vas o no?
A la mente de Agust llegó de golpe algo que Taehyung le había mencionado, sobre una presentación. Él estaba en esa facultad y habló sobre el mismo tema. La duda comenzó a darle un cosquilleo; la necesidad de saber si Taehyung estaría ahí lo mataba, quería y exigía una razón más entendible que la mediocre llamada que le hizo. Encarar a Kim, eso quería.
—Espérame, ya voy.
Chungha sonrió.
—Eres el mejor jefe del mundo.
—Sí, claro... cuando te conviene —mascullo.
La chica pasó al apartamento y saludo al felino acariciando su lomo con la mano, hasta llegar a la cola. Luego miro de reojo como Yoongi se iba a su cuarto a ponerse ropa más decente y quitarse la pijama, ella sabía que su cometido estaba empezando de maravilla.
⊰᯽⊱┈──╌❊ - ❊╌──┈⊰᯽⊱
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro