34 - Sunhye
La fiesta siguió con tranquilidad, me reí mucho con el discurso de los novios, principalmente el de Solar que agradecía hasta personas que en su vida había conocida, incluso se disculpó con Lee Min Ho solo porque se estaba casando y no era con él. Yo también tuve una parte importante en su discurso, y a pesar de que me reía también se me hinchó el pecho de nostalgia y de felicidad al oírla, casi me levanto y voy a abrazarla por las cosas tan bonitas y ridículas que dijo de mi.
Comimos pastel, uno muy delicioso de vainilla, y Jungkook se empeñó todo el tiempo en hacerme reír, y mientras comíamos me ensució la cara de crema blanca, dejándome sorprendida.
—¡Jungkook! —me quedé, entre risas, pero me acababa de ensuciar cuando yo había empleado mucho tiempo en maquillaje.
—Espera, aún no está completo —se mofó, estirando su dedo más hacia mi cara, y entre risas me removí para que no lo hiciera, seguro estábamos haciendo el ridículo más grande del mundo delante de las demás personas, pero de alguna manera Jungkook me estaba divirtiendo.
—¡No! —moví mi rostro para que no me ensuciara más pero Jungkook logro dejarlo al lado de mis labios, apreté estos en un acto automático, Jungkook se rió demasiado bonito y feliz, contagiándome.
Intentó colocar crema en otra parte de mi cara pero yo me removí más, y solo logré que se acercara su rostro y me besara, retirando la crema del pastel con su lengua cuando decidió ceder en el beso.
Se separó de mi unos segundos después y aprovechando mi momento de debilidad y despiste, me ensució con rapidez en la nariz y en la otra mejilla. Hice pucheros derrotada e intente quitármelo con la servilleta, pero mi cara seguía un poco pegajosa.
—Si quieres te lo puedo quitar con mi lengua —inflé el pecho al oírlo y el sonrió con mi reacción.
—Iré a limpiarme a un baño, con agua —me hice la difícil al decidir, el chasqueó la lengua.
—Vale, te espero aquí —añadió.
Yo cogí mi cartera de mano, en la que traía polvo de cara y me dirigí al interior de la inmensa casa en busca de un baño. No supe al principio donde quedaba, pero preguntando se llega a Roma, y yo pude encontrar un baño rápido. Con una servilleta mojada me limpié la cara frente al espejo del baño, luego con una seca limpié el rastro de agua.
—Que tonto es el Jungkook —hablé sola, frente al espejo.
¿Será que el amor me está volviendo demasiado loca? No es bonito hablar sola. Pero formé una sonrisa riéndome de mi misma, y de lo increíblemente patética que me veía al estar tan enamorada de Jungkook, simplemente me sentía demasiado bien con él, no me cabía duda, lo aseguré cuando ignoró a su ex y me dio mi lugar, se olvidó de ella y me prestó toda su atención a mi. Pero no podía negar que me inquietaba la inseguridad todavía, y la curiosidad de saber ¿porqué ella estaba aquí hoy? Y lo peor era que seguía buscando a Jungkook como si pensara que tenía algún tipo de poder como para interrumpir a una pareja feliz, una maleducada y no la soportaba.
Me retoqué el maquillaje antes de salir, y salí en busca de mi novio de nuevo, solo quería estar a su lado todo el tiempo, sin despegarme de él ni por un milisegundo.
Cuando salí al jardín decorado y lleno de personas desconocidas, busqué con la mirada a mi chico de ojos de estrellas, sin embargo, lo que vi no me lo esperaba para nada.
Y mi sonrisa desapareció en cuestiones de segundos en modo de inseguridad y mucha curiosidad al respecto cuando él se puso de pie siguiendo a Jieun a sabrá Dios que lugar, se me cayó el mundo al suelo, y el corazón se me estrujó como si una mano hubiera atravesado mi carne y me lo estuviera apretando con fuerza, pero intenté mantenerme serena antes de sacar conclusiones precipitadas, pero lo que más me jodía era que él la estaba siguiendo, el seguía cediendo como si nada a lo que ella le pedía, tenía un poder sobre él que aún no había cambiado, que había intentado cambiar pero seguía ahí, él la seguía teniendo mucho en cuenta, demasiado.
Por eso los seguí, teniendo un mal presentimiento y una voz que me decía que no los siguiera, que no era buena idea, pero yo ignoré todo y los seguí sin que se dieran cuenta de mi presencia.
Se alejaron la fiesta, saliendo al exterior, quedándose de pie a una esquina de la cerca de piedra que separaba el jardín del mundo exterior, yo me pegué a esta, oculta para escuchar.
¿Porqué carajos hacía esto? ¿Estaba insegura de lo que sentíamos el uno por el otro? Pues si, estas actitudes, de él irse con ella a un lugar lejos a hablar o cualquier cosa me ponían demasiado insegura de él, me hacia pensar que aún la sigue queriendo como el primer día.
—¿Qué quieres hablar? No tengo todo el tiempo del mundo, no quiero que mi nov... —ella al parecer lo detuvo cuando me iba a mencionar, e intenté con sus palabras poner toda mi confianza en él.
—No la dejarás mucho tiempo sola —dijo ella, su voz me irritó mucho —Jungkook, yo solo quiero saber qué significó lo de esa noche para ti, porque para mi significó muchísimo —dijo, yo arrugué mi entrecejo confundidísima.
¿Esa noche? ¿A qué se refería?
Jungkook suspiró, como si estuviera cansado, y procedió a hablar.
—Jieun, yo te puedo querer y lo que sea, fuiste importante para mi, pero yo encontré a alguien que me hace muy feliz, y ese día no estaba bien con ella, y quería estarlo, le di su espacio pero la angustia de que ella no volviera y lo que me dijo me envenenó mucho y sabes que no estaba sobrio, y que no estaba en mi sano juicio, tampoco sucedió nada del otro mundo, pasó y ya, olvidalo y dejame ser feliz —dijo él, confesando cosas que me cayeron como un balde de agua fría.
¿Se había acostado con Jieun? ¿La quería aún? ¿Es importante para él? ¿Está intentando olvidarla conmigo a caso? ¿No soy suficiente como para hacerle olvidarla todavía?
—No se lo has contado a ella ¿verdad? —inquirió ella, no por muy labor de rendirse.
—No y no...
—No me lo ha dicho, pero por desgracia ya me enteré —salí a la defensiva, no de él, sino de mi. Ya había escuchado suficiente, ya me había dado cuenta de muchas cosas.
Jungkook se giró como si un resorte lo hubiera empujado, y se asustó tanto que casi pierde la el alma al verme, sin embargo, su ex sonrió, contenta con mi sufrimiento, ¿esto era lo que ella quería? Puede que sí.
—Ups, yo pensé hacer las cosas diferentes, pero supongo que así quedó —mencionó ella, pero yo no dejé de mirar a Jungkook en ningún momento, y él a mi tampoco.
Intentaba justificarse con la mirada. Pero las cosas no se arreglaban ran fácil, yo no era tan fácil cómo él creía que yo era.
—Sunie, deja que te explique —intentó acercarse a mi pero yo retrocedí en defensa y espacio. Él me dejó y no avanzó más.
—¿Qué me vas a explicar, Jungkook? ¿Qué no había sido tú intención, que le obligaron porque estabas bajo el efecto del alcohol? Eres un hombre, o al menos eso pensé, con esto me di cuenta de que nunca seré el primer plato, porque aunque me des prioridad ella siempre va a hacer la primera opción, disculpa por no haberte hecho olvidarla —tragué el nudo de mi garganta para no romperme delante de él, ni de ella.
Jungkook me miró con las cejas caídas y el rostro bajo, como un perrito acabado de ser regañado, pero no justificó mis palabras ni a él, se quedó cayado asumiendo la culpa, pero para mi ya era suficiente, para mi y para él. Si quería estar conmigo tenía que olvidarse de ella, porque yo no era plato de segunda mesa de nadie.
Miré una última vez a Jieun, con una sonrisa triunfal para luego darme la vuelva y marcharme, apreté mis labios dolida, destrozada, tal vez más de lo que podría yo soportar física y mentalmente.
¿De verdad la había buscado de nuevo ese día que no nos hablamos? ¿Realmente aún no soy suficiente para él?
Desde un inicio pensé que había sido capás de olvidarlo, pero estaba tontamente equivocada, él estaba muy enamorado de esa chica, y yo solo era su distracción, la puta que le hacía los favores gratis, o me los pagaba endulzándome el oído.
Salí a trompicones de allí, demasiado lenta por los tacones, pero Jungkook no vino detrás de mi, en parte lo agradecía, porque se notaba la culpa en él, pero hubiera querido que me siguiera e intentara de todas las maneras posibles hablar conmigo.
Me detuve muy conmocionada a quitarme los tacones, sin importarme el suelo sucio, con las manos temblorosas y a punto de estallar en llanto. Había llorado más por un chico que en todos los años de mi vida juntos por mi familia.
—¡Sunhye! —me llamaron, no era la voz de Jungkook, levanté la cabeza solo para ver como Taehyung se me acercaba, saliendo de la fiesta al verme, tenía una sonrisa que se le borró al instante en el que me vio la cara, roja, los ojos aguados y la nariz muy colorada, muy a punto de llorar, él mismo se agachó al verme y quitó mis tacones con sus bonitas manos de dedos largos.
No dije nada, me permití hacer temblar mi labio pero sin llorar, hasta que Tae cogió mis zapatos en la mano y me miró.
—Supongo que este no es un buen momento ¿no? —negué corroborando sus palabras, erizando mi cabello —Si quieres puedo darte un abrazo —asentí, y dejé que me estrechara contra su pecho, en donde pegué mi mejilla, y le mojé la camisa limpia de color blanca cuando comencé a llorar.
Tae me consoló y me dio caricias en el cabello, dejándome llorar a todo pulmón contra su abrazo, su barbilla se colocó encima de mi coronilla, y yo me sentí tan patéticamente mal.
Me había enamorado de Jungkook, de la primera persona que me enamoraba realmente y sin contención hace que sufra como si me estuvieran estrujando con un zapato el pecho.
Sentía mucho dolor en toda mi alma, me di golpecitos en el pecho para ver si así minimizaba el dolor, pero no, era insoportable, y me aferré más fuerte a Taehyung, mi único apoyo en estos momentos. El cual me dejó llorar sin mencionar una sola palabra, y se lo agradecería muchísimo después.
—¿Tae? —lo llamé, levantando mi cara húmeda y seguro echa un desastre en el maquillaje, él me miró, estaba tan cerca, y yo estaba tan dolida, que apenas podía moverme —¿Tienes auto? —pregunté, entre hipidos.
—¿Necesitas que te lleve a algún lado? —preguntó, y yo asentí, sirviendo mi nariz.
—A casa —respondí, el me dio un último abrazo.
Y me di cuenta que el amor no era tan bonito cómo pintaban las películas, que dolía como la mierda, y te destrozaba mentalmente, te hacía llorar, y sentías que se te desmoronaba el mundo.
Así me sentía yo.
Por Jungkook.
Porque le amaba.
(•••)
Holaaa! Gente bella.
La vida universitaria es más difícil del que pensé, y más si es medicina😣. No tengo tiempo ni para pensar, y apenas llevo una semana y dos días😥.
Bueno, como ven, ya aquí se fue al garete el amor tan bonito que estaban viviendo el jeykey con la Sunhye, y pues creo que se esperaba, Jungkook no es tan bueno como parecía, ni tan inocente tal vez.
¿Alguna teoría? ¿Algo que me quieran comentar?
Me despido hasta que haga el próximo capítulo.
Lxs sarangheo❤
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