Sunhye se veía espectacular como siempre, no había manera de que le encontrara una mínima imperfección en toda ella, tal vez tenía defectos, como todo ser humano en el mundo, pero eran invisibles a mis ojos, porque para mi era la chica perfecta por donde la mirase. Y me hacía muy feliz, demasiado.

En tan poco tiempo había experimentado emociones nunca vividas para mi, era como si me hubieran quitado algún tipo de hechizo o amarre de magia negra, y simplemente dejaba al verdadero Jungkook ser feliz, y era feliz junto a Sunhye, ella no me presionaba a nada que yo no quisiera y era la chica más hermosa tanto por dentro como por fuera que había conocido jamás. Y esperaba no cagarla con ella, porque sabía que había estado rechazando todas las citas de su trabajo extra por mi, y yo no podía decepcionarla.

Por eso al entrar a la iglesia, lo hicimos de la mano, nos sentamos como una pareja en nuestro puesto y no parábamos de darnos miradas sonrientes, cómplices. Había una magia en nosotros que no nos permitía estar separados, era hermoso la manera en la que conectábamos en todos los ámbitos que existieran.

Cuando la novia entró, con vestido blanco enorme y largo, con un velo que le arrastraba precioso, la imagen de Sunhye vestida de blanco y yo esperándola en el altar para unirnos en matrimonio me pareció un momento demasiado bonito, tal vez ella no usaría un vestido tan escandaloso como el que usaba su amiga, pero se vería incluso más hermosa, sería la novia más preciosa del mundo, y sin exagerar, ella me vería a los ojos, yo le cogería de las manos y escucharíamos al padre pronunciar los votos de matrimonio, ambos diríamos el "acepto", nos colocaríamos las alianzas y nos besaríamos. Una vida con Sunhye sería algo demasiado digno de vivir, yo deseaba vivirlo, con ella, convertirla en la señora Jeon, y compartir mucho más que películas favoritas, sexo apasionado y el amor por el arte. Compartiríamos la casa, la ropa tal vez, la cama todas las noches, la comida, compartiríamos el amor y el cariño, hasta la eternidad.

Sunhye me apretó la mano cuando el padre dijo la famosa frase de "y los declaro marido y mujer, puede besar a la novia" y yo la miré para sonreírle, en sus ojos claros y brillantes como estrellas escondidas en el mar azul pude apreciar que ella también estaba pensando e imaginándose lo mismo, pero también teníamos muchas cosas que experimentar y saber del otro como para casarnos completamente, apenas teníamos una semana de novios, un mes y dos semanas de habernos conocido, y un mes de nuestro primer encuentro sexual. Incluso sabía la fecha de nuestro primer beso. Había muchas más cosas interesantes que descubrir antes de casarnos, y ambos estábamos dispuesto a emprender el camino del amor juntos antes de dar ese paso definitivo.

Todos nos pusimos de pie y aplaudimos cuando la boda terminó, emocionados y felices por los novios.

Nos desplazamos hacia afuera y la novia hizo la tradicional acción de lanzar el ramo a todas las señoritas, pero a Sunhye no me cayó, ella no se desanimó como otras, porque sabía que aún no era su momento, aún así, vino feliz a mí y me dio un pico en los labios.

—Supongo que eso quiere decir que no es el momento indicado todavía —dijo, agarrándose de mi brazo.

—Ya llegará nuestro momento ¿no crees? —pinché su nariz con mi dedo con cariño.

—Llegará —asintió —Venga, vamos, que ahora en la fiesta Solar dará un discurso y quiero reírme y burlarme de ella un rato —sonrió emocionada y yo asentí.

Nos trasladamos hacia la casa de la amiga de Sunhye, la que compartiría con su nuevo esposo, y nos fueron acomodando por mesas, en algunos estaban los solteros y nosotros tuvimos el privilegio de sentarnos en la mesa donde se sentaban las parejas justo al frente, junto a la familia.

Corrí la silla hacia atrás para que Sunie se sentara y luego yo repetí la acción a su lado. Su amiga hizo la aparición unos minutos luego, saludando a los invitados y recibiendo felicitaciones de todo el mundo, al igual que de nosotros cuando llegó a nuestra mesa.

—Solar, te presento a Jungkook, mi novio —la cara se Sunhye se puso tan bonitamente roja que quise comérmela a besos cuando me presentó a su amiga.

Ella me miró levantando las cejas y sonriendome.

—Orale, pero si es papasito —le hice una reverencia y sentí mis orejas calientes por el cumplido.

—Mucho gusto —dije educadamente.

—El gusto es todo mio, chico, cuida muy bien a esta chica que es oro puro, no encontrarás a alguien igual a ella, literalmente —sonreí y Sunhye se puso tímida.

—Lo haré sin duda, y concuerdo con sus palabras, Sunhye es impresionante —dije, mirando a la mencionada.

—Ya parenle, que la boda es tuya, no mía como para que esté recibiendo halagos —protestó Sunhye demasiado roja de lo normal y muy avergonzada, demasiado linda para mi juicio mental.

—Ash, que rancia es esta chica, bueno, me marcho que aquí hay mucha gente que saludar —dijo y se despidió de nosotros para después irse.

—No le hagas caso, ella es medio loca y se le va la lengua a veces —se excusó tiernamente mi novia.

—Pero no mintió en lo que dijo, si eres oro puro, Sunie —le dije, muy cerquita para que nadie más lo oyera, solo ella.

—Ya —me pegó avergonzada tratando de tapar su roja cara con sus manos.

—¡Sunhye, corazón de melocotón! —oímos un llamado alto y cariñoso, y de hombre, lo que me hizo ponerme alerta en seguida.

Sunhye se giró tan rápido que casi pierde el cuello en el acto, se puso de pie y corrió emocionada hacia los brazos de otro chico, la sangre me hirvió al segundo e intenté disimular mirando hacia otro lado y carraspeando mi garganta para que se dieran cuenta de que existía, que era el novio de la chica a la que abrazaba otro chico y que deberían tomar un poco de distancia.

—Hobi, que guapo estás —dijo, mi novia, yo agarré aire.

Hola, soy Jungkook, el novio de la chica que le acaba de decir guapo a otro chico.

¿Celoso?

Que va.

Ardiendo de la rabia.

—Tu también, menudo bombón —le dio una nalgada y yo me puse de pie como un resorte, con muy poco aguante de celos.

—¿Oh? —el chico me miró y luego a Sunhye.

—Ah, Hobi, él es Jungkook, mi novio, Jungkook, él es Hoseok, mi mejor amigo —aún su sonrisa no desaparecía de su rostro. Estrechamos manos, y él pareció muy tranquilo a pesar de que le había tocado el culo a una chica que no era de él.

—Mucho gusto, Sunhye es una pesada cuando habla de ti, y son demasiado lindos para mi aguante emocional —me tranquilicé un poco cuando habló.

Vale, era su amigo, nada que temer, y él no parecía tener sentimientos más allá de amistad con ella.

No pasa nada, Jungkook.

Me di autoterapia para no cagarla, a Sunhye no le gustaría una escena de celos de mi parte en la boda de su amiga, tenía que comenzar a aceptar que ella era una chica muy sociable, carismática y con un buen círculo de amigos. No tenía porqué ponerme paranoico, pero la nalgada había sido totalmente innecesaria sin duda.

—El pesado eres tú —le reprochó mi novia —Mentira, Hobi, siempre serás mi sol —le abrazó y volví a carraspear.

—Bueno, Susu, te dejo, me tocó en la mesa de los solteros, pero hay una rubia que está... —ambos se guiñaron ojos cómplices y él se despidió de mi antes de irse.

—Son buenos amigos, ¿verdad? —no pude evitar sacar a relucir mis celos ante ella, su cara se iluminó y cuando nos sentamos de nuevo me apretó el muslo.

—¿Estás celoso, Jungkook? —negué y ella se acercó peligrosamente a mi oreja —No mientas, tú cara es un libro abierto para mi —se separó de me guiñó un ojo.

—Vale, si estaba celoso, pero te dio una nalgada y no me gustó —confencé encogiéndome de hombros.

—Jajaja, Jungkook, mis amigos son así, no hay de que preocuparse —negó y se pegó a mi —Ahora solo te quiero a ti —le di un beso que duró más de la cuenta y tuvimos que separarnos por falta de oxígeno y porque estábamos en público.

—También te quiero, Sunie —dije, acariciando su rostro suave.

Que trajera una coleta extremadamente alta y bien peinada, descubriendo su cuello, se volvía una tentación muy complicada para mi, pero teníamos que mantenernos al margen hasta que la fiesta acabase.

Todo nuestro momento feliz se vino abajo en cuestiones de segundos, cuando una voz muy familiar vino a nosotros y nos saludó como si nos conociéramos de toda la vida, y a lo mejor si era así, pero ya le había dejado en claro que no quería que me buscara más.

—Hola, Jungkook —tanto Sunhye como yo miramos a Jieun.

Mi novia la reconoció al instante y toda nuestra felicidad se vino abajo en menos de nada. Pero era hora de mostrarle a Sunhye que no volvería a pasar lo de las otras veces, que ahora estaba por y solo para ella.

Por lo mismo, miré a mi novia, le sonreí y dejé que el mundo pasara con normalidad a nuestro al rededor, le di la espalda a Jieun sin hacerle el mínimo caso y sujeté la mano de mi novia, Sunhye sonrió y nos mantuvimos de esa manera hasta que Jieun protestó al ser ignorada completamente y nos dejó en paz.

Si veía a Sunhye a los ojos, nada más existía. Solo ella y yo.

(•••)
Hola!

Me aparezco luego de una desaparecida larga. La verdad es que no han sido días tan buenos, y he comenzado la Universidad😒.

En fin, quería actualizar y pues lo he hecho, además de que tengo una nueva Historia que pronto les estaré compartiendo.

Les pido que me tengan calma, que yo no dejaré mis historias ni wattpad de lado, pero necesito mi tiempo también.

Sin más, espero que nos veamos pronto.

Lxs sarangheo❤