—Reservación en un restaurante de lujo, listo —dijo Jimin cuando él y Tae se sentaron frente a mi en la cafetería.

—Bien, ahora solo me falta avisarle a ella para que venga —sonreí satisfecho, pero ellos abrieron los ojos sorprendidos.

—¿No se lo has dicho? —le negué a Tae, calmado.

Se suponía que tenía que tener todo listo antes de que ella se enterara de nuestra primera cita. Había planeado todo con detalle, y le pediría ser mi novia, y viviríamos felices por siempre y quedaría como un final feliz para nuestra historia, sin duda nos lo merecíamos.

—Tenía que tener todo listo antes —dije.

—¿Y qué pasa si no puede? ¿O no quiere? Eso sería decepcionante, gastaste un dineral en todo esto —comentó Jimin apuntando la mesa.

—Me dirá que sí, Sunhye no me rechazaría, además, ambos queremos tener una cita juntos, y el dinero no es nada, no es como si saliera de mi bolsillo —me encogí de hombros bebiendo de mi Americano Frío.

—Ah claro, cómo eres hijo de un padre rico y tienes una Black Card no importa ¿cierto? Tampoco era necesario alquilar todo el restaurante —me hizo una mueca.

—Tú y Tae también gozan de una vida acomodada, no sé de qué te quejas —le reñí alzando una ceja en su dirección.

—Te recuerdo que papá me canceló todas mis tarjetas hasta que me gradúe, según él, gasto mucho dinero innecesariamente yendo de fiesta, ¿puedes creer que me paga personalmente el alquiler del apartamento y solo me da un por ciento pequeño para las cosas necesarias? Esta vida es fea —se tapó la cara con sus manos haciendo el drama del siglo, yo miré a Tae y él rodó los ojos, pensando igual que yo que Jimin solo era un exagerado.

—Tiene motivos, no puedes objetar cuando es verdad que has gastado muchísimo dinero en fiestas, este año es decisivo, tenemos que graduarnos —aconsejé.

—Creeme que me estoy esforzando para eso mismo —se destapó la cara y bebió de su bebida.

—Pero bueno, a lo que estábamos, le hice un regalo a Sunhye, estuve trabajando en él más de dos semanas, y me alegro haberlo terminado estando bien con ella —extendí la bolsa hacia ellos.

Fue Tae quién sacó el lienzo de la bolsa, y ellos miraron el dibujo por unos largos minutos, tantos que por un momento pensé que no les gustaba.

—Guau, sí que eres bueno ¿eh? Está precioso —comentó Jimin, fascinado con el dibujo —Te quedó perfecto, Jungkookie, ¿puedo pedirte una copia? —me sonrió y yo apreté mis dientes con desagrado.

—Es original, solo hay uno y va a hacer un regalo, además ¿para qué querrías un retrato de Sunhye? —la sangre me hirvió de solo pensarlo.

Tenía que admitir que era un poco celoso, incluso con mis amigos, pero a veces Jimin hacía unos comentarios que no sabía si me lo decía de verdad o solo para fastidiarme, porque era muy molesto.

—Jungkook, Sunhye es guapísima, cuando sus ojos te miran es...

—Gracias por el halago, se lo haré saber cuando la vea, Jimin —hice una sonrisa forzada y el vaso de plástico crujió bajo mi mano al apretar con más fuerza de la debida.

Me estaban ardiendo las orejas. Sunhye era MI chica, y no era nada agradable escuchar a otro hombre hablar de esa manera de ella.

Esas cosas solo las podía pensar yo ¿no es así? ¿O me estaba pasando de celoso? ¿Acaso me iba a volver un celoso compulsivo y ella me dejaría por tóxico? No, no, claro qué no, eso no podía pasar.

¿Pero qué podía hacer teniendo a una chica tan guapa a mi lado? ¿Y cuando fuera mi novia?

Aunque aún no sabía si ella quería ser mi novia, ¿y si era muy infantil para ella?

—¡No! —grité y mis amigos se asustaron, incluso cuando me puse de pie, la silla cayó al suelo.

—¿Qué te pasa? —me preguntó Jimin con los ojos más que abiertos.

Las personas que habían en la cafetería me miraban como si estuviera loco, y yo me disculpé haciendo varias reverencias, agarré la silla colocándola en lugar de antes y me senté con la cara roja.

—¿Estás bien, Jungkook? —preguntó Tae.

—Si, solo... estoy un poco nervioso por lo de esta noche, nada más —le quité importancia y ellos asintieron no muy convencidos.

Ni siquiera con Jieun era así, ¿es que el sexo cambiaba a las personas? O a lo mejor era que no quería tanto a mi ex como yo creía que la quería, el hecho de que me estuviera exigiendo y presionándome por acostarme con ella solo hacía que me agobiara un poco y no me preocupara por estas cosas.

Pero ahora iba un poco asustado, y quería que todo saliera perfecto.

Sunhye se lo merecía.

(•••)

—¿No quieres que vaya a tu apartamento? ¿Pasó algo? —su dulce voz me calmó como no tenía idea.

Tenía una voz tan bonita que era como tener miel en la boca.

—Te pasaré a buscar a las nueve, y ponte algo lindo, por favor —pedí, intentando no revelar más de la cuenta.

Había acomodado mi casa al dedillo, y tenía un camino de velas desde la portada de la entrada, pasando por el jardín y atravesando la casa hasta mi cuarto, y también pétalos de rosas rojas, y la cama estaba rodeada de velas también y las sábanas blancas estaban adornadas más pétalos, y formaban un corazón, uno que esperaba que terminara destrozado luego de nuestra cita por nuestros cuerpos.

Sunhye se merecía una cita con todas las leyes, y quería darle la mejor noche de su vida.

—¿Me vas a invitar a salir? ¿Es eso? —sentí un atisbo de diversión en su voz que me hizo sonreír.

—Mmm... algo así —me resistí a contar todo.

—Qué romántico, señor Jeon, ¿acaso es una cita? —la alarma de mi cabeza avisó de peligro.

La sorpresa estaba al ser descubierta.

—Pasaré por tí a las nueve, chao —y colgué.

Suspiré, aliviado por unos instantes. Por poco descubría todo.

Sin duda tenía a una novia muy astuta. Tenía que ser más disimulado a partir de ahora.

(•••)
Holaaa! Hoy actualizaré con dos capítulo, así que más tarde les subo el otro.

Todo muy bonito y muy romántico, vamos a ver cuanto dura😁.

Lxs sarangheo❤