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21 - Jungkook

〔𝟹/𝟺〕

Si dijera que dormí, estaría mintiendo descaradamente, porque la verdad es que no había podido pegar ojo en toda la noche, el mensaje de Sunhye me había sentado bastante mal, no podía imaginar siquiera la idea de que estuviera con otro hombre aunque ambos no éramos absolutamente nada.

Entendía su punto, porque nosotros no teníamos nada, a pesar de que nos habíamos acostado y la pasábamos bastante bien, ella tenía su vida y yo tenía la mía.

Pero de alguna manera, ella me gustaba, cuando vi a Jieun llegar al campamento y arruinar por completo uno de mis mejores aniversarios de amigos junto a ellos a Sunhye, no fue lo mismo, ella ya no ne gustaba como pensaba que me gustaba, y era irónico, porque yo estaba seguro hacía unos meses de que ella era la mujer de mi vida, con la que pasaría el resto de mis días, tendríamos una casa, un cuatro perros, dos niños y viviríamos felices para siempre, y yo había buscado a Sunhye por eso, porque quería recuperar a Jieun, pero solo me había estado engañando a mi mismo. Jieun no era la persona indicada, era tóxica, no me hacía bien.

Sin embargo, con Sunhye me sentía tan bien, me lo pasaba tan genial con ella, sonreía con cualquier cosa que le dijera, incluso con solo mirarme sus ojitos azules brillaban y sonreía feliz, no me juzgaba por nada, ni siquiera me juzgó la primera vez que nos vimos cuando le dije que era virgen, y había pasado momentos maravillosos a su lado, y uno de esos momentos había sido nuestra primera vez junto al río, simplemente había sido mágico para mi.

No quería separarme de ella, y mucho menos hacerla sentir menos, porque sabía más que nadie que ella se sentía de esa manera, sentía que para mi era menos que Jieun, y en realidad era todo lo contrario, pese a haber socorrido varias veces a Jieun dejándola sola, yo la prefería a ella por encima de cualquiera, quería que Jieun fuera un pasado para mi aunque estuviera ahora buscándome a mi.

Demasiado tarde, yo ya había conocido a la chica por la cual quería luchar. Quería estar con Sunhye, adorarla, darle besitos de buenas noches mientras dormimos abrazados haciendo la cucharita, y luego despertarla con besos por toda la cara y echar un buen polvo mañanero antes de yo irme para la universidad; sí, eso quería.

Pero Sunhye era complicada, tenía una vida complicada y un trabajo muy complicado, y era en algo que no sabía si era bueno meterme, porque sentía que si le pedía que dejara su trabajo, ella pensaría que de alguna forma yo la estaba juzgando, y no era así, solo quería a Sunhye conmigo, que fuera mia y de nadie más.

Y con su mensaje de anoche, había acabado de reventarme, luego de dejarme solo y caerle atrás como loco, y que ella me dijera que no me apareciera en su casa porque tenía trabajo, había hecho que se me rompiera algo dentro, pero la entendía, a pesar de estar dolido y muy muy celoso, la entendía perfectamente, yo era quien la estaba cagando justo ahora, en realidad la he estado cagando desde un inicio, porque le estaba demostrando con mis actos que seguía prefiriendo a Jieun por encima de ella, y que ella era solo la chica a la que le pagaba por servicios de sexo, sabía perfectamente que eso era lo que ella pensaba, porque Sunhye era demasiado mala ocultando sus sentimientos, su rostro hablaba por ella cada vez que se quedaba callada sin ganas de argumentar nada.

Pero no me iba a rendir tan fácilmente, le había dicho que iría detrás de ella y eso era lo que iba a hacer.

Cuando el ascensor del edificio del apartamento de Sunhye sonó al llegar al piso indicado, agarré aire, habíamos llegado hacía unas horas del viaje, y aunque estaba cansado, tenía muchas más ganas de verla y decirle que eso que pasaba por su cabeza no era verdad, que ella estaba diez mil veces por encima de Jieun para mi

Me pensé unos instantes cuando estuve delante de su puerta, hasta que me decidí por tocar el timbre.

Pensé que no abriría, porque la verdad, es que me imaginaba a Sunhye haciendo su trabajo, con un hombre dentro de su cuarto follándola sabrá Dios de qué modo. Y la idea no me gustó mucho, me dio mucho asco.

Pero la puerta de abrió a los pocos minutos y una Sunhye en pijama, con una bolsa en el vientre y unas ojeras enormes me recibió. Me preocupé mucho y debí de haberlo expresado en mi cara, porque aunque se sorprendió de verme, negó de un lado a otro, porque yo pensaba que estaba enferma, y me preocupé mucho.

—¿Qué haces aquí, Jungkook? —preguntó de primeras.

No había un "hola Jungkook", "¿Cómo estás, Jungkook", 'si quieres puedes pasar, Junglook", no, ella estaba... Triste, y se veía muy mal al verme, incluyéndole el aspecto físico que era una mierda, y aún así, se veía guapísima.

—T-Te dije que iba a venir a verte —le aclaré, ella chasqueó la lengua fastidiada, no quería verme ni en pintura, yo en du lugar tampoco querría verme.

—Y yo te dije que no vinieras porque tenía trabajo y te lo haz pasado por el culo, gracias, pero no me apetece justo ahora hablar contigo —respondió borde, pero lo dejé pasar porque ella parecía estar enferma, y a lo mejor eso la alteraba un poco.

—Sunhye, déjame hablar contigo solo un momento, por favor —junté mis manos en forma de ruego, ella rodó los ojos —Sé que no estás trabajando porque de lo contrario no estarías así, solo te pido cinco minutos —seguí pidiendo con mis manos unidas.

—Vale, te doy dos minutos para que digas lo que vas a decir, y te piras de aquí y me dejas tranquila —acusó con fastidio, y a mi, por alguna razón, me dolía mucho que me tratase de esa manera.

—Bien —agarré aire y me quedé mudo por unos momentos.

En el momento más importante decides hacer el ridículo y quedarte callado, excelente, Jungkook, estamos progresando.

—El tiempo, está corriendo, y si no hablas te tiro la puerta en las narices —añadió, sosteniendo la puerta.

—No no, es que estoy un poco nervioso —dije, sonriendo de los nervios, pero ella se mantuvo con su cara seria y para nada contenta —Bien. Sunhye, Jieun no se quedó conmigo ayer, la hice volver a Seúl después de que hablamos, y te caí detrás, pero llegué tarde —dije, tratando de explicarle todo.

—Tal vez porque no me apetecía ser segundo plato de nadie —bufó.

Yo agarré aire.

—No eres el segundo plato de nadie, te dije que lo que habíamos hecho era especial para mi, que tú eres especial para mi y es la verdad más verdadera que he dicho en mi vida —aclaré.

—¿Eso quiere decir que lo demás aparte de eso que me dijiste es mentira? —se desvió y yo me rasqué el puente de la nariz con los dedos.

—No, no es así, Sunhye, contigo me siento bien, me...gustas —su semblante cambió radicalmente al instante en el que escuchó esas palabras.

—¿Qué? —su voz fue apenas un susurro, pero pude escucharlo.

—Que me gustas, Sunhye, me gustas tanto que he venido a explicarte las cosas porque no soporto la idea de que estés enojada conmigo —añadí, ella ahora tenía la mirada un poco perdida, sin mirar un punto en específico.

—No estoy enojada —se detuvo en mis ojos.

—Pues entonces estás dolida, y eso es mucho peor, no quiero que te sientas así pensando que preferiría a Jieun, porque no es así, yo ya he preferido a alguien desde el inicio, y eso lo deberías de saber —dije.

—¿A mi? —se señaló sin poder creerselo.

—Si, Sunhye, a ti, ¿o porqué me acostaría contigo si no te preferiría a tí? —pregunté.

—¿Porque soy puta? —se encogió de hombros.

—Eso no me molesta del todo, nunca me cobraste en realidad, y por eso siento que tú sientes lo mismo, ¿yo te gusto, Sunhye? —ella se mordió el labio.

—Yo... —se quedó callada un buen rato, y de prologó el silencio por más tiempo del debido, y lo entendí.

—Vale, lo entiendo, no pasa nada, solo no quería que hubiera malos entendidos entre los dos, y... decirte eso que he dicho, yo...me tengo que ir —me giré para salir de allí.

Todo había quedado más que claro para mi, Sunhye no sentía la mismo, y lo entendía, teniendo un trabajo como el suyo ¿porqué se fijaría en un chico universitario y tonto que solo hace el ridículo cada vez que habla? Pues mád claro imposible.

—Jungkook —me llamó antes de que avanzara, me giré nuevamente para mirarla —Yo... No trabajé hoy, caí con la regla y... pues no pude trabajar, para que estés tranquilo —no dije nada, solo me encogí de hombros y la dejé atrás.

Ella ni siquiera hizo el intento de ir detrás de mi para decirme lo que quería escuchar, pero eso no pasó, dejó que me montara de vuelta al ascensor y saliera de allí por el mismo camino por el cual había venido, solo que con un pequeño cambio de personalidad.

Antes estaba entusiasmado y con ganas de luchar por ella, ahora no sabía si eso valdría la pena cuando no sentía lo mismo que yo.

Y me dije a mi mismo, que todo pasaría, que Sunhye sería feliz con o sin mi, porque hasta ahora lo era.

Yo no era necesario en su historia a partir de aquí.





(•••)
Bueeno, estamos presenciando un dramita en Cockiness😁.

No se hará largo, os juro.

Bueno, decirles que terminé el próximo capítulo del maratón a tiempo, así que en un rato (antes de que se acabe el día 24 seguro😅) se los subo.

Lxs sarangheo

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