20 - Sunhye
〔𝟸/𝟺〕
Pegué mi rostro al cristal del autobús y me dije a mi misma que no valía la pena soltar la mínima lágrima por un chico, aunque ese chico fuera impresionante, no merecía mis lágrimas, ninguno lo merecía en realidad.
La conversación antes irme me golpeó y la repetí en mi cabeza como disco rayado.
—¿Ella es Jieun? —le pregunté a Jimin cuando vi a Jungkook alejarse con la chica, tenía un mal presentimiento, y eso no era para nada bueno.
Jimin y los demás se centraron en mi, Tae y él se miraron unos segundos.
—Sí —se me encogió algo dentro al estar segura.
No tenía nada en contra de ella, pero no podía decir que estaba contenta con lo rápido que reaccionó Jungkook en cuanto la vio, simplemente se olvidó de todo (de mi) cuando ella apreció.
—Creo que ahora soy yo la que sobra aquí ¿no? —dije, levantándome dispuesta a no ser un estorbo o un obstáculo para nadie.
—¿Qué? No, Sunhye, tú no sobras, ¿porqué dices eso? —preguntó Taehyung, viniendo a mi tan rápido que me abrumó, me cogió de la mano y sus largos dedos abarcaron el contorno de mi muñeca, lo miré a los ojos, y sentí mucho picor en los mios.
—Porque es la verdad, solo se puede tener a una persona de acompañante, y si ella vino y Jungkook quiere que ella esté, yo no tengo nada que hacer aquí —añadí, apartando la mano del chico.
—Eso no es verdad, seguro Jungkook le dice algo para que vuelva a Seúl, quédate con nosotros —volvió q insistir el castaño, en sus ojos vi sinceridad, pero no me dejé ablandar tan fácil, porque yo tenía las cosas claras.
—Tú sabes tanto como yo que Jungkook no le dirá eso, Tae, sabemos a quien él prefiere en esta historia, tú lo sabes tan bien como yo —alcé una ceja, y Tae se mordió el labio.
—No te vayas, la estamos pasando bien —asentí.
La habíamos pasado demasiado bien, pero yo ya aquí sobraba, no en donde caben dos caben tres, eso es una mierda, eso nunca ha existido, donde caben dos, solo caben dos, el tercero siempre le tocará la parte más incómoda, y por alguna razón, no quería estar en el mismo sitio con esa chica y Jungkook, me reusaba a quedarme como la tercera en esta historia.
Así que por mi bien emocional, era mejor retirarse.
—Y les agradezco por eso, realmente me han dado dos muy buenos días, espero que su amistad siga creciendo de esta manera, pero ya llegó mi límite —señalé y caminé hacia la tienda que compartía con Jungkook.
Cuando entré, el olor de su perfume varonil, pero de bebé me atacó y se me hizo un nudo tan grande en la garganta que apenas podía respirar, estaba atacada, pero no lo reflejaba físicamente, el dolor era interno y muy intenso, jamás vivido.
Luego de eso, recogí mis cosas y salí lo más rápido que pude hacia la estación de autobús, más que nada, para no darle tiempo a Jungkook de insistir, porque si eso hubiera pasado, hubiera sido muy vergonzoso si lograba convencerme de quedarme.
Aún sentía el nudo en la garganta y no estaba respirando bien, tenía una picazón en los ojos insoportable y el pecho parecía que me lo estaban apretando con tanta fuerza que dolía muchísimo, pero no podía llorar, no quería llorar y mostrarme débil para nadie.
Porque por un lado, me temía que esto pasaría.
Sentí una punzada muy fuerte en el pecho cuando la escena de Jungkook follándome me nubló la mente y fue peor aún, todo había sido tan perfecto, todo era tan perfecto mientras ella no estaba, simplemente había que estar tonto para no darse cuenta de a quien realmente el elegiría, porque estaba más que claro después de eso.
No iba a escoger a la puta que le ayudaba a bajarle el calentón y lo había desvirgado porque era su trabajo, claro que no, las palabras que nos habíamos dicho, que él me había dicho había sido bajo la excitación, y ahora que no era virgen, iba a volver con esa chica, porque por eso me había buscado primeramente, porque quería aprender para ella, y yo ya le había enseñado lo necesario (y bastante poco) porque era mi puto trabajo.
Nunca pensé que se podía producir un dolor de este tipo, yo no quería que esto pasara, yo tenía una vida que había elegido yo y me gustaba, y tuvo que venir un chico guapo, con problemas amorosos, ojos de bambi y perfume de bebé para arruinarlo todo.
Claro que eso no era así.
Yo elegía esta vez seguir como antes, y olvidar lo que había pasado aunque fuera duro, no llorar aunque fuera insoportable, y no quebrarme aunque fuera imposible.
Yo era más que eso, yo merecía más que eso. Porque aunque yo hubiera elegido la vida fácil, yo tenía muchos más valores que esa chica, la cual prefirió dejar a Jungkook porque era virgen, y eso siquiera importaba, si había amor, eso no era un problema.
Pero él había decidido, y yo estaba para respetar su decisión, porque yo no era nadie para juzgarlo.
Cuando llegué a Seúl y tomé un taxi para ir a mi departamento, suspiré cuando observé mi móvil, el cual tenía en silencio y no lo había revisado hasta que llegué a Seúl.
Había varias llamadas perdidas de Jungkook, también habían mensajes, suspiré abriendo el chat para leerlos y algo dentro de mi se quebró, porque dolía.
Sunhye, ¿porqué te has ido?
4:58 p.m
Sunie, Jieun no se quedará, yo mismo le pedí que se fuera.
5:02 p.m
Fui detrás de tí y me dijeron que había salido un autobús a Busan justo hace veinte minutos.
5:10 p.m
Supongo que llegué tarde.
5:11 p.m
No quería que te fueras, lo estaba pasando muy bien contigo.
5:12 p.m
Se que te ha molestado que me haya ido así sin más con Jieun, pero no quería que te sintieras incómoda.
5:14 p.m
Disculpame, soy un completo gilipollas, ni siquiera merezco que mires mis mensajes.
5:15 p.m
Mañana apenas llegue a Seúl iré a verte, pero si no quieres lo entenderé.
5:18 p.m
Eres importante para mi, Sung Sunhye, más de lo que te lo puedes imaginar.
5:22 p.m
Me mordí el labio y tomé una respiración profunda, no podía quebrarme por unos mensajes, eso no era nada, Sung Sunhye y Cat Sung nunca lloraría por un chico, nunca lo ha hecho y nunca lo hará, Jungkook no iba a ser la excepción.
No importaba si me decía que yo era especial, no importaba si me decía que fue detrás de mi, eso no significaba nada, mucho menos que insistiera tanto en llamarme preocupado por mi, eso lo haría cualquiera, lo haría un amigo especial, lo haría un compañero, no tenía porqué ser solo el chico que te gustaba, preocuparse cualquiera lo hubiera hecho.
Me repetí eso en mi cabeza tantas veces que me comenzaba a temblar el labio, y cuando llegué a mi departamento y solté la mochila de la peor manera posible, tal vez cargándome lo frágil que traía dentro, me rompí, y lo hice de tal forma que me dije a mi misma que no lo volvería a hacer jamás en mi puta vida.
¿Esto era el precio que pagaban los enamorados? Pues menuda mierda de sentimiento, menuda porquería, porque este dolor no era fácil de sostener.
Ni siquiera yo lo había aguantado, y me limpié las lágrimas con el dorso de la mano luego de un rato y miré mi móvil.
Mañana me apetece actuar, también consígueme un trabajo extra, necesito el dinero.
7:32 p.m
Namjoon después de unos minutos, me respondió, siempre tan puntual como él mismo.
Hecho.
7:35 p.m
Era hora de volver al trabajo, era hora de olvidar los malos momentos y solo quedarse con los buenos.
Porque aunque intentaba convencerme de que no importaba una mierda, importaba más de lo que podría admitir.
Pero el trabajo siempre despejaba a las personas de los problemas, y me temblaron los dedos cuando envié el próximo mensaje a otro número.
Mañana no vengas, tengo trabajo y no quiero interrupciones.
7:41 p.m
Jungkook siquiera respondió, y así fue mejor para mi.
Era momento de colocarme en el lugar que me merecía.
En el trono.
(•••)
Holita, yo aquí de nuevo, me tardé un poco porque me entretuve.
Bueno, espero que les haya gustado el capítulo, nos vemos dentro de un ratito.
Lxs sarangheo
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