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18 - Sunhye

Cuando llegamos a Daegú, emprendimos una caminata por toda la carretera hasta llegar a un bosque que según ellos conocían y estaba fuera de peligro, comúnmente aquí venían los niños a acampar en viajes escolares y eso, y yo decidí confiar.

Jungkook en todo momento estuvo a mi lado, haciéndome conversación sobre cual era mi color favorito, al que yo le respondí con el amarillo, me dijo que sus colores favoritos eran el negro y el azul, muy comunes, me preguntó sobre mi películas favoritas y yo elegí todas las películas de El señor de los Anillos.

—¿Qué odias comer tú? —pregunté.

—Odio la calabaza sin duda alguna —me comentó.

—Pero si es rica ¿cómo no te puede gustar? —se encogió de hombros —¿Y lo que más te gusta?

—El Sashimi, el arróz con sopa de cerdo y la anguila de calamar, con eso podría vivie el resto de mi vida —negué divertida por su respuesta, pero se veía que comía bien.

Seguimos hablando mientras caminábamos y me burlé de él cuando me dijo que su animal favorito era el braquiosaurio, porque una persona normal diría que es un perro o un gato, incluso una jirafa porque si existían, pero no, él decidió escoger uno que se había extinguido hacía millones de años, pero había que asumir que era original.

Casi me paralicé cuando Jungkook en un momento determinado me cogió de la mano como si nada, y una corriente eléctrica viajó por todo mi cuerpo, no aparté la mano, porque la sensación de sentir la diferencia de tamaño muy característica, y el calor que le brindaba a la mia, me superó completamente.

Cuando nos adentramos en el bosque, eran ya pasadas las ocho de la noche, y buscamos un lugar para colocar las tiendas y hacer una fogata para pasar la noche.

Los chicos venían muy bien armamentados, así que no me sorprendió que sacaran incluso sillas desplegables y también una pequeña mesa. Mientras Jimin hacía un poco de comida para todos, desatando las dotes culinarias que según Jungkook eran nulas, pero él había insistido y pues nadie le replicó, le señalé a Jungkook para ir a un lugar más apartado, con más privacidad para ambos.

Quería estar a solas con él, y ya me comenzaba a poner ansiosa.

Jungkook como buen chico, agarró una lámpara recargable para que no estuviéramos oscuros y caminamos más hacia el bosque, y me alegré cuando llegué a un río rodeado de piedras, el lugar perfecto, solo iluminado por la dulce noche.

Cuando Jungkook llegó hasta mi, dejó la lámpara a un lado y sentí sus manos rodear mi cintura por detrás, y suspiré cuando sentí su respiración en mi cuello, haciéndome echar mi cabeza hacia atrás hasta apoyarla en su hombro.

—Vaya, que bonito lugar, ¿no crees? —sentí esta vez sus labios serpentear mi cuello con pequeños picos, pero que lograron ponerme la piel de gallina al instante.

—Sí, muy bonito, perfecto para una buena sección de besos ¿no? —me giré hasta hallarme de frente a él, y le rodeé los hombros con mis brazos para tenerlo todo lo cerca posible de mi.

—Concuerdo —respondió con una sonrisa y eliminó todo el espacio que había entre ambos completamente.

Cuando sus labios volvieron a besar los mios, sentí que me derretí como caramelo en boca, pero los labios de Jungkook si que eran puro caramelo en mi boca. Sus labios succionaron los mios con hambre, volviendo el beso extremadamente húmedo cuando apenas habíamos comenzado el beso, pero era un beso lento, con algo que hacía en mi interior explotar y hacerme ver estrellitas con mis ojos cerrados.

Enredé mis dedos en su largo cabello, jalándolo en el proceso y cuando nuestras lenguas se tocaron, sentí que llegué al cielo una vez más, los picos no eran nada comparado con lo que estaba sintiendo con los besos de Jungkook, uno que no duró todo lo que queríamos cuando sentimos la voz de Taehyung llamarnos para cenar. Suspiramos frustrados y demasiado ansiosos, dejando nuestras frentes descansar sobre la del otro mientras compartíamos nuestra respiración irregular.

—Después de la cena, y cuando todos estén dormidos, venimos aquí de nuevo y nos damos un chapuzón ¿qué dices? —propuso aún un poco agitado por el reciente beso.

—¿Y si hay tiburones? A mi me da miedo —respondí y el se rió.

—Tranquila, estoy yo aquí para defenderte de lo que sea —me dijo, acariciándome la nunca con cariño, lo que me hizo asentir.

Ya me imaginaba a un Jungkook cogiendo a un tiburón como saco para boxear, sería épico.

—Vale —ambos sonreímos y volvimos con los demás.

Fue divertido escuchar las anécdotas que Jimin y Taehyung tenían para contar, Jungkook se mantuvo a raya, riéndose igual que todos, pero no hizo ninguna historia, y sus amigos decidieron hacer una por él.

—... y cómo Jungkook le tenía miedo a las chicas en ese tiempo, terminó saliendo corriendo cuando la niña lo tocó, se cayó y se pegó con el borde de la escalera, se hizo un chichón tan grande que parecía una pelota de futbol en el medio de su frente —todos estallámos a carcajada y a mi hasta se me aguaron los ojos de tanto reír, pero no sabía si es que Jimin era muy gracioso o de verdad la historia me estaba divirtiendo, todo lo contrario a Jungkook, que como la historia ahora era de él, no se reía para nada, solo bufaba y veía con reproche a su mejor amigo.

Luego de un rato agradable, recogimos todo y ellos decidieron que ya iban a dormir porque era tarde, yo y Jungkook le dijimos que iríamos en un rato y ellos no se opusieron.

Fuimos juntos nuevamente hacia el río y me quedé más tiempo de la cuenta mirando a Jungkook desnudarse.

—El agua debe de estar muy fría —comenté, él alzó una ceja mirándome atentamente cuando comencé a desnudarme.

Su reluciente piel y su escultural cuerpo de Dios griego me hipnotizó por un momento, y más cuando se despojó también de su bóxer.

¿Es que iba a pasar lo que yo creo que iba a pasar?

Imitándolo, también me quedé completamente desnuda. Él me cogió de la mano y ambos caminamos hacia el agua. La luz de la Luna era tan perfecta, que no se necesitaba más iluminación, y hacía que el momento se sintiera más íntimo.

Cuando mis pies tocaron el agua, tamblé, parecía hielo derretido.

—Dios, esto está muy frío, Jungkook —lo miré tratando de hacerle cambiar de opinión, pero su sonrisa me dijo que no había formar de que eso pasara.

—Podemos calentarla juntos, anda —tiró más de mi.

Pero al ver que no avanzaba todo lo rápido que él quería, me cogió en volandas, pasando una mano por debajo de mis rodillas y otra por mi espalda y nos lanzó a ambos al agua, sumergiéndonos.

Sus manos se aferraron a mi cintura cuando salimos a la superficie y yo asustada me sujeté de sus hombros. Ahora había humedad por todo su cuerpo y brillaba mucho más gracias a la Luna. Mi corazón iba a mil, y ya no era por el susto. Su cabellera larga estaba mojada y la peiné hacia atrás para que no estorbara.

—Te vez muy guapa justo ahora —me dijo, y sonreí pequeño.

—Tú también te vez muy guapo —le devolví el cumplido haciéndolo sonreír de igual modo.

Me acerqué a él y succioné con mis labios su inferior, jalándolo, específicamente su piercing, lo sentí tensarse bajo mis manos y también lo oí suspirar, la noche era tan silenciosa que solo se escuchaba lo que podíamos crear nosotros.

Un audio de esos que se llaman ASMR pero sexual.

Me separé, pero no fue por mucho tiempo, porque el volvió a atacar mis labios con un beso tan desesperado que me dejó sin aliento.

Su lengua jugó con la mía de la manera más excitante posible, y cuando sus manos apretaron mi cintura baja para fundir nuestros cuerpos hasta hacerlos uno solo, sentí su erección más que levantada contra mi vientre por debajo del agua, lo que me hizo suspirar al sentirla.

—Jung...kook —gemí.

Él abandonó mi boca solo para descender por mi mandíbula, lamiendo y besando como si él fuera un lobo y hambriento y yo su más delicioso manjar.

Cuando llegó a mi cuello, me removí contra él a pesar de que era sumamente complicado debido a que estábamos debajo del agua, no podría comparar nada igual como el placer que me producía que Jungkook me besara el cuello.

—Tu cuello es tu punto débil —dijo él, besando con delicadeza mi piel expuesta hasta hacerme inclinar la cabeza hacia el lado contrario para darle más acceso.

Tenía los pezones duros, y no creía que fuera por el agua.

—No lo se —respondí entre suspiros.

—No te lo estoy preguntando, Sunie, te lo estoy diciendo, puedo sentir como te retuerces cada vez que te beso el cuello —me dijo, y que me llamara por un apodo que nadie había usado hasta el momento, me calentó demasiado, necesitaba ayuda con urgencia —¿Nunca nadie te había besado el cuello? —preguntó, sin dejar de mimarme la zona nombrada sin control alguno, usando su lengua y de vez en cuando sus dientes, pero sin llegar a ser tan rudo como para dejarme marcas.

—No —dije, ida completamente, tratando de buscar una posición en la que estuviera en contacto con su polla para frotarme contra él, quería oírlo gemir también.

—Pues me alegro saber que soy el único que sabe ese dato importante de tí —comentó —Y una cosa, Sunie, recógete el cabello más a menudo, se te ve espectacular —me dijo y yo solo pude gemir cuando una de sus manos se introdujo entre nuestros cuerpos y se metió entre mis piernas sin previo aviso.

—Joder, Jungkook... —gemí, falta de aire y con el cuerpo demasiado caliente, y el agua parecía evaporarse con nosotros dentro.

Sus dedos se abrieron paso entre mis pliegues húmedos -y no por el agua- hasta hallar mi clítoris, comenzando unos lentos círculos que me hicieron pegar mi cabeza en el pecho de Jungkook, había necesitado esos largos y deliciosos dedos, porque a Jungkook parecía irle bien con los dedos.

—Vamos a salir, por favor, Jungkook, déjame tocarte —pedí, más necesitada de lo normal.

Me separé de Jungkook para mirarlo, tenía los ojos tan brillantes que cegaban, y su cuerpo estaba tan caliente debajo de mis palmas que quemaba, sin descartar que su erección de seguro le dolía, porque palpitaba continuamente contra mi vientre como si tuviera vida propia.

Jungkook hizo caso omiso e introdujo uno de sus dedos en mi interior, yo rodé los ojos casi dando una vuelta completa con ellos y apreté mis uñas en sus hombros, la intromisión de su dedo sin aviso había logrado que me tensara contra ellos, y lo oí gruñir al parecer complacido con mi reacción física.

—Quiero estar contigo, Sunie, quiero hacerte mía —me dijo, pegando sus labios a mi y volviéndome a besar.

Jungkook había aprendido bastante rápido, y me estaba dejando loca y sin ideas. Parecía él el experto y yo la primeriza, no sabía que había despertado ese comportamiento en él, no me desagradaba para nada, y la pregunta de Solar quedó descartada justo en ese momento.

¿Sería capas de soportarlo?

—Jungkook, no creo que...

—Por favor, se que lo deseas tanto como yo —lamió mis labios con su lengua y su dedo salió de mi interior dejándome vacía.

Solté un suspiro.

—¿Estás seguro de eso? —pregunté, era su primera vez, quien tenía que estar cómodo en primera opción era él, no yo.

—Completamente —me volvió a besar durante unos minutos más.

Habría que vivirlo para saberlo ¿no?

—Vale, pero Jungkook, esto tiene que ser especial para tí, y yo... —me cayó con sus labios.

—Esto es especial para mi, Sunie, muy especial, tú eres especial, y quiero que mi primera vez sea contigo, porque confío en ti —sus ojitos me miraron con tanta sinceridad que casi fallecí allí mismo, pero veía sinceridad.

Ya no importaba nada más, me lo había dicho todo, o al menos lo que yo quería escuchar como para hacerme ceder.

Ambos salimos del agua, Jungkook desapareció por unos minutos, solo para volver con un saco de dormir que dejó cerca del río, para que fuera la noche perfecta. Me sentía nerviosa, y eso no lo podía negar, Jungkook parecía emocionado, pero esto era un gran paso para mi, no hacía mucho que nos conocíamos, y ya íbamos a dar este paso tan grande, y quería hacerlo porque aunque Jungkook quisiera a otra persona, él me gustaba, y mucho, y me había dicho que yo era especial para él, y no veía porqué no creerle, además, él era quien lo había pedido, y eso era suficiente, si él lo pedía, yo solo tenía que dárselo, porque por alguna extraña razón, no quería decirle que no a nada de lo que él me pidiera.

Traté de dejar de lado todos los pensamientos negativos y solo concentrarme en el ahora. Jungkook volvió a mi y me abrazó por la cintura, sintiendo su polla palpitar entre nuestros cuerpos, estaba tan excitado que era dolorosos hasta para mi saberlo.

—No traigo condones —me dijo, un poco apenado cuando lo miré.

Con una de mis manos, acaricié su rostro con cariño, nunca me esperé sentir esto que estaba sintiendo por alguien alguna vez, y se me comenzaba a hacer un nudo en la garganta, porque no sabía que era lo que pasaba por la cabeza de Jungkook, y que pasaría mañana cuando todo esto hubiera pasado.

Pero no era el momento para pensar eso, era malo pensar en lo que podía pasar en el futuro.

—Mayormente tomo la píldora todos los meses por indicación médica, y estoy limpia, me hago exámenes todos los meses y no hay peligro, y pues si es tu primera vez, creo que también estás limpio, pero si no quieres...

—Confío en tí, Sunie —volvió a repetir.

Se veían sus evidentes ganas de dar este paso por fin.

Nos fundimos en un beso que se volvió extremadamente cariñoso, y el hecho de que sus manos me acariciaran por cada parte de mi cuerpo mientras yo me aferraba al calor del suyo, era increíble.

Y mientras su lengua acariciaba a la mía, sus manos apretaban mi culo con vicio, él parecía adorar cada parte se mi cuerpo cuando el que tenía cuerpo de Dios griego aquí, era él.

Nos tumbamos en el saco de dormir, con él encima, dejándolo todo en sus manos.

Abrí mis piernas para darle lugar entre ellas, y cuando su polla tocó mi clítoris, me separé del beso en busca de aire, necesitaba que me tocara, o me follara de una vez, cualquiera de las dos me valía justo en ese momento.

—Quiero...quiero probarte de nuevo, Sunie —sus brillantes ojos me acogieron —¿Quieres que lo haga? —preguntó, empujando sus caderas un poco, logrando una fricción de su polla con mi clítoris dolorosamente placentera, y ambos gemimos tan fuerte que pude ver la carita de placer de Jungkook en primera plana, y era simplemente preciosa.

¿Cuándo Jungkook había aprendido estas cosas? Porque yo no se lo había enseñado.

—Sí sí, hazlo, por favor —dije, desesperada por un poco de atención ahí abajo.

Una sonrisa se le dibujó en el rostro, como la de un niño cuando le regalaban su juguete favorito el día de su cumpleaños y comenzó a descender por mi cuerpo, no sin antes dejar un caliente beso en mi cuello como recompensa.

Sus manos subieron de mis caderas, acariciando con sus dedos toda mi cintura hasta llegar a mis pechos, Jungkook parecía gustarle mis pechos, y cuando tomó el derecho con sus manos y con sus dedos agarró mi pezón retorciéndolo, arqué mi espalda y mordí mi labio.

Lo observé durante toda su faena, y abrió su boca para chupar el pecho desatendido, soltándolo con una mordida ligera a mi pezón erguido y muy duro.

—Tus tetas tiene el tamaño perfecto, Sunie, encajan perfectamente con mi mano, y son bien redonditas —el calor se dispersó por todos los rincones de mi cuerpo al oírlo hablar tan sucio.

Chico malo.

—Y tú has perdido la verguenza totalmente —dije, con la respiración entrecortada.

—Me dijiste que a las mujeres les gustaba que le dijeran lo que a nosotros nos gustaba de ellas, así que puedo decir que he aprendido de la mejor maestra —aquello me hizo sonreír, en sus labios también adornaba una hermosa sonrisa seductora que hacía explotar mi ritmo cardíaco con solo esa acción tan pequeña.

—C-Claro, y-yo te dije eso —se volvió a reír.

—Sí, pero veo que te mueves mucho ahí abajo, ¿te duele o te molesta algo? —preguntó, dejando mis tetas lejos de él cuando descendió, dejando un camino con la punta de su nariz que hacía erizar cada vello de mi cuerpo hasta ponerlo de gallina.

—Ambas —respondí.

Le dio un beso a mi vientre que me hizo tragar duro y agarrar aire.

Cuando su rostro quedó entre mis piernas, y vió unos segundos mi centro, levantó la vista para enfocarla en la mía, ambos estábamos tan caliente que se podía sentir en el aire.

—¿Justo aquí? —preguntó socarrón cuando con sus dedos rozó mi clítoris, el cual sentía extremadamente hinchado.

—Oh... s-si, justo ahí —arqué mi espalda.

—¿Y si lo hago con mi lengua? —efectivamente, sentí el calor y la humedad de su músculo cuando lamió mi clítoris de arriba a bajo, poniéndola suave para que el roce de su lengua fuera mucho más placentero al saborearme—Joder, me quedaría aquí toda la noche —su sonrisa de dientes de conejo y perlada, me recibió cuando hice todo el esfuerzo del mundo para mirarle.

Quería llevarme su rostro iluminado por la Luna, y si era entre mis piernas mucho mejor.

—¿Qué eres? ¿E-El narrador de cuantos? —pregunté, que estuviera todo el tiempo hablando de esa manera tan sucia me hacía fallecer, y no iba a aguantar mucho si seguía así, literalmente estaba chorreando con solo sus palabras.

Y me imaginé a Jungkook teniendo sexo telefónico, y mi cuerpo aumentó cien grados más de temperatura.

—Y di que no te gusta para que veas, porque yo si me estoy dando cuenta que te fascina que te hable así ¿te gusta, Sunie? —pero aún así preguntó, y era muy tierno; no me dejó responderle cuando succionó mi clítoris entre sus labios haciéndome encoger el vientre aguantando con todas mis fuerzas.

—Jung...kook —gemí.

Su lengua barrió de forma vertical desde mi entrada hasta mi clítoris, quedándose más tiempo ahí, haciendo círculos con su lengua, y quise cerrar mis piernas, pero Jungkook me agarró los muslos, apretándolos con sus fuertes dedos. Sentía la saliva de Jungkook recorrerme, y no me desagradaba para nada, era muy placentero el desastre que estaba haciendo conmigo, y él se veía muy animado entre mis piernas.

—P-Por favor... —pedí, pero siquiera podía pensar algo cuando la demoledora lengua de Jungkook estaba absorbiendo mi alma completamente.

Me retorcí todo lo que pude y todo lo que él me permitió, alternando las succiones con lamidas húmedas que me hacían delirar, no dejó de mirarme en ningún momento. Besó mis labios menores como si estuviera besando mi boca y también los succionó haciendo un sonido muy húmedo, y cuando hizo el intento se introducir su lengua en mi entrada, vi estrellitas con los ojos cerrados y curvé mi espalda, sensible ante sus acciones.

—Sunie, si no te quedas quieta es más difícil —se quejó, haciéndome una llave mortal con sus brazos, pasándolos por debajo de mis rodillas hasta entrelazar sus manos al frente, inmovilizándome por completo.

Y que me tuviera así me puso más ansiosa, porque comencé a intentar mover mis caderas solo para restregarme más contra su cara, la cual él enterraba sin pudor alguno, importándole poco ser limpio, simplemente quería matarme allí mismo.

Volvió a introducir su lengua hasta donde pudo y todo mi cuerpo tembló, encogí los dedos de mis pies, desesperada por correrme de una vez, y su nariz rozaba de clítoris haciendo el nudo de mi vientre menos resistente.

—Jungkook...voy a... —no terminé la frase, pero el pareció entenderla perfectamente, porque volvió a lamer todo con su lengua hasta succionar mi clítoris por una vez más, porque sabía que ese era el punto que más placer me daba, porque cómo había dicho, era detallista, y aprendía con facilidad.

A la siguiente succión, no fui capas de aguantarlo más, y solté el nudo que resistía en mi vientre, temblando de pies a cabeza y soportando los espasmos que invadieron mi cuerpo. Jungkook se deleitó limpiando todo mi orgasmo con su lengua, quedándose ahí un buen rato lamiendo todo, y aliviando mi orgasmo, y cuando me soltó para mirarme, con una sonrisa contenta y sus labios brillante por mis fluidos, se me fue imposible no sonreír nuevamente.

—¿Quién diría que podía ser tan bueno en esto? —sus dientes perlados se asomaron con su sonrisa, y se inclinó hacia mi, cayendo encima nuevamente.

Peiné su largo cabello aún húmedo hacia atrás para que no le estorbara, y él acarició mi rostro mientras no éramos capaces de desconectar la mirada del otro.

—¿Quiéres que yo esté encima? —pregunté.

Muy rara vez se veía que un chico en la primera vez deseara llevar el mando, siempre lo dejaban en manos de las mujeres.

Pero era Jungkook, y a él había que preguntarle primero.

—No, quiero hacerlo yo, y tú puedes ir guiándome —dijo, Jungkook siempre me sorprendía aún más, pero asentí y lo dejé hacer lo que quisiera, pero con una ayudita extra por mi parte.

—Voy a colocarla en mi entrada —metí mi mano entre nuestros cuerpos, y cuando rocé su polla con mi mano, la cara de Jungkook se desfiguró del gusto.

—Si me tocas así... Mierda —maldijo y ambos reímos, nos la estábamos pasando genial, y era muy raro divertirse durante el sexo, nunca había experimentado cosa igual, pero ambos nos lo estábamos pasando demasiado bien para ser verdad, incluso cuando tenía su polla en mi mano y tan cerca de mi coño.

Cuando la coloqué justo donde tenía que embestir para entrar, nos miramos a los ojos, sentí un sin fin de emociones golpearme el rostro, y quise gritar de la emoción o llorar de la anticipación, porque no sabía con claridad cual era el sentimiento que sentía ahora, simplemente muchas cosas, las cuales no tenían explicación.

—No vayas a embestir de una, ve poco a poco, y luego, puedes moverte de adentro hacia afuera, no hay apuros —le indiqué como pude, sacando fuerzas de no se donde.

Jungkook asintió, y mordió mi labio inferior con sus dientes hasta soltarlo, y ss introdujo un poco en mi interior, solo la punta, pero fue suficiente para pegar nuestras frentes demasiado extasiados e ido por las sensaciones.

—Tu coño...mierda, no se queda tranquilo —volvió a reprochar con una sonrisa, su cabello largo hacía una manta entre nuestros rostros, en donde solo nos veíamos al otro.

—¿No te jode? Estoy aguantando no correrme —le repliqué de igual modo.

Y no mentía, estaba muy excitada nuevamente, y había tenido un orgasmo apenado hacía unos pocos minutos.

—¿Y si me muevo —se introdujo de golpe y apreté mis labios para no chillar, el parecía estar pasándolo igual de mal que yo —...así?

—Alabado sea... joder —sentí muchas contracciones al rededor de la polla de Jungkook, y varias sacudidas de él también, y la sensación no la compraría ni el mayor dinero del mundo.

Si bien había dicho aquella vez que Jungkook estaba bien dotado, mentía, la frase era: "encajaba perfectamente con Sunhye", porque llenó cada rincón de mi interior hasta hacerme delirar del gusto, y su punta logró hallarse con mi punto g fácilmente, simplemente, la perfección humana en una profanación.

Jungkook había encontrado mi punto g a la primera, y eso era más que suficiente para decir que era perfecto.

—¿Estás...bien? Te veo sudando —y no mentía, el sudor le caía por la frente volviéndola brillante.

Aparté con mis dedos su cabello el cual se le pegaba a la piel, y besé sus labios.

—Joder, ¿es normal que te sientas... tan apretada? —preguntó, apartándome los pelo de la cara igualmente, y tenía la boca un poco apretada al hablar.

Incluso en un momento así, en donde lo veía sufrir, él se dedicaba a hacerme sentir bien, y eso me gustaba muchísimo, no sabía que tenía Jungkook que me tenía como un perrito detrás de su dueño, simplemente aún no encontraba la respuesta clara.

—¿Es molesto para ti? —pregunté.

Mis manos se trasladaron por toda la enorme espalda de Jungkook, haciéndolo temblar, y también su polla dio una sacudida en mi interior que amortiguó dentro de mi placenteramente, aún no se movía y estábamos completamente al borde.

—Para nada, se siente demasiado bien, eres muy cálida Sunie, pero no está ayudándome a soportar —me enseñó una sonrisa de lado.

—Muévete —le pedí, apreté mis dedos en sus glúteos completamente firmes y duros.

Vaya culo que se cargaba el chico.

—A tu ritmo —le dije, el asintió.

Suspiré de gusto cuando salió de mi interior casi completamente y volvió a entrar de golpe, Jungkook gimió falto de aire, y por alguna extraña razón, que gimiera me encendía aún más.

El tema no era "que los hombres gimieran..." no, era "que Jungkook gimiera se sentía muy satisfactorio".

Repitió la acción exactamente como la primera, dos veces, tres veces, y creo que en la quinta comencé a perder la cuenta, cuando Jungkook comenzó con unas embestidas más deprisa, ayudado con la lubricación que yo le brindaba y que él había ayudado a crear. Me besó la mayor parte del tiempo sin dejar de mover sus caderas de adelante hacia atrás mientras sus manos apretaban mis pechos logrando hacerme gemir de satisfacción absoluta.

Las embestidas de Jungkook eran fuertes, certeras y tan profundas que cada vez que su punta llegaba a su límite en mi interior, tocaba ese algo que hacía temblar todo mi cuerpo y me hacía encoger los dedos de los pies.

—Mierda, Sunie —gimió, frustrado por el placer que sentía, y lo entendía perfectamente.

Besó mis labios usando su lengua y yo lo recibí con la mía, haciendo un desastre de beso demasiado húmedo, pero nada importaba en ese momento, no había capacidad de pensamiento cuando sentía su polla salir y entrar en mi coño una y otra vez, sin perder el ritmo, el cual no era ni muy lento ni muy rápido, era un ritmo perfecto.

Nuestros cuerpos sudorosos comenzaban a resbalar contra el otro, incluso cuando Jungkook apretaba mis muslos en busca de arremeter más fuerte contra mi centro, sus manos resbalaban, su cabello estaba empapado, y la luz de la Luna iluminaba todo el sudor que poseía su cuerpo, y en otros momentos, fuera digno de una foto, porque Jungkook sudado, con los músculos contraídos por el esfuerzo, donde se le marcaba un abdomen plano y muy bien trabajado, sus brazos gruesos, el metal de su piercing, sus pupilas dilatadas y brillosas y su cabello largo y empapado, era una escena muy sensual y hacía florecer más mi llama interior.

Jungkook abandonó la pose de estar encima de mi recolocándose para apoyarse en sus rodillas y colocar mis piernas encima de sus hombros -porque yo se lo indiqué-, claramente no tenía idea de poses, pero para eso yo estaba allí, además, esa pose hacía que cada vez que sus caderas arremetían contra mi, el choque de su anatomía corporal con la de mis muslos lograba hacer ruidos húmedos y muy placenteros para ambos, muy fascinante, porque hacía eco en todo el lugar como si fuera música para sus oídos.

Pero podía ver el cabello de Jungkook moverse a su mismo ritmo, y como los músculos le sobresalían por el esfuerzo.

De esa manera logró mantenerme más al límite, porque se comenzaba a mover realmente rápido y la velocidad no la iba a soportar por mucho tiempo. Encogí los dedos de mis pies y me mordí la mano en busca de aguantar un poco más, pero al ver a Jungkook, quien sin yo pedirle introdujo una mano entre mis piernas para comenzar a masajearme el clítoris con fuerza, me retorcí de placer y me contraje más a su alrededor, ahogando su polla completamente cuando no fui capas de soportarlo más. Incluso los ojos se me llenaron de lágrimas cuando me azotó el segundo orgasmo, Jungkook me observaba mientras yo soportaba las contracciones de mi pelvis, pero no era nada comparado con la manera en la que cada vez que empujaba hacia adentro, su pelvis lograban rozar mi clítoris de una manera muy sexual para mi cuerpo y y mucho más para mi coño, que estaba muy sensible en ese momento.

—Te has corrido, ¿me detengo? —preguntó, demasiado agitado, estaba cerca, no tardaría mucho tiempo.

—No, quiero que te corras —le pedí, el asintió y no se detuvo, aumentando la velocidad mientras me hacía suspirar y gimiendo al estar realmente cerca.

Estaba aguantando como todo un campeón, normalmente los chicos en su primera vez no aguantan nada de nada, pero Jungkook era tan competitivo y dispuesto a todo que se le veía en el rostro lo mal que lo estaba pasando al aguantarlo, aunque el quisiera mostrarme una sonrisa, pero así era él y yo no era nadie para juzgarlo.

—Te vez muy guapa cuando te corres, Sunie, es tan tentador para mi que casi haces que lo haga yo con solo verte —me mordí el labio intentado no gemir, porque mi coño comenzaba a resucitar nuevamente, y eso quería decir que me estaba excitado una vez más.

—Vamos a cambiar, me pondré encima —le dije, el asintió rápidamente, muy de acuerdo con mi pedido y cuando salió de mi interior, fue un vacío muy grande el que sentí, pero sirvió para que Jungkook suspirara y cogiera un poco de aire.

Cambiamos de posición, Jungkook se tumbó sobre el saco de dormir y yo rodeé su cintura con mis piernas y dejé que mis rodillas aguantaran mi peso mientras colocaba con mi mano la polla de Jungkook demasiado dura y sensible justo en el lugar indicado.

Comencé a bajar lentamente, y ambos gemimos por la sensación de volver a conectar, me sujeté con mis manos en su pecho y cuando caí completamente con su polla dentro de mi, tuve que detenerme un rato, todo estaba demasiado caliente justo ahora, y nuestras partes íntimas eran fuego puro.

Remojé mis labios, los cuales sentía resecos y me incliné hacia Jungkook solo para besarle cariñosamente.

—Te vez aún más guapa encima de mi, Sunie —me dijo con una sonrisa hermosa en sus labios, los cual besé sin ningún pudor, jugando con su lengua un rato, y el aprovechó la pausa que hubo después del beso para besarme el cuello de manera diagonal, con su lengua y succionando suavemente, no quería hacerme marcas y eso se lo agradecía en mi interior —Te puedo ver mejor, y si te movieras, tus tetas también lo harían —añadió, y yo suspiré, soltando aire.

Y la sensación de sentirle besarme el cuello con sus palabras sucias fue la gasolina que había necesitado para comenzar a moverme. Moví todo lo rápido que pude mis caderas, demasiado extasiada, porque Jungkook no paró de besarme el cuello en ningún momento.

Lo oí gemir con necesidad en mi oído cuando mordió mi lóbulo, acariciándolo con su lengua, mientras mis caderas se movía de adelante hacia atrás, tanto que su pelvis hacía una fricción muy estimulante contra mi clítoris cada vez que me movía contra él y su polla palpitaba dentro de mi ansiosa por explotar, y yo necesitaba que explotara dentro de mi de una buena vez.

Me ayudó con las embestidas moviendo también sus caderas hacia arriba logrando ponernos al borde a ambos, le seguí el ritmo y nuestras pieles húmedas lograban sonar como una especie de ritmo inigualable y muy sensual para el ambiente.

Apretó mis pechos un rato, pellizcando mis pezones para hacerme chillar de gusto, y cuando las bajó más, apretando mis muslos para él detener mis movimientos y solo él llevar el control desde abajo, bombardeando mi coño con embestidas sobrenaturales y besándome, simplemente no pudimos aguantarlo por mucho tiempo más.

Bastó con unas cuantas embestidas más de su parte para que ambos explotáramos de la manera más intensa jamás vivida, y sentí como su líquido llenó cada parte de mi coño, rebosándolo, no sabía si era por su primera vez, pero se tardó un buen rato corriéndose, simplemente, inhumano, pero podía admitir que muy satisfecho.

—Nunca... me había corrido de esa manera en mi vida —dijo, con una sonrisa radiante en el rostro, muy feliz después de correrse.

¿El chico este no iba a parar de sonreír? Porque al hacerlo solo estaba jugando cada vez más con mis sentimientos.

—Literalmente —añadí haciéndolo reír aún más.

—Mira que eres —me alzó una ceja —¿Deberíamos volver? —preguntó.

—Deberíamos limpiarnos, tengo un desastre entre las piernas —señalé, y el mantuvo su sonrisa de ojos arrugados, solo que la convirtió en una más pícara para provocarme.

—Yo puedo hacer ese trabajo por ti, Sunie —comentó, haciéndome reír.

—Podemos meternos al agua un rato más y volver, Jungkook, y soy grande y se bañarme solita —le dije, y él hizo un puchero muy tierno.

Nunca había tenido una charla pos sexo con ninguno de mis clientes, pero ahora que la experimentaba, me gustaba más de lo que realmente quería admitir.

Me bajé de encima de él para acomodarnos, y suspiré al sentir el vacío que dejó su polla entre mis piernas, y vi como caía flácida sobre su vientre, incluso así era grande.

—Aigoo, yo solo quería ayudar —se quejó como un niño pequeño, yo me acerqué a él cuando se puso de rodillas antes de que se levantara, le agarré las mejillas y le besé sus suaves labios con la sensación fría de su perforación, un pico muy húmedo que nos hizo sonreír.

—Vamos a bañarnos un rato —le guiñé un ojo y el sonrió con travesura.

—Pues vamos —se levantó al instante.

Chillé cuando me cogió en brazos y corrió literalmente hacia el agua metiéndonos a ambos como al inicio, y nos reímos como tontos sin poder evitarlo, él me hacía reír a carcajadas y yo me reía porque me ponía muy feliz escuchar su hermosa carcajada de niño divertido.

Esta noche, había sido mágica, sin duda alguna.





(•••)
Bueeee, creo que algunos no se lo esperaban, creo que otros sí, pero creo que el ambiente era perfecto, y estos dos no iban a aguantar solos por mucho tiempo y no los quería hacer sufrir de esa manera, así que: 🎶Ya lo pasado a pasaaaadooooo...🎶

Jsjsjsjs.

Creanme que revisé el capítulos más de cinco veces y acababa agregando y quitando cosas porque quería que quedara perfecto, se que muchxs van a estar en desacuerdo con lo que han hecho, y saben que yo soy una escritora de seguir mucho a mis lectorxs, pero esta vez he hecho lo que me apetecía y lo que quería, sin prejuicios, porque quería que este momento pasara y ha pasado y me ha gustado mucho, y que este paso que han dado Sunhye y Jungkook, es importante para lo que viene, tengo las cosas bien planeaditas.

Recuerden que dije que haría maratón, y quiero que sea de 4 capítulos para hacerlo bien grande para noche buena (día 24), y por eso no he actualizado las otras historias, porque por el momento estoy trabajando en ese maratón, y también estoy calificando las historias del concurso que voy un poco lenta.

Así que paciencia, y díganme ¿qué les pareció? ¿Les gustó el capítulo?

Bueno, ya me he extendido demasiado.

Lxs sarangheo

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