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17 - Jungkook

Esperé un buen rato delante del edificio de Sunhye y miré la hora más de diez veces, y aún estaba a tiempo, pero yo estaba nervioso, era la primera vez que acamparía con una chica, porque el año pasado habíamos ido al parque de diversiones y Jieun me había acompañado, pero esto era otro nivel, porque estaría durmiendo -una vez más- a su lado aunque fuera ella en su saco y yo en el mio, aunque había posibilidades de que ella quisiera dormir junto a mi en un solo saco y eso estaría genial para mi, claro que sí, quería verla y tocarla, abrazarla y adorarla, porque aquel beso con Jieun me había hecho darme cuenta de varias cosas por las que me gustaría luchar.

No me importaba su trabajo, ni si se acostaba con otros hombres, eso podía cambiar, porque yo podía darle lo que ella pidiera sin importar qué.

Volví a mirar la hora en mi móvil y cuando marcó las cinco en punto, empecé con un tic nervioso moviendo mi pie continuamente contra el suelo del taxi.

Pero me tranquilicé cuando al mirar hacia afuera, ella salía del elevador, con una mochila inmensa, short de mezclilla cortos y cómodo, una blusa corta hasta la cintura, pero traía un suéter que la cubriría perfectamente, también estaba cómodamente calzada con zapatillas y medias altas, y traía un sombrerito que la hacía ver muy tierna, además, se había recogido el cabello en dos trenzas, que no era lo mismo que una coleta como las que se hacía para hacer ejercicio, pero que se recogiera el cabello y que su cuello esbelto de cisne quedara a la vista, era un lujo para mí que me fascinaba admirar.

Salí del taxi para recibirla y cuando ella me vio, creí que veía espejismos cuando ella se sonrojó y se puso tímida con una sonrisa nerviosa, pero no era un espejismo, y yo sonreí también como tonto cuando llegó a mi y aseguré que no lo era, sino una realidad ver sus mejillas sonrojadas, y quise besarle las mejillas, porque se veía extremadamente guapa así y demasiado tierna para mis ojos.

—Hola —saludó.

—Hola —se lo devolví, ella se mordió el labio y a mi se me fue la respiración, que jugara con mi autocontrol no era bueno —Dame la mochila para guardarla —estiré las manos, ella asintió y se quitó la mochila para dármela.

No pesaba demasiado, así que podía asegurar de que solo traía ropa y algunas cosas necesarias, y que ella fuera una chica de llevar solo lo necesario y no todo lo que podría usar, tenía mucho mérito de su parte, era sencilla y eso me gustaba mucho, cada cosa de la que me daba cuenta de Sunhye me gustaba más que la otra.

Era simplemente perfecta.

Cuando guardé la mochila juntos a la mía -mucho más pequeña- en el maletero del taxi, volví hacia ella que ya estaba dentro en los asientos de atrás, y yo, que quería estar junto a ella fuera lo que fuera, me senté a su lado, y ella sonrió, y esta vez la vi con más confianza, tal y cómo yo la conocía.

Le indiqué al taxista que arrancara hasta la dirección correspondiente y se hizo el silencio, uno que no fue incómodo, porque ocupábamos el tiempo viéndonos de reojo, y al ver su mano encima de su muslo desnudo, me dieron muchas ganas de agarrársela, pero justo cuando lo iba a hacer, ella apartó la mano para buscar su móvil que traía en una bolsa pequeña que le colgaba del cuello. Suspiré, pero no le di mayor importancia.

—Compré una batería recargable por si acaso —me mostró lo nombrado y caí en cuenta en ese momento de que yo apenas había pensado en eso, y mi móvil no estaba cargado al cien por ciento.

—Oh, Dios, ¿Cómo no se me ocurrió? —me pegué en la frente con la mano, frustrado.

—No te preocupes, puedes usar la mía, de todos modos traigo el móvil bien cargado —añadió y yo la miré.

—Gracias, y también por venir —dije, ella sonriendo, le dio una mirada rápido al conductor para vigilar que todo estuviera despejado e hizo una señal con su mano de que me acercara a ella.

Sin pensarlo lo hice hasta que tuve su cara tan cerca que suspiré de lo hermosa que se veía. Pensé por un instante que me besaría rápidamente y me ilusioné tanto que los labios me comenzaron a picar y el corazón casi se me sale del pecho, pero eso no pasó, porque ella cogió mi rostro con sus dos finas manos de uñas cortas y me la giró hasta darme un beso en la mejilla, pero al lado de la comisura de mi boca, tan cerca, pero estábamos en público, y la entendía. Pero me gustó el calor de sus labios al tocar mi carne, y eso era suficiente por el momento.

—No te rechazaría por nada en el mundo —se me pintó una sonrisa tan enorme en la cara que hasta me dolieron las mejillas, porque esas palabras parecieron tener otro transfondo, y ella al darse cuenta me separó estirando sus manos y se colocó tan nerviosa que las mejillas se le pintaron de un color carmín intenso, y yo seguí sonriendo como tonto —Digo por lo del viaje, es un viaje con tus amigos, yo no te rechazaría nunca con una propuesta de un viaje, y tampoco a cualquier persona, tampoco es que te tendría de prioridad —se pegó a la ventanilla para evitar mirarme.

Yo volví a invadir su privacidad, pegándome a su nunca, donde dejé un sutil beso que vi como le puso la piel de gallina, era fenomenal cuando se recogía el cabello.

—Entendí perfectamente, Sunhye —le respondí, pero ella siguió sin mirarme por el resto del viaje hasta la estación de autobuses.

Cuando llegamos donde estaban los chicos, los cuales ya nos estaban esperando, vi a dos chicas bastante guapas acompañándolos, pero ninguna se acercaba ni de cerca a la belleza que poseía Sunhye, aunque sus rasgos definitivamente fueran distintos.

—Al fin llegaste, ya hicieron la llamada para los que viajan a Daegú y yo y Taeh...—fue Jimin el que vino a reprocharme, pero cuando vio a Sunhye salir y saludarlo con una sonrisa radiante se quedó sin habla, se acercó a mi pegándose a mi oreja, haciendo que me doblara por la diferencia de tamaño —¿Esa es tu compañera? —preguntó bajito dándole una mirada rápido de pies a cabeza a Sunhye, una que no me gustó para nada —¿Quieres cambiar? Seguro que a mi acompañante no le importa, y mucho menos a mi —su sonrisa chulesca por primera vez me dio asco.

—Oye, claro que no, ella es mía —repliqué.

—Vale, vale, lo entiendo —se separó levantando las manos como si fuera el más inocente del mundo.

Volvimos con los demás y Sunhye vino a mi lado.

—Chicos, ella es Sung Sunhye, Sunhye, Park Jimin y Kim Taehyung —presenté, no me sabía los nombres de las chicas, pero ellas saludaron igual a Sunhye con una sonrisa.

Jimin abrió los ojos al parecer dándose cuenta de una cosa, y yo supe que ya había caído.

—Oh, te conozco, Jungkook habla mucho de tí, literalmente todo el tiempo —Jimin agarró su mano como todo un galán y se la besó, yo sentí mucho calor en mis mejillas y me tapé la cara por la vergüenza. Él no tenía porque dar ese dato.

Pero celebré un internamente "Toma, por bocazas" cuando Sunhye apartó su bonita mano lejos de Jimin un poco nerviosa.

—Mucho gusto, Sunhye —Tae la saludó de lejos con una inclinación de cabeza y a él ella si le sonrió cariñosamente.

—Jungkook, Sunhye, ellas son Jiyong y Lisse —señaló Jimin presentado a las chicas que no conocía de nada.

Ellas nos saludaron a mi y a Sunhye cariñosas y luego de los saludos, oímos el último llamado de nuestro autobús.

Vi a Sunhye coger su mochila pero yo la agarré antes que ella.

—Yo la llevo, tranquila —le mostré una sonrisa y ella me miró con expresión de desconcierto.

—Pero si no pesa nada, yo puedo llevarla —dijo, elevando sus cejas y haciendo un puchero demasiado hermoso y que quise besar.

—Un caballero nunca haría eso —le guiñé un ojo y caminé rápido pero cerciorándome de que ella me seguía los pasos, lo último que quería era que se perdiera.

Cuando llegamos a nuestro autobús, dejé las mochilas en la zona de equipaje y le señalé a Sunhye que subiera antes y que cogiera asientos para los dos. Cuando terminé subí al autobús dando mi billete y el de Sunhye y ella alzó uno de sus brazos para que fuera hasta ella.

Por supuesto, ella cogió el lado de la ventanilla, pero por esta vez dejaba pasar lo que sea, y si era ella, no me importaba para nada.

Me senté a su lado y suspiré.

—¿Así que un caballero, eh? —alzó una ceja con burla y yo rodé los ojos divertido.

—Claro, por quien me tomas —me encogí de hombros.

—En realidad, cuando te vi la primera vez, pensé que eras el típico bad boy que se ve en las novelas románticas, así todo bien malote, con moto, tías a montones, fumador y drogadicto, pero tu personalidad no va a acorde para nada con tu aspecto físico y personalidad —decretó ella viéndome, yo sonreí.

—Pues ya vez, no soy así —señalé contagiándome de su humor —¿Y cómo es mi personalidad y aspecto físico según tú ?

Ella se mordió el labio jugando nuevamente con mis irresistibles ganas de besarla y se lo pensó por unos segundos.

No sabía de donde venían esas ganas tan inmensas de lanzarme encima de ella, pero comenzaba a asustarme.

—Bueno, eres tierno, cariñoso, un poco demasiado directo en algunos momento —sabía a qué se refería —, y muy detallista, y no hablo materialmente —señaló —Y en cuanto a aspecto físico, vas la mayor parte del tiempo vestido de negro, con ropa oversize, tienes tatuajes y piercing, el cabello largo y siempre la cara bien lavada, a simple vista si pareces un Bad boy —asintió sonriendo.

—Pues...¿Gracias? —me hice el confundido y ella soltó una carcajada que me llegó literalmente al pecho, preciosa —Y con respecto a que soy detallista, si lo soy, tanto, que recuerdo que tienes un lunar en la parte derecha de tu abdomen —sus ojos se abrieron con sorpresa.

Lo había visto el día que la vi desnuda, y me parecía un lugar muy tentador para un lunar.

—Dios, de momento hace calor —me reí cuando se comenzó a abanicar con la mano —Tú también tienes uno en el cuello y el de debajo de tu labio inferior —dijo, pero no me miró en ningún momento y eso me hizo sonreír muy tontamente.

—¿Enserio? ¿Donde? ¿Me lo puedes señalar? —pregunté acercándome a ella.

—¡Jungkook! —se alejó todo lo que podía.

—Pero señálalo, no se donde está —hice un puchero.

—Aquí, aquí —puso su dedo sobre mi lunar y al tenerla tan cerca aproveché para darle un pico en los labios rápido que la dejó muda y a mi me dejó más feliz que en toda mi vida.

Me separé de ella con una expresión de triunfo en la cara y me mordí el labio inferior, porque había sido poco, pero me bastaba por el momento.

Definitivamente este iba a ser un viaje muy divertido y de los mejores, sin duda alguna.

(•••)
No hay meta, poooorque aún no termino el capítulo 18😁.

Así que van a tener que esperar al domingo para leerlo (para las que están ansiosas) es que está muy largoooo😣.

Bueno, yo no digo más, solo que se vienen cosas.

Además, quiero hacer un súper maratón para noche buena y quiero escribir mucho, y tengo que aprovechar la inspiración que tengo.

Y si no comentan ahora que no hay meta me pongo brava😣.

Me despido.

Lxs sarangheo

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