16 - Sunhye
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Me quedé unos minutos mirando la pantalla de mi móvil, llevaba veinte minutos sin quitarle la vista de encima y era porque no sabía que contestar.
Mis amigos y yo vamos a celebrar nuestro décimo primer aniversario como amigos y siempre hacemos algo diferente en un fin de semana, este fin de semana iremos a acampar a Busan, y me gustaría que fueras mi acompañante en el viaje.
1:34 a.m
Mis dedos no se movían al querer responderle, porque por una parte quería decirle que sí, que quería ir con él y conocerlo un poco más, sus amigos, entablar una conversación en donde me contara sus gustos y necesidades, la que aún no habíamos tenido, pero por otra parte no quería lastimarme más fuerte, porque aceptar sería adentrarse a su mundo y convencerme de que: o me gusta demasiado o solo era un calentón, pero eso estaba bien ¿no?, ¿pero y si me me daba cuenta de que me gustaba demasiado? ¿podría soportarlo como me preguntó Solar?
Una cosa era pensarlo y decirlo de dientes para afuera, otra cosa era afrontarlo y darse cuenta de muchas realidades, y los golpes duros de frente no me gustaban para nada.
Pero a lo mejor era buena idea ir con él, si él me había buscado, tal y como yo quería que pasara, era porque había pensado en mi antes que en otra persona, y que quería que yo fuera, y eso era un avance muy importante, y que me dejaba con muchas dudas que tal vez me gustaría resolver al verle.
Vale, iré, tú solo dime los detalles y ahí estaré.
2:03 a.m
Me sorprendió mucho que apenas hube enviado el mensaje, mi teléfono comenzó a sonar con Liar de Camila Cabello y casi salgo desprendida de mi cama cuando vi su nombre alumbrar toda mi pantalla.
Estaba despierto.
¿Estaría esperando mi respuesta? ¿Tenía ganas de hablar conmigo que no me envió un simple mensaje y decidió llamarme?
Mi corazón comenzó a martillear con fuerza y me coloqué en posición del indio sobre el colchón mirando las luces de los edificios de Gangnam a estas hora de la madrugada y me decidí arrastrar el icono verde hacia un lado con el dedo tembloroso y me lo coloqué en el oído con las pulsaciones a mil por segundo.
Esto no era normal.
—Hola —su voz ronca, tal vez por la hora, me recibió como si fuera un abrazo calientito en tiempos de fríos, y algo en mi estómago se encogió al oírlo después de nuestro encuentro.
Estás haciendo el gilipollas en tu cabeza, Sunhye, date cuenta.
—Hola —contesté e intenté parecer la persona más calmada del mundo, aunque fuera tremendamente difícil.
—¿Té desperté? Es tarde y no quería molestar —su preocupación me hizo sonreír, parecía un niño pequeño a pesar de que sabía que tenía la misma edad que yo.
El muy condenado físicamente parecía mayor, pero su actitud de un chico menor, y era una combinación muy tierna.
—Oh no, llegué hace poco del club, así que estaba despierta —lo intenté tranquilizar, por alguna razón, él me parecía de los chicos que se volverían locos y se lo repetirían hasta la muerte el haber interrumpido el sueño de alguien, o cualquier otra cosa.
—Ah, claro, ¿trabajaste mucho hoy? —preguntó.
Yo me mordí el labio y jugué con el encaje de mi pijama.
Tal vez era paranoia mía, pero parecía interesado en saber si había hecho...algunos de mis trabajos, cuando claramente, si a él le gustaba y quería aún a su ex novia, no tenía porqué interesarle, pero el tono de su voz y la pregunta parecía tener ese transfondo.
—Lo normal, presenté un número que ya había presentado antes, me quedé un rato hablando con algunos amigos y luego me trajeron a casa, nada interesante —le quité importancia, y había respondido con toda la verdad, me gustaba de alguna manera que él me preguntase por mi día, era bonito, porque casi nunca nadie lo hacía, a veces Hobi o Namjoon, fuera de ellos, nadie más, y solo cuando los veía —¿Y tú? ¿Has tenido un día ocupado? —le devolví la pregunta con el mismo interés.
Me apetecía saber de él.
Lo oí suspirar antes de hablar.
—Tampoco nada interesante, tomé mis clases de pintura, fui a comer algo con mis amigos después de clase y volví a casa, y como no tenía sueño, me puse a jugar en la consola un rato hasta que te envié el mensaje —me contó, todo aquello me hizo sonreír como tonta.
No sabía que me pasaba que temas tan triviales como esos que él me estaba contando de su día me hicieran tan feliz, era como si hablara con él todos los días, y nos informáramos del otro para estar al tanto.
—¿Estudias arte? —pregunté sorprendida por ese dato, no me lo esperaba, tampoco lo sabía.
—Oh sí, estoy en mi tercer año ya —contestó.
—Yo cojo un curso de diseño todos los miércoles —conté.
Aunque el diseño y el arte parecían no tener nada en común, si que lo tenían, porque ambos requerían de buena imaginación y mucho talento a la hora de diseñar o pintar, tenían más en común de lo que pensaban las personas.
—No sabía que estudiabas —parecía sorprendido y a la vez se podía percibir un atisbo de felicidad por su parte al saber ese dato de mi, lo que no me dejaba apartar la sonrisa de la cara en ningún momento.
—Hay muchas cosas que no sabes de mi —añadí, y después de decirlo me mordí el labio y me pegué internamente.
Se creó un silencio algo incómodo en el que solo sentía su respiración por el teléfono y era abrumadora, hasta que carraspeó la garganta un poco nervioso para volver a hablar.
—Y me gustaría saber esas cosas que aún no se —se volvió a hacer el silencio.
Ambos estábamos con un tonteo que nos dejaba mudos a los dos, no era malo para mi, porque a pesar de que me había sonrojado porque sentía la cara arder y un revoltijo en mi estómago, me había gustado el hecho de que no había cambiado el tema y había seguido el tonteo, eso era buena señal, o al menos eso quería creer yo.
Pero era hora de centrarnos, o no acabaríamos nunca, y yo acabaría pidiéndole que viniera a mi casa a que me conociera un poco más, si eso era lo que quería.
—Bueno, ¿y cómo es todo eso del aniversario tuyo con tus amigos? —pregunté cambiando de tema por fin.
—Ah, sí, claro —se centró —En realidad esto lo hacemos cada año, intentamos hacer cosas juntos que aún no hemos hecho nunca cada año, y esta vez hemos decido irnos a acampar a un bosque en Daegú, y tenía la posibilidad de invitar un acompañante como mis amigos y me he decidido por tí, porque...me gustaría conocerte un poco más fuera de tu...trabajo, pero puedes decir que no aún, si no quieres venir lo entenderé, de todos modos trabajas todos los días ¿no es así? —la sonrisa aún no abandonaba mi cara, y era que Jungkook era demasiado lindo para ser real..
—Sí, trabajo todos los días —contesté a su pregunta para luego proseguir antes de que continuara —. Pero ya te he dicho que iré, y si te dije que iré es porque puedo y... Quiero, así que es decisión definitiva —añadí, por alguna razón me pareció escuchar un triunfo de su parte, pero no le di mayor importancia.
—Vale, eso es genial —sí, estaba emocionado y contento, y a mi me gustaba mucho —Tienes que llevar ropa cómoda, no te preocupes por la comida ni por las bolsas de dormir, eso irá por nuestra cuenta, solo lleva lo necesario para tí y listo, te pasaré a recoger el viernes a las cinco en un taxi frente a tu edificio, serán tres días y dos noches —asentí a sus explicaciones, teniendo claro que él no me veía.
—Listo, te esperaré —no supe si ese era el final de nuestra conversación, pero por si acaso, no colgué, y me alegré de no hacerlo cuando volvió a hablar.
—¿Sunhye?
—¿Sí?
—Fue lindo hablar contigo y... Lo siento si ese día te dejé sola y no me despedí, pero te veías tan bien durmiendo y tan agusto, que no valía la pena despertarte, y que me gustó mucho eso... Que hicimos, fue lindo —volví a sonrojarme, no me esperaba para nada una disculpa de su parte porque no tenía que darlas, él solo hizo lo que cualquier chico haría si se acostaba con una chica fácil.
—No te disculpes, era mi trabajo ¿no es así? —intenté hacerme la dura, y me fascinó lo que me contestó a continuación.
—Lo sé, y por eso dejé el dinero, pero no dejó de ser especial y bonito para mi, y espero que para ti también —me mordí el labio.
De momento tenía ganas de llorar.
—Lo fue —contesté por lo bajo, pero sabía que lo había escuchado.
—Me alegra escuchar eso, Sunhye —sonreí muy grande —Que tengas lindos sueños, y nos vemos el viernes —asentí.
—Igual lindos sueños para tí, Jungkook, nos vemos —y colgué.
Me llevé el teléfono al pecho abrazándolo como si fuera él mismo, porque su llamada me había hecho mucho más feliz que cualquier otra cosa en la vida.
Hoy tendría muy lindos sueños, sin duda alguna.
Gracias a Jungkook.
(•••)
Holita! Como ven, van a tener que cumplir la meta si quieren el siguiente capítulo.
La Sunhye me da un poco de pena, porque se está enganchando como yo a la cama cuando duermo😀. Okno.
Pero me encantan los momentos entre estos dos😍.
Bueno, nos veremos cuando se cumpla la meta.
Lxs sarangheo❤
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