Jungkook.

Miré como la que pensé que era el amor de mi vida se alejaba a pasos agigantados, me había enamorado locamente de Jieun desde el primer momento en que la conocí, pero a lo mejor yo no era suficiente para ella, el hecho de que me dijera que no era lo que buscaba por ser un chico virgen me lo decía.

Yo no había elegido ser virgen a los veinticuatro años porque creía en que las historias de amor también se podían crear en la vida real, porque pensé que había comenzado a crear mi historia de amor con Jieun pero estaba completamente equivocado porque a las chicas de ahora le interesaba más follar que amanecer con flores y un desayuno de ensueños, y pues... si yo no follaba, pues no le interesaba a las chicas, como sumar dos mas dos y daba cuatro.

Y también pensé que mi primera vez ideal iba a ser con ella y le podría mostrar lo mucho que la amaba, lo mucho que podía adorarla en todas sus fases, pero ella quería a un chico con experiencia y ese no era yo.

Quise llorar pero a la vez no, alguna parte de mi me decía que no valía la pena después de todas las cosas que me dijo que no tenían sentido ninguno. Así que solo dejé que el dolor que sentía en el pecho justo en el lado izquierdo se fuera minimizando poco a poco, o simplemente soportarlo y seguir para delante mientras buscaba a Jimin y a Taehyung.

Si había amigos que me entendían esos eran ellos.

Cuando abandoné la azotea de la universidad de una buena vez y bajé hasta la segunda planta para buscar mi próxima clase, en cuanto puse un pie dentro del salón Jimin se levantó y vino a mi como si no me hubiera visto en un año, cuando en realidad me había visto hacía una hora y media más o menos.

Pasó unos de sus brazos por mis hombros rodeándolos para hablar.

-Por fin apareces, te estábamos buscando, ¿donde estabas, Jungkookie? -preguntó alzando una ceja.

-Estaba con Jieun -respondí, vi como rodaba los ojos como si le exasperara el simple hecho de escuchar su nombre, a mis amigos no les gustaba ni nunca les gustó Jieun como mi novia.

-Esa zorra... -susurró Tae cuando me senté junto a ellos cerca de las ventanas en el salón, pero claramente lo escuché, y quise reñirlo, pero me contuve porque ya no importaba.

-Me dejó -solté y ambos me miraron asombrados.

-¡Será puta! -exclamó Jimin llamando la atención de los alumnos que comenzaban a llenar el aula de la clase de Trazos.

Lo regañé con la mirada y él hizo una sonrisa nerviosa al ver lo tanto que había llamado la atención, gracias a Dios Jieun no estudiaba Artes como nosotros y se encontraba en la sección de las personas que querían ser educadores. Jimin y Taehyung compartían las mismas clases que yo porque los tres estábamos por arte, Tae era más clásico y abstracto, Jimin le gustaba el arte nudista y también le gustaba el arte escultural y a mi el arte natural, todo lo que podía ser captado por mis ojos podía recrearlo en un lienzo.

-Jimin, tampoco es para tanto, ella no es...eso, ella...no soy lo que ella necesita -bajé mi cabeza para observar mis manos sintiéndome deprimido de repente.

Sentí el brazo de alguno de los dos posarse en mi hombro en un intento por darme confort y apoyo, el que necesitaba, pero lo necesitaba con sus cabezas frías y sin empeorar lo mal que me sentía.

-Jungkook, eres más de lo que ella necesita, porque ella lo que busca es follar hasta quedar pálida del cansancio y no a un chico tan increíble y romántico cómo tu -me dijo Taehyung quién era el que tenía su mano en mi hombro y con aquello me hizo levantar la cabeza para mirarlos a ambos.

-Pero supongo que para ella es más necesario lo primero que lo segundo -me encogí de hombros.

-Lamento decir esto y admitir que te lo dijimos, te dijimos que ella no era chica para ti -puntualizó Jimin lo que me habían dicho más veces que los dedos que teníamos los tres juntos en las manos y en los pies.

Desde el principio que comencé a salir con Jieun, Jimin y Taehyung me aconsejaron una y otra vez que ella me iba a romper el corazón, que era una zorra y que no merecía un chico como yo, pero como siempre, preferí aferrarme a la idea de que tal vez con el tiempo se diera cuenta de lo mucho que la amaba y cambiara de alguna forma. Y sí cambió, pero de hombre.

-Lo se lo se, pero... yo la quería, la quiero y... no quiero ser... virgen para ella -le contesté mostrando con mis manos a mi mismo para que se dieran cuenta de a qué me refería.

Jimin dibujó una sonrisa que me dio muy mala espina, porque esa sonrisa solo la hacía cuando estaba tramando alguna travesura y arrastró su silla para estar más cerca de mi, hombro con hombro.

-Estás de suerte -apuntó -Resulta que Eunwoo de Artes escénicas, me comentó ayer sobre un club que está muy pegado últimamente, y que hay strippers y... -nos hizo ademán con las manos para que nos acercáramos como si fuera un secreto que solo podríamos saber los tres -a las mismas se les paga por una noche, pagas por lo que quieras hacer con la chica -decretó en voz baja y volvimos a recomponernos viendo la sonrisa pícara de Jimin.

-O sea que son putas -le dije secamente y más literal.

-Aigooo, yo quería que se escuchara decente, pero si lo dices así -negó -Sí, son putas, pero eso está bien para ti, eres millonario y necesitas que te enseñen a follar, ¿así que qué otra mejor solución que pagarle a una chica para que te enseñe? Según Eunwoo son muy buenas -vi como a Tae la idea no le desagradaba en lo absoluto.

A chicos como ellos, que ya tenían experiencias con chicas no les importaba pagar por una chica más y pasar una noche, pero yo era virgen, era un caso bastante distinto, y la primera vez no se la podía dar a cualquiera.

Pero también recordaba que les había dicho que no quería ser más virgen e inexperto para que Jieun me notara, y eso no era una mala idea si la mirábamos por esa parte.

-Yo me apunto, noche de putas se llamaría -dijo Taehyung -Venga, Jungkookie, si no quieres quedar con una chica esta noche tampoco pasa nada, pero al menos deberías de ir a ese club y despejar un poco, olvidar tal vez por esta noche a Jieun -añadió y yo me mordí el labio.

-No se, es que... -los miré y ellos me rogaron con sus miradas -Una mierda, vale, iré, pero cómo me dejen solo los mato -les advertí señalándolos a ambos con mi dedo índice.

Ellos asintieron emocionados.

(•••)

Y como solo fueron palabras necias y los de ellos oídos sordos, me habían dejado solo en la barra como un estúpido que ahogaba sus penas en alcohol, solo que con la diferencia de que yo las ahogaba en Coca-cola porque no me apetecía emborracharme estando solo.

El lugar se llamaba Hot Sinner, a mi parecer muy poco original, pero yo no era nadie para juzgar. Y sí, estaba abarrotado de gente por todos lados. Las luces neones de color morado y rojo alumbraban todo el lugar, y efectivamente habían strippers bailando en tubos en cuatro partes diferentes del lugar, la música era buena y entretenida y no podía negar que más de una vez se me fueron los ojos con las chicas que bailaban sensualmente y haciendo piruetas súper difíciles en el tubo con bastante poca ropa, algunas usaban juegos de baños extravagantes y de cueros y otras usaban una simple tanga llamativa con accesorios en los pezones, un prostíbulo sin duda alguna, además de que habían más chicas vestidas extravagantes con otros chicos en algunos rincones. Y agradecía un poco que el barman que atendía en la barra fuera un chico.

De momento todo se quedó oscuro y casi me me quedé ciego cuando una sola luz blanca enfocó hacia una tarima con un tubo que estaba justo en el medio de todo el lugar.

-¡Y con ustedes, la presentación estrella de esta noche, Cat-Sung! -se escuchó una voz animadora que llamó la atención de todos.

Una chica hizo presencia justo en la tarima y agarró con habilidad el tubo con sus dos manos y se levantó en él aire como si nada.

Vi como los hombres enloquecían y tiraban billetes de dinero en la tarima.

Me quedé atrapado justo cuando ella me miró a mi.

No esperé una conexión de ojos de ese tipo, y menos con una chica que solo cumplía su función de stripper, pero me quedé hipnotizado viendo sus movimientos, la facilidad que tenía para bailar poledance y me quedé atrapado en cada facción de ella, no traía máscaras, estaba a la intemperie a pesar de la poca iluminación yo podía apreciar cada rasgo fino que adornaba su rostro tan perfectamente precioso.

Y me sentí en la mente como Jimin, queriendo hacer un cuadro nudista de ella.

-Oye, ¿quién es ella? -le pregunté al chico de detrás de la barra.

-¿Ella? Cat-Sang, es la bailarina más solicitada de nuestro local, puedes encontrar su catálogo en la página web del club, por si quieres... ya sabes, pagar por ella -me guiñó un ojo con una sonrisa pícara y sugerente en sus labios.

Yo volví nuevamente toda mi atención hacia ella para no perderme detalles y me juré a mi mismo, aunque después me arrepintiera, pasarme por la página web del club.

Sin duda alguna lo haría.

(•••)
Primer capitulo de esta historia.

Aunque no lo crean la trama me emociona, pero saben que las actualizaciones serán cada vez que pueda. Estoy súper liada.

Quiero proponerme la meta de aprenderme todo lo que tengo que aprenderme para la prueba esa que tengo que hacer para entrar a la Universidad y tener tiempo para escribir. Pero por ahora tenganme tiempo.

Bueno, diganme qué les pareció este inicio en los comentarios.

Lxs sarangheo❤