-♪ ♫ ♩ ♬Nuestro amor sabe a chocolate, Un corazón de bombón que late, Nuestro amor sabe a chocolate, Oh oh oh oh oh♪ ♫ ♩ ♬-

-Que linda nuestra hija amor, se nota que esta demasiada emocionada por llegar a su nueva escuela-

Alcanzo a escuchar a mamá y decido colocar pausa a la canción.

-Si mamá, realmente estoy feliz de ir a una nueva escuela, ya quiero conocer nuevos amigos-pronuncio mientras observo por la ventana el paisaje que rodeaba el camino para llegar a mi nueva escuela.

-Tu eres una niña muy dulce mi pequeña Cookie, de seguro vas a hacer muchos amigos- Platica papá mientras sigue conduciendo el auto.

-Tu padre tiene razón hija, eres una niña muy adorable y de seguro tendrás muchos amigos, e inclusive, un novio-Comenta mamá y comienza a reír pícaramente.

-¡¡¡MAMÁ¡ yo no pienso en esas cosas de tener novio- respondo con algo de vergüenza e intento desviar la conversación.

Coloco de nuevo la canción que sonaba en mi celular ocultando mi cara de la pena por el comentario que hizo mamá en el carro, después de unos minutos papá se detuvo en una gran y hermosa escuela.

-Bien hija, hemos llegado a tu nueva escuela-Anuncia Papá

-Bueno hija, solo te deseamos muchos éxitos, recuerda que tu padre y yo, te queremos demasiado, pórtate bien y sé qué harás muchos amigos-

Antes de bajar del auto, beso en la frente a mis padres.

-los quiero muchísimo-enuncie con mucho fervor.

Al momento de bajar del auto, papá arranca y se dirige a su nuevo lugar de trabajo, por mi parte, empiezo a observar la nueva escuela que mis padres me transfirieron, realmente se ve muy grande y hermoso...

Camino con mucha alegría y con una sonrisa de oreja a oreja, era una nueva oportunidad de hacer amigos y de demostrar mi habilidad en la preparación de galletas...

-Muy bien, veamos, según este papel, dice que me toca en el salón 505- observo el papel que la escuela había enviado a mi mamá con la información de la escuela...

Camino y por fortuna encuentro rapido mi salón, en ese instante suena la campana de la escuela anunciando que ya debíamos entrar a clases, trato de abrir la puerta cuando de repente, siento que alguien me empuja.

-Quítate del camino-grita una chica de piel morena, que tenía puesto un saco de color purpura...

El empujón de aquella chica hizo que cayera al suelo de espaldas, provocándome un leve dolor en esa zona...

-Toma mi mano-pronuncia una chica.

Agarro la mano de la chica y ella me ayuda a levantarme del suelo.

-Debes de tener más cuidado a la próxima, no siempre puedes escaparte de la muerte-comenta la chica. Alcanzo a observar a aquella chica, tenía un vestido color vino tinto, un peinado bastante extraño, pero lo que más me sorprendió era su cara, era totalmente pálida...

-Gracias por ayudarme a levantarme- Intento presentarme pero de repente.

-Haiku, Cookie, no es momento de hacer visitas, ya voy a iniciar clases-grita la maestra mientras nos observa a ambas.

La chica de nombre Haiku entra de una y se acomoda junto a un chico de piel morena y gafas, por mi parte, entro también rapido al salón para tomar un puesto...

-Cookie, espera, no te vayas a sentar todavía-comenta la maestra.

-Si señora-agacho la mirada mientras me quedo frente a todos mis nuevos compañeros.

-Buenos días alumnos, el día de hoy se integra a nuestro salón una nueva compañera, su nombre es Cookie, pero mejor dejemos que ella se presente-comenta la maestra mientras toma uno de mis hombros.

-Buenos días, mi nombre es Cookie, tengo once años, soy nueva en la ciudad y mi pasatiempo favorito, es cocinar galletas-platico delante de todos mis compañeros.

Esperar la reacción de mis compañeros me hizo sentir demasiado miedo, temblaba de los nervios hasta que un chico empezó a aplaudir, era un chico con un color de cabello bastante peculiar, en ese aplauso, todos se unieron y gritaron...

-"Bienvenida Cookie"-...

Realmente me sentía muy feliz, la maestra interrumpió el aplauso y me permitió sentarme, buscaba un lugar que estuviese disponible...

-Ven, puedes hacerte acá-

Volteo para ver quién era la persona que dijo esas palabras, para mi asombro, era el chico que inicio el aplauso...

-Ven, aquí hay un espacio libre, mi compañero no asistió hoy, así que puedes hacerte acá-comento el chico de cabello blanco.

Agarro una silla que encontré disponible, la arrastro suavemente para no provocar ruido, cuando ya casi llego al puesto del chico que me ofreció sentarme al pie de él, la chica que me había empujado llega y me arrebata el lugar.

-Búscate otro lugar, este ya está ocupado- expresa burlona la chica que hace pocos minutos había provocado que cayera al suelo.

-Pero Ronnie, yo ya le había ofrecido el puesto a Cookie- empieza a hablar el chico de cabello blanco.

-Pues, que se haga en donde yo estaba-responde la chica de nombre Ronnie y luego voltea su vista hacia donde yo estaba.

-Vete, allá en el rincón oscuro te puedes hacer-comenta Ronnie.

Para evitar problemas, tomo mi silla y la arrastro hasta llegar a un lugar oscuro del salón, quedaba bastante lejos del tablero, aun así lograba mirar los apuntes que hacia la maestra.

Empiezo a anotar las fórmulas que la maestra escribía en el tablero, a veces observaba al chico de cabello blanco y a la chica llamada Ronnie, notaba que el chico se sentía bastante incomodo sentado al lado de ella.

El tiempo paso muy rapido, el timbre sonó, eso significaba una sola cosa, cambio de materia, todos empiezan a salir del salón, olvidaba que hoy tocaba clase de gimnasia, guardo mi libreta y salgo lo más rapido posible para alcanzar a mis nuevos compañeros y cambiarme de ropa, que suerte que la escuela tenia uniformes para practicar gimnasia...

-Muy bien jovencitos, el día de hoy vamos a jugar su juego favorito-grita el maestro mientras todos nos acomodamos en una sola hilera...

-Hoy vamos a jugar Quemados, ya saben las reglas formaremos dos equipos, deberán lanzarse el balón mutuamente para intentar eliminar a los jugadores del equipo contrario, yo armare los grupos-

Todos los chicos gritaban de emoción, mientras que las niñas temerosas solo asentían con la cabeza exceptuando dos, Ronnie estaba muy emocionada y saltaba de la dicha y por otra parte, la chica que parece vampiro, no expresaba ningún tipo de sentimiento, yo por mi parte no estaba ni feliz ni temerosa, ya antes había jugado ese juego en mi antigua escuela...

-Bueno y finalmente, la chica nueva, Cookie, tu estarás en el equipo de Lincoln- comenta el profesor señalándome con su bolígrafo.

Curiosamente quedo en el mismo equipo con la chica de apariencia de vampiro, su amigo de piel morena con gafas y del chico de cabello blanco.

-Muy bien, cuando suene el silbato, empieza el juego-

Me acomodo para comenzar a jugar cuando suena el silbato tres personas de mi equipo corren de una a tomar los balones y dar por inicio el juego, uno de los chicos del equipo contrario lanza una pelota en dirección hacia mi, por suerte logro atraparla y lanzarla con mucha fuerza, logrando eliminar a un contrincante...

-Muy bien cookie, sigue así- grita el chico de cabello blanco.

Sigo atenta a los balones, pero de repente observo que una chica no estaba poniendo atención al juego, uno de los contrincantes lanza el balón en dirección hacia ella, pero lanza el balón con demasiada fuerza, así que corro directamente a atrapar el balón mientras empiezo a gritar.

-¡¡¡ ten cuidado¡¡¡- grite fuertemente

-¿Qué pasa?-

Por pocos segundos y no atrapo el balón, con suerte, logro evitar que golpease a la chica que horas antes me había socorrido.

-¿te... te encuentras bien? – pregunta con algo de temor la chica.

-sí, me duelen las manos por retener el balón a esa velocidad, pero me encuentro bien-respondí con una gran sonrisa.

-tu, salvaste mi vida, estaré eternamente agradecida contigo-

-debes de tener mucho más cuidado... eee...-

-Haiku, mi nombre es haiku-

-Mucho gusto Haiku, mi nombre es Cookie-

-Bonito nombre-

-Igual el tuyo-

...

-Muy bien, esta distraída, hora de darle su merecido-murmura Ronnie mientras agarra un balón y lo lanza con todas las fuerzas posibles hacia Cookie.

El balón alcanza una gran velocidad, las chicas seguían platicando cuando son interrumpidas por un grito...

-Chicas, cuidado-...

Ambas voltean y ven que un chico corre directamente a ellas, sin percatarse del balón que venía a gran velocidad.

-¡¡¡LINCOLN¡¡¡- se escucha un grito bastante fuerte.

-Lincoln- pronuncia Haiku.

Todos empiezan a correr hacia donde estaba el chico de cabello blanco

-Dios mío- sorprendida empiezo a acercarme para ver el estado de aquel chico.

En ese instante llega el maestro...

-Aléjense chicos, dejen respirar a Lincoln, lo llevare de una a la enfermería de la escuela.

El maestro agarra al chico, alcanzo a observar que salía sangre de su nariz, al parecer el balón impacto en toda su cara, por evitar que ese balón nos golpeara a Haiku y a mí, el recibió la peor parte.

-Dios mio, ese chico nos salvó de ese balón-comente mientras unas pequeñas lágrimas empezaban a salir.

-pero se llevó la peor parte, espero que este bien- platicaba con Haiku.

-El estará bien, fue muy valiente, deberíamos ir a verlo-responde Haiku.

-Sí, tienes razón, quiero ver como se encuentra y agradecerle por haber salvado nuestras vidas...

-Espera yo iré por Clyde, amiga- pronuncia Haiku mientras se aleja rápidamente.

-¿A...Amiga?- murmure mientras veía como Haiku buscaba al chico de nombre Clyde.

No lo puedo creer, me llamo amiga, tengo una nueva amiga, que emoción, quisiera gritar a los cuatro vientos, pero debo ser discreta, además me preocupa el estado de salud de ese chico, espero que se encuentre bien, para animarlo, le regalare una galleta que había empacado para mi almuerzo...