Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

13: Planes a futuro.

Recuerdo haber tenido una profunda conversación con él. Ambos habíamos llegado tarde del trabajo, estábamos cansados, pero ninguno quería dormir. Le conté las veces que hice travesuras en el colegio con mis hermanos, y como las cosas a penas si habían cambiado. Se abrió hacia mí, todo lo hacía tan inconscientemente. Yo sólo rogaba porque no se diese cuenta, porque podía jurar que todo iba fuera de su cordura. No sé qué lo hizo sentirse a gusto conmigo, pero lo escuché. Esta vez, realmente lo escuché.

Recuerdo haber reído, mi estómago incluso dolió. Se sintió tan bien. Me sentí tan... Tan vivo. Recuerdo haberlo mirado. Los vellos de mis brazos se erizaron y sentí un calor en mi pecho luego. Recuerdo haberme enojado conmigo mismo después, porque ahí estaba la clara evidencia de que empezaba a sentir cosas que no suponía sentir, y peor aun, que no era correspondido.

Ese día no pasó nada. Ese día sólo conversamos. No hizo falta algún toque físico para poder estar uno frente al otro, ni nada por el estilo. Fue una simple conversación que se extendió a un par de horas y luego tuve que irme, no quería dejar a papá solo. Pero mi mente siempre estuvo en el par de ojos avellana. Mi mente siempre se trasladó a él. Y me vi en el espejo como la persona más incrédula posible.

¿Cómo una persona que apenas conoces puede llegar a hacerte sentir mejor que cualquier otra que conoces desde hace años? No parece tener lógica.

Recuerdo haber llegado a la conclusión de no volver a ingerir cocaína o alguna otra droga, por más que fue eso lo que nos trajo aquí. No he necesitado una caja de cigarros en semanas, ¡semanas!

Recuerdo haber querido llorar de la impotencia. Recuerdo haber querido destrozar todo a mi paso, hacer todo migas. Dios, estaba tan enojado. Me veía tan estúpido, tan iluso, tan inútil. Alice me lo había estado repitiendo, pero yo no me preocupaba por escucharla. No me parecía importante.

"No deberías jugar con fuego, Keith" "Las cosas no saldrán como quieres si sigues así, Keith" "Vas a terminar enamorándote, Keith" "Dijiste que no era lo que planeabas" "Dijiste que te detuviera. Estás enamorándote, Keith"

"Estás enamorado, Keith"

Keith. Keith. Keith.

Keith —gime el avellana, cubro su boca con mi palma ahogando sus gemidos. Pero yo no puedo reprimir los míos.

Enredo mis piernas en su cadera. Arqueo la espalda cuando toca ese punto G en mí, haciéndome estremecer y perder la noción por un segundo.

—Eso, eso —jadeo—, vuelve a hacer eso.

Muerde mi labio con parsimonia, embistiendo contra mí nuevamente. Ahogo otro gemido, enredando mis dedos por la extensión de su cabello y acercándolo a mí. Tiene ésta manía de morder mi cuello y mandíbula, resulta realmente excitante. Me besa con soltura. Por primera vez toma el completo control de la situación, y creo que fue una buena decisión por ambas partes.

—Shh, tú papá puede escucharnos —susurra posando su índice sobre mis labios. Muerdo éste.

—Joder, no hables —gruño, arrancándole una risita—. Me importa una mierda si nos escucha. Esto es increíble.

Vuelve a reírse y arremete contra mí nuevamente. No deja de mirarme, me hace sentir vulnerable. Mi boca se abre y mis ojos se cierran. Su lengua recorre mi cuello, mi mano derecha se incrusta en su espalda mientras que la izquierda arruga las sábanas a un lado. Su mano rodea mi miembro, masturbando al ritmo de sus embestidas. Aumenta la velocidad cada cuanto. Y es cuando realmente me importa una mierda si John escucha. Gimo en su oído, sigue masturbándome.

En un movimiento rápido logra tenerme sobre su regazo, sin la necesidad de salir de mí. Sólo hace que la fricción se vuelva más placentera. Con sus manos ahueca mis glúteos haciendo un camino por mis nalgas hasta mi cintura donde me toma con firmeza, dejo caer mis codos sobre sus hombros. Me muevo encima de él, sus manos se posan en mi trasero de nuevo, masajeando con delicadeza. Las embestidas se vuelven lentas pero no les quita ni un ápice de excitación. Deslizo mi lengua por su cavidad bucal, tirando de su cabello —ahora parcialmente decolorado en las puntas— y siendo correspondido enseguida.

Nuestros gemidos son ahogados bajo la penumbra de la habitación, y hasta ahora creo que Zoe ya se ha dado cuenta de mi estado. Sigue sin importarme. Nada es más importante que esto ahora.

Dos fuertes embestidas son suficientes para venirme entre nuestros abdómenes, y cuando él lo hace debo cubrir su boca nuevamente. Prosigo a besarlo con fuerza para después sacarlo de mí. Se levanta para remover el condón, anudarlo y tirarlo a la papelera. Jadeante regresa a mi lado, y por minutos sólo observamos los posters aun pegados en mi techo. Nota mental: quitarlos.

—Esto... Va a doler mañana, ¿cierto? —pregunto sin mirarlo, pero cuando lo escucho reírse sé que debo girar a verlo. Sólo debo. Asiente girando a mí también.

—Probablemente, grandulón —suelta un suspiro. Niego con mi cabeza.

—Disfrutemos del ahora —cierro los ojos, aun jadeante.

—Dije que te gustaría. Esperaba que fuese algo como un castigo por lo del otro día en el súper mercado, pero eres bueno, maldición. El primer Pie Grande pasivo.

Bufo golpeando su brazo, no hace más que reír. Sonrío. El cambio de actitud ha cambiado notoriamente desde que comenzamos con esto. Los insultos disminuyeron, nuestras personalidades siguen intactas. Pero el punto es que logramos congeniar mucho mejor que antes. Y no creo que sea porque uno siente más que el otro, el trato es mutuo.

Pero hay ciertas cosas que se deben guardar de vez en cuando.

— ¿Estás jugando? Siento como si hubiésemos estado en el papel equivocado todo este tiempo.

— ¿Quiere decir que ya no seré pasivo?

Giro como rayo hacía él. ¿Ha hecho planes a futuro?

—Bueno, si decidimos darle larga a lo que sea que sea esto, considera un no como respuesta.

—Podríamos turnarnos de vez en cuando —su ceño se frunce con ligereza—. Ya sabes, para variar.

Verlo me hace reír, un poco más por ironía que por ganas. Toma una almohada pegándola a mi rostro. No sabe de qué me río, pero le contagio mi risa.

—Y dices no ser gay —niego antes de hundir mi cabeza contra la almohada—. Es lo más gay que te he escuchado decir desde que te conocí. Realmente no me quejo, niño.

El silencio se apodera de la habitación. Creo que piensa en algo. Quisiera poder saber qué pasa por su mente en este tipo de momentos. Impregnarme en él. No sólo de manera física, me refiero a todas las maneras posibles. Es algo que nunca he querido de nadie. Y es cuando debo obligarme a detenerme, donde debo escapar de mis cavilaciones. Donde debo gritarme mi realidad

Y es que nunca será mío, no importa todo lo que se diga, jamás lo tendré. No lo tengo ahora, tampoco después, por lo cual "perderlo" no sería más que un simple engaño de la mente.

Tú no puedes perder algo que nunca tuviste.

Y es que tampoco quiero darle la razón a Alice, incluso Daniel ha estado consciente de todo. Me estoy enamorando de alguien imposible, alguien que sólo no puedo tener. Alguien que nunca va a corresponderme y que comienza a, silenciosamente, destrozarme.

¿Pero qué si lo único capaz de destruirte, es también lo único capaz de arreglarte?

No le hago caso a nada ni nadie más. Olvido todo lo malo que viene con los contras. No pienso con la cabeza; mis cavilaciones se han mudado a un lugar diferente y desconocido: un par de ojos avellana.

—Quizá sea algo gay. Sólo un poco —murmura. Lo miro sorprendido—. Por ti.

Me petrifico. ¿Qué se supone que ha dicho éste desgraciado?

No me da el tiempo para siquiera tomarlo como algo en serio, comienza a reírse negando con su cabeza. Suspiro.

No importa todo lo que se diga, jamás lo tendré.

—No me jodas, Buckley —resoplo estampando la almohada contra su rostro. Eso claramente no me ha hecho sentir nada bien. Sé que bromea.

—Kenny ha estado sospechando, ¿sabes?

— ¿Cómo?

—... Bah, nada. Olvidalo —se retracta negando nuevamente.

¿De qué se supone que debe estar sospechando Kenny? No debe suponer que aquí pasa algo, ¿o sí? Es claro que pasa, pero el punto es que no lo sabe. Además, de estar "sospechando", ¿cuál sería el problema? No me molesta admitir nada. Que Cameron siga siendo un jodido imbécil con respecto a su sexualidad es muy diferente. Y jodido.

Una canción que fácilmente reconozco como Thank You For The Venom de My Chemical Romance es la que me interrumpe cuando planeo insistirle en que me diga. El estruendoso sonido de la guitarra al principio de dicha canción abarca toda la habitación, haciéndonos sobre saltar de la nada. Aquí las paredes son prácticamente de papel, por lo que no dudo que Zoe haya escuchado.

Mi hermana no puede engañarme, sé que Dallon se ha colado más de una vez a su habitación en este tiempo. Navidad se acerca, la familia siempre debe estar unida. Daniel se ha venido a quedar un par de veces junto a Nick, y Zoe igual, pero con Dallon. Mi pequeña hermanita dejó de ser pequeña hace un buen tiempo. Y culpo a mi cuñado por todo ello.

— ¿Quién es? —mascullo cuando veo que es su teléfono el que suena y su ceño se ha fruncido al leer la remitente. Atiende haciéndome una seña de silencio.

— ¿Amigo? ¿Todo bien? ¿Qué haces llamando tan tarde? —finge un tono cansado, como si hubiese acabado de levantarse. Con sólo mover sus labios me indica que es Dallon el que llama. Mis ojos se abren. Oh, mierda—. ¿Quisiste llamar a Devon pero te equivocaste de número? —calla esperando la respuesta del rubio, incrédulo—. C antes de D, claro... ¿Devon sigue en el hospital? Bien. Vale, hablamos luego, adiós.

Su ceño se frunce todavía más cuando me ve. Entonces recuerdo que él no sabe que, posiblemente, Dallon se encuentre en la habitación de al lado junto a Zoe, y que también, posiblemente, ellos hayan escuchado parte de nuestros actos.

Y decido que es algo que voy a guardar para mí. Algo como una anécdota graciosa para mi subconsciente. Pienso en que debo ser más discreto de ahora en adelante, y que ellos deben prepararse, porque el espectáculo apenas empieza. Porque al subirme a su regazo de nuevo para atacar sus labios, sólo sé una cosa:

Quiero que haya planes a futuro.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro