Me moví por décima vez en la cama tratando de encontrar una posición que me permitiera retomar mi sueño, pero por más que lo intentará no lograba estar cómoda. En mi cabeza se repetían todos los acontecimientos de estos últimos días y sobre todo lo que sucedió la noche anterior con Harry.

(...)

Harry me llevó cargada encima de sus hombros por unos cuantos minutos que se me hicieron interminables para mí. Sus manos me apretaban con más fuerza de la que debería y estaba más que segura que eso me causaría moratones al día siguiente.

Salí de mis pensamientos cuando fui lanzada con brusquedad sobre algo mullido. Abrí mis ojos asustada y observé todo el lugar con suma rapidez, no tenía idea de en qué momento habíamos entrado en lo que parecía ser una casa, totalmente vacía. Trague duro.

Apreté mis manos a mis costados de forma nerviosa, no sabía cómo reaccionar en esta circunstancia, nunca imagine que su lugar tranquilo para "hablar" sería traerme a este oscuro y abandonado lugar. De todos los escenarios que podría haber pensado este era el peor. La imagen de Harry parado frente de mí, mirándome en absoluto silencio estaba haciéndome sentir terror puro.

Hice el amago de levantarme y ahí fue cuando él reacciono.

– ¿Tienes pensado irte a algún lugar? – fueron las primeras palabras que me dirigió desde que habíamos entrado aquí. Sus ojos por lo oscuro del lugar de veían totalmente negros, tanto que me hizo estremecer del terror.

– Pensé que íbamos a hablar en algún lugar más tranquilo y más iluminado. – Dije de la forma más clara y firme, no quería que notará el miedo que estaba corriéndome por las venas.

Hizo un movimiento de cabeza bastante raro y siguió mirándome por unos largos segundos, hasta que se decidió a hablar.

– No veía una razón específica para llevarte a otro lugar, me siento más cómodo aquí, donde nadie nos pueda ver, ni interrumpirnos. Tengo varias preguntas para ti Emily y quiero tener el tiempo y la calma suficiente para decírtelas. – Soltó. Y la manera tan fría en que dijo cada una de las palabras hizo helar mi sangre.

– Seguro que había más lugares Harry, no me siento para nada cómoda estando en este lugar. – Dije y pude ver como algo en su mirada cambiaba por una milésima de segundos, antes de volver a mirarme de forma escalofriante. – Quisiera hablar contigo en otro momento y otro lugar.

Harry no dejo que acabase de hablar cuando ya lo tenía a cinco centímetros de mi rostro.

– Yo voy a hablar y tú vas a escuchar Emily, no he pedido tu opinión, de si te gusta o no este lugar.

Comenzó a dar vueltas a mí alrededor mientras me miraba fijamente.

– ¿Tienes idea de cuánto tiempo ha pasado desde que nos vimos por última vez Emily? Para que tú de repente vengas a querer hurgar en mi vida y en mis asuntos. –Soltó con brusquedad mientras se pasaba la mano por el cabello una y otra vez.

Trague duro una vez más.

No sabía cómo responder a eso ahora mismo, en estas circunstancias, no era lo que yo me había imaginado alguna vez. Millones de veces me cree un escenario donde Harry y yo hablábamos de forma tranquila y entre risas. Y todo se estaba desmoronando por segundos. Cada una de mis pequeñas ilusiones, hechas trizas todas y cada una de ellas. Todas destruidas por sus duras palabras.

– Tratas de buscarme y volver a tener esa amistad de niños y Emily, no, así ya no son las cosas, todo ha cambiado desde que te fuiste, no pretendas querer volver a entrar en mi vida, o saldrás mal parada. No soy el mismo de hace años atrás Emily, todo, por si tus ingenuos ojos no se han dado cuenta, ha cambiado. – Dijo, y cada una de sus palabras se sentían como puñales directos, destrozando todo por completo. – Sólo te doy una última advertencia o como te lo quieras tomar, aléjate de mí y mis asuntos, la próxima vez no seré tan bueno contigo Emily.

Fue lo último que me dijo antes de girarse y encaminarse hasta lo que supuse era la salida de este lugar.

Me quedé unos segundos procesando cada una de sus palabras y me estaba costando bastante.

Un sollozo que tenía retenido salió de lo más profundo de mí, me sentía bastante aterrada por como él se había comportado conmigo, todo en él irradiaba el más absoluto odio y asco hacia mí.

Con las piernas temblorosas me levanté de ese sillón y me dirigí a la puerta de salida.

Las palabras de Harry retumbaban en mi cerebro y me hacían un eco horrible.

"aléjate de mí y mis asuntos, la próxima vez no seré tan bueno contigo Emily. "

Estaba tan absorta en mis pensamientos que no me di cuenta en el momento que llegué a mi casa, agradecía que mi tía no se hubiese dado cuenta que había llegado a altas horas de la noche, porque seguro me iba a interrogar.

Con pasos pesados me metí en mi cama, tan siquiera sin haberme cambiado, tenía tantas emociones acumuladas, me sentía tan cansada, que en cuestión de segundos dejé que el cansancio me ganará y caí dormida.

(...)

Me levante de mi cama sacando de mi cabeza todos los momentos de la noche anterior, se me estaba haciendo bastante tarde para ir al instituto. Me había quedado sumida en todos esos recuerdos que no me había dado cuenta ni de la hora que era.

Entre al baño con tanta rapidez, y grande fue mi sorpresa cuando vi a Harry en el suelo, me llevé las manos a la boca, ahogando el grito que estaba por salirme, el miedo también se hizo presente en cuestión de segundos. Cuando pude recobrar mi compostura un millón de pensamientos comenzaron a pasar por mi mente.

¿Qué demonios estaba haciendo Harry aquí? ¿Cómo había llegado a mi casa?

¿Cómo había logrado meterse en ella sin que yo me diese cuenta en lo absoluto?

Con pasos inseguros camine hasta él, mi vista recorrió su rostro y pude notar unos ligeros golpes en su rostro.

— Harry... ¿qué haces aquí? — pregunte para mí misma. Me de su lado cuando lo vi moverse y abrir los ojos.

— ¿Cómo diablos llegue aquí? — pregunto levantándose a pasos torpes del suelo.

— Y-yo no sé, pero entre aquí y te vi tirado en mi baño. — dije y maldije mentalmente el tartamudeo que había tenido.

—  Yo no debería estar aquí. — dijo sonando irritado, mi ceño se frunció ante su tono, yo no tenía la culpa de que él estuviera en mi casa.

— Nadie te dijo que tendrías que colarte en mi casa por la noche. — dije en su mismo tono de voz.

— Vaya, veo que si puedes hablar de buena forma, no como anoche. — respondió y en ese momento sentí que el corazón me dejaba de latir.

Era un asqueroso, la noche anterior no me había dejado ni hablar y solo se dedicó a hablar él.

— Te recuerdo que solo hablaste tú anoche, yo no pude decir ni mas de Diez palabras. — escupí con odio.

¿Cómo se atrevía? Maldito infeliz.

— La pequeña Emily sabe cómo defenderse.

— No me llames pequeña, Harry.

Se acercó a mi medio tambaleante y se colocó delante a unos centímetros de mi cuerpo.

— No tengo la intención de enfadarme contigo a estas horas Emily. — dijo entre dientes y yo lo mire incrédula.

— ¿Puedes hacer el favor de bajarme el tono de voz? — dije ya perdiendo poco a poco la compostura.

— ¿Y si no lo hago, que harás? — respondió y pude notar el tono de burla en su voz, algo que me saco de quicio, ¿acaso se estaba burlando de mí?

— ¿Te estás burlando de mí? —dije indignada.

— Puede ser...— dijo dejando la frase inacabada.

— Largo de mi casa. — respondí entre dientes, no iba a permitir que sobre todo él se riera de mí. En esta situación.

— ¿Me estas echando? — respondió con fingido asombró.

— Largo de una vez. — dije manteniendo la poca paciencia que me quedaba.

Vi a Harry mirarme durante unos breves segundos, algo que también hice yo, manteniendo la mirada en la suya. Cuando me di cuenta de que él no la iba abajar aparte mi mirada y le señalé la puerta de mi habitación. Lo vi caminar hasta la puerta a pasos rápidos, antes de irse se giró y me miro durante unos segundos y me sentí expuesta ante su mirada, parecía que me quisiera leer.  Cuando salió de mi habitación deje salir el aire de mis pulmones que no sabía que había retenido.

Me sentía sumamente frustrada e indignada, como se atrevía a tratarme así, después de todo lo que me había dicho la noche anterior, como se atrevía a saber cómo colarse en mi casa.

Respire varias veces tratando de calmarme lo más que pudiera.

Moví mi cabeza en un intento de sacar todo el mal rato que me había hecho pasar Harry de buena mañana. Aliste las cosas de mi instituto, me arregle y salí de mi habitación.

(...)

Dos horas más tarde ya me encontraba en mi clase de matemáticas, intentaba por todos los medios estar atenta, pero todo intento era fallido. No entendía cómo diablos, Harry, había ido a parar a mi casa, pero era algo que definitivamente me interesaba más de lo que debería. Encima con lo que me había dicho Harry. Que no me metiera más en su vida.

El timbre sonó sacándome así de mi pequeña ensoñación, me levante de forma rápida y empecé a guardar las cosas en mi bolso, camine hasta la puerta de salida, pero mi paso fue obstruido por tres chicas que me miraban como si desearan matarme.

Intente pasarles por el lado, pero una de ellas se interpuso de nuevo. Algo confundida e irritada me hice un espacio entre ellas y salí de ahí, no tenía tiempo que perder y menos si no me iban a decir nada.

Camine a toda prisa por los pasillos que ahora se encontraban vacíos, iba a llegar tarde a mi siguiente clase, apure el paso, pero de repente sentí un fuerte dolor en la parte posterior de mi cabeza, me lleve la mano a esa zona afectada y note un líquido caliente.

Poco a poco mi visión se iba tornando más borrosa hasta que definitivamente todo se volvió negro a mí alrededor.

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BUENAS SE QUE HE ESTADO SUMAMENTE DESAPARECIDA Y ESTE CAPÍTULO NO COMPENSARÁ NADA, PERO ESPERO LES GUSTE Y LO DISFRUTEN. MIL GRACIAS POR TODO SU APOYO SIEMPRE.