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HARRY POV'S

Acomode bien mi ropa y subí la cremallera de mis pantalones, mire hacia la ventana de Emily y sonreí, vi como las luces se apagaban varios minutos después de haberme ido.

Los recuerdos de lo de hacia unos minutos atrás llenaron mi mente, el rostro de Emily ruborizado, las lágrimas que bañaban sus mejillas, sus labios entreabiertos, todo de ella me habían hipnotizado.

— Estúpida Emily. — dije entre dientes, su actitud de mojigata casi hace que le creyera que no había tenido nada con el imbécil de Dylan.

Abro el móvil y el mensaje que había recibido hacía unas horas me hizo enfurecer nuevamente.

''Emily se encuentra conmigo en el bar de siempre, haber si te atreves a venir a ver a tu estúpida mojigata''.

Cerré los ojos en un intento de tranquilizarme, el imbécil de Dylan sabía la manera de hacerme perder los estribos, él había descubierto que el único punto ''débil'' que tenía ahora mismo era ella. No comprendía la manera en que había llegado a engatusarla, hacerse el santo frente a ella.

Apreté el móvil en mis manos y me subí a mí coche, le dediqué una última mirada a la ventana de Emily, claro que volvería a buscarla, estar con ella de esa forma me había relajado, aunque la tuviese que obligar nuevamente, sería mía.

Enciendo el coche y me pongo en marcha, tenia varios asuntos que resolver aún, después de todo me quedaban pocos días para resolver todo ese lío.

(...)

Aparco el coche en una esquina del local nuevo que habíamos alquilado de momento, hasta que lográramos reparar todo el desastre que habían hecho en nuestras instalaciones.

Caminé hacia la entrada del lugar y el ambiente a humo inunda mis fosas nasales por completo, observó a varias personas que no reconozco y frunzo el ceño. ¿Quiénes eran todos esos?

— John ¿Qué es toda esta mierda? ¿Quiénes son todos estos? — pregunto cuando lo localizó.

— ¡Harry, hermano! Al fin llegas, quería presentarte a los nuevos ''reclutas'' — dice lo último haciendo comillas con los dedos. Lo miro con confusión ¿De que se trataba todo esto? Y ¿Por qué no estaba enterado de nada de esto? —No te he dicho nada, porque no quería estresarte más con todo esto, pero cuando pensábamos que teníamos un topo estábamos muy equivocados, eran todos, todos habían sido comprados por ellos. — Dice y me observa con atención.

Aprieto mi mandíbula y me tenso por completo ante su respuesta.

— ¿Cómo que todos? ¿Todos esos hijos de puta estaban comprados? ¿Cómo pudo pasar algo así? — pregunto con la ira recorriendo todo mi sistema.

— Estoy trabajado en ello, pero creo que todo esto ya estaba más que planeado desde hacía tiempo. — finaliza con los brazos cruzados.

— Y, ¿Estos son de confianza? — digo señalándolos.

John asiente y yo suelto un suspiro entre dientes, tal vez no nos quedaba de otra que confiar en ellos. Camino hasta donde están todos y me siento en la silla que se encuentra en el centro de la sala.

— ¿Todos sabéis a que habéis venido aquí, cierto? — pregunto en voz alta, todos asienten y me miran atentos. — Esto no es ningún juego de niños, si no estáis listos es mejor que salgáis de aquí una vez o simplemente ateneros a las consecuencias que este trabajo conlleva. — continuó diciendo.

Me levanto de mi asiento y camino hacia donde están todos ellos, me miran inexpresivos, es algo que me gusta sumamente, que no me bajen la mirada.

— Espero que todos sepáis usar un arma como es debido, no quiero errores, tenemos pocos días, cada uno tendrá una misión, sino la cumplís, no me haré responsable de lo que os pueda pasar. — digo.

John me mira desde una esquina de la sala y me dedica una sonrisa de lado, esto tal vez no salga como debería, pero iba a dar con el culpable de toda esta mierda y yo mismo acabaría con él con mis propias manos.

(...)

EMILY POV'S

Dolía, dolía como nada me había dolido antes.

El ardor en medio de mis piernas no era normal, ardía demasiado, escocía como el infierno. Cerré fuertemente los ojos cuando los recuerdos de hacía unas horas me asaltaban, lo odiaba, eso era lo único que tenía claro en estos momentos, estaba acabando conmigo con cada segundo.

Dejé salir un gemido lastimero en cuanto me giré en la cama, en sí, mi cuerpo dolía en cada pequeña parte inimaginable, mis caderas, mis pechos, mis labios y hasta mis costillas, tenía la sensación de que un coche había pasado por encima de mí dejándome así de adolorida.

Jamás creí que dentro de mí podría ser capaz de odiar tanto a alguien y, en estos momentos podía asegurar que así era. Intenté sentarme en la cama y con mucha dificultad pude lograrlo, mi vista recorrió mi habitación, mi vista capto una silla, en la cual había prendas de ropa limpia, eso era lo que más necesitaba en estos momentos. Apoyé mi mano en la pared y con cuidado y lentitud fui levantándome de la cama, mis piernas apenas tocaron el suelo temblaron, las sentía demasiado débiles.

Un repentino mareo me asaltó y mi vista se nublo varios segundos, me mantuve fuertemente agarrada de la pared hasta que sentí que el mareo se me pasaba por completo.

Adolorida, caminé a pasos lentos hacía la ropa, una vez conseguí llegar a esta, me cambié de forma rápida y volví hacia mi cama.

Me estremecí ante los recuerdos y mis ojos se empañaron debido a las lágrimas que estaba reteniendo, no merecía esto que él me estaba haciendo y, aun así, podía jurar que Harry no pensaba acabar con esto.



Mis ojos se mantuvieron cerrados en un pequeño intento de buscar el sueño, algo que no lograba, me removí varias veces en la cama, lo que me causo dolores en mis partes. Respiré hondo varias veces y me dedique a imaginarme las cosas que aún me quedaban por hacer, pero con todo lo que me estaba ocurriendo, no tenía ánimos de nada.

Sentí el líquido caliente de mis lágrimas deslizarse por mis mejillas ante mis pensamientos, cuando volví a recordar a Harry. Él encima de mí, él tocándome sin parar, él causándome más dolor.

Abrí los ojos de golpe al no poder soportar mantenerlos mucho más tiempo cerrados, todos los recuerdos estaban llegando a mí de una forma rápida y estaban ocupando todos mis pensamientos, necesitaba distraerme haciendo alguna cosa o estaba segura de que tendría alguna especie de ataque.

Estaba detestando mi vida en estos momentos, me pasaban cosas buenas y al segundo todo se derrumbaba, de forma horrible.

El sonido de mi móvil me hizo asustar de una forma que no imagine, ahora hasta el mínimo ruido me hacía sobresaltar ¿Hasta este punto había llegado mi vida? Apreté las sábanas a mis costados y sin muchas ganas alcancé mi teléfono.

El número de Dylan sale en la pantalla y mi corazón comienza a palpitar sin que pueda evitarlo, ¿Cómo podría verlo a la cara ahora mismo? Me sentía tan asquerosa conmigo misma. Dejé que el móvil siguiese sonando por varios segundos, pero no cesaba.

Lo pensé varios segundos ¿Sería buena idea cogerlo? No, pero quería escuchar su voz, aunque fuesen unos segundos.

Estaba a punto de atender, pero dejó de sonar, tal vez esa era una señal, que no era el momento adecuado para hablar con él. En verdad no tenía demasiadas ganas de hablar con alguien, tal vez debía dejar pasar algo de tiempo.

(...)

Habían pasado ya dos semanas desde lo ocurrido con Harry, me había mantenido encerrada en mi habitación desde ese día, mi tía era la única persona a la que veía y la verdad por otra parte agradecía que hubiesen comenzado las vacaciones en mi curso, no tenía ganas de ver a nadie.

Las llamadas de Dylan habían cesado definitivamente hacia dos días, había estado llamándome constantemente sin falta, dejándome mensajes, pero no me había visto aún con el valor suficiente de atenderlo, ¿Qué podría decirle? No tenía nada que contar y aunque yo supiese que no había hecho nada malo, me sentía avergonzada conmigo misma.

Por otra parte, de Harry no había sabido nada más desde ese día tampoco y mentalmente lo agradecía, me había estado sintiendo relativamente mejor después de este tiempo de aislamiento, quería seguir así y si la manera de conseguirlo era alejándome de todo, lo haría.

Salgo de mis pensamientos cuando llaman a la puerta de mi habitación.

— No quiero hablar contigo ahora mismo, quiero estar sola tía. — dije en un murmullo, esperando que me escuchara.

Sentí como la puerta era abierta poco a poco ¿No me había escuchado? Solté una maldición por lo bajo, me acomodé en la cama y me sorprendí.

— Emily, hace días que intento localizarte, que respondas alguna de mis llamadas o mensajes, pero no lo has hecho ¿Hice algo que te molestara? — Dylan comienza a hablarme mientras se acerca poco a poco a mí.

No sé cómo sentirme, ni menos cómo reaccionar ahora mismo, no lo esperaba en lo absoluto, estúpidamente creí que se trataba de mi tía, ahora él me había pillado con la guardia baja.

— Dylan ¿Cómo has entrado? — preguntó y casi al instante me arrepiento, que formas eran estas de recibirlo.

— Tu tía, ella me abrió...— susurra y acto seguido se sienta en una esquina de mi cama. Él me observa atentamente, analizándome, no soy capaz de sostener su mirada, me siento tan avergonzada.

Dylan abre y cierra los labios repetidas veces, yo sé que él no tiene la culpa de nada de lo que me ha pasado, que solo intenta ayudarme de cierta manera, pero yo ahora mismo lo único que necesitaba era estar sola.

— Lo siento Dylan, pero ahora mismo lo único que necesito es estar sola, agradezco que me hayas venido a ver, de verdad... — respondo, me acerco a él y con delicadeza agarro su rostro, no quiero que se sienta herido.

— Yo Emily, de verdad estaba muy preocupado, perdón si me he tomado tantas libertades, no quiero incomodarte... — dice Dylan, no me pasa desapercibido el tono de enfado que trata de ocultar con su suave voz.

— Dylan de verdad tu no has hecho nada, solo no estoy con ganas, cuando este mejor, yo te llamare. — digo dedicándole una pequeña sonrisa.

Dylan asiente y se acerca poco a poco a mí, él corazón comienza a latirme a mil por hora, ¡No, no, no! No me siento preparada. Agarra mi rostro con delicadeza, pero de forma brusca aparto su mano, él me mira entre dolido y algo que no logro descifrar.

— Y-yo lo siento Dylan, ¿P-puedes irte? — tartamudeo, las manos me tiemblan debido al pánico que se ha disparado por mi sistema.

— Perdóname Emily, no quise incomodarte. — habla, se levanta de mi cama y camina hasta mi puerta, me dedica una última mirada y sale de mi habitación.

No me doy cuenta en qué momento las lágrimas han comenzado a escurrir por mi rostro, el corazón sigue latiéndome de forma incontrolable, mis manos tiemblan demasiado ahora mismo, que patética me había vuelto.

— Él no es Harry, Dylan es diferente...— me susurro entre sollozos, me paso las manos por el rostro, tratando de secarme las lágrimas, cosa que no logró.

Soy un mar de nervios incontrolables ahora mismo, el acercamiento que había tenido Dylan me había horrorizado, sé que él no quería hacerme nada, pero me era inevitable sentirme así. Harry ya me había marcado para toda la vida y no creo que yo pudiese superarlo en mucho tiempo.

Con cero ganas me levanto de mi cama, cuando de repente un ruido en mi ventana me hace sobresaltar, ¿Qué demonios? Intento no darle mucha importancia, pero cuando soy consciente de que suena nuevamente, me pongo en alerta.

Corro hasta la ventana y con fuerza la cierro, un sonido se escucha del otro lado, abro un poco la cortina y veo a Harry tirado en el jardín de mi patio. Él estaba tratando de entrar nuevamente en mi habitación, definitivamente la casa de mi tía ya no era un lugar seguro en el que estar, él siempre encontraría la forma de entrar en mi casa.

Empujó una de las estanterías que tengo, podría bloquear por unos días su posible acceso, pero era hora de irme de aquí, donde él no me encontrase.

Mi móvil suena en notificación de mensaje, lo abro con manos temblorosas y el mensaje que logro leer me hiela la sangre.

''Se que Dylan ha estado contigo no hace mucho, seguro has disfrutado el como te ha follado, pero Emily, de mí no te libras, que sepas que la estupidez que has colocado en tu ventana no te servirá por mucho tiempo.''

El móvil se resbala de mis manos ante sus palabras, ¿Qué clase de acosador psicópata era Harry? Era hasta peor de lo que yo imaginaba, no sabía cómo siempre lograba saber todo lo que estaba haciendo.

Alzó el móvil y como puedo busco el número de teléfono de la única persona que podría ayudarme ahora mismo. Dylan tarda varios minutos en responder, pero cuando lo hace, le explicó una pequeña parte de lo que estaba viviendo, sin entrar en demasiados detalles, su respuesta positiva me hace relajarme sumamente.

Me dirijo hacia mi armario y saco una pequeña maleta, comienzo a meter ropa al azar, la suficiente para no tener que regresar en un tiempo a esta casa.

No iba a pasar por aquí en un tiempo, era la única manera de alejarme lo suficiente de Harry, no quería que volviera a acercarse a mí.

Una vez acabó mi maleta camino hacia mi cama, me siento en una esquina e intento respirar con tranquilidad, estaba muy nerviosa, ¿Sería buena idea irme a vivir con Dylan? Tal vez no fuese la mejor solución, pero era la única idea que veía factible ahora mismo.

Encima Dylan no había puesto pegas, más bien la rapidez con la que había aceptado me había descolocado por unos segundos.

Estar con él no creo que fuese tan malo, como estar constantemente alerta, aterrada porque alguien lograse entrar en mi habitación o en mi casa.



— Es lo mejor Emily, estas haciendo lo correcto. — me digo a mí misma.

Varios minutos después mi móvil suena y veo el nombre de Dylan en mi pantalla, al fin había llegado, por fin podría salir de aquí.

Bajo casi corriendo las escaleras, abro la puerta de entrada y Dylan se encuentra del otro lado con una cálida sonrisa, que no puedo devolverle.

— Gracias por venir a ayudarme, después de cómo te trate, no lo merecía en lo absoluto. — Le digo con una pequeña sonrisa tímida.

— No hay porque dármelas, te dije que, si en algún momento necesitabas algo, te ayudaría sin problemas pequeña. — responde.

Dylan agarra mi maleta y camina hacia su coche, aún estoy bastante nerviosa por lo de Harry, pero intento no darle más importancia.

— ¡¿No vienes pequeña?! — exclama desde su coche.

— Ahora voy, solo estaba asimilando que me iba a ir de mi hogar por un tiempo.

Él solo asiente y yo le hecho un último vistazo a mi casa, por fin podría estar en paz en un lugar donde él no me encontraría.



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¡BUENAS! ÚLTIMAMENTE CON ESTA OBRA ESTOY MÁS INSPIRADA Y LOS CAPITULOS Y LO QUE ESCRIBO VAN FLUYENDO CON RAPIDEZ. NO SABEN LO AGRADECIDA QUE ESTOY POR AÚN CONTAR CON SU APOYO.

POR ESE MOTIVO ESTOY HACIENDO MI MAYOR ESFUERZO.

TENDRAN EL FINAL QUE TANTO QUERÍAN EN ESTA OBRA Y PODRÉ DARLA POR CONCLUIDA DESPUÉS DE TANTOS AÑOS, ESPERO QUE USTEDES PUEDAN LLEGAR CONMIGO A ESE MOMENTO, GRACIAS Y MIL VECES GRACIAS POR TODO.
NOS VEMOS PRONTO.

-SCARLETT.

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