10
Mis manos apretaban por décima vez las sábanas, desde lo sucedido el día de ayer, no me había levantado en ningún momento de la cama, tan solo para colocarme algo de ropa de dormir, mis ánimos estaban por los suelos. Sentía mis ojos completamente hinchados debido a mi llanto y algunas partes de mi cuerpo dolían, pero lo que más, era mi cuello.
Palmeé con mis dedos esa zona y cerré los ojos al tacto, escocia demasiado, debía ser consecuencia de como Harry había prestado más tiempo en absorber la piel de mi cuello. Cerré los ojos ante ese recuerdo.
El sonido de alguien tocando mi puerta me hicieron salir de mis horribles recuerdos, no quería ver a mi tía, no podía verla a la cara ¿Dónde estaba ella cuando estaba pasando lo de anoche ¿Dónde se había metido? Siempre desaparecía por arte de magia.
La puerta de mi habitación fue abierta y la figura de mi tía se hizo presente, me giré en mi cama dándole la espalda, no quería verla, no podía simplemente mirarla y no derrumbarme por completo.
Sentí como el espacio vacío a mi lado se hundía y supe que m tía se había sentado, sin darme la vuelta podía sentir su pesada mirada encima de mí y podría jurar que ella se encontraba con él ceño fruncido, hipócrita.
— ¿No piensas ir a clases Emily? — pregunto con falsa preocupación.
Respiré varias veces en un intento de calmarme, sentía tantas cosas en estos momentos, no quería que ella se diera cuenta y delatarme.
— Solo no me encuentro de ánimos...— susurre por lo bajo.
Mi tía dejo salir un suspiro, pero no dijo nada más al respecto, escuche como se levantaba y salía de mi habitación dejándome como deseaba estar en estos momentos; sola con mis pensamientos.
(...)
Mis ojos comenzaron a abrirse al sentir unas leves caricias por mis piernas, me moví ligeramente sin abrirlo por completo, sentí nuevamente unos dedos encima de mi piel y supe que no estaba soñando.
Alarmada los abrí de golpe encontrándome con el dueño de mis pesadillas, por su maldita culpa no podía cerrar mis ojos sin imaginármelo. Asqueada aparte sus manos de mis piernas y lo miré con terror. ¿Tenía alguna especie de obsesión conmigo?
Abrí mi boca ligeramente intentando decir algo al respecto, pero mis palabras habían quedado atrapadas en mi garganta cuando vi la forma en la que me miraba, tan lascivo. Aparte nuevamente sus manos, pero esta vez con más brusquedad cuando sentí que subía mucho más arriba, me aleje de su lado y me levante de golpe, quería estar lo más alejada de él. Mis piernas temblaron me vi obligada a apoyarme en la pared que tenía más cerca.
La risa de Harry se hizo presente en la habitación y fruncí el ceño, completamente incrédula por su desfachatez, patético. Esto no tenía nada de gracioso, todo lo que me había hecho hasta no era ni una broma ni juego y él parecía tomárselo así.
Vi como comenzó a acercarse hasta mí y como acto reflejo comencé a caminar hacia el lado contrario, me fui deslizando por la pared sin dejar de ver todos sus movimientos. Tragué saliva cuando se paró a escasos centímetros de mí, impidiéndome el paso coloco ambas manos a los lados de mi cabeza mientras se pegaba mucho más, busque desesperadamente una forma de apartarme de él, pero me tenía completamente acorralada.
Quería entender y buscar la lógica de cómo siempre lograba entrar a mi habitación, yo siempre dejaba la ventana cerrada, no entendía como lo hacía.
El pensamiento de que mi tía lo dejaba entrar surco la mente ¿Sería ella la responsable?
Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando agarro con sus dedos un mechón de mi cabello.
— Tenía tantas ganas de verte Emily...— susurro mirando directo a mis labios.
Asustada me moví del agarre que había puesto en mi cintura, pero no me sirvió de nada, sus manos me apretaron muchísimo más si eso era posible.
— Apártate, por favor...— dije en medio de un susurro entrecortado.
Sentí como las manos de Harry bajaban más abajo y se situaron en la parte baja de mi espalda, sabía a la perfección donde quería llegar, pero no estaba dispuesta a que sucediera lo de ayer, no creía que mi mente soportará que pasara de nuevo.
Reuní un poco de fuerza y lo empuje lo más lejos que pude, me despegue de la pared y al hacerlo sentí mis piernas temblar, Harry soltó otra carcajada y lo odie más, mucho más. Sus manos volaron con rapidez a mi cabello y me lo estiro de una forma dolorosa, de pronto fui elevada y lanzada con brusquedad a mi cama, no tuve tiempo de analizar todo, cuando ya tenía el cuerpo de Harry encima mío.
— De verdad que no puedo aguantarme mucho más Emily, eres jodidamente una tentación, ¡Diablos! Eres magnífica. — dijo con la voz agitada, su miraba no se apartaba ni un segundo de mis labios. Acto seguido fue depositando una seré de besos húmedos en mi cuello.
Cerré mis ojos con fuerza ante la sensación de asco que sus besos me provocaban, dejé salir un jadeo cuando una de sus manos se coló por debajo de mi blusa de dormir, sus labios succionaron una parte sensible de mi cuello y lo sentí gruñir de satisfacción.
Me moví ante eso, pero nada más hacer me arrepentí; le di total accesibilidad a Harry. Su mano tocó uno de mis pechos sin permiso alguno y lo apretó ligeramente causando que me removiera mucho más, bajo sus sucias caricias.
Sus manos eran tan toscas al igual que los toques que estaba dejando en mi piel.
Agarró mi rostro con brusquedad y estampó sus labios encima de los míos en un beso desesperado. Unas de sus manos libres comenzaron a bajar por mi cintura y reafirmó su agarré.
Quise desaparecer en el momento que se restregó y pude sentir su erección claramente por debajo de sus jeans, Harry parecía estar disfrutando por completo lo que estaba haciendo y estaba segura de que no era consciente de lo que estaba provocando en mí. Sus gruñidos se podían oír por toda la habitación mientras seguía besándome de forma desesperada.
De pronto sentí como se tensó por completo y como si yo estuviera en llamas se alejó de mi cuerpo, dejé salir un suspiro de completo alivio. Me bastaron solo unos segundos entender el motivo, unos ruidos en el piso de abajo me hacían saber que mi tía había llegado y por un momento se lo agradecí. La paz que estaba sintiendo se esfumó en el momento que me soltó lo siguiente.
— No he acabado contigo Emily, tienes suerte de que tú tía haya llegado a casa, la próxima no te salvas pequeña. — soltó entre dientes antes de desaparecer por mi ventana nuevamente.
Mi cuerpo no podía deja de temblar, me sentía tan sucia, no comprendía porque Harry me hacía eso, paso de ignorarme por completo a querer abusar de mí, en cuestión de semanas.
Jamás creí que iba a dañarme de esta manera, pero que tonta había sido al creer eso, él se había convertido en un monstruo, después de todo lo que me había hecho una parte ingenuamente quería seguir aferrada a la idea de que él no era así, que estúpida que era ¿Verdad?
No quedaba ni un ápice del Harry dulce del que alguna vez me enamore.
De ese amor que guarde por años ya no quedaba nada, todo se había encargado de destruirlo de la peor manera. Hubiese sido tan sencillo que jamás me hubiese prestado atención.
Ahora mismo lo único que me provocaba era repulsión, miedo, solo eso.
Limpie las lágrimas que bañaban mis ojos y aún con el corazón a mil me levante a cerrar mi ventana, busque con la miraba algo que mantuviera bien sujeta y que fuese incapaz de abrirse, di con un pequeño palo de madera, eso serviría.
Una vez coloque bien el seguro y el palo de madera me sentí un tanto aliviada, ya no tendría forma de meterse en mi habitación. Ahora, un poco más tranquila después de lo sucedido pensaba en todas las maneras posibles de evita un encuentro con Harry.
Mi plan era volverme tan invisible, pasar tan desapercibida que nadie notaría cuando regresase a clases. Si nadie sabía que había regresado yo podría estar tranquila y mantener a Harry alejado de mi vida.
Él de ahora en adelante pasaba a ser un completo cero en mi vida, no podía permitir que me siguiera haciendo este daño. Harry Styles para mi había muerto completamente.
(...)
HARRY'S POV
Aún recuerdo a la perfección el día que Emily regreso a la ciudad, la emoción que había sentido al tenerla de vuelta, sentimiento que no duro demasiado.
¿Qué tenía que importarme que hubiese regresado? Ella se fue justo en el momento más vulnerable en el que me encontraba, dejándome solo y viviendo con todo ese dolor que se vino a mi vida después de su partida.
Tal vez sonará estúpido echarle la culpa de su ausencia, ella no había tenido elección, pero el pequeño Harry de ese tiempo la detesto por completo.
Y ahora a la edad de veintitrés años aún seguía guardando esa espina en mi corazón.
Di un sorbo a mi cerveza y observé con detenimiento el bar en el que me encontraba, mis compañeros se encontraban bastante distraídos con las mujeres del lugar, en cambio mi mente estaba en esa pequeña estúpida, Emily.
Sus besos torpes, sus lágrimas, su cuerpo temblando debajo del mío , llenaban mi mente por completo, era tan abrumador, que solo provocaba frustración y enojo.
— Pequeña perra estúpida. — dije entre dientes al recordar sus sollozos y sus múltiples intentos de que parará.
Aún podía recordar el día que la toque y pude probar su piel ¡Maldición! Esa mojigata se había ganado toda mi atención y claro que eso no era algo bueno para ella. Ella había despertado el lado más salvaje que tenía y eso no era bueno.
A mí mente vinieron los recuerdos de el día que la vi caminar con Dylan, tan juntos, tan felices, que todo en mi interior rugió con furia. ¿Ella era acaso una estúpida? No había entendido que no tenía que meterse con gente de mi vida y más aún si eran mis enemigos. A saber, como le habría comido la cabeza contándole cosas de mí, algunas serían ciertas, pero conocía muy bien a ese mentiroso hijo de puta.
Iba de santo cuando él era igual de mierda que yo en este mundillo.
Salí de mis pensamientos cuando una mano se posó en mi cabello, alce la vista solo para encontrarme con una rubia voluptuosa, me miraba con picardía y sabía lo que quería.
Agarré su brazo y la arrastre con rapidez a uno de los baños de este bar, empujé su cuerpo con brusquedad a lo que ella soltó un jadeo, que me calentó por completo.
Nos metimos a tropezones en uno de los cubículos del baño, sus manos se movían desesperadas por mi torso, al igual que las mías encima de sus pechos.
Ella en un movimiento intento besarme, pero yo jamás besaba a prostitutas como ella, aparte su rostro con mi mano y chupe con dureza su cuello, ella soltó un grito de placer ante el acto. A mi memoria se vino el pequeño cuerpo de Emily y n pude evitar imaginarla aquí y ahora.
Sin darme cuenta me encontraba besando los labios de esta chica, me encontraba tan caliente ahora mismo, con todos los recuerdos de Emily.
A ciegas busque un preservativo y se lo entregue a la chica, podía ver sus mejillas sonrojada por la excitación, ella con manos temblorosas bajo mis pantalones al mismo tiempo que mis bóxers, colocó el preservativo a la primera y no pude evitar estremecerme al sentirla acariciarme.
La alcé obligándola a que enrollara a sus piernas a mí alrededor, estampé nuevamente su cuerpo contra la pared y sin esperar más me introducía en ella con violencia. Solté una maldición y comencé a embestirla con fuerza, me sentía tan caliente ahora mismo, sus gemidos comenzaron a hacerse mucho más audibles y sin esperar mucho tape su boca con una de mis manos libres.
— No me gustan las chicas tan escandalosas. — dije en un susurro entre cortado.
Ella me miró durante unos segundos y asintió con la cabeza, entonces quité mi mano de encima de su boca y la dirigí a uno de sus pechos.
Varios minutos después aceleré más mis movimientos que llegué al orgasmo al mismo tiempo que ella. La dejé caer y sin mirarla nuevamente comencé a vestirme, sentí como ella se acercaba y pegaba sus pechos en mi espalda, me tensé por completo. ¿Se había creído con el derecho de tocarme?
— Quita tus sucias manos de mí, solo hemos follado, no te creas con el derecho de tocarme. — dije entre dientes.
Sin esperar respuesta de su parte camine hacia la salida de este mugroso baño.
Nada más hacerlo mis ojos dieron de inmediato con Dylan ¿Qué demonios hacia este hijo de puta en mi territorio? ¿No se suponía que seguía en el hospital?
Caminé ha pasos rápidos hasta donde se encontraba, pero fui interceptado uno de mis amigos.
— Harry, hermano te tenemos noticias, el cabrón de Dylan se ha hecho con la mitad del territorio que teníamos hasta ahora, no sabemos cómo ha podido pasar, pero no será buena idea que te acerques a él, está moviendo muchos hilos, lo tienen completamente protegido Harry.
¿Cómo había hecho eso? Lo había mandado al hospital y ahora que salía se había ganado mucho más territorio.
Estaba seguro de que teníamos algún topo en la organización y estaba dispuesto a encontrarlo y acabar con esa cucaracha. No había otra manera para que ahora Dylan tuviese tanto, alguien le habría estado ayudando.
— Hijo de puta. — susurre mirándolo con odio.
Apreté mis puños a mis costados conteniéndome de abalanzarme y partirle nuevamente la cara.
Este hijo de puta no tenía idea con quién diablos se había metido, iba a destruirlo con mis propias manos.
Le dediqué una última mirada furibunda y salí del bar, me las iba a cobrar todas Dylan.
"Si quieres ser respetado Harry Styles, tienes que ser temido." Me recordé mentalmente.
— Has cavado tú propia tumba, maldito hijo de perra.
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AQUÍ EL NUEVO CAPÍTULO. AL FIN HEMOS PODIDO VER UN POCO DE COMO PIENSA HARRY.
EL CAPÍTULO HA SIDO CORREGIDO TOTALMENTE DE LA ANTERIOR VERSIÓN. GRACIAS POR TODO SU APOYO, ESPERO VERNOS POR AQUÍ PRONTO.
-SCARLETT.
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