━ Capítulo 3.
Estaba sintiendo la luz del sol justo en su cara, soltó un gruñido de molestia. Cubriendo su rostro con las sábanas, acomodándose un poco en la almohada, cuando algo hizo corte circuito en su cabeza. Las cortinas de su habitación nunca estaban abiertas, a menos que él mismo las abriera y jamás llegaba tan directamente la luz del sol. Se levantó de pronto, apoyando su peso en los codos, mirando con ojos inquietos el lugar en el que estaba.
-Oh mierda. -susurró. Notando que la habitación no era ni por asomó comparada a la de su casa. - ¡Oh mierda! -exclamó de manera inevitable, cuando destapó su cuerpo, encontrándose con totalmente desnudo.
Un fuerte dolor de cabeza lo hizo quejarse de manera baja. No podía recordar casi nada, habían imágenes borrosas en su mente, de él junto a alguien, no sabía quién pero ya no estaba. Ali le había prometido no dejarlo solo, y tal vez no había quedado solo, pero amanecer en una cama, desnudo, no eran sus planes a tener ese domingo por la mañana.
Trató de levantarse, tocando suavemente en piso con sus pies. Le dolía todo el cuerpo y el fuerte zumbido en su cabeza no lo dejaba siquiera poder asustarse bien.
Tomó lo más rápido que pudo la ropa del suela, no se molestó en acomodar sus calcetines al momento de ponerse las zapatillas. Estaba demasiado perdido en un limbo que no entendía, más bien no deseaba entender. Siempre analizo aquel instante, con una persona que lo amará tanto como él mismo lo haría, y sin embargo, como burla de la vida, simplemente ocurrió con un extraño en una casa ajena en una cama que ahora miraba avergonzado.
Abrió la puerta, caminando por el pasillo, sintiendo una leve incomodidad al caminar. Mientras caminaba por el lugar, topandosé con otras habitaciones, notó que aún no había rastro de que alguien hubiera limpiado. De pronto, una de las puertas fue abierta, dejando a Ali justo parada al frente de él. Con sus grandes ojos marrones Daniel la miró.
-¿Dónde te habías metido? -preguntó ella, parecía aliviada de verlo. - Con las chicas dormimos en esta habitación. - ¿Dónde dormiste tú?
Daniel dudo un segundo. No creía haber realmente dormido hasta que llegó la madrugada.
-Por ahí, con otro grupo. -sonrió. Ali le devolvió la sonrisa.
Agradeció el gesto de que la chica no intentará hacer alguna pregunta, pero sabía que había notado el aroma a alcohol. Caminaron uno al lado del otro, entre medio de algunos vasos tirados por el piso y algunos muchachos que habían caído también. Daniel volteo una última vez hacia la casa de Susan, con alguna extraña esperanza de ver a la persona que se había ido antes de que él pudiera verlo.
Suspirando, pensando en lo tonto que podía ser eso, se subió a su auto junto con Ali. Durante el camino hasta la casa de los señores Mills, cantaron de manera baja la canción que sonó apenas encendieron la radio.
Al momento en que llegaron al frente, Ali abrió la puerta del auto, volteando un pequeño instante hacía Daniel, mirándolo de manera fija.
-Algo paso, ¿No?
-No. Nada paso. -mintió, el hecho de que se mordiera el labio, había sido suficiente para delatarló, pero la chica no insistió más.
La mano alzada de Ali, la pudo ver por el espejo lateral. Afirmó con algo de fuerza el volante, ahora podía tan solo reflexionar que había hecho la cosa más tonta y típica que hacían sus compañeros. Realmente había tenido sexo. La sola idea y la prueba lo hicieron encojersé en su sitio, mientras esperaba el cambio en el semáforo.
Las calles estaban casi desiertas, eran las diez de la mañana y el aire helado de California rozaba sus mejillas, dónde había bajado las ventanas.
Podía sentir la mirada que le daría su madre cuando llegara a casa. Por alguna razón, creía que ella percibirá que algo estaba diferente.
═════ ━━━━━ ═════
Una de las casas que servía como reunión, como lugar donde pasar la noche y dónde todos eran queridos -a veces tanto, que les perturbaba no ser queridos así en casa-, era donde Bobby. La señora Brown siempre tenía deliciosos desayunos y los trataba como si aún fueran unos mocosos de once años, pero ninguno se quejaba, quizás Bobby, porque, era su madre, no la de ellos.
Y como era la costumbre, luego de una fiesta terminaban ahí para reponerse y pasar aún más el rato entre ellos. Sin embargo, el silencio en el lugar era inquietante.
-¿Cómo demonios se nos pierde un tipo de más de 1, 84 de altura? -preguntó Tommy, mientras volvía a comerse un emparedado.
-¡Oh vamos! Johnny no se perdió. De seguro quiso ir a casa antes de tiempo. -alegó Bobby.
-Johnny nunca quiere ir a su casa primero. -añadió Jimmy.
Los cuatro se miraron entre ellos. Técnicamente Johnny no estaba perdido, solo no lo encontraron por la mañana, cuando poco a poco se fueron encontrando entre ellos. Tenían el presentimiento de que se había fugado en medio de la noche, pero en el chico siempre estaba la idea juguetona de pasarla bien, sobre todo, cuando esa había sido la idea principal por la que decidió ir. Sin embargo, siempre sabía cómo ir a la casa de Bobby.
Habían entrado a algunas habitaciones, encontrándose con personas curiosamente juntas, burlándose un poco de eso, pero jamás nadie respondió a los susurros de "Johnny, Johnny pss."
-Seguro se fue con alguien. -esta vez habló Dutch, dándole el último sorbo a su café. - Creo que eso es lo más normal en Johnny. ¿No? De seguro anda por ahí con alguna chica.
Todo el grupo asintió. Tenía sentido para ellos que Johnny estuviera con alguna chica, después de que Ali y Daniel se pasearan todo el tiempo juntos, el tipo no había querido estar con nadie. Era extraño, como estaba rechazando a las mujeres que se le acercaban para pasar el rato y sorpresivamente él se negaba. Nunca lo creyeron posible, hasta que sucedió. Entonces era muy lógico que en medio de una fiesta, cumpliera uno de los requisitos que esperaba tener en la noche. Un buen rollo con alguien y luego volver al juego.
Durante todo el día, no supieron nada del rubio, hasta que cada uno tuvo que volver a su casa. Quizás realmente se había perdido por ahí, sea lo que sea que había pasado, lo sabrían el lunes, no podía escapar de la escuela.
N/A: Como que me está gustando mucho escribir esto jsjsjs uwu.
Lo de la altura lo había leído por ahí, de que Billy mide 1,84 y Ralph 1,74. No sé si sea verdad, pero lo voy a tomar, porque, re chiquitito.
En el capítulo 5 ya se entra al marco de la parte en el trailer dónde "La vida de Daniel cambiará". Voy lentito, ya que cuando escribí la original e hice la adaptación, muchas comentaron que había sido muy rápido el tema de los síntomas, entonces acá voy a tratar de remarcar bien el tiempo que pasa ú.ù
Eso no más, ando escribiendo el 4 xd no sí, re emocionada por mil ando. Gracias por leer💕
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro