35
— ¿Sigues molesto? — preguntó Jeon apresurando el paso para poder caminar al costado del más bajo.
— ¿Tú qué crees? — cuestionó de vuelta Jimin con una expresión molesta continua en su rostro.
— Ha pasado una semana desde ese pequeño comentario Jimin — se quejó.
Estaba intentando encontrarse con la mirada del contrario, pero el hombre simplemente lo ignoraba.
— Ha sido poco tiempo — respondió Jimin deteniéndose en la esquina de la calle observando los autos cruzar.
— Ni siquiera me dejas besarte — le reprochó enseguida.
Jimin se percató de que el comentario fue escuchado por las personas que se hallaban a su alrededor esperando cruzar la calle también, no pudo evitar darle una pesada mirada al contrario.
Suspirando el azabache sacudió su cabeza con molestia, su vista desviándose ahora hacia el frente manteniéndose en silencio, en cuanto el semáforo cambió de color permitiéndoles el paso, fue su turno para tomar la delantera siendo perseguido por un desconcertado Jimin.
— ¿Qué sucede contigo? — preguntó Jimin cuando luego de haber estado llamando al hombre por su nombre en reiteradas ocasiones, pero este no le prestó atención.
— Escucha, ya entendí, no debí decir ese tipo de comentarios, ni a Namjoon, ni decirlos cuando estemos en la calle, lo tengo, ¿Bien? —dicho esto Jeon ingresó con pasos pesados al edificio de apartamentos donde vivían.
Jimin separó sus labios para responder a eso, pero los vecinos que se acercaron lo obligaron a no elevar la voz.
Tercamente el azabache usó el ascensor sin esperar al contrario dejando en claro que ahora él se hallaba molesto también.
Le tomó alrededor de cinco minutos a Jimin ingresar al apartamento para buscar a Jungkook, no tardó en hallarlo en la habitación de huéspedes que usaba.
— ¿Qué haces? — preguntó Jimin al verlo sobre el suelo ordenando un par de prendas hasta doblarlas.
— Estoy empacando — respondió ante sus claras acciones.
— Si, pero, ¿Por qué estás empacando?
Jungkook lo observó como si hubiese dicho algo extraño.
— ¿Qué clase de pregunta es esa? — inquirió el azabache observándolo desde abajo —¿Olvidaste que solo estaba aquí hasta hallar un apartamento?
Oh, era cierto, lo había olvidado.
Por su clara expresión de olvido, el más alto suspiró retomando sus acciones de doblar las prendas.
— ¿Hallaste tan rápido un apartamento? — preguntó en voz baja.
— Han sido varias semanas Jimin — le recordó — el contrato de alquiler es similar al que tienes, está en una buena ubicación y el casero parece buena persona.
— ¿Estás seguro? No tengo ningún problema en que te quedes — le aseguró.
— Eso lo sé, pero ya he abusado demasiado de tu hospitalidad, además de que cuidaste de mi luego de la operación.
— No tienes que pagarlo de vuelta, lo hice porque quería hacerlo.
— Eso también lo sé — contestó — sin embargo, en algún momento me iría así que no importa qué tan rápido sea.
Jimin sintió que las palabras que quería pronunciar se atascaban en su garganta generándole un nudo.
— ¿Es acaso mi culpa? — se atrevió a preguntar en voz alta — ¿Es porque te he ignorado esta última semana?
Jeon detuvo los movimientos de sus manos al escucharlo decir ello, se tomó su dulce tiempo para responder.
— Está bien que te sientas molesto por eso, dije algo inapropiado y lo consideré como una broma cuando no lo era para ti — dijo el más alto — pero esa no es la razón del por qué me voy, ya sabías que me iría en algún momento, esa fue la condición que te di como garantía para que me permitieras quedarme aquí.
— Si, lo sé — respondió Jimin agitando las manos de forma nerviosa, su cuerpo inclinándose hasta tomar asiento sobre el suelo al costado del hombre — pero, ¿Es realmente necesario que te vayas? ¿Por qué no simplemente quedarte aquí? Puedes pagar el alquiler si sientes que estoy siendo demasiado permisivo contigo.
Girando el rostro el más alto encaró la expresión preocupada del contrario, una extraña sensación acumulándose en su interior.
— ¿Qué sucede? —preguntó Jeon al no entender el comportamiento de su novio.
— No es nada, solo estaba sugiriendo algo bueno para ti.
— ¿Algo bueno para mí? ¿Crees que no estaré bien por mi cuenta? — inquirió sonando sorprendido.
— ¿Qué? no se trata de eso? — le aseguró Jimin con rapidez — solo estaba dándote una solución mejor.
Tragando saliva con fuerza esperó pacientemente por la respuesta del más alto quien mantenía esa expresión de sorpresa en su rostro, la razón era que no quería dejar sin vigilancia la salud de este, pero sabía que si lo decía en voz alta Jungkook se molestaría con él.
— ¿Estás haciendo esto porque crees que no voy a estar bien por mi cuenta? — Jeon era listo, no tardaría en darse cuenta de sus verdaderas intenciones.
El silencio por parte del contrario le confirmó sus pensamientos.
— Estoy bien por mi cuenta — su voz sonando molesta ahora — no necesito una niñera conmigo a cada jodido segundo del día — dicho esto dejó las prendas que tenía entre sus manos para ponerse de pie y abandonar la habitación.
Irremediablemente Jimin se puso de pie para seguirlo a través del pasillo contiguo.
— Kook vamos, no se trata de eso.
— Soy un adulto Jimin, quiero hacer mi propia vida y tener mis propias cosas — dijo ello elevando la voz dejándole saber lo furioso que se hallaba.
— Ya te dije que no se trata solo sobre eso — era cierto, era más que ello.
— Entonces, ¿De qué trata? — agitó los brazos, molesto.
Jimin inhaló con fuerza tomando valor para hablar, Jungkook formó una mueca haciéndole saber que estaba esperando una respuesta a la interrogante que generó.
— No quiero que te vayas, ¿Está bien? — elevó su voz cuando la vergüenza acumulada fue demasiada — quiero que te quedes aquí conmigo, quiero que vivamos juntos, somos pareja, ¿por qué no vivir juntos si ya somos adultos responsables?
La expresión de sorpresa en el rostro del más alto debería ser hilarante de no ser por la vergüenza que percibió en Jimin al decir todo ello.
— ¿Lo dices en serio? — preguntó estupefacto.
— Claro que lo digo en serio idiota — le respondió Jimin sonando ofendido — ¿Tú no quieres vivir conmigo?
Jungkook asintió a ello.
— Entonces no te vayas, ve a organizar tus malditas cosas de vuelta a la habitación y no sugieras nunca más que te irás de mi lado.
— No dije que me iría de tu lado, solo pensaba mudarme un piso más arriba de ti.
— ¿Qué? — había un surco formando arrugas en la piel de la frente de Jimin al escucharle decir ello — ¿Un piso más arriba? ¿Pensabas mudarte un piso más arriba?
Asintiendo nuevamente Jungkook esperó a que su novio comprendiera la situación.
Sacudiendo la cabeza Jimin se sintió jodidamente avergonzado.
— No importa, cancela el contrato y pide que te devuelvan el depósito si ya lo hiciste — pidió Jimin a pesar de que sus pómulos parecían a punto de estallar — tú te quedas aquí conmigo.
Jeon parpadeó atónito al observar ese tipo de comportamiento en el hombre que se hallaba a pocos pasos de distancia suya.
— Joder — dijo el azabache con fuerza.
— ¿Qué? — preguntó Jimin cruzando los brazos a la altura de su torso.
— Te ves tan malditamente caliente cuando estás molesto y avergonzado al tiempo — soltó de repente tomando con la guardia baja, al contrario — vamos a hacerlo, por favor ¿Sí? Déjame abrazarte, quiero abrazarte, necesito hacerlo justo ahora, necesito amarte.
Jimin pareció entrar en una competición imaginaria por el tono rojizo que cubrió la totalidad de su rostro hasta parte de las orejas.
Ladeando la cabeza hacia el costado desvió la mirada lateralmente mientras asentía a ello.
No tardó en escuchar los apresurados pasos de su novio en su dirección, había manos fuertes elevándolo desde los muslos para que su cuerpo quedase atrapado entre el muro y el amplio torso del hombre.
Para antes de que pudiera pronunciar palabra alguna, la lengua de Jeon se hallaba disfrutando el interior de su boca.
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