Él podía ignorar el hecho de que Jimin estaba forzándose a si mismo, a mantener su peso corporal apoyándolo en sus rodillas y palmas abiertas de sus manos a cada costado de la cabeza del azabache.

Jeon quería más cercanía entre sus cuerpos, pero el hombre estaba siendo reacio a dárselo.

La forma lenta en que se mantuvo el movimiento de sus labios le hizo percatarse de la suavidad en que correspondía Jimin a ello, la constante y paulatina respiración chocando contra su rostro.

— Estás siendo bastante dulce — murmuró Jungkook contra los labios contrarios sintiéndolos moverse contra los suyos mismos al responder.

— ¿Qué con ello? — inquirió retomando el beso.

Las manos del más alto instalándose sobre la parte baja de la espalda del contrario, permitiendo a sus dedos regalar caricias íntimas sobre la tela de la camiseta, Jimin pudo sentir el calor filtrándose allí atrás donde los continuos toques lo erizaron.

— No está mal — contestó el azabache usando un tono agradable al oído.

Jimin deslizó su lengua prófuga entre sus dientes, tocando en dirección hacia los labios que se abrieron paso al sentirle investigar por una abertura por la cual colarse, la evocación al sentir los mullidos belfos apretarse contra los suyos correspondiéndole ipso facto.

Pudo escuchar la inhalación súbita por parte del más alto, sentir su cuerpo siendo elevado ligeramente con poca fuerza al momento en que Jeon sacudió sus caderas hacia arriba.

Él no era tonto, sabía a la perfección que el hombre no estaría satisfecho con solo besarse por un corto período de tiempo, pero su mente llena de los inescrupulosos pensamientos con respecto a la manera en que podría corresponderle, estaba en lucha silenciosa con los preocupados por el rendimiento de la salud contraria.

No esperaba pretender ignorar la impronta que se quedó en el cuerpo del hombre y en sus mentes.

— Creo que deberíamos dejarlo aquí por esta noche — Jimin elevó la parte superior de su cuerpo para quedar sentado ejerciendo cierta presión contra la hombría semi despierta del azabache.

— ¿Estás jugando conmigo? ¿Lo dices jodidamente en serio? — el tono de voz que consideró mordaz en esos momentos resonó con fuerza en sus canales auditivos.

— ¿Olvidas que Taehyung está durmiendo a unos pocos pasos de distancia? — cuestionó imitando el tono contrario.

Pudo percibir la expresión agria que adquirió el rostro del hombre bajo suyo, no había razón en culparle por ello, ya que sí la situación fuera de modo al revés también se sentiría molesto.

— Vamos Jimin, podemos ser perfectamente silenciosos en esto sin que él sea capaz de notarlo — ahora existía un tono de clemencia por un poco de atención.

Jimin observó hacia abajo la expresión que se mantuvo inmaculada en el rostro ajeno, no tenía el valor para admitir en voz alta que estaba demasiado preocupado porque Jeon resultase herido de alguna forma durante el sexo.

Había vergüenza en ello.

Elevando el rostro hacia el inicio del pasillo donde se hallaban las habitaciones, decidió tomar el asunto con la mayor calma posible manteniendo presente el hecho de ser extremadamente cuidadoso, para no forzar nada en Jeon que lograra preocuparle de alguna forma.

— Ah joder — bajando con prisa sus dedos hacia su propio pantalón, se encargó de removerlo lo suficiente como para liberar su hombría ligeramente dura ante la atenta vista del contrario.

— Wow — murmuró ante la evidente sorpresa de ser tomado desprevenido.

Los dedos de Jimin enredándose entre sus propias hebras peinando su cabello hacia atrás que estorbaba en su rostro, sintió los movimientos entre sus muslos logrando que una fuerte inhalación apresara su torso.

Jeon imitó su acción liberando la hombría que ahora se hallaba dura entre sus dedos delgados, pero largos.

No hubo oportunidad de queja alguna al momento en que se encargaron de juntar sus hombrías entre sus manos, moviéndolas liberando parte de la excitación acumulada en ello. Con una sonrisa ladina tirando de la comisura izquierda de Jeon, sintió la presión creciente contra sus caderas, Jimin estaba moviéndolas de forma inconsciente.

— Para alguien que se estaba quejando hace unos segundos atrás estás, perfectamente bien con esto — su mano libre deslizándose hacia la parte trasera de Jimin haciéndole notar su mención.

— Cállate — exigió Jimin bajando la parte superior de su cuerpo para besarle una vez más.

Mantuvo la intención inicial de no ejercer demasiada presión en el cuerpo de Jeon, pero no tuvo que preocuparse mucho por ello, ya que el hombre usó su fuerza para cambiar de posición obligándolo a recostarse en la longitud del sofá.

Ahora era el turno del cuerpo contrario de mantenerlo cálido. Su gran tamaño encargándose de cubrirlo, Jimin sintió las gotas de sudor ajenas caer contra la parte lateral de su rostro uniéndose a las suyas mismas.

El movimiento de sus manos nunca se detuvo, había líquido seminal siendo el responsable de crear lubricante natural que permitió mayor rapidez en la acción primaria de sus dedos, al deslizarse de arriba hacia abajo presionando al inicio y final.

Los constantes jadeos entre sus labios junto con los chasquidos allí arriba y abajo, eran los únicos ruidos que se percibían desde la sala.

— Kook — oh, había algo atractivo en escuchar su voz siendo pronunciada por el hombre en medio de gemidos que trató de ahogar en su garganta.

— Solo un poco más — murmuró — aguanta un poco más.

Se halló preguntándose sí Jimin lograría mantener la compostura por un poco más de tiempo, reconoció la sensación cosquilleante arremolinándose en su estómago y parte baja indicándole que no tardaría en llegar al clímax.

— Kook — de nuevo estaba siendo llamado en medio de guturales sonidos.

El cuerpo de Jimin abandonando la calidez del sofá al elevar parte de su espalda chocando contra el torso de Jeon, le hizo ser consciente al más alto que el más bajo no podría aguantar más.

Con una sonrisa divertida que se transformó en una satisfactoria, ejerció presión en la cabeza del pene de llevándolo a ambos al tan ansiado culminar.

— Maldición — entre murmullos Jeon se descargó en parte de su mano y la camiseta que se encargaba de cubrir el torso de Jimin.

Jimin no se quedó atrás, igualó la acción juntando su secreción con la contraria y entre sus propios dedos.

Líquido viscoso entre sus manos que se separaron dejando caer la ahora flacidez de sus hombrías.

— Eso estuvo caliente — comentó Jungkook sintiendo el sudor llenar su cuerpo.

— Fue bueno — admitió Jimin jadeando con fuerza recuperando el aliento perdido.

— Y tú no querías — no perdió la oportunidad para recordárselo allí mismo.

— Bien, ganaste esta vez Jungkook.

— Claro que si joder — cantó victorioso con una sonrisa divertida llenando su rostro descansado.

— Ahora quítate, pesas — se quejó entre murmullos llevando la palma de sus manos contra el torso desnudo del hombre.

— Estoy pegajoso — evitó sacudir sus manos.

Jimin se levantó del sofá en dirección hacia la habitación principal siendo seguido por el contrario hasta el baño, donde retiraron la suciedad de sus manos, agua fresca contra sus rostros también desapareciendo los rastros de sudor.

— Quítate la camiseta — dijo Jeon observando las manchas blanquecinas en esta.

Acatando la orden el más bajo se la retiró con una mueca de desagrado en su rostro evitando untarse con ello, la dejó en el cesto de mimbre de la ropa por lavar, seguido a esto se dirigió hacia el armario para buscar una nueva por usar.

Pero Jungkook tenía planeado algo más, sus brazos rodeando de improvisto el cuerpo contrario obligándolo a elevarse fuera del suelo para arrastrarlo hacia la cama, haciéndolo rebotar encima de esta.

— ¿Qué haces? — cuestionó Jimin sorprendido por su acción.

— Solo ven a dormir cosita — ocupó espacio a su costado atrayendo el cuerpo contrario — tu piel se siente bien contra la mía.

Jodida mierda, su ingle intentó revivir en esos momentos. Un tono furioso oscuro llenando sus pómulos con aquella insinuación.

— No te dejaré tocarme más por esta noche —advirtió Jimin declarando.

— Por esta noche — repitió sonando alegre Jeon.

Jimin tardó un poco en comprender el buen humor del hombre, siendo víctima de sus propias palabras.

— Solo ve a dormir — le pidió suspirando con fuerza.

— Si, si, si — respondió abriendo su boca para bostezar con fuerza.

Su lugar favorito se halló al esconder el rostro contra las hebras oscuras del contrario, el cabello haciendo cosquillas contra su piel y su respiración chocando allí de forma continua.

Para cuando la mañana llegó, Jungkook tenía envuelto el cuerpo de Jimin a su antojo ya que este parecía moldearse contra él.

Taehyung quien fue el primero en despertar, se tomó el atrevimiento de buscar a los anfitriones del apartamento, hallándolos profundamente dormidos sobre la cama sin mostrar intención alguna de despertar pronto.

— Maldición — la escena que los ojos observaron, extrañamente le recordaron a la única vez que logró dormir con Namjoon siendo apresado por sus brazos.

Parecía que ese rasgo empalagoso era común de los hermanos.