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20

La primera semana luego de haberse mudado al apartamento de su mejor amigo estaba convirtiéndose en una forma de buscar acoplarse al cambio abrupto, si bien Jimin había estado siendo lo suficientemente amable como para compartir su espacio, el asunto en su mente respecto a sus hermanos se mantenía fresco.

— Los horarios suelen ser flexibles — Jeon se hallaba frente al gerente de una tienda — es buena paga contando los pagos por horas extras, si te interesa el trabajo es tuyo.

Había finalizado los semestres de su carrera, se hallaba a la espera de las fechas de la graduación.

— Si, lo tomaré — Jeon asintió firmemente con la cabeza — se lo agradezco.

— Está bien chico — el hombre de mediana edad le sonrió amablemente — tu turno comenzará a partir del viernes — faltaban dos días para ello.

— Si, aquí estaré — respondió para luego agradecer nuevamente.

La tienda ofrecía objetos varios, permitiéndole encargarse en ocasiones del mostrador o solo de las entregas y bodegas de esta misma.

Había discutido con Jimin respecto a ello, el hombre le insistía en que no era necesario que pagase su estadía allí, pero Jeon tenía claro en su mente de que realmente no debía abusar de la amabilidad de su mejor amigo.

El trabajo temporal no resultó ser tan tedioso como esperaba, sus compañeros de trabajo solían integrarlo a las conversaciones diarias por lo que no lo hacían sentir solo.

Un sonido vibrante proveniente del bolsillo de su pantalón le avisó que Jimin estaba esperándolo allí afuera, el contrario se había negado a cenar en el apartamento obligando a Jeon a prometerle comer fuera cuando su turno en el trabajo terminara.

— Eres bastante quisquilloso — se quejó Jungkook en cuanto notó la presencia del más bajo fuera de la tienda.

— Me lo han dicho antes — respondió en voz baja — ¿Te apetece comida rápida?

Jeon asintió.

— Hoy es mi turno para cerrar la tienda, dame un segundo.

— Seguro.

Regresando al interior se aseguró de dejar todo en orden, los inventarios ya estaban hechos junto con las cajas que habían sido enviadas para acomodar.

Desde que aceptó trabajar los mensajes de sus hermanos estaban acumulándose en las aplicaciones de su móvil, no había respondido a ninguno de ellos ya que solo les echó un rápido vistazo, pero en cada uno de ellos solo lo estaban culpando.

No estaba seguro de la razón detrás de todo, tampoco tenía ganas de averiguarlo.

Suspiró al terminar de cerrar la tienda, Jimin estaba a pocos pasos distancia a la espera.

— Namjoon ha venido al apartamento en la mañana.

La sola mención del nombre de su hermano mayor lo hizo sentir molesto.

— Fui demasiado amable al no golpearlo en cuanto abrí la puerta — agregó Jimin.

— ¿Qué quería? — cuestionó enseguida.

— Quiere que le respondas sus mensajes, parece que realmente quiere hablar contigo.

— ¿Debería responderle los mensajes? — inquirió encarándolo.

Jimin sacudió sus hombros hacia arriba sin saber cómo responder a eso, a pesar de sentir aquella necesidad de intervenir entre los asuntos de los hermanos, estaba seguro de que no sería una buena idea generar más caos del existente.

Desearía poder hacer más, pero él estaba conteniéndose al respecto.

— Estoy bastante seguro de que si me reúno con ellos terminaré por golpear al menos a uno de mis hermanos.

— Los golpes no solucionan las disputas — comentó Jimin de repente.

— Las mentiras tampoco lo hacen — respondió Jeon — además, tú también quieres golpearlos.

— Es cierto, pero estoy tratando realmente duro de no hacerlo.

Jeon se acercó hasta cortar la distancia con el hombre más bajo, en ocasiones pensaba que su mejor amigo era algo terco, pero justo en esos momentos se sentía bien tenerlo cerca.

— ¿Qué sucede con esa expresión en tu rostro? — preguntó Jimin mostrando una mueca de confusión — ¿Estás bien?

El más alto asintió pausadamente enviando su mano derecha a la altura del rostro contrario, para acariciar fugazmente la mejilla izquierda de su mejor amigo.

— ¿Qué haces? — cuestionó Jimin, un surco formándose profundamente en su frente.

— A veces suelo preguntarme cómo sería mi vida sin ti en ella — respondió el más alto.

— ¿Y cómo es? — preguntó de forma curiosa.

— Nunca me ha gustado la respuesta a eso — confesó el hombre desviando la vista un par de segundos.

— Vamos amigo — dijo Jimin sonriendo — seguro no sería tan mala como la imaginas.

Jeon guardó silencio durante demasiado tiempo, las personas caminaban a sus alrededores atravesando las calles aledañas a su posición, su mejor amigo trató de entender la inexplicable expresión que llenaba el rostro frente suyo.

Sin embargo, no lo logró.

— No lo pienses demasiado si es algo que no te gusta — la voz de Jimin lo sacó de sus pensamientos — estoy aquí, así que no hay razón en imaginar eso.

Asintiendo ambos comenzaron a moverse en dirección hacia el restaurante que decidieron visitar, no fue difícil que el ambiente extraño que se había formado con anterioridad entre ellos se modificase a uno más ameno.

Pero este no tardó en volverse pesado cuando un hombre cruzó frente a ellos saludando a Jimin quien lo reconoció al instante.

Era el chico con quien había conectado la última vez.

Jeon no pasó desapercibido la expresión en el rostro de su mejor amigo, ese pequeño rubor en sus pómulos lo hizo sentirse ligeramente molesto en esos momentos.

— Vaya — murmuró Jimin — no esperaba toparme con él.

— Seguro — respondió el más alto desviando la vista hacia los meseros esperando por la orden de comida que habían pedido.

— Él es... — fue interrumpido abruptamente, por el contrario.

— No interesa — se apresuró en decir Jeon — no he preguntado nada al respecto — le bastaba con ver la forma en que su mejor amigo había reaccionado ante la presencia del contrario.

— Espera, ¿Qué sucede contigo? — la voz de Jimin sonando confusa con rasgos de molestia — cuando una de las chicas con las que conectas aparece yo nunca me quejo acerca de ello.

— Acostúmbrate ahora Jimin — su vista regresando al más bajo — la diferencia entre lo que dices y lo que yo digo son los celos de por medio.

Jimin parpadeó sorprendido al escucharle.

— ¿De qué demonios estás hablando? — había elevado un poco la voz, pero bajó el rostro en cuanto el mesero se acercó con la orden para dejarla sobre la mesa.

— Justo lo que dije — respondió Jungkook comenzando a comer.

— ¿Justo así? — cuestionó — eres demasiado... — nuevamente estaba siendo interrumpido.

— ¿Sobreprotector? ¿Es eso lo que pensabas decir?

— Uh yo — Jimin se mantuvo en silencio un par de segundos.

— Tal vez tienes razón — comentó de repente — no tal vez, la tienes — agregó.

— No comprendo, hace un momento estábamos bien y ahora tan solo estamos discutiendo porque un hombre con quien conecté me saludó.

Jeon desvió la mirada para comer más rápido dejando a Jimin atrás en ello.

— No pienses demasiado en eso — dijo Jungkook —soy yo quien está lidiando con todo esto y mi mente no me da ningún descanso.

Jimin bajó la mirada hacia la mesa servida.

Solo le bastó al más alto un par de minutos en silencio para terminar y levantarse de la mesa.

— Oye, espera, ¿A dónde vas? — cuestionó Jimin al verlo alejarse.

— A pagar la cuenta — señaló hacia el mostrador.

Jimin boqueó suavemente antes de solo asentir para terminar de comer en silencio.

Al poco tiempo Jungkook regresó, sin embargo, no fue en dirección hacia la mesa.

Él solo salió del restaurante quedándose allí afuera mientras parecía responder una llamada.

Suspirando Jimin terminó de comer para poder alcanzarle, no tardó en notar la expresión nefasta que llenaba el rostro del contrario estando en la llamada, aunque en realidad solo parecía estar escuchando.

— ¿Kook? — le llamó en voz baja.

Jeon movió la cabeza hacia el costado, su mano libre atajando parte del rostro contrario elevándolo justo lo que necesitaba, para poder besarle en los labios, un tinte rojizo llenando los pómulos de Jimin hasta que el sonido del primer chasquido debido al movimiento de sus labios lo hizo sentirse avergonzado.

— Estás en una llamada — susurró sintiendo su corazón latir con fuerza.

— ¿Te preocupa más eso que el hecho que te haya besado? — parte de los dedos de Jungkook tapando la bocina del móvil.

Había una expresión hilarante en el rostro de Park.

— Eres un idiota — no tardó en decir Jimin.

Jeon asintió al escucharlo para regresar a la llamada.

De nuevo una agria expresión llenando su rostro.

— Si ya terminaste de quejarte y culparme Namjoon — le escuchó decir — cortaré la llamada.

Entonces supo que estaba hablando con el hermano mayor.

— La única jodida forma en que tú y yo tengamos una conversación será el día en que dejes de culparme por todo cuando las cosas no te salen bien — dicho ello Jeon finalizó la llamada.

— ¿Qué fue todo eso? — cuestionó Jimin confuso — ¿Qué fue lo de la cena hace un momento también?

— No lo sé — fue su respuesta — te besé porque fue más fácil distraer mi mente pensando en ti en vez de querer enviar al carajo a Namjoon — comentó — allí adentro no tengo excusa, solo eran celos, eso es todo.

— ¿Qué? — cuestionó nuevamente.

— ¿Seguirás siendo mi amigo incluso si te digo que tal vez estoy teniendo sentimientos por ti? — Jungkook mantuvo su mirada en él.

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