— Bromeas, ¿Verdad? — cuestionó Jimin en voz baja.

Jeon quería decir que si, que ello era una broma, pero no podía.

— ¿Crees que mentiría de esa forma? — inquirió Jeon.

— No — murmuró el contrario.

Jimin se sintió ligeramente mareado, su cuerpo se tambaleó un par de segundos antes de sentir los dedos del contrario enroscarse en su cintura.

— Eso no es posible — continuó murmurando Jimin.

Su mente llenándose de múltiples pensamientos al respecto, pero hubo uno que lo hizo exaltarse.

— Dime que no tuviste un ataque de ansiedad — comentó preocupado Jimin alejando su rostro para encarar al más alto.

Jeon elevó la mirada, solo ello bastó para que el contrario adivinase la respuesta.

— Taehyung me ayudó — fue lo único que atinó a decir.

La expresión preocupada de Jimin trató de modificarse ligeramente a una amarga regresando con rapidez a demostrar lo angustiado que se sintió al enterarse de ello.

Los dedos de Jimin moviéndose inconscientemente hacia el rostro de su mejor amigo acariciando parte de los pómulos de este.

— Lamento no haber estado allí para ti en ese momento — se disculpó el más bajo.

— Está bien, Taehyung me ayudó bastante anoche — suspiró recordándolo.

Debió agradecerle un poco más al hombre.

— ¿Cómo te enteraste? — Jimin ahora sonaba curioso.

— Eso ocurrió ayer, cuando llegué a casa ellos estaban conversando al respecto — recordó — Namjoon convenció a Hoseok de que debían seguir con las mentiras.

— ¿Por qué? No comprendo — admitió Jimin — ¿Por qué Yoongi se inculparía por algo así?

— No lo sé, intenté hablar con él, pero cuando fui a su casa vi a Hoseok allí.

Jimin parpadeó sorprendido.

Todo aquello estaba comenzando a ser demasiado impactante como para pensar correctamente en cómo reaccionar.

— No tiene sentido si lo piensas un poco — declaró Jeon — Yoongi realmente pudo ir a la cárcel.

— Por eso ellos nos convencieron de no reportarlo a la policía — murmuró Jimin — porque Yoongi no era el verdadero culpable.

Ellos se quedaron en silencio por un largo tiempo, sus mentes estaban llenas de pensamientos tratando de entender lo que ocurría o lo que sucedió esa noche en específico.

Jimin dejó caer su frente hacia adelante reposándola contra el hombro izquierdo del contrario, exhaló con fuerza sintiéndose realmente mal al enterarse de todo el asunto.

Había una agria sensación llenando su cuerpo de solo recordar el hecho de que su mejor amigo estuvo a punto de morir, no, de hecho había estado muerto alrededor de un minuto casi dos lo suficiente como para que Jimin sintiese que su alrededor estaba desmoronándose.

Él no podía evitar sentir esa molestia hacia los hermanos Jeon por atreverse a mentirles en el rostro durante un año.

— ¿Cómo es que ellos pudieron mentir de esa forma? — cuestionó Jimin — ¿Cómo pueden mentir cada jodido día después del accidente?

Jeon comprendió las inquietudes de su mejor amigo, él mismo se había estado cuestionando lo mismo una y otra vez sin poder tener una respuesta verdadera.

— No lo sé — respondió con sinceridad — mi cabeza está hecha un lío con todo esto — admitió.

— Tú pensaste que yo sabía — comentó Jimin de repente — dudaste de mi.

El azabache desvió el rostro al costado contrario donde la cabeza de su mejor amigo estaba recostada.

— ¿Hice mal? — preguntó Jeon en voz baja.

Jimin se mantuvo durante mucho tiempo en silencio tratando de pensar una respuesta adecuada para la pregunta de Jeon.

— No — admitió — yo habría pensado lo mismo — agregó — si mis propios hermanos podrían hacer algo así, es algo lógico sospechar al menos un poco incluso de tu mejor amigo.

— Lo pensé — respondió Jeon a ello — pero tenía tanto miedo de escuchar que admitieses ser parte de las mentiras que no sabía cómo preguntártelo.

— ¿Qué piensas hacer al respecto? — preguntó cuidadosamente.

Él podía hacerse una idea de la reacción que tendría Jeon al momento de enfrentar a sus hermanos, nada bueno saldría de ello.

Pero tampoco quería interferir de mala manera, siendo que él mismo estaba molesto.

— No estoy seguro de ello — Jeon movió su mano contra la cintura del contrario pidiéndole en silencio que se hiciese a un costado.

Jimin se movió del cuerpo de su mejor amigo para recostarse sobre la cama, su vista se fue directamente hacia el techo.

— ¿Cuál fue la razón? — más que una pregunta para Jeon, él se la hizo a sí mismo.

— Supongo que no querían que odiaramos a Hoseok — indicó el azabache en voz baja — pero si yo realmente hubiese muerto me pregunto si Namjoon habría hecho algo similar.

— ¿A qué te refieres? — duda llenó la voz de Jimin.

— ¿Él de alguna forma habría mentido para que Hoseok no fuese a la cárcel?

— No lo sé — dejó caer su cuerpo completamente sobre la cama — lo que no comprendo es por qué Yoongi aceptaría recibir falsamente toda la culpa.

— Si yo realmente no hubiese aceptado el no enfrentar cargos contra él — recordó — Yoongi estaría ahora mismo en la cárcel, ¿Por qué arriesgarse de esa forma?

— ¿Crees que ellos tienen algo que ver? — en referencia a los hermanos.

— Realmente sigo sin lograr creer que ellos convencieron a Yoongi de culparse — su voz sonando incrédula.

— Eso tendría más sentido que pensar que Yoongi se ofreció por su cuenta — agregó Jimin.

— Nada de esto tiene sentido alguno — Jeon giró parte de su torso para encararlo — estoy seguro de que esto está realmente mal — inquirió — ellos pueden ir a la cárcel si alguien se entera sobre esto ¿Sabes?

— Ellos nos hicieron mentirle a la policía — recordó Jimin — Namjoon prácticamente me rogó de rodillas que no acusase a Yoongi por lo ocurrido esa noche.

— Yo ni siquiera lo supe sino hasta meses después de recuperarme — envió su mano hacia su rostro en señal de frustración — sentí tanto odio por Yoongi ese día que no habría imaginado jamás que se podía sentir de esa forma tan intensa.

— Para serte sincero Kook — la voz sonando extrañamente baja — no quiero tener que enfrentar las mentiras de tus hermanos, porque estoy seguro de que terminaré golpeando a alguno de ellos y la situación solo va a empeorar.

— Esa es una de las razones por las que no los he enfrentado todavía — confesó — ni siquiera es por las mentiras o por el hecho de que Hoseok sea el culpable, no, no es eso, es por el mero y simple hecho de que dejaran que Yoongi cargase con una falsa culpa.

— Joder hombre — comentó Jimin de repente — ahora me siento como un jodido idiota por tratar mal a Yoongi.

Una carcajada floja escapando de la garganta de Jeon.

— Le dije tantas cosas horribles al chico que me sorprende que no me golpeara ese día.

— Ninguno de los dos tiene la culpa Kook — su cuerpo levantándose lo suficiente como para rodear con su brazo derecho los hombros contrarios — hay que averiguar por qué Yoongi se metió en este embrollo en primer lugar. 

— No me sorprendería si enfrentamos a Yoongi y este le dice a mis hermanos sobre eso.

— Si ellos lograron convencerlo de tomar la culpa, nosotros podremos convencerlo de que no diga nada al respecto.

— Bien, podemos hacer el intento — comentó aceptando la idea.

Pero Jeon luego se mantuvo durante un largo tiempo en silencio logrando que Jimin se sintiera ligeramente incómodo.

— Cosita.

La mera mención del apodo hizo estragos en Jimin, quien no pudo ocultar el rubor que adquirió sus pómulos en respuesta.

— Te he dicho que no me gusta que me digas así — respondió Jimin.

— Tengo el derecho ahora luego de que me acorralaste esta noche — le recordó.

— Yo no te acorralé esta noche — se apresuró en decir.

— No es lo que mis labios recuerdan ¿Sabes? — agregó — incluso jugaste con mi lengua hombre.

— Yo no usé mi lengua en ti Kook — una expresión de indignación en su rostro.

— Lo hiciste cosita.

— Claro que no y deja de decirme así joder.

— Yo soy la víctima aquí — dijo — por un segundo realmente creí que querías que te abrazara.

— Jesús — Jimin retiró su brazo de Jeon para ocultar su rostro con las palmas abiertas de sus manos — deja de decir cosas vergonzosas.

— ¿Yo? — se señaló a sí mismo — tú no deberías besar a tu mejor amigo en primer lugar.

— Pero fue solo un beso Kook — atinó a decir en respuesta — ambos lo disfrutamos, no hay lio hombre.

— Yo estaba en shock, eso no cuenta.

— Como sea — suspirando Jimin lo encaró — no vas a actuar extraño por lo de esta noche, ¿Verdad?

— No se trata de eso Jimin — admitió Jeon —no comprendo por qué lo hiciste — agregó — juré que estabas bastante a gusto con ese tipo — el solo recordarlo hizo que la molestia regresara a su torso.

— No lo estaba realmente — admitió el contrario — no era un gran besador de todos modos.

— ¿Por eso me besaste? — cuestionó — porque ese tipo no era un gran besador como dices.

Jimin se mantuvo en silencio permitiéndole al contrario asumir eso como respuesta afirmativa.

— ¿Me usaste? — preguntó aturdido el azabache.

— No hombre — se apresuró en responder para no crear malentendidos — solo quería ser besado por ti es todo.

— ¿Qué me estoy perdiendo aquí? —interrogó — querías experimentar con los chicos y te apoyé en ello — le recordó —pero esta noche querías que yo te sostuviera.

Jimin se permitió soltar una fuerte carcajada en respuesta.

— No es como si tuviese la intención de follarte Kook — comentó entre risas.

Jeon giró a verle al escucharle decir ello.

— Yo sería quien te follara cosita, no al revés — se atrevió a decir en voz alta.

La risa de Jimin se detuvo abruptamente.

— Estás demente — respondió el más bajo — ¿Por qué dejaría que tú me folles y no al revés?

— Hey, tengo la misma inquietud aquí colega — respondió Jeon — es bastante obvio que sería yo quien te abrazaría.

Jimin adoptó una expresión de sorpresa en su rostro.

— Tú ni siquiera eres gay — dijo el más bajo — yo ya tengo experiencia en ello.

— Los heteros también tenemos sexo anal — le recordó — podría apostar que tú lo has hecho por igual.

— Da igual, yo tengo experiencia con hombres y tú no — repitió — eso hace que tenga una ventaja en el asunto y me hace el de arriba.

— De la única manera en que tú estés arriba sería porque estarías saltando sobre mi jodida polla Jimin.

— Yo no estaría en ningún lugar encima tuyo y mucho menos sobre tu jodido pene.

— Hasta hace unos minutos estabas gustosamente sobre mi mientras me besabas cosita.

Una sonrisa de autosuficiencia adornando el rostro del azabache.

— Cállate Jeon.

— Vamos hombre, admite que no estaría mal estar encima de mi de esa forma.

— Ni en tus mejores sueños Jeon — lo señaló — podría apostártelo amigo.

— Uh, ¿Quieres apostarlo cosita? — inquirió sonando totalmente de acuerdo con la idea.

Jimin adoptó una expresión retadora en su rostro.

— Genial, apostemos entonces hombre.