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12

Para la tercera vez que cumplió su función como co-piloto, Jungkook estaba aprendiendo a lidiar con esa sensación de sobreprotección hacia su amigo.

Pero también era la tercera vez que Jimin soltaba una excusa que lo hacía regresar rápido a casa lo suficiente como para no poder disfrutar de un buen polvo.

— Escucha, esto es jodidamente ridículo — soltó ya fastidiado por la situación.

— ¿A qué te refieres? — cuestionó sin comprender sus palabras.

Jungkook inhaló sonoramente dejando en claro lo molesto que se estaba sintiendo en esos momentos.

— Eres mi amigo, te apoyo, lo sabes ¿No es así? — observó al más bajo asentir efusivamente — pero esto me está sacando de quicio, es la tercera vez que te acompaño y no solo no sales con ningún chico, sino que interrumpes los polvos.

Su mejor amigo separó sus labios para decir algo, pero fue interrumpido.

— Estoy a punto de tener las jodidas bolas azules hombre, ¿Qué demonios sucede contigo?

Observó al contrario retorcerse en su puesto, su mirada esquiva le aseguró que claramente algo estaba sucediendo.

— ¿Podemos hablarlo en casa? — pidió alzando la voz cuando la música en el bar comenzó a sonar más alto.

Enviando su mano contra su rostro con fuerza Jungkook suspiró amargamente antes de trabar su mirada en la contraria.

— ¿Es mucho pedir que me dejes tener un polvo antes de ir a casa? — cuestionó cruzando los brazos a la altura de su torso.

Jimin se removió nuevamente asintiendo con la cabeza.

— Supongo que es justo, creo que buscaré una chica por esta noche — agregó.

— Dulce infierno, gracias — dicho esto no tardó en desaparecer de la vista de Jimin, quien de forma inconsciente trató de buscarlo entre las personas que se hallaban esa noche en el bar.

Pero desistió de la idea al desviar la vista hacia una mesa con varias chicas a su alrededor, con ello en mente simplemente decidió dejar de buscar un hombre y concentrarse en las mujeres.

Por esa noche ambos decidieron olvidar el tema, solo hasta que un par de horas después se encontraron para regresar a casa, Jungkook tenía una expresión serena en el rostro al toparse con Park.

— ¿Te divertiste? — preguntó Jimin al verlo sonreír.

— Lo hice — respondió acercándose — ¿Acaso tú no? — inquirió al percatarse de una marca rojiza en la zona derecha del cuello ajeno.

— Tal vez, un poco — respondió imitando la sonrisa del contrario.

— Bien, es hora de regresar — envió su mano para sacar su móvil del bolsillo derecho de la chaqueta que estaba usando esa noche — falta poco la graduación así que debo hacer un par de pendientes en la universidad — agregó.

— Seguro — respondió, su vista en dirección hacia la calle en búsqueda de un taxi — espera, ¿Irás directamente a casa?

Jungkook giró el rostro para encararle.

— Si, debo levantarme temprano o tendré que esperar entre los horarios de los profesores para obtener las firmas que me faltan para el proyecto.

Solo dos segundos después pudo notar la expresión cansina en Jimin.

— ¿Qué? — cuestionó al verlo.

— Dijiste que hablaríamos antes de regresar — le recordó.

La expresión en el rostro del más alto le dejó en claro que había olvidado ese pequeño asunto.

— ¿No puede ser otro día? — pidió — sabes que soy malo para despertar temprano y realmente necesito dormir un poco.

Algo que Jeon no le había dicho a su mejor amigo, es que últimamente su sueño era interrumpido por el hecho de que múltiples pensamientos llenaban su mente desde que nuevamente halló a su hermano charlando con Yoongi. 

Lo peor no era eso, fue el hecho de que Hoseok también estaba allí con ellos.

Realmente no estaba comprendiendo qué demonios estaba sucediendo.

Pudo habérselo dicho a Park, pero por alguna extraña razón no podía.

— Está bien, si realmente tienes que levantarte temprano es mejor que regresemos a casa — respondió Park.

Ellos detuvieron un taxi para ocupar este, durante el recorrido de regreso mantuvieron una conversación casual sobre lo que habían hecho horas atrás.

Parecía que ambos se habían divertido realmente.

— Estos días estaré ocupado en la universidad, te escribiré para salir la próxima vez cosita — dicho esto el más alto abandonó el auto.

— Seguro, nos vemos — Park se despidió y el taxi continuó su recorrido.

Jeon no tardó en detenerse frente a la puerta de la casa notando que había luz proveniente del interior, echó un vistazo a la hora que se indicaba en la pantalla táctil de su móvil verificando que ni siquiera había estado fuera hasta la medianoche.

Decidió entrar sin causar ruido alguno, tal vez su hermano menor estaba estudiando o simplemente Namjoon estaba vagando por ahí.

Pero resultó que encontró a sus dos hermanos charlando cerca del comedor, no supo por qué, pero cerró la puerta a sus espaldas con cuidado.

Pudo escuchar su nombre ser mencionado por sus hermanos, cosa que captó su atención repentinamente cuando se dirigía al inicio de las escaleras.

Simplemente su curiosidad lo arrastró hacia allí.

Pero aquello no fue bueno.

— Escucha, el asunto nunca va a acabarse, sé cómo te sientes, tampoco estoy cómodo con esta decisión, pero él aceptó para protegerte y yo lo hice por igual — escuchó a Namjoon hablar en voz baja.

— Lo sé, pero es horrible ver su expresión cada que nos vemos, él realmente está sintiéndose mal a pesar de que ha transcurrido un año desde el accidente.

Estaban hablando sobre el accidente.

— Hoseok escúchame, no podemos hacer nada, el chico se ofreció y todos estuvimos de acuerdo con ello, ¿Lo olvidaste?

Hoseok desvió su mirada del más alto hacia el suelo en dirección a sus pies.

El mayor suspiró audiblemente.

— ¿Sigues teniendo pesadillas sobre esa noche? — cuestionó sonando auténticamente preocupado.

— Van y vienen — respondió el menor — siempre aparecen luego de... —suspiró enviando sus manos hacia su rostro — joder, puedo apostar a que él también las tiene.

Namjoon asintió lentamente sin dejar de observarle.

— A veces las tengo también, pero recuerda que fue por una buena causa, no hicimos todo esto para generar más inconvenientes.

— Pero Jungkook no lo sabe — se apresuró en decir el menor.

¿Qué era eso que Jungkook no sabía al respecto?

Namjoon lo observó antes de responder.

— Y no puede saberlo jamás, ¿Comprendes? — inquirió — él no lo sabrá, ninguno de nosotros se lo dirá, no tiene sentido ahora.

— Pero Namjoon... — fue interrumpido nuevamente.

— Él no debe saber sobre esa noche, él no debe saber que no fue Yoongi ¿Cómo crees que reaccionaría si alguno de nosotros le dice que fuiste tú quien iba conduciendo esa noche? Que toda esta mierda fue una mentira para protegerte.

¿Qué?

Jeon retrocedió un par de pasos sintiendo su cuerpo demasiado ligero de un segundo para otro al escuchar aquella confesión.

¿Su hermano menor?

¿Sus propios hermanos le habían mentido?

— Escucha — Namjoon continuó hablando — fue un error, solo bebiste de más y chocaste, no sabías que ellos estaban ahí.

— Lo sé joder — exclamó sonamos frustrado — pero sigo sintiéndome mal por dejar que Yoongi tomase la culpa, él intentó convencerme sobre no conducir y yo solo lo ignoré.

Jeon sacudió su cabeza al recibir nueva información con respecto al accidente, durante un año albergó horribles sentimientos de ira hacia Yoongi quien realmente no había sido el culpable.

Todo ese tiempo guardando rencor y resentimiento contra la persona equivocada.

Entendió el por qué nunca le dejaron levantar cargos contra el hombre, el por qué su hermano mayor le convenció hasta casi obligarlo a obedecer su orden de no hacer nada contra él.

Ahora tenía sentido en estos momentos.

Sintió sus labios temblar, su garganta picó por carraspear a pesar de sentirla secarse con rapidez, su cuerpo por inercia comenzó a alejarse de allí, pero se detuvo entre el espacio de las escaleras y la puerta de entrada.

Él sintió la necesidad de huir de allí.

Sabía que quedarse realmente no sería una buena idea, él ya no quería seguir escuchando ni una sola palabra más con respecto a las mentiras que sus hermanos habían estado recitando durante todo ese tedioso año.

Él estuvo a punto de morir por culpa de su propio hermano, eso simplemente fue demasiado para él.

Así que solo salió de la casa intentando tener cuidado de no generar ruido alguno por el cual sus hermanos pudieran percatarse de su presencia.

— Eso no puede ser — murmuró para sí mismo, su cuerpo se inclinó súbitamente hacia adelante, sus palmas contra sus rodillas sosteniéndose de esa forma — mis hermanos no harían algo así.

Pero lo hicieron, ellos le habían mentido.

Y lo que era peor, pensaban seguir haciéndolo sin tener idea hasta cuándo.

Para cuando las lágrimas llenaron los bordes de las esquinas de sus ojos, su cuerpo se está moviendo con rapidez lejos de allí, estaba corriendo sin paradero alguno, la sensación sofocante en su pecho apareciendo advirtiéndole que debía detenerse en algún momento.

La falta de oxígeno en sus pulmones se hizo presente unas cinco calles después, la luz de la farola de la calle le mostró su sombra cansina.

Pesados jadeos indicaban que le estaba costando respirar con tranquilidad y sabía que no se debía al esfuerzo físico de momentos atrás.

Sintió su estómago revolverse de inmediato al recordar la conversación de sus hermanos, por lo que terminó vomitando contra el pavimento.

— Hey, oye, ¿Estás bien hombre? —creyó escuchar una voz acercándose en su dirección.

De nuevo la sensación atragantadora de la ansiedad lo consumió hasta quitarle toda la energía a su cuerpo casi de inmediato de un zarpazo.

— Espera, amigo, ¿Qué tienes? ¿No puedes respirar?

Lo último que su vista logró enfocar fue la silueta de alguien acercándose con rapidez antes de que su cuerpo se desplomase a un costado.

Unas horas después lo despertó la sensación mareante de su cuerpo, escuchó ruido cerca suyo, pero nada que él pudiese identificar.

Sus párpados se sentían pesados, a su cuerpo pareció tomarle mucho esfuerzo el intentar mover la cabeza hacia un costado, para que la luz que daba directo hacia su rostro no le molestase.

— Oh, estás despierto, que alivio — de nuevo aquella voz que le resultó ligeramente familiar — joder, que susto me diste anoche, pensé que habías muerto en plena calle.

Un surco se formó profundamente en su frente al momento de lograr separar sus párpados y enfocar poco a poco a su alrededor.

Había un hombre alto de pie al costado de la cama donde al parecer se hallaba tendido.

— ¿Te sientes mejor? Dudo que eso haya sido alguna mala borrachera.

— ¿Dónde?

Su garganta seca le molestó al hablar.

— Estás en mi departamento, te traje hasta aquí luego de que te desmayaste anoche, no sabía exactamente qué hacer contigo en ese estado, es la primera vez que me hallo en una situación de ese estilo. Aunque pensándolo bien, fue estúpido no llamar a emergencias, pero entre en pánico.

— ¿Quién... — era en vano intentar hacer el esfuerzo de hablar.

— ¿Quién soy? ¿Es esa tu pregunta?

Como pudo asintió con la cabeza contra la almohada.

— Vaya, debes estar realmente desorientado o tal vez simplemente no me recuerdas — respondió el chico — nos vimos hace un par de semanas, soy Taehyung.

Taehyung, ese nombre le era familiar de algún lado, pero su mente se mantenía difusa sin permitirle lograr concentrarse en ello.

— Estuve en tu casa, ese día junto con tu hermano y el otro chico.

Entonces lo recordó.

El día que Namjoon le obligó a salir de casa para poder follar.

— Su amante — indicó Jeon.

— Uh, yo no lo diría de esa forma amigo, ¿Quieres que te traiga agua y un par de pastillas? Pareces tener una jaqueca horrible por la expresión en tu rostro.

— Eso sería de ayuda, gracias.

Dicho esto él asintió para salir de la habitación en la que se hallaban, Jungkook intentó sentarse, pero sólo logró recostar parte de su cuerpo contra el cabezal de la cama.

Suspiró al sentir el dolor en su cabeza activo.

¿Cómo había llegado hasta allí?

¿Acaso el chico le había cargado todo el camino?

Debería agradecerle por la ayuda.

Ello le obligó a recordar el por qué se había generado esa situación en primer lugar, pensamientos llenando su mente como era de esperarse, unos más inquietantes que otros, pero hubo uno en específico que hizo que su respiración se cortase un segundo hasta hacerlo sentir ahogado.

¿Jimin también estaba participando en aquellas mentiras?

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