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04

Para cuando la mañana llegó jungkook se quejó contra su almohada en cuanto la luz fue demasiado insoportable, separando los párpados esperó a que su vista se enfocara. Sus brazos se deslizaron abiertamente sobre la cama hasta hallar el móvil al extremo contrario de donde se hallaba acostado.

Emitiendo un bostezo sonoro marcó en la pantalla hasta dar con el contacto de Park, ni siquiera se tomó el tiempo de echarle un vistazo a la hora.

Park contestó la llamada al tercer tono.

— ¿Por qué estás llamando tan temprano jeon? — fue la queja que recibió como saludo.

— Cosita, buenos días — un nuevo bostezo se apoderó de su boca.

— Buenos días — repitió Jimin roncamente.

Efectivamente lo había despertado con su llamada.

— ¿Sigues en casa de tus padres?

— Lo hago.

Jimin había viajado el fin de semana a casa de sus padres, era a un par de horas de trayecto de donde residía actualmente, aquello se le había hecho extraño a jungkook, no comprendía la razón del por qué su amigo no lo comentó desde un principio.

— ¿Regresas a casa hoy? — preguntó sentándose sobre la cama.

— Si, por la tarde — respondió con un nuevo bostezo.

— ¿Quieres que vaya por ti? Podría saludar a tus padres de paso.

Jimin del otro lado de la llamada sonrió inevitablemente.

— No es necesario Kook, no quiero que hagas todo el camino hasta aquí solo.

— La opción está libre hombre, tú solo dime e iré enseguida por ti.

— Lo sé — ambos bostezaron al mismo tiempo — ¿En qué estabas planeando venir?

— Intentaría convencer a Namjoon de dejarme usar el auto.

La sonrisa que estaba en el rostro de Jimin se esfumó al recordar el incidente, una agria sensación apareció en su torso.

— Kook.

— Namjoon sigue pensando que no es buena idea que conduzca — habló en voz baja — a pesar de que ha pasado más de un año.

— Tienes que comprenderlo, no fue para nada fácil para él verte en el hospital inconsciente.

—Lo sé.

— Y mucho menos lo fue para mí — Jimin envió su mano libre contra su rostro al recordarlo.

Esa noche había temido por perder a su mejor amigo, no recordaba haber llorado por tanto tiempo como la noche del accidente.

— No pienses en ello — murmuró Jungkook sacando al contrario de sus memorias — estoy bien ahora, es lo que importa, ¿No es así?

Jimin suspiró sonoramente, estaba acostumbrado a que su amigo le restase importancia al asunto solo para no hacerle recordar su cercanía a la muerte en aquel tiempo.

— Si, lo sé — respondió en voz baja por igual.

— Además, no tengo intención de recordar tu imagen sobre la cama del hospital.

Si bien ambos terminaron en el hospital, la situación había sido diferente para cuando Jimin despertó y se halló buscando a Jungkook quien permaneció inconsciente en observación. 

Simplemente eran malas memorias para recordar.

— Bien, cambiemos de tema — pidió Jimin.

— Seguro — respondió Jeon — anoche fue horrible.

— ¿Es así? Recuerdo haberte llamado a mitad de algo — le recordó.

— Tal vez, sin embargo, fue mala idea, la chica simplemente se molestó porque respondí tu llamada.

Jimin ahogó una fuerte carcajada en su garganta, pero Jeon se percató de ello.

— Puedes reirte Jimin, ya te escuché — se quejó.

El mencionado no tardó en soltar una sonora carcajada siendo seguida por una suave de Jungkook.

— Realmente lo lamento hombre, no esperaba llamarte en pleno acto — su vista se dirigió hacia la puerta cerrada de la habitación en la que se hallaba. 

Sus padres deberían estar durmiendo todavía.

— ¿Debería enviar un mensaje avisando que estaré ocupado un par de horas para que no me cortes el rollo? — cuestionó Jungkook.

— Joder no, no quiero estar informado de tus horarios para tener sexo — una mueca formándose rápidamente en el rostro de Jimin.

— Bien, como quieras — respondió.

Jimin pudo escuchar voces a parte de la de su amigo, reconoció la de Namjoon al instante.

— Maldición — escuchó a Jungkook quejarse abiertamente — tengo que hacer el desayuno, te llamo después.

— No es necesario, ya te dije que iré esta tarde a casa.

— Te llamaré y responderás ¿Comprendes?

Jimin viró los ojos hacia arriba molesto. 

— Dejaré que el móvil solo suene Jungkook. 

— Pensé que me querías hombre. 

— Lo hago, pero nos vemos casi todos los días, dame un respiro amigo.

Jungkook se mantuvo en silencio por demasiado tiempo como para hacer sentir inquieto a Jimin.

— ¿Te molestaste? — preguntó con voz suave — ¿Kook?

— No, no te preocupes — respondió enseguida — nos vemos.

Dicho esto la llamada se terminó con rapidez, Jimin se quedó observando la pantalla de su móvil por demasiado tiempo.

¿Qué demonios había sido eso?

No creía que Jungkook estuviese realmente molesto por ello o eso esperaba.

Sacudiendo la cabeza desechó aquellos pensamientos para abandonar la cama en dirección hacia el baño con la intención de asearse, minutos después halló a sus padres sentados alrededor del comedor desayunando en un ambiente agradable.

— Buenos días — dijo Jimin tomando asiento en una de las sillas vacías que halló.

— Buenos días — respondieron sus padres de vuelta.

— ¿Sucede algo? — preguntó su madre al verlo.

Jimin parpadeó confuso al observarla.

— ¿Eh? No, no sucede nada — respondió en voz baja observando el plato que se hallaba frente suyo.

— Haces esa misma expresión cuando algo te preocupa hijo — agregó su madre — ¿Tiene que ver con Jungkook?

La mención de su amigo lo inquietó. 

— ¿Por qué mencionas a Kook, mamá? 

Su madre le sonrió antes de responder.

— Era común hijo, cuando eran pequeños y regresabas a casa con esa expresión era debido a él.

— Ya somos adultos mamá.

— Si, pero sigues haciendo la misma expresión que cuando era hora de regresar a casa y no podías seguir jugando con él.

Ah joder, su madre lo conocía demasiado bien.

— No te preocupes, no ha sucedido nada malo mamá — por lo menos no ahora que Jungkook era ajeno a su interés reciente por los hombres.

En la residencia de hermanos, Jungkook se hallaba terminando de servir el desayuno, su vista fija en los platos que estaba dejando sobre la mesa, escuchó a sus hermanos acercarse para tomar asiento alrededor del comedor.

— Es de mi clase, ya te lo dije Namjoon — comentó Hoseok.  

— ¿Y solo van a estudiar? — cuestionó Namjoon observando la expresión avergonzada en el rostro del menor.

— ¿Quiénes van a estudiar? —preguntó Jungkook al escuchar la conversación.

— Él dice que tiene que estudiar para el próximo examen y que necesita tutoria de una de sus compañeras de clase — explicó Namjoon comenzando a desayunar.

— Pero yo puedo enseñarte si no sabes algo, siempre lo hemos hecho así — indicó Jungkook tomando asiento.

— Eso mismo es lo que le dije — respondió Namjoon — por eso sé que está mintiendo.

— No estoy mintiendo, realmente hay un examen la próxima semana — se defendió Hoseok.

— Él está refiriéndose a la tutoria —explicó Jungkook observando a su hermano.

La expresión que adquirió el rostro de Hoseok captó la atención de los hermanos mayores quienes sorpresivamente lo observaron de vuelta.

— Te gusta esa chica — dijeron los mayores al mismo tiempo.

— ¡No! ¡No es así! — se apresuró en responder Hoseok.

Pero el sonrojo que llenó su rostro lo delató frente a sus hermanos.

— Hoseok intenta decir eso sin tener el rostro rojo — dijo Jungkook señalándolo con el cubierto que sujetó con su mano derecha.

— Hombre, deberías aprender a disimular mejor — se burló Namjoon para continuar desayunando.

— Callénse — se quejó el menor para desayunar.

Los mayores rieron durante un tiempo.

Al finalizar el desayuno Jungkook se dirigió hacia su habitación para encender la computadora con la idea de distraerse un tiempo, dejó de observar el reloj luego de la tercera partida del juego online que se hallaba jugando.

Un toque en su hombro le envió escalofríos en todo su cuerpo lo suficiente como para hacerlo sobresaltarse y girarse con rapidez.

— Joder — se quejó.

Jimin se hallaba allí de pie con una sonrisa victoriosa. 

— Maldición, me asustaste Jimin. 

— Si, pude ver cómo brincaste sobre la silla — una risa le acompañó a la frase.

Jungkook dejó de jugar para prestarle atención a su amigo no sin antes echarle un vistazo a la hora.

— Pensé que viajarías en la tarde — comentó confuso.

— Pensaba hacerlo, pero decidí salir más temprano.

Observó a Jimin caminar en dirección hacia la cama y sentarse al borde esta para dejar caer su cuerpo de espaldas rebotando ligeramente.

— Ah hombre, que cómodo — murmuró Jimin siendo consciente de que la habitación emitía el aroma de su mejor amigo llenando sus fosas nasales.

— ¿Cómo entraste? — preguntó — Creí que Namjoon saldría con Hoseok hoy.

— Si, ellos salieron, me topé con ellos en la entrada. 

Jungkook asintió al escucharle. 

— Kook. 

— ¿Si? 

— ¿Por qué cortaste la llamada?

El azabache deslizó la mirada a través de su habitación evitando observar hacia la cama mientras pensaba una respuesta.

— Solo estaba pensando en algo — fue su respuesta.

— No hagas eso hombre, se te podría fundir una neurona por ello — bromeó ligeramente.

— Gracioso — Jungkook suspiró.

Jimin se movió hasta quedar sentado para encararlo en cuanto la vista de su amigo cayó en él.

— ¿En qué estabas pensando? — preguntó Jimin.

Bajando la mirada un par de segundos, Jungkook giró la silla en la que se hallaba sentado para acomodarse antes de responder.

— A veces pienso si es cierto lo que dicen mis hermanos.

— ¿Sobre qué? — Jimin envió sus palmas abiertas hacia atrás para apoyarse de esa forma y sostener su peso.

— Tal vez en ocasiones suelo ser demasiado intenso contigo, lo suficiente como para pensar que te estoy molestando.

Jimin lo observó en silencio, un surco formándose en su frente junto con una agria expresión.

— Quiero decir, creo que en ocasiones realmente estoy siendo ridículamente protector contigo, ¿Comprendes?

Su mejor amigo asintió con aquella expresión fija en el rostro.

— No es como si lo hiciese a propósito, lo sabes ¿No?

— Lo sé Kook — respondió en cuanto halló la oportunidad — no pienso que seas molesto, eres mi mejor amigo, siempre nos hemos cuidado las espaldas, es solo que es cierto que en ocasiones te vuelves protector.

Jungkook bajó su mirada observando el suelo de madera de su habitación.

— Desde el accidente te preocupas demasiado por mi cuando debería ser yo quien se preocupe demás — agregó Jimin — no le prestes atención a ello, se siente bien que alguien se preocupe por ti.

— ¿Es así? — el azabache elevó la mirada.

— Lo es — afirmó Jimin asintiendo cambiando la expresión a una suave y amistosa. 

— Si actuo como una pareja controladora por favor golpeame, te doy estoy dando el permiso.

Aquello hizo reír con fuerza a Jimin quien se dejó caer nuevamente de espaldas contra la cama.

—Tenlo por seguro kook.

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